CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CORTE SUPREMA -

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SEDE PALACIO DE JUSTICIA,

Secretario De Sala - Suprema:BAZAN CACHATA
Cynthia (FAU20159981216)
Fecha: 17/01/2018 17:48:11,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE SUPREMA /
LIMA,FIRMA DIGITAL - CERTIFICACIÓN DEL
CORTE SUPREMA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
CONTENIDO

DE JUSTICIA R.N. N.° 2499-2016

DE LA REPÚBLICA JUNÍN

SENTENCIA CONFORMADA
Sumilla: Es gobernada por los principios
de celeridad procesal penal y de
consenso, en la que se impuso la pena
bajo los principios de legalidad y
proporcionalidad, al atender que el
recurrente se acogió a la conclusión
anticipada del juicio oral, a su
arrepentimiento y colaboración.

Lima, veintiocho de setiembre de dos mil diecisiete.-

VISTOS; el recurso de nulidad interpuesto
por el representante del Ministerio Público, contra la sentencia conformada, de
fecha veintiuno de julio de dos mil dieciséis, en fojas trescientos treinta y dos,
emitida por la Segunda Sala Mixta Liquidadora de La Merced de la Corte
Superior de Justicia de Junín, en el extremo del quantum de la pena impuesta
al acusado Hugo Calero Garay, como autor del delito contra la salud pública,
tráfico ilícito de drogas, en la modalidad de promoción o favorecimiento al
tráfico ilícito de drogas, en agravio del Estado, de ocho años, diez meses y
siete días de pena privativa de libertad e inhabilitación conforme los incisos 1,
2 y 4 del artículo 36 del Código Penal; y, fijó en cinco mil soles el monto por
concepto de reparación civil que deberá pagar a favor de la parte
agraviada.
De conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Supremo en lo Penal.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo CEVALLOS VEGAS.

CONSIDERANDO
§. SUCESO FÁCTICO.-
PRIMERO: El día uno de mayo de dos mil quince, siendo las veintiún horas,
aproximadamente, se hizo presente ante la comisaría PNP de Pichanaki,
Provincia de Chanchamayo, el imputado Hugo Calero Garay, conduciendo el
vehículo marca Toyota de placa B6E-048 de propiedad de Marcelino
Velásquez Oscco, requiriendo en forma insistente la intervención del vehículo,
aduciendo que el propietario del vehículo le adeudaba la suma de S/
12,000.00 soles, aseverando que el vehículo en referencia contaba con un
compartimento donde, al parecer, el propietario transportaba droga. Por esta
razón, el personal policial procedió a efectuar el registro vehicular advirtiendo
que los pernos de la parte interna de las puertas delanteras se encontraban

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manipuladas, observándose espacios libres dentro del mismo, momentos en los

que el acusado Hugo Calero Garay se evidenció nervioso y desesperado por
dejar el vehículo sin ninguna explicación lógica, procediendo a señalar que en
dicho vehículo había transportado droga y que esta se encontraba guardada
en la casa de su conviviente Edelia Berrocal Llancari. Es así que el personal
policial se constituyó a la vivienda señalada, ubicada en la Asociación de
Vivienda Playa Escondida Mz “T”, lote 15 – Pichanaki, y dado que no se
encontró a ninguna persona, se estableció servicio policial de vigilancia
externa en el inmueble. Es así que el dos de mayo del mismo año, a las seis
horas, Edelia Berrocal Llancari ingresó a su vivienda, procediendo el personal
PNP, en compañía del acusado Hugo Calero Garay y con consentimiento de
Edelia Berrocal LLancari, a ingresar a la misma, lográndose hallar en el
dormitorio, debajo de una cama de madera de dos plazas, dos costalillos de
polietileno en cuyo interior habían cuatro (4) paquetes tipo ladrillo en cada
uno de ellos, haciendo un total de ocho (8) paquetes tipo ladrillo en cada uno
de los costalillos, los mismos que contenían una sustancia blanquecina
compacta que, al ser sometida al reactivo químico, obtuvo una coloración
azul turquesa indicando positivo para alcaloide de cocaína, con peso bruto
de 8,731 kg, y peso neto de 8,020 kg.

§. EXPRESIÓN DE AGRAVIOS.-
SEGUNDO: El Representante del Ministerio Público, en su recurso de nulidad, en
fojas trescientos cuarenta y seis, en lo sustancial, refiere que la sentencia
recurrida debe ser declarada nula en el extremo de la pena impuesta y
reformándola debe imponérsele la pena de doce años y ocho meses, al no
existir justificación para reducir la pena hasta los ocho años y siete días
impuesta al condenado; asimismo, si bien es cierto que, la aceptación de los
cargos releva de la actuación probatoria y enerva la presunción de inocencia,
también es cierto que la pena debe corresponder acorde al daño causado,
en este caso a la sociedad.

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§. FUNDAMENTOS DEL SUPREMO TRIBUNAL.-

DE LA SENTENCIA CONFORMADA.-
TERCERO: El sentenciado Hugo Calero Garay, al inicio del juicio oral, se sometió
a los alcances de la Ley N.° 28122, Ley de Conclusión Anticipada del Juicio
Oral, aceptando ser autor del delito materia de la acusación fiscal, en fojas
doscientos ochenta, y reconociendo los hechos incriminados por el señor Fiscal
Superior. En ese sentido, se dictó la sentencia conformada, en fojas trescientos
treinta y dos, de la cual fluye que fue encontrado responsable penalmente,
por la comisión del delito contra la salud pública, en la modalidad de
promoción o favorecimiento al tráfico ilícito de drogas en agravio del Estado
Peruano.

ANÁLISIS DEL CASO.-

CUARTO: En el presente caso nos encontramos ante una sentencia
conformada; esto quiere decir, que el procesado renunció a su derecho a la
presunción de inocencia por la cual se exige la prueba de la imputación
fáctica antes de poder emitir un fallo condenatorio.

QUINTO: Esta renuncia aconteció mediante su acogimiento a la conclusión

anticipada de conformidad con el artículo 5 de la Ley 28122, que ha sido
objeto de desarrollo jurisprudencial por esta Suprema Corte en el Acuerdo
Plenario N.° 5-2008/CJ-116. En el citado Acuerdo Plenario se define que el
efecto esencial del acogimiento a la conclusión anticipada es la
convalidación de los hechos materia de imputación.

SEXTO: En este orden de ideas, una vez que el procesado se acoge a la

conclusión anticipada, opera la vinculación a los hechos, la llamada
vinculación absoluta con los hechos, de modo que el juzgador ya no puede
evaluar pruebas, de hecho la fase probatoria desaparece por ser innecesaria
toda vez que el mismo procesado acepta como verdadera la imputación
fáctica.

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SÉTIMO: En ese sentido, cabe significar que la imposición de la pena tiene

como sustento normativo, tanto el artículo VIII del Título Preliminar del Código
Penal –que vincula la dosis de pena con determinadas características del hecho y vista la
proporcionalidad como límite máximo–, como los artículos 45 y 46 del citado Código
Sustantivo. Además, engloba dos etapas secuenciales marcadamente
definidas, la primera denominada “DETERMINACIÓN LEGAL”, y la segunda rotulada
como “DETERMINACIÓN JUDICIAL”. El delito imputado al acusado Hugo Calero
Garay se encuentra previsto en el artículo 296 del Código Penal [Decreto
Legislativo N° 982, de 22 julio 2007, vigente a la fecha de la comisión de los hechos], el cual
señala en su primer párrafo lo siguiente: “El que promueve, favorece o facilita el
consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, mediante actos
de fabricación o tráfico será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni
mayor de quince años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa, e

inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1), 2) y 4)”, del cual se observa que el
extremo mínimo es de 8 años y el máximo de 15 años de pena privativa de
libertad.

OCTAVO: Para efectos de determinar la pena, se ha de considerar los

alcances contemplados en los artículo 45 y 46 del Código Penal; en tal sentido,
debe tenerse en cuenta también lo indicado en el Acuerdo Plenario N° 01-
2008/CJ-116, en cuanto prescribe lo siguiente: “La determinación judicial de la pena
es el procedimiento técnico valorativo que se relaciona con aquella tercera decisión que debe
adoptar el Magistrado, quien debe incidir en la tarea funcional de individualizar, en el caso
concreto, la pena aplicable al condenado. Lo cual se hará en coherencia con los principios de
legalidad, lesividad, culpabilidad y proporcionalidad, bajo la estricta inobservancia del deber

constitucional de fundamentación de las resoluciones judiciales (…)”; situaciones que

permiten imponerle una pena prudencial en atención a la función preventiva,
protectora y resocializadora de la pena.

NOVENO: En el caso concreto, al solamente existir circunstancias atenuantes

por tener la condición de agente primario el acusado –conforme se observa del
Certificado Judicial de Antecedentes Penales, de fojas 170- , la pena debe fijarse dentro
del tercio inferior del marco punitivo contemplado para el delito atribuido a su
persona, conforme lo establece el numeral 2 del artículo 45-A del Código

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Penal, le correspondería la pena concreta de diez años y cuatro meses de

pena privativa de libertad; a lo que haciéndole el descuento por la conclusión
anticipada a la que se acogió el procesado, le corresponde la pena de 8
años, diez meses y siete días de pena privativa de libertad.

DÉCIMO: Siendo así, debemos señalar que la pena impuesta al encausado ha

sido aplicada en concordancia con los principios de proporcionalidad y
racionalidad jurídica, tal como lo sustenta el Colegiado desde el tercer
considerando hasta el sétimo –respecto de la pena concreta a imponer– para lo cual
ha tomado en cuenta las circunstancias personales del procesado conforme a
los artículos 45 y 46 del Código Penal; pues el procesado no cuenta con
antecedentes penales delictivos, es decir que tiene la condición de primario;
presenta carencias educativas y culturales, al haber culminado solo el
segundo grado de secundaria; cuenta con una baja situación económica,
advertida de su condición de agricultor; ha procurado voluntariamente a la
entidad policial, advirtiendo un mínimo de afectación por su accionar
delictivo; ha colaborado con la acción de la justicia desde su intervención; y
es padre de familia de una menor de edad; por lo que imponerle una sanción
tan drástica representaría, en el caso sub exámine, entender al derecho penal
como un instrumento de venganza para inocuizar de manera casi definitiva al
agente activo del delito, sin considerar que la pena tiene como finalidad el
logro de la recuperación y, por ende, la reinserción del sentenciado a la
sociedad, por lo que, en virtud a dichas consideraciones y, por ende, al
carácter preventivo especial positivo de la pena se le debe permitir a dicho
encausado tener una oportunidad –aunque sea potencial-, a fin que enmiende sus
actos, más aún si el derecho penal moderno asume los principios doctrinarios
básicos de mínima intervención, humanidad, protección, prevención y
resocialización de la pena, contenidos tanto en la Constitución Política del
Perú, como en el Título Preliminar del Código Penal. Más aún si el artículo 139,
inciso 22), establece que: «El principio de que el Régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad».

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DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon: NO HABER NULIDAD en la sentencia
conformada, de fecha veintiuno de julio de dos mil dieciséis, en fojas
trescientos treinta y dos, emitida por la Segunda Sala Mixta Liquidadora de La
Merced de la Corte Superior de Justicia de Junín, que condenó al acusado
Hugo Calero Garay, como autor del delito contra la salud pública, tráfico ilícito
de drogas, en la modalidad de promoción o favorecimiento al tráfico ilícito de
drogas, en agravio del Estado, a ocho años, diez meses y siete días de pena
privativa de libertad e inhabilitación conforme los incisos 1, 2 y 4 del artículo 36
del Código Penal; y, fijó en cinco mil soles el monto por concepto de
reparación civil que deberá pagar a favor de la parte agraviada, con lo
demás que contiene, lo devolvieron. Interviene el señor Juez Supremo Carlos
Ventura Cueva por licencia del señor Juez Supremo César Hinostroza Pariachi.
S. S.

VENTURA CUEVA

FIGUEROA NAVARRO

PACHECO HUANCAS

CEVALLOS VEGAS

CHÁVEZ MELLA

CV/mrvc