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V. A Álvarez Palenzuela

CAPÍTULO 2
“Los reinos germánicos”
CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y TERRITORIAL
Los reinos germánicos se asentaron sobre las ruinas del Imperio romano de Occidente,
después de haber contribuido en parte a su destrucción.
Para el año 476 existían:
- El Reino Visigodo de Tolosa
- Los suevos en la Galia
- Los vándalos, junto con algunos alanos, en el Norte de África
- Los burgundios en la parte oriental de la Galia
Estos asentamientos habían incluso estado acompañados por tratados de federación
con el imperio, antes de su desaparición. Después de esta llegaron otros pueblos tratando
de dominar nuevos espacios:
- Ostrogodos en Italia
- Francos avanzando desde el norte de la Galia
- Anglosajones, que iniciaban sus desembarcos en Gran Bretaña (finales del siglo V)
- Alamanes, bávaros y lombardos se movían por las fronteras de Suiza, Baja Austria
y Panonia.
Características generales

Mosaico de dominios, no siempre estables y duraderos, que sólo en algunos casos


alcanzaron cierta madurez institucional y política.
Pueblos prácticamente iletrados, todavía con una organización rudimentaria y con
predominio de formas de vida nómadas, organizados en grupos de bandas guerreras, que,
desde siglo IV, pretendían asentarse en espacios y dominar grupos de población
profundamente romanizados.
La desaparición del orden imperial y el poder imperial propició la constitución de nuevas
monarquías germánicas que, junto a las ya existentes, se convirtieron en la única
referencia política válida de Occidente.

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Cuatro grandes reinos germánicos:
- Ostrogodos en Italia (Teodorico
el Grande, 500-526)
- Francos en el norte de la Galia
(Clodoveo, 508-511) y más tarde
dominaron toda la Galia,
sometiendo a alamanes,
burgundios y visigodos.
- Visigodos en Hispania,
arrastrados hacia estas tierras por
la invasión de los francos en sus
antiguos territorios.
- Vándalos en el norte de África.
- Caso distinto es el de la
heptarquía anglosajona, conjunto
de reinos, entidades políticas muy pequeñas e inestables que se constituyeron
como consecuencia de la invasión marítima y el progresivo avance territorial de
los anglo, jutos y sajones por la isla de Gran Bretaña.
Para la segunda mitad del siglo VI (entre 568-572) se produjo la conquista de la Italia
por los lombardos, a costa del dominio bizantino, que hbía acabado a su vez con el
dominio de los ostrogodos.
RELIGIÓN
El proceso de constitución de los reinos germánicos estuvo acompañado por la
conversión de los distintos pueblos al cristianismo desde el paganismo, convirtiéndose, el
factor religioso, en uno de los puntos de contacto entre los nuevos dominadores, la
minoría germánica, y los dominados, la población preexistente romanizada.
Esta integración de los germanos al cristianismo no dejó de presentar dificultades y
peculiaridades. Una de estas fue que no se hizo en el seno
de la iglesia a la que pertenecía la mayoría de la población Labor realizada por el
romana, sino en la corriente arriana (desechada por la obispo de origen germánico
mayoría católica del Imperio). Úfilas, quien transmitió sus
creencias al pueblo visigodo
Se podría decir que el arrianismo dio a las minorías
germánicas dominantes una mayor cohesión frente a los dominados y aminoró el peligro
de su disolución.
La convivencia entre arrianos y católicos de distinta etnia plateó distintas situaciones:
- En la mayoría de los territorios no causó problemas radicales
- En el caso del reino vándalo creó graves conflictos.
- El caso de los burgundios y ostrogodos son ejemplos de tolerancia y convivencia,
en el extremo opuesto a la situación de los vándalos.

REALEZA GERMÁNICA
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Los regímenes implantados por los germanos tuvieron un carácter bastante simple, el
propio de una banda guerrera. El antiguo Imperio de Occidente se vio sustituido por un
mosaico de dominios de marcado carácter militar, reducidos a la voluntad privada de los
jefes, cuya actuación se fundamentaba en la fuerza y no en el derecho.
Desde luego no faltó entre los germanos un principio relativamente claro y originario de
autoridad, en virtud del cual sus jefes tenían reconocido un cierto poder de coacción; pero
sy autoridad dependía más de su patrimonio o de su prestigio que de cualquier otra cosa.
Todos los reinos germánicos tuvieron sus dinastías reales, verdaderas estirpes de
donde venían los reyes por elección o sucesión. La labor de estas dinastías esta en
principio limitada por la propia concepción patrimonial del reino, lo que afecta no sólo a las
fórmulas de gobierno sino también al régimen de sucesión (mayor o menor importancia del
derecho privado).
En bastantes ocasiones los reyes germánicos logran superar su carácter de jefes de
banda guerrera y se constituyen en dirigentes de su pueblo (asunción de un papel de
árbitro y protector, capacitado para ejerce la justicia).
Se podría decir que a pesar de algunos intentos reguladores del sistema sucesorio y de
la misma naturaleza del poder real, por lo general la realeza germánica estuvo sujeta a los
avatares de las conspiraciones o intromisiones que debilitaron en muchas ocasiones a
esta institución; aunque no llegaran a anular por completo su importante papel político.
LEGISLACIÓN
Los territorios ocupados, y en teoría gobernados, por la realeza germánica adolecen en
la mayoría de los casos de una verdadera definición territorial y política. Los reyes lo son
de su pueblo y no del ámbito que pasan a dominar, ni de los distintos grupos étnicos que
lo habitan.
Por lo general, y a pesar de las enormes diferencias que separaban a la minoría
dominante, de los romanizados dominados, no se pusieron en marcha procesos de
integración y convivencia, salvo algunas excepciones.
Los pueblos que se asentaron cuando todavía existía la autoridad imperial en Occidente
lo hicieron de forma más o menos “legal”, por medio de de tratados de federaciones y,
sobre todo, del llamado régimen de hospitalidad.
Del régimen de hospitalidad, se paso a la simple dominación más o menos tolerante
(tolerancia basada en la personalidad de las leyes germánicas, es decir en el
reconocimiento o respeto a la nacionalidad y a las normas de cada pueblo).
La consolidación de los reinos germánicos trajo consigo interacciones importantes
desde el punto de vista jurídico, apareciendo así los primeros Códigos o textos legales,
por lo general breves complicaciones con influencias romanas y dedicadas a regular
algunos aspectos generales de las comunidades germánicas asentadas en Occidente.
Todos estos códigos fueron revisados y reelaborados en distintos momentos, hasta el
final de la época propiamente germánica.
Sumado a esto, algunos monarcas germánicos intentaron también compilar bajo su
patrocinio distintos aspectos de las antiguas leyes romanas, que sin duda tenían interés
para la población dominada, y pertenecían a la tradición del derecho vulgar clásico.
Las autoridades godas trataron de aplicar las leyes por igual a los romanos y a sus
compatriotas, en un intento de mantener los “beneficios de la civilización romana”.
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Sin embargo el derecho supuso en muchas ocasiones más una barrera que un modo de
integración, en el que los invasores se reservaban la última palabra en los litigios con los
sometidos; pero dejaban que estos últimos solventaran los suyos por sus propios
tribunales y normas.
GOBIERNO Y COMUNIDAD
El carácter de banda guerrera de los pueblos bárbaros, es el fundamento de su
dominación sobre los despojos del imperio romano. Los conquistadores, más que
gobernar, tratando de controlar la situación en su propio beneficio.
En mayor o menor medida se pierden o modifican las antiguas estructuras
administrativas y provinciales romanas. Los reyes se rodean de un séquito personal a su
servicio, a quienes encomiendan labores de carácter público y privado. Los monarcas
germánicos (grandes señores y propietarios) prescinden incluso de las asambleas,
instaurando un régimen de gobierno personal más o menos limitado.
A partir de su real pleno y absoluto el monarca germano, busca colaboración en sus
fieles más allegados, y en oros personajes como obispos o magnates, creando así una
oligarquía dirigente.

En el caso de las monarquías germánicas, gobernar o simplemente


administrar un determinado país resultó casi utópico. Muy pocos lo
lograron realmente, y cuando lo hicieron fue gracias al
mantenimiento de algunas estructuras administrativas romanas.

Los distintos territorios dieron lugar a una serie de situaciones diversas, que incluían
desde la doble administración, una para romanos y otra para germanos (vándalos y
ostrogodos); hasta la desaparición total de la administración imperial romana (francos).
Mayor alcance y duración tuvieron ciertas fórmulas de control territorial germanas. La
división provincial romana y sus rectores desapareció (en casi todas partes), dando lugar
al mando militar de duques y condes (unidades relativamente pequeñas), quienes
asumieron además la administración de la justicia.
La decadencia de las ciudades fue irreversible en todas partes, y con ellas todo lo que
representaban desde el punto de vista administrativo.
Las nuevas autoridades germanas asumieron sin distinción funciones civiles y militares,
con un alcance bastante ocasional y relativo. Lo que predominó entre ellos fueron
relaciones de carácter privado, siendo estas el único fundamento de la estructura social e
incluso de los regímenes de gobierno.
PODER Y SOCIEDAD Desde el siglo VII en el reino
Se podría decir que en los reinos germánicos la franco esta aristocracia llega a
estructura social coincide con la política, al ser un elemento ser tanto o más poderosa que
fundamental de esta la aristocracia, es decir, una la monarquía, dado que posee
y administra más tierras, lo que
verdadera clase social dirigente dueña junto al monarca del
le permite controlar a muchas
poder (privatiza todas las funciones hasta hacerlas personas que las habitan.
hereditarias) y la riqueza (grandes propiedades de tierra).
La aristocracia palatina constituyó un grupo de presión, al cual pertenecieron incluso
algunos miembros de antiguas familias romanas de la clase senatorial, así como
individuos promocionados de clases inferiores.
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Dentro de los grupos de poder, se encuentra también la Iglesia, la cual recibe
abundantes donaciones de tierras agrarias.
De esta manera el peso social y el poder político tienden a acumularse en pocas
manos.
Mientras tanto, las masas campesinas, compuestas en gran número por hombres libres,
comienzan a entrar en vías de dependencia (dejando su condición de propietarios) a
través de su encomendación a los nuevos señores de la tierra (laicos o eclesiásticos)
capaces de protegerles.
La forma ideal para esto fue la villa romana: propiedad dividida en una reserva de
explotación directa, y, por otra parte, mansos que acogían a
estos campesinos encomendados. El proceso de “barbarización”
en Occidente afecta tanto a
La decadencia de las ciudades trajo consigo la de los la mentalidad jurídica, como
grupos sociales que le daban vida y la de muchas de sus a las costumbres:
actividades. Salvo excepciones el denominador común fuero - Concepto de propiedad
la inseguridad y la pobreza en reinos apenas abiertos a las - Sensibilidad artística
comunicaciones marítimas de antaño. - Lengua
- Escritura
Sumado al sistema de dependencias, encomendación - Iglesia
campesina y clientela militar, el llamado “espíritu de derecho
privado” (solidaridad de la familia y venganza privada) fue otra de las influencias
germánicas en occidente.

DESARROLLO POLÍTICO E INSTITUCIONAL


Monarquía visigoda: entre 612 y 711, los visigodos buscan lograr una reorganización
política y religiosa para llegar a un equilibrio en el desarrollo como comunidad política.
Para esto se logró la unidad territorial y se busco la neutralización del poder de la
aristocracia, afianzando la función teocrática del rey, sin dejar de militarizar la
administración y metiendo al reino por caminos protofeudales.
Finalmente pudo más la confrontación de intereses entre realeza y aristócratas, lo que
unido a la falta de capacidad para resolver problemas inmediatos como la pobreza y
desorden en el mundo campesino, o la intransigencia religiosa de las minorías, llevo a la
decadencia del reino, firmada por la invasión musulmana del año 711.
Reino franco: durante el gobierno, más teórico que práctico, de los reyes merovingios
(desde 639 hasta 751) el poder recayó sobre los principales representantes de la
aristocracia franca, los mayordomos de palacio de las principales demarcaciones de la
monarquía: Austrasia, Neustria y Borgoña.
Detrás de los éxitos militares de los mayordomos, verdaderos reyes francos, está la
política de afianzamiento de una nobleza de servicio, pagada con importantes beneficios,
a costa incluso de los bienes eclesiásticos. Igualmente tampoco faltó una importante labor
de mantenimiento de la unidad territorial del reino sin descuidar el desarrollo del poder
público.
Reino lombardo: desde finales del siglo Vi se caracteriza por su falta de consolidación
territorial y política. La búsqueda de botín, y no la creación de un espacio de dominio
duradero, parecía entonces la única finalidad del pueblo.

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Este reino llegó a estabilizarse durante las primeras décadas del siglo VIII, pero vio su
fin a finales de ese siglo en manos de los francos.
Reinos anglosajones: este mundo periférico, profundamente germánico, perduraría
más allá del siglo XVIII, hasta llegar a desarrollar su propio proyecto político, para
terminar por integrarse en el futuro proyecto de la cristiandad.
- 560-616: código similar al de los reyes germánicos del continente
- 560-616: entrada del cristianismo
- Mediados del siglo VII: apertura de relaciones con los reinos del continente
ARTE Y CULTURA
Desde el punto de vista cultural, los reinos germánicos protagonizaron una etapa de
decadencia con respecto al mundo clásico:
- Latín vulgar
- Escrituras “nacionales”
- Factor religioso como elemento decisivo para la integración cultural de los reinos
germánicos. La enseñanza clásica desapareció, dando lugar al desarrollo de
escuelas de carácter eclesiástico. Lo mismo sucede con las bibliotecas.
- Orfebrería.

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