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En la Medicina mesopotámica, la dolencia era un castigo divino, originado por una falta, por

eso la intervención del médico o sacerdote se iniciaba con una confesión doliente, y la
curación tenía un tinte de purificación a través de la

catarsis, y atribuida al contenido mágico del medicamento; algunos aspectos de la medicina


mesopotámica al igual que la griega, romana, egipcia, surgen de la mitología y desde
Mesopotamia se ha utilizado la serpiente como símbolo médico y tiene su origen en la leyenda
sumeria del héroe Gilgamesh que se basaba en la figura de un rey sumerio del tercer milenio
con múltiples aventuras, una de las cuales refiere que Gilgamesh se sumerge hasta el fondo del
mar para coger la planta de la eterna juventud, a su regreso en un momento Gilgamesh

de descuido una serpiente le roba y engulle la planta, rejuveneciendo, mudando su piel y


curaba las enfermedades.

El arte médico mesopotámico, sumerio, Babilónico se reunía en tres categorías de sacerdotes,


pero sólo una trataba directamente con el enfermo Baru se ocupaba del diagnóstico , causas
de la enfermedad y del pronóstico Ashipur el exorcista que arroja los demonios de la
enfermedad y Asu, sanador era el verdadero médico que suministraba los medicamentos,
Cuatro milenios antes de Cristo, en Asiria Caldea, Babilonia, los médicos sacerdotes utilizaban:

1) El Interrogatorio (examen de conciencia – catarsis)

2)La adivinación, usando el fuego: Empiromancia -, el polvo : Lecanimancia. La astrología,


usando los sueños la Oniromancia, la Hepatoscopía – examen del hígado o vísceras de
animales sacrificados, porque consideraban al Hígado como la fuente de la vida. En el Génesis
en Exequiel XII – 21 se lee "Ninrod rey de Babel Accadia en el Shinar consulta el Hígado de
arcilla

Hígado..." Existen representaciones del Hígado en arcilla con divisiones y señales para poder
identificar las lesiones.

Los augurios médicos, para predecir el futuro del enfermo y se derivan de la inspección
de la orina, de la expresión facial, de la sangre de las sangrías, para determinar los indicios de
la recuperación o muerte y la expulsión de los demonios de la enfermedad.

La higiene, los mesopotámicos, fueron los precursores de la higiene personal y pública y


utilizaron la profilaxis, al separar a los leprosos, expulsándolos de las ciudades y creando
comarcas especiales para ellos, pues la lepra desde estas épocas ya era una enfermedad
endémica.

Para los tratamientos que eran realizados por el sacerdote – médico – sanador como el Asu,
médico sacerdote "que conoce las aguas", que sabia leer y escribir, religión, literatura, los
secretos del rito, la magia, la adivinación y la astrología, materias que aprendían en el templo,
ya que la medicina era un arte sagrado.

Pero no solamente los tratamientos médicos eran ritos mágicos, religiosos, utilizaron hasta
250 variedades de plantas medicinales, sustancias minerales, y hasta sustancias animales,
emplearon el masaje, el calor, y múltiples tratamientos quirúrgicos, curación de heridas,
evacuación de abscesos, flebotomías, amputaciones, trepanaciones, operaciones de cataratas,
actos médicos que son relatados en las tablillas mesopotámicas.

Para los médicos-asirio-babilónicos la enfermedad podía ser debida a un castigo de los dioses o
a causas no sobrenaturales, teniendo como precursor mítico al dios Ea y como dios de la salud
adoraban a Ninib.
Pero el verdadero sanador, fue el dios Ningishzida que se le representaba como una serpiente
bicéfala, otro dios era Tin responsable de las cefaleas y Namturu de las afecciones de garganta,
el dios de la fiebre era Nergol pero el más nocivo era “el Séptimo Espíritu”, tan perjudicial y
agresivo que no se trataba al enfermo en los días divisibles por siete.

En Mesopotamia los médicos estaban clasificados en tres categorías:

El Baru, representaba la máxima categoría entre los médicos y su cometido era el


pronunciarse sobre la causa y la evolución de la enfermedad, su palabra era “sabia”.

El “Ashipu”, tenía un papel mágico, invocaba a los demonios para que abandonasen el
cuerpo del enfermo pecador.

El Asu, era el médico práctico, que usaba los remedios vegetales u otros medicamentos o
incluso intervenía operando, de forma profiláctica a veces, por ejemplo cuando se castraba a
los esclavos al servicio de mujeres importantes. Podían estar ayudados por los “Gallulu” o
Barberos y las “Mushenigtu” o Nodrizas, pero no estaban como los médicos, ligados a
ninguna casta sacerdotal, sino que eran laicos.

El Código de Hammurabi, descubierto en Susa, recoge 10 normas de honorarios como de


penas, que tenían que sufrir en caso de mala praxis. Verbigracia:

Si un médico le ha causado la muerte a un esclavo de un plebeyo, deberá proporcionarle un


nuevo esclavo. Si cura un esclavo de otro hombre, este último deberá pagar al médico 2 ciclos
de plata.

Si trata a un hijo de plebeyo, recibirá 5 ciclos de plata.

Si un médico ha tratado una herida grave de un hombre libre y lo ha curado, deberá recibir 10
ciclos de plata. Si un médico ha tratado la herida grave de un hombre con un cuchillo metálico
y le ha causado la muerte, se le cortaran las manos.

Para el diagnóstico de la enfermedad observan sus síntomas y tratan de adivinar el pecado


causante de su enfermedad. Otras veces interpretan las caprichosas figuras que proyecta el
aceite vertido en el agua o reflexionaba sobre la dirección del humo del incienso junto al
enfermo o sea concurrían invocaciones mágicas con la aplicación de remedios naturales. Eran
expertos en tratar fracturas, en taponamientos nasales y operar cataratas. Llama la atención el
aislamiento del enfermo para evitar que “el Mal Espíritu” contagie a los demás.

CIVILIZACIÓN ASIRO-BABILÓNICA.

Es la medicina más antigua y se desarrolla en el valle del río Tigris. Se caracterizaba por ser una
sociedad muy religiosa y muy reglamentada.

En su medicina se desarrolló mucho la Astrología, siendo la mayoría de los astrólogos


sacerdotes.

No hay testimonio de que existiera un personal específicamente encargado en el cuidado de


los enfermos, ni hay hospitales, por tanto, los cuidaban en casa.

Se destaca la existencia de barberos, los cuales harían labores de dentistas y también cirugía
menor (curar heridas, entablillar una pierna.

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