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COLEGIO INEM FRANCISCO DE PAULA SANTANDER”

INSTITUCION EDUCATIVA DISTRITAL

Nombre: Juan Carlos Ramírez


Curso: 1115
Profesor: Juan Manuel Gómez
08 de agosto de 2019

EL VITALISMO EN NIETZSCHE

A finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, surge una doctrina filosófica creada
por el filósofo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844- 1900) llamada el vitalismo, la cual se
caracteriza por una afirmación y exaltación de la vida en toda su magnitud y con todas sus
consecuencias. Para él los valores le sirven a la vida y, la moral cristiana, la cultura occidental y la
filosofía amputan la voluntad de poder, y consigo, aniquilan al superhombre, la figura capaz de
crear nuevos valores. Estos conceptos se evidencian en escritos tales como Así hablaba Zaratustra,
donde habla del superhombre y en La genealogía de la moral donde critica a toda la cultura occidental.
En este escrito, se pretende analizar la doctrina filosófica vitalista, que se basa en la existencia de una
impulso vital sin la que la vida no podría ser explicada, mediante la explicación de la voluntad de vivir
de Schopenhauer, el cual considera que esas voluntades se chocan continuamente; el análisis de la
voluntad de poder de Nietzsche, para el cual el más poderoso es el que sobrevive; para luego seguir con
la aclaración sobre lo que significa el nihilismo, y de cómo existen dos tipos, el pasivo y el activo; para
así, poder concluir con el significado del superhombre y el vitalismo.

Todo empieza con el filósofo alemán Schopenhauer (1788- 1860), quien sostuvo que, a pesar de que la
vida es dolor, existe una fuerza que habita todo cuanto existe dentro y fuera del planeta denominada
voluntad de vivir, la cual es una doctrina que se basa en el deseo de vivir; el filósofo también dice que
estas voluntades eventualmente se chocan y es por eso que nuestra voluntad de vivir acaba con la
voluntad de otro, lo cual en otras palabras sería lo mismo que decir que para que alguien siga viviendo,
otro debe morir. A partir de este pensamiento, Nietzsche le hace una antítesis, en la cual afirma la
existencia de una fuerza que habita todo ser, pero que según él se llama la voluntad de poder, en la cual
sostiene que “los más débiles deben ser destruidos por los más fuertes, los cuales son los auténticos,
puesto que aceptan la complejidad de la vida, debido a que el dolor, la angustia y la soledad es lo que
fortalece al ser” (Nietzsche, 1894). Sin embargo, la voluntad de poder de Nietzsche se ve aniquilada
por la moral cristiana, la cultura occidental y la filosofía, las cuales piensan que la vida sirve a los
valores y en realidad para él, los valores se someten a la vida, y es por eso que propone matar la fuente
de los valores, o sea Dios, lo cual deja un vacío de la moral, que será llenado por el Superhombre. Al
matar a Dios aparece el nihilismo que niega la existencia y el valor de todas las cosas; hay dos tipos de
nihilismo, el pasivo, que es la destrucción de los valores, y el activo, donde actúa el superhombre
creando nuevos valores. Pero para que aparezca el superhombre, se debe cumplir con una serie de
transformaciones, empezando por el camello (yo debo), quien está sujeto a la moral (tú debes);
transformándose en león (yo quiero), quien está sometido a la soledad y debe superar al dragón (la
moral) para por fin convertirse en el superhombre, que es en realidad un niño (yo puedo), puesto que es
un espíritu libre, que no está sujeto a ningún prejuicio de la moral y sobre todo, que establece que la
vida es el valor más importante de todos; de ahí sale el vitalismo.

Ahora bien, después de tener claro de dónde surge el vitalismo y a partir de la lectura de Así hablaba
Zaratustra, se pueden destacar algunos interrogantes que surgen, entre ellos se encuentran: ¿es en
realidad un niño el superhombre?, ¿la vida es más importante que los valores y el mismo Dios?,
¿realmente se puede derrumbar una religión y cultura que ha estado presente por muchos años?, ¿la
cultura occidental y la religión en verdad amputan la voluntad de poder?, ¿por qué solo se le hace una
crítica a los occidentales?, ¿por qué se utilizan animales como el dragón, el camello y el león para hacer
referencia al sujeto y a la moral? y finalmente, ¿en realidad la salvación se encuentra en uno mismo y
no en Jesús?

En conclusión, se puede evidenciar como Nietzsche considera que la vida es el valor más importante de
todos, y que la única manera de cambiar el mundo es mediante los niños, pues estos a diferencia de
muchos adultos, no están sujetos a los prejuicios e implicaciones que supone la religión y la cultura
occidental.

Se concluye que toca aceptar la vida tal cual es, compleja y difícil, puesto que esto, aunque nos duela,
nos hace ser más fuertes. Finalmente, se pone en evidencia cómo la filosofía de Nietzsche se basa en
principios aristocráticos, ya que sus propuestas como la de la voluntad de poder están fundamentadas
bajo el concepto de la superioridad de un sujeto sobre el otro y en una exaltación al dominio y fuerza.

El vitalismo es una apuesta por la vida, donde esta se constituye en el único referente de sentido que
todos los seres humanos deben abrazar. No es la vida la que está el servicio de los valores, son los
valores occidentales los que deben estar al servicio de la vida. La vida es el máximo valor.

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