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BIENESTAR NACIONAL VS LIBRE CAMBIO

Whbeimar Valencia
Miguel Álvarez
Freddy Orozco
Jorge Solano

El origen de ambos principios económicos es muy distantes. Por un lado, nos encontramos con el

bienestar nacional, o mejor conocido como el proteccionismo, que tiene su origen en el siglo XIX,

el cuál argumenta que un país debe protegerse con barreras comerciales rigurosas, de los bienes y

servicios que procedan de otras economías, con el objetivo de cuidar su producción, y solo dejar

ingresar aquellos productos que no puedan crear o que se les dificulte. En el otro extremo, nos

encontramos con el libre comercio, el cual manifiesta que para que un país pueda tener desarrollo

y crecimiento económico es necesario eliminar o reducir drásticamente las barreras comerciales,

con la finalidad de garantizar el fácil intercambio de los bienes y servicios entre las naciones,

históricamente nació a partir del proceso de globalización que se viene presentando desde el siglo

XX.

Desde hace un par de décadas ha venido existiendo un fuerte debate entre los que defienden el

estado bienestar, y el libre cambio. Debido principalmente a que se argumenta que no todos los

países se ven beneficiados igualitariamente por la liberación de barreras comerciales, es decir, que

muchos países en vías de desarrollo necesitarían en gran medida tener medidas proteccionistas

rigurosas, con el objetivo de cuidarse internamente, ya que no pueden competir equitativamente

con las grandes potencias mundiales.

Asimismo, se argumenta que es fundamental para el libre cambio que tanto los aranceles, como

las cuotas de importación no sean rígidas, y que en el mejor de los casos se eliminen, con la
finalidad de garantizar la entrada y salida de mercancías. Sin embargo, para la protección de la

industria nacional, es vital que no solo existan, sino que no sean flexibles, con el fin de sobre

guardar la economía local, y permitir su arduo crecimiento.

Según Krugman, son muchos los argumentos a favor de ambas partes, empezaremos por los

defendidos por el bienestar nacional, como ya mencionamos anteriormente, los países buscan

mediante el arancel proteger su industria, con un único y simple objetivo: Cuidar su producción

interna, dado que de esta manera, impide que su territorio sea invadido por productos extranjeros,

desbancando y destruyendo la industria local, lo que significaría el cierre de muchas empresas, y

por ende un aumento significativo del desempleo nacional, los precios de los bienes nacionales

serán más económicos, los términos de intercambio y bienestar mejorarían, las industrias del país

se consolidarían para un futuro competir a nivel internacional.

De igual manera, se apoyan en el argumento del fallo de mercado contra el libre cambio, el cuál

básicamente expresa que: Dejando de lado el tema de relación de intercambio, la razón teórica a

favor del libre comercio residía en el análisis coste-beneficio, que utiliza los conceptos de

excedente del consumidor y el productor. Muchos economistas han rechazado el libre comercio

basándose en el argumento de que estos conceptos, en particular en particular el de excedente del

productor, no miden adecuadamente los costos y beneficios.

¿Por qué el excedente de productor no mide adecuadamente las ventajas de producir un bien?

Consideramos varías razones en los dos próximos capítulos: éstas incluyen la posibilidad de que

el trabajo utilizado en un sector estaría mal empleado o desempleado; la existencia de diferencias

en los mercados de capital o trabajo, que impiden que los recursos sean transferidos tan rápido

como deberían hacia los sectores que producen elevados beneficios; y la posibilidad de
externalidades tecnológicas de industrias que son nuevas o particularmente innovadoras. Es

decir, en cada uno de estos ejemplos algún mercado interior del país no funciona correctamente;

el mercado de trabajo no se vacía, el mercado de capitales no está asignado los recursos

eficientemente.

Haciendo énfasis en el libre comercio, los fundamentos también son válidos, empezando en

primera medida por la eficacia con la cual se producen los bienes y servicios, con el objetivo de

cumplir con los plazos acordados de los intercambios. Es esencial, que los países inviertan en

tecnología, mano de obra especializada y realicen convenios de tratados de libre comercio (TLC)

para poder lograr un avance significativo en la producción e intercambio de los ByS que se

encuentran en el mercado mundial.

La eficacia es la piedra angular de todo este proceso, de ella depende que los países realicen

alianzas estratégicas para el mejoramiento de su mercado internacional, la rapidez con la que se

produzca permitirá incrementar la demanda de potenciales convenios vitales para el desarrollo

exterior de las naciones.

Cuando se habla del libre comercio es primordial también mencionar al “Acuerdo General Sobre

Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), cuyo propósito principal es la de eliminar y/o reducir

las barreras arancelarias entre los países, y de esta manera facilitar el intercambio de ByS en el

mercado exterior.

En lo referente a los beneficios adicionales que trae consigo la implementación de un libre cambio,

nos encontramos con algunos muy relevantes y cruciales, como lo son:


 Expandir los mercados, y así comerciar más allá de los límites geográficos: Se refiere

especialmente a los beneficiosos de poder ingresar a un nuevo mercado con productos a

menor precio.

 Competitividad y mejoramiento económico: El pulso con los competidores, tanto locales

como extranjeros, medirá que tan competitiva es una empresa, y por ende sus beneficios

económicos.

 Mayor capacidad tecnológica: Al tener alianzas con empresas de otros países, las cuales

tengan una tecnología más avanzada, permitirá que estas suministren bienes de capital que

ayuden al mejoramiento de la producción.

 Eliminación de los aranceles de importación: Si dentro del tratado de libre comercio los

productos que exportas están incluidos en el mismo, tendrán una tasa arancelaria cero al

ingresar al mercado de otro país, siempre y cuando cumplan la norma de origen.

 Asociación de distintas economías: El beneficio en este contexto es mutuo, dado que si

eres un país en vía de desarrollo, fácilmente puedes lucrarte de la importación de materias

primas hacia los países desarrollados, y exportar bienes con alta tecnología.

Dando los argumentos a favor anteriormente mencionados, se puede concluir que el

proteccionismo y el libre cambio nunca irán de la mano, son dos enfoques totalmente

diferentes. Es cierto, que a unos les beneficia más que a otros protegerse o comerciar

libremente, pero esto depende esencialmente de cuán grande sean sus economías, los bienes y

servicios que produzcan, las alianzas que tenga, y fundamentalmente la capacidad tecnológica

que se tenga.

No existe una verdad absoluta de cuál de los dos métodos es el más efectivo, sin embargo, es

vital que cada país actué conforme a su capacidad de producción, ya sea para protegerse
internamente en primera instancia y luego entrar al comercio exterior, o bien sea para seguir

creciendo internacionalmente, dado que ya posee una economía consolidada.

Es de resaltar, que en el mundo de hoy es casi imposible no tener comercio entre países, ya

que el avance de la globalización obliga a adquirir productos que sean difíciles de producir a

nivel local.

Referencias:

Alonso, L. E., & Conde, F. (1996). Las paradojas de la globalización: la crisis del estado del

bienestar nacional y las regiones vulnerables. Revista de Estudios regionales, 44, 87-124.

Recuperado de:

http://www.revistaestudiosregionales.com/documentos/articulos/pdf485.pdf

Krugman, P. R. (1994). Economía internacional: teoría y política. Saraiva Educação SA.

Recuperado de:

https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=tkJnDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT13&dq=econo

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