Вы находитесь на странице: 1из 23

Antorcha Guadalupana

P
A
S
T

O
R
A
L

A
D
O
L
E
S
C
E
N
T
E
S
2018
PRESENTACIÓN

Una vez más nos disponemos a intensificar la preparación de un gran


acontecimiento de fe que muchos adolescentes y jóvenes viven
creativamente. La antorcha Guadalupana es una gran oportunidad que
nos une a preparar, junto con María de Guadalupe, el adviento y la
llegada de la Navidad.
Para este acompañamiento se ofrece este subsidio que ahora tienes en
tus manos y esperamos que pueda apoyar en la pastoral de tu
comunidad.
No debemos olvidarnos del contexto del año de la Juventud y la
celebración del sínodo de los obispos sobre los jóvenes que está pronto
a celebrarse. Es un contenido que se le ha llamado a las pequeñas
catequesis “encuentros de Fe”, y con ellos otras propuestas que buscan
una novedad en la participación. Se distribuye así:
 Fogata.
 Cuatro encuentros de fe.
 Actividad recreativa.
 Cultural.
 Esquema Pos
 -Antorcha.
"Creo que debemos pedir perdón a los jóvenes porque no les tomamos
siempre en serio" el Papa Francisco expresó estas palabras para
quienes debemos de acompañar y animar a los adolescentes y jóvenes.
Juntos preparemos esta gran fiesta. Felicidades queridos adolescentes
y jóvenes que dan todo, que no se detienen. Nos unimos nosotros,
matrimonios asesores, sacerdotes y religiosas. Para que permanezca
en nosotros…. ¡Viva la Virgen de Guadalupe!
Fraternalmente:
Pbro. Juan de Dios Hernández Almeida.
Formación para Antorchistas
Fogata Mariana
Bienvenida.
Es importante la disposición, participar, prestar atención. Disfrutemos de lo que
Dios prepara con amor, Él siempre tiene detalles que debemos saber apreciar.
Corresponder con docilidad habla de la necesidad que tenemos de Él. Por María
Dios también quiere expresar su cercanía, es el lenguaje más sensible, lleno de
afecto, dejémonos hablar, tocar y abrazar en esta experiencia. Que alimente nuestro
afecto y fe hacia Él.
Momento de presentación

 Prever en el centro una mesa con detallitos pequeños, dulces, globos, una
imagen de la Virgen, veladora. Si hay disponible, un micrófono.
 Todos en un círculo, sentados en el piso.
 El moderador indica: cada uno pasará, tomará un detalle y dará los datos que
él/ella desee (nombre, edad, ocupación, etc.)
 Hacer muy amena la presentación.
Actividad por equipo.

 Cada equipo elige una advocación de María Santísima o se les asigna.


 Posteriormente una breve oración y canto. (3 min)
 Se ocuparán en el paso alabanzas a María (se nombra cada equipo).
 Se busca integrar a los jóvenes.
Entronización de la Imagen de la Virgen de Guadalupe.

 Frente a la fogata se adorna un monumento (cerrito) para la imagen de la


Virgen.
 Se entra en procesión con la imagen, cantos alusivos de ambientación.
 Una madre de familia (o varias), se pone ante la imagen y espontáneamente
hace una oración.
 Se termina con un canto.
Contemplando a María.

 Sugerencia: se piden cinco lectores para cada párrafo y, si es conveniente,


un canto, o ponerlos a dialogar por parejas lo que comprendieron de la
lectura. Dejar un momento de silencio para reflexionar. Concluir con la
oración.
Conozcamos ahora 5 lecciones de los Santos sobre la Virgen María:
1- Su figura de Madre en los momentos de angustia:
San Bernardo decía que cuando las tentaciones pongan en peligro tu salvación, y
la tristeza te quite las fuerzas y los deseos de seguir trabajando por conseguir la
santidad, “Acuérdate de María y llámala en tu ayuda; llámala insistentemente, como
el niño aterrorizado pide ayuda a su madre, y ella que es causa de nuestra alegría,
correrá a ayudarte. Te desafío a que hagas la prueba. No te fallará ni una sola vez”.
En los momentos de angustia “Si te turba la memoria de la enormidad de tus faltas,
de la fealdad de tu conciencia y comienzas a sumergirte en la tristeza, en la
desesperación, piensa en María, invoca a María […] Pecador quien quiera que seas,
vete a María y te salvará, porque es imposible que se condene al devoto de María
que le sirve e implora su socorro”.

2- María nos encamina a Jesús:


San Marcelino Champagnat decía que “Si los padres de familia tienen la dicha de
grabar en el corazón de los niños la devoción a la Virgen María, habréis asegurado
su salvación”, María no deja que sus hijos se pierdan. San Luis de Monfort nos dice
que María es el quien nos lleva al Camino de la Verdad y la Vida que es Jesús:
“María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús.”

3- María es auxilio de los cristianos:


San Juan Bosco siempre decía: “Quien confía en María no se sentirá nunca
defraudado”, el siempre enseñaba a los niños del oratorio a amar a María
Auxiliadora de los cristianos, los invitaba a confiar en su amor de madre porque “ella
lo ha hecho todo”.

4- La castidad como fruto:


“Llena de gracia, Bendita entre todas las mujeres”. No le habría hablado así el ángel
si María no hubiera sido perfectamente Pura y Santa”. (San Agustín). Otro santo
que en sus pensamientos expresaba a María como aliada para la castidad era Santo
Domingo Savio, un joven acogido en el oratorio de Don Bosco y entregado
totalmente a Dios; en una ocasión le dijo a San Juan Bosco: “Tus discípulos llegarán
a la santidad si se esfuerzan mucho por conservar la virtud de la castidad y si
cultivan una gran devoción a la Madre de Dios.”

5- Es una Madre que ama y acompaña:


En los momentos cuando parece todo perdido, cuando la llama está a punto de
apagarse, acude a María, con ella todo es más fácil, ella no abandona a sus hijos:
“Antes, solo, no podías… Ahora, has acudido a la Señora, y con Ella, ¡qué fácil!”
(San Josemaría Escrivá de Balaguer).

Retomando las palabras de San Juan Pablo II, te decimos este día a ti Santísima
Virgen María: Totus Tuus (todo tuyo). Recuerda que María nunca dejará de oír a
sus hijos, ella intercederá por nosotros ante Jesús. Ahora ya lo sabes, quien busca
alcanzar la santidad, busca también a María.
Oración
¡Oh Señora y Madre mía! Con filial cariño vengo a ofrecerte en este día cuanto soy
y cuanto tengo. Mi boca para cantarte, mi voz para bendecirte, mi corazón para
amarte, mi vida para servirte. Acepta, Madre, este don, que te ofrenda mi cariño, y
guárdame como a un niño cerca de tu Corazón. Que nunca sea traidor al amor que
hoy me enajena y que desprecie sin pena los halagos de otro amor. Que, aunque el
dolor me taladre y haga de mí un crucifijo, que yo sepa ser tu hijo y sienta que eres
mi Madre. En la dicha, en la aflicción, en la pena, en la alegría, ¡mírame con
compasión, no me dejes, Madre mía! Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor
es contigo.
Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.

Alabanzas a María.
Aquí se presenta lo que trabajaron en la integración de equipos. O si se desea
agregar otros elementos.

Expresamos nuestra Fe, Amor y Misión.


 Se les anima a que, de manera personal, con responsabilidad y respeto, se
propongan una acción concreta con “Mi Madre” (viva o difunta).
 Una acción en mi familia.
 Una acción en mi comunidad o grupo juvenil.
 Que sea algo que pueda permanecer.
 Permanecemos en silencio o con música instrumental y el tiempo necesario.
Envío.
Oración a la Virgen de Guadalupe

¡Oh Virgen Inmaculada,


¡Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que
solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y
preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales
al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos también nuestra vida,
nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos
y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad
a Jesucristo, a su Iglesia: No nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos,
para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y
de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de
santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes
y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza


con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen
Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén
muy unidas, y bendice a la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús
y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de
nuestra culpas y pecados en el sacramento de la Penitencia que trae sosiego al
alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los Santos
Sacramentos,
Que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones
libres de mal y de odios, podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera
paz que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el
Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

CONVIVENCIA ayudaría mucho.


Encuentro de Fe: Recordar para renovar.

Delante de Dios.
¡Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra! Venimos
aquí postrados ante tu Santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de
Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia.
Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío
queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante
de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.
Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras.
Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la más tierna, la más
compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te
quedaste en tu imagen de Guadalupe.
Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en
las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras
necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las
amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos
compasivos y no te separes jamás de nosotros.
Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
Presenta una flor cada uno de los participantes en lo que se entona un canto
apropiado.
Compartimos la vida.
En pareja o en equipos les ofrecemos las preguntas, en lo que se pone de fondo
una música instrumental.
 ¿Qué me motiva participar en esta experiencia?
 ¿En que ayudara a mi familia, a la Iglesia mi participación?
 ¿Qué amor o respeto le tenemos hoy a María?
 ¿Es la primera vez que participo en la antorcha?

La iglesia y la historia.
Sugerencia: representar una escena por día o todos los días, completa. O bien
leer con los personajes correspondientes, con música de fondo etc. Pueden hacerse
equipos que participen por día.

JUAN DIEGO: (viendo hacia los lados) ¿De dónde viene ese canto celestial? ¿O
será que estoy soñando? Si esto es un sueño, es el sueño más dulce que he tenido.
(Ve una figura envuelta en luz y escucha una suave voz)
VIRGEN DE GUADALUPE: Juanito, Juan Dieguito. Hijo mío, Juan Diego, a quien
amo tiernamente, acércate.
(Juan Diego se acerca y se arrodilla)
JUAN DIEGO: Señora, ¡que hermosa eres!
VIRGEN DE GUADALUPE: Juan, el más pequeño de mis hijos. ¿A dónde vas?
JUAN DIEGO: Señora, y niña mía, voy a Tlatelolco, a seguir las cosas divinas que
enseñan los sacerdotes, delegados de nuestro Señor. ¿Quién eres tú?
VIRGEN DE GUADALUPE: Sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos,
que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, por quien se
vive; del Creador; Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija
aquí un templo, para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa
pues yo soy vuestra piadosa madre; a ti, a todos vosotros juntos los moradores de
esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en Mí confíen; oír allí
sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores. Y para realizar lo que
mí clemencia pretende, ve al palacio del obispo de México y le dirás cómo yo te
envío a manifestarle lo que mucho deseo, que aquí en el llano me edifique un
templo: le contarás puntualmente cuanto has visto y admirado y lo que has oído…
Hijo mío el más pequeño; anda y pon todo tu esfuerzo. Ten por seguro que lo
agradeceré y lo pagare porque te haré feliz.
JUAN DIEGO: Señora mía, ya voy a cumplir tu mandato; por ahora me despido de
ti, yo tu humilde siervo.
(Juan Diego sale del escenario)
ESCENA II – EN LA CIUDAD EN EL PALACIO DEL OBISPO
(Juan Diego toca a la puerta del Palacio del Obispo. Un fraile abre la puerta)
JUAN DIEGO: Perdone usted, pero vengo a ver al Obispo.
FRAILE: ¿De qué se trata?
JUAN DIEGO: Traigo un recado que solo a él debo de dar.
FRAILE: Pasa.
(Juan Diego entra al cuarto donde está el obispo. Otros frailes lo acompañan)
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: Dime lo que quieres.
JUAN DIEGO: Disculpe, Señor Obispo, me envía la Señora del Cielo, la Santa
Madre de Dios. Esta mañana yo venía rumbo a Tlatelolco, a la Santa Casa de Dios,
cuando vi. de pronto a una señora que estaba de pie y me dijo que me acercara.
Me arrodille delante de ella, y me dijo que viniera a verlo a pedirle que ella desea
que se construya un templo para mostrar en él todo su amor y compasión a todos
los que en ella confían.
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: Otra vez vendrás, hijo mío y te oiré más despacio,
lo veré muy desde el principio y pensaré en la voluntad y deseo con que has venido.
JUAN DIEGO: Que triste se va a poner mi niña, porque no he logrado que me hagan
caso y recibieran su mensaje. (Sale del palacio del Obispo y camina hacia la cumbre
del cerro. Allí encuentra a la Virgen de Guadalupe. Al verla se arrodilla) Señora, la
más pequeñas de mis hijas, Niña mía, fui a donde me enviaste a cumplir tu
mandado; aunque con dificultad entré a done es el asiento del prelado; le vi. y
expuse tu mensaje, así como me advertiste; me recibió benignamente y me oyó con
atención; pero en cuanto me respondió, pareció que no la tuvo por cierto. Comprendí
perfectamente en la manera que me respondió, que piensa que es quizás invención
mía que Tú quieres que aquí te hagan un templo y que acaso no es de orden tuya;
por lo cual, te ruego encarecidamente, Señora y Niña mía, que a alguno de los
principales, conocido, respetado y estimado le encargues que lleve tu mensaje para
que le crean porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de
tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de
mis hijas, Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no paro.
VIRGEN DE GUADALUPE: Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son
muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi
mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites
y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío
el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo.
Dale parte en mi nombre y hazle saber por entero mi voluntad, que tiene que poner
por obra el templo que le pido.
JUAN DIEGO: Entonces iré otra vez a ver al Obispo.
(Juan Diego sale del escenario)
ESCENA III – EN LA CIUDAD EN EL PALACIO DEL OBISPO
(Juan Diego esta frente al Obispo)
JUAN DIEGO: Tata Obispo, estoy aquí otra vez para repetir el mensaje, ya que la
volví a ver a mi Señora en el cerro, y me pidió que regresara con usted con la misma
suplica. Ella me dijo que tiene que poner manos a la obra con el templo que le
solicita.
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: Juan Diego, es muy bello esto que me pides, pero
realmente no creo que haya sucedido, tal vez lo sonaste… tendrías que traerme
alguna señal maravillosa para creer que es cierto, y que la Señora del Cielo de
verdad te envío conmigo. Ahora vete, y regresa solamente cuando me traigas esa
señal que te pido.
(Juan Diego sale del escenario)
ESCENA IV – EN LA CHOZA DEL TÍO BERNARDINO
(El tío de Juan Diego está enfermo acostado. Juan Diego está a su lado)
JUAN DIEGO: ¿Que tienes tata, que te ves tan pálido?
TÍO BERNANDINO: Me siento muy mal Juan, necesito que vayas a la capital y
traigas a un sacerdote para confesarme. Siento que me muero.
JUAN DIEGO: Voy inmediatamente, no tardo en cumplir tu deseo. (Sale corriendo
de la choza tratando de evitar el lugar donde se le había aparecido la Virgen de
Guadalupe) Ojalá que la Señora del Cielo no me detenga, mi tata está muy mal y
necesito llegar rápido a la capital.
(Se detiene al ver a la Virgen de Guadalupe)
VIRGEN DE GUADALUPE: Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es
nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni
otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No
estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?
¿Qué más has de menester?? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la
enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro de que ya sanó.
JUAN DIEGO: Señora y niña mía, mándame ahora a llevarle al tata Obispo la
prueba que me pide.
VIRGEN DE GUADALUPE: Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo,
allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas y
júntalas. En seguida bajas y tráelas a mi presencia.
JUAN DIEGO: (se arrodilla) Así lo haré, señora y niña mía. (Sale corriendo hacia la
cima del cielo a recoger las flores) ¡Oh, cuantas rosas tan hermosas! En esta época
de frío no deberían de estar aquí, y menos entre tantas piedras. Las recogeré, las
pondré en mi tilma y se las llevare a mi Señora. (Recoge las rosas y se las lleva a
la Virgen) Aquí traigo niña, las flores que me pediste.
VIRGEN DE GUADALUPE: Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es
la prueba y señal que llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi
voluntad y que él tiene que cumplirla: Tú eres mi embajador, muy digno de
confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante del obispo despliegues tu
manta y descubras lo que llevas. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir a la
cumbre del cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que viste y admiraste; para
que puedas inducir al prelado a que te dé su ayuda, con objeto de que se haga y
erija el templo que he pedido.
JUAN DIEGO: Me voy ya a llevarle al tata obispo tu encargo.
(Juan Diego sale del escenario)
ESCENA IV – EN EL PALACIO DEL OBISPO
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: ¿Otra vez aquí querido hijo? ¿Traes acaso la
prueba que te pedí sobre tu Señora?
JUAN DIEGO: Señor, hice lo que me ordenaste, que fuera a decir a mi Ama, la
Señora del Cielo, Santa María, preciosa Madre de Dios, que pedías una señal para
poder creerme que le has de hacer el templo donde ella te pide que lo erijas; y
además le dije que yo te había dado mi palabra de traerte alguna señal y prueba,
que me encargaste, de su voluntad.
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: ¿Y qué te dijo?
JUAN DIEGO: Acepto tu recado y acogió benignamente lo que pides, alguna señal
y prueba para que se cumpla su voluntad. Hoy muy temprano me mandó que otra
vez viniera a verte; le pedí la señal para que me creyeras, según me había dicho
que me la daría; y al punto lo cumplió: me despachó a la cumbre del cerrillo, donde
antes yo la viera, a que fuese a cortar varias rosas de Castilla. Ella me dijo por qué
te las había de entregar; y así lo hago, para que en ellas veas la señal que pides y
cumplas su voluntad; y también para que aparezca la verdad de mi palabra y de mi
mensaje.
FRAY JUAN DE ZUMÁRRAGA: ¿Y cuál es esa prueba que la Señora del Cielo me
envía?
(Juan Diego desenvuelve su tilma y caen al suelo todas las diferentes rosas, y en
su tilma esta la imagen de la Virgen de Guadalupe)
FRAY JUAN DE ZUMMARRAGA: ¡Milagro! ¡La Virgen de Guadalupe!
FRAILES: Esta es una obra de Dios que ha hablado a través de su madre, Nuestra
Santa Virgen María.
(El Obispo y los Frailes se arrodillan al ver la imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe en la tilma de Juan Diego)
FRAY JUAN DE ZUMMARRAGA: (llorando) Perdón Señora Mía por no haber
aceptado antes tú mandatas. Tu deseo será cumplido, y edificaremos tu santuario
para que todo el pueblo venere tu Sagrada Imagen, y bendigas a nuestro pueblo
por los siglos de los siglos.

Palabra de vida María de Nazaret


Encomendemos a María este camino en el que la Iglesia se interroga sobre cómo
acompañar a los jóvenes a acoger la llamada a la alegría del amor y a la vida en
plenitud. Ella, joven mujer de Nazaret, que en cada etapa de su existencia acoge la
Palabra y la conserva, meditándola en su corazón (cfr. Lc 2,19), fue la primera en
recorrer este camino.
Cada joven puede descubrir en la vida de María el estilo de la escucha, la valentía
de la fe, la profundidad del discernimiento y la dedicación al servicio (cfr. Lc 1,39-
45). En su “pequeñez”, la Virgen esposa prometida a José, experimenta la debilidad
y la dificultad para comprender la misteriosa voluntad de Dios (cfr. Lc 1,34). Ella
también está llamada a vivir el éxodo de sí misma y de sus proyectos, aprendiendo
a entregarse y a confiar. Haciendo memoria de las «cosas grandes» que el
Todopoderoso ha realizado en Ella (cfr. Lc 1,49), la Virgen no se siente sola, sino
plenamente amada y sostenida por el “No temas” del ángel (cfr. Lc 1,30).
Consciente de que Dios está con ella, María abre su corazón al “Heme aquí” y así
inaugura el camino del Evangelio (cfr. Lc 1,38). Mujer de la intercesión (cfr. Jn 2,3),
frente a la cruz del Hijo, unida al “discípulo amado”, acoge nuevamente la llamada
a ser fecunda y a generar vida en la historia de los hombres. En sus ojos cada joven
puede redescubrir la belleza del discernimiento, en su corazón puede experimentar
la ternura de la intimidad y la valentía del testimonio y de la misión.
Actividad.
 Se laboran diversa pregunta respecto al encuentro y se colocan en un
recipiente.
 Algunos participantes voluntariamente pasarán y por suerte tomarán una
pregunta, por ejemplo:
 Personajes de la aparición……. Año de la aparición, …… cuantas fueron las
apariciones…. Nombre del tema etc.
Asumo con fe.
 Canto
 Se les entrega en una tarjeta la siguiente información de manera individual.
 Guadalupe significa: “río de amor” o “mucho amor” Las personas que se
llaman Guadalupe son personas amorosas y dóciles por naturaleza, a las
que no les importa sacrificarse por sus seres queridos y siempre están
pendientes de su bienestar, hasta en los detalles más pequeños.
 Se les deja un momento en silencio a meditar.
 Se concluye con un canto.
Actividad recreativa

 Reunidos se hace un momento de oración, un canto breve


 Se motiva a vivir el momento para conocerse, integrarse y convivir en la fe
como hermanos
 Deporte
 Rodada
 Raleigh
Encuentro de Fe: Adolescente atleta

Delante de Dios.
 Encendemos una antorcha
 Canto. Opcional
 Cada uno expresa una jaculatoria a María Santísima
 Canto
Compartimos la vida.
En equipos o abiertamente compartimos en unos minutos.
 ¿Qué momentos de mi vida me han impedido la felicidad?
 ¿Qué le pediría a Dios al correr con la antorcha?
 ¿Qué pasa por mi mente al correr con la antorcha?
La iglesia y la historia.
Hoy más que nunca muchos adolescente y jóvenes han dejado de luchar, de ser
atletas, de permanecer en el camino, de dar la cara. Estamos llamados a mirar el
futuro con esperanza. No se deben de agotar las ganas de luchar, de vivir, de
triunfar. A continuación, presentamos un párrafo sobre unos de los aspectos del
documento pre-sinodal.

La búsqueda del sentido de la existencia


Muchos adolescentes, al ser preguntados sobre cuál es el sentido de su vida, no
saben qué responder. No siempre hacen la conexión entre vida y trascendencia.
Muchos adolescentes, habiendo perdido la confianza en las instituciones, se han
desvinculado de la religión institucionalizada y no se ven a sí mismos como
“religiosos”. Sin embargo, los adolescentes están abiertos a lo espiritual.
Muchos también se lamentan por lo poco que los adolescentes y jóvenes buscan
respuestas al sentido de la vida en el contexto de la fe y la Iglesia. En muchos
lugares del mundo, los jóvenes vinculan el sentido de sus vidas a su trabajo y al
éxito personal. La dificultad de encontrar estabilidad en estas áreas produce
inseguridad y ansiedad. Muchos tienen que emigrar para encontrar un buen lugar
para trabajar. Otros, dada la inestabilidad económica, abandonan familia y cultura.
Finalmente, otros notan que mientras los adolescentes se cuestionan sobre el
sentido de la vida, esto no quiere decir que estén preparados para comprometerse
decisivamente con Jesús o con la Iglesia. Actualmente, la religión ya no es vista
como el principal medio a través del cual el adolescente y joven buscan sentido, y
a menudo se dirigen hacia otras corrientes e ideologías modernas. Los escándalos
atribuidos a la Iglesia –tanto reales como percibidos—afectan la confianza de los
adolescentes y jóvenes en ella y en las instituciones tradicionales que representa.
La Iglesia puede jugar un rol vital asegurando que estos adolescentes y jóvenes no
sean marginados, sino que se sientan aceptados. Esto sucede cuando buscamos
promover la dignidad de la mujer, tanto en la Iglesia como en la sociedad. Hoy en
día, existe un problema general en la sociedad en la cual la mujer aún no tiene un
lugar equitativo.
Esto también es cierto en la Iglesia. Existen grandes ejemplos de mujeres que sirven
en comunidades religiosas y como laicas, en puestos de liderazgo. No obstante,
para algunas mujeres adolescentes jóvenes, estos ejemplos no son siempre
visibles. Una pregunta clave surge de estas reflexiones: ¿Cuáles son los lugares en
los que la mujer puede florecer en la Iglesia y en la sociedad? La Iglesia puede
abordar estos problemas con discusiones concretas y apertura de mente a
diferentes ideas y experiencias.
Actividad:
 Se ponen paleógrafos en lugares visibles y dispersos en el salón.
 Se puede poner música que motive, con un mensaje que anime. (Vive:
Napoleón.)
 Cada uno plasma su nombre, o huella como un gran personaje destacado.
 Eso expresa la diversidad y los grandes sueños. Es decir, quienes dejan
huella en el camino.
Palabra de vida
Eclesiástico 2, 1-13 - Prepárate para las pruebas. Compartimos.

Asumo con fe.


 Canto
 Algunos irán tomando la antorcha
 Comparten una breve petición
 Corren alrededor del grupo. (o puede correr el grupo entero y hacer pequeñas
paradas en un espacio corto)
 Terminamos con un canto.
Apostolado

 Previamente se invita a traer algo para compartir (despensa, fruta…)


 Se entona un canto.
 Se realiza una lectura (o si se ve conveniente, todas)
Dad limosna de lo vuestro que os sobra, y con eso todas las cosas estarán limpias
en orden a vosotros. Lc 11, 41.
Si un hermano [...] está desnudo y necesita alimento diario, ¿de qué le servirá que
alguno de vosotros le diga “Vete en paz” ?, si no le da lo necesario para reparo de
su cuerpo. Sant 2, 15-16.
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno [...], porque tuve hambre y no me disteis
de comer [...]. Os digo en verdad: siempre que dejasteis de hacerlo con alguno de
estos pequeños, dejasteis de hacerlo conmigo. Mt 25, 41-45.

 Se dan indicaciones. Cómo llegar a la casa


 Saludos
 Presentación
 Mensaje o lectura
 Entrega de la despensa
 Oración final
 Despedida
Encuentro de Fe: Dar todo.

Delante de Dios.
Canto.
Padre mío, me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.

Lo que hagas de mí te lo agradezco,


estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en Tus manos.


Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
Entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

Cinco Ave María……

Compartimos la vida.
 Elegir una frase de una canción que me identifique
 Que tenga elementos que me anime a darlo todo
 Compartirla y si se quiere cantar el coro de la canción, puede hacerlo
La iglesia y la historia.
Adolescentes protagonistas
La Iglesia debe involucrar a los adolescentes y jóvenes en sus procesos de toma
de decisiones y ofrecerles mayores roles de liderazgo. Estas posiciones deben
darse en todos los niveles: parroquias, diócesis, a nivel nacional e internacional,
inclusive una comisión ante el Vaticano. Sentimos con grande pasión que estamos
preparados para ser protagonistas, que podemos crecer y dejarnos enseñar por los
miembros de la Iglesia que son mayores que nosotros, por religiosos, religiosas,
hombre y mujeres laicos. Necesitamos programas de liderazgo juvenil para la
formación y continuo desarrollo de adolescentes y jóvenes líderes. Algunas mujeres
adolescentes y muy jóvenes sienten que hacen falta mayores ejemplos de liderazgo
femenino dentro de la Iglesia y desean contribuir con sus dones intelectuales y
profesionales a la Iglesia. También creemos que los seminaristas, los religiosos y
las religiosas deberían tener una mayor capacidad para acompañar a estos
adolescentes líderes.
Más allá de la toma de decisiones institucional, queremos ser una presencia alegre,
entusiasta y misionera dentro de la Iglesia. También expresamos nuestro fuerte
deseo de ser una voz prominente y creativa. Esta creatividad a menudo se
encuentra en la música, la liturgia y las artes, pero, de momento, este es un potencial
sin explorar, estando este aspecto creativo de la Iglesia dominado por sus miembros
más antiguos.
También existe el deseo de comunidades sólidas en las que los adolescentes
puedan compartir sus dificultades y testimonio entre ellos. En muchos lugares, esto
ya está sucediendo a través de iniciativas de laicos, movimientos y asociaciones,
pero los adolescentes desean ser más apoyados oficial y financieramente.
La Iglesia joven también mira hacia afuera; los adolescentes y jóvenes tienen una
pasión por la política, la vida civil y las actividades humanitarias. Como católicos
quieren actuar en la esfera pública para mejorar toda la sociedad. En todos estos
aspectos de la vida de la Iglesia los adolescentes desean ser acompañados y
tomados en cuenta como miembros plenamente responsables de la misma.
Actividad
 En equipos se les entrega un trozo de madera, hilo etc.
 Tratarán de elaborar una cruz rústica
 Explicarán qué sentido tiene con el tema
Palabra de vida
Leer una de las siguientes lecturas y comentar.
Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 19.17-30)
Asumo con fe.
 Canto
 Cada equipo presenta una oración espontánea con la cruz elaborada
 Comparto mi compromiso
 Canto: Al pecho llevo una cruz
Actividad cultural.
Algunos de los ámbitos específicos para evangelizar
- Las universidades y las escuelas católicas, con su valioso servicio cultural y
formativo, son otro instrumento de presencia de la Iglesia entre adolescentes y
jóvenes.
- Las actividades sociales y de voluntariado ofrecen la oportunidad de implicarse en
el servicio generoso; el encuentro con personas que experimentan pobreza y
exclusión puede ser una ocasión favorable de crecimiento espiritual y de
discernimiento vocacional: también desde este punto de vista los pobres son
maestros, mejor dicho, portadores de la buena noticia de que la fragilidad es el lugar
donde se vive la experiencia de la salvación.
- Las asociaciones y los movimientos eclesiales, pero también muchos lugares de
espiritualidad ofrecen a los jóvenes serios itinerarios de discernimiento; las
experiencias misioneras se convierten en momentos de servicio generoso y de
intercambio fecundo; el redescubrimiento de la peregrinación como forma y estilo
de camino resulta válido y prometedor; en muchos contextos la experiencia de la
piedad popular sostiene y nutre la fe de los jóvenes.
 En algún lugar público preparar o solicitar lo indispensable. (tarima, sonido,
sillas etc.)
 Adornar, frases etc.
 Algún ballet. O prepara obrar
 Invitar previamente a la comunidad.
 Ventas. (Que les pueda ayudar a sus gastos y que la comunidad colabore
con los participantes)

Encuentro de Fe: Y siempre permanece de mi lado.

Delante de Dios.
 A cada adolescente se le entrega una imagen en estampita de la virgen.
 En el reverso podrán hacer una breve oración. (lo ocuparan para la oración
final)
 Se termina con un canto.

Compartimos la vida.
¿Qué has hecho para defender a María Madre de Jesús ante los ataques?
¿Que podrá impedirme permanecer en la comunidad?
¿Cómo voy a contribuir para que este grupo permanezca a pesar de todo?

La iglesia y la historia.
1. Jesús, después de haber confiado el discípulo Juan a María con las palabras:
"Mujer, he ahí a tu hijo", desde lo alto de la cruz se dirige al discípulo amado,
diciéndole: "He ahí a tu madre" (Jn 19, 26-27). Con esta expresión, revela a
María la cumbre de su maternidad: en cuanto madre del Salvador, también
es la madre de los redimidos, de todos los miembros del Cuerpo místico de
su Hijo.
La Virgen acoge en silencio la elevación a este grado máximo de su maternidad de
gracia, habiendo dado ya una respuesta de fe con su "sí" en la Anunciación.
Jesús no sólo recomienda a Juan que cuide con particular amor de María; también
se la confía, para que la reconozca como su propia madre.
Durante la última cena, "el discípulo a quien Jesús amaba" escuchó el mandamiento
del Maestro: "Que os améis los unos a los otros como yo os he amado" (Jn 15, 12)
y, recostando su cabeza en el pecho del Señor, recibió de él un signo singular de
amor. Esas experiencias lo prepararon para percibir mejor en las palabras de Jesús
la invitación a acoger a la mujer que le fue dada como madre y a amarla como él
con afecto filial.
Ojalá que todos descubran en las palabras de Jesús: "He ahí a tu madre", la
invitación a aceptar a María como madre, respondiendo como verdaderos hijos a su
amor materno.
2. A la luz de esta consigna al discípulo amado, se puede comprender el sentido
auténtico del culto mariano en la comunidad eclesial, pues ese culto sitúa a los
cristianos en la relación filial de Jesús con su Madre, permitiéndoles crecer en la
intimidad con ambos.
El culto que la Iglesia rinde a la Virgen no es sólo fruto de una iniciativa espontánea
de los creyentes ante el valor excepcional de su persona y la importancia de su
papel en la obra de la salvación; se funda en la voluntad de Cristo.
Las palabras: "He ahí a tu madre" expresan la intención de Jesús de suscitar en sus
discípulos una actitud de amor y confianza en María, impulsándolos a reconocer en
ella a su madre, la madre de todo creyente.
En la escuela de la Virgen, los discípulos aprenden, como Juan, a conocer
profundamente al Señor y a entablar una íntima y perseverante relación de amor
con él. Descubren, además, la alegría de confiar en el amor materno de María,
viviendo como hijos afectuosos y dóciles.
La historia de la piedad cristiana enseña que María es el camino que lleva a Cristo
y que la devoción filial dirigida a ella no quita nada a la intimidad con Jesús; por el
contrario, la acrecienta y la lleva a altísimos niveles de perfección.
Los innumerables santuarios marianos esparcidos por el mundo testimonian las
maravillas que realiza la gracia por intercesión de María, Madre del Señor y Madre
nuestra.
Al recurrir a ella, atraídos por su ternura, también los hombres y las mujeres de
nuestro tiempo encuentran a Jesús, Salvador y Señor de su vida.
Sobre todo, los pobres, probados en lo más íntimo, en los afectos y en los bienes,
encontrando refugio y paz en la Madre de Dios, descubren que la verdadera riqueza
consiste para todos en la gracia de la conversión y del seguimiento de Cristo.
3. El texto evangélico, siguiendo el original griego, prosigue: "Y desde aquella hora
el discípulo la acogió entre sus bienes" (Jn 19, 27), subrayando así la adhesión
pronta y generosa de Juan a las palabras de Jesús, e informándonos sobre la actitud
que mantuvo durante toda su vida como fiel custodio e hijo dócil de la Virgen.
La hora de la acogida es la del cumplimiento de la obra de salvación. Precisamente
en ese contexto, comienza la maternidad espiritual de María y la primera
manifestación del nuevo vínculo entre ella y los discípulos del Señor.

Juan acogió a María "entre sus bienes". Esta expresión, más bien genérica, pone
de manifiesto su iniciativa, llena de respeto y amor, no sólo de acoger a María en
su casa, sino sobre todo de vivir la vida espiritual en comunión con ella.
En efecto, la expresión griega, traducida al pie de la letra "entre sus bienes", no se
refiere a los bienes materiales, dado que Juan -como observa san Agustín (In Ioan.
Evang. tract., 119, 3)- "no poseía nada propio", sino a los bienes espirituales o dones
recibidos de Cristo: la gracia (Jn 1, 16), la Palabra (Jn 12, 48; 17, 8), el Espíritu (Jn
7, 39; 14, 17), la Eucaristía (Jn 6, 32-58) ... Entre estos dones, que recibió por el
hecho de ser amado por Jesús, el discípulo acoge a María como madre, entablando
con ella una profunda comunión de vida (cf. Redemptoris Mater, 45, nota 130).
Ojalá que todo cristiano, a ejemplo del discípulo amado, "acoja a María en su casa"
y le deje espacio en su vida diaria, reconociendo su misión providencial en el camino
de la salvación.
Palabra de vida
María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra
en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las
generaciones me dirán feliz. El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo
es su Nombre! Muestra su misericordia siglo tras siglo a todos aquellos que viven
en su presencia. Dio un golpe con todo su poder: deshizo a los soberbios y sus
planes. Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes. Colmó de
bienes a los hambrientos, y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a
Israel, su siervo, se acordó de su misericordia, como lo había prometido a nuestros
padres, a Abraham y a sus descendientes para siempre. María se quedó unos tres
meses con Isabel, y después volvió a su casa. (Lc. 1, 46-56)

Asumo con fe.


 Ante el santísimo
 Con algunos cantos motivamos
 Y compartimos: ¿me he preparado
dignamente para esta experiencia? ¿qué
sigue después de esta fiesta?
 Compartimos un pedazo de pan, como
signo de unidad
 Despedida
Pos-antorcha. ¿Hacia dónde vamos?

Adoración.
 Motivar a vivir este encuentro de acción de gracias por esta gran experiencia
de Fe.
 Ponernos delante de la presencia de Dios para revisar mis
responsabilidades. Para asumir mis nuevos propósitos de Fe.

Exposición del santísimo.


Canto.

EL ADVIENTO DE MARÍA. ELLA SIGUE PRESENTE COMO ANTORCHA QUE


ILUMINA PARA LLEGAR AL NACIMIENTO DE SU HIJO.
Se le da lectura de una manera lenta y clara.
El primer Adviento fue vivido por María. Ella comienza la feliz espera el día en que
el Arcángel Gabriel, por orden de Dios, la visita en su casa de Nazaret. ¿Quién era
María? Una sencilla muchacha que vivía en un insignificante villorrio de Galilea. ¡El
gusto de Dios es tan diferente al nuestro!
Nosotros hubiéramos preferido la hija de algún poderoso, bien bella y distinguida,
pero Dios se fija sólo en la humildad de su sierva. ¡Qué maravilla!
Y allí fue el mensajero celeste a anunciarle a María nada menos que era ella la
elegida del Señor. ¡Qué turbación para la que se creía en verdad indigna de algo
así y nunca hubiera soñado con un regalo semejante!
ADVIENTO ES ACEPTACIÓN
Pasado el primer estupor María cae en la cuenta de lo que el ángel le está diciendo.
Dios pide algo de ella: ser instrumento del Espíritu Santo para que en su seno
virginal se haga carne el Verbo de Dios.
Ella, educada en la más fiel tradición judía, debe aceptar los designios del Señor,
aunque no los entienda. Sencillamente se entrega a la voluntad de su Padre. Y se
dispone a obedecer sin restricción alguna.
Su humilde aceptación del plan de Dios la eleva al plano más alto al que una
persona humana haya podido llegar. Por eso la Iglesia le dedica las alabanzas con
que otrora el pueblo de Israel felicitara a Judit: Tú eres la gloria de Jerusalén, tú eres
el honor de Israel, tú eres el orgullo de nuestra raza.
Esa es la razón de nuestra admiración por María y lo que hace que la Iglesia la
considere nuestro supremo ejemplo de persona comprometida con el cumplimiento
de la voluntad de Dios. En ella vemos a la que el Señor escoge y por escogerla la
adorna con toda clase de virtudes que la hacen bendita entre todas las mujeres.
ADVIENTO ES COMPARTIR
Lo primero que hace María después de recibir el anuncio del ángel es prepararse
para visitar a su parienta Isabel, ya que el mismo mensajero divino le ha informado
de que pronto aquella dará a luz.
No sabemos cómo María realizó este viaje de más de cien kilómetros hasta las
montañas de Judea, lugar donde se encontraba el pequeño pueblo de Ain Karim en
que residían Isabel y su esposo, el sacerdote Zacarías.
Lo cierto es que nada más llegar y ya el Espíritu Santo se manifiesta a Isabel,
dándole a conocer lo que estaba ocurriendo en María. El saludo de Isabel es
elocuente: ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme? Con lo
que reconoce la grandeza a la que María había sido elevada, pues en otras
circunstancias nunca le habría dicho algo así.
María, por su parte, está consciente de que todo es obra de Dios. Sabe reconocer
su propia pequeñez y así lo expresa en ese cántico que le sale del corazón:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque se ha fijado en su humilde esclava (Lucas 1,46).
ADVIENTO ES PRUEBA Y DOLOR
Los meses que van desde el anuncio del ángel hasta el nacimiento fueron para
María un tiempo de prueba y turbación, al mismo tiempo que de gozo y paz
interiores. Las dudas de José fueron, ciertamente, una terrible agonía para ella,
hasta que Dios se encargó de dejarlo todo aclarado.
No olvidemos que María era la prometida de José, y que la realidad que en ella
comenzaba a notarse dejó en el ánimo del noble carpintero el dolor de la
desconfianza. ¿Se atrevería María a decirle la verdad o dejaría a Dios que hablara
por ella? Parece que fue por esto último que ella se decidió, de ahí las dudas de
José.
Luego, cuando ya parecía cercano el alumbramiento, la sorpresa de un censo que
los obliga a ir a Belén en medio del invierno. Un largo viaje lleno de dificultades que
se corona con la imposibilidad de encontrar un sitio donde albergarse y el recurso
de una cueva destinada al abrigo de los animales.
Pero todo ese dolor tendrá una recompensa. Y allí, en medio del silencio y la
pobreza, comienzan a ocurrir los hechos más trascendentales de la Historia con el
nacimiento del Hijo de Dios.

Canto
Momentos de silencio.

 ¿Qué tanto me ayudo esta experiencia para iniciar el adviento?


 ¿Cómo vivir este adviento?
Bendición y reserva del santísimo sacramento.
Evaluación.
 Se entona un canto
 Compartimos por equipo: ¿en qué aspecto de mi vida humanamente,
espiritualmente, creatividad y fraternidad, me ayudo esta experiencia?
 De manera general ¿qué sugerimos para la próxima antorcha?
Se trata de no detenernos en ver todo lo negativo para no entrar en conflictos
u ocupar más tiempo de lo debido.
Convivencia.
 Preparar un momento fraterno
 Contando anécdotas
 Juegos de mesa
 Concursos
 Alimentos
Logo para la Antorcha Guadalupana 2018

Вам также может понравиться