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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS ESP

NOMBRE: Anchatuñ Padilla Jonathan

Rutas gastronómicas

Las rutas gastronómicas permiten desarrollar economías locales y posicionar destinos


turísticos. La gastronomía de Esmeraldas es considerada la más afrodisiaca del Ecuador,
sus recursos turísticos naturales y culturales son muy visitados por turistas; lo cual ha
motivado al desarrollo del presente estudio considerando que en Ecuador aun no existen
Rutas Gastronómicas. El objetivo de la investigación es diagnosticar el turismo
gastronómico en los cantones Esmeraldas, Atacames y Rio Verde mediante una
caracterización del destino y la aceptabilidad de la creación de una ruta gastronómica
dentro de la Provincia de Esmeraldas, realizada in situ. Los resultados demuestran que la
Provincia de Esmeraldas cuenta con potencial turístico gracias a sus playas y gastronomía
mientras que la infraestructura turística, viabilidad, medios de transporte, calidad del
servicio de alojamiento imperiosamente deben mejorarse a través de inversión pública y
privada. Finalmente se obtuvo un grado de satisfacción alto en cuanto a la creación de una
ruta gastronómica.

Patrimonio Alimentario y sus campos de aplicación

El patrimonio cultural intangible se expresa en los siguientes ámbitos, entre otros: las
tradiciones y expresiones orales, incluyendo el lenguaje como el vehículo del patrimonio
cultural intangible; las artes escénicas (como la música, la danza y el teatro); las prácticas
sociales, los rituales y los acontecimientos festivos; el conocimiento y las prácticas relativas
a la naturaleza y al universo, y las artesanías tradicionales. Aunque la culinaria o cocina no
forma, obviamente, parte del patrimonio cultural monumental de un país, en la misma
forma que un templo o una escultura, sí es claro que ella, no obstante tener un fundamento
material al mismo nivel que la música, forma parte del patrimonio cultural llamado
intangible. La cocina, en efecto, como, por lo demás, todas las artes, tiene una base física o
material que es la que, impresionando alguno de nuestros sentidos o la sensibilidad en su
conjunto, produce en nosotros la emoción de la belleza y del placer a ella asociado; belleza
que es, según la definición de los antiguos, “la contemplabilidad y gozabilidad de la
forma”, la cual ha de referirse obviamente, en este contexto, a una forma material. Pero esta
forma material es efímera: tan pronto es creada en los fogones como desaparece en los
platos, perdurando, hasta una nueva materialización, sólo en el recuerdo de los seres
humanos.

Museo

Una idea basada en el uso de un espacio del museo local para montar una mesa con
elementos suficientes dispuestos para que los visitantes comprendan los usos y formas de
disponer la comida, tal y como apuntaban las costumbres domésticas del pasado cercano o
lejano. Esta es una idea que se ajusta a muchos y diferentes tipos de museos locales:
museos de artes decorativas, de cerámica, de arqueología, etnografía, ciencias, etcétera; en
general a todos los museos que exponen piezas destinadas a usos culinarios, gastronómicos
o bien que muestran objetos del menaje doméstico de la mesa o del comedor. También es
posible hacerlo en casas-museo de personajes ilustres, en las cuales predomine la
disposición museográfica de las habitaciones decoradas al uso de su época (period rooms) o
formulas similares.

Mercados

Las tendencias gastronómicas cambian muy deprisa. Los nuevos hábitos sociales imponen
también nuevos hábitos en la forma de comer. De los restaurantes serios y formales
pasamos a modelos diferentes que se basan sobre todo en tres variables: más informalidad,
menos tiempo y precios más asequibles. El público rompe con la rigidez de una sala, con la
formalidad que esta impone, y en muchas ocasiones prefiere otro estilo, alejado de una
carta que casi obliga a elegir una entrada, un plato principal y un postre. En esta línea surge
una tendencia que no es nueva pero que se extiende con fuerza: comer en el mercado.

Eventos

Los eventos gastronomicos son todos aquellos acontecimientos y reuniones en los cuales se
le ofrece a los invitados comida y bebida. Los eventos gastronomicos más conocidos son
los desayunos de trabajo, los almuerzos de negocio, el buffet o el brunch. También
encontramos en este tipo de eventos los cocteles, las recepciones o las cenas de negocios.

La comida y la bebida que se ofrece en los eventos gastronomicos va a depender del tipo de
evento, de la cantidad de invitados y del menú que se desea ofrecer. Por lo tanto al
momento de organizar esta clase de eventos debemos tener en cuenta varios aspectos.

Regiones gastronómicas Ecuatorianas

LA REGIÓN DE LA COSTA La Costa está marcada fuertemente por la humedad por lo


que se puede encontrar muchos cultivos propios de clima cálido como: café, cacao,
algodón, caña de azúcar, etc. además algunas oleaginosas como: coco, maní, soya, ajonjolí,
palma africana y palma real; una buena variedad de frutas tropicales, entre ellas mango,
papaya, banano, melón, piña, naranjas, etc. Además de la producción de la tierra, los
productos del mar son parte fundamental de su alimentación, mariscos y pescados de todo
género: pargo, liza, dorado, langostas, así como tiburones y morenas y mucho más con los
que se elaboran una gran variedad de combinaciones gastronómicas como cazuelas,
cocidos, sangos, salsas, bollos, etc.

Oriente

La Región Amazónica del Ecuador constituye una de las regiones ambientalmente más
importantes, en estos últimos años ha sido también una zona muy amenazada. El bosque
húmedo tropical que cubre la mayor parte de la región constituye un ecosistema sumamente
rico, por la variedad de sus recursos naturales y las ventajas y utilidades que pueden dar al
país si son bien aprovechadas y sobretodo protegidas, lastimosamente es una región
amenazada ya que representa la tasa anual más alta de deforestación, causada en gran
medida por la actividad petrolera y la colonización agrícola que si bien constituyen
ganancia económica pero son destructivas en lo que concierne al medio ambiente y en la
parte social.

Galápagos

Actualmente el turismo representa una fuerte fuente de ingresos, miles de turistas recorren
los lugares más interesantes 125 de las Islas Galápagos; constituyéndose en la base de la
economía local, recibe alrededor de 170.000 visitantes al año. La segunda actividad
económica es la pesca artesanal, los pescadores representan un grupo importante en la
economía de las islas. Aunque los suelos favorables para la agricultura son reducidos, se
podría decir que existe producción agrícola, el árbol de guayabo abunda y se extiende a la
zona colonizada del Parque Nacional. Los cítricos se desarrollan también en forma
exuberante, al igual que caña de azúcar, plátano, café y guineo. Lo importante es que cada
isla tiene sus propias plantas endémicas y también su propia fauna. Galápagos ofrece
también una comida muy rica basada en algunos mariscos y pescados exóticos como
langosta, pepinos, cangrejo y otros. Pero para preservar al mismo tiempo las especies, hoy
se consume mucho el bacalao, calamar y lisa.

Alimentos y su relación con festividades étnicas

Zamora et al. (2008), en su trabajo sobre Cocina e Identidad en el “Diario de Campaña” de


José Martí, nos reseñan que el concepto de identidad “ha seguido múltiples derroteros en
sus numerosas implicaciones con la noción del ser: su unidad, su existencia y su relación
con el cambio; es una entidad distinguible de otras análogas, en un constante proceso de
autorreconocimiento, identificación y diferenciación”. Estos autores reconocen que la
identidad cultural no implica igualdad o coincidencia de todos los grupos humanos que
integran una sociedad dada, en tanto manifiesta la unidad a través de la diferenciación; y
como signos portadores de identidad en la alimentación: la higiene, la atención a la
apariencia personal y la salud, la adquisición de conocimientos, el esparcimiento, la
creación artística, las relaciones humanas, la comunicación, la economía doméstica, la
participación política y social, la religión, las formas sociales de organización del trabajo y
otros.

Muchnik (2006) señala que en el enfoque del fenómeno alimentario no podemos aislar los
factores biológicos de los factores sociales. El acto de comer pone en juego variables de
orden diferente: la composición y las características de los alimentos, la salud del
consumidor, su identidad cultural, la dinámica de los territorios donde habita, la evolución
de las producciones y de los productores agropecuarios. Podemos calificar, entonces, la
alimentación como un “hecho social total”, que pone en interacción el conjunto de
relaciones sociales.

Las culturas tradicionales evolucionaron en una relación íntima con la naturaleza,


desarrollaron prácticas de uso múltiple y sostenido de su medio; por tanto la construcción
de una racionalidad ambiental implica el rescate de estas prácticas. Según Cartay (2004),
para que un alimento se convierta en un alimento de base no basta con que sea comestible,
pues su consumo mayoritario va más allá de la simple satisfacción de una necesidad
alimentaria, sino que se inscribe en lo más profundo de su cultura, regido por una serie de
condicionamientos culturales, entretejido con leyendas y mitos. Su consumo está
determinado no sólo por las contingencias agrológicas, ambientales y económicas, sino que
está también, en una gran parte, determinado por la mentalidad del grupo, por sus ritos
sociales, por el valor de los mensajes intercambiados cuando es consumido en compañía,
por los valores éticos y religiosos que representa, y por la posición individual y colectiva
que determinan sus factores. De allí que Montanari (1993) afirme que “si bien el hombre es
lo que come, también es cierto que el hombre come lo que es, o sea, sus propias opciones,
su propia cultura.
Rutas gastronómicas

El vínculo con la actividad turística existe en cuanto la cocina y la gastronomía, están


Trascendiendo el nivel de los servicios o facilidades y está constituyéndose en atractivo.
Escapando al análisis turístico, se observa que la cocina y la gastronomía se están
Conformando también en patrimonio, tema estudiado en profundidad por Zapata (2006).

Producto turístico
Para Cárdenas (1991:15) “es el conjunto de bienes y servicios que se ofrecen al mercado
–Para un confort material o espiritual- en forma individual o en una gama muy amplia
de combinaciones resultantes de las necesidades, requerimientos o deseos de un
Consumidor al que llamamos turista”.

Según Albert (1999) el producto vendría a ser la combinación de bienes y servicios


Ofertados a un precio global. El término “turístico” indica su inclusión en el marco de la
Actividad.

Se advierte que el producto turístico no es un elemento aislado (no es un atractivo ni un


Hotel, por ejemplo), sino es la combinación de varios elementos, a saber: los atractivos,
Las facilidades y el acceso.

Ruta gastronómica
En la literatura revisada se distinguen dos niveles conceptuales.
Rutas alimentarias
En primer lugar encontramos la ruta alimentaria, conceptualizada como un itinerario
que permite reconocer y disfrutar de forma organizada el proceso productivo
Agropecuario, industrial y la degustación de la cocina regional. Nótese que el tema
principal es la producción agropecuaria, pudiendo concluir la experiencia en la
Degustación de ciertos platos preparados en base a estos productos, es decir, no le otorga
un carácter central a la degustación de los platos tradicionales. En ese sentido, con este
Tipo de rutas, se estaría abordando el nivel productivo local y alcanzando relativamente
la cocina. (Dirección Nacional de Alimentación, Ministerio de Economía, República
Argentina, 2003).

Bibliografía:

Abu-Shams, L. (2008). La alimentación como signo de identidad


cultural entre los inmigrantes marroquíes. Zainak. Cuadernos de
Antropología-Etnografía, 30, 177-193.

ISO 690
Duhart, F. (2002). Comedo ergo sum. Reflexiones sobre la identidad cultural alimentaria.

Alberdi, D. V., García, M. A. V., & Zequeira, M. F. Integración de identidades en la cultura


alimentaria cubana. Identidad a través de la cultura alimentaria, 59.

Nunes dos Santos, C. (2007). Somos lo que comemos. Identidad cultural, hábitos
alimenticios y turismo. Estudios y perspectivas en turismo, 16(2).

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