Вы находитесь на странице: 1из 5

From Star Strings

“Cuerda de una Estrella ”


TUKUSHI AKIHITO

En un lugar lejano al borde de la oscuridad; en el espacio entre estrellas titilantes, yace un


pequeño planeta.

En ese planeta vivía una solitaria niña, la niña no sabía de donde venía. Sin importar cuanto lo
intentara, no podía recordar, pensaba y pensaba, pero nada nuevo pasaba por su mente, la únicas
cosas que podía recordar eran su nombre, kororu y…las habilidades necesarias para sobrevivir.

Mientras kororu viajaba, cruzo todo el planeta y aunque en el fondo esperaba otra cosa, tal y
como imaginaba no encontró a nadie más. Con su soledad confirmada, los días comenzaron a
sentirse iguales, caminar, comer, a veces cantar una canción, dormir… levantarse.

La desdicha de repetir esos días una y otra vez, kororu entendía que era parte de la vida en este
planeta, no había nada más que esperar.

Recorriendo el una vez más el planeta, a lo largo y ancho del bello horizonte, se percató de Un
delgado hilo de luz que alcanzaba la superficie del planeta, atravesando la imagende luna. Tejido
desde el cielo a la tierra, se balanceaba con el viento, un hilo solitario incluso bajo la luna, brillaba
silenciosamente de un rojo profundo.

El hilo era fuerte, flexible y un poco cálido, cuando lo tocaba, brillaba un poco más fuerte. Trató de
escalarlo, pero era tan delgado que no podía sujetarlo.

¿Hacia donde va? Le pregunto al cielo estrellado, sin esperar respuesta alguna. El hilo se extendía
hasta donde alcanzaba su vista… kororu estaba maravillada, hasta el punto de no irse del lado del
hilo y quedase profundamente dormida. El sol de la mañana comenzó a brillar sobre las cimas de
las montañas, se percató de que algo estaba tirando del hilo, kororu asustada, sujeto el hilo con
fuerza. ¿Acaso alguien tocaba un ritmo atreves del hilo…? Tal vez era una señal. Despertó su
curiosidad, y rápidamente tiro del hilo, por un m omento el hilo permaneció quieto… y entonces,
como respuesta, sintió que algo tiraba con la misma fuerza.

Había alguien del otro lado después de mucho tiempo, sintió calidez en su corazón. Tomo el hilo
con todas sus fuerzas, enviando el mensaje “estoy aquí”. Envió toda su felicidad a quien sea que
estuviese en el otro lado y esa persona lejana respondió con alegría.

Dormida o despierta, estaba atenta a las señales, comenzó así a pasar todo su tiempo cerca del
hilo. No había forma de transmitir ningún mensaje, pero eso eran solo detalles, ni si quiera sabía si
la persona al otro lado halaba el mismo idioma, no podía evitar alegrase cada vez que recibía una
respuesta y alguien de otro lado se encargaba de responderle cada vez.

Por su puesto, aun si no pudiesen entender el significado del mensaje, aun habían cosas que podía
comunicar, por eso se adentró al bosque ya amarro una vara doblada con tela de araña e hizo un
arco. Comenzó a tatarear una canción que recordaba de algún lugar y el toco en el hilo, tal como
antes, el hilo estuvo en silencio por un momento, y entonces hubo una repuesta definitiva a las de
antes. Justo como ella, alguien comenzó a tocar una melodía ene le hilo. No sonó como algo que
kororu hubiera escuchado antes. Los tonos del hilo atravesaban el cielo desde la distancia,
mezclándose y resonando formaban una orquesta celestial; a partir de ese día, el corazón de
kororu comenzó a cambiar.

*quiero conocerte* quiero decirte *buenos días* y *buenas noches* el anhelo de kororu se hizo
más fuerte. Hablar de nuestros viajes, quiero que comamos juntos, y hablar de los días que
vendrán, no puedo contener los sentimientos que había reunido dentro de ella. Sin esperar se
levantó, reunió fuerzas y miro hacia el otro lado del hilo. Escale ese hilo…

Se tomó su tiempo para preparase cuidadosamente, fabrico herramientas para sostener el hilo
firmemente y la reforzó para no resbalarse. Ahora podía subir el hilo, que antes era imposible de
escalar, hasta más arriba de las nubes, desde ahí, el hilo desaparecía en el cielo profundo.
Imagino que el viaje sería difícil, pero en realidad era aún peor. Quien sea que estuviese por ella al
otro lado, vivía en una estrella muy lejana, si quería llegar ahí necesitaba prepararse aún más.
Sabía que tan arriba de las montañas se aire se volvería delgado y el frio seria extremo. Practicó
aguantar la respiración por largos periodos de tiempo, aunque tenía hambre no le fue muy difícil
soportarlo por completo.

Investigo que podía y que no podía conservar para elegir sus provisiones. Aprendió a reservarlas
por más tiempo. Kororu una vez más, camino por todas partes y en un pequeño frasco, guardo
una parte de su planeta.

El día de la partida kororu rezo a los cielos y juro que volvería a reunirse con este lugar, el hilo
brillo más rojo que la luz del amanecer; con energía escalo el hilo, más allá de las montañas, as allá
de las nubes, cruzando tormentas, y ventiscas, continuó hasta que el viento se detuvo . Entonces
noto que el cielo azul enfrente de ella tenía una profundidad y oscuridad que nunca había visto, su
cuerpo se sentía ligero. Extrañamente, se hizo más fácil respirar en contraste con el cielo
impenetrable, la luz que venía de abajo era inusualmente brillante. El planeta estaba cubierto de
rojo, era hermoso. De algún modo, un aroma nostálgico la alcanzo pero ya no podía detenerse.
Finalmente, alcanzo un lugar sin peso; al contrario que en el planeta, ahora podía avanzar
fácilmente con un pequeño impulso, con su velocidad, la cuerda vibraba con solo tocarla, podía
enviar señales al otro lado. En un pequeño descuido comiendo, casi tira su preciado arco y soltó
su manzana viendo cómo se degradaba. Por primera vez vio morir a una manzana, si en este lugar
sin peso , si se separase del hilo aunque sea una vez, terminaría de la misma forma, sin
oportunidad alguna de regresar, para calmar sus miedos, koruru tomo su arco y comenzó a tocar
en el hilo nerviosamente, sin nada arriba o abajo, floto través del vacío infinito. Aferrándose a sí
misma desesperadamente, si abría los ojos la abrumaría, así que los mantuvo cerrados y se
concentró en sus manos. Cuando termino su corta interpretación… escucho atentamente y de
repente vino del otro lado una vibración, podía escuchar la melodía que conducía, mucho más
clara de lo que podía en su planeta. Abrió sus ojos, el hilo que conectaba su destino con su hogar,
este viaje, pintado por lo desconocido. Incluso ella aplastada por sus miedos, kororu confiaría en el
mensaje de su destino, respondiendo a la calidez del hilo, se apresuró hacia el otro lado. Con un
tercio de sus raciones comenzó a comer cada 3 días, aunque su estado solo tenía una vaga idea
de cuánto tiempo estaba pasando; su equipo hace mucho tiempo había empezado a romperse
pero, incluso en ese momento el hilo se mantuvo cálido al tacto, sus fuerzas ya la habían
abandonado, pero mientras se asegurase de s u cuerpo, no se alejara mucho, aun podía alcanzar
increíbles velocidades con un pequeño impulso, lo único que no cambio fueron sus
interpretaciones, usaba la mayor parte en ello, la melodía que regresaba era el único apoyo que le
quedaba en su viaje ; a lo largo de su viaje, estrellas de muchas formas y tamaños llenaban su
visión algunas titilaban brillantemente , algunas se expandían en hermosas, pero no podía alcanzar
ninguna de ellas, viéndolas pasar de lejos eran solo luces vacías.

“te hecho esperar mucho tiempo…” y abrió los ojos como si despertara de un sueño ¿acaso lo
imagino o la respuesta llego más rápido que antes? . Entre incontables estrellas el hilo parecía
apuntar a un lugar en particular, se veía como una leve luz brillante; y cuando miro su corazón se
agito como una alarma con más fuerza de la que pensó que le quedaba, kororu voló atreves del
hilo. Mirando atentamente, olvido parpadear entre sus anillos pudo ver al menos 5 lunas, y
brillantes montañas azules debajo de sus espesas nubes, que planeta tan hermoso…kororu cambio
su posición, extrañando el prolongado sin gravedad, incluso desde esta distancia pudo sentir su
peso, se deslizo con cuidado hacia la superficie, rápidamente envió una señal y recibió una
respuesta de forma inmediata como si quisiera decir que se estaba acercando, a partir de este
punto sería una batalla con la gravedad. Probablemente no pueda enviar señales por un tiempo. El
viento empezó a soplar por su cabello, por lo que pudo recordar de su propio planeta, habrían
cielos congelados debía abrirse paso a través de las espesas nubes que cubrían la superficie.
Kororu recordó algo que la puso nerviosa. Sin poder usar sus herramientas, tenía dificultades para
sujetarse con fuerza. Tuvo que usar todo su cuerpo para aumentar la fricción; el granizo golpeo su
piel pero no le importo; podía ver al fin las nubes. Mientras bajaba, el hilo se balanceaba con el
viento mientras las piedras lo golpeaban; segura de que no podía ser cierto, envió una señal a
través del hilo, pudo ver las vibraciones rebotar en la superficie y regresar a ella, pulso por pulso;
alguien…debía haber alguien ahí, toco la melodía para estar segura… habiendo bajado la guardia,
un repentino viento la alcanzo, perdió el balance, se soltó del hilo, y cayó en picada golpeándose
fuertemente contra el suelo y clavándose su arco en el estomago. No podía respirar por el dolor
del impacto, trato de hablar, peo todo lo que salió fue una masa de sangre. “duele, duele… mi
estómago… que hago” pensaba ansiosa frente al dolor infernal. Cerró sus ojos, tiró con toda su
fuerza y cada vez que tiraba todo su cuerpo se retorcía de dolor.

No había césped en este planeta estéril; lo que parecían agujeros de otras estrellas caídas cubrían
el suelo hasta donde alcanzaba la vista, el océano que parecía brillar desde el cielo, irradiaba un
brillo horrible que quemaba la piel de cualquiera que se le acercara. ¿Era la melodía solo una
mentira? Esas notas cálidas ¿eran solo un truco del viento? Acaso era la calidez que sintió, una
mentira? Tal vez malinterpreto la pasión que sentía?

Cuando este sentimiento cruzo por su mente, su corazón se derrumbó. Gritando con todas sus
fuerzas decía: “hay alguien aquí!!!???. No hubo respuesta, solo el aullido del viento ahogando su
voz. Observo el hilo por el cual llego, incluso si tuviera la voluntad de volver a casa en esta
gravedad, ya no tenía fuerzas, o los medios para volver a subir. Rebuscando en su bolso ni agua ni
comida, lo único que quedaba era un dibujo rasgado, y la bola donde tenía una pequeña parte de
su mundo la cual ya estando rota, termino por fracturase y desaparecer. En su pecho sintió un
terrible crujido… kororu en verdad estaba sola, lentamente olvido el dolor de sus heridas mientras
sollozaba y aun sollozando, se quedó dormida. Pudo escuchar una voz lamentándose, lloraba y
tiraba del hilo una y otra vez, en su sueño se vio a si misma llorando y decaída. Un eco de las
últimas palabras que dijo se quedó con ella, se sentía intranquila, pero el dolor de sus heridas
había ido disminuyendo.

Tres meses después.

Las condiciones eran severas en este planeta, dos o tres días granizo y piedra caía del cielo, en los
otros días había vientos que acumulaban montañas de ceniza de vario metros de altura, o había
torrentes de lluvia acida. Kororu recordó que el día que llego el clima estaba increíblemente
despejado, no podía explicar cómo pudo sobrevivir tanto tiempo, su herida había sanado por
completo, estaba acostumbrada a observar atentamente su planeta, con una herida como esa,
ningún animal podría sobrevivir; para distraerse de su soledad, hizo un muñeco el cual tenía su
mismo nombre. Pensó que no podría soportar que algo con un nombre distinto al suyo fuese
destruido, siempre que podía, kororu mantenía conversaciones, para no olvidar su idioma, aunque
sentía que algo como eso no podía pasar. Ese tono extraño y desconocido que escucho en su
planeta era algún tipo de ilusión… el granizo de piedras ceso, aunque solo sería por algunas horas,
rápidamente se dirigió a buscar comida. Kororu busco piedras que parecieran comestibles,
extrayendo el veneno de los cúmulos de ceniza del granizo de piedras, producía algunas “piedras
comestibles” agua sin sabor rotaba de distintos lugares todos los días, pero tenía una idea general
de dónde encontrarla.

Sanguijuelas que kororu llamaba tornillos negros. Obtenía toda a carne que podía de ellas, su
primera vez aquí, entro en el agua sin cuidado. Fue una experiencia desagradable; incluso en un
planeta como este había criaturas que sobrevivían alimentándose de veneno. Estaba fascinada
con eso; kororu se comió las sanguijuelas y tuvo sueños con fiebre durante dos días completos,
luego de eso no las volvió a comer, no pesaba que alguna criatura podía sobrevivir en las rocas.
Gracias a las sanguijuelas el agua se podía beber, pasó por más experiencias desagradables pero
eso no le importo mucho. Caminar, comer a veces cantar una canción, dormir… una y otra vez sin
cambios en esos días no podía esperar no podía esperar por nada más. En sus sueños aún se veía
a sí misma en el pasado aun lloraba y tiraba del hilo, tan pronto termino, pensamientos llenaron
su mente “ese hilo desearía nuca haberlo encontrado”.

Un mes después, al regresar a su refugio, descubrió que su muñeco kororu había sido aplastado; el
granizo había atravesado el techo “tomaste mi lugar verdad? adiós, kororu número 4…. ¡espera
podía utilizar esto como un cuchillo!” usar cosas en este planeta como herramientas era casi
imposible como un fragmento de cristal, era afilado, rígido y frágil, además d eso con un poco de
fuerza podría pelar o cortar algo , eso podía ser útil en una emergencia. Antes de la siguiente lluvia
de piedras kororu, recogió sus cosas y salió a buscar un nuevo lugar donde quedarse, eso haría
mucho más fácil encontrar refugio al acercar se al océano de veneno, sus ojos se acostumbraron
lentamente. Su heridas habían sanado y su estómago se había normalizado, ¿tal vez era porque se
acostumbró a comer cosas de este planeta?, su cuerpo también era ligero , repentinamente sintió
que alguien la estaba llamando, forzó sus oídos; el aullido del vientos tormentosos nubes
emergiendo del océano de veneno, el rugido distante del granizo de piedra , el día que llego a este
planeta el clima estaba igual de despejado; ese sonido; bañado en el brillo del veneno, el lugar
estaba rodeado de una luz azul, ese adorno en espiral se balanceaba con el viento. Un hilo estelar
azul, ya no podía escuchar el tono a pesar de haber viajado por el planeta, no había notado algo
tan obvio, no podía creerlo. Entonces kororu se dio cuenta por qué no lo había notado antes. Aquí
estaba la luz azul del veneno, al que no se podía acerca antes, comer la cosas aquí, todo el tiempo
que paso, acaso este hilo estuvo brillando frente a sus ojos?

El aullido del viento distante, el golpeo de las piedras, se podían oír, el sonido tenue del hilo ya no
se podía escuchar, todo lo que quedaba era el eco en sus oídos, kororu recordó su sueño.
Aplastada por el aislamiento, a un viajero que no podía moverse…afligida por el dolor de ver a
alguien llorando. El aislamiento insoportable que había visto, tal vez fue solo un sueño pero aun
así, ese tono pudo oírse una vez más; al mirar el cielo del medio día, pudo ver un cumulo de
estrellas a través de una apertura en las nubes, la tormenta no comenzar hasta la noche, y aun así
tenía sus pertenecías, para su sorpresa, el hilo se soltó en sus manos.” Tomo un tiempo pero
finalmente encontré el hilo, gracias y a dios, estoy segura que será una viaje difícil, ¿estoy lista?”

En esos ojos estaba la estrella que había enfocado, con todas sus fuerzas kororu partió hacia los
cielos.

E un lugar lejano al borde de la oscuridad yace un pequeño planeta donde vivía una niña solitaria,
esa niña ya no encuentra aquí, no volverá a casa, está en un viaje en un lugar muy lejano. Kororu
aún se encontraba ahí afuera, en algún lugar, atravesando estrellas, una persona vagando por el
cielo. Como si siguiese el hilo de una constelación, soñaba con encuentros distantes en el siguiente
planeta.

Si alguna vez encuentras un hilo estelar, gentilmente puedes tocarlo, el de sonido de vientos
distantes y de su soledad podría sentirse en él; y cuando el viento da paso a una elegante nota,
quisiera que envíes de vuelta tu melodía favorita.

Caminar, comer, dormir, avece cantar una canción, y al final dormir… mientras exista un mañana
no hay nada más grande que puedas desear.

Вам также может понравиться