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la situación se le escapaba de las manos.

Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.
la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,
apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.
la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,
apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.
la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,
apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
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cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
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Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
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Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
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Agorafobia
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Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
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también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
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El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
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de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
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apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
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fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
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Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.
la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,
apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
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también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
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Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

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fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.
la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,
apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia
Agotamiento
Agrafía DISFRAZANDO A LA VIDA
Agramatismo
Agresión Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos verdosos. Distinguía
también una franja de cabellos blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente
del tiempo que llevaban allí. Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y
cálida. Se tumbó en su sofá de terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos
empuñaban el bolígrafo y sin embargo las palabras no fluían. La Agrafía duró una
media hora. Decidió minimizar la situación recostándose y tapándose hasta las
mejillas. Se despertó sobresaltada y sudorosa. Eran las cuatro treinta de la
madrugada. Cogió el teléfono de la mesita y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

la situación se le escapaba de las manos. Se bajó del coche tambaleándose,


apestando y lleno de calambres y miró desafiante al Agente de su psicosis
transitoria.
Fue uno por uno mirando a los conductores atónitos que resoplaban
fastidiosamente.
Miraba sus caras observaba sus gestos y expresiones, pero no lograba identificar
qué eran, una especie de Agnosia visual que le paralizaba por momentos, y
cuando menos reconocía, más se inquietaba. Era como si sus ojos no estuvieran
conectados con su cerebro y sólo recibiera estímulos: colores, formas destellos…
Se sentó en mitad de la carretera, rodeado de rostros perplejos.
Lloró y lloró y lloró contempló su imagen en la puerta del descapotable bermellón
que tenía justo a su izquierda.
Entonces, se activó un estilo diferente de Afrontamiento. Con un salto, se puso de
pie, sorbiendo los mocos y con gran dignidad en su semblante, recorrió el camino
de regreso a su coche humeante y sacó un pequeño extintor de urgencia.
Fumigó con premura el vehículo hasta quedar un hilillo nebuloso que se disipó
en cuestión de segundos. Se acercó al coche que se encontraba justamente detrás
y con sonrisa amable, pidió al boquiabierto ……………….sentado tras el
volante, su móvil para llamar a la grúa.
Ya en el refugio de su cálida habitación, rastreó con su mente los acontecimientos
del día para tratar de averiguar la causa de tal pérdida de control.
Y recordó la pastilla que se había tomado para la migraña.
¿Sería algún efecto secundario? ¿Un tipo de respuesta biológica provocada por
tal sustancia Agonista?
El misterio quedaría sin resolver, pero aún así se dio cuenta de que podía elegir
como responder a una situación, la que fuese, y no permitiría que ninguna
situación del tipo que fuere condicionase su voluntad.
Agorafobia DISFRAZANDO A LA VIDA
Agotamiento
Agrafía Experimentó un terrible Agotamiento tras una semana
Agramatismo de exhaustivo trabajo. Severine se miró al espejo
Agresión lamentándose por aquellas negras bolsas bajo sus ojos
verdosos. Distinguía también una franja de cabellos
blanquecinos en sus sienes, sin ser muy consciente del tiempo que llevaban allí.
Se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia y cálida. Se tumbó en su sofá de
terciopelo azul y abrió su diario. Los dedos empuñaban el bolígrafo y sin embargo
las palabras no fluían. La Agrafía duró una media hora. Decidió minimizar la
situación recostándose y tapándose hasta las mejillas. Se despertó sobresaltada y
sudorosa. Eran las cuatro treinta de la madrugada. Cogió el teléfono de la mesita
y marcó torpemente los números.
Fraisco……..Fraaco…..
Jamás le había ocurrido tal cosa.
El Agramatismo no cesaba. Decidió colgar y sepultar su rostro bajo sus manos.
Miró por la ventana. Todo estaba oscuro y silencioso. Sintió una especie de
Agorafobia al pensar en el día que le esperaba. Más trabajo, gente, estrés,…se
sintió desfallecer. Sólo quería permanecer en su sofá el resto de su vida.
Llegó la mañana y con ella se desplomó.
Despertó a eso de las cinco de la tarde. De repente se dio cuenta de que no le
preocupaba no ir a trabajar, de hecho se sentía plena de energía. Decidió pasar el
resto del día de manera contemplativa, visualizando lo que sería el resto de su
vida. Desde que sufrió la Agresión por parte de su ex, no había parado un
momento de recapacitar, a hacerse conciente de cómo era su vida de qué orden
de causa y efecto había desembocado en aquello. Se había evadido en el trabajo
y ocultado a sí misma en la mecanicidad de la rutina. Ahora, sin embargo, podía
sentir su cuerpo, escuchar a su mente y atender a su vida, desde un prisma bien
diferente, no sabía cual, pero lo hallaría en el momento presente.

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