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Es una zoonosis en la que el hombre se infecta en forma accidental y junto con una gran variedad
de mamíferos bovinos, ovinos, caprinos y porcinos desempeñan su papel de huéspedes
intermediarios, ya que la forma patógena en ellos es la forma larvaria llamada quiste hidatídico.
Los huéspedes definitivos de Echinococcus granulosus (cestodo adulto) son los perros
domésticos y algunos cánidos silvestres.
EPIDEMIOLOGIA
La hidatidosis es esta causada por el estadio larvario del cesto de Echinococcus granulosus, su
huésped definitivo es el perro (Canis lupus familiaris) cuyas heces contaminan el suelo, el agua,
los alimentos y el pasto; el ganado herbívoro sirve como huésped intermediario que se infecta
al ingerir los pastos contaminados. El embrión hexacanto eclosiona de los huevos del parásito,
penetra la pared intestinal y migra por el torrente sanguíneo a los diferentes tejidos, con
preferencia del hígado y pulmones, aquí se convierten en metacestodos (quistes). Las personas
se infectan al ingerir los huevos a través del consumo de alimentos contaminados con las heces
de un perro infectado.
En Perú, la prevalencia de hidatidosis varía entre 7 a 11 casos por 100 000 personas, y en
regiones ganaderas como Junín esta cifra alcanza entre 14 a 34 casos por 100 000 habitantes, a
pesar que se han implementado múltiples estrategias, esta enfermedad sigue siendo un gran
problema para la salud pública del Perú.
La incidencia anual quirúrgica por hidatidosis en el Perú es de 127 casos por cada 100 000
personas-año; asimismo, el 1,9% de los pacientes fallecen por complicaciones posquirúrgicas a
causa de esta enfermedad.
d) Hidátide: es esférica y vesicular, llena de un líquido incoloro y transparente. Tiene dos capas,
una externa lobular y otra interna nucleada. El órgano del huésped parasitado reacciona
generando una envoltura fibrosa llamada adventicia, constituyendo el quiste hidatídico.
e) Quiste hidatídico: está formado por la hidátide, metacestodo o larva propiamente dicha y la
adventicia, producto de la reacción tisular del huésped.
ESTRUCTURA DEL QUISTE HIDATÍDICO
Presenta 3 membranas
2) Cuticular: es generada por la hidátide, de color blanco lechoso. Está formada por láminas
concéntricas de estructura semejante a la quitina. Es semipermeable permitiendo el pasaje de
sustancias coloidales y cristaloides, pero no de gérmenes y elementos figurados de la sangre.
Vesículas hijas: están formadas igual que la hidátide madre, con membrana cuticular 91 y
germinativa, y capacidad de formar escólices y líquido hidatídico, pueden ser exógenas
orientándose hacia el exterior (más comunes en los animales) o endógenas (más comunes en
humanos) hacia adentro del quiste, que terminan flotando en el líquido hidatídico. Escólices:
tienen forma ovoide, generalmente invaginados y presentan en su parte media una doble hilera
de ganchos.
MODO DE TRANSMISIÓN
El perro se infecta comiendo las vísceras de animales infectados (ganado ovino, porcino y
vacuno) que contienen los quistes hidatídicos. Las infecciones en el perro suelen ser intensas,
con gran número de parásitos que viven entre 5 a 29 meses. El hombre se infecta al ingerir
alimentos o agua contaminados con la materia fecal del perro que contiene huevos de la tenia
o a través de la boca y lengua del perro contaminadas con sus heces. A ésta, se la puede
denominar transmisión externa, y es la que produce la hidatidosis o equinococosis unilocular
primaria. Otra forma de transmisión es la interna, que se produce cuando por traumatismo, en
forma espontánea o por intervención quirúrgica imperfecta, hay ruptura del quiste hidatídico y
se derrama el contenido interior dando como consecuencia una “siembra” de escólices, ya sea
en su cavidad orgánica, en el mismo órgano o en otra víscera, originándose la hidatidosis o
equinococosis unilocular secundaria.
LOCALIZACIÓN:
una vez liberado el embrión hexacanto, a través de los vasos sanguíneos se instala en diferentes
regiones del cuerpo, siendo el hígado el órgano más frecuentemente afectado (50-70%), en
segundo lugar el pulmón (20-30%) y con menor incidencia en cavidad peritoneal, cerebro,
riñones, bazo, corazón, huesos, etc. En el perro el gusano adulto vive adherido a las vellosidades
del intestino delgado.
CLÍNICA
La hidatidosis en el humano puede ser asintomática o producir síntomas generales y locales
Locales: dependen del órgano afectado, el tamaño y número de los quistes y las complicaciones.
DIAGNÓSTICO:
Clínico: en el comienzo resulta difícil, luego, la aparición de los síndromes tumoral y doloroso,
junto con la investigación epidemiológica (procedencia, antecedentes de familiares con
hidatidosis, actividad laboral, contacto con perros, hábitos alimentarios y de higiene, etc.), más
la eosinofilia y la urticaria recidivante, pueden plantear la posibilidad de esta etiología.
Laboratorio: Directo: el examen en fresco o conservado en formol de las piezas quirúrgicas, del
material patológico (esputo, orina, LCR o vesículas hijas, escólices o ganchos). Indirecto:
Reacciones serológicas: se basan en la detección de anticuerpos circulantes contra antígenos
hidatídicos, debido a que en general presentan baja sensibilidad, debe confirmarse la patología
con el diagnóstico por imágenes. Son útiles para el seguimiento postquirúrgico del paciente,
para evaluar siembra secundaria o quiste residual. Una serología negativa por cualquier método
no descarta hidatidosis. La reacción de inmunoprecipitación (doble difusión con presencia de
arco 5 o DD5) es de alta especificidad, aunque algunos autores observaron reacción cruzada con
cisticercosis, pero de baja sensibilidad, tiene valor sólo cuando es positiva. Reacciones de
aglutinación como la hemoaglutinación indirecta o aglutinación con látex pueden dar falsos
positivos y reacción cruzada con otros antígenos parasitarios. Reacción de inmunofluorescencia
indirecta: es específica pero está sujeta al operador. Enzimoinmunoensayo: es la que más se
está utilizando en la actualidad, debido a que tiene mayor sensibilidad y especificidad.
Serología de E. granulosus
Pueden utilizarse varias técnicas como ELISA, hemaglutinación indirecta y aglutinación con látex.
Las sensibilidades varían entre el 85 y 98% para quistes hepáticos, 50-60% para lesiones quísticas
pulmonares y del 90-100% en lesiones en múltiples órganos. Se debe tener en cuenta la
posibilidad de falsos positivos por reactividad cruzada con cestodos como Taenia solium y E.
multilocularis, helmintos, en casos de cirrosis hepática y en presencia de determinadas
neoplasias. Existen test confirmatorios para casos dudosos como el Test arc-5 e inmunoblotting
para antígenos parasitarios (Antígeno B). La determinación de IgE e IgG4 específicas no
presentan ventajas sobre el resto de técnicas serológicas; suelen verse elevaciones en presencia
de ruptura del quiste hidatídico.
Técnicas de imagen
Las técnicas de imagen más utilizadas en el diagnóstico del quiste hidatídico son:
• CE1: Lesión unilocular activa con contenido anecoico y uniforme. La pared del quiste es visible
en forma de una doble membrana, ocasionalmente se evidencia “arenilla” y si se cambia de
posición al paciente, al movilizarse dicha arenilla hidatídica se produce el signo de los “copos de
nieve”.
• CE2: Lesión activa consistente en múltiples vesículas hijas y septos que pueden adoptar
diferentes disposiciones: “rueda de carro”, “panal de abejas” o “roseta”. El contenido de la
lesión presenta ecogenicidad mixta.
• CE4: Estado inactivo. Suele presentar un contenido heterogéneo que no presenta vesículas
hijas. Puede presentarse ocasionalmente con una conformación en espiral con zonas ecóicas y
anecóicas formando el signo del “ovillo de lana”.
• CE5: Estado inactivo del quiste. Se forma una gruesa capa calcificada en la pared del periquiste.
Se genera una sombra acústica inferior a este contenido calcificado. Dicha calcificación suele
correlacionarse con la muerte del parásito.
• Activas (CE1 y 2)
• Transicionales (CE3)
• Inactivas (CE4 y 5)
TRATAMIENTO:
QUIRÚRGICO: la extirpación de los quistes sigue siendo el tratamiento de elección. Las técnicas
a seguir dependen de la localización, tamaño, estado general del paciente, etc. En todas se
procura evitar la ruptura del quiste y el peligro de choque anafiláctico o de siembra de escólices
en las serosas y producción de hidatidosis secundaria.
BIBLIOGRAFÍAS
https://seq.es/seq/0214-3429/28/3/farinas.pdf
http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/hidatidosis.html
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-chilena-cirugia-266-articulo-diagnostico-
tratamiento-seguimiento-hidatidosis-S0379389316301399
file:///C:/Users/FAMILIA/Downloads/Dialnet-HidatidosisHumanaEnElPeru-5168782.pdf
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchcir/v60n6/art15.pdf