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Al día siguiente el durazno y sus amigos buscaron a la tunita para entregarle el ponchito rojo,
ésta se lo puso y cubrió con él sus quepos.
Fue así que la tunita se sintió muy feliz al colocarse el poncho y ver que ya no podía lastimar
con sus quepos. Así jugaron los amigos muy felices.
Adaptación - CRAEIP
La uva
El durazno
La tuna
Le regalaron un poncho
Para entretenernos
Para informarnos
Receta
Cuento
Noticia
7. ¿Para qué nos sirve el poncho?
Para abrigarnos
La puntualidad
La solidaridad
La responsabilidad