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LLUVIA DE IDEAS: CULTURA, POBREZA Y POLÍTICA

En el represente texto se pretende dar cuenta del inicio de un proceso de planteamiento de problema. Se
parte de la selección de un tema o temas y de allí a la posterior derivación de preguntas orientadoras.
Luego de este primer momento se abordaran cuatro investigaciones que, aunque no refieren todas al
mismo problema o tema, son susceptibles de relacionarse en un sentido conceptual y metodológico, así
como en los intereses que las justifican y los resultados que obtienen. A partir de ello, se busca generar
algunos nuevos cuestionamientos que direccionen futuras consultas bibliográficas para la formulación del
propio proyecto de investigación monográfica.

Para la lluvia de ideas no parto de un tema general sino de tres grupos de categorías, que refieren a
diferentes fenómenos abordables de diferentes modos cada uno y entre sí. En primer lugar, en referencia
a la cultura se encuentran conceptos como representación, representación social e imaginario social, cada
una corresponde a diferentes enfoques teóricos e incluso cada una está más asociada a unas disciplinas
que a otras. En segundo lugar, está el grupo de categorías que refiere a la clasificación social, incluyendo:
clase social y pobreza; de nuevo se encuentra que cada una de ellas puede ser entendida desde diferentes
esquemas teóricos y conceptuales, que en este sentido traen consigo implicaciones teóricas y
metodológicas características. En tercer y último lugar, se encuentran los conceptos de otredad e identidad,
siendo el segundo un fenómeno que bien puede encerrar el primero. Por otro lado, los fenómenos
designados con estos términos son susceptibles de ser estudiados en diferentes objetos y sujetos; en el
trabajo que se comienza a emprender me he interesado principalmente por “productos culturales” tales
como el cine, la música y la literatura, sin excluir por ello la posibilidad de consultar prensa, documentos,
redes sociales y otras fuentes de datos e información.

Continuando con el proceso he decidido realizar directamente una pregunta que relacione los temas de
interés, dejando la posibilidad de enriquecer o complejizar el análisis pretendido con la incorporación de
otros fenómenos, como se explicará a continuación. La pregunta formulada es: ¿Cómo se representa la
pobreza en los principales productos culturales de Colombia? (Se puede incluir “representa el imaginario
social” o “manifiesta la representación social” en vez de “representa” solamente, o “pobres”, “clase
trabajadora” o “clase baja” en vez de “pobreza”; evidenciado la elección teórica o conceptual que se llegue
a considerar pertinente). En este punto habría que preguntarse cómo la delimitación conceptual a partir de
una o varias teorías contribuyen a la delimitación del objeto y así la concreción de un método adecuado,
pues encontramos elementos escuetos como “principales productos cultural” y “Colombia”. Es
importante decir que dicha delimitación también puede obedecer a una conveniencia más acorde a la
contingencia del investigador y a la investigación misma. Volviendo a lo dicho anteriormente, considero
que, tomando en cuenta elementos de las investigaciones consultadas, para dar más riqueza en la
explicación causal se podría abordar la relación de esta “idea” de la pobreza en políticas locales, nacionales
o internacionales que pretendan ocuparse del fenómeno de la pobreza.

La investigaciones consultadas fueron: La complejidad de un rostro. Representación social de la pobreza:


un estudio comparativo intercultural, realizada por María Estela Ortega, (2006), doctora en psicología
social; La construcción del imaginario sobre la pobreza en el cine mexicano, investigación llevada a cabo
por la maestra en Comunicación y doctora en ciencias políticas y sociales Siboney Obscura (2011); El
Banco Mundial en el país de la desigualdad: políticas y discursos neoliberales sobre diversidad cultural y
educación en América Latina, de Eduardo Domenech, maestro en educación y demografía y doctor en
sociología; y la reconocida investigación periodística del historiados Owen Jones (2001, Chavs. La
demonización de la clase obrera.

Como vemos, se logra evidenciar la ya mencionada diferencia disciplinar y temática de las investigaciones
escogidas, todos se enmarcan dentro de las ciencias sociales pero sus objetos e intereses académicos e
incluso políticos varían a pena de las múltiples convergencias que serán tratadas aquí. Antes de proseguir
es necesario aclarar algunas cuestiones referentes a los temas y por qué se consideré idóneo escoger estos
estudios, cosa que puede no resultar evidente hasta el momento; principalmente se buscó lograr diversidad
en los objetos o sujetos de estudio abordados en las investigaciones, así vemos- según el orden de mención-
la escogencia de personas de clase media, películas del cine mexicano desde los años cuarenta del paso
siglo hasta inicios del presente, documentos del Banco Mundial referentes a la institución y sus programas,
y la prensa británica junto a programas de tv y redes sociales; por otro lado está el fenómeno a estudiar
que va desde representaciones sociales de una clase social hasta el estereotipo sobre la clase trabajadora
en Inglaterra, pasando por el imaginario de la pobreza en el cine mexicano y el discurso de una institución
en torno a la educación y la desigualdad.

Podría señalarse que lo que une a estas investigaciones, además de explicar “la idea”-por llamarlo de
alguna forma- que se tiene en relación al fenómeno de la desigualdad, es el interés en lo que, desde una
visión más ética que académica, se percibe como un problema social, cultural y político, no solo
económico; así, cada investigación busca desvelar aquello que está detrás de dinámicas de la reproducción
de la pobreza, ya sea en el ámbito cultural o político. Esto lo veamos en algunos comentarios de los
autores en las conclusiones, en la justificación de la investigación o incluso en toda la extensión de trabajo.

Estos trabajos son abordados desde diferentes enfoques teóricos, aunque se pueden relacionar según el
fenómenos es similar. En las dos primeras investigaciones se usa la categoría de representación social
desde el psicólogo social Serge Moscovici; no obstante, la investigación del cine mexicano incorpora
elementos de la antropología y la semiótica – que no logran ser tan evidentes en el artículo como en la
investigación doctoral de la que se deriva este- como campo, ideología, cultura, texto y discurso, mientras
la investigación de Ortega está mucho más inmersa en la psicología social. Por otro lado, la investigación
sobre el Banco Mundial no explicita muchos insumos teóricos pero si algunos elementos conceptuales de
crítico del neoliberalismo como “multiculturalismo conservador”. “Estado complementario” o
“neutralización de la función educativa”. Luego encontramos la investigación periodística Chavs que
como tal no tiene una pretensión académica y por esto no incluye un esquema teórico o conceptual para
el análisis; no obstante, por una razón más política que académica incluye el concepto de clase desde una
mirada básica de Marx.

Para no extenderse en aclaraciones o profundizaciones innecesarias se retomaran los resultados de manera


superficial y resaltando los puntos de convergencia e interés para el planteamiento de problema que aquí
se comienza.

La investigación sobre representaciones sociales de la pobreza e interculturalidad busca encontrar


relaciones de similitud y diferencia entre varios sujetos de diversas nacionales que fueron entrevistados,
y halla que “Las similitudes están en el aspecto social ligado a la pobreza y las diferencias en los
elementos periféricos que se refieren a los aspectos cotidianos, permitiendo variaciones y protegiendo los
elementos centrales” (Ortega, 20011; Pág. 161). Así distingue elementos como la religión y el
individualismo que son más propios de unos países que de otros, pero en general encuentra que en términos
de causalidad hay dos variantes, en una se le atribuye responsabilidad a la sociedad y al Estado y en otra
al sujeto mismo por su condición.

En relación al cine mexicano la autora encuentra, a través de una revisión histórica que relaciona las obras
y su entorno artístico con el contexto político y social, algunas categorías que agrupan formas similares
de narrar la pobreza; de los cuarenta a los setenta se distinguen el “maniqueísmo sentimental, “el
costumbrismo populista” y “la desmitificación subversiva”, y de los setenta hasta la realización de la
investigación (2010) persisten, no si ciertos cambios, “la falsa denuncia”, “la representación neopopulista”
y “la visión crítica y reflexiva”. Entre estas seis formas hay alguna correspondencia de carácter ideológico
que se podrían asociar con ideologías conservadoras y otras de carácter más progresista.

Domenech en su análisis del discurso de Banco Mundial identifica, exponiéndolo a grandes rasgos, una
visión neoliberal de la educación que pretende asociarla a una racionalidad económica anteponiendo
preceptos mercantiles de eficacia, calidad y eficiencia. A través de diferentes programas y declaraciones
se vislumbran las referencias a la educación como una mercancía y la desigualada social como un producto
de la falta de esta, todo ello v bajo la lógica de que si un individuo tiene las herramientas puede
voluntariamente ascender socioeconómicamente, lo que lleva a invisibilidad problemáticas estructurales.
En este sentido la inclusión de los excluidos es una incorporación dentro de la marginalidad del sistema
económico, sin pensar en modificar su lógica, y con la preocupación de que estos grupos excluidos sean
obstáculos para el mismo mercado, en la medida en que puedan generar conflictos o ser una carga.
Siguiendo con esta lógica, se llega a la idea de una instrumentalización de las políticas para “combatir” la
pobreza y se indica los gobiernos una opción por hacer del Estado un complemento del mercado.

Por último, se pueden resumir de una manera muy breve y algo simplista los resultados de la investigación
de Owen Jones. En este libro muestra a partir de nueve capítulos cómo el estereotipo de chav ha sido un
instrumento en el discursos del partido conservador y neolaborista de Inglaterra para demonizar a la clase
obrera o simplemente invisibilidad su existencia como un amplio sector de la sociedad. Con la palabra
chav se identifica a aquellos jóvenes de barrios bajos o conjuntos de casas de interés social, a los cuales
se les acuda de drogadictos, delincuentes, ignorantes, racistas y parásitos del Estados de Bienestar. El
autor argumenta como a través de los medio de comunicación -incluyendo al cine, la televisión y la prensa-
, se muestra una idea según la cual este estereotipo representa la nueva clase trabajadora, en contraste con
la honorable clase obrera de antaño que con la supuesta reducción de la pobreza y el desarrollo económico
ha desaparecido, quedando algunos “sucios” rastros que no ascienden porque no quieren. En este sentido
se invisibiliza lo que Jones rastrea como un resultado social y económico de la desindustrialización
posterior a los políticas neoliberales que se han venido instaurando a partir del gobierno conservador de
Thatcher a finales de los setenta. Expone como esta idea de la clase trabajadora se ha vuelto parte del
sentido común, incluso en los sectores autodenominados de izquierda –como evidencia el en su propio
círculo cuando oye chistes sobre chavs, lo que lo llena de una profunda indignación que posteriormente
se convierte en este trabajo-.
Todos los trabajos convergen en que hay varias representaciones, ideas, imaginarios, o como se le quiera
denominar, de la pobreza; resaltando, no obstante, que hay una predominancia de una visión conservadora
que asocia esta condición a la elección individual y desconoce o invisibilidad las condiciones estructurales
en términos materiales y simbólicos que impiden una sociedad igualitaria.

A manera de conclusión quisiera intentar formular algunas preguntas que guíen el proceso de búsqueda
bibliográfica en sentido teórico y metodológico:

 ¿Qué categorías referentes a la cultura permiten comprender de forma más adecuada el proceso de
construcción de la pobreza en consonancia con un conjunto de relaciones de poder social, cultura
y económicamente determinadas?
 ¿A través de qué objeto o sujeto se puede aprehender de forma propicia la importancia a nivel
social de las referencias culturales de pobreza que son dominante en la sociedad?
 ¿Cuáles son los aspectos de la sociedad y sus dinámicas a nivel micro y/o macro que más pesan
en relación a la reproducción de la pobreza desde una visión más que económica?

Referencias

Domenech, E. (2007). El Banco Mundial en el país de la desigualdad: Políticas y discursos neoliberales


sobre diversidad cultural y educación en América Latina. En Cultura y neoliberalismo. Buenos
Aires (Argentina): CLACSO.

Jones, O. (2012). Chavs: La demonización de la clase obrera. Capitán Swing.

Ortega Rubí, M. E. (2006). La complejidad de un rostro. Representación social de la pobreza: un estudio


comparativo intercultural. Trayectorias, 8(20-21).

Obscura Gutiérrez, S. (2011). La construcción del imaginario sobre la pobreza en el cine


mexicano. Cultura y representaciones sociales, 6(11), 159-184.

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