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1 Leyenda negra: origen y significado de la expresion ‘Para entender la historia del sintagma «leyenda negra» hay que seguir la pista de varios hilos que se entreeruzan en distintos puntos. El proceso fs interesante en sfy nos va a ayudar a comprender mejor el fendmeno hist6rico que designamos con la uni6n de estos dos términos. La expresiOn «leyenda negra» nace a partir de otra semejante y de sig- nificado opuesto: «leyenda durea», Bs una antitesis euyo origen hemos de situar en la obra del dominico Santiago de la Voragine (1280-1298) titulada Legenda sanctorvn 0 Legenda aurea, una coleccidn de hagiogra- fis, Para dar idea de la popularicad inmensa de esta obra, baste sefialar que se conservan en torno a mil manuscritos ¢ incunables del texto y sus variances, Fue leidisima durante los siglos finales «lel Medievo y et Renacimiento, En 1500 ya se habian publicado setenta y cuatro edict nes latinas, tes traducciones al inglés, cinco al francés, ocho ali ‘eatorce al bajo alemain y seis al espanol. El erasmismo, haciendo gala de la soberbia intelectual que hereds del Humanismo, arremetié duramente contra la Legenda aurea de De la Vorigine en el siglo xv. El propio Juan Luis Vives en De disiptinis no tiene piedad. Pero el ataque furioso del erasmismo no hizo mucha me- la en la popularidad de la obra. Su influencia fue inmensa en pintura, escultura, relieves, eteétera, Bellisimos frescos, retablos y toda clase de representaciones de Fra Angélico, Signorelli o Piero della Francesca tienen su origen en De la Voragine. La imagen de san Jorge clavando su espada al dragén o la de san Martin de Tours partiendo su capa por la mitad, se remontan a los deliciosos cuentecillos de De la Voragine. Gualquier lector que haya leido a Bereeo se hard a la idea de c6mo es aproximadamente la coleccién del dominico. Las eriticas inmisericordes no hicieron que se leyera menos'. * Santiago de la Vorigine, La igenda doa, edciin del Dr Grae, traducia por fay ‘José Manel Macias, Madi: Aliana Haltora, 1086, Sherty L. Reames, Te Lage sume: examination ois pradesh, Matson (Wisconsin): Univers of Wisconsin Press, 185 3 Las traducciones y ediciones hispanas de la Legenda aurea de De la Vordgine se llamaron Mos sanctorum. Su popularidad fue tal que gener obras semejantes no solo en la Edad Media sino mucho después, y asi, por ejemplo, en el siglo xvi el jesuita Pedro de Ribacteneyra escribié un, los sanctoremen tres tomos. El Romanticismo, con su fascinacién por la Edad Media y por el lado irracional de la existencia, sintié un gran inte~ és por la Legenda aurea, Esto sucedié dentro y fuera del catolicismo, 1o «que explica la canonizacién en 1815 de Santiago de la Voragine. Su obra fue objeto de estudlios y ediciones filolégicas en latin (Londres y Nueva, York, 1897); en inglés (Londres y Nueva York, 1900); en francés (Paris, 1843, 1902 —dos ediciones—, 1908), etcétera. Existia por lo tanto una expresién «leyenda dorada» o «leyenda due rea» ficilmente comprensible por referencia a un texto hiperfamoso que dems la habia originado. Vamos ahora con las primeras apariciones del sintagma «leyenda negra». El historiador Luis Espaiiol Bouché remonta su origen hasta 1898 y lo documenta en francés, leginde noir. En esta fe- ‘cha se publicé una obra cle Arthur Lévy tittlada Napoleon intime (Paris: B, Plon, Nourrit et Cie, 1898). Ahi encontramos el siguiente parrafo: ‘Sin embargo, al estudiar con rectitud Ia vida del emperador, se ve de inmediato cOmo la realidad acaba zafiindose de las leyendas, tanto de la dorada como de la que podemos llamar leyenda negra napolesnica. He aqui esa realidad; Napoleén ni fue un dios ni un monstruo». Napoleon in- time fue pronto traducida al espaiiol y publicada en la coleccion Nelson. En Espaiia el uso de la frase puede retrotraerse hasta 1899, cuando el padre Cayetano Soler en su obra Bl fall de Caspe, dedicada al compro- niso de todos conocido, la emplea en los siguientes términos: «Digamos desde Iuego que tan falsa es Ia leyenda de oro de nuestros reyes catalanes como Ia leyenda negra de los reyes de castellana aleurnias?, Este mismo aiio, Emilia Pardo Bazin emplea por primera vez la ex- presidn «leyenda negra» para referirse a la propaganda antiespaiola. Esto sucede el 18 de abril de 1899 en la Sala Charras de Paris durante una conferencia titulada «L'Espagne de hier et celle d’aujourd’huiy. La Societé de Conférences parisina, responcdiendo al interés que existia en Europa en este momento por saber qué iba a pasar con Espaiia después de la pérdida de los iltimos restos de su imperio, invité a dota Emil Los franceses, como buenos vecinos, estaban especialmente preocupa- dos. Dofta Emilia pronuncié su conferencia en franeés, idioma que ha- blaba muy bien. Aqui se vale de la frase «leyenda negra» varias veces: En el extranjero se saben de sobra nuestras desdichas, y aun no falta quien con mengua de la equidad las exagere; sirva de ejemplo el libro * Cayetano Soler, Hl flo de Gasp, Barcelona: Imprenta Subirana Hermanos, 1890, pig 201 4 reciente de M. Wes Guyot, que podemes considerar como tipo de iyenda nega, rverso de la dorada, La leyenda negra espaviola es wn espantajo para uso de los que especialmente cultivan nuestra entera decadencia, y de Jos que buscan ejemplos convincentes en apoyo de determinada tesis olitica NS REia igo ds nigra de lnber esr cally Cal. {quiera que venga detras las estrujard el doble, solo que con arte y miata Tengo derecho aafirmar que la condvaleyenda espariola, la leyenda negra, ivulgada por esa asquerosa prensa amarilla, mancha e ignominia de la Civilizacidn en Estados Unidos, es mil veces mis embustera que la lgjenda dorada. Esta, cuando menos, arraiga en la tradicién y en la historia; la disculpan y fundamentan nuestras increfbles hazafias de otros tiempos; por el contrario, la Igenda negra falsea nuestro cardcter, ignora nuestra psicologia, yreemplaza nuestra historia contempordnea con una novela, ‘género Ponson du Terral, con minas y contraminas, que no merece ni Jos honores del anslisis! ‘Obsérvese que en los tres autores mencionados (Arthur Lévy, Cayeta- no Soler; Emilia Pardo Bazin) el sintagma «leyenda negra» aparece tras la frase «leyenda dorada», porque esta todavia muy vinculado al que le hha dado origen, como contrapunto yantitesis suyo. Atin no ha adquirido independencia suficiente como para que sea facil comprenderlo sin el apoyo de la frase que lo ha ori La conferencia de doita Emilia no pas6 desapercibida. Fue profusa- mente comentada dentro y fuera de Espa, pero sobre todo dentro, A partir de este momento la expresién «leyenda negra» corre como la pélvora en la prensa espaiiola, lo cual es muy sintomitico del esta- do de animo en que se halla el pais. Ya el jueves 20 de abril aparece en La Fpoca un comentario escrito por Joaquin Maldonado Macanaz titulado «Dos leyendas». EI 22 de abril, cl texto en francés se publica cen la Revue Politigue et Littéraire. Reoue Blew, y el mismo dia Blanco y [Negro cubre con abundante informacién la noticia social del acto. En mayo, doa Emilia se encargara de publicar a sus expensas el texto dle su conferencia en espaiol, con otros textos atinentes al caso. A partir de este momento los ejemplos en prensa se multipliean: La Epoca (17-mayo-1899), BI siglo future. Diario Catélico (6junio-1899), BU Liberal (80-junio-1899), La Escuela Moderna, Revista pedagégica hispano- ‘americana (18-junio-1900)*,. » Emilia Pardo Ban, Lo Espasa de oye ale ay (Lt mare de wna lye, Madi, 189, pigs. 62, 79, $0. Pierre Alexis Ponson du Terell (1521871) es un proliico autor de folletines y novelas goticas, eeador del personaje Rocambole. El ipo de novela que ‘euliva hace que use y abuse de los temas de la leyenda negra. * Véase h/flsfing/ce/002/0030. hin. Consul el 12 de abil de 2014. 25 Un nucvo impulso, por si alguno necesitaba, vendri del empleo que Vicente Blasco Tbaiiez hace de la expresién en 1909 en dos conferencias dacdias en Buenos Aires: «La Argentina vista por Espaiia» y «La leyenda ne- gra de Espaiiay. Decia don Vicente en el teatro Odeén, lieno a rebosar en ‘quella ocasiGn: «Quiero hablaros dela leyenda negra de Espavia, surgida ‘como consecuencia de opiniones falas vertidas en varios siglos de propa ‘ganda antipatridtica [..]. Entremos ahora en el terreno de la conferencia que, como antes he dicho, lleva por titulo La lewenda negra de Esparia, titulo ‘un poco vago que parece pucliera referirse a todo aquello que en nucs- to pasado se refiere a la intolerancia religiosa, No es asf, sin embargo. Sobre Espaita hay dos leyendas: Ia leyenda dorada y la leyenda negra». Biasco Ibanez se valié bastantes veces de esta expresién a un lado y otto del Aintico, y as a revista La corrspondencia de Espaiia («Espaiza y la ex: posicién», 27;ulio-1909) comenta: «En estos dias tenemos aqui a Blasco Ihatiez, que en una serie de conferencias historicas ha roto gallardamen- te lanzas por el buen nombre de Espana. Al tratar de destruir la leyenda negra de Espaia, esa leyenda dle calumnias y de infamias groteseamente formada por historiadores extranjeros para desprestigiar a nuestro pais, cia Blasco Thaiiez: “Nuestra nacién no es una nacién decadente porque hoy camina al nivel de las grandes naciones europeas."» ‘Cuando Julidn Juderias usa la expresin «leyenda negra» en 1914 para dar titulo a su libro, esta ya esti completamente consolidada en el uso, En honor a la verdad hay que decir que Juderias nunca pretendié ser el creador de la frase. Ahora bien, sin el éxito de su obra, esta ex: presién probablemente no habria tenido la historia y el significado que tiene. Bl trabajo de Juderias se publicé en cinco entregas sucesivas en 1914 en La Mlustraciin Espariola y Americana con el nombre «La leyenda negra y la verdad historica».. Obsérvese que Juderfas ya no necesita ad- Jetivar la expresi6n, lo que indica que es perfectamente comprendida ‘por sus lectores. El texto fue editado de nuevo en 1917 (Barcelona: Araluce). Esta se- gunda edicién presenta el texto completamente refundido, aumentado y con provisién de nuevas indicaciones bibliograficas. También el titulo ccambias La leyenda negra: Estudios acerca del coneepto de Kspacia en el extran- jer. La obra de Juderias adquiere aqui su configuraciGn definitiva y las sucesivas ediciones y traducciones que se han hecho de ella siguen con pocas variaciones la edici6n de Barcelona

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