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Entre la debilidad y el amor propio

ENTRE LA DEBILIDAD
Y
EL AMOR PROPIO

UNA HISTORIA REAL DE DOS MUJERES A LAS QUE EL AMOR NO


LES FUNCIONABA
[Contada en tiempo real]

AUTOR
Andrés Alfonso Laverde

Bucaramanga, Colombia.

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Entre la debilidad y el amor propio

CAPITULO 1

MUNDOS DISTINTOS

Laura toma café, cruza la pierna y retoma la


lectura de su libro favorito como si la vida
allá afuera le importara poco. Está
despeinada y aun usa su pijama tradicional
que poco enseña su cuerpo… su vida es
tranquila mas no perfecta, porque también
tiene altos y bajos que a veces la dejan sin
su verdadero color. Camila, por otra parte,
se ha levantado temprano y se ha puesto
guapa. Ha usado su mejor perfume y ha
llenado su cara de maquillaje extra para
ocultar esas pequeñas imperfecciones que
le producen inseguridades. No deja de
verse en el espejo para ultimar detalle a
detalle cada cosa que trae puesto. No va
para una cita, no tiene a alguien en su vida,
no tiene una entrevista de trabajo.
Simplemente espera coincidir en esa hora

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Entre la debilidad y el amor propio

exacta programada en su reloj para seguir


adelante y terminar lo más pronto el sexto
semestre de su carrera profesional en
trabajo social. Es inteligente, guapa y muy
libre, pero tiene miedos, inseguridades y a
veces hasta verse en el espejo y notar cosas
raras la hace sentir horrible.
En la página doscientos cuarenta y cinco,
Laura sabe que le ha cogido la tarde para ir
a arreglarse y tomar el auto bus para asistir
a su clase de inglés y francés en la universal
donde cursa su carrera de ingeniería
industrial. Entonces corre al cuarto y lanza
su libro sobre la cama sin dejar que el
separador de lectura se desprenda de esa
parte interesante que la ha dejado con
ganas de más. Deja caer rápidamente sus
prendas y toma su toalla y se va a quitarse
las perezas y las excusas en su ducha. Es
dinámica y tarda poco allí. Es muy
descomplicada con lo que usa porque todo
le queda bien y tiene claro que se viste para
ella todos los días, no para alguien en

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Entre la debilidad y el amor propio

concreto. Sale de su casa a medio peinar,


con su bolso a mitad hombro intentando
guardar su teléfono. Lleva prisa pero en su
mente vacila la idea de que tal vez ha
olvidado algo importante, pero no se
detiene. Si algo ha aprendido de todas los
cosas que le suceden es que, ante todo es la
tranquilidad de llegar a tiempo, de estar
donde pueda sentirse bien y de invertir su
tiempo con personas que tengan la
disposición de sumar porque su vida no es
un derroche de oportunidades.

Laura, es ese no sé qué que cualquier


hombre quisiera tener pero que no puede.
Ella sabe que las palabras son solo adorno e
información barata que desde siempre han
funcionado para atrapar mujeres ingenuas.
Tiene muy claro que si algo importa en la
vida de una mujer que se valora, es lo que
cada hombre tiene en su alma y en su
corazón, porque algunos solo llevan basura
en su cerebro y demasiado deseo en su

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Entre la debilidad y el amor propio

carne. No tiene prisa, no se incomoda si el


amor que espera tarda un poco más en
llegar. Su misión es seguir adelante con
aspiraciones, con metas y con objetivos
claros. En su mente no cabe nuca la idea de
coincidir por miedo a la soledad. Es
peligrosa por saber el lugar que tiene y
merece en el mundo. Camila es buena
mujer, no es mala, ni fácil, ni loca.
Simplemente es distinta en el cómo percibe
las cosas y las hace suyas. Ha sufrido
muchas derrotas, muchas mentiras. Ha
caído siempre en los halagos y se ha dejado
cautivar por las palabras lindas y las
promesas falsas que solo van de paso. Ella
quiere amar, quiere ser feliz, quiere no
volver a ver sus lágrimas estrellarse contra
el piso por culpa de alguien. Pero su corazón
es débil y siempre termina en esa horrible
sensación de las decepciones. Son dos
mundos distintos donde amor no fluye y no
encajan de buenas a primeras. Pero con la
diferencia de que un mundo el amor propio
salva, y en otro las debilidades consumen.

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Entre la debilidad y el amor propio

CAPÍTULO 2

FILOSOFÍA DE AMOR

17 de marzo, 4:45 pm, universidad industrial


de Santander. Laura sale de su última hora de
clase y se dirige a la cafetería con ganas de
tomarse un buen café. Algunas mesas están
ocupadas, otras no tanto. Entonces se dirige
a una de ellas que tiene en la parte superior
dos envases de gaseosa sin levantar. Reposa
su bolso sobre ella y se dirige a hacer su
pedido. Ordena un capuchino y de regreso
revisa su celular, siente que quizá en alguna
de sus redes sociales exista algo interesante.
Pero no, en su bandeja de entrada de
Facebook solo hay mensajes de chichos con la
misma parla de siempre. En sus solitudes de
amistas solo tipos raros que de entrada dejan
ver su instinto animal. Minutos después llega
su pedido, toma un sobre de azúcar y lo vacía
en la taza de café. Disfruta de un primer sorbo
y deja desprender su mirada a lo lejos por el
pasillo de enfrente y ve algunas parejas

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Entre la debilidad y el amor propio

tomadas de las manos, otros diciéndose mil


cosas con ese lenguaje de los abrazos. El
contexto se pinta hermoso para la percepción
de sus ojos, parece que el amor lo arregla
todo y en el corazón de Laura nace la duda del
porque el amor a veces cuesta tanto y para
ser tan efímero.

Camila está en casa, tiene varias propuestas


desde el día anterior esperando por un sí para
salir a comer, a tomar algo y también algunas
invitaciones a cine. No sabe bien qué elegir
aunque hay tiempo de sobra porque su
maestro de facultad les dio tiempo libre al
grupo de trabajo social por la licencia que
tuvo por su enfermedad. Ella es muy es
complicada, no sabe qué plan elegir porque
tiene claro que cada invitación tiene en el
fondo un propósito. Sutilmente deduce que
todos quieren algo de ella y sencillamente no
es amor. Afuera el mundo solo sabe verle
como si fuese un filete de comida y eso ya la
tiene harta y prevenida de todo. No es boba
y tampoco es una mujer que no aprende de
sus golpes. Pero le aburre estar en casa, le

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aburre tener su mente libre y revivir de vez en


cuando su pasado amoroso. Le asusta sentir
que aún lleva heridas que no ha podido sanar
completamente y que la soledad de un cuatro
le aviva el fuego del ayer. Entonces decide
salir, pero descarta aquellos que no dejan de
mostrar su hambre, les inventa excusas cada
vez que su teléfono repica o le contactan por
whatsApp. Es una mujer que a veces estando
lista para salir, le entra la loquera y cancela
cualquier cita.

Laura, llega a casa siendo ya las 7: 56 pm.


Cansada de su viaje en metro, con hambre,
con ganas de ir a su habitación y buscar la
magia de su ducha para refrescarse la vida.
Pero hoy ha sido un día diferente para ella,
pues algo de lo que vio en ese preciso
momento que tomaba café, le hizo caer en
cuenta que la vida es mejor si hay alguien que
abrace y le haga ruido al silencio de la
soledad, porque aunque esté rodea de
personas, su mundo interior es vacío y su
corazón guarda ese espacio que espera desde
meses por alguien que al parecer no tiene ni

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Entre la debilidad y el amor propio

la más mínima idea de llegar pronto. Por otra


parte, Camila sale de su casa a distraer su
mente y ha elegido el plan de cine y se ha
proyectado para romper su dieta al terminar
la película, lo ha hecho con su mejor amiga,
hoy no quiso salir con los mismos pobres
diablos de siempre que llevan en su cabeza un
cerebro vacío. A veces no es lo que parece,
porque detrás de la belleza hay miedo, y
detrás del miedo siempre hay belleza. Lo
único cierto es que, pasa otro día más en el
calendario de las dos y ninguna logra sentirse
libre y menos escaparse por un momento de
ese anhelo profundo de conocer a alguien
que realmente valga la pena. Dos mundos
distintos que quieren una sola cosa. Coincidir,
pero coincidir de verdad.

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CAPÍTULO 3
CASUALIDAD O DESTINO
Las cosas siempre llegan en el momento que
menos se esperan, el amor es tan
impredecible que de repente de un millón de
constelaciones de soledad, explota un mundo
de emociones fuertes que provocan sonrisas
y minutos interminables de insomnio y
sueños bonitos. A veces son minutos que
duran poco tiempo, a veces momentos que
alcanzan para esta vida y parte de la otra.
Dicen los que saben de amor, que todos
estamos hechos para alguien, y que ese
alguien tarde que temprano nos encontrará o
nosotros mismos llegaremos a esa persona.
Es domingo y como es poco habitual, Laura
despierta temprano, siendo más exactos; seis
y diez de la mañana. Algo que desconfigura el
orden de ideas que tenía en mente desde el
día anterior. Toma su celular y le echa un
vistazo entre esa extraña sensación de sueño

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Entre la debilidad y el amor propio

y pereza. Lo tira a un lado y se recoge un poco


el pelo. Ni siquiera voltea a ver su espejo, en
el fondo su subconsciente sabe que no hay
peor desastre en sus mañanas que la locura
de un cabello que no obedece y la apariencia
de unos ojos horribles de momento que se
niegan a despertar.
Pone sus pies en el piso, camina descalza
hacia el baño mientras arregla las tiras de su
pijama. Agarra su cepillo de dientes, le aplica
pasta y como es rutina, cuida de ello porque
le encanta enfrentarse al mundo con una
buena sonrisa. Se siente sexy, guapa,
atractiva y muy mujer por los secretos que
esconde su intimidad. Sonríe en su espejo de
cuerpo completo, suelta su cabello y
seguidamente comienza a seducir su espacio
y su espejo desnudándose lentamente y paso
a paso.
Su camisilla rosada se desprende de sus
hombros y con delicadeza la toma con sus
manos hasta brindarle la libertad a su silueta.

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Entre la debilidad y el amor propio

Tuerce sus brazos y desprende su sostén


como si a la naturaleza de su piel le hiciera
falta ternura y fuego. Momento épico donde
el silencio disfruta de la intimidad de una
mujer, sin nada de morbo.
Sus pechos se sostienen por la firmeza de su
piel, su cadera intentan moverse un poco
hasta provocar que se ropa interior se deslice
por sus piernas hasta caer al piso. Entonces
está desnuda, está por encima de todos los
estándares de belleza que ha podido crear el
universo.
Ligeramente camina a su ducha y abre con
mucha cautela la llave de la regadera, feliz y
con la piel enchinada, levanta su rostro para
recibir con agrado aquellas primeras gotas de
agua fría sobre su cuerpo. Ama cantar
cuando nadie la ve, cuando puede ser libre en
su espacio y consentida por la espuma de su
shampoo.
Allí el tiempo no pasa tan rápido para ella, allí
la magia de sus secretos podría describirse

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Entre la debilidad y el amor propio

como un universo sin descubrir, pero que


espera ser ganado y explorado por un
verdadero loco por la ciencia del amor.
Camila llegó tarde a su casa después de la
película que vio con su amiga en el cine. Es
una regla de oro entre mujeres contarse las
cosas de principio a fin si la amistad es
grande, además entre chicas siempre hay
tema de qué hablar y razones para quedarse
un poco más de tiempo. Entonces decide
levantarse tarde, al menos su reloj esta vez no
está programado para repicar a las seis am. Si
algo tenía claro desde esa noche que llegó
tarde a casa, era que al día siguiente no habría
gym y menos su rutina habitual de salir a
montar bici por su ruta preferida,
Bucaramanga, florida. Kilómetros necesarios
para sentirse como nueva y en forma. Es
exigente cuando se trata de ejercicio, pero es
una gueva cuando se trata de levantarse
temprano después de haber perdido largas
horas de sueño.

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El tiempo pasa demasiado rápido, camila no


se percata que son las diez y cuarenta y cinco
ya en su reloj, pero la despierta el ruido de la
tele en su sala. Hace caso omiso y da algunas
vueltas en la cama tratando de volver a
conectar con ese merecido descanso que está
perdiendo por culpa de su hermano y su
amigo, que acaban de llegar de hacer algunas
horas de ejercicio.
Cantan como locos, ríen, gritan y de seguro
ninguno de los dos se había percatado que
ella descasaba en su habitación, estaban tan
metidos en su cuento de contarse cosas de
sus amores tóxicos que ninguno tuvo ojos
para ver su bicicleta en el patio y su trajes
deportivos en la cuerda de ropas. Pasaron
todos esos detalles por alto. Hasta que camila
no soporta el ruido y se llena de malgenio que
decide salir en su pijama corta, sin sandalias y
con su cabello desarreglado como si hubiese
pasado un tornado ceca de él, para gritarles…
respeten, estoy descansando, dejen el
alboroto. Por favor. Juan Carlos, el amigo de

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su hermano muestra cortesía y la saluda,


inmediatamente le baja el volumen a la tele y
muy achantado solo sabe sonreírle a media
boca sin la más mínima valentía de verle tan
siquiera disimuladamente su bella figura.
Parecía un tipo diferente, él se sentía así. Ella
también lo notó en seguida. Habían sido
pocas veces que los dos cruzaban palabras,
que se saludaban así personalmente después
de haber conocido el lado más horrible y
grosero de la mujer que seguramente alguna
vez en la calle vio pasar y no se parecía en
nada al ogro que tenía en ese momento
frente a sus ojos. Se sintió de inmediato
horrible, pero no supo reaccionar, así que
para disimular se sentó en el sofá y puso los
cojines sobre sus piernas y como si nada
recogía su cabello. Su mente estaba en
blanco, pero en cada segundo que pasaba
empezaba a notar que su día estaba
empezando de la peor manera. Pero qué
chica por más atrevida que sea se siente bien
frente a un hombre que pocas veces ha
tratado en un short de pijama semi ajustado

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y sin pantis. Con una camisilla de escote que


usa desde toda su vida por costumbre sin
sostén, sin sandalias y como si fuese poco con
los ojos achinados y sin peinar. Su mundo es
un caos en ese momento, pero no es una
mujer fácil de intimidar, entonces usa los
recursos que tiene para taparse y entre ellas
su gato, el consentido de la casa. Juan calos y
camila cruzan algunas palabras mientras su
hermano sale termina de arreglarse para salir
seguida. Momento importante donde unas
pocas palabras bien dichas son suficientes
para dejar cualquier historiar en puntos
suspensivos con ganas de más.
Pasan cinco o seis minutos y Juan Carlos ya
debe irse junto con su hermano. Se despiden
como si nada, es decir, sin un abrazo o beso
en la mejilla. Solo se dejan como señal de un
“ojalá nos volvamos a ver” una sonrisa
picarona y un adiós tradicional. Su hermano
se despide, le deja dicho a su madre que
llegará tarde a casa, que no se vaya a
preocupar porque estará en el campeonato

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de futbol con su equipo de siempre. Camila


asegura la puerta, se siente rara, tanto que
corre las corinas de su ventana un poco para
ver como se alejan ellos por la calle. Siente
pena, siente alegría, siente su mundo un poco
alocado por descubrir ese no sé qué de su
extraño comportamiento. Pero no le da tanta
mente y camina a cuarto para arreglarlo y
tomar su ducha. Intenta sentir paz, pero es
casi imposible, algún veneno de conectaba su
corazón con el de ese muchacho que de la
nada le puso el mundo patas arriba…
Laura, por otra parte termina de tomar su
ducha y decide ponerse guapa para salir de
paseo con su amiga y confidente de siempre
al cerro el santísimo, en Floridablanca. Pero
en su cabeza y en su corazón, jamás se cruza
la idea de que hoy el destino también le
depara algo increíble para su vida. Inocente
de ese bello regalo que la vida le tiene, arregla
su bolso con lo necesario y va al teléfono fijo
para llamar a su amiga y confirmarle que va
en camino. Cuelga la llamada y sin más abre

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la puerta de su casa y camina sin percatarse


que en cada paso dado, más cerca está de
darle a su vida un giro inesperado…

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CAPÍTULO 4
“Una hora antes de coincidir”

Laura camina en dirección a casa de su amiga


que no queda a más de seis cuadras de la
suya. Después de unos pocos pasos no
soporta el ruido de la cuidad y entonces con
su mano derecha desata su bolso de su
hombro izquierdo y busca entre sus cosas sus
auriculares y su teléfono para escucharse
durante el camino algunas de sus mejores
canciones, quiere olvidarse de los sonidos
desgastantes de los vehículos y sus pitos
exigiendo el paso como si al hacerlo la vida
alcanzara para más tiempo. Sonríe y en su
mente solo susurra una palabra que jamás le
falta “tontos”. Le gusta silenciar el mundo
con música, a su paso su cerebro solo sabe oír
lo que su celular le trasmite a exagerados bits.
De esta forma los idiotas que jamás
aprendieron a respetar a una chica se joden,

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Entre la debilidad y el amor propio

porque sus porquerías y sucias palabras no


llegan a sus oídos.
El semáforo esta en rojo para los vehículos,
para los peatones en verde, entonces en su
camino hay cero obstáculos, se siente en cada
paso guapa, atractiva, única. En cada canción
su imaginación y sus sueños parecen no tener
límites, es otra dimensión, otra forma de vivir.
Al menos eso cree ella y así lo vive.
Como es costumbre llega a la casa de su
amiga y toca el timbre, en seguida sale ella,
una vez se sorprende y se le hace extraño que
todo vaya súper genial en el orden de ideas
que dos chicas con tantas cosas en sus
mentes han planeado, lo extraño esta vez es:
ella siempre llega tarde a todo, pero esta vez
estaba lista antes de tiempo esperando que
sonara su timbre. Laura preguntó por la
cámara, por las baterías de la misma y por las
cosas que una chica no puede olvidar para
una salida. La lonchera, el dinero y sus termos
de agua. Entonces ajustaron sus faltantes y
como si la vida las estuviese apurando se

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marcharon a la estación de metro más


cercana para tomar la ruta que las llevaría lo
más cerca posible a su destino, o bueno, en
realidad a la vía principal donde su recorrido
a pie apenas estaba por comenzar.
Era un domingo poco transitado, las rutas de
metro estaban casi vacías, entonces su viaje
su recorrido hasta el punto planeado para
iniciar su ascenso, solo les duro menos de
veinte minutos.
Laura, la experta en rutas de metro, en
caminatas y una exploradora sin remedio, le
anuncia a su amiga que en la próxima parada
deben bajarse. Ella le escucha mientras se
recoge el cabello y se alista para bajar del
vehículo.
Descienden de él y cruzan la calle con mucha
cautela. Caminan menos de 10 minutos y se
detienen para ajustar su tenis, sus cabellos
lacios y sus bolsos de colores vivos. Están
justo en frente de ese camino que consta de
más de 8 kilómetros entre terreno plano y

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Entre la debilidad y el amor propio

terreno empinado. Se sienten unas guerreras,


unas duras como si fuese su enésima vez en
subir, que en realidad es la segunda vez de
Laura, y la primera a pie para su amiga de
toda la vida.
Es una vía muy transitada por turistas,
deportistas, y gente de la zona, entonces no
existe el miedo, ellas saben que estarán a
salvo y que en sus mochilas llevan los
necesario para sobrevivir a sus estómagos
impacientes.
Por el camino, hablan de todo, hablan como
si no se hubiesen visto desde unos diez años
atrás. Ríen, corren a ratos y se distraen a cada
instante disfrutando de la naturaleza que las
rodea y del aire fresco del campo. Detrás de
ella caminan también dos chicos, quizá a unos
cincuenta o sesenta metros, parecen
distraídos y sin la más mínima intención de
unirse al parche. Laura siempre está atenta a
todo por más feliz y distraída que esté.

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Entre la debilidad y el amor propio

Camila termina de arreglarse, se dirige hacia


la cocina y prepara algo ligero para su
desayuno, ya no está horrible, está muy
guapa. Huele rico, su cabello rubio está liso,
bien arreglado y desprende por el
movimiento de la brisa, un olor que enamora.
Termina su desayuno y va a su estudio y
enciende la computadora, revisa su correo y
pone algo de música suave para relajar su
mente. Le parecen aburrido las ciento de
notificaciones de plataformas educativas en
las que se ha inscrito. Entonces revisa solo lo
que corresponde de carrera, los descarga y se
le da por abrir su Facebook en la pc. Cosa que
nunca hace porque para eso tiene su
teléfono. Pero cuando las cosas están
destinadas a ser y a pasar, suceden por alguna
razón.
Nunca sabemos por qué el destino actúa así
tan de repente, pero el universo es sabio, es
justo, usa todo lo que hay hasta hacer cumplir
lo que ya parece estar escrito con hora y
fecha exacta en los planes de Dios. Pues eso

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Entre la debilidad y el amor propio

mismo estaba sucediendo en tiempo real en


la vida de dos mujeres que del amor, solo
querían esconderse para no terminar rotas
por personas efímeras.
Su celular estaba en su mesa de noche
conectado a su cargador, entonces fue la
razón única que usó el destino para llevarla a
una pantalla donde su vida estaba a escasos
segundos de pintarse de más color.

Mañana es el final, no se la pierdan, los amo,


esto está brutal gente.
Una vez más gracias por leerme.
Los amo.

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