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A dormir va la rosa
de los rosales;
a dormir va mi niño
porque ya es tarde.
Mi niño se va a dormir
A la limón, a la limón,
la fuente se ha caído.
A la limón, a la limón,
mandadla componer.
A la limón, a la limón,
no tenemos dinero.
A la limón, a la limón,
nosotros lo tenemos.
A la limón, a la limón,
A la limón, a la limón,
nosotros pasaremos.
Adiós tía Paty, Adiós tía Lela
Cinco lobitos
tiene la loba,
cinco lobitos,
detrás de la escoba.
Cinco lobitos,
cinco parió,
cinco críos,
y a las cinco lobitos,
El tamborilero
El camino yo voy marcando
que llega a Belén con mi viejo tambor.
baja hasta el valle Nada mejor
que la nieve cubrió. que te pueda ofrecer,
Los pastorcillos su ronco acento
quieren ver a su Rey es un cantor de amor
le traen regalos ro-po pompom
en su viejo zurrón, ro-po pompom.
ro-po pompón Cuando Dios me vio
ro-po pompom. tocando ante Él, me sonrió.
Ha nacido
en un portal de Belén
el Niño Dios,
ro-po pompom
ro-po pompom.
Yo quisiera
poner a tus pies
algún presente
que te agrade Señor.
Mas tú ya sabes
que soy pobre también
y no poseo más que
un viejo tambor,
ro-po pompom
ro-po pompón.
En tu honor
frente al Portal tocaré
con mi tambor.
El camino
que llega a Belén
Grillo, grillo
pequeña
Grillo, grillo,
quien se lo encuentre,
para su bolsillo.
Santa Elena,
que a la mar fuiste,
luz y clavos a buscar,
ayúdame a encontrar
lo que no puedo lograr.
Sol, sólito
Sol, sólito,
caliéntame un poquito,
para hoy, para mañana,
para toda la semana;
llamaremos a la abuela,
para que toque la vihuela,
llamaremos al pastor
para que toque el tambor,
si no lo toca bien,
que le den
con el rabo de la sartén.
Romper la piñata
No quiero oro,
ni quiero plata;
yo lo que quiero
es romper la piñata.
Dale, dale, dale;
no pierdas el tino,
porque si lo pierdes,
pierdes el camino.
Quiero parecerme a mi papa
Yo quiero ser como mi papa me are un bigote com su crema de
me are un vigote con la crema de resurar
resurar su corbata y susu zapatos me pondre
sus zapatos y corbatas me pondre y me ire como el a trabajar
si,si
y me ire como el a trabajar Como mi papa como mi papa
que lindo seria pareserme a mi papa
Yomo mi papa como mi papa como mi papa como mi papa
que lindo seria pareserme a mi papa que lindo seria pareserme a mi papa
como mi papa como mi papa
que lindo seria pareserme a mi papa como mi papa como mi papa
-Soldado valiente,
no me pise usted
que soy chiquitita
y me puedo caer.
pero no me importa, pi pi pi
porque llevo torta, pi pi pi.
La pancita
canto yo
el sol dice hola
la luna dice adiós
Buenos días
canto yo
el gallo cantó
es mi despertador
Bueno días
canto yo
hay que levantarse
el día ya empezó
Buenos días
canto yo
si cantas con
ganas
será un día mejor
Buenos días
canto yo
cantar es lo mejor
El cocodrilo
Niña bonita,
flor de manzana,
la cara bonita,
las zancas de rana.
Niña bonita,
flor de alhelí,
la cara bonita
y no tiene pipí.
La Tarara
Tiene la Tarara Lleva la Tarara
Un vestido blanco Un vestido verde
Que se pone negro Lleno de volantes
Cuando baila tanto. Y de cascabeles.
Tiene la Tarara
Un cesto de flores,
Que si se las pido
Me da las mejores.
La Tarara sí,
La Tarara no,
La Tarara niña
Que la he visto yo.
Tiene la Tarara
Unos pantalones
Que de arriba abajo
Todo son botones.
La Tarara sí,
La Tarara no,
La Tarara baila
Tan bien como yo.
La vaca Lola
La vaca Lola La vaca Lola
La vaca Lola La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola Tiene cabeza y tiene cola
Poti-poti
pata de palo
ojo de vidrio
y nariz de guacamayo yo
Pinocho fue a pescar
Pinocho fue a pescar
al río Guadalquivir,
se le cayó la caña
y pescó con la nariz.
En la tintorería de Paris
la pintaron con barniz.
La plancharon en francés
del derecho y del revés.
Le pusieron peluquita
y botines en los pies.
Y Papá Elefante,
contento y barrigón,
se sirvió su sopa
con el cucharón.
¡Pero papaíto,
es que no me gusta
sopas de lenteja ni frijol!
Yo quiero un pedacito
que sea muy grandote
de aquel pastelote
de limón.
CRI-CRI
Elena la ballena
Elena la ballena
se fue a navegar
en una lancha velera
sobre las olas del mar
sobre las olas del mar.
Elena la ballena
mañana volverá
nos traerá de regalo
una estrellita de mar
una estrellita de mar
Elena la ballena
abrió su quitasol
nosotros desde la playa
le gritamos adios
le gritamos adiós
La serpiente de tierra caliente
Ahí va la serpiente de tierra caliente
que cuando se rie se le ven los dientes
Uy que está demente critica la gente
porque come plátanos con aguardiente.
La serpiente en un día
se vino a tierra fría
para hacerse un peinado
en la peluquería.
Pero ay que tristeza
porque en su cabeza
no tiene ni un pelito
y no se pudo peinar
La serpiente en un día
se vino a tierra fría
a comprarse zapatos
en la zapatería.
Pero ay que pereza
y que amarga sorpresa
como no tiene patas
nada pudo comprar.
Y estaba el cocodrilo y el
orangután
dos pequeñas serpientes y el
águila real
el gato, el topo, el elefante,
no falta ninguno
tan sólo no se ven a los dos
micos.
La pequeña araña
La pequeña araña
subió, subió, subió
vino la lluvia
y se la llevó.
Salió el sol
y todo lo secó
y la pequeña araña
subió, subió, subió.
El Baile De Las Vacas
Ven a bailar
ven a cantar
ven a gozar
con las vacas lobotómicas
Ven a bailar
ven a cantar
ven a gozar
con las vacas
lobotómicas
Le gusta el fútbol,
el cine y el teatro
y bailar rock -roll
y si nota que observamos
siempre nos canta está
canción.
Acciones de los animales
En la granja de mi tio
IA IA OOO
hay un gato que hace MIAU
IA IA OOO
con un gato aquí, con un
gato allá
con un MIAU aquí,
con un MIAU allá
MIAU MIAU MU MU
En la granja de mi tio
IA IA OOO
hay un pato que hace
CUAC
IA IA OOO
con un pato aquí, con un pato
allá
con un CUAC aquí, con un
CUAC allá
CUAC CUAC MIAU MU
Tomado de
AlbumCancionYLetra.com
En la granja de mi tio
IA IA OOO
una cabra hace BEEE
IA IA OOO
una cabra aquí, una cabra
allá
un BEEE aquí, un
BEEE allá
BEEE CUAC MIAU MU
Los pajaritos
Los pajaritos
que van por el cielo
vuelas, vuelan, vuelan, vuelan, vuelan
los pececitos que van por el agua
nadan, nadan, nadan, nadan, nadan
los conejitos que van por el campo
saltan, saltan, saltan, saltan, saltan
los caballitos que van por el monte
trotan, trotan, trotan, trotan, trotan.
Pepito conejo
pepito conejo al monte salió
corre corre desapareció.
ven, ven conejito que te cazarán
muy acongojada llora su mamá,
de pronto aparece un gran cazador
que con su escopeta tres tiros soltaron
pum, pum, pum
salta el conejo, salta el cazador
corriendo, corriendo la puerta cerró.
ven. Ven, conejito dice su mama
que buenos azotes te tengo que dar.
La chivita
sal de ahí, chivita, chivita, vamos a pedirle al hombre
sal de ahí, de ese lugar. que es para salvar a la chiva,
sal de ahí, chivita, chivita, el hombre si quiere salvar a la chiva,
sal de ahí, de ese lugar. ahora sí quiere correr a la vaca,
hay que llamar al lobo la vaca sí quiere tomar el agua…
para que saque a la chiva.
el lobo no quiere sacar a la chiva,
la chiva no quiere salir de ahí.
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
hay que llamar al palo
para que saque al lobo...
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
hay que llamar al fuego
para que pegue al lobo...
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
hay que llamar al agua
para que apague el fuego…
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
hay que llamar a la vaca
para que tome el agua…
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
hay que llamar al hombre
para que corra a la vaca…
sal de ahí, chivita, chivita,
sal de ahí, de ese lugar...
El perrito guau guau
Observaciones
Para comenzar con el juego necesitarás de un huevo ya sea crudo o hervido, una
cuchara sopera y dos equipos dispuestos a trasladar el huevo evitando que se
caiga. Compite y diviértete con la carrera de huevos.
colocarlo en
una canasta.
El niño
que
sostiene
el huevo debe tratar de ir lo más rápido posible, sin
que se le caiga el huevo al suelo. Si se cae, volverá a empezar de
nuevo, para ello regresará a la partida.
El equipo que traslade todos los huevitos de un
lugar a otro, gana.
El Teléfono escacharrado
Consiste en elegir un líder que dirá la frase u oración al primer niño, éste le pasará
la misma información al siguiente niño en el oído. Finalmente llegará al último
infante que gritará fuerte la oración o frase que escuchó y se comprobará si hubo
teléfono escacharrado o no.
Todo el mundo recuerda o tiene asociada a su infancia una ronda. Y es que los
títulos son infinitos. Cada país tiene unas canciones de cabecera que son
conocidas por todos. Sin embargo, las rondas infantiles han traspasado fronteras.
Y es frecuente que una misma ronda infantil se conozca en diferentes continentes.
El juego de Declaro la Guerra
El juego consiste en tirar la pelota al aire y declarar la guerra a un país. El resto de
participantes están alrededor a la espera de que nombre el país (por ejemplo,
Alemania). Quien es Alemania tiene que cogerla mientras el resto escapa. Luego
tiene que intentar darles con la pelota. Y así vuelve a empezar el juego.
Primero deben saltar a la altura de los tobillos, luego en las rodillas, después en la
cintura, luego axilas, sigue el cuello y luego por encima de la cabeza.
El niño que no cumple con una serie determinada de saltos pierde y continúa el
siguiente jugador. Gana el jugador que realiza sin equivocaciones la serie
establecida. Al momento de saltar en el elástico se puede aumentar la
"mantequillita" para hacer resbalar el elástico en el suelo.
"LAS OLLITAS"
Las ollitas, consiste en balancear a una persona que se pone en posición de
cuclillas agarrando sus manos entre las piernas.
A cada niño niña se le pone el nombre de un objeto de cocina.
Se escogen dos personas, un vendedor y un comprador, se establece el siguiente
diálogo:
COMPRADOR: Pum, pum VENDEDOR: ¿Quién es?
COMPRADOR: Yo VENDEDOR: ¿Qué desea?
COMPRADOR: Un sartén VENDEDOR: Mire esta nuevito
COMPRADOR: ¿Cuánto cuesta? VENDEDOR: 15 dólares
COMPRADOR: Le doy diez VENDEDOR: Bueno lleve
Entonces el vendedor y el comprador se encargan de balancearlo cantando los
meses del año (enero, febrero, marzo, etc.) hasta cuando resista el objeto de
cocina y así se sabe que tan bueno es.
Si fuera falso
Mis juramentos
En otros tiempos
Se olvidarán
Toca la marcha
Mi pecho llora
Adiós señora
Yo ya me voy
A mi casita
De sololoy
A comer tacos
Y no le doy
Un ratoncito sale de la cueva
Al cantar “¡Ya!” todos deben abrazar a una pareja, pues el que quede solo, pierde.
A LA RUEDA DE PAN Y CANELA
Los adultos pueden auxiliarse de este canto a la hora del arreglo personal para ir a
la escuela.
A la rueda, rueda,
de pan y canela,
vístete pronto
y corre a la escuela.
AL CORRO DE LA PATATA
Al corro de la patata,
comeremos ensalada,
como comen los señores,
naranjitas y limones.
Achupé, achupé,
sentadita me quedé.
La gallina busca
el maíz y el trigo,
les da la comida
y les busca abrigo.
—Lindo pescadito
¿no quieres salir
a jugar con mi aro?
¡Vamos al jardín!
Lindo pescadito,
yo te debo amar
porque a tu mamita
sabes respetar.
VAMOS A REMAR
Vamos a remar,
(Con los brazos hacen los movimientos de remar)
en un botecito,
rápido, rápido,
rápido,
en un botecito.
Vamos a volar,
(Ahora, simulan las alas de un avión)
en un avioncito,
rápido, rápido,
rápido,
en un avioncito.
Vamos a pasear,
(Con brazos y manos simulan manejar un coche)
en un cochecito,
rápido, rápido,
rápido,
en un cochecito.
LAS GOTITAS DE AGUA DE LA REGADERA
Todos en rueda van señalando las respectivas partes del cuerpo.
Los adultos pueden auxiliarse de este juego a la hora del baño.
Todos
Doña Blanca está cubierta
con pilares de oro y plata.
El jicotillo
—¡Romperemos un pilar
para ver a doña Blanca!
Todos
—¿Quién es ese jicotillo que anda en pos de doña Blanca?
—¡Yo soy ese jicotillo que anda en pos de doña Blanca!
Jugaremos en el bosque
mientras el lobo no está,
porque si el lobo viene
enteros nos comerá.
Lobo, ¿estás ahí?
—Me estoy bañando.
Mientras, se va acercando poco a poco al círculo.
Jugaremos en el bosque
mientras el lobo no está,
porque si el lobo viene
enteros nos comerá.
Lobo, ¿estás ahí?
—Me estoy secando.
Y mientras sigue acercándose.
Jugaremos en el bosque
mientras el lobo no está,
porque si el lobo viene
enteros nos comerá.
Lobo, ¿estás ahí?
—Me estoy vistiendo
Se repite diciendo: peinando, calzando o cualquier otra cosa que se les ocurra,
hasta que los niños gritan:
—¡Aquí está! ¡Aquí está!
Para el segundo: “¡Aquí está!”, los demás deben correr para que el lobo no les
alcance, pues al primero que logre tocar, deberá, como castigo, hacer el papel del
lobo la siguiente vez.
TENGO, TENGO, TENGO
(Grupo A)
Una me da leche,
otra me da lana,
otra me mantiene
toda la semana.
(Todos)
—Caballito blanco,
llévame de aquí,
llévame hasta el pueblo
donde yo nací.
A LA VÍBORA DE LA MAR
Dos personas se toman de la mano, levantando los brazos formando un arco.
Previamente han acordado quién será Melón y quién Sandía. Todos los demás
forman una fila que recorrerá alguna distancia teniendo que pasar por debajo
del(os) arco(s).
Las dos personas que forman el arco:
—Campanita de oro
déjame pasar
con todos mis hijos
menos el de atrás, tras, tras…
Se atrapa al del final y se le da a escoger con quién se va:
Una vez que ha escogido, se pone atrás de esa persona poniendo las manos
sobre sus hombros, formando un segundo arco que también deberán cruzarlo los
de la fila. Así sucesiva-mente. Al final se verá quién de los dos, Melón o Sandía.
A MO A TO
Los participantes se dividen en dos hileras, una frente a otra. Avanza una fila
haciendo retroceder a la otra y, después, se alternan el avance y el texto.
El paje corre para que no le alcancen, pues perdería y saldría de la ronda, y así
sucesivamente, hasta ver quién gana al final.
NOTA: Otras dos versiones, muy parecidas entre sí, se cantan en diversas
regiones: La torre caída y La fuente rota.
LA TORRE CAÍDA
Otra versión
Aquí también los participantes se dividen en dos hileras, una frente a otra. Avanza
una fila haciendo retroceder a la otra y, después, se alternan el avance y el texto.
El canto se repite todo el tiempo, pues de lo que se trata es de estar atento a los
cambios de Juan.
LA GALLINA PAPUJADA
Este juego tiene las mismas bases que el anterior y como es más corto, puede
resultar más rápido.
La gallina
papujada
puso un huevo
en la cañada,
puso uno, puso dos,
puso tres, puso cuatro,
puso cinco, puso seis,
puso siete, puso ocho,
afuera con tu biscocho.
EL BUEN RAMÓN
Juego de coordinación motora combinada [gruesa y fina].
Se lleva el ritmo con palmas simples “golpes” dobles o “contra golpes” y, además,
talones, según el ritmo y el compás. Quien pierda se va saliendo, hasta ver quién
gana al final.
En un vagón
cargado de sandías,
el buen Ramón
perdió una zapatilla.
En la casa de mi abuela
hay un árbol de limón,
otro árbol de cereza y
una cueva de ratón.
A saltar, a saltar,
salen todos a saltar.
A bailar, a bailar,
salen todos a bailar.
Todos
¡Quién dirá que la carbonerita,
Quién dirá que la del carbón,
Quién dirá que yo soy viudita
y que tengo nuevo amor!
Grupo A
Todos
Estaba una pastora, y el rabo le pisó.
larán, larán, larito,
estaba una pastora A confesar su falta,
cuidando un rebañito. larán, larán, larito,
a confesar su falta
Con leche de sus cabras llamó al padre Benito.
larán, larán, larito, La pastora
con leche de sus cabras
hacía sus quesitos. A vos, padre, me acuso,
larán, larán, larito,
El gato la miraba, a vos, padre, me acuso
larán, larán, larito, que le pisé el rabito.
el gato la miraba El religioso
con ojos golositos.
La pastora —De penitencia te echo,
larán, larán, larito,
—Si tú le hincas las uñas, de penitencia te echo
larán, larán, larito, que me des un quesito.
si tú le hincas las uñas Todos
te pisaré el rabito.
Todos El queso se lo dio,
larán, larán, larito,
—La uña se la hincó, el queso se lo dio
larán, larán, larito, y el cuento se acabó.
la uña se la hincó
EL GALÁN ENAMORADO
—De Francia vengo, señora, escoja la que gustáis.
de por hilo portugués, Él o ellos
y en el camino me han dicho
las hijas que tiene usted. —Ésta escojo para esposa,
Ella o ellas ésta escojo por mujer;
me ha parecido una rosa
—Que las tenga o no las tenga me ha parecido un clavel.
yo las sabré mantener Ella o ellas
con un pan que Dios me ha dado
y otro que yo ganaré. —Por Dios pido, caballero
Él o ellos que me la cuide usted bien.
Él o ellos
—A Francia vuelvo, señores,
a los palacios del rey, —Ella será bien tratada
que las hijas del rey moro como la hija de un rey,
no me las dejaron ver. en silla de oro sentada
Ella o ellas y en la de marfil también.
Y del pan que el rey comiere,
—Vuelva, vuelva caballero, ella comerá también;
no sea tan descortés: del vino que el rey bebiere,
de las tres hijas que tengo ella beberá también.
HILITOS DE ORO
Él o ellos la juegan brincando en un pie. Al bajar el otro pierde y sale de la rueda.
Él o ellos
—Hilitos, hilitos de oro acabada de nacer.
que se me viene quebrando un pie Ella o ellas
que manda decir el rey
qué cuántos hijas tenéis. —Pues escoja caballero,
Ella o ellas escoja la que gustéis.
Él o ellos
—Que tenga los que tuviere
que nada le importa al rey. —A ella escojo para esposa
Él o ellos a ella escojo por mujer.
Me ha parecido una rosa
—Ya me voy muy enojado, me ha parecido un clavel.
a ver a mi padre el rey. Ella o ellas
Ella o ellas
—Pues le pido, caballero,
— Vuelva, vuelva caballero que me la trate usted bien.
no sea tan descortés; Él o ellos
de las hijas que yo tengo
escoja a la que gustéis. —Ella será bien tratada
Él o ellos pues soy el hijo del rey,
y para hacerme compañía
—No la quiero por bonita la he escogido muy, muy bien.
y tampoco por mujer,
solo quiero una rosita
LA BELLA RAPTADA
Romance español anónimo
Típica ronda donde se avanza en círculo, mientras todos cantan para ejercitar la
memoria.
y se la llevó al cuartel.
formarán la ronda;
A NIÑA NIÑA
Típica ronda donde se avanza en círculo, mientras se canta para ejercitar la
memoria con este bello texto.
Esos tus ojitos ya los vas cerrando, En el crudo invierno Mi Dios y Señor
pero estas mirando todos mis delitos. que sufres alegre del frío y su rigor.
A la rorro Niño, a la rorro ro, A la rorro Niño, a la rorro ro,
duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor,
a la rorro Niño, a la rorro ro, que a la rorro Niño, a la rorro ro, que
viniste al mundo sólo por mi amor. viniste al mundo sólo por mi amor.
Por cuna te ofrezco mi fiel corazón, Las glorias te cantan angélicas voces
pues no lo merezco, te pido perdón. para que te duermas y del sueño
A la rorro Niño, a la rorro ro, goces
duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, A la rorro Niño, a la rorro ro,
a la rorro Niño, a la rorro ro, que duérmete Mi Niño, duérmete mi amor,
viniste al mundo sólo por mi amor. a la rorro Niño, a la rorro ro, que
viniste al mundo sólo por mi amor.
Quisiste por nombre llamarte Jesús:
como padre amante tú me diste luz.
Cantaria sin parar
oohh) pues somos libres
cantaria sin parar por lo que hiciste si te pudieramos mirar contemplar tu
en mi someyer
danzaria siempre Dios por tu gran y en tus angeles danzar
amor por que el esta aqui
(coro)
cantaria sin parar...
estamo cantando
somos felices
estamos danzando
Hormiguita
Fui al mercado Pero la hormiguita no paraba de subir
A comprar café
Y la hormiguita Fui al mercado
Subió por mi pie A comprar calabacita
Me sacudí, sacudí, sacudí Y la hormiguita subió por mis
Pero la hormiguita pompitas
No paraba de subir Me sacudí, sacudí, sacudí
Pero la hormiguita
Fui al mercado No paraba de subir
A comprar una sandía
Y la hormiguita Fui al mercado
Subió por mi rodilla A comprar un gis
Me sacudí, sacudí, sacudí Y la hormiguita
Pero la hormiguita Subió por mi nariz
No paraba de subir Me sacudí, sacudí, sacudí
Pero la hormiguita
Fui al mercado a comprar meloncito No paraba de subir
Y la hormiguita subió por mi dedito
Me sacudí, sacudí, sacudí
El columpio
Cuantas veces te dije llorando, no juegues conmigo
Ni me eches mentiras
Porque vas a quedarte en la calle
Tirada y perdida vendiendo tu vida
Yo te dije piensa lo que dices no ves que la vida
Es como un columpio, cuando sube se siente bonito
Pero cuando baja eso duele mucho
Ya lo vez, hoy te encuentras perdida
Vendiendo tu vida, y yo muy contento
Quiera dios, que tu cuerpo se seque
Y que de repente se lo lleve el viento
No es que te tenga yo odio contigo
Ni quiera desearte ya tu mala suerte
Pero si viviría agradecido si en estos
Momentos me lleva la muerte
Ya lo vez, hoy te encuentras perdida
Vendiendo tu vida, y yo muy contento
Quiera dios, que tu cuerpo se seque
Y que de repente se lo lleve el viento
Un elefante se balanceaba
Un elefante se balanceaba
sobre la tela de una araña
Como veía que no se caía
fue a buscar otro elefante.
¿Quién es la madrina?
Doña Catalina
¿Quién es el padrino?
Don Juan Botijón.
Tortillitas de salvado
Pa' Papá que está enojado.
Había un Sapo
habia un sapo sapo sapo
que nadaba en el rio rio rio
con su traje verde verde verde
se moria de frio frio frio
la señora sapa sapa sapa me contooo
que tenia un amigo y que eras tu!
habia un sapo sapo sapo
que nadaba en el rio rio rio
con su traje verde verde verde
se moria de frio frio frio
la señora sapa sapa sapa me contooo
que tenia un amigo y que eras tu!
Aserrín aserrán
Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan no les dan
piden queso les dan hueso
y se les ¡atora en el pescuezo!
piden vino, si les dan
se marean y se van
Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan no les dan
piden queso les dan hueso
y se les ¡atora en el pescuezo!
piden vino, si les dan
se marean y se van.
Aserrín, aserrán,
los maderos de San Juan,
piden pan, no les dan,
piden queso, les dan hueso
piden ají, y los botan así.
Caracol, col, col
Caracol, col, col
saca tus cuernos al sol
que tu padre y tu madre ya los sacó.
Reglas: Ninguna
LA GALLINITA CIEGA
Etapa: Cualquier edad
Ciclo: Primaria y Secundaria
Lugar: Pabellón o Gimnasio
Material: Una venda o pañuelo
Objetivo a desarrollar: Entretenimiento
Bloque Específico: Juego tradicional y popular
Organización: Espacio amplio y libre de obstáculos. Puede ser tanto de exterior
como de interior.
Desarrollo: Un jugador se venda los ojos y los demás lo giran sobre sí mismo para
que pierda las referencias espaciales y del resto de jugadores. Mientras el “ciego”
tantea en busca de algún jugador, el resto se dedica a bailar alrededor de él y
tocarle, intentando que no les agarre. Cuando el “ciego” consigue atrapar a algún
jugador, debe identificarle mediante el tacto. Si acierta intercambia el rol con el
jugador pillado.
Reglas: Ninguna
EL ENCUENTRO
Etapa: A partir de 7 años
Ciclo: Primaria
Lugar: Cualquier espacio libre o cerrado
Material: Ninguno
Objetivo a desarrollar: Encontrar a un compañero
Bloque Específico: Animación
Organización: Los niños/as se encuentran situados en cualquier lado
Reglas: Ninguna
DESCUBRIR AL INTRUSO
Etapa: A partir de 6 años
Ciclo: Primaria
Lugar: Pabellón cerrado.
Material: Ninguno
Objetivo a desarrollar: Juegos de expresión corporal
Bloque Específico: Juegos sensoriales y de conocimiento corporal
Desarrollo: Todos los que están en el corro, excepto uno, deben expresar con la
cara un sentimiento o emoción sobre el cual se han puesto de acuerdo
previamente. Hay uno que expresará algo diferente. EL alumno que se había
alejado del grupo regresa y debe descubrir el sentimiento o emoción expresado
por sus compañeros. Debe descubrir también al que expresa algo diferente.
Reglas: Ninguna.
COLOR, COLOR
Etapa: A partir de 4 años
Ciclo: Primaria
Lugar: Pabellón o Gimnasio
Material: Objetos y prendas de diferentes colores
Objetivo a desarrollar: Discriminación visual
Bloque Específico: Sensoriales y de conocimiento del medio
Organización: Rodeando al animador
Desarrollo: El animador dice color, color y un color. Los niños y las niñas tienen
que ir
a buscar y tocar el color antes que el animador los atrape. El atrapado
pasará a ser el que dice el color.
CAZAR AL RUIDOSO
Etapa: Primaria
Ciclo: 1-2
Lugar: Pista polideportiva o Gimnasio
Material: Mascaras negras y pañuelos para vendar los ojos
Objetivo a desarrollar: Conocer el esquema e imagen corporal y la toma de
conciencia
espacial.
Bloque específico: Elementos psicomotores básicos.
Organización: Gran grupo.
Desarrollo: Los jugadores se agarran de las manos formando un circulo. Todos
tienen
los ojos vendados menos tres; éstos jugadores harán los ruidos. Se desplazarán o
moverán a puntos distintos del polideportivo, donde harán o realizarán
diferentes ruidos (silbato, golpear una puerta, golpear un banco...). Los
demás averiguarán de donde viene el sonido e irán hacia el mismo teniendo
que cazar al jugador que hizo el ruido.
Reglas: No pueden soltarse las manos ni salir de la zona establecida.
Variantes: Se podrán introducir a la vez más de un ruido.
CARRERA DE SACOS
Etapa: de 6 hasta los 18 años.
Ciclo: Primaria y Secundaria
Lugar: Pabellón, Gimnasio, Parque
Material: Sacos
Objetivo a desarrollar: Dominio del Esquema Corporal y Aspectos Psicomotrices
Bloque Específico: Juegos tradicionales y populares
Organización: Gran Grupo. Carreras de cinco participantes a la vez.
Desarrollo: En un cielo lleno de nubes el profesor busca una que tenga la forma de
un objeto o animal. ¿Qué alumno la descubre antes?
Reglas y Variantes: Se puede invertir el juego, es decir, comenzar con los ojos
tapados
LA BRUJA PIRUJA
Etapa: De 6-14 años
Ciclo: Primaria
Lugar: Pabellón o Gimnasio
Material: Hojas de periódico
Objetivo a desarrollar: Coordinación y agilidad
Bloque Específico: Humoradas
Organización: de 10 a 30 jugadores
Desarrollo: Distribuidos por todo el terreno se escogen a unos alumnos (de 1 a 3
alumnos), que serán la "Bruja Piruja" y con unas hojas de periódico enrolladas, a
modo de escoba de bruja, tratan de dar a los demás. Cuando la bruja logra dar a
alguien, le dice el nombre de un animal, y este deberá imitarlo hasta que termine
el juego.
Reglas: Ninguna
BALON PRISIONERO
Etapa: Primaria
Ciclo: 2-3
Lugar: Pista polideportiva o gimnasio
Material: Una pelota blanda
Objetivo a desarrollar: Desarrollar la coordinación de acciones y movimientos.
Bloque Específico: Coordinación Motriz
Organización: Gran grupo
Desarrollo: Se divide la clase en dos grupos, uno enfrente del otro. A la espalda de
cada
uno de los equipos se sitúan dos prisioneros de cada equipo rival. El
juego consiste en lanzar la pelota para golpear con él a un rival y hacerlo su
prisionero, sin que éste logre cogerlo, ya que sí así fuera el prisionero sería el
lanzador.
Reglas: Ganará el equipo que consiga capturar a todos los componentes del
equipo
contrario.
ATON, PIRULELO
Reglas: Ninguna.
ADIVINA
Etapa: A partir de los 4 años.
Ciclo: Primaria
Lugar: Pabellón o Gimnasio
Material: Una sábana, tela grande o similar.
Objetivo a desarrollar: Discriminación táctil.
Bloque Específico: Sensoriales y de conocimiento corporal.
Organización: Sentarse en corro, inicialmente. En el medio se coloca la sábana de
forma que tape los brazos de los alumnos.
Desarrollo: Se introduce un objeto bajo la sábana, sin que lo vean ellos. Se lo
deben de
ir pasando de mano en mano. Una vez que el objeto ha recorrido el circulo,
tienen que adivinar, en voz alta y por orden, de qué objeto se trata. Cuando
uno lo adivina, se introduce otro objeto. Lo empiezan a adivinar a partir del
jugador que había acertado el anterior.
Reglas: Ninguna.
ABRAZOS MUSICALES
Etapa: 6-8 años
Ciclo: Primaria
Lugar: Pabellón o Gimnasio
Material: Radio-casete y un CD de música
Objetivo a desarrollar: Potenciar la cooperación y crear una buena dinámica de
grupo.
Bloque Específico: Juego de dinamización grupal
Organización: Individual, parejas hasta que se forme el gran grupo.
Desarrollo: Se pone una música animada mientras que los participantes saltan por
el pabellón. Cuando se detiene la música cada participante da a otro un abrazo y
le dice su nombre. Continua la música y la próxima vez que se pare se abrazarán
tres niños y se dirán su nombre así hasta que se junten en un gran abrazo
musical.
Los jugadores se ubican en sus sillas formando un circulo. Quien dirige el juego
dice: “Fulano se comió un pan en las calles de San Juan”. El aludido (a) contesta:
¿Quién yo? Y responden Si, Tú al tiempo que contesta: Pero yo no fui, acto
seguido se pregunta: ¿Entonces quién? A la cual él o ella responde de nuevo
dando el nombre de otro participante: ¡Fue fulanito! Así pues, se repite el dialogo
anterior, hasta que todos sean nombrados. Implementos: sillas colocadas en
circulo
ZOOLÓGICO DE CARAMELOS
Todos dando vueltas en círculo se van acercando poco a poco hasta quedar todos
pegaditos, el directo (a) da la orden de sentarse y todos se tienen que sentar en
las piernas del compañero, luego ordena dar un paso con el pie derecho hacia
delante, luego con el pie izquierdo, después un paso hacia atrás. Si uno se cae se
caen todos.
LA MAQUINA DEL TIEMPO
¿Cuál es el colmo
de una cebra?
Escuchar un disco rayado
¿Cuál es el colmo de un inmortal?
Que lo condenen a cadena perpetua.
¿Cuál es el colmo de un abogado?
Solución: El cumpleaños
Abierto siempre estoy para todos los niños. Cerrado y solo me quedo los
domingos.
Solución: El colegio
Solución: La canica
Se la doy a todo el mundo y me quedo con ella, ¿qué es?
Solución: La mano
Te sirven para escribir, dibujar, señalar y sentir.
Solución: Los dedos
Rodando por un camino, van unos largos cajones que producen mucho ruido.
Solución: El tren
Solución: El papel
¿Cuál es
aquel pobrecito, siempre andando, siempre andando, y no sale de su sitio?
paloma, negra como el pez, habla y no tiene lengua, anda y no tiene pies.
Solución: La carta
Entre pared y pared hay una santa mujer, que con el diente llama a la gente.
Solución: La campana
Dos hermanitos muy igualitos, en
llegando a viejecitos abren los ojitos.
Solución: Los zapatos
Solución: La sartén
Verde en el campo, blanco en la plaza, y reculea en casa.
Solución: La escoba
Entre sábanas de holán y cortinas de marfil, parió la
reina un infante más verde que el perejil.
Solución: La cebolla
Tiene cuatro patas y no puede andar. Tiene cabecera y
no sabe hablar.
Solución: La cama
Una copa redonda y negra; boca arriba está vacía, y boca abajo está llena.
Solución: El sombrero
Verde fue mi nacimiento, amarilla mi mocedad y ahora me visten de blanco porque
me van a quemar.
Solución: El cigarrillo
La virgen me dio tu
nombre, el señor me dio tu amor, tú me
disté un beso y yo te di mi….
Solución: Corazón
Una vieja va por brevas, y las coge sin mirar, blandas, duras, chicas, grandes, y de
Dios viene «envió».
Solución: La muerte
Con techo de hierro, pared de cristal, las noches en vela me gusta pasar.
Solución: La linterna
Somos muchos hermanitos, en una sola casa vivimos, si nos rascan la cabeza al
instante morimos.
Solución: Los fósforos
Solución: El albañil
Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres, con la promesa de
protegerlos a unos de los otros.
Solución: El candidato
Cincuenta damas, cinco galanes; ellos piden pan, ellas piden ave.
Solución: El Rosario
Se viste el cielo de luces en cascada de colores, para alegrar en la noche a los que
están más tristones.
Solución: Los fuegos artificiales
Todos
me
pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por
nadie
Solución: El camino
Por tu aroma y tu color para adornarse te clavan las mujeres en su pelo, los
hombres en la solapa.
Solución: El clavel
Solución: El Ancla
Garra, pero no de mata.Pata, pero no de vaca.
Solución: La garrapata
f
A rey muerto, rey puesto. Señala la necesidad de ser eficientes y actuar rápido
cuando un puesto queda vacante o hace falta un cambio urgente.
Para muestra, un botón. Para expresar que no es necesario mostrar todo, sino que
con un pequeño ejemplo se puede conocer por deducción todo lo demás.
Se dice el pecado, pero no el pecador. Para indicar que se guarda un secreto
acerca de alguien que hizo algo y que no se está dispuesto a develarlo.
Mucho donaire, causa desaire. Una personalidad demasiado desenvuelta llega a
causar desprecio o rechazo.
Hoy por ti, mañana por mí. Resalta los beneficios de ser solidarios con los demás
para tener la seguridad de que en el futuro también se recibirá algún favor de otra
persona.
No hay rosa sin espinas. Todo logro requiere de sacrificios.
El que busca, encuentra. Indica perseverancia y voluntad para lograr algo.
Quien se pica, ajos come. Define a una persona que se siente aludido en medio
de una conversación y reacciona de una manera airada.
Gota a gota, la mar se agota. Para expresar que la constancia logra cualquier
objetivo, por muy pequeños que sean los pasos dados.
Hierba mala nunca muere. Se utiliza para describir la persistencia del mal. A veces
se aplica a una persona enferma para animarla de una manera jocosa.
El tiempo es oro. Señala el valor del tiempo y la necesidad de aprovecharlo en
lugar de desperdiciarlo.
Ojo por ojo, diente por diente. Expresión conocida como la antigua Ley del Talión.
Invita a hacer pagar a alguien por un mal cometido con la misma acción, pero esta
vez en su contra.
Quien canta, su mal espanta. Indica la conveniencia de hacer una actividad
placentera para aliviar los sufrimientos.
Del árbol caído, todos hacen leña. Denota oportunismo, aprovecharse de una
situación adversa para otro y obtener un beneficio de ella.
El que a hierro mata, a hierro muere. Se refiere a que las personas que hacen mal,
reciben ese mismo mal como algo recíproco.
Piensa mal y acertarás. Denota perspicacia y señala que es mejor no hacerse
grandes expectativas de las personas para no decepcionarse o equivocarse con
ellas.
Por la boca muere el pez. Invita a ser discretos y no hablar demasiado para no
meterse en problemas graves.
Ojos que no ven, corazón que no siente. El hecho de ignorar una situación o
hecho evita que se sufra por ello.
La excepción hace la regla. Cuando algo se sale de control, se ven sus
consecuencias y se justifica la existencia de la ley o regla que evitaría tal evento.
Como se vive, se muere. Señala que de acuerdo a las costumbres y el tipo de vida
que se lleve, así mismo será su final.
Un clavo saca otro clavo. Usado generalmente en el contexto del amor, cuando se
ha sufrido una decepción. Señala que el remedio es buscar otra relación para
olvidar la primera.
Mañana será otro día. Aconseja tener esperanza y dejar para después un trabajo
o la búsqueda de una solución a un problema, sobre todo cuando se ha hecho ya
un esfuerzo muy grande.
Decir refranes, es decir verdades. Señala la sabiduría encerrada en los refranes.
No hay quinto malo. Del mismo estilo de “a la tercera va la vencida”. Indica que en
algún momento las cosas saldrán bien, después de haberlas intentado varias
veces.
La intención es lo que cuenta. Para justificar que algo no se haya hecho completo
o como se esperaba, pero se tenía la voluntad de hacerlo.
La música amansa las fieras. Hace referencia al poder tranquilizador y conciliador
de la música, tanto en personas de carácter fuerte como en animales.
Más claro no canta un gallo. Señala la imposibilidad de explicar algo de una mejor
manera.
El casado, casa quiere. Un consejo para los matrimonios: vivir solos sin la
compañía de otras personas que puedan inmiscuirse en sus asuntos.
A mala vida, mala muerte. No es de esperar un final feliz si se ha actuado de mala
fe.
Caras vemos, corazones no sabemos. Para expresar que muchas veces la
felicidad o alegría de una persona puede ser sólo aparente y que es probable que
esté pasando por un momento difícil.
Al pan, pan, y al vino, vino. Una invitación a llamar las cosas por su nombre, a ser
francos al hablar.
Cría cuervos y te sacarán los ojos. Señala la ingratitud de las personas a quienes
se les ha hecho un bien.
El tiempo todo lo cura menos vejez y locura. El paso del tiempo puede curar una
ruptura de corazón, un despido y muchas enfermedades, pero no la vejez y la
locura innata.
APAGA y VAMONOS
Esta frase ha quedado como expresión de asombro, ante un hecho absurdo y
disparatado. También se emplea para indicar que algo toca a su fin.
ADIVINA QUIEN TE DIO
Indica la dificultad que entraña, a veces, investigar quién es el autor de una acción
maliciosa.
ARMARSE UN TIBERIO
Esta expresión significa cualquier situación de alboroto o ruidosa pelea.
ARDER EL HACHA
Con esta expresión damos a entender que sucede o va a suceder algo insólito y
violento.
ANDAR A LA SOPA BOBA
Se aplica esta frase a aquellos que por vagancia viven a costa de los demás.
ARRIMAR EL ASCUA A SU SARDINA
Significa este dicho aprovechar toda ocasión en beneficio o interés propios.
¡A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES!
Se aplica a cualquier remedio que llega a destiempo.
AL FREIR SERA EL REIR
Este dicho se utiliza para reprobar la poca prudencia en la ejecución de cualquier
cosa y para pronosticar el cumplimiento de cualquier hecho adverso.
ANDAR AL RETORTERO
Significa la actitud de quien se mueve desasosegadamente, solicitado por diversas
ocupaciones, con frecuencia engañosas e inútiles.
ATAR LOS PERROS CON LONGANIZA
Se emplea como hipérbole irónica de opulencia y derroche.
ARMARSE LA DE DIOS ES CRISTO
Con este dicho aludimos al alboroto que circunstancialmente se suscita en el seno
de alguna asamblea o reunión.
BRILLAR POR SU AUSENCIA
Alude este dicho a la falta de algo o de alguien en un acontecimiento importante.
CAMBIAR LA CHAQUETA
Designamos el cambio de opinión o actitud de una persona según las
circunstancias.
CARGARLE A UNO EL MUERTO
Significa la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta que
no ha cometido.
CARGAR CON EL SAMBENITO
Significa echar sobre alguien una culpa que no merece.
COGER LA OCASION POR LOS PELOS
Con este dicho indicamos que algo ha sido alcanzado en el último momento y por
casualidad.
COMER DE GORRA
Significa alimentarse a costa de otro.
COMO PEDRADA EN OJO DE BOTICARIO
Significa la oportunidad de algo que de manera inesperada favorece un propósito
o cosa apetecida.
¿CUANDO HEMOS COMIDO EN EL MISMO PLATO?
Con este dicho salimos al paso de aquél cuyas familiaridades inmotivadas nos
producen irritación.
DARSELA CON QUESO
Engaño por el cual una persona atrae a otra para conseguir un fin. interesado.
DAR EL PEGO
Sinónimo de engañar a otro, sorprendiendo su buena fe con ardides malévolos.
DAR LA LATA
Causar fastidio con cualquier inoportuna insistencia.
DE TIROS LARGOS
Designar el vestido de gala o cualquier otro atuendo ocasional esmerado y lujoso.
ESTAR EN LAS BATUECAS
Estar distraído y fuera de la realidad habitual.
ESTAR A LA CUARTA PREGUNTA
Estado de indignación o suma pobreza en que se halla una persona.
¡ECHALE GINDAS!
Con este dicho ponderamos la facilidad y desenvoltura con que se realiza una
acción difícil.
ENTRAR CON EL PIE DERECHO
Comienzo favorable de alguna cosa.
ECHAR CON CAJAS DESTEMPLADAS
Este dicho equivale a despedir a alguien con malos modos.
ECHAR A UNO LOS PERROS
Significa acosar y hostigar a alguien por su pasividad u omisión culpable.
EN TIEMPO DE LAS VACAS GORDAS
Aludimos con este dicho a cualquier período, generalmente breve, de prosperidad
material.
EMPINAR EL CODO Ser un borracho.
ERRE QUE ERRE
Actitud porfiada y tenaz de una persona, al ejecutar una acción.
EL PARTO DE LOS MONTES
Se utiliza esta frase para indicar que, de algo, que se esperaba grandioso, se
obtiene un fruto insignificante.
ESTAR HASTA LOS TOPES
Dicho equivalente a hallarse demasiado lleno.
EL ORO y EL MORO
Esta frase significa el precio y aprecio, generalmente exagerado, que se hace de
una cosa.
ECHAR UN CUARTO A ESPADAS
Se utiliza esta frase para calificar la actitud de quien, más o menos
motivadamente, interviene en un pleito, sin que se le convoque.
ESO ES JUAN y MANUELA
Expresión sinónima de algo ineficaz.
HABLAR POR BOCA DE GANSO
Se aplica esta frase a los que sin el debido discernimiento y como cosa propia,
repiten lo que han oído a otro.
HAY MOROS EN LA COSTA
Expresión coloquial utilizada ante cualquier suceso peligroso.
IR DE PUNTA EN BLANCO
Significa el acto de vestir con el mayor esmero y elegancia.
LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITAN
Expresión irónica de toda justificación de gastos desorbitada y desmedida.
LAGRIMAS DE COCODRILO
Alude al dolor fingido por alguien ante un suceso desgraciado.
LAS VERDADES DE PEROGRULLO
Expresión de aquello, que por evidente y consabido, no es necesario explicarlo.
LIAR LOS BARTULOS
Se aplica a las disposiciones y preparativos que, generalmente, trae consigo todo
cambio de domicilio.
LAS INDIRECTAS DEL PADRE COBOS
Imagen de aquello, que debiendo decirse embozadamente, se declara ruda y
paladinamente.
LLAMARSE ANDANA
Retractarse de algo que se ha dicho o prometido.
LLAMARSE HACHE
Equivale esta frase a es lo mismo, o da igual una cosa que otra.
MANDAR A LA PORRA
Significa despedirse de uno con malos modales.
MATAR EL GUSANILLO
Dicho equivalente a beber una copa por la mañana.
MANTENERSE EN SUS TRECE
Sinónimo de terquedad y persistencia porfiada en una opinión o tarea comenzada.
El Cachorro del cazador
Érase una vez un perro cazador que tuvo descendencia. Un buen día, uno de sus
cachorros pensó que era el momento de empezar a valerse por sí mismo y decidió
salir solo de cacería. Tras olisquear durante bastante rato sin mucho éxito empezó
a encontrarse cansado y decidió buscar un lugar para refugiarse. Tras merodear
unos instantes, encontró la madriguera de una liebre y empezó a ladrar ante ella.
La liebre, algo temerosa y desconcertada por el extraño ruido que hacía los ladridos
del cachorro, se asomó a ver qué ocurría y cuando lo vio desde lejos le dijo: “¿Qué
es ese ruido? Si ni siquiera sabes ladrar. Eres un cachorro. Debería darte pena
ladrar así”.
El pequeño perro se acercó un poco más y volvió a intentar ladrar para ganarse el
respeto y la liebre se rió a carcajadas de él.
Tras unos minutos, el cachorro se aproximó un poco más a la liebre y puso más
énfasis y energía en su ladrido. La liebre lo observaba y seguía haciéndole gracia
los intentos del pequeño por hacerse respetar. En un incontrolable ataque de risa,
la liebre cayó de espaldas al suelo y el cachorro se abalanzó sobre ella y le dio un
bocado. Pese al susto, la liebre herida salió corriendo y aún desde la lejanía, seguía
diciendole al cachorro que tampoco mordía como un verdadero cazador.
La Vaca y la mosca
Érase una vez una vaca que pastaba tranquilamente por el prado cuando de repente
se coló una mosca en el interior de su oreja. Frenéticamente, la vaca agitaba su
cabeza, levantaba el cuerpo y se dejaba caer contra el suelo. Cualquier cosa que
intentara el pobre animal era en vano, pues la mosca, en lugar de irse, le provocaba
unas cosquillas horribles cada vez que se movía dentro de la oreja.
Desesperada por la situación, la vaca corrió junto con el burro en busca de su vecino
el caballo. “Ayúdenos, señor caballo” – dijeron los dos animales al unísono. “La
solución es evidente, si frotas tu cabeza en el pajar, asustarás a la mosca y se irá
volando para siempre”. La propuesta del caballo no era mala, y como no tenía nada
que perder, la vaca partió con sus dos amigos hacia el pajar más cercano.
“Me sigue molestando” – gritaba la vaca mientras hundía la cabeza una y otra vez
en la corriente del río. El burro, el caballo y el toro miraban con tristeza a su
desesperada amiga que no veía la hora de sacarse la mosca y dejar de sentir ese
molesto zumbido en su oreja.
El burro dibujó una sonrisa y gritó orgullosamente:
“Que idea tan genial he tenido con lo del barro”, a lo
que el caballo se apuró a añadir: “Y menos mal
que he pensado a tiempo lo de la paja”.
Finalmente, el toro también habló: “Y lo mejor de
todo es que se me hubiese ocurrido lo del agua”.
“¡Qué listos somos!” – concluyeron vanidosamente los tres
animales y comenzaron a bailar alrededor de la vaca que
dormía plácidamente sin enterarse de nada. Luego se
marcharon a festejar dando saltos de
alegría.
El Muñeco De Nieve
Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y
empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entregó
a la tarea de moldearla.
Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salió un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca.
La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su
inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le
mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol más cálidos...
El muñeco se fundió sin dejar más rastro de su existencia que un charquito con dos
carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente:
Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya
sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
El Perrito Junior
Junior estaba confundido, pero al fin pudo reconocer el olor de su madre, y en poco
tiempo arribaron también sus hermanos que habían crecido como él y eran ahora
grandes y fuertes. Junior estaba tan contento que se había olvidado por completo
de la gata, pero ésta interrumpió la reunión familiar para recordarles aquel lugar
hermoso al que debían ir para escapar del frío.
Al día siguiente, el caballo ató el coche a su cuerpo y partió junto a la gata Cloe,
Junior, la madre y sus hermanos, y la familia del topo. Con gran entusiasmo, el
grupo atravesó ríos y montañas, poblados y desiertos, pero el frío no disminuía, y a
medida que el día avanzaba las fuerzas flaqueaban y no lograban avanzar.
“Debemos descansar”, dijo el caballo al ver un viejo molino al costado del camino.
Tan pronto se albergaron en el interior, el caballo volteó su coche para que los
animales se acurrucaran, mientras el topo conseguía algo de leña seca para
encender el fuego. La madre de los perros salió de caza y encontró
afortunadamente un poco de comida para compartir entre todos, y finalmente, la
gata Cloe se dispuso a acomodar la paja bajo el
coche para que estuviesen más cómodos.
Entonces, Junior se dio cuenta que
habían encontrado ese lugar
maravilloso en el que nunca
más se sentirían solos y
abandonados. El perrito
comprendió finalmente que
mientras estuviesen juntos
siempre tendrían una
esperanza de sobrevivir, y
fue así como se quedaron en
aquel lugar durante todo el
invierno y por muchos largos años,
celebrando la gran familia en la que
se habían convertido.
El Cedro Vanidoso
Érase una vez un cedro satisfecho de su hermosura.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan
bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan
bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo
podría compararse conmigo.
Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto
de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto.
Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.
Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro,
no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era
el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho
pesadamente.
¡A cuántos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!
La Familia Topo
A los pies de un pino muy grande y robusto vivía una familia de topos. Eran felices
en su hogar, y la naturaleza les permitía alimentarse con frecuencia y mucha calidad
por las inmediaciones de la zona.
La sombra del pino les proporcionaba frescor en los días más calurosos, cuando
decidían salir de casa para respirar aire puro. Tan cómodos y felices se sentían bajo
su árbol, que pronto refinaron sus gustos alimenticios decantándose más por los
ricos piñones que el árbol les ofrecía, que por las crudas lombrices que solían comer
todos los de su especie. Sin embargo, para poder llegar a los ricos piñones debían
trepar por el largo tronco del pino, poniendo sus vidas en riesgo. El topo, animal de
madriguera, no estaba acostumbrado a realizar estas acciones que, a menudo, se
complicaban más de la cuenta con la llegada de la lluvia o del frío intenso.
Si acabáis con el pino, habrá piñones para este invierno y tal vez la primavera. Pero,
¿qué haremos el invierno próximo? Pues rezar para que nuestras crías,
acostumbradas ya a este alimento, perezcan por falta de comida y frío. – Exclamó
el abuelo topo.
El topo anciano, cuya experiencia en la vida le convertía en un sabio ante los demás,
hizo que los más jóvenes pensaran en sus palabras y se dieran cuenta de lo errado
que estaba su plan. Y el plan se deshizo, y el pino vivió para dar más piñones
durante siglos a las nuevas generaciones de la familia Topo.
¡Qué a gustito que estaban bajo la sombra del pino!
La Bobina Maravillosa
Erase un principito que no quería estudiar. Cierta noche, después de haber recibido
una buena regañina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo:
Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo
de oro de la que salió una débil voz:
Trátame con cuidado, príncipe.
El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontró convertido en un
apuesto príncipe. Tiro un poco más y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era
rey! Con un nuevo tironcito, inquirió:
Dime bobina ¿Cómo serán mi esposa y mis hijos?
En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños rubios surgieron a su lado.
Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba apoderando de él y siguió soltando más
hilo para saber cómo serían sus hijos de mayores.
De pronto se miró al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos
cabellos nevados. Se asustó de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina.
¡Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el
hilo en el carrete, pero sin lograrlo.
Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo así:
El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin hacer
nada de provecho.
El Canguro Que No Sabía Saltar
En una ocasión nació un canguro que no era como los demás. Aparentaba serlo,
sin embargo, este canguro tan solo podía saltar hacia atrás. Aquella extraña
cualidad le convirtió rápidamente en un bicho raro para todos los de su especie, y
no repararon en burlas y risas a la hora de dirigirse a él y a su forma de saltar.
Un día, una jirafa que acostumbraba a escuchar sus lamentos se acercó a hablar
con él:
No se consigue nada llorando, ¿sabes pequeño? Si yo no me hubiera acostumbrado
en la vida a encorvar mi largo cuello, hubiese muerto muy pronto de hambre. ¿Por
qué no intentas saltar hacia adelante? - Manifestó la jirafa.
El canguro se tomó muy en serio aquellos consejos y pocos minutos después
comenzó a practicar su salto del revés, o lo que era lo mismo, al derecho de todos
los canguros. Poco a poco, y con muchísimo
esfuerzo, el canguro fue obteniendo
resultados y con el tiempo consiguió lo que se
había propuesto gracias a los consejos de la
jirafa. ¡Había aprendido a saltar hacia
adelante como todos los canguros del mundo!
Aquel día, y tras mostrar su gran esfuerzo al
resto de sus parientes, el pequeño canguro
comprendió que no era un bicho raro, sino el
animal más increíble de toda su especie,
porque solo él sabía saltar hacia adelante y
hacia atrás también.
El Campesino En El Cielo
En una ocasión dos hombres fueron al descanso llamados por Dios al cielo. Uno de
ellos era un hombre muy humilde pero muy piadoso, el otro era muy rico e igual de
piadoso. Cuando llegaron a la puerta del cielo, los dos estaban tocando y esperando
a la vez, como el hombre pobre era pequeño, no se le veía al lado del hombre rico.
Cuando San Pedro salió a recibir a quien tocaba la puerta hizo que ingresara solo
el hombre rico, al cerrar la puerta se oía una gran fiesta de recepción, sin duda había
mucha alegría por un hombre tan piadoso, los ángeles estaban muy felices y no
dejaban de cantar. De pronto quedaron en absoluto silencio y se abrió la puerta
nuevamente, era San Pedro que recibía al hombre humilde.
La Gata Encantada
Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas
deseaban tenerle por esposo. Pero él no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo
jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.
Un día, dijo en voz alta:
Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.
En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:
Príncipe tus deseos se han cumplido
El joven, deslumbrado, descubrió junto al a Zapaquilda, convertida en una
bellísima muchacha.
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que
acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto,
vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y
zampárselo en cuanto lo hubo atrapado.
El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que
convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie
nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba
cuenta de todos los ratones de palacio.
El Ratón Que Cosía Botones
El señor ratón llevaba trabajando toda su vida en la fabricación de adornos. Los
hacía con mucho mimo, y tan solo utilizaba botones para ellos. Aquella profesión no
le hacía rico, pero el señor ratón vivía muy a gusto con lo que tenía, ni más ni menos,
y era muy feliz con su profesión.
Tengo lo suficiente para vivir y soy feliz. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?- Decía
el ratón con la cara llena de pura felicidad.
Pero un día se presentó una importante ocasión. El rey de la ciudad quería hacer
un bonito regalo a su hija, y convocó entre todos los habitantes su deseo para ver
quien le podía ayudar. Ofrecía a cambio grandes recompensas y mucha riqueza.
De este modo, y para cumplir con su promesa, el rey preparó una gran bolsa con
monedas de oro para entregarle al señor ratón por su buen trabajo. Pero el ratón,
algo avergonzado, dijo:
Disculpe que se lo rechace,
Majestad, pero yo no necesito
tantas riquezas, ya que mi
mayor tesoro es disfrutar con el
trabajo que hago. - Dijo el señor
ratón al rey.
Pero…un momento. ¿Los
botones pueden brillar? Tal vez,
amiguitos, pero en el caso de
los botones del señor ratón, era
su propio entusiasmo el que
hacía que aquellos humildes
botones brillasen y
deslumbrasen a los demás. Y
es que la satisfacción con uno
mismo y con la vida, es la mayor
de las riquezas que pueda
haber.
El Nuevo Amigo
Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba
con unos enanitos en el bosque. De pronto se escuchó un largo aullido.
¿Qué es eso? Pregunto la niña.
Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio.
Al día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda, apenada, pensó
que todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salió, de la casita
y dejo sobre la nieve un cesto de comida.
Al día siguiente ceso de nevar y
se calmó el viento. Salió la
muchacha a dar un paseo y vio
acercarse a un cordero blanco,
precioso.
¡Hola, hola! Dijo la niña.
¿Quieres venir conmigo?
Entonces el cordero salto sobre
Belinda y el lobo, oculto se lanzó
sobre él, alcanzándole una
dentellada. La astuta y maligna
madrastra, perdió la piel del
animal con que se había
disfrazado y escapo lanzando
espantosos gritos de dolor y
miedo.
Solo entonces el lobo se volvió
al monte y Belinda sintió su
corazón estremecido, de gozo,
más que por haberse salvado,
por haber ganado un amigo.
Linda, La Perrita Desobediente
Linda era una perra muy pequeñita que vivía junto a sus padres. Todo eran
comodidades y cariños para ella, pero Linda no respondía a todo aquel cariño de
sus padres con amor y agradecimiento, al contrario. Linda disfrutaba rebelándose
contra todo y plantando cara a sus padres con cualquier pretexto absurdo. Pero un
día, su rebelión se convirtió en algo muy preocupante para sus padres: Linda no
quería probar bocado. «¿Por qué se comporta así?», se preguntaban sus padres
sumamente preocupados por ella. No entendían el motivo de aquel extraño
comportamiento, ya que procuraban preparar los mejores y más suculentos
bocados siempre para ella.
¿Por qué he de comer cuando otros lo digan? – Exclamaba continuamente Linda,
sin darse cuenta del alcance y de la peligrosidad de su acto.
De este modo transcurría el tiempo Linda, que iba enflaqueciendo poco a poco a
ojos de todos los que la rodeaban. Pero un buen día, los padres de la perrita tuvieron
la fortuna de escuchar el consejo de un gran amigo:
Los galgos no siempre lo tenemos fácil en la vida. Muchos humanos nos acogen
para ayudarles a cazar pájaros, y demás animales, y tras agotarnos con jornadas
extremadamente cansadas, nos abandonan casi sin despedirse de nosotros. Y
pasamos mucha hambre, pero nadie nos da de comer.
¡Qué agradecidos estaban los padres de Linda a Thor! ¡Había conseguido salvarla!
El Caballo Amaestrado
Un ladrón que rondaba en torno a un campamento militar, robo un hermoso caballo
aprovechando la oscuridad de la noche. Por la mañana, cuando se dirigía a la
ciudad, paso por el camino un batallón de dragones que estaba de maniobras. Al
escuchar los tambores, el caballo escapo y, junto a los de las tropas, fue realizando
los fabulosos ejercicios para los que había sido amaestrado.
¡Este caballo es nuestro! Exclamo el capitán de dragones. De lo contrario no sabría
realizar los ejercicios. ¿Lo has robado tú? Le pregunto al ladrón.
¡Oh, yo...! Lo compre en la feria a un tratante...
Entonces, dime como se llama inmediatamente ese individuo para ir en su busca,
pues ya no hay duda que ha sido robado.
El ladrón se puso nervioso y no acertaba a articular palabra. Al fin, viéndose
descubierto, confeso la verdad.
¡Ya me parecía a mí exclamo el capitán Que este noble animal no podía pertenecer
a un rufián como tú!
El ladrón fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engaño rara vez
quedan sin castigo.
El Gato Y Los Ratones
Érase una vez un gato muy pillo conocido por su peculiar nombre; Rodilardo se
llamaba. El travieso gato era el temor de todas las ratas y ratones de la aldea donde
vivía, pues le encantaba disfrutar cazándolas.
Durante algunos ratos del día, el gato se dedicaba a vigilar las madrigueras donde
las ratas y ratones se escondían para mantenerse a salvo. Esos pequeños
animalitos le temían mucho.
Rodilardo también estaba interesado en encontrar una linda gatita para casarse y
se paseaba por los tejados con asiduidad buscando a la que sería su esposa. Un
buen día, mientras él se encontraba en estos menesteres, los ratones y ratas se
reunieron para hablar y buscar remedios a su miedo.
La más mayor e inteligente de las ratas tuvo una idea y la expuso a sus compañeros:
“Amigos, nuestro mal puede tener remedio. Si le atamos un cascabel al gato en el
cuello, podremos escuchar cuando se acerca y tendremos tiempo para huir antes
de que nos asuste”. A todas las ratas y ratones les pareció una magnífica idea y
tenían claro que esa era la solución ideal. De forma unánime aplaudieron
entusiasmados la propuesta. Pasados unos instantes, las ratas y ratones fueron
reaccionando ¿Quién le pondría el cascabel al gato?
El Asno Y El Hielo
Era invierno, hacía mucho frío y todos los caminos se hallaban helados. El asnito,
que estaba cansado, no se encontraba con ánimos para caminar hasta el establo.
- ¡Ea, aquí me quedo! -se dijo, dejándose caer al suelo. Un aterido y hambriento
gorrioncillo fue a posarse cerca de su oreja y le dijo:
-Asno, buen amigo, tenga cuidado; no estás en el camino, sino en un lago helado.
- ¡Déjame, tengo sueño! Y, con un largo bostezo, se quedó dormido.
Poco a poco, el calor de su cuerpo comenzó a fundir el hielo hasta que, de pronto,
se rompió con un gran chasquido. El asno despertó al caer al agua y empezó a pedir
socorro, pero nadie pudo ayudarle, aunque el gorrión bien lo hubiera querido.
La historia del asnito ahogado debería hacer reflexionar a muchos holgazanes.
Porque la pereza suele traer estas consecuencias.
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Los Juguetes Ordenados
Érase una vez un niño que cambió de casa y al llegar a su nueva habitación vio que
estaba llena de juguetes, cuentos, libros, lápices... todos perfectamente ordenados.
Ese día jugó todo lo que quiso, pero se acostó sin haberlos recogido.
Misteriosamente, a la mañana siguiente todos los juguetes aparecieron ordenados
y en sus sitios correspondientes. Estaba seguro de que nadie había entrado en su
habitación, aunque el niño no le dio importancia. Y ocurrió lo mismo ese día y al
otro, pero al cuarto día, cuando se disponía a coger el primer juguete, éste saltó de
su alcance y dijo "¡No quiero jugar contigo!". El niño creía estar alucinado, pero pasó
lo mismo con cada juguete que intentó tocar, hasta que finalmente uno de los
juguetes, un viejo osito de peluche, dijo: "¿Por qué te sorprende que no queramos
jugar contigo? Siempre nos dejas muy lejos de nuestro sitio especial, que es donde
estamos más cómodos y más a gustito ¿sabes lo difícil que es para los libros subir
a las estanterías, o para los lápices saltar al bote? ¡Y no tienes ni idea de lo
incómodo y frío que es el suelo! No jugaremos contigo hasta que prometas dejarnos
en nuestras casitas antes de dormir"
El niño recordó lo a gustito que se estaba en su camita, y lo incómodo que había
estado una vez que se quedó dormido en una silla. Entonces se dio cuenta de lo
mal que había tratado a sus amigos los juguetes, así que les pidió perdón y desde
aquel día siempre acostó a sus juguetes en sus sitios favoritos antes de dormir.
El Honrado Leñador
Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada
de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayó el hacha al agua.
Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Cómo me ganare el sustento ahora
que no tengo hacha?
Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador:
Espera, buen hombre: traeré tu hacha.
Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre
las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió
la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata.
Tampoco es la mía dijo el afligido leñador.
Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de
hierro.
¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía!
Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la
mentira y te mereces un premio.
La Foca Lectora
¿Sabes que el reino animal también disfruta mucho con la lectura? Al menos eso
se cree gracias a una pequeña foca que se pasaba el día pegada a los libros. Se
decía que aquella foca era muy lista y muy instruida, gracias a todo lo que había
aprendido en los libros. Se pasaba el día leyendo y leyendo, casi sin levantar la
mirada de las páginas que daban forma a todos aquellos conocimientos.
Para acabar con la rivalidad, decidieron realizar una prueba de lectura para
comprobar, finalmente, cuál era el hijo más listo, habilidoso y mejor lector. Los dos
pequeños se leyeron el mismo libro y, pasado un tiempo, sus respectivos padres les
hicieron unas preguntas para ver lo que recordaban de cuanto habían leído. Pero la
pequeña foca, llegado el día de las preguntas, no recordaba ni siquiera el título del
libro que había tenido entre sus manos. Había leído tan apresurada, con el fin de
demostrar que era la más rápida y mejor lectora, ¡que no se había enterado de una
sola palabra! Su amigo, por el
contrario, pudo contar sin problemas
todos los detalles del libro leído.
Los padres de la pequeña foca
volvieron a casa muy avergonzados.
Habían dado por hecho que su hija era
superior a otros niños, sin preocuparse
de saber nada más sobre su hija. Una
vez en casa, hicieron comprender a la
pequeña foca que los buenos
resultados no se consiguen de forma
atropellada ni urgente, y poco a poco,
aprendió lo que era saborear,
despacito y pausadamente, un libro.
El Lobo
Cauto, silencioso, el lobo salió una noche del bosque atraído por el olor del rebaño.
Con paso lento se acercó al redil lleno de ovejas, poniendo atención en donde ponía
la pata para no despertar con el más leve ruido al dormido perro.
Sin embargo, la puso sobre una tabla y la tabla se movió. Para castigarse por aquel
error, el lobo levantó la pata con que habla tropezado y se la mordió hasta hacerse
sangre.
El Gigante Bonachón
Sofía era una niña de apenas 9 años, llena de curiosidad, pero muy tímida. Como
no tenía padres, vivía junto a otras niñas en un orfanato de Inglaterra. Le gustaba
estar sola y no tenía muchos amigos. Un día, o, mejor dicho, una noche, algo le
llamó la atención. Esa noche Sofía no podía dormir, y se asomó a la ventana.
Entonces le vio: era grande, muy grande... era un ¡gigante!
El gigante le llevó hasta el mundo en donde vivía. Le enseñó todos los secretos
sobre su país y su gente. Por ejemplo, le contó por qué los gigantes tienen esas
orejas tan grandes... ¿Quieres saberlo? Chsss.... pero es un secreto: Los gigantes
pueden oír gracias a sus enormes orejas... ¡todos los secretos de las personas! Sí,
los gigantes oyen sonidos que nadie puede escuchar. Escuchan los pensamientos
y son capaces de oír a los corazones hablar.
Pero no penséis que todos los gigantes son así de buenos. En el país de los
gigantes, también hay malos. De
hecho, uno de ellos quería hacer
daño a Sofía y a todos los niños
del planeta. El gigante bonachón
decidió hacerles frente, con ayuda
de Sofía y de la mismísima reina
de Inglaterra. Todos juntos
(incluidos los sueños atrapados
por el gigante bonachón) pudieron
parar a los gigantes malos.
Desde entonces, y para evitar
nuevos problemas, los gigantes
decidieron esconderse en su
mundo. Pero yo sé una cosa que
muchos no saben: de vez en
cuando, dejan entrar a algún niño,
para contarles todos sus secretos.
Que, además, son muchos.
La Aventura Del Agua
Un día que el agua se encontraba en su elemento, es decir, en el soberbio mar
sintió el caprichoso deseo de subir al cielo. Entonces se dirigió al fuego:
- ¿Podrías tú ayudarme a subir más, alto?
El fuego aceptó y con su calor, la volvió más ligera que el aire, transformándola en
sutil vapor.
El vapor subió más y más en el cielo, voló muy alto, hasta los estratos más ligeros
y fríos del aire, donde ya el fuego no podía seguirlo. Entonces las partículas de
vapor, ateridas de frío, se vieron obligadas a juntarse apretadamente, volviéndose
más pesados que el aire y cayendo en forma de lluvia.
Habían subido al cielo invadidas de soberbia y fueron inmediatamente puestas en
fuga. La tierra sedienta absorbió la lluvia y, de esta forma, el agua estuvo durante
mucho, tiempo prisionera del suelo y purgó su pecado con una larga penitencia.
Tres Ratones Envidiosos
Cuento Corto Infantil para niños y niñas, escrito por: José Juan Cantú
Había una vez tres ratones muy envidiosos, querían todo para ellos solos. Pero
cuando llegaba a visitarlo un vecino, ellos escondían todo el queso que tenían
guardado.
De pronto se acercó un gato muy peludo, asomó su nariz en el agujero y los ratones
envidiosos se arrinconaron muy asustados. Cuando gritaron, el vecino los escuchó
y se acercó al gato lleno de valor y como pudo lo alejó de la puerta. Quedó tan
cansado el pobre ratón que los envidiosos salieron a agradecerle el favor y por fin
lo invitaron a comer.
Todos felices disfrutaron de un estupendo platillo de queso y entre risas recordaban
al gato que corrió muy enojado.
FIN
El Avaro Mercader
Erase un mercader tan avaro que, para ahorrarse la comida de su asno, al que
hacía trabajar duramente en el transporte de mercancías, le cubría la cabeza con
una piel de león y como la gente huía asustada, el asno podía pastar en los campos
de alfalfa.
Un día los campesinos decidieron armarse de palos y hacer frente al león. El pobre
asno, que estaba dándose el gran atracón, rebuznó espantado al ver el número de
sus enemigos.
-Es un borrico! -dijeron los campesinos-.
Pero la culpa del engaño debe ser cosa de su amo.
Sigámosle y descubriremos al tunante.
El pobre asno emprendió la gran carrera hasta la cuadra del mercader; y tras él
llegaron los campesinos armados con sus palos propinando tal paliza al avaro, que
en varios días no pudo moverse. Al menos la lección sirvió para que aquel avaricioso
alimentase a su asno con pienso comprado con el dinero que el fiel animal le daba
a ganar.
La Sepultura Del Lobo
Hubo una vez un lobo muy rico pero muy avaro. Nunca dio ni un poco de lo mucho
que le sobraba. Sintiéndose viejo, empezó a pensar en su propia vida, sentado a la
puerta de su casa.
¿Podrías prestarme cuatro medidas de trigo, vecino? Le pregunto el burrito.
Te daré; ocho, si prometes velar por mi sepulcro en las tres noches siguientes a mi
entierro.
Murió el lobo pocos días después y el burrito fue a velar en su sepultura. Durante
la tercera noche se le unió el pato que no tenía casa. Y juntos estaban cuando, en
medio de una espantosa ráfaga de viento, llego el aguilucho que les dijo:
El aguilucho se marchó para regresar en seguida con un gran saco de oro, que
empezó a volcar sobre la bota que el sagaz pato había colocado sobre una fosa.
Como no tenía suela y la fosa estaba vacía no acababa de llenarse. El aguilucho
decidió ir entonces en busca de
todo el oro del mundo.
Y cuando intentaba cruzar un
precipicio con cien bolsas colgando
de su pico, fue a estrellarse sin
remedio.
Amigo burrito, ya somos ricos. Dijo
el pato. La maldad del Aguilucho
nos ha beneficiado.
Y todos los pobres de la ciudad.
Dijo el borrico, porque con ellos
repartiremos el oro.
El Castigo Del Avaro
Erase un hombre muy rico, pero también muy avaro. Un día acudió a la feria, donde
le ofrecieron un jamón muy barato.
- ¡Se, lo compro! Después de todo, hago un negocio, pues con ese dinero ni patatas
hubiera adquirido.
Y se dio el gran atracón de jamón, manjar que nunca probaba. Resultó que estaba
podrido y al día siguiente, aquejado de fuertes dolores, hubo de llamar al médico.
-Qué habéis comido? -le preguntó el galeno
El avaro, entre suspiros, mencionó su compra barata.
- ¡Buena la habéis hecho! -se burló el médico-.
Entre la factura de la botica y la mía, caro va a saliros el jamón podrido.
El Cohete De Papel
Había una vez un niño cuya mayor ilusión era tener un cohete y dispararlo hacia la
luna, pero tenía tan poco dinero que no podía comprar ninguno. Un día, junto a la
acera descubrió la caja de uno de sus cohetes favoritos, pero al abrirla descubrió
que sólo contenía un pequeño cohete de papel averiado, resultado de un error en
la fábrica.
El niño se apenó mucho, pero pensando que por fin tenía un cohete, comenzó a
preparar un escenario para lanzarlo. Durante muchos días recogió papeles de todas
las formas y colores, y se dedicó con toda su alma a dibujar, recortar, pegar y
colorear todas las estrellas y planetas para crear un espacio de papel. Fue un
trabajo dificilísimo, pero el resultado final fue tan magnífico que la pared de su
habitación parecía una ventana abierta al espacio sideral.
Desde entonces el niño disfrutaba cada día jugando con su cohete de papel, hasta
que un compañero visitó su habitación y al ver aquel espectacular escenario, le
propuso cambiárselo por un cohete auténtico que tenía en casa. Aquello casi le
volvió loco de alegría, y aceptó el cambio encantado.
Y así, aquel niño empezó a construir él mismo todos sus juguetes, y cuando creció,
se convirtió en el mejor juguetero del mundo.
La Gratitud De La Fiera
Un pobre esclavo de la antigua Roma, en un descuido de su amo, escapó al
bosque. Se llamaba Androcles. Buscando refugio seguro, encontró una cueva. A la
débil luz que llegaba del exterior, el muchacho descubrió un soberbio león. Se lamía
la pata derecha y rugía de vez en cuando. Androcles, sin sentir temor, se dijo:
Durante varios días, el león y el hombre compartieron la cueva. Hasta que
Androcles, creyendo que ya no le buscarían se decidió a salir. Varios centuriones
romanos armados con sus lanzas cayeron sobre él y le llevaron prisionero al circo.
Pasados unos días, fue sacado de su pestilente mazmorra.
El recinto estaba lleno a rebosar de gentes ansiosas de contemplar la lucha.
Androcles se aprestó a luchar con el león que se dirigía hacia él. De pronto, con
un espantoso rugido, la fiera se detuvo en seco y comenzó a restregar
cariñosamente su cabezota contra el cuerpo del esclavo.
-íSublime! ¡Es sublime! ¡César, perdona al esclavo, pues ha sojuzgado a la fiera! -
gritaron los espectadores
El emperador ordenó que el esclavo fuera puesto en libertad. Lo que todos
ignoraron fue que Androcles no poseía ningún poder especial y que lo ocurrido no
era sino la demostración de la gratitud del animal.
La Zorra Y El León
Erase una vez un león con mucha hambre que vivía en el bosque. Un buen día
buscando ocasión para encontrar presa fácil que llevarse al estomago se encontró
con una oveja y le preguntó que le parecía su aliento.
La oveja sin pensar mucho el riesgo o las consecuencias le respondió con
sinceridad que era apestoso. Entonces el león fingió sentirse ofendido, le dio un
golpe y la mató a la vez que le decía: “Por haber ofendido a tu rey, eso es lo que te
has ganado” y se la comió.
Tras un rato el león volvió a hacerle la misma pregunta a una cabra que deambulaba
por allí. La cabra que había visto lo que le había ocurrido a su amiga la oveja temió
por su vida y le respondió que su aliento era maravilloso. El león se molestó, la mató
y se la comió al tiempo que le decía “Por adularme con falsedades es lo que te
mereces”.
A continuación se dirigió a la zorra que también había observado las dos situaciones
anteriores y le repitió la misma pregunta. La zorra, algo más astuta viéndose venir
que podía acabar como la oveja o la cabra, se alejó de él y desde la distancia le
habló: “De buena fe, le informo que no puedo responder a su pregunta puesto que
el resfriado que poseo me impide percibir su aliento”. Así se salvo la zorra de ser
devorada por el león.
La Ostra Y El Cangrejo
Una ostra estaba enamorada de la Luna. Cuando su gran disco de plata aparecía
en el cielo, se pasaba horas y horas con las valvas abiertas, mirándola.
Desde su puesto de observación, un cangrejo se dio cuenta de que la ostra se
abría completamente en plenilunio y pensó comérsela.
A la noche siguiente, cuando la ostra se abrió de nuevo, el cangrejo le echó dentro
una piedrecilla.
La ostra, al instante, intento cerrarse, pero el guijarro se lo impidió.
El astuto cangrejo salió de su escondite, abrió sus afiladas uñas, se abalanzó sobre
la inocente ostra y se la comió.
Así sucede a quien abre la boca para divulgar su secreto: siempre hay un oído que
lo apresa.
EL PAPEL Y LA TINTA
Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella,
cuando una pluma, bañada en negrisima tinta, la mancho llenandola de palabras.
¿No podrias haberme ahorrado esta humillacion? Dijo enojada la hoja de papel a la
tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre.
No te he ensuciado. Repuso la tinta. Te he vestido de palabras. Desde ahora ya
no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre.
Te has convertido en algo precioso.
En efecto, ordenando el despacho, alguien vio aquellas hojas esparcidas y las
junto para arrojarlas al fuego. Pero reparo en la hoja "sucia" de tinta y la devolvio a
su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojo las
demas al fuego.
Nuez De Oro
La linda Maria, hija del guardabosques, encontró un día una nuez de oro en medio
del sendero.
-Veo que has encontrado mi nuez.
Devuélvemela -dijo una voz a su espalda.
María se volvió en redondo y fue a encontrarse frente a un ser diminuto, flaco,
vestido con jubón carmesí y un puntia-gudo gorro. Podría haber sido un niño por el
tamaño, pero por la astucia de su rostro comprendió la niña que se trataba de un
duendecillo.
-Déjame pensar..., ¡tiene mil ciento y un pliegues!
María los contó. ¡El duendecillo no se había equivocado! Con lágrimas en los ojos,
le alargó la nuez.
-Guárdala -le dijo entonces el duende-: tu generosidad me ha conmovido. Cuando
necesites algo, pídeselo a la nuez de oro.
Sin más, el duendecillo desapareció.
Misteriosamente, la nuez de oro procuraba ropas y alimentos para todos los pobres
de la comarca. Y como María nunca se separaba de ella, en adelante la llamaron
con el encantador nombre de 'Nuez de Oro".
Los Geniecillos Holgazanes
Erase unos duendecillos que vivían en un lindo bosque. Su casita pudo haber sido
un primor, si se hubieran ocupado de limpiarla. Pero como eran tan holgazanes la
suciedad la hacía inhabitable.
-Un día se les apareció la Reina de las hadas y les dijo:
Voy a mandaros a la bruja gruñona para que cuide de vuestra casa. Desde luego
no os resultará simpática...
Y llegó la Bruja Gruñona montada en su escoba. Llevaba seis pares de gafas para
ver mejor las motas de polvo y empezó a escobazos con todos. Los geniecillos
aburridos de tener que limpiar fueron a ver a un mago amigo para que les
transformase en pájaros.
Y así, batiendo sus alas, se fueron muy lejos...
En lo sucesivo pasaron hambre y frío; a merced de los elementos y sin casa donde
cobijarse, recordaban con pena su acogedora morada del bosque. Bien castigados
estaban por su holgazanería, errando siempre por el espacio...
Jamás volvieron a disfrutar de su casita del bosque que fue habitada por otros
geniecillos más obedientes y trabajadores.
La Falsa Apariencia
Un día, por encargo de su abuelita, Adela fue al bosque en busca de setas para la
comida. Encontró unas muy bellas, grandes y de hermosos colores llenó con ellas
su cestillo.
-Mira abuelita -dijo al llegar a casa-, he traído las más hermosas...
¡mira qué bonito es su color escarlata!
Había otras más arrugadas, pero las he dejado.
-Hija mía -repuso la anciana-
Esas arrugadas son las que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por las y
apariencias engañosas y has traído a casa hongos que contienen veneno. Si los
comiéramos, enfermaríamos; quizás algo peor...
Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las
cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.
La Leona
Los cazadores, armados de lanzas y de agudos venablos, se acercaban
silenciosamente.
La leona, que estaba amamantando a sus hijitos, sintió el olor y advirtió en seguida
el peligro.
Pero ya era demasiado tarde: los cazadores estaban ante ella, dispuestos a herirla.
A la vista de aquellas armas, la leona, aterrada, quiso escapar. Y de repente pensó
que sus hijitos quedarían entonces a merced de los cazadores. Decidida a todo por
defenderlos, bajó la mirada para no ver las amenazadoras puntas de aquellos
hierros y, dando un salto desesperado, se lanzó sobre ellos, poniéndolos en fuga.
Su extraordinario coraje la salvó a ella y salvó a sus pequeñuelos. Porque nada
hay imposible cuando el amor guía las acciones.
Piel De Oso
Un joven soldado que atravesaba un bosque, fue a encontrarse con un mago. Este
le dijo:
-Si eres valiente, dispara contra el oso que está a tu espalda.
El joven disparó el arma y la piel del oso cayó al suelo. Este desapareció entre los
árboles.
-Si llevas esa piel durante tres años seguidos -le dijo el mago- te daré una bolsa de
monedas de oro que nunca quedará vacía. ¿Qué decides?
-Eres tonta -le decía la gente-; siendo tan hermosa, encontrarás otro novio mejor.
-Sólo me casaré con "Piel de Oso"
-respondía ella.
Entonces apareció un apuesto soldado y pidió al posadero la mano de su hija.
Como la muchacha se negara a aceptarle, él dijo sonriente:
-¿No te dice el corazón que "Piel de Oso" soy yo?
Se casaron y no sólo ellos fueron felices sino que, con su generosidad, hicieron
también dichosos a los pobres de la ciudad.
La Humilde Flor
Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores.
Y sucedió que una florecita pequeña le suplicó repetidamente con voz temblorosa:
-i No me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oía. Por fin, cuando el Creador hubo terminado
su tarea, pudo escuchar aquella vocecilla y se volvió hacia la planta. Mas todos los
nombres estaban ya dados. La plantita no cesaba de llorar y el Señor la consoló así:
-No tengo nombre para ti, pero te llamarás "Nomeolvides".
Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre. Consolarás a los vivos
y acompañaras a los muertos.
Así nació el "nomeolvides" o miosota, pequeña florecilla de color azul y rojo.
Secreto A Voces
Gretel, la hija del Alcalde, era muy curiosa. Quería saberlo todo, pero no sabía
guardar un secreto.
-Qué hablabas con el Gobernador?
-le preguntó a su padre, después de observar una larga conversación entre los dos
hombres.
-Estábamos tratando del gran reloj que mañana, a las doce, vamos a colocar en el
Ayuntamiento. Pero es un secreto y no debes divulgarlo.
Gretel prometió callar, pero a las doce del día siguiente estaba en la plaza con
todas sus compañeras de la escuela para ver colocar el reloj en el ayuntamiento.
¡Ay!, el tal reloj no existía. El Alcalde quiso dar una lección a su hija y en verdad
que fue dura, pues las niñas del pueblo estuvieron mofándose de ella durante varios
años. Eso sí, le sirvió para saber callar a tiempo.
La Venta Del Asno
Erase un chicuelo astuto que salió un día de casa dispuesto a vender a buen precio
un asno astroso. Con las tijeras le hizo caprichosos dibujos en ancas y cabeza y
luego le cubrió con una albarda recamada de oro. Dorados cascabeles pendían de
los adornos, poniendo música a su paso.
Viendo pasar el animal tan ricamente enjaezado, el alfarero llamó a su dueño:
-Qué quieres por tu asno muchacho?
-iAh, señor, no está en venta! Es como de la familia y no podría separarme de él,
aunque siento disgustaros...
¡Que elegancia! ¡Qué lujo! -decían las mujeres.
-El caso es... -opuso tímidamente el panadero-, que lo importante no es el traje, sino
lo que va dentro.
-insinúas que el borrico no es bueno? -preguntó molesto el alfarero.
Y para demostrar su buen ojo en materia de adquisiciones, arrancó de golpe la
albarda del animal. Los vecinos estallaron en carcajadas. Al carnicero, que era muy
gordo, la barriga se le bamboleaba de tanto reír.
El alfarero, avergonzado, reconoció:
- ¡Para borrico, yo!
El Niño Y Los Clavos
Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con
clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, clavase un clavo en la cerca del
patio de la casa. El primer día, el niño clavó 37 clavos. Al día siguiente, menos, y
así el resto de los días. Él pequeño se iba dando cuenta que era más fácil controlar
su genio y su mal carácter que tener que clavar los clavos en la cerca. Finalmente
llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y fue alegre a contárselo
a su padre. ¡Había conseguido, finalmente, controlar su mal temperamento! Su
padre, muy contento y satisfecho, le sugirió entonces que por cada día que
controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca. Los días pasaron y cuando el
niño terminó de sacar todos los clavos fue a decírselo a su padre.
Entonces el padre llevó a su hijo de la mano hasta la cerca y le dijo: – “Has trabajo
duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros
que quedaron. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es que cuando dices o
haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter dejas una cicatriz, como estos
agujeros en la cerca. Ya no importa que pidas perdón. Ellos te sonríen y te animan
a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su
corazón abierto para recibirte”. Las palabras de su padre, así como la experiencia
vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las
consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
El Ojito
Ésta era la historia de una niña llamada Saulis.
Un día común, Saulis se despertó y salió corriendo.
cuento-infantil-nina-olfato
– ¡Mami!, ¡mami! – Dijo gritando Saulis.
– ¿Qué pasa nena? – Contestó la mami de Saulis.
– Hay dos hombres vigilando la casa. – Dijo Saulis.
- ¿Qué cosas dices Saulis?. – Respondió su mami.
La mamá salió a ver qué pasaba fuera, mientras Saulis estaba agitada e
impresionada.
– ¡Oh no! ¡Saulis corre! – Gritó su mamá.
Saulis corriendo se escondió bajo su cama. La mamá pensó que Saulis mentía, pero
en realidad Saulis había visto los abogados de su padre, los cuales venían a buscar
a la pequeña Saulis para que se fueran con ellos.
Finalmente, todo quedó en un susto y todos siguieron viviendo felices.
FIN
El Señor Zafiro
Cuento Corto para niñas y niños, escrito por: Jeison Andrés Rincón Díaz
Había una vez un señor con un nombre muy bonito, se llamaba Zafiro. A Zafiro le
gustaba vender papaya, zapotes, etc.
Él era un hombre honrado y trabajador, le gustaba ayudar mucho a las personas
que lo necesitaran. Era investigador del núcleo de las células y los números de
matemáticas.
Cuentos infantiles - Ander y la máquina del tiempo
Realizaba estas labores porque quería ser alguien en la vida. Realmente, lo que
más le gustaba y tenía el gran sueño de ser escritor y lo consiguió gracias a su
tesón, a su continuo trabajo duro, su esfuerzo y su afán de superación.
FIN
El Árbol Mágico
Hace mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol
con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo
verás.
El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra,
supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido,
se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran
puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo
magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol
una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del
mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras
mágicas.
El Elefante Fotógrafo
Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez
que le oían decir aquello:
- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes!
- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar...
Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y
aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos.
Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para
elefantes era tan grandota y extraña que paracecía una gran y ridícula máscara, y
muchos se reían tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en
abandonar su sueño.. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que
no había nada que fotografiar en aquel lugar...
Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su cámara era tan divertida,
que nadie podía dejar de reir al verle, y usando un montón de buen humor, el
elefante consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los animales, siempre
alegres y contentos, ¡incluso del malhumorado rino!; de esta forma se convirtió en
el fotógrafo oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales para
sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.
El Pingüino Y El Canguro
Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de las carreras, pero al
que el éxito había vuelto vanidoso, burlón y antipático. La principal víctima de sus
burlas era un pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía siquiera
acabar las carreras.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en todas partes que su favorito
para la siguiente carrera era el pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma,
pero aún así el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus burlas contra el
pingüino se intensificaron.
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaña era un cráter
que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro dio la señal de salida diciendo:
"La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingüino, emocionado, corrió torpemente
a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era insuperable, y ganó con una
gran diferencia, mientras el canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso,
humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el pingüino le esperaba para
devolverle las burlas, este había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de
devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que más lo hizo
fue el zorro, que con su ingenio había conseguido bajarle los humos al vanidoso
canguro.
Las Lágrimas Del Dragón
Hubo una vez en un rincón muy remoto de China, un viejo dragón que tenía el
cuerpo cubierto con escamas verdes y dos ojos que centelleaban como brasas
ardientes. Sus largos bigotes y garras le conferían un aspecto muy fiero y era por
eso, que nadie en los alrededores se atrevía a aproximarse a él. Todos le tenían
mucho miedo, pues pensaban que devoraría a sus hijos y destruiría sus casas.
Así que mientras él vivía en una cueva de la montaña, solo, los humanos tenían una
preciosa aldea en el valle, donde se creían a salvo de su maligna influencia.
El Zorro Quisquilloso
Érase una vez un zorro con mucho miedo que vivía permanentemente huyendo de
todo. En la huida siempre se caía y se volvía a levantar.
Un buen día, otro zorro le preguntó: “Querido amigo. ¿Qué te ha ocurrido que sea
tan grave para tener tanto miedo y huir constantemente?”
El zorro temeroso contestó: “He oído que someten con violencia a los camellos”.
Entonces. ¿Por qué huyes? No entiendo muy bien ¿En qué te pareces tú a los
camellos para querer huir? respondió el amigo.
Y el zorro quisquilloso prosiguió: “Calla, tengo miedo de que los envidiosos digan
de mí que soy un camello y ser atrapado. En ese caso, ¿quién se molestaría en
conocer mi propia identidad para salvarme?
El León Y La Espina
Había una vez un león que vivía en el bosque y se alimentaba de las presas que
encontraba a su paso.
Un buen día, durante un lindo paseo, el pobre animal se clavó una espina en la pata
e intentaba sin éxito sacársela porque sufría dolor al apoyarla. En su camino se
cruzó un pastor que iba con su rebaño.
El león, algo desesperado por la molestia, le pidió al pastor que se la extrajera y
aunque el pastor no estaba muy convencido de acercarse a él, finalmente accedió
a ayudar al animal.
Tras extraerle la espina, el pastor siguió su camino sin que el león intentara hacerle
daño. Puesto que recientemente había devorado a otro cabrero, decidió perdonarle
la vida.
Pasado el tiempo, el pastor fue condenado a morir en el anfiteatro arrojado a los
leones a causa de la una falsa acusación. Llegó el día de la sentencia y cuando
todos los leones se disponían a devorar al pobre pastor, el león que había sido
ayudado por el pastor, lo reconoció y gritó: “Este es el hombre que me sacó la espina
de la pata”.
Al oír dichas palabras, todas las fieras se sorprendieron y decidieron no darle
bocado por haber ayudado a un compañero suyo.
Los Ángeles En La Tierra
En un Universo donde todo es ideal, unos niños emprendían su vuelo hacia otros
mundos del espacio. Se cuenta que en el universo hay vida en otros planetas y que
todos son perfectos, allí los niños se portan muy bien y son muy obedientes con sus
Padres, nunca los hacen renegar. Estos niños tienen alas para volar donde quieran.
Estos niños pasan en medio de las estrellas, nunca se cansan de volar, admiran las
cosas que ven en el cielo, hablan con los ángeles y son felices así. Cuando los
ángeles les cuentan a esos niños la historia de un mundo llamado tierra, se ponen
muy tristes y siempre le piden a Dios que algún día haya paz en nuestro mundo,
ellos saben que hay gente que sabe decir mentiras, que son desobedientes con sus
padres y que hay mucha tristeza en los hospitales y niños sin padres y sin amor.
La Ratita Blanca
El Hada soberana de las cumbres invito un día a todas las hadas de las nieves a
una fiesta en su palacio. Todas acudieron envueltas en sus capas de armiño y
guiando sus carrozas de escarcha. Pero una de ellas, Alba, al oír llorar a unos niños
que vivían en una solitaria cabaña, se detuvo en el camino.
El hada entro en la pobre casa y encendió la chimenea. Los niños, calentándose
junto a las llamas, le contaron que sus padres hablan ido a trabajar a la ciudad y
mientras tanto, se morían de frío y miedo.
-Me quedare con vosotros hasta el regreso de vuestros padres -prometió ella.
Cómo? ,No solo te presentas tarde, sino que además lo haces sin tu varita?
¡Mereces un buen castigo!
Las demás hadas defendían a su compañera en desgracia.
-Ya se que Alba tiene cierta disculpa. Ha faltado, sí, pero por su buen corazón, el
castigo no será eterno. Solo durara cien años, durante los cuales vagara por el
mundo convertida en ratita blanca.
Amiguitos, si veis por casualidad a una ratita muy linda y de blancura
deslumbrante, sabed que es Alba, nuestra hadita, que todavía no ha cumplido su
castigo...
EL MUÑECO DE NIEVE
Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y
empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego
a la tarea de moldearla.
Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca.
La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su
inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le
mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos...
El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos
carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente:
Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya
sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.