Ensayo Antes de Actuar.

Sara Sofía Tapia.

Antes de Actuar es un libro que más haya de presentar interesantes premisas, sirve para analizar
lo necesario para la creación artística, desde la interpretación del actor hasta la intención que
debe de llevar la obra teatral. Es un libro que sirve como una guía para saber cómo hacer de
manera efectiva y adecuada un montaje teatral que sale de los clichés que uno esperaría, y
ahonda en conceptos que pocas personas realmente toman en cuenta.

El primer capítulo del libro nos habla del contexto y de su importancia en el momento de
presentar una obra de teatro. A mí me pareció fascinante leer al respecto porque es algo que es
supremamente importante, el contexto condiciona el recibimiento que le de el público a la obra y
de alguna u otra forma la función de la misma. No es lo mismo presentar una obra de teatro aquí
en Bogotá con todo lo que estamos viviendo a niveles políticos y sociales que en Francia, por lo
que para crear o adaptar una obra se debe de ver muy bien el contexto en el que será presentada
y al público al que apunta. También para los actores es supremamente importante entender el
contexto en el que fue escrita la obra y en el que habitan sus personajes, o no será capaz no sólo
de interpretar incorrectamente su personaje, sino además de no expresar y trasmitir lo que se
buscaba al público.

En el segundo capítulo se habla de la elocuencia, definida en el libro como “la elocuencia es

expresión, comunicación, habla, emisión de señales, verbalización, clarificación, y enunciación.”
(página 37) de esta manera se da a entender que si se quiere enviar un mensaje al público se debe
de ser elocuente. Sin la elocuencia no se logrará expresar todo lo que se busca y un mal manejo de
la elocuencia puede llegar a transmitir el mensaje equivocado, ya que el público podría interpretar
el mensaje de la obra de manera errónea.

El libro continua en el tercer capítulo con la intención, esta debe de ser un pilar en el arte de la
actuación, absolutamente todo lo que se hace en escena debe de tener una intención cada
movimiento, cada diálogo, y la obra misma debe de tener una intención. También se menciona
este término: la causa secreta, la cual se refiere a la motivación que se tiene en el momento de
realizar la obra. Creo yo que la intención está muy ligada al contexto, ya que según el contexto en
el que se piensa presentar la obra se puede pensar en la intención de la misma, que mensaje
busca enviar, que quiere el autor que el público sienta y piense con respecto a su obra.

En el cuarto capítulo se revisa la atención, la cual se debe de tener en todo momento en escena.
Esto me recuerda a un momento en el que alguien de mi grupo le dijo a uno de los profesores que
“debíamos de concentrarnos”, el profesor le contesto que ese no era el termino adecuado, lo que
verdaderamente debíamos hacer era prestar atención en todo momento. La atención para saber
cómo movernos en escena, cómo reaccionar frente a cualquier imprevisto o situación, la atención
también para recordar e interpretar cada una de las escenas sin perder de vista a nuestros demás
compañeros. Se podría decir que la atención es uno de los pilares fundamentales para que las
cosas salgan bien en escena.

El quinto capítulo muestra el concepto de magnetismo, el cual se refiere a una energía que une a
todos los elementos de la obra. El magnetismo es el encargado de que la energía de la obra se
mantenga durante toda la duración de la misma, y de que esta sea igual en cada uno de los
actores que participan en ella. Este concepto me parece muy importante, porque si no está
presente entonces pasa lo que por ejemplo nos pasó a mí y a mis compañeros en la muestra del
primer corte, la energía se nos iba a cada uno en diferente momentos, unos tenían la energía más
alta que otros y eso hacía que no se viera bien ni en conjunto lo que estábamos haciendo.

El concepto que se maneja en el capítulo sexto es la actitud, esta parte del libro la relacione con
algunas partes que leímos de Ética y Disciplina de Konstantín Stanislavski, ya que a esto es a lo que
él se refiere cuando habla de siempre llegar sin sentimientos negativos al teatro. La actitud es
fundamental para realizar un trabajo adecuado tanto en los ensayos como en la puesta en escena,
ya que siempre se debe de estar con la mejor disposición. Así mismo la actitud es algo que se nota
muchísimo en escena, por lo que un actor que tiene mala actitud se notara. También es muy
interesante como la autora nos menciona que una buena actitud puede ser además contagiosa
con el resto, hacer que la energía aumente y así mejorar el ambiente.

El séptimo capítulo se centra en el contenido, el cual se refiere a la obra misma en sí. El contenido
diría yo que es el componente más importante ya que es el resultado que vera el público, es
donde se puede trasmitir de manera efectiva el mensaje que se ha pensado, la intención. El
contenido de una obra debe de ser primordial, sin un buen contenido no sólo se verá afectado el
mensaje que se busca enviar sino que los actores tampoco serán capaces de relucir todo lo que
tienen para dar.

El último capítulo trata sobre el tiempo. La autora expresa que el teatro hace que una pierda
completamente la noción de este, haciendo por ejemplo que en los ensayos uno sienta que el
tiempo pasa lento pero en el momento de la función pasa extremadamente rápido. O también
como por medio de la interpretación, se puede alterar el tiempo para los espectadores, como por
ejemplo hacer algo en cámara lenta.

Para concluir debo de rectificar como desde el comienzo del libro yo estoy de acuerdo con el
análisis que hace la autora a estos conceptos. Me parece que este libro explora ideas que son tal
vez un poco descabelladas pero que tienen todo el sentido, por eso mismo creo que es un libro
que elabora muy bien cada tema que nombra.