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Honorable Donald Guerrero, Ministro de Hacienda

Señor Rafael Paz, Director de Competitividad

Señora Maribel Villalona, Directora de Planificación y Proyectos del Ministerio de Turismo

Representantes diplomáticos

Queridos amigos que nos acompañan

Quienes me conocen saben que la relación de mi familia con República Dominicana nació
como un amor a primera vista; un amor que se ha fortalecido con el paso del tiempo y el
calor de su gente.

Nuestra llegada a la República Dominicana, hace 45 años, fue un regreso a nuestros


orígenes, ya que, en 1520, parientes directos de mi abuela materna partieron desde Santo
Domingo hacia las islas de Cubagua y Margarita, en las costas venezolanas, las cuales
ayudaron a establecer.

Hoy, nuestros tres hijos y diez nietos ven a este país como su segunda casa. Y estoy
sumamente orgulloso de que nuestra compañía lo haga también.

“Relaciones locales, negocios globales”. No hubiera sido posible dar un mejor título a este
encuentro donde coincidimos empresarios amigos de distintas partes del mundo con un
interés en común: seguir reconociendo las oportunidades y el potencial de este gran país y
contribuir a capitalizarlas para que se materialicen en crecimiento económico y bienestar
social.

Todos los que estamos aquí reunidos nos desempeñamos en distintos sectores, tenemos
diferentes rutinas, conocimientos, objetivos…, pero, sin lugar a dudas, coincidimos en un
punto trascendental: el gran respeto y admiración por la República Dominicana. Es una
nación que cautiva al mundo con su hospitalidad y su gran deseo de superación, atributos
que la posicionan como un polo de desarrollo vital para nuestra región.

Su crecimiento económico ha sido uno de los más fuertes de América Latina y el Caribe en
los últimos 25 años. Los datos más recientes de las autoridades muestran que el
crecimiento económico, durante el 2018 rondó el 7%, algo que nos debe inspirar a todos.

Nuestros países son ricos en atractivos turísticos, agrícolas, minerales e hidrocarburos que,
junto a otros atributos, están llamados a atraer aún más y mejor inversión y, a la vez, más
y mejor calidad de vida para nuestros pueblos.

Esa es la ruta que está recorriendo la República Dominicana. Y el esfuerzo para completarla
involucra al Estado, a la empresa privada y a la ciudadanía. Por eso, hago un llamado para
que sigamos poniendo a disposición nuestras experiencias para afrontar los retos del país.

En Cisneros seguiremos impulsando temas relevantes, como el fortalecimiento de la


productividad local, el apoyo sociocultural, la calidad de la educación y el cuidado del
medioambiente. Es por ello, que invito a todos los presentes a que, desde sus áreas y
sectores, sigan esforzándose por el desarrollo de este mágico país. Recordemos que el
crecimiento de nuestros negocios solo será posible si éste viene de la mano de un desarrollo
responsable y sostenible de nuestro entorno.
Y antes de finalizar me gustaría referirme a mi querida Venezuela. Como ustedes saben,
mi país atraviesa una situación por demás precaria. Se encuentra en un punto de quiebre
en el que no ha sido posible el diálogo.

En momentos así, debemos huir de la impotencia e insistir en trabajar al menos en dos


direcciones. Por un lado, la que nos lleve a una salida viable que permita a los venezolanos
vivir en democracia absoluta, construida a partir del libre ejercicio del voto en elecciones
organizadas por una autoridad electoral imparcial y legítima.

Por otro, la que nos permita lograr un estado de paz que sirva de instrumento de concordia
y reconciliación, y que con ellas todos podamos contribuir con el renacimiento de una patria
de amor y prosperidad.

Finalmente, saludar y agradecer a los embajadores que nos honran con su presencia esta
noche. Hago llegar un saludo especial a la excelentísima Embajadora de los Estados
Unidos, Robin Bernstein, quien llegó hace poco tiempo al país para representar los
intereses del principal socio comercial de la República Dominicana, un país cuya intensa
agenda con nuestros países está marcada por las inversiones, las relaciones migratorias,
la cooperación y el apoyo en la evolución de las libertades democráticas. Es un gran honor
que nos acompañe, Embajadora Bernstein.

También hago llegar un saludo muy especial y entrañable a los excelentísimos embajadores
de España, don Alejandro Abellán; Canadá, doña Shauna Hemingway; Reino Unido, don
Chris Campbell; y Francia, don Didier Lopinot. Es un placer contar con su presencia.

A todos, muchas gracias por acompañarnos. Disfruten de la velada.

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