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Ficha: 1088 (Unidad 8) Millon

La personalidad y sus trastornos


Capítulo I: Naturaleza de la personalidad
¿Qué es la personalidad?
En el primer año de vida, los niños se ocupan en una gran variedad de respuestas conductuales. Parece
que estas respuestas tiene una función exploratoria. Thorndike llama aprendizaje por “ensayo y error” al
tipo de aprendizaje del niño donde descubre qué respuestas conductuales lo guían hacia un refuerzo
(placentero) y qué respuestas son inefectivas o son castigadas (no placenteras).
Conforme el niño se desarrolla y madura, tiene lugar un proceso moldeador. El niño desarrolla un
repertorio de conductas que son probadas empíricamente diseñadas para conseguir refuerzos y evitar
castigos. Con el correr del tiempo el niño presenta conductas especificas bastante consistentes en
situaciones diferentes. En este punto se puede decir que el niño ha demostrado tener un hábito.
Mientras el niño continua madurando, comienza a mostrar un grupo repetitivo de hábitos. A este grupo
se le llama rasgo.
Finalmente la conducta de los niños cristaliza en un patrón preferido de comportamiento. Dada una
continuidad en el desarrollo biológico básico y un rango de experiencias para seleccionar y adoptar
respuestas conductuales, el niño puede estar capacitado para desarrollar un patrón distintivo de interacción
intrapersonal y con el entorno que es profundamente incorporado y no fácilmente erradicable. En
resumen, estas características son la esencia y la suma de la personalidad del niño.

Definición de la personalidad:
La personalidad representa un patrón profundamente incorporado, que muestra claramente rasgos
cognitivos, afectivos y conductuales manifiestos que persisten por largos periodos de tiempo. Estos rasgos
emergen de una complicada matriz de disposiciones biológicas y del aprendizaje experiencial. Hay dos
procesos situados en el centro de la personalidad: como interactúa el individuo con las demandas del
medio ambiente, y como se relaciona consigo mismo.

Personalidad, temperamento y carácter:


La personalidad se considera como esta indicado en el párrafo anterior.
El temperamento puede ser considerado como una parte biológicamente determinada de la
personalidad. Cada niño se incorpora al mundo con un patrón distintivo de tendencias de respuestas y de
sensibilidades. Estos patrones de conducta son biogenéticos, ya que se manifiestan antes de que la
experiencia del aprendizaje postnatal pueda influir en ellos. El temperamento suele definirse como el
material biológico en bruto desde el cual la personalidad emerge. Incluye el sustrato neurológico,
endocrinológico y bioquímico.
El carácter puede considerarse como la adherencia de la persona a los valores y las costumbres de la
sociedad en la que vive. Puede ser considerado como un reflejo de numerosas y diversas influencias
ambientales.
Consideramos la personalidad como un concepto amplio que fácilmente puede incluir al
temperamento y al carácter. El temperamento es la materia prima biológica, y el carácter, más amplio que
el primero, esta definido por las costumbres sociales.
Patrones de personalidad normales y anormales
El criterio mas usado para determinar la anormalidad es el criterio estadístico. La anormal es cualquier
conducta que se desvía de la norma esperada o aceptada. Es un criterio puramente cuantitativo. Falta
considerar el aspecto cualitativo, por ejemplo no un CI de 140 seria tan anormal como uno de 60, pero el
primero es preferible.
La mejor forma de considerar una conducta como normal o anormal es teniendo en cuenta la esfera
cualitativa. Cuando se considera la salud mental, la normalidad puede ser concebida como “la capacidad
de funcionar autónoma y competentemente, la tendencia a adaptarse al entorno social de forma efectiva y
eficiente, una sensación subjetiva de satisfacción y eficiencia y la habilidad de auorrealizarse o de alcanzar
las propias potencialidades”. La anormalidad puede ser concebida como un déficit en estas cualidades.
Se puede decir que un individuo tiene una personalidad normal y saludable cuando:
 Muestra capacidad para relacionarse con su entorno de una manera flexible y adaptativa.
 Las percepciones características del individuo de si mismo y del entorno son
fundamentalmente constructivas.
 Los patrones de conducta manifiesta predominantes del individuo puede ser considerados
como promotores de salud.
Se puede decir que un individuo posee un patrón de personalidad anormal o no saludable cuando:
 La persona intenta afrontar las responsabilidades y las relaciones cotidianas con inflexibilidad
y conductas desadaptativa.
 Las percepciones de si mismo y de entorno son fundamentalmente autofrustrantes.
 Los patrones de conducta manifiesta del individuo tienen efectos perniciosos para la salud.
Hay tres criterios que apuntan hacia la presencia de un patrón de personalidad anormal:
Inflexibilidad adaptativa: es la tendencia consistente del individuo a relacionarse consigo y e ambiente
a través de estrategias inapropiadamente rígidas y aplicadas uniformemente. Esta rigidez inhibe el
desarrollo de un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento. No se trata solo de la incapacidad del
individuo para adaptarse a los acontecimientos, sino que además esta persona trata de cambiar las
condiciones del ambiente, en tanto que no es capaz de llevar al cabo conductas mas allá de su limitado
repertorio.
Una tendencia a fomentar círculos viciosos: es la tendencia a provocar nuevas conductas
autofrustrantes. Cualquier sujeto tiende a intentar manipular el ambiente para obtener refuerzos y evitar
castigos. Los patrones de personalidad anormal son patogénicos porque intensifican las dificultades ya
existentes.
Estabilidad lábil: Los patrones de personalidad anormal son frágiles y carentes de elasticidad bajo
circunstancias de presión ambiental. A causa de series recurrentes de intentos inefectivos de
afrontamiento, los conflictos no resueltos tienden a volver a emerger. Cuando esto ocurre, es posible que
el sujeto derive hacia formas patológicas de afrontamiento, con un control menos adecuado sobre sus
emociones y finalmente con percepciones subjetivas y distorsionadas de la realidad.
Orígenes de la personalidad y los trastornos de la personalidad
Los factores biológicos establecen los fundamentos que guían el desarrollo de la personalidad, y los
factores ambientales actúan para dar forma a su expresión.

Factores biológicos:
Las influencias biológicas básicas sobre el desarrollo de la personalidad probablemente tengan dos
formas principales: la herencia y los factores maternos prenatales.
La herencia: juega un papel en el desarrollo de la personalidad humana y sus trastornos. Las
alteraciones psicopatológicas, parecen tener fundamentos genéticos. De todas formas se suele creer que las
influencias genéticas son en gran parte formadas y moldeadas por las fuerzas ambientales.
Factores maternos prenatales: el desarrollo fetal puede ser afectado adversamente por varias
compilaciones del embarazo o de la salud de la madre. Los mecanismos específicos por los cuales los
factores maternos prenatales pueden afectar el desarrollo de la personalidad del niño no están aclarados.
Aun así, muchos estudiosos de la personalidad aceptan que estos factores influyen en la formación de la
personalidad tanto sana como trastornada. Es muy posible que el fenómeno del temperamento este muy
determinado por estos factores.

Factores bioambientales:
Los factores biológicos están tan relacionados con los factores aviéntales que su relación viene a
conformar otro grupo de factores que son capaces de influir en el desarrollo de la personalidad. Son los
factores bioambientales. El factor ambiental mas obvio y convincente es el proceso de desarrollo
neuropsicológico.
Desarrollo neuropsicológico: es un proceso de maduración neurológica. La maduración neural se
produce por factores postnatales ambientales y prenatales. El mayor crecimiento neurológico se da en
periodo prenatal y hasta los 5 años. Tanto el desarrollo prenatal como el postnatal dependen de la
nutrición. Esta noción de que existen periodos sensibles del desarrollo neurológico sostiene que existen
periodos limitados de tiempo durante los cuales son necesarios estímulos particulares para el total
desarrollo madurativo.
Pueden definirse tres etapas de desarrollo neuropsicológico
1-La etapa de fijación sensorial: comprende desde el nacimiento hasta los 18 meses. Los procesos que
dominan esta etapa son fundamentalmente sensoriales, sirven de ayuda en el desarrollo neurológico. La
escasez de estímulos en esta etapa da como resultado la apatía, el déficit en el acoplamiento social, la
alineación social y la depresión. La estimulación sensorial extraordinariamente pobre puede producir
retraso sensorial. La estimulación excesiva puede conducir a la hipersensibilidad, búsqueda de estímulos,
conducta hiperactiva y altamente demandante y dependencias interpersonales anormales.
2-La autonomía sensoriomotora: Comienza mas o menos a los 12 meses y dura hasta los 6 años.
Refinamiento de la actividad muscular grosera. A medida que la habilidad de la verbalización, locomoción
y manipulación motora fina aumenta, el niño se vuelve mas autónomo. La escasez de estímulos puede dar
falta de conducta exploratoria y competitiva, timidez, pasividad, sumisión. La estimulación excesiva
puede conducir a la autoexpresión no controlada, irresponsabilidad social y narcisismo.
3- Iniciativa intracortical: de los 4 años a la adolescencia. Es un crecimiento de las funciones corticales
cerebrales mas elevadas. El niño planificar, organizar y actuar en base a sus propios intereses. El
pensamiento va mas allá de las limitaciones de lo concreto y pasa a un nivel abstracto. Habilidad
introspectiva. Un déficit en la estimulación puede causar dificultad en la elección de un rumbo en la vida,
problemas disciplinarios, y un patrón de conducta impulsivo. El exceso de estímulos puede coartar la
espontaneidad, la flexibilidad y la creatividad, dando como resultado un individuo rígido y reprimido.
Cada etapa refleja influencias ambientales y biológicas. Cada etapa sienta las bases para la próxima,
por lo que si esta incompleta, la próxima se vera afectada.
Resumiendo, vemos que los potenciales biológicos esenciales de cada organismo pueden ser definidos
por factores genéticos. Sin embargo, la proporción y el nivel fundamental en que estos potenciales se
manifiestan serán moldeados por factores ambiéntales que influyen en la composición bioquímica y la
anatomía funcional de sus propios sustratos biológicos.

Factores ambientales:
El aprendizaje puede considerarse como la adquisición de varias respuestas cognitiva, afectivas y
conductuales manifiestas que el organismo inicialmente no posee. La mayor parte del aprendizaje
relevante para el desarrollo de la personalidad puede ser categorizado en posibilidades:
Aprendizaje por contigüidad: es el método mas simple. Cualquier grupo de elementos ambientales que
aparezcan simultáneamente o en una estrecha secuencia temporal can a quedar asociados entre si.
Aprendizaje instrumental: el mas poderoso. Se resume en la ley del efecto (Thorndike). Esta ley
establece que la conducta que es seguida por consecuencias que satisfacen o recompensan al individuo
serán repetidas; las que tiene consecuencias punitivas serán reducidas.
Aprendizaje vicario: Bandura. Como seres sociales, las personas observan la conducta de los otros y
las ocasiones en que ésta es recompensada, desatendida o castigada. Se utilizan las consecuencias
observadas tanto como las propias experiencias directas. Es un proceso extremadamente eficiente y
necesario. Explica como el niño se vuelve “civilizado” con extraordinaria rapidez.
Aprendizaje patogénico: los tres tipos de aprendizaje anteriores también pueden actuar modelando la
personalidad anormal, insana. Muchas de las conductas patogénicas aumentan gradualmente a través de
experiencias aprendidas repetitivas. Hay tres procesos principales de aprendizaje patológico: refuerzo
positivo de patrones de conducta desadaptativos, autofrustrantes; refuerzo negativo de patrones de
conducta maladaptativos, autofrustrantes; subaprendizajes (insuficiencia de conocimiento necesario para
formar patrones de conducta adaptativos, se puede encontrar en experiencias aprendidas en forma
incompleta, comunicación contradictoria o modelos de imitación defectuosos).

Resumiendo, podemos ver que el desarrollo de la personalidad es una función de los factores
biológicos interactuando con el aprendiza en respuesta a factores ambientales. La interacción de los
factores biológico y ambiental es muy compleja y variara de persona a persona. Sin embargo, esperamos
que los factores biológicos sirvan para agrupar los fundamentos del desarrollo de la personalidad y que los
factores ambientales, a través dl proceso de interacción bioambiental y el aprendizaje, sirvan para modelar
la naturaleza final de la personalidad humana. Esta explicación nos ayuda a entender no solamente la
personalidad normal, sino también la personalidad anormal. A través del proceso de trasmisión genética
inadecuada, insuficiente estimulo nutricional y metabólico prenatal y postnatal y, finalmente, a través del
aprendizaje patogénico, la personalidad normal puede ser transformada en una personalidad insana o
anormal.

Procesos tempranos y desarrollo de la personalidad


Los procesos de desarrollo temprano son mas significativos en la formación de la personalidad que las
experiencias tardías. Las experiencias tempranas no solamente son fijadas mas penetrantemente y
fuertemente, sino que sus efectos tienden a persistir y son mas difíciles de modificar que los efectos de las
experiencias tardías. Esta conclusión esta basada en dos postulados: 1) las experiencias tempranas de la
vida están entrelazados con los fundamentos biológicos, 2) las experiencias tempranas de la vida dan
estructura y el tono para el subsecuente aprendizaje a lo largo de la vida.
Aunque los sustratos biológicos pueden definir los límites del desarrollo de la personalidad en un
sentido grosero, el aprendizaje debe asumir la responsabilidad de la formación definitiva de la
personalidad humana.
La personalidad tiende a ser estable y consistente. El termino estabilidad se aplica cuando un rasgo
perdura en el tiempo, mientras que el termino consistencia se aplica cuando una conducta se produce en
una situación y también en otras similares.
Un cambio verdadero de la personalidad usualmente se producirá: naturalmente, a través de un
proceso de aprendizaje que contradiga las experiencias de aprendizaje previas o a través de un proceso
traumático psicológico o físico extremo; o artificialmente, a través de un proceso de intervención
profesional planificada.
Ver resumen de ficha.

Capitulo II: Tipos de personalidad y sus trastornos


El dilema de la clasificación
Una clasificación o etiquetación diagnóstica se utiliza para resumir las cogniciones, emociones y
patrones de conducta particulares que caracterizan a un individuo. Durante las décadas del 60 y 70 hubo
muchas reticencias por parte de los profesionales de la salud a utilizar este tipo de clasificaciones.
Surgieron tres objeciones principales:
 El hecho de clasificar individuos a menudo induce a los mismos a adoptar un rol que refleja la
expectación de la sociedad hacia cualquiera que posea una etiqueta particular (como una
profecía auto cumplida).
 Mas que usarlas como descripciones, las clasificaciones se convierten en explicaciones de las
conductas que se intentan resumir. Por ejemplo suponer que el paciente padece pensamientos
delirantes porque es “paranoide”. Es una forma errónea de lógica circular.
 La clasificación de un individuo puede ser considerada como una justificación para privar al
individuo de su individualidad. Tal homogeneidad impuesta externamente conduce a los
médicos y a los demás a considerar a todos los individuos con la misma clasificación
diagnóstica, no como individuos, sino como uno en un grupo.

A pesar de estos problemas, debemos seguir apoyando la utilización de esquemas de clasificación. Es


un sistema que sirva para simplificar la búsqueda de las características relevantes. Son un punto inicial de
valoración para el médico. Pueden servir para facilitar la deducción de las características del desarrollo
psicológico de la persona, que de otra forma no se obtiene fácilmente. Puede guiar en las diversas
opciones de tratamiento o alertar sobre potenciales resistencias o complicaciones.
Los problemas de la profecía auto cumplida la lógica circular y la homogeneidad externamente
impuesta, aunque son problemas legítimos, no nos parecen justificación suficiente para invalidar estos
sistemas. La resolución del dilema de la calcificación podría encontrarse en: el refinamiento de los
sistemas de clasificación; el uso apropiado de tales sistemas; la comprensión por parte de los médicos de
que las clasificaciones nunca pueden ser un fin por si mismas.

Historia de la clasificación de la personalidad

Hipócrates. Fue el primero en formular tipologías de la personalidad 5 siglos AC. Postulo que cada
individuo tenía 4 humores corporales: la bilis amarilla, la negra, la sangre y la flema. La personalidad
normal disponía de un equilibrio entre las cuatro, sicopatología estaba dada por la alteración o disfunción
de estos humores.
Gall. Pensaba que los procesos mentales debían reflejarse en la estructura morfológica del cerebro, que
asimismo debía quedar reflejada en el contorno del cráneo.
Janet y Krapelin. Promulgaron las tipologías de la personalidad limitadas por la enfermedad mental. El
trabajo de Janet se basaba en lo que entonces era llamado el proceso neurótica, mientras que Krapelin
registraba la nosología alrededor de lo que se conocía como psicosis maníaco depresiva y demencia
precoz.
Kretschemer. Sintetizo las nociones de Gall que relacionaban la estructura del cuerpo con la
personalidad y la caracterización de Jung de personalidad extrovertida e introvertida. Los esquizofrénicos
tenían un físico mas alargado y flaco y los maniaco depresivos mas redondo y suave. Los altos y delgados
mas introvertidos y los gordos mas extrovertidos.
Sheldon. Desarrolló hipótesis sobre la relación de la estructura corporal, y la personalidad y la
sicopatología. Identificó tres dimensiones morfológicas básicas, llamadas somatotipos. El endomorfo
(apariencia física blanda y redonda), el mesomorfo (físico sólido y muscular) y el ectomorfo (físico frágil
y delgado). Respectivamente, los temperamentos pertinentes a cada uno eran: viscerotonía (amante del
confort y orientado a la gente), somatotonía (asertivo, competitivo, orientado a la acción) y cerebrotonía
(emocionalmente reprimido, aprensivo, orientado a la soledad).
Método factorial analítico. A finales del siglo 19, los avances en la matemática condujeron a
revalorizar el interés en identificar las unidades básicas de la personalidad. Factores derivados
matemáticamente son estadísticamente combinados en base a sus aspectos comunes y son usados para
crear tipologías.
Allport. Fue muy crítico con las aproximaciones analítico-factoriales a la tipología de la personalidad.
Era favorable a la tendencia que postulaba que la personalidad debía entenderse como un sistema único y
altamente integrado y holístico.
Goldstein. Postulaba que la personalidad no podía ser entendida por conductas aisladas porque el
organismo operaba como una sola unidad que no podía ser entendida fácilmente solo por análisis de sus
componentes.
Lewin. Es muy relevante su noción sobre que el ambiente afecta al individuo sobre la base de cómo el
individuo percibe e interpreta conscientemente el ambiente, y no sobre la base de la realidad objetiva del
ambiente.

La tipología de la personalidad es presentada en este texto, está basada en el trabajo de Millon, y ha


jugado un gran papel en la formación de las bases teóricas para el esquema de la clasificación de las
trastornos de personalidad empleado en el eje 2 del DSM-III.
El presente sistema de clasificación para la personalidad y sus trastornos surgió de la insatisfacción
con el sistema de clasificación de los DSM previos. Los principales defectos de las nosologías previas
incluían, de acuerdo a Millon:
 La falta de una fundamentación teórica coherente para la clasificación de los trastornos de la
personalidad.
 La tendencia a presentar los trastornos de personalidad como entidades patológicas
independientes pero sin reconocer las interrelaciones potenciales entre tales trastornos.
 Énfasis en la sintomatología “dramática”, pero descuido en los síntomas y conductas cotidianas
mas típicas y clínicamente relevantes.
 La formulación de clasificaciones basadas en la tradición e “impresión clínica” mas que sobre
bases empíricas mas rigurosas.
 La tendencia a considerar todos los trastornos de la personalidad como igualmente graves.
 El pasar por alto el amplio rango de síntomas que existen dentro de cada trastorno de la
personalidad y el valor de observar estos síntomas como presentes con una intensidad variable
a lo largo de un continuo descrito dentro de cada trastorno (este es un defecto actual del DSM-
III).
Clasificación de la personalidad y sus trastornos: un sistema de aprendizaje
biosocial

El sistema de clasificación definido como un enfoque de aprendizaje biosocial, fue desarrollado por
Millon como intento de mejorar los defectos inherentes a los sistemas DSM. Este sistema de clasificación:
 Constituye una teoría del desarrollo y sicopatología de la personalidad coherente e integrado.
 Reconoce la covarianza o agrupación natural que ocurre entre varios aspectos de las
personalidades específicas o de los trastornos de la personalidad.
 Sensibiliza al medico con los síntomas típicos cotidianos de los trastornos de la personalidad al
tiempo que cuanta da cuenta de sus síntomas mas importantes.
 Utiliza tanto pruebas generadas empíricamente como formulaciones teóricas en apoyo a sus
tipologías.
 Tiene en cuenta la diferenciación de los trastornos de la personalidad de acuerdo a su gravedad.
 Reconoce el valor de la descripción de los trastornos de la personalidad y sus trastornos
mediante la utilización de criterios descriptivos situados a los largo de una graduación
descriptiva continua que colectivamente refleja un rango de síntomas potencialmente amplio y
de intensidad variable en lugar de utilizar estados sintomáticos independientes para describir
los trastornos de la personalidad.

Inevitablemente, se encontrarán innumerables diferencias y variaciones sutiles de la conducta entre


individuos que han sido clasificados juntos. Esta perdida de la individualidad es inherente a cualquier
proceso que intente agrupar a los individuos. A pesar de este problema inevitable, un sistema de
clasificación es válido cuando el tema unificado es capaz de: poner de relieve las características
principales y clínicamente relevantes del sujeto que intenta categorizar; y agrupar precisamente a los
individuos que poseen estas características en común.

Una matriz de refuerzo


Pagina 20. De acá en adelante ver ficha. El refuerzo es el concepto básico de este modelo.

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