Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Con tanto poder económico y tanto linaje político Manuel Prado Ugarteche tenía el
respaldo tanto del poder económico como del poder político-militar debido a sus
conexiones militares con los altos mandos castrenses.
CONTEXTO POLÍTICO
Entre 1930 y 1956, la política era definida por sus protagonistas como una lucha,
no entre opositores, sino entre enemigos. Las Fuerzas Armadas sostenían que la
única forma de mantener el orden era derrotando y excluyendo al APRA; y esta
pensaba que la única forma de transformar al Perú era desorganizando al Ejército.
El general Óscar R. Benavides gobernaba en el Perú desde 1933, cuando fue
elegido por el Congreso Constituyente en reemplazo del asesinado presidente
Luis Sánchez Cerro. Esto fue una salida inconstitucional que se justificó por la
situación de emergencia que vivía el país, tanto en el plano interno (por motivo de
la subversión aprista) como en el internacional (la guerra con Colombia). El
mandato de Benavides debió finalizar en 1936, previa realización de elecciones
generales. Pero realizadas estas en dicho año, fueron anuladas y Benavides
prorrogó su mandato por tres años más. Sin embargo, Benavides comenzó a
sentir el desgaste de su gobierno, y aproximándose ya el final del mismo, optó por
hacer el traspaso de poder, desmintiendo así a los que creían que volvería a
prorrogar su mandato.
Candidaturas
Proceso electoral
El líder del APRA decidió no orientar los votos de sus seguidores a ninguno de los
dos candidatos. A Prado lo consideraba demasiado vinculado a Benavides, y por
tanto, lo veía como un representante del continuismo que no estaba dispuesto a
aceptar. Estaba todavía lejana la idea de una “convivencia”, como la que se daría
en 1956. Mientras que a Quesada lo descartaba de plano por el apoyo que le
brindaban los urristas, los enemigos naturales del APRA. Por su parte, el gobierno
de Benavides apoyó a Manuel Prado, poniéndole a su servicio su maquinaria
política.
Hechos los escrutinios, Manuel Prado resultó vencedor, con enorme ventaja. Se
habló de fraude masivo. A los personeros de Quesada se les impidió custodiar las
ánforas. En ese entonces no existía escrutinio sobre la mesa. Los jurados
departamentales recibieron ánforas cambiadas, las cuales habían sido llenadas
con votos a favor de Prado. Treinta años después, se hallaron en una finca limeña
las ánforas originales, llenas con los votos a favor de Quesada.
Toma de mando
El 8 de diciembre de 1939, se realizó la ceremonia de toma de mando, ante el
Congreso de la República. Después de leer su mensaje a la Nación, el presidente
Benavides entregó la banda presidencial al presidente del Congreso, general
Ernesto Montagne Markholz, senador por Loreto, que a la vez se lo puso a Manuel
Prado, tomándolo enseguida el juramento de estilo. Terminada la ceremonia,
Prado y Benavides se dirigieron a Palacio de Gobierno en la misma carroza de
gala. A su paso, el público reunido lanzaba aclamaciones y vítores, que no
cesaron a lo largo del recorrido de la carroza presidencial hasta la Plaza de Armas.
GOBIERNO
Aspecto político
Personalidad de Prado
Gabinetes ministeriales
El primer Consejo de Ministros de Prado fue presidido por el jurista Alfredo Solf y
Muro, que era a la vez Ministro de Relaciones Exteriores. Lo acompañaban: el
doctor Constantino J. Carvallo (Salud Pública, Trabajo y Previsión Social), Óscar
Ramos Cabieses (Hacienda y Comercio), el doctor Mariano Lino Cornejo Zegarra
(Justicia, Culto y Prisiones), el doctor Pedro Máximo Oliveira Sayán (Educación
Pública), el ingeniero Carlos Moreyra y Paz Soldán (Fomento y Obras Públicas),
Guillermo Garrido Lecca (Gobierno y Policía), el capitán de navío Federico Díaz
Dulanto (Marina y Aviación) y el coronel Teófilo Iglesias Rodríguez (Guerra).
Político-administrativo
Aspecto económico
Política tributaria
Entre las diversas medidas que tomó el gobierno para promover el desarrollo
económico, mencionamos algunas de las más importantes:
Impulso a la industrialización
Fue en esta época cuando se sentaron las bases para la fabricación de la harina y
el aceite de pescado, para lo cual el gobierno aportó con un capital de 650,000
soles, encargando su administración a la Compañía Administradora del Guano.
Política agropecuaria
Primero. 1939 a 1943: Las medidas estaban orientadas a favorecer a las capas
monopólicas de la burguesía industrial y al capital norteamericano con algunos
beneficios parciales a los sectores agroexportadores. En 1940, se inició la
variación de las tarifas arancelarias y se auspició una política que evidenciaba
protección a la industria nacional. Se firmaron nuevos convenios para la
colocación de productos. En 1940 se estabilizó la moneda.
El gobierno mejoró las relaciones con la izquierda, lo que trajo un vínculo más
estrecho entre el Estado y los movimientos obreros. Los sindicatos, siguiendo la
directiva de sus partidos (el APRA y el PCP), decidieron limitar sus protestas,
mientras que el gobierno detuvo la represión. Esto hizo que se reconocieran un
gran número de sindicatos. El desarrollo más importante fue la creación de la
Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) en 1944, con la bendición del
gobierno, pero organizada tanto por el APRA como por el PCP.
En junio de 1940, se realizó el Censo General, que había sido planificado por
Benavides pero que no pudo hacerlo por la coyuntura política. La importancia del
censo radica en la necesidad de conocer las realidades del Perú: saber cuántos
peruanos vivían en el territorio nacional, cuál era su distribución y en qué situación
se encontraban para aplicar verdaderas políticas sociales y económicas.
Descentralización
Se dispuso que los bienes disponibles fueran equitativamente a todas las
provincias y regiones del país. Se procuró estimular la producción indígena para
así iniciar su recuperación. Gracias al censo se registraron 5000 comunidades.
Para su inserción resultó de sumo beneficio los planes de carreteras, irrigación y
agricultura.
Política educativa
Se dio la ley orgánica de Educación Pública en 1943, mediante la cual se
amplió la cobertura educativa y se impulsó la ayuda estatal a los
estudiantes y comedores escolares. Se incluyó el nivel universitario.
Se aumentó significativamente el Presupuesto para el ramo de educación
régimen, pues de 13'445,820.6 en 1939, aumentó a 58'834.648.17 en 1945.
El aumento registrado en el número de escuelas y maestros fue igualmente
notable.
Se emprendió un agresivo plan de alfabetización a nivel nacional, ante el
alto número de analfabetismo que el censo de 1940 puso al descubierto,
especialmente en la Sierra.
Se dio impulso a la educación técnica, con la mejor implementación y
equipamiento de las escuelas de arte y oficios, así como la creación de
otros centros de estudios. Los Estados Unidos dieron apoyo a esta política,
enviando técnicos y libros para ampliar los estudios y las enseñanzas
necesarias.
Se dio especial atención a la educación normal (del profesorado). Fue
reabierto el Instituto Pedagógico Nacional de Varones, y se fundaron
escuelas normales en el interior del país.
El 27 de agosto de 1943 fue creado el Colegio Militar Leoncio Prado,
destinado a impartir enseñanza secundaria militarizada. Entre otros
colegios secundarios que se fundaron, están: Daniel A. Carrión en Cerro de
Pasco; General Prado, de mujeres, en el Callao; Nacional de Mujeres en
Lima; Javier Prado en Celendín; 9 de diciembre en Coracora; y el Nacional
de Varones de Paita.
Política sanitaria y de bienestar social
Se inauguró el Hospital Obrero (actual Hospital Guillermo Almenara
Irigoyen).
Se inauguró el Hospital de la Maternidad de Lima y el puesto Central de
Asistencia Pública, en la misma ciudad.
En provincias, se inauguraron los hospitales de Yurimaguas, Satipo, Tingo
María y del Seguro de Arequipa; los dispensarios de Caballococha,
Contamana y Pucallpa; y postas sanitarias en distintos puntos del país.
Se hicieron obras de control y erradicación de enfermedades endémicas y
epidémicas, tales como el paludismo, la tuberculosis, etc. Se iniciaron las
campañas de vacunación masiva.
Se realizó una intensa campaña de sanidad urbana y rural. Se instalaron
servicios de agua potable en Cajamarca, Chimbote, Tacna, Hualgayoc,
Chincha Alta, Iquitos y otras ciudades.
Fue creado en Lima el comedor universitario, así como otros comedores
populares, que subsistieron eficientemente por varias décadas.
En cuanto a la política de fomento de la vivienda, fueron habilitados los
barrios fiscales 1, 2, 3, 4 y 5 en el Callao con un total de 724 casas y el
Barrio Rural del Estado de Piedra Liza, en el distrito del Rímac.
Obras públicas
Se impulsó la construcción de vías de penetración hacia el interior y el
oriente. Se abrieron al tráfico las siguientes carreteras: Castrovirreyna-
Pisco, Huancayo-La Mejorada, Olmos-Jaén-Bellavista, Pacasmayo-Chilete,
Pampas-Colcabamba, Nazca-Puquio-Chalhuanca-Abancay. Se culminó
también la Carretera Central hasta Aguaytia y Pucallpa, este último
importante puerto fluvial sobre el río Ucayali. Esta vía, que une Lima con
Pucallpa, se convirtió en el único enlace efectivo entre la selva y el resto del
país. Ello fomentó a la vez la colonización en la zona selvática,
especialmente en Tingo María.
Se culminó el asfaltado del tramo peruano de la Carretera Panamericana.
En cuanto a las irrigaciones, se concluyeron las obras de la margen
izquierda del río Tumbes; y de la margen izquierda del río Mantaro. Se
concluyeron los estudios para la irrigación de las pampas de Chao, Virú y
Moche y para la desviación de las aguas del Quiroz al Piura, del Chotano al
Chancay, para la construcción de la represa de Tinajones y para la
irrigación de Majes y Sihuas y el almacenamiento y desviación de las aguas
de las lagunas de Orcococha y Choclococha al río Ica.
Se sentaron las bases para el desarrollo de la industria siderúrgica
nacional. El 28 de agosto de 1942 se formalizó el contrato entre la firma H.
A. Brassert & Co. y el gobierno, para la iniciación de los trabajos de la
planta siderúrgica del Cañón del Pato, a cargo de la Corporación Peruana
del Santa (departamento de Áncash). El proyecto se enlazaba con
explotación de los yacimientos de hierro de Marcona y la construcción del
puerto de Chimbote.
En Lima se mejoraron los servicios del agua potable. Se inauguraron: el
Palacio Municipal; el complejo de La Parada en los terrenos del fundo El
Pino; el local de la Biblioteca Nacional del Perú en la avenida Abancay. Se
realizó el ensanche de los jirones Tacna y Abancay, y la prolongación de la
avenida Javier Prado.
En provincias se construyeron los hoteles de turistas de Chala, Huánuco,
Huancayo y Piura y se inició la construcción de los de Nazca, Iquitos,
Urubamba, Juliaca y Ayacucho.
Se continuó la política de impulso al turismo.
Aspecto internacional
Al estallar la guerra entre las potencias aliadas y los países del Eje, el gobierno
peruano proclamó su absoluta neutralidad, aunque sin dejar de manifestar sus
simpatías por la causa aliada. Esta neutralidad duró poco tiempo, pues a raíz del
sorpresivo ataque de la aviación japonesa a la base estadounidense de Pearl
Harbour, ocurrido el 7 de diciembre de 1941, el Perú se alineó resueltamente con
el bando aliado, mientras los otros países latinoamericanos dudaban en seguir tal
posición. Durante la III Reunión Consultiva de Cancilleres americanos realizada en
Río de Janeiro, a principios de 1942, fue la actitud peruana la que inclinó a los
representantes de los demás países americanos a apoyar a Estados Unidos. El
Perú fue el primer país de Latinoamérica en romper relaciones con las potencias
del Eje y tomó las medidas políticas y económicas que requería el caso. Este
pronorteamericanismo trajo consigo algunos excesos, como el permitir a los
Estados Unidos la instalación de una base aérea en Talara (norte peruano), y la
deportación masiva de residentes alemanes y japoneses, a quienes se les
confiscó sus propiedades.
Así, en los primeros días de julio de 1941 la agresión vino por parte del Ecuador,
produciéndose acciones de armas en los puestos fronterizos de Aguas Verdes,
Porvenir, Las Palmas, Uña de Gato, Lechugal, Quebrada Seca, Matapalo y El
Coral, donde fueron rechazados los invasores. Al finalizar el mes de julio las
acciones se habían generalizado en la zona de Tumbes comprendiendo un frente
de 50 kilómetros.
Las acciones en el frente del Nor Oriente fueron también exitosas para los
peruanos. La Quinta División bajo el comando del General Antonio Silva
Santisteban, que actuaba en un frente de 800 kilómetros, comprendido entre la
Cordillera del Cóndor y el río Putumayo, tomó el puesto ecuatoriano de Rocafuerte
el 11 de agosto de 1941.
Defensa nacional
Corrupción pública
Dado que la guerra mundial alteró significativamente el paisaje político del Perú,
Prado tuvo que depender de los militares, de sus amigos políticos y de una
comunidad banquera y empresarial infiltrada por intereses parciales a las
potencias del Eje. La intervención extranjera en los asuntos internos peruanos fue,
supuestamente, justificada por el creciente peligro totalitario. Prado aumentó la
colaboración con los aliados, particularmente a comienzos de 1943 cuando
Estados Unidos entró a la guerra. Se informó que el gobierno peruano estaba
vendiendo combustible de petróleo de los depósitos de reserva a los japoneses a
casi el doble de su precio normal. También hubo una creciente preocupación por el
cultivo y la compra de algodón por parte de compañías japonesas. Unos cuantos
meses más tarde, Hoover (Director de investigaciones estadounidense)
proporcionó información confidencial acerca del tráfico de cocaína por parte de
una red de argentinos y peruanos favorables al Eje. César Cárdenas García,
director del Ministerio de gobierno, recibía un soborno de 5000 soles mensuales, y
el prefecto de Lima, otros 200 soles al mes por permitir que las actividades de
contrabando se realizaran sin molestias.
A pesar de las serias dudas que los funcionarios del departamento de Estado de
Estados Unidos tenían sobre el compromiso de su gobierno con los Aliados, Prado
había alcanzado para marzo de 1942 importantes logros diplomáticos. Ellos fueron
descritos como el cambio «de una política vacilante e indecisa a un enfoque
definitivamente a favor de la democracia y cooperación con los Estados Unidos».
Acontecimientos diversos
Tras entregar el mando a Bustamante, Prado viajó a París, donde poseía una
residencia en la elegante Avenida Foch. Allí radicó, hasta que diez años después
volvería al Perú para postular por segunda vez a la presidencia.