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El Hombre y la Máquina

ISSN: 0121-0777
maquina@uao.edu.co
Universidad Autónoma de Occidente
Colombia

AYALA, ANA MARÍA; LEAL GRANOBLES, YULIANA; ZULUAGA, MAURICIO


Razón y pasiones en la ética de Hume
El Hombre y la Máquina, núm. 32, enero-junio, 2009, pp. 94-107
Universidad Autónoma de Occidente
Cali, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=47811604009

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Razón y pasiones
en la ética de Hume
ANA MARÍA AYALA*
YULIANA LEAL GRANOBLES**
MAURICIO ZULUAGA***

Gustav Klimt, Dánae  yOHRVREUHOLHQ]R[FP

* Licenciada en Filosofía. Estudiante de cuarto semestre de Maestría en Filosofía de la Universidad del Valle e integrante de la línea de investigación Daimón. e-mail:
DQDÀORVRSKRV#\DKRRFRPPx
** Licenciada en Filosofía. Estudiante de tercer semestre de Maestría en Filosofía de la Universidad del Valle e integrante de la línea de investigación Daimón. e-mail:
lianaleg@yahoo.com.mx
*** Ph.D. en Filosofía. Profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad del Valle. Filósofo. e-mail: mzuluagac@yahoo.de
Fecha de recepción: junio 18 de 2008 Fecha de aceptación: febrero 27 de 2009

™{ (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

II del 7UDWDGR GH OD 1DWXUDOH]D


Resumen +XPDQD\GHOD'LVHUWDFLyQGHODV
El análisis moral realizado 3DVLRQHV es de gran utilidad para
por Hume muestra un claro ale- la comprensión de las tesis éticas
jamiento de las posturas raciona- de Hume. Lo anterior se hace evi-
listas, donde se considera que la dente cuando observamos que en
razón es la causa de las acciones estas obras uno de los propósitos
humanas. Esta separación se da centrales de Hume es criticar las
por medio de la consideración de teorías racionalistas de la moral, que
que son las pasiones las causantes concedían un predominio absoluto
de las acciones de los hombres. de la razón. Hume destaca el papel
La teoría moral expuesta por moral predominante de las pasiones.
Hume pasa por consideraciones De esta manera, el conocimiento de
que van desde la noción de razón la teoría de las pasiones de Hume y
GHÀQLFLyQ\IXQFLRQHV KDVWDXQ del concepto que él tiene de estas, es
estudio detallado de las pasiones absolutamente necesario para alcan-
(pasiones simples y complejas). zar una comprensión adecuada de
su ética. El propósito del siguiente
Palabras clave: Hume, ra- ensayo es exponer los puntos funda-
zón, pasión, idea, impresión, mentales de la teoría de las pasiones
dolor, aversión, deseo, tristeza, y en qué consiste la relación entre
alegría. las pasiones y la razón en la Ética
Abstract de Hume.
The moral analysis carried
out by Hume shows a clear es- La noción de razón en la Teoría
trangement of the rationalistic Humeana de las Pasiones.
postures, where it is considered La 'LVHUWDFLyQVREUHODV3DVLR
that the reason is the cause of the QHVes importante para el estudio de
human actions. This separation la ética humeana, en la misma me-
is given by means of the con- dida y por las mismas razones que
siderations that the passions are pueda serlo el libro II del 7UDWDGR
the causing of the actions of the GH OD 1DWXUDOH]D +XPDQD. Esta
men. The moral theory exposed relevancia tiene una explicación
by Hume goes by considerations básica: la tesis central de la ética de
that they go from the reason no- Hume, que aparece formulada en el
WLRQ GHÀQLWLRQ DQG IXQFWLRQV  libro II del 7UDWDGR, es que la razón
until a detailed study of the está subordinada, en el plano prác-
passions (simple and complex tico, a las pasiones. Esta relación
passions). no puede entenderse en absoluto
Key words: Hume, reason, si no conocemos previamente los
passion, idea, impression, pain, conceptos de pasión y de razón sos-
aversion, desire, sadness, hap- tenidos por Hume. De esta manera,
piness. los dos temas de los que se ocupará
Hume serán la propia naturaleza y el
La teoría de las pasiones de Da- funcionamiento de las pasiones y la
vid Hume es uno de los aspectos de relación que mantienen con la razón
su pensamiento menos estudiados y en el ámbito de la acción humana.
valorados. Esto se debe fundamen- Aunque en la 'LVHUWDFLyQ y en
WDOPHQWHDODLGHDVHJ~QODFXDOVX el 7UDWDGR Hume estudia detalla-
utilidad para el conocimiento de la damente determinadas pasiones, en
ética es nula. Lo cual constituye este ensayo no nos va a interesar esa
un grave error. La lectura del libro cuestión, sino más bien, el proble-
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$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

ma general de la naturaleza de las modos: primero, comparando


pasiones y de la razón, y del lugar ideas y segundo, realizando
que ocupan en el comportamiento inferencias sobre cuestiones de
moral. Estos dos problemas tienen hecho.
que ser adecuadamente analizados b. En segundo lugar, Hume uti-
y resueltos para comprender la liza el término razón como
tesis crucial de la Ética de Hume. determinación de la verdad o la
La tesis es: falsedad. Sin embargo, Hume
La razón, en un sentido emplea dicha palabra de manera
estricto, significando el dis- más frecuente en el sentido de
cernimiento de la verdad y la actividades relacionadas con esa
falsedad, no puede nunca por sí determinación de la verdad y no
misma ser un motivo para la vo- como la determinación misma.4
OXQWDG\QRSXHGHWHQHULQÁXHQ- c. En tercer lugar, Hume habla
cia alguna sino en cuanto afecte de la razón como razonamien-
a alguna pasión o afección.1 to abstracto o demostrativo.
En otras palabras, la razón es En otras palabras, después de
incapaz de motivar nuestra conduc- decir en el primer sentido que
ta. Esta facultad no puede “producir el entendimiento o la razón
una acción o dar origen a una voli- se ejerce de dos formas o por
ción, por lo que se deduce que esta dos operaciones, Hume señala
misma facultad es tan incapaz de que una de ellas es juzgar por
impedir la volición como de dis- demostración, es decir, por
putarle la preferencia a una pasión consideración de las relaciones
o acción”. 2 El primer problema abstractas entre ideas.5
planteado en relación con lo ante- d. En cuarto lugar, Hume conside-
rior es que Hume utiliza el término ra la razón como razonamiento
razón en distintos sentidos, que probable o como razonamiento
resulta bastante difícil comprender factual. Si volvemos al primer
HO VLJQLÀFDGR H[DFWR GH HVD WHVLV sentido observaremos que la
sin analizar con cierto detenimiento segunda manera de ejercer el
previamente el concepto humeano entendimiento es juzgar por
de razón. Las dos características SUREDELOLGDGHVGHFLUUHÀULpQ-
principales de dicho concepto con- dose a aquellas relaciones de
VLVWHQHQVXGLYHUVLGDGGHVLJQLÀFD- los objetos de las que sólo nos
dos y la subsiguiente ambigüedad informa la experiencia. Tenien-
en su utilización. En el “Estudio do en cuenta lo anterior, la razón
Preliminar” de la 'LVHUWDFLyQ, José sería aquí la facultad de inferir
Luis Tasset destaca los siguientes sobre cuestiones de hecho.6
sentidos del término razón: e. En quinto lugar, Hume consi-
a. En primer lugar, Hume emplea dera la razón como un instinto,
el término razón como principio como una tendencia innata
o facultad que se ejerce de dos hacia la inferencia, hacia el

1. Hume, David. Disertación sobre las pasiones**,93DUDFLWDUHVWDREUDXWLOL]DUHPRVODQRPHQFODWXUDR¿FLDOGHODREUDHQLQJOpVVHJXLGRGHOQ~PHURGHOD


VHFFLyQHQFDUDFWHUHVURPDQRV\HOQ~PHURGHODSiJLQD
2. Hume, David. Tratado de la Naturaleza Humana6%)'3DUDFLWDUHVWDREUDXWLOL]DUHPRVODLQLFLDOHVGHOWtWXORGHODREUDLQGLFDQGRODSiJLQDGHOD
HGLFLyQLQJOHVD\OXHJRVXFRUUHVSRQGLHQWHHQFDVWHOODQR
 Hume, David. “Estudio Preliminar” en: Disertación sobre las pasiones y otros ensayos morales. ,QWURGXFFLyQWUDGXFFLyQ\QRWDVGH-RVp/XtV7DVVHW(GLWRULDO
$QWKURSRVPD\RS
4. Ibíd.,S
5. Ibíd.,S
6. Ibíd.,S

™È (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

tránsito psicológico de una


percepción a otra. Aquí es
importante señalar que Hume
sólo habla de la razón como
LQVWLQWRLQIHUHQFLDOen una oca-
sión y podemos considerar que
en ese caso exagera un poco,
al convertir el razonamiento
inferencial, a pesar de ser el
más importante de todos, en la
~QLFD FODVH GH UD]RQDPLHQWR
Desde este aspecto, el término
razón habría que interpretarlo
como un intento de destacar la
importancia de las inferencias
causales en cuanto usos de la ra-
zón, aunque también habría que
añadir que su estructura, como
mostró el propio Hume, no es
completamente racional.7
I (QVH[WR\~OWLPROXJDU+XPH
parece considerar la razón como
una SDVLyQDSDFLEOH\UHÁH[LYD:
/R TXH FRP~QPHQWH HQ
un sentido popular, es llamado
razón y se recomienda tanto
en los discurso morales; no es Gustav Klimt, 6DQJUHGH3H] (Ilustración para
la revista Ver Sacrum), 1898.
sino una pasión general y apa- una SDVLyQDSDFLEOH, se desvanece
cible, la cual adopta una visión ODSRVLELOLGDGGHOFRQÁLFWR+XPH
distante y comprehensiva de su considera que sólo una pasión puede
objeto, e impulsa a la voluntad oponerse a otra pasión. A una idea
sin provocar ninguna emoción se le contrapone otra idea, a un jui-
perceptible.8 cio otro juicio, a una demostración
(VWH ~OWLPR VHQWLGR HV HO PiV otra demostración, etc. Pero a una
engañoso de los utilizados por pasión no se le puede oponer un
Hume. Lo que sucede es que algu- razonamiento por no ser ella misma
nas pasiones son confundidas con una idea o un conjunto de ideas.
las determinaciones de la razón Hume atribuye la confusión en-
debido a las pocas alteraciones emo- tre razón y pasión apacible al vulgo
cionales que causan. Esta confusión \ D FLHUWRV ÀOyVRIRV UDFLRQDOLVWDV
podría hacernos pensar que se da un quienes han privilegiado la razón
FRQÁLFWRHQWUHODUD]yQ\ODVSDVLR- por encima de las pasiones. Hume
nes en la dirección de la conducta piensa que “la razón no puede ser
humana. Pero cuando se descubre un motivo de una acción humana”
que esa razón, que supuestamente y “no puede oponerse nunca a la
nos afecta de modo emocional- pasión en lo concerniente a la di-
mente tranquilo es, en realidad, rección de la voluntad”.9 Mediante

7. bíd.,S
8. Disertación sobre las pasiones, GG IV, 161.
9. 71+,,6%)'

(O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH ™Ç
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

la razón podemos dar o darnos ar- humeana del conocimiento, de-


gumentos para aligerar o retardar la bemos tener en cuenta que en las
realización de una acción. Pero, en primeras líneas del 7UDWDGR GH OD
el terreno de las acciones humanas, 1DWXUDOH]D+XPDQD, Hume nos da
la toma de decisiones sólo depende algunas claves para entenderlas. En
del placer que esperamos experi- su investigación comienza conside-
mentar o del dolor que deseamos rando que todas las percepciones
evitar. Las pasiones operan como se originan de la experiencia sen-
las verdaderas causas que motivan sible. Las percepciones pueden ser
la acción. LPSUHVLRQHVo LGHDVLa diferencia
entre ambas radica en los grados de
Una vez expuestos los seis sen-
fuerza y vivacidad con que inciden
tidos humeanos de razón, pueden
en nuestra mente. Hume piensa
destacarse dos aspectos: en primer
que “a las percepciones que entran
lugar, Hume nunca considera la
con mayor fuerza y vivacidad las
razón como una facultad de tipo
podemos denominar LPSUHVLRQHV;
práctico, determinante de la conduc-
e incluye bajo este nombre todas
ta humana. A pesar de esta aparente
nuestras VHQVDFLRQHV, SDVLRQHV y
negación de toda posibilidad prác-
HPRFLRQHV tal como hacen su pri-
tica de la razón, Hume considera
mera aparición en el alma. Por LGHDV
posible una orientación práctica de entiende las imágenes débiles de
la conducta por la razón, pero de las impresiones, cuando pensamos
modo indirecto, a través de las pa- y razonamos”.11 Aquí Hume nos
siones. En segundo lugar, el sentido advierte que las pasiones forman
de la palabra razón más utilizado parte de las impresiones, tal como
por Hume es una combinación de hacen su primera aparición en el
los sentidos a, c y GEn otras pa- alma y su forma de aparecer en el
labras, la razón sería una facultad alma es natural y simple.
encargada del discernimiento de
la verdad y de la falsedad, que se +XPHFODVLÀFDODVLPSUHVLRQHV
Gustav Klimt, $PRU (1895), óleo sobre lienzo ejerce mediante dos operaciones: el y considera que ellas pueden ser de
60 x 44 cm. dos clases: impresiones de sensa-
razonamiento abstracto UHODFLRQHV
GHLGHDV y el razonamiento proba- FLyQRLPSUHVLRQHVGHUHÁH[LyQ/DV
ble FXHVWLRQHVGHKHFKR De esta impresiones de sensación surgen
manera, el término razón quedaría por causas desconocidas. Mientras
reservado a la facultad y la palabra TXH ODV LPSUHVLRQHV GH UHÁH[LyQ
razonamiento para sus dos opera- nacen de impresiones o ideas an-
ciones indistintamente. teriores. Teniendo en cuenta esta
FODVLÀFDFLyQ+XPHFRQVLGHUDTXH
La noción de pasión en la ética las pasiones son LPSUHVLRQHVGHUH
humeana. ÁH[LyQy, a su vez, son impresiones
simples que no pueden estar cons-
Hume considera que la pasión
tituidas por elementos más simples
es “una violenta y sensible emoción
y básicos que ellas.
de la mente producida cuando se
presenta un bien o un mal, o cual- Dicha simplicidad de las pasio-
quier objeto que por la constitución nes impide cualquier análisis de és-
original de nuestras facultades sea tas, pero no impide establecer com-
apropiado para excitar un apetito”.10 paraciones entre ellas, que es lo que
Si comenzamos por relacionar las de hecho realiza Hume al comienzo
pasiones con el resto de la teoría de su estudio. Por medio de la com-

10.71+,,6%)'
11-71+,

™n (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

paración, Hume logrará determinar


una similitud entre las pasiones:
OD ~QLFD VHPHMDQ]D TXH WLHQHQ ODV
pasiones, entre sí, es que son o bien
agradables o bien desagradables.
eVWH HV HO ~QLFR \ SREUH UHVXOWDGR
que se obtiene del estudio compara-
tivo de las pasiones. Sin embargo,
Hume recurre a un estudio genético
de las pasiones para un mejor cono-
cimiento de su naturaleza. Mediante
este estudio Hume va a distinguir, en
primer lugar, las FDXVDV o las condi-
FLRQHVVHJ~QODVFXDOHVDSDUHFHXQD
pasión y, en segundo lugar, el REMHWR
hacia el cual se dirige su atención.
Es precisamente la consideración
de las pasiones desde el punto de
vista de su causa de donde surge la
división de las pasiones enGLUHFWDV
eLQGLUHFWDV
Hume entiende por SDVLRQHV
GLUHFWDV aquellas que surgen de
modo inmediato y simple a partir
del placer o del dolor, o de la per-
cepción de cosas o eventos que son
agradables o desagradables. Las
principales SDVLRQHV GLUHFWDV son
el deseo y la aversión, la alegría y
la tristeza, la esperanza y el temor,
ODGHVHVSHUDFLyQ\ODFRQÀDQ]D3RU
su parte, las SDVLRQHV LQGLUHFWDV
no proceden simplemente de los
sentimientos provocados por una
experiencia de dolor o placer, sino
que a esto necesita añadirse “una
doble relación de impresiones e considera que dentro de la causa po- Gustav Klimt, $OHJRUtDGH(VFXOWXUD (1899),
OiSL]\DFXDUHOD[FP
ideas”. Este complejo concepto se demos distinguir dos elementos: la
aclara un poco, analizando en con- FXDOLGDGTXHDFW~D\HOVXMHWRHQHO
creto las pasiones indirectas básicas cual se adhiere VXMHWRGHLQKHVLyQ 
como el orgullo, la humildad, el la pasión. Las condiciones explica-
amor y el odio. tivas de las SDVLRQHVLQGLUHFWDV son
las siguientes:
Para comprender esa doble re-
lación de impresiones e ideas que
1. Objeto
da origen a las SDVLRQHVLQGLUHFWDV,
es necesario recordar la distinción Pasiones indirectas
2. Causa (motivo): 2.1. Sujeto de inhesión
entre lo que es el REMHWR de una
pasión y lo que es suFDXVD. En esa 2.2. Cualidad (operativa)
distinción, Hume introduce otra
clasificación dentro de la causa, En las pasiones directas la causa
para explicar correctamente la natu- y el objeto tienden a ser lo mismo,
raleza de las pasiones indirectas. Él mientras que en las pasiones indi-
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$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

GHLGHDV, que es una hipótesis que


pretende explicar el hecho de que,
a pesar de la continua movilidad
de la mente humana, estos movi-
PLHQWRVVHHIHFW~DQGHXQDPDQHUD
bastante regular y determinable. La
asociación de ideas se encuentra
dirigida por las relaciones de seme-
janza, contigüidad y causalidad. El
segundo principio es la DVRFLDFLyQ
GH LPSUHVLRQHV /D ~QLFD UHODFLyQ
que determina la puesta en fun-
cionamiento de dicha asociación
de impresiones es la semejanza.
Esta semejanza implica que sólo
si un objeto relacionado conmigo
me place, es decir, me provoca una
impresión placentera, ese placer
dará, por ejemplo, lugar al orgullo,
ya que la impresión que da lugar a
éste se encuentra relacionada con el
placer por similitud.
Para comprender el origen de
las pasiones indirectas es importan-
te recordar la diferencia que Hume
establece entre impresiones e ideas.
Ésta radica en los grados de fuerza
Gustav Klimt, (OEHVR (1907-1908), óleo sobre
y vivacidad con que inciden en
lienzo 180 x 180 cm. nuestra mente. Al avivarse la idea
rectas son distintas porque esas pa- de un sentimiento o de una pasión,
siones no nacen sólo de una percep- la idea puede transformarse en ese
ción agradable o desagradable, sino mismo sentimiento o pasión. La
que requieren de la conciencia de la idea se transforma así en una impre-
persona con la que ésta se halla en sión. Por esta razón, “la idea vivaz
relación. El estudio humeano sobre de un objeto se parece siempre a
las pasiones indirectas se caracteriza su impresión; nos es posible sentir
SRUTXHDÀUPDTXHODJpQHVLVFDXVDO malestar y dolor por la mera fuerza
de estas pasiones es compleja. Ni la de la imaginación”.12 Lo anterior
causa ni el objeto solo bastan para explica por qué muchas personas se
que acontezcan tales pasiones. Este enferman por el hecho de pensar de
argumento hace mucho más rico el PDQHUDHVSHFtÀFDHQXQDHQIHUPH-
análisis de Hume. dad o en el caso de tragedias impre-
Ahora bien, Hume busca un vistas, como por ejemplo, el efecto
mecanismo que unifique la co- devastador de terremotos, huraca-
nexión entre las distintas causas de nes o tornados, las personas sienten
las pasiones indirectas y las corres- dolor por estas desgracias en virtud
pondientes respuestas pasionales. de la solidaridad con sus víctimas.
Hume encuentra dos principios aso- Pero el sentimiento no es inmediato.
ciativos para explicar el origen de Primero se tienen noticias del caso,
las pasiones indirectas. El primero lo que posibilita las primeras ideas.
de esos principios es la DVRFLDFLyQ Cuando se tiene más conocimiento

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$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

de la magnitud del suceso, en esa Pero, ¿cómo hay que interpretar la


medida se despiertan sentimientos «intensidad emocional»? El aporte
de interés por el drama que viven de Hume a este respecto es su idea
los afectados por la tragedia. De esta VHJ~QODFXDOWHQGUtDPRVTXHGLVWLQ-
manera “las ideas de las afecciones guir, por un lado, entre violencia y
ajenas se transforman en las im- apacibilidad de una pasión y, por el
presiones mismas que representan, otro, fuerza y debilidad. Una pasión
y las pasiones surgen en conformi- es violenta cuando su intensidad es
dad con las imágenes que de ella muy grande, mientras que una pa-
nos formamos”. Como podemos sión apacible se caracteriza por te-
ver, hay un proceso de asociación ner una intensidad leve. Una pasión
entre las impresiones y las ideas es fuerte o débil si es efectiva o in-
que producen estas impresiones. efectiva a la hora de determinar las
En este caso, las ideas pierden su acciones en ocasiones concretas.
carácter de tales y se transforman Por intensidad emocional de-
en impresiones. Se siente como bemos entender una «alteración
propio lo que experimenta el otro. emocional». Por consiguiente, no
Cuanto más una persona esté invo- se puede confundir la fuerza con la
lucrada con el hecho, mayor será el violencia y la apacibilidad con la
sentimiento o la carga emocional debilidad. De esta manera, Hume
que la acompaña. Esta es la razón piensa que la confusión vulgar entre
por la que Hume estima que en las pasiones apacibles y débiles, entre
pasiones hay una doble relación pasiones violentas y fuertes, es
de ideas e impresiones. Por esto, errada. Una pasión apacible puede
las pasiones indirectas surgen de tener un efecto muy fuerte en una Gustav Klimt, -XGLWK, (1901)
la asociación de una idea con otra acción concreta, aunque su intensi-
idea, acompañada por la asociación dad emocional sea suave.
de una impresión o sentimiento con
otra impresión. Hume considera que un error
FRP~QGHORVPHWDItVLFRVFRQVLVWH
Por otra parte, uno de los prin- en atribuir la dirección de la volun-
cipales objetivos de la investigación tad enteramente a uno de estos dos
moral y política de Hume es mostrar principios, es decir, a una pasión
que las pasiones desempeñan el apacible o a una pasión violenta,
papel principal tanto en la conducta suponiendo que una de ellas no
moral como en la conducta política. WLHQHQLQJXQDLQÁXHQFLDeOVHxDOD
+XPH FRQVLGHUD TXH ORV ÀOyVRIRV TXHORVKRPEUHVDFW~DQDPHQXGR
racionalistas estaban equivocados en contra de sus propios intereses.
al señalar que la razón es la que Por esta razón, la perspectiva del
determina la acción, ya que están mayor bien no es la que influye
confundiendo esta facultad con una siempre en las acciones de los hom-
pasión apacible. Desde esta pers- bres. Ellos reprimen a menudo una
pectiva, Hume realiza una nueva pasión violenta, en consideración a
FODVLÀFDFLyQ GH ODV SDVLRQHV HQWUH sus intereses y planes distantes. Por
apacibles y violentas, recurriendo consiguiente, no es sólo el desagra-
al criterio de intensidad emocional. do presente lo que determina sus
El criterio de intensidad emocional acciones. Ambos principios operan
es un criterio de segundo orden sobre la voluntad y cuando produ-
TXH VH DSOLFD D OD FODVLÀFDFLyQ \D cen pasiones contrarias prevalece
establecida que agrupaba a las uno de ellos, de acuerdo con el ca-
pasiones en directas o indirectas. rácter o la disposición de la persona.

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una pasión, se convierte fácilmente


HQHVWD~OWLPDDXQTXHVHDQGHQD-
turaleza distinta. Para una perfecta
unión entre pasiones y para que una
produzca a la otra se requiere una
doble relación de impresiones e
ideas. Pero cuando dos pasiones se
producen por causas independien-
tes y, ambas están presentes en la
mente y se mezclan rápidamente,
dicha unión se puede producir
por una relación de impresiones o
ideas, y en algunas ocasiones sin
ninguna relación. Hume piensa
que la pasión dominante absorbe
a la inferior y la convierte en ella
PLVPDUHIRU]iQGRODD~QPiV3RU
ejemplo, cuando una persona está
enamorada las pequeñas faltas, los
caprichos, los celos del ser amado
y las peleas, por muy desagradables
que sean y por muy relacionadas
que estén con la cólera y el odio, sin
embargo, proporcionan en algunas
circunstancias una fuerza adicional
a la pasión dominante. Otro ejemplo
es el del soldado que avanza hacia
un combate. Él está naturalmente
OOHQRGHYDORU\FRQÀDQ]DFXDQGR
piensa en sus amigos y su patria y, a
su vez, es asaltado por el miedo y el
terror cuando piensa en el enemigo.
De esta manera, cualquier emoción
nueva que proceda de las primeras
circunstancias incrementa el valor,
mientras que la emoción procedente
GH ODV ~OWLPDV FLUFXQVWDQFLDV DX-
Gustav Klimt, )LORVRItD(1898-1907)
menta el miedo.
Óleo sobre lienzo Lo que se denomina la IRUWDOH]D Las pasiones se transforman
GH iQLPR implica el predominio unas en otras si están presentes
de las pasiones apacibles sobre las al mismo tiempo. De este modo,
violentas. Pero Hume piensa que no cuando el bien o el mal producen
podemos encontrar alguna persona una emoción particular, dicha emo-
poseedora permanentemente de esta ción al ser producida directamente
virtud, que no se haya sometido por el deseo o la aversión, adquiere
nunca a los deseos suscitados por una nueva fuerza y violencia. Esto
dichas pasiones. ocurre cuando un objeto despierta
Hume enumera algunas circuns- pasiones contrarias, ya que la opo-
tancias que convierten a una pasión sición de pasiones ocasiona una
en apacible o violenta. Él señala nueva emoción en los espíritus y
que una notable propiedad de la produce más desorden en la mente
naturaleza humana consiste en que que la concurrencia de dos afec-
cualquier emoción, que acompaña ciones de igual fuerza. Esta nueva
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emoción, producto de la unión de


pasiones contrarias, se convierte fá-
cilmente en la pasión predominante
y, en muchos casos, se observa que
aumenta su violencia. De ahí que
deseemos naturalmente lo prohi-
bido y sintamos placer en realizar
acciones simplemente porque están
fuera de la ley. Hume señala que
cuando la noción de deber se opone
a las pasiones, no siempre es capaz
de vencerlas, y cuando no logra
conseguir ese efecto, sirve más bien
SDUD LQWHQVLÀFDUODV H LUULWDUODV DO
producir una oposición en nuestros
motivos y principios. El mismo
efecto también se produce por la
oposición de motivos internos o
de obstáculos externos. La pasión
adquiere una nueva fuerza en ambos
casos. Los esfuerzos de la mente
para superar los obstáculos externos
o internos excitan los espíritus y
avivan la pasión.
Hume piensa que la incertidum-
bre tiene el mismo efecto que la
oposición. Los rápidos cambios de
una perspectiva a otra y la variedad
de pasiones, que se suceden una a
otras, producen una emoción en la
mente y dicha emoción se trans-
forma en la pasión dominante. Por
el contrario, la seguridad debilita
las pasiones. La mente languidece
inmediatamente y para conservar
su ardor debe en todo momento
VHUUHIRU]DGDSRUXQQXHYRÁXMRGH
pasiones. La desesperación, aunque
FRQWUDULDWLHQHXQDLQÁXHQFLDVLPL-
lar. Sin embargo, Hume no aclara
por qué la desesperación y la segu-
ridad, aunque contrarias, producen
los mismos efectos. Gustav Klimt, Friso%HHWKRYHQ(QYLGLD/XMX
ULD\([FHVR(detalle), 1899.
Hume pasa a señalar que nada pasión en diferentes circunstancias.
excita con mayor fuerza una pasión La ausencia destruye las pasiones
que el ocultar una parte de su objeto. débiles, pero aumenta las fuertes, de
El objeto, al estar encubierto por la misma manera en que el viento
la oscuridad y la incertidumbre, apaga una vela, pero aviva un fue-
provoca que la imaginación realice go. Hume considera que una larga
un esfuerzo por completar la idea, ausencia del objeto debilita las ideas
y proporciona una fuerza adicional y disminuye la fuerza de la pasión.
a la pasión. Ahora bien, la ausencia Pero cuando la afección es tan fuerte
del objeto aumenta o disminuye la y vivaz, el desagrado que nace de
(O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH £äÎ
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

la ausencia del objeto aumenta la consiste en “la conversión de una


fuerza de la pasión. idea en impresión por la fuerza de
la imaginación”. Éste principio debe
Cuando el objeto de la pasión
tomarse en un sentido etimológico
o la realización de una acción son
como la comunicación de un esta-
novedosos, en el alma se produce
do de ánimo SiWKRV  La simpatía
XQDLQÁH[LELOLGDGGHODVIDFXOWDGHV
surge de los principios asociativos
\XQDGLÀFXOWDGGHORVHVStULWXVSDUD
de semejanza y contigüidad y, en
moverse en su nueva dirección.
especial, del parentesco y del trato,
'LFKDV GLÀFXOWDGHV VRQ OD IXHQWH
que son una especie de causalidad.
de la admiración, la sorpresa y de
todas las emociones que nacen de
La relación entre las pasiones y
la novedad. La admiración y la
la razón en la ética de Hume
sorpresa son agradables como todo
aquello que aviva la mente hasta Como se ha dicho anteriormen-
un grado moderado. Sin embargo, te, ha existido una creencia de que,
la sorpresa no solo aumenta las en la mayoría de las ocasiones, las
afecciones agradables, sino también acciones humanas correctas están
las dolorosas. Cuando la misma dominadas por la razón y que las
sorpresa vuelve a presentarse ante pasiones son elementos que tienden
nosotros, la novedad desaparece y a alterar dichas acciones y que, por
la pasión pierde su fuerza. tanto, deben ser negadas o some-
WLGDV SRU OD UD]yQ /D ÀORVRItD GH
Por otra parte, Hume piensa
Hume es un intento de mostrar que
que la imaginación y las afecciones
las pasiones son un elemento positi-
tienen una estrecha relación. La vi-
vo dentro de las acciones y ellas son
vacidad de la imaginación fortalece
las que pueden dominar la razón.
las pasiones, ya que cualquier placer
Sin embargo, es importante seña-
del que tengamos noticia nos afecta
lar que aunque Hume recupera la
más que cualquier otro del cual sea-
importancia de las pasiones, no las
mos totalmente ignorantes, aunque
exalta de modo absoluto negando
reconozcamos la superioridad de
HVWH ~OWLPR +XPH FRQVLGHUD TXH la razón, sino que intenta establecer
podemos concebir una idea particu- una articulación entra ambas en el
lar y determinada del placer que nos ámbito de la acción.
afecta. Mientras que los placeres La teoría de la acción moral de
cuya naturaleza ignoramos, los con- Hume gira en torno a la cuestión
cebimos bajo la noción general de del papel de las pasiones y de la
placer. Desde este aspecto, las ideas razón en el ámbito de la conducta
SDUWLFXODUHVHMHUFHQPiVLQÁXHQFLD humana. La formulación esencial
sobre la imaginación, mientras que de dicha teoría se encuentra en un
las ideas generales y universales conocido pasaje del 7UDWDGR en el
HMHUFHQXQDLQÁXHQFLDPHQRUVREUH que Hume habla de la “inactividad
dicha facultad. de la razón”. Este mismo problema
Hume piensa que nada está más es planteado en la 'LVHUWDFLyQ con
capacitado para infundir una pasión similar radicalidad. Veamos a con-
que la elocuencia, por medio de la tinuación dicho pasaje:
cual es representado su objeto. La Parece evidente que la
simple opinión de otro origina que razón, en un sentido estric-
una idea, que antes era desaperci- WR VLJQLÀFDQGR HO GLVFHUQL-
ELGDWHQJDDOJXQDLQÁXHQFLDVREUH miento de la verdad y de la
nosotros. Él considera que esto falsedad, no puede nunca
se debe al SULQFLSLR GH VLPSDWtD por sí misma ser un motivo
o FRPXQLFDFLyQ, dicho principio para la voluntad, y no puede
£ä{ (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

WHQHU LQÁXHQFLD DOJXQD VLQR FRQWUDGHODLQÁXHQFLDSUiFWLFDGHOD


en cuanto afecte a alguna razón es de carácter lógico, y parte
pasión o afección. Las rela- GHODGHÀQLFLyQKXPHDQDGHODUD]yQ
ciones abstractas de ideas son ya expuesta. Para Hume, los objetos
objeto de curiosidad, no de de la razón son aquellas entidades
una volición y las cuestiones susceptibles de un valor de verdad,
de hecho, como no son ni es decir, susceptibles de ser verda-
buenas ni malas, ni provocan deras o falsas. Las entidades que
deseo ni aversión, son total- pueden tener un valor de verdad son
mente indiferentes, y ya sean las proposiciones. Para oponerse a
conocidas o desconocidas, ya la razón o para estar de acuerdo con
aprehendidas erróneamente o ella, hay que poder estar de acuerdo
correctamente, no pueden ser o en desacuerdo con un objeto de la
consideradas como motivos UD]yQ3HURFRPRHO~QLFRPHGLRGH
para la acción.14 oponerse a tal objeto es poseer un
valor de verdad contrario al suyo,
Desde un principio, Hume pone
sólo podrán oponérsele entidades
GHPDQLÀHVWRTXHODUD]yQQRHVXQD
susceptibles de ese valor. Ahora
facultad o actividad de tipo práctico,
ELHQ FRPR ODV ~QLFDV HQWLGDGHV
es decir, directamente determinante
que pueden tener valor de verdad
de la conducta humana, puesto que
son las proposiciones, parece poder
ésta se encarga exclusivamente de
deducirse que para oponerse a una
comparar ideas, establecer cuestio-
proposición y a la razón, habrá que
nes de hecho y hacer inferencias so-
ser una proposición y ser suscepti-
bre ellas. En otras palabras, la razón
ble de un valor de verdad.15
sólo podría establecer la existencia
de objetos, determinar las relaciones Pero las pasiones y las accio-
de hecho entre ellos y las relaciones nes no representan las cosas de
HQWUHVXVLGHDV/D~QLFDSRVLELOLGDG una determinada manera, sino que
GHLQÁXLUHQODDFFLyQTXHYDDGDU simplemente se dan, existen, son
Hume a la razón es a través de las realizadas o sentidas. Por tanto, las
pasiones, es decir, de manera indi- pasiones no son proposiciones y esto
recta y subordinándola a ellas. Pero, implica que no pueden relacionarse
desde una perspectiva práctica. directamente con la razón. No pue-
de haber una relación directa entre
Si en la teoría ética Hume pre-
la razón y las acciones, ni pueden
tendía desarrollar la tesis del carác-
aplicarse directamente a las acciones
WHUSDVLYRHLQ~WLOGHODUD]yQHQHO
los términos como razonable o irra-
plano práctico Hume debía mostrar,
zonable, verdadero o falso, ya que
antes, que en los fenómenos de la
ellas carecen de las características
conducta en los que se pensaba que
precisas para que ello sea posible.
la razón determinaba la acción, el
Hume observa que en el lenguaje
papel de esa razón podía ser desem-
ordinario no se tienen en cuenta
peñado por una intensidad pasional:
estas precisiones. Este lenguaje no Gustav Klimt, -XGLWK,, (Salomé)
ODV SDVLRQHV DSDFLEOHV. Una vez
tiene conciencia de que los juicios
establecidos en términos generales
GHOHQWHQGLPLHQWRVRQORV~QLFRVTXH
la posibilidad de Hume, tendremos
pueden ser contrarios a la razón o
necesariamente que exponer los
estar de acuerdo con ella.
argumentos mediante los cuales se
prueba la incapacidad práctica de la Todas las acciones se encuen-
razón. El argumento fundamental en tran acompañadas de ciertos juicios

14.Disertación, GG IV, 161.


/DVSURSRVLFLRQHVVXVFHSWLEOHVGHYDORUGHYHUGDGVHUiQORVMXLFLRVDVHUWyULFRVRDSRIiQWLFRV GRQGHVHDÀUPDRQLHJDDOJRGHXQVXMHWR 

(O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH £äx
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

sobre sus objetos y sobre los medios


de llegar a ellos. Un juicio puede ser
erróneo en dos sentidos y a partir
de esos sentidos podemos decir de
manera indirecta que una acción es
irrazonable: en primer lugar, cuando
una acción se basa en la suposición
de la existencia de cualquier objeto
que no existe; y en segundo lugar,
cuando al realizar una acción ele-
gimos medios insuficientes para
conseguir el fin previsto, y nos
engañamos en nuestros juicios
acerca de las conexiones causales,
que habrían de conducir a su objeto.
Desde una perspectiva estrictamen-
te racional, es decir, limitada a los
juicios que acompañan las acciones
y excluyendo una consideración de
pVWDVHQVtPLVPDVRGHVXVÀQHV
podrán tan sólo tenerse en cuenta
esos dos aspectos de las acciones.
Por esta razón, si una acción “no
está fundada en falsos supuestos,
QL HOLJH PHGLRV LQVXÀFLHQWHV SDUD
FXPSOLUVXÀQHOHQWHQGLPLHQWRQR
SXHGHMXVWLÀFDUODQLFRQGHQDUODµ16
La intención de Hume es dife-
renciar dos ámbitos en la acción y
dos niveles del análisis de ésta. Por
un lado, tenemos el ámbito de los
ÀQHVTXHULJHQODDFFLyQ\GHVGHHVH
ámbito podemos criticar y evaluar
una acción desde un punto de vista
moral, es decir, podemos criticar
la acción de un sujeto analizando
las preferencias y elecciones nor-
mativamente incorrectas. Pero, por
otro lado, tenemos el ámbito de los
PHGLRV TXH FRQGXFHQ D ORV ÀQHV
anteriores, es decir, podemos criti-
FDUODDFFLyQGHXQVXMHWRTXHDFW~D
basándose en una creencia errónea
respecto a un asunto de hecho.
Aquí estaríamos criticando tan sólo
aquellos juicios que acompañan a la
Gustav Klimt, &XOHEUDVGH$JXD,, (1904-1907), óleo sobre lienzo 80 x 145 cm. acción. A partir de esa distinción,
Hume establece que en el plano

71+,,6%)'

£äÈ (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH
$QD0DUtD$\DOD‡<XOLDQD/HDO*UDQREOHV‡0DXULFLR=XOXDJD Razón y pasiones en la ética de Hume

práctico la razón sólo puede llegar a Hume, D., (1988) 7UDWDGRGHODQDWXUD


determinar la mera existencia de los OH]D KXPDQD (Trad. de Duque, F.),
Editorial Tecnos, Madrid.
ÀQHVGHODDFFLyQ\ODDGHFXDFLyQGH
ciertos medios para llegar a ellos. Hume, D., (1990) 'LVHUWDFLyQVREUHODV
Pero la razón no puede fundamen- SDVLRQHV \ RWURV HQVD\RV PRUDOHV
(Trad. José Luís Tasset), Editorial
WDUHORUGHQGHORVÀQHV\DTXHHQ Anthropos, Barcelona.
ese caso estaríamos hablando de la
Hume, D., (1992) ,QYHVWLJDFLyQ VREUH
GHVHDELOLGDGPRUDO\~OWLPDGHWDOHV
HO HQWHQGLPLHQWR KXPDQR (Trad.
ÀQHV \ GH ODV DFFLRQHV TXH OOHYDQ de Holguín, M.), Editorial Norma,
DHOORV3DUD+XPHORVÀQHVGHOD Bogotá.
acción están en el orden del deseo +XPH '   ,QYHVWLJDFLyQ VREUH
y no son reductibles a razones.17 La ORV 3ULQFLSLRV GH OD 0RUDl (Trad.
mera conveniencia racional de algo de Mellizo, C.), Alianza Editorial,
QRHVPRWLYRVXÀFLHQWHSDUDSHUVH- Madrid.
guirlo, sino que tenemos que abrigar Hume, D., $7UHDWLVHRI+XPDQ1DWXUH,
un deseo que nos predisponga hacia Analytical Index by, L. A. Selby-
ello o hacia aquello que está tras de Bigge, Oxford at the Clarendon
Press, Oxford University Press, New
pO\TXHHVORTXHFRQGXFHDOÀQ(O
York, 1978.
placer o la aversión en un sentido
primario serían las causas de la Hume, D., $Q$EVWUDFWRIDERRNODWHO\
3XEOLVKHG (QWLWOHG $ 7UHDWLVH RI
elección de un objeto, puesto que las Human Nature, Analytical Index
cualidades de éste producen estos by, L. A. Selby-Bigge, Oxford at the
sentimientos. En síntesis, el estudio Clarendon Press, Oxford University
de las pasiones y cómo fundamen- Press, New York, 1978.
WDQODVDFFLRQHVHVOR~QLFRTXHQRV Hume, D., 'LDORJXHV&RQFHUQLQJ1DWXUDO
permite explicar por qué actuamos 5HOLJLRQ, Penguin Classics Books,
como lo hacemos. New York, 1990.
Hume, D., (QTXLUHV &RQFHUQLQJ +XPDQ
8QGHUVWDQGLQJ DQG &RQFHUQLQJ WKH
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RWURVHQVD\RV (Trad. de Mellizo, C.), 3KLORVRSK\, Oxford, Clarendon
Alianza Editorial, 1988. Press.

(QXQGLOHPDFRPR
2ORPDWRROHSHUGRQRODYLGD
ODUD]yQQRVHUiODFDXVDGHODHOHFFLyQGHOÀQVHUiQODVFDXVDVSULPLWLYDVGHODVDFFLRQHV GRORURSODFHU MXQWR
con reglas morales convencionales las que serán la causa de la elección. Después de la decisión la razón tendrá una función instrumental: analizar los medios por los
cuales se llegará al término de la acción.

(O+RPEUH\OD0iTXLQD1R‡(QHUR-XQLRGH £äÇ

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