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Territorios 34 / Bogotá, 2016, pp.

17-34
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484

La fase actual del capitalismo y la urbanización en América Latina (I)

Los territorios latinoamericanos


en la mundialización del capital
The Latin American Territories in the Mondialization of Capital
Os territórios latino-americanos na mundialização do capital

Lisett Márquez López* * Licenciada en Diseño de


los Asentamientos Huma-
Emilio Pradilla Cobos** nos, Universidad Autóno-
ma Metropolitana, Xochi-
milco, México; Maestra en
Estudios Regionales, Insti-
tuto de Investigaciones José
María Luis Mora, México;
Doctora en Urbanismo,
Universidad Nacional
Autónoma de México; Es-
tancia posdoctoral, Uni-
versidad Autónoma Me-
tropolitana, Xochimilco,
México. Profesora Invitada
en la División de Ciencias
Sociales, Departamento de
Relaciones Sociales, Uni-
versidad Autónoma Me-
tropolitana, Xochimilco,
Recibido: 30 de junio de 2015 México. Correo electrónico
Aprobado: 23 de noviembre de 2015 lismarq@hotmail.com
Doi: dx.doi.org/10.12804/territ34.2016.01 ** Arquitecto, Universi-
dad Nacional de Colombia;
Tercer Ciclo en Técnicas Su-
periores del Desarrollo IE-
Para citar este artículo: DES, Universidad de París, ⇒
Márquez L., L. & Pradilla C., E. (2016). Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital.
Territorios, 34, 17-34. Doi: dx.doi.org/10.12804/territ34.2016.01

17
Resumen
Palabras clave Desde su conquista y colonización por parte de España y Portugal, América Latina ha estado articu-
Mundialización lada, como polo dominado, al proceso de acumulación originaria de capital en Europa, a las sucesivas
capitalista, desarrollo fases de la mundialización del capital y a la hegemonía del imperialismo. Esta situación de subordi-
desigual y combinado, nación y el desarrollo desigual y combinado del capitalismo han dado lugar en el subcontinente a
América Latina, rasgos particularidades tanto en su conformación socio-económica como en la estructuración territorial y
diferenciales, teorización
urbana. El patrón neoliberal de acumulación vigente ha profundizado estos rasgos diferenciales. Por
particular.
lo tanto, las teorizaciones urbanas concretas elaboradas para los polos hegemónicos del capitalismo
actual son inadecuadas para analizar las realidades latinoamericanas.

Abstract
Keywords Since its conquest and colonization by Spain and Portugal, Latin America has been articulated as
Capitalist’s a dominated pole to the process of primitive accumulation of capital in Europe, to the successive
mondialization, phases of the capital’s mondialization, and to the imperialism hegemony. This subordinate position
unequal and combined and the uneven and combined development of capitalism have resulted in particularities both in
development, Latin the socioeconomic formation and terrritorial and urban structure of the subcontinent. The current
America, distinctive neoliberal accumulation pattern has deepened these distinguishing features. Therefore, the specific
features, particularly
theorizing.
urban theories developed for the hegemonic poles of capitalism today are inadequate to analyze
Latin American realities.

Resumo
Palavras-chave Desde a sua conquista e colonização pela Espanha e Portugal, a América Latina tem estado articula-
Mundialização da, como polo dominado, ao processo de acumulação originária de capital na Europa, às sucessivas
capitalista, fases da mundialização do capital, e à hegemonia do imperialismo. Esta situação de subordinação e
desenvolvimento o desenvolvimento desigual e combinado do capitalismo têm dado lugar no subcontinente a parti-
desigual e combinado, cularidades tanto em sua conformação socioeconômica como na estruturação territorial e urbana.
América Latina, rasgos
O patrão neoliberal de acumulação vigente tem aprofundado estes rasgos diferenciais. Portanto,
diferenciais, teorização
particular. as teorizações urbanas concretas elaboradas para os polos hegemônicos do capitalismo atual são
inadequadas para analisar as realidades latino-americanas.

territorios 34
18 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
Introducción homogeneizar al mundo y sus territorios, Francia; Maestro en Arqui-
tectura, Universidad Na-
y de explicar todos los procesos econó-
cional Autónoma de Méxi-
Algunas de las teorizaciones más populares mico-sociales y territoriales, ignorando u co; Doctor en Urbanismo,
entre los investigadores urbanos en Amé- ocultando la ley del desarrollo desigual y Universidad Nacional Au-
rica Latina postulan la actual emergencia combinado1 de las formaciones sociales tónoma de México. Profesor
capitalistas (Pradilla, 2009). Titular C en la División de
de un nuevo modo de producción, el in-
Ciencias y Artes para el Di-
formacional (Castells, 1995; Castells & Se considera más correcto teóricamen- seño, Departamento de Teo-
Hall, 1994; Castells, 1998); por su parte, te hablar de la manifestación actual de las ría y Análisis, Universidad
los seguidores de la teoría de la regulación desiguales formas económicas, políticas y Autónoma Metropolitana,
culturales de dominio del imperialismo, Xochimilco, México. Correo
sostienen una periodización de la historia
electrónico: epradillacrm@
económica y social en términos de metá- en el patrón neoliberal de acumulación de hotmail.com
foras individualistas de fases del desarrollo capital, como fase del proceso multisecular
tecnológico —fordismo, posfordismo— de la mundialización del capital. 1
“Las leyes de la historia no
(Leborgne & Lipietz, 1987; Leborgne & La clave para desentrañar esta opo- tienen nada de común con
Lipietz, 1994). Ambas formulaciones, que sición teórica se encuentra en el carácter el esquematismo pedantesco.
se superponen o intersectan en diferentes desigual y combinado del desarrollo de El desarrollo desigual que es
la ley más general del pro-
planteamientos, sobre todo en el papel de- todas las formas sociales en la historia y, ceso histórico, no se nos reve-
terminante de las nuevas tecnologías —en en particular, en el capitalismo, cuando se la, en parte alguna, con la
particular la informática y las telecomuni- manifiesta en el tiempo, en los distintos te- evidencia y la complejidad
caciones— en el desarrollo económico y rritorios y en la extensión y la profundidad con que lo patentiza el des-
tino de los países atrasados.
social, tienen derivaciones hacia el campo de los procesos de subsunción real o formal Azotados por el látigo de
del análisis urbano. En anteriores trabajos al capital y de mercantilización de todas las las necesidades materiales,
se han formulado las críticas a estos plantea- cosas (Wallerstein, 1988). los países atrasados se ven
mientos (Pradilla, 2009; Pradilla, 2013b). obligados a avanzar a sal-
tos. De esta ley universal del
Basta ahora señalar que el determinismo 1. El desarrollo histórico desarrollo desigual se deriva
tecnológico que comparten conduce, inde- de América Latina otra que, a falta de nom-
pendientemente de la voluntad de los auto- bre más adecuado, califi-
res, por diferente vía, al ocultamiento de las El desarrollo histórico de lo que conoce- caremos de ley del desarrollo
combinado, aludiendo a la
relaciones de explotación y de hegemonía mos hoy como América Latina desde antes aproximación de las distin-
internacional en el capitalismo actual. de su descubrimiento y conquista por los tas etapas del camino y a
La ‘globalización’, vocablo de origen españoles y portugueses ha sido desigual la combinación de distintas
neoliberal (Chesnais, 1994; Guillén, 2005) y combinado (Castillo & Pradilla, 2015), fases, a la amalgama de for-
mas arcaicas y modernas”
que pretende designar la actual etapa del tanto entre sus distintas formaciones so- (Trotsky, 1972).
desarrollo histórico, además de sus impre- ciales como, sobre todo, con los países
cisiones históricas, se ha convertido en un hegemónicos, imperialistas por los que ha
mito ideológico unificador de distintas y, sido dominada.
aparentemente, opuestas posturas teóricas En el siglo xv, cuando en Europa esta-
y políticas, que trata, arbitrariamente, de ba ya en curso la transición del feudalismo territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 19
2
Este texto fue reeditado al capitalismo, con la fase de la acumula- Kalmanóvitz, 1983)3. Como señala Marx,
como capítulo I, segunda
ción originaria de capital (Marx, 1975), las colonias latinoamericanas se articularon
parte, en Pradilla, 2009.
en nuestro continente coexistían tres for- al proceso de la acumulación originaria de
mas distintas de organización social, des- capital en Europa mediante el despojo de
3
Nos apoyamos en estos dos
textos a lo largo de todo el igualmente desarrolladas: tribus nómadas las tierras a las comunidades indígenas en
apartado hasta la imposi- bárbaras, comunidades aldeanas primitivas beneficio de las coronas de España y Por-
ción del patrón neoliberal y comunidades asiáticas (americanas) más tugal y de sus colonos concesionarios; el
de acumulación en los años desarrolladas (incas en Perú, aztecas y ma- arrebato del oro y la plata atesorados por
ochenta.
yas en México y Guatemala), aisladas entre los indígenas y luego mediante la explota-
sí o en conflicto en sus bordes territoria- ción esclavista de la minería (Vilar, 1972);
les (Pradilla, 1993)2. Estas formas sociales las ganancias del tráfico de esclavos desde
opusieron grados muy distintos de rechazo África por las Compañías de Indias; la pi-
armado o pasivo a la conquista ibérica, que ratería inglesa, francesa y holandesa que
significaron su destrucción parcial o total, robaba metales preciosos y mercancías a
o su menor o mayor integración por some- los colonizadores; y el intercambio desigual
timiento en la sociedad colonial. de las mercancías europeas en el continen-
A diferencia de Europa, a su arribo, los te americano, en el marco del monopolio
conquistadores encontraron un inmenso ibérico del comercio; vías que alimentaron
territorio en gran parte cubierto por la sel- la génesis del capital en Europa, sobre todo
va, en parte poco poblado y otras áreas den- en Inglaterra.
samente habitadas. Su ocupación territorial Las luchas que condujeron a la In-
fue desigual y se prolongó en el tiempo al dependencia de la mayoría de los países
menos hasta mediados del siglo xx, aunque latinoamericanos se desataron cuando ya
aún existen áreas poco conocidas. las revoluciones burguesas en Europa, so-
Lo que surgió en el subcontinente bre todo la inglesa y la francesa, habían
luego de la conquista, en la colonia, en derrotado a las monarquías absolutas para
correspondencia con la transición europea imponer formas burguesas de Estado, y la
pero con notorias especificidades regiona- primera revolución industrial —incluyen-
les, fue una organización socio-económica do la tecnológica—, estaba en su apogeo
transicional que combinaba desigualmen- (Mandel, 1986), transformando su terri-
te formas sociales heredadas del pasado torio debido al proceso de urbanización
precolombino, feudalizadas con fuertes que la acompañó (Benévolo, 1979; Ragon,
rasgos semiserviles, la esclavitud reimplan- 1979). En estas luchas independentistas
tada para paliar el desastre demográfico cumplieron un papel importante tanto la
indígena, pequeña producción agraria par- ideología burguesa revolucionaria europea,
celaria y formas campesinas libres, artesanía como el interés de los comerciantes crio-
y un embrionario intercambio mercantil llos de librarse de las ataduras impuestas
territorios 34 en manos de los ibéricos (Pradilla, 1993; por el monopolio colonial del comercio.
20 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
Las repúblicas independientes resultantes agropecuaria y la importación de bienes
de la fragmentación de la colonia española manufacturados de lujo, subordinada a la
liquidaron la institución de la esclavitud ya relación con los países europeos ya indus-
en decadencia y abrieron el camino a una trializados.
acumulación originaria de capital local, La fase descendente de la acumulación
basada en el despojo de las tierras a los co- de capital y de decadencia del librecambis-
lonos que asumieron posiciones proclives a mo en Europa —1873 a 1893— (Mandel,
las monarquías europeas, el cual continuó 1986), trajo consigo tres procesos cruciales
con la liquidación del resguardo indígena y en América Latina: la llegada de capitales
las desamortizaciones de los bienes de ma- que no podían valorizarse allí por la sobrea-
nos muertas —tierras rurales y urbanas de cumulación, hacia la inversión en la minería
la iglesia y tierras comunes de las comuni- y los transportes —marítimos, fluviales y
dades indígenas— cuya venta a propietarios ferroviarios—, cuyo desarrollo significó
privados dio lugar a una re-concentración procesos de colonización e integración te-
de la propiedad territorial, al crecimiento rritorial y urbanización en nuestra región;
del campesinado parcelario y la formación el arribo (desigual según los países) de una
de una masa de sobrepoblación relativa. masa de migrantes europeos a América del
Durante el resto del siglo xix e inicios Sur y del Norte en busca de trabajo; y un
del siglo xx, en el campo latinoamericano proceso incipiente de industrialización en
dominó el sistema de la hacienda de plan- los grandes países del subcontinente (Brasil,
tación o la basada en la aparcería, donde Argentina y México) en los cuales estuvo
imperaban relaciones sociales semiserviles presente el capital extranjero (Kalmanóvitz,
anudadas mediante la coerción y la ren- 1982; Pradilla, 1993). Las luchas políticas
ta del suelo cobrada en especie o trabajo internas, los golpes militares y las inter-
(Kalmanóvitz, 1983), en el que estuvo venciones políticas y militares imperialistas
presente la empresa agraria trasnacional; a acompañaron esta fase y todo el primer
su vez había regiones donde dominaba la medio siglo xx, con notoria agudeza en
pequeña propiedad campesina libre que, México y Centroamérica. Así, mientras el
en algunos casos, desarrolló relaciones em- capital industrial y bancario se fundían en
brionarias de tipo mercantil. En la medida el financiero formando la base económica
que se definían los productos agropecuarios del imperialismo capitalista europeo, se
de exportación, en los diferentes países, la desplazaba hacia América Latina, y se le
hacienda se articulaba a la relación con el hacía sentir a esta su peso político y militar,
mercado mundial, comúnmente acentuan- y el naciente poderío estadounidense inter-
do la opresión servil (Pradilla, 1993). Al venía en México y Centroamérica, nuestra
mismo tiempo, en las ciudades más gran- región continuaba anclada en un sistema
des, sobre todo las capitales, se desarrollaba agrario semiservil reforzado por el auge de
el sector comercial ligado a la exportación las exportaciones agropecuarias, en el capi- territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 21
talismo mercantil urbano y en un limitado proteccionismo generalizado en la región
desarrollo de los transportes modernos y la no se aplicó al capital extranjero, sino a la
industria capitalista. producción externa, lo que permitió que el
En América Latina, en la segunda pos- capital trasnacional, bien recibido en razón
guerra mundial, la industrialización en ex- del déficit estructural de la balanza comer-
tensión tuvo tres características básicas: fue cial, estuviera presente, con un papel pro-
desigual, tardía y trasnacionalizada. No in- tagónico, en la industrialización latinoame-
cluyó a todos los países, pues básicamente ricana, importando al país la composición
se industrializaron Argentina, Brasil, Mé- técnica del capital imperante en los países
xico y, en menor medida, Perú, Colombia y plantas matrices de origen (Fajnzylver &
y Chile, mientras que los países pequeños Martínez, 1976).
como los centroamericanos, Paraguay, Bo- El desarrollo industrial entre 1940 y
livia y Ecuador tuvieron que esperar aún 1980 impuso la penetración de las rela-
varias décadas para que ella iniciara; y en ciones capitalistas de producción e inter-
todos los casos, el resultado fue muy des- cambio en el campo latinoamericano, por
igual. Su inicio ocurrió tardíamente, 160 la vía junker —gran terrateniente—, la
años después del comienzo de la revolu- más autoritaria y violenta, que desplazaba
ción industrial en Europa, cuando allí y en masivamente población del campo para
Estados Unidos el grado de concentración concentrar la tierra mediante el despojo,
y centralización monopólica del capital era dar lugar a un excedente de producción
muy alto, cuando se había elevado consi- de materias primas para la industria y ali-
derablemente la composición orgánica de mentos para el consumo urbano y enviar
capital y el avance técnico implicaba ya la fuerza laboral a las ciudades para su prole-
necesidad de una pequeña cantidad de fuer- tarización (Pradilla, 1981; Pradilla, 2009)
za laboral relativa a la masa de producción. sin que esto significara la descomposición
Puesto que la industria en Latinoamérica total de las formas pre-capitalistas rurales,
no desarrolló significativamente su sector que subsistieron en las peores tierras o las
de producción de medios de producción, más alejadas de las ciudades, o donde los
tenía que importarlos mayoritariamente campesinos minifundistas o comunitarios
de Europa y Estados Unidos, dando lu- no quisieron abandonar la tierra. Estas
gar a un déficit estructural de la balanza condiciones del desarrollo capitalista en
comercial, pues la industrialización impli- el campo y en la industria produjeron una
caba un incremento de la necesidad de di- gigantesca sobrepoblación relativa latente o
visas generadas por el sector agropecuario estancada, que ha caracterizado a la región
y minero, al cual era incapaz de responder, desde entonces y que, transformada en
obligando al endeudamiento externo o a ejercito industrial de reserva, junto con la
depender de la inversión extranjera directa debilidad del sindicalismo, controlado o re-
territorios 34 (Kalmanóvitz, 1983; Guillén, 1984). El primido, han mantenido estructuralmente
22 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
niveles salariales muy bajos en la región vehiculado por la combinación de vectores 4
Recordemos que a inicios
de los años ochenta, en la re-
(Castillo & Pradilla, 2015). constituidos por las políticas neoliberales
gión, dominaban las dicta-
Desde la conclusión de las indepen- militantes de los estados de la triada he- duras militares o gobiernos
dencias nacionales con respecto a los paí- gemónica mundial; los organismos finan- civiles abiertamente conser-
ses colonizadores, los procesos de frag- cieros multinacionales controlados por los vadores.
mentación y consolidación de los Estados países dominantes (fmi y Banco Mundial);
Nacionales, la definición de la estructura las empresas trasnacionales instaladas en
de sus regímenes políticos (centralismo o la región y los gobernantes conservadores
federalismo), la resolución de las luchas latinoamericanos4. Desde mediados de los
agrarias y democrático-burguesas a favor setenta, empezando por la dictadura de
de los terratenientes y la burguesía, la con- Pinochet en Chile, y más o menos rápida-
ducción del proceso de industrialización, el mente luego de la crisis de 1982, se fueron
control del sindicalismo y hasta el paso del implantando la apertura de las fronteras y
intervencionismo estatal al neoliberalismo la liberación de los flujos internacionales
han estado acompañados de guerras civiles, de mercancías y capitales; las facilidades
dictaduras militares y otros regímenes de para el ingreso de inversión extranjera a
excepción, violencia y represión interna e la agricultura, la minería extractiva, la in-
intervenciones políticas y/o militares del dustria, el comercio, los servicios, el sector
imperialismo europeo o norteamericano, inmobiliario y sobre todo el sector bancario
causando sufrimiento y miseria a los sec- y financiero; la privatización masiva de las
tores populares. En particular, las luchas empresas públicas; la desnacionalización de
defensivas del campesinado ante la violencia empresas privadas por venta o asociación;
terrateniente, los movimientos democráti- la flexibilización de la legislación laboral
co-burgueses y anti-dictatoriales, los movi- para modificar las condiciones de trabajo y
mientos guerrilleros a lo largo de casi todo facilitar la reducción del salario real de los
el siglo xx fueron enfrentados mediante trabajadores; la desregulación de las rela-
dictaduras militares y la represión abierta. ciones económicas; la aceleración del cam-
Estos procesos dan validez, también para bio tecnológico en la producción, el inter-
América Latina, a la frase lapidaria de Marx cambio, los servicios y el sector financiero;
(1975) “Si el dinero, como dice Augier, y la mercantilización y financiarización de la
viene al mundo con manchas de sangre en vida social (Pradilla, 2013a). Rápidamente,
una mejilla, el capital lo hace chorreando los Estados Nacionales transitaron del papel
sangre y lodo por todos los poros, desde la de interventores al de facilitadores de la ac-
cabeza hasta los pies” (p. 950). ción del capital privado, particularmente el
En América Latina el tránsito, des- trasnacional, y mediatizadores del conflicto
igual en el tiempo según los países, del social en beneficio del capital (Chesnais,
intervencionismo estatal al neoliberalismo 1994; Pradilla, 2009; Guillén, 2005).
como patrón de acumulación de capital fue territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 23
5
Nos referimos a la activi- El resultado de la aplicación en nuestra Perú, Brasil, Chile), campesinos pobres
dad de ensamblaje interme-
región de esta nueva versión conservadora minifundistas pre-capitalistas, pequeños
dio o final de insumos y pro-
ductos, mediante subcon- del viejo librecambismo se puede sintetizar productores capitalistas atrasados, media-
tratación, generalizada en con un conjunto de rasgos: multiplicación nas y grandes haciendas y agro-industrias
la frontera México-Estados de las formas de despojo de los pequeños modernas; en la ciudad: las mil formas pre-
Unidos, o en sectores como el productores agropecuarios, mineros, in- capitalistas de subsistencia de la sobrepo-
automotriz, electrónico y el
de electrodomésticos. dustriales, comerciales y de servicios; des- blación relativa en la artesanía, el comercio
industrialización relativa prematura de los y los servicios (Castillo & Pradilla, 2015),
6
El pib total de América países más industrializados y de sus metró- medianas y grandes empresas capitalistas
Latina y el Caribe creció polis (Salama, 2012; Márquez & Pradilla, con diferentes grados de productividad en
en promedio anual: 5,1 % 2008) y maquiladorización5 de sectores todas las ramas de actividad, hasta las filia-
entre 1950-1960; 5,5 % en- productivos enteros en función de la re- les de trasnacionales mineras, industriales,
tre 1960-1970; 6,3 % entre
1970-1980; 1,2 % entre
organización territorial internacional de la comerciales, de servicios, bancarias y finan-
1980-1990; 3,2 % entre producción; trasnacionalización creciente cieras. Todo este universo complejo y con-
1990-2000; 3,6 % entre de la economía latinoamericana en su con- flictivo está subsumido, integrado, formal
2000-2008; y 4,1 % entre junto; crecimiento de la sobrepoblación o realmente al proceso de acumulación de
1950-2008 (onu habitat,
2010, p. 196).
relativa y multiplicación de sus formas de capital dominado por el capital financiero
subsistencia, incluida la violencia (Castillo trasnacional.
& Pradilla, 2015); y pérdida de dinamis- Como reacción política del profundo
mo de las economías latinoamericanas6. malestar social generado por el neolibera-
Entre los estertores de las crisis financieras lismo salvaje, en la primera década del siglo
—eufemísticamente denominados efectos xxi, y hasta ahora, han llegado al poder
(vodka, dragón, tequila, tango, samba)—, y por la vía electoral, en países como Chi-
de las recesiones recurrentes —1982, 1990, le, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay,
1995, 2002 y 2009— (Pradilla, 2009, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua o
pp. 312-316), el capital financiero trasna- El Salvador, gobiernos que se autodefinen
cional, que absorbió la mayor parte de los como progresistas, de izquierda y defenso-
bancos nacionales de la región, asumió la res de los intereses del sector popular, que
hegemonía plena sobre las demás fracciones son portadores de ideologías heterogéneas,
del capital en los países de la región, inclui- algunos notoriamente socialdemócratas
do el inmobiliario. tradicionales, armados con un discurso más
Las formaciones económico-sociales o menos contrario al neoliberalismo, que
latinoamericanas aparecen hoy como una intentan aumentar la presencia del Estado
compleja combinación de formas hetero- sobre todo en el ámbito de las políticas
géneas desigualmente desarrolladas que sociales, pero que en realidad no logran
incluyen: en el campo, comunidades indí- revertir lo fundamental de las reformas
genas pauperizadas y excluidas (México, neoliberales, ni compensar el peso del ca-
territorios 34 Guatemala, Colombia, Ecuador, Bolivia, pital trasnacional, ni liberar a sus países de
24 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
las redes del capital financiero mundial. Sin estas. En cuarto lugar, que las formaciones
embargo, en su conjunto, los países latinoa- sociales latinoamericanas han estado ubica-
mericanos, con regímenes políticos muy das en todos estos momentos históricos en
desiguales, aún carecen de sólidas estruc- el polo dominado de la relación, mediante
turas democrático-burguesas y los derechos la violencia militar y el despojo, la coerción
ciudadanos son aún débiles e insuficientes. política y económica ejercida por medio
Ahí nos encontramos hoy día. de las redes del intercambio de mercancías
y/o capitales y del financiamiento-endeu-
2. Mundialización del capital damiento o el consenso heterónomo de las
e imperialismo clases dominantes de los países dominados.
El proceso histórico latinoamericano
Del breve recuento de las características ha estado inserto en las diferentes fases de
básicas de las formaciones sociales latinoa- la mundialización del capital, bajo la hege-
mericanas en diferentes etapas a lo largo de monía económica y político-militar de los
más de cinco siglos, se desprenden varios diferentes imperialismos. Se entiende por
hechos. En primer lugar, la desigualdad mundialización del capital como el proceso
del desarrollo de las distintas formas cons- histórico, desigual en el tiempo y la intensi-
titutivas de la totalidad económico-social dad, aún inacabado, de extensión territorial
en cada momento de la historia, en cada en el planeta y profundización social de
uno de sus fragmentos territoriales jurídi- las relaciones capitalistas de producción e
camente reconocidos, lo que lleva a que intercambio mercantil y monetario. No se
aparezca como un todo caleidoscópico, una utiliza el concepto de globalización, por su
combinación de formas heterogéneas y des- origen neoliberal, su proclividad hacia los
igualmente desarrolladas. En segundo lu- intereses de las trasnacionales (Chesnais,
gar, que en la región latinoamericana, cada 1994; Guillén, 2005), su ambigüedad en
uno de estos fragmentos, en cada momento términos de la naturaleza de clase y de do-
histórico, presente particularidades, grados minio nacional de sus caracterizaciones,
distintos de desarrollo, a pesar de la existen- y su uso indistinto e indefinido por parte
cia de rasgos generales homólogos, lo que de actores intelectuales y políticos de to-
lleva a que la región se muestre como una do el abanico ideológico. Guillén (2005)
totalidad de partes desigualmente desarro- afirma que “Actualmente, la globalización
lladas. En tercer lugar, que el devenir de las puede ser captada a través de tres indica-
formaciones sociales latinoamericanas no dores: el intercambio de mercancías con
es igual ni simultáneo al curso seguido por el exterior; la inversión extranjera directa;
los países que ocupaban en ese momento y los flujos internacionales de capital-di-
el papel de potencias dominantes y/o he- nero” (p. 32). Se cree que, guardadas las
gemónicas en lo político-militar o econó- proporciones históricas, estos indicadores
mico, aunque su camino sea marcado por pueden ser utilizados en etapas anteriores territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 25
del proceso histórico; también que el aná- de profundización de la mercantilización
lisis debe completarse con la disección de en la región. A finales del siglo xix, la for-
los procesos políticos y culturales que via- mación del capital financiero a partir de la
bilizan o imponen la generalización de fusión del capital industrial y el bancario,
las relaciones capitalistas en un momento como relación económica y como frac-
determinado, lo que amplía el panorama ción de la clase capitalista, se combina con
hacia la relación entre mundialización e el colonialismo europeo en Asia y África,
imperialismo. para dar lugar a una nueva etapa del impe-
Como afirman muchos, la mundiali- rialismo como forma e instrumento de la
zación del capital no inició en 1980 con el mundialización del capital. La presencia de
neoliberalismo; tiene más de cinco siglos capitales europeos y estadounidenses en la
de edad (Guillén, 2005; Pradilla, 2009), agricultura, la minería, los transportes y la
se inició a finales del siglo xv e inicios del banca vehicula la acción interna imperialis-
xvi con la conquista y colonización de ta en América Latina, a la cual se suma la
América por los europeos, la expansión intervención política y militar que tiene a
territorial correspondiente, los movimien- finales del siglo xix y a lo largo de casi todo
tos masivos de población que trajo consigo, el xx como actor al creciente imperialismo
su papel en la formación de la economía- estadounidense.
mundo (Ferrer, 1996; Wallersteín, 1984) y El periodo de crisis del capitalismo
la imposición de las formas de despojo que entre 1914 y 1945, caracterizado por las
alimentaron la acumulación originaria de dos guerras inter-imperialistas, la Gran
capital en Europa. A lo largo de más de tres Depresión y el avance del socialismo real,
siglos, la inserción de América Latina en la (Mandel, 1986), significa un retroceso en la
mundialización del capital estuvo mediada mundialización del capital, y, contradicto-
por el control colonial de las potencias im- riamente, para América Latina un auge del
periales europeas, España y Portugal. nacionalismo burgués, y la creación de las
Luego de las revoluciones políticas condiciones para la industrialización tardía
burguesas contra las monarquías absolutas mediante la sustitución de importaciones.
y la primera revolución industrial y tecno- La industrialización latinoamericana mis-
lógica europea (1780-1840), los nuevos ma, cuya etapa de mayor auge ocurrió en-
países independientes de América Latina tre 1940 y 1980, significó una nueva fase
se subordinaron a la expansión comercial ascendente de la mundialización capitalista,
del capitalismo industrial de las potencias articulada con los países hegemónicos por
europeas, sobre todo Inglaterra y Francia, la dependencia de los medios de produc-
bajo la forma mercantil de la exportación ción importados de los países industriali-
de materias primas —en especial agrope- zados y por la presencia determinante de
cuarias y mineras— y la importación de las trasnacionales europeas y, sobre todo,
territorios 34 manufacturas, lo cual dio lugar a una etapa estadounidenses en el proceso.
26 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
El periodo neoliberal, cuyas caracte- Mundial, y a medidas de ampliación de la
rísticas se señalaron anteriormente, es de democracia.
aceleración del proceso de mundialización En general, se puede caracterizar al
­capitalista en los diferentes países de la proceso histórico latinoamericano como
región, particularmente por la liberación una sucesión de fases de inserción en la
de los flujos mundiales de mercancías y, mundialización del capital, y de domina-
sobre todo, capitales en el marco del “libre ción por las sucesivas relaciones imperialis-
comercio” y la “libre iniciativa privada” tas, con su dialéctica no lineal.
convertidos en ideología hegemónica, la
búsqueda angustiosa de inversión extran- 3. Las particularidades
jera como motor del desarrollo y factor de del proceso de urbanización
competitividad de los países de la región,
la trasnacionalización del capital bancario- La especificidad histórica del capitalismo
financiero, su coinversión en la fracción en América Latina, y su particular inserción
plenamente hegemónica del capital tanto en el proceso histórico de mundialización
local como internacionalmente y la crecien- imperialista del capital, se ha expresado
te financiarización de la mercantilización también en las particularidades de su pro-
de la vida cotidiana (Pradilla, 2013a). En ceso de urbanización y de estructuración
esta etapa, el papel del capital financiero de las ciudades.
trasnacional, la multiplicación de las formas Europa tuvo su fase más intensa de
de despojo neocolonial en la región (en el urbanización en el siglo xix, a partir de la
sector agropecuario y la minería, el sector primera revolución industrial y tecnológica
energético, la privatización de lo público, (Benevolo 1979; Ragón, 1979); en Améri-
etcétera), la coerción económica utilizan- ca Latina y el Caribe, este proceso se inició
do sobre todo los mecanismos financieros siglo y medio más tarde, pero ha sido más
y la extraeconómica —política y militar— intenso y rápido, saltando etapas, que en
llevan a afirmar que nos encontramos en el viejo continente. Al iniciar el proceso de
una nueva fase de mundialización impe- Industrialización, la población de América
rialista del capital o, como afirma Harvey, Latina y el Caribe habitaba mayoritaria-
de “nuevo imperialismo” (Harvey, 2007). mente dispersa en el ámbito rural; en 1950,
Esta situación es modificada, solo muy par- solo el 41,4 % de la población latinoameri-
cialmente, por la emergencia de gobiernos cana y caribeña total estaba concentrada en
progresistas o de izquierda en la región, pueblos y ciudades; en 1990, concluida la
que limitan su acción a un mayor interven- fase más intensa de urbanización, este por-
cionismo estatal en la actividad económica, centaje alcanzaba el 70,6 %; en 2010, llega-
y una política social de mitigación de la ba al 79,4 % y se estima que en el 2030 ha-
pobreza general o de los sectores más vul- brá llegado al menos al 84,5 %, superando
nerables focalizados a la manera del Banco el porcentaje de urbanización media mun- territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 27
dial y el de África, Asia y Europa (Pradilla, ción irregular del suelo y la autoconstruc-
2009; onu habitat, 2010). Evidentemen- ción de vivienda, debido a la imposibilidad
te, la situación es todavía desigual entre los de la mayoría de la población de acceder a
distintos países de la región, siendo mayor una vivienda adecuada en el mercado priva-
el grado de urbanización en los países más do o público. Se estima que la mayor parte
industrializados, lo cual indica potenciales de la superficie de las ciudades latinoame-
de urbanización todavía elevados en algu- ricanas ha sido producida mediante esta
nos de los que aún presentan índices bajos forma de construcción del habitat popular
(Pradilla, 2009); esto lo indica la partici- (Pradilla, 1982; Pradilla, 1987; Connolly,
pación relativa de la migración rural en el 2013). Según onu habitat, en 2005, más
crecimiento urbano que varía en el período de 134 millones de personas, un 30,8 % de
1990-2000 entre 24,3 % en Argentina —la la población urbana total de los países lati-
menor— y 59,5 % en Guatemala —la ma- noamericanos (cinco veces más que en las
yor— (onu habitat, 2010). “regiones desarrolladas”), vivía en barrios
Este acelerado proceso de urbaniza- marginales (onu habitat, 2010). En di-
ción ha dado lugar en la región a enor- versos países del subcontinente, el proceso
mes centros urbanos, se estima que para de ocupación irregular de suelo se nutrió
el 2015 habrá en ella 58 ciudades de más de la presencia de formas pre-capitalistas de
de un millón de habitantes, 9 de las cuales propiedad territorial como las tierras co-
sobrepasarían los 5 millones de habitantes, munitarias indígenas sobrevivientes desde
y dos de ellas, las zonas metropolitanas de la colonia, o las tierras ejidales decretadas
São Paulo y México, rondarán los 20 mi- luego de la revolución mexicana de inicios
llones de habitantes colocándose entre las del siglo xx, las cuales han ido desaparecien-
cinco mayores del planeta (Pradilla, 2009). do de las legislaciones nacionales (Pradilla,
En torno a las nueve mega-ciudades se 1992).
están formando enormes ciudades región Durante varias décadas, la respuesta es-
que superan ampliamente la población de tatal a esta forma de producción popular del
sus metrópolis centrales. En el 2000, siete habitat fue la combinación y/o alternancia
de las cincuenta ciudades más grandes del de acciones estatales de represión-desalojo
mundo eran latinoamericanas. El gigantis- o de permisividad, aún de promoción pú-
mo urbano se está convirtiendo en una de blica de la autoconstrucción en terrenos
las características de la distribución terri- regulares legalmente, según la ideología
torial de la población de América Latina. de los actores gubernamentales o su per-
A diferencia de los países del capitalis- cepción de la inevitabilidad de las formas
mo hegemónico, la forma dominante en la de solución de la necesidad de vivienda por
expansión urbana en América Latina, y de parte de los sectores populares (Coulomb,
producción de la vivienda popular, ha sido 2013); pero las ocupaciones irregulares de
territorios 34 históricamente la que combina la ocupa- terrenos han entrado en conflicto abierto
28 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
con la ideología y la práctica neoliberal, en de ingresos medios y altos, y el incremen-
el marco de la escasez de terrenos disponi- to acelerado de las rentas del suelo con
bles, su valorización en las metrópolis, y el sus efectos de segregación social y/o ex-
discurso ambientalista aplicado unilateral- pulsión. El capital inmobiliario-financiero
mente, por lo que la permisividad estatal ha nacional-trasnacional también ha invadido
tendido a desaparecer, aunque no la prácti- el sector de vivienda de interés social en la
ca de subsistencia de la ocupación irregular periferia, produciendo enormes ciudades
y la autoconstrucción en la medida que la dormitorio de viviendas minúsculas, de baja
mayoría de la población no puede acceder calidad, alejadas de la ciudad integrada y
ni siquiera a los programas de vivienda de con pésima accesibilidad (Pradilla, 2010b,
interés social articulados entre los gobier- 2013a y 2014). Casi sin excepciones, este
nos y el capital inmobiliario. Otra respuesta proceso ha llevado a la subordinación de las
de los pobres ha sido la densificación de las políticas urbanas a los intereses del capital
viejas áreas populares mediante saturación inmobiliario-financiero, por razones de
interior o la verticalización de las construc- prestigio (la modernización), de competi-
ciones, ambas al margen de la legislación tividad urbana (atracción de capitales sobre
urbanística (Abramo, 2012). Tanto en las todo extranjeros), o porque la desindustria-
viejas barriadas, como en las periferias po- lización de las metrópolis ha dejado como
pulares, ha penetrado la mercantilización único motor de la creación de empleo a la
de lo urbano, con la existencia de mercados industria de la construcción.
informales de suelo y vivienda en venta o La desindustrialización relativa tem-
renta, subsumidos crecientemente al capital prana de los países latinoamericanos antes
(Abramo, 2011; Abramo, 2012; Eibens- señalada, ha tenido un escenario paradig-
chutz & Benlliure, 2009). mático en las grandes ciudades industria-
Las últimas tres décadas han sido el es- lizadas en el período de la sustitución de
cenario de un proceso de intensificación de importaciones; a ello han contribuido múl-
la presencia y actividades del capital inmo- tiples factores endógenos y exógenos; en el
biliario-financiero nacional-trasnacional en ámbito interno, las deseconomías de aglo-
las grandes ciudades latinoamericanas, en meración, la valorización de los terrenos
operaciones puntuales o en mega-proyectos industriales al interior de la estructura urba-
de renovación urbana en las áreas centrales na, las presiones por el suelo del capital in-
(torres y complejos de usos mixtos, clubes mobiliario, cuestiones ambientales simplis-
privados, centros comerciales), cuyos efec- tamente resueltas y políticas modernizantes
tos principales son el desplazamiento de la anti-industriales de los gobiernos locales;
vivienda de diferentes sectores sociales por en el ámbito externo, las políticas nacio-
cambio de uso del suelo y los inmuebles (la nales de libre mercado, la desigual com-
terciarización), la sustitución de vivienda de petencia de los productos de la ­pequeña y
sectores de bajos ingresos por la de sectores mediana industria local con los importados, territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 29
la ausencia de políticas públicas de indus- 59 %, sin disminución significativa a lo lar-
trialización y la relocalización derivada de la go del período neoliberal (onu habitat,
reestructuración trasnacional de la estruc- 2010). Otro de los factores explicativos
tura industrial. El resultado ha sido la pérdi- del empobrecimiento de la población la-
da relativa de dinamismo de las economías tinoamericana es el reducido ingreso per
metropolitanas y la paulatina desaparición cápita promedio: US$ 4356 anuales en
del sector más dinámico de la generación el año 2005, variando entre US$ 843 en
de empleo urbano (Pradilla & Márquez, Nicaragua y US$ 8131 en Argentina (onu
2005; Márquez & Pradilla, 2008; Pradilla, habitat, 2010), en una región caracteriza-
Moreno & Márquez, 2012). da por enormes disparidades en la distribu-
El resultado más notorio de la desin- ción del ingreso: a mediados de la década
dustrialización de las metrópolis ha sido la del 2000, el 10 % más rico de la población
magnitud excesiva de la sobrepoblación obtenía entre el 30,44 % del ingreso total en
relativa en las ciudades —la llamada infor- Venezuela y el 49,09 % en Colombia, mien-
malidad—, cuyas actividades de subsisten- tras que el 10 % más pobre recibía entre el
cia están ubicadas mayoritariamente en el 0,39 % en Bolivia y el 1,83 % en Uruguay
sector terciario, lo cual lleva a una tercia- (onu habitat, 2010).
rización espuria. onu habirat señala que, En muchas ciudades de la región, la
alrededor del 2005, la informalidad en las violencia está presente en las calles y ba-
áreas urbanas de países latinoamericanos rrios, alimentada por la superpoblación
seleccionados variaba entre 24 % (Argen- relativa que se lumpeniza para sobrevivir o
tina) y 51 % (Bolivia) de la población eco- por la coerción de la burguesía mafiosa que
nómicamente activa (oinu habitat, 2010), acumula masivamente capital en los inters-
datos que parecen subvaluados y que segu- ticios y zonas oscuras del capitalismo a la
ramente se elevaron a partir de la recesión manera neoliberal, en actividades como la
de 2009. La presencia de las actividades de delincuencia organizada, el narcotráfico, el
subsistencia de la sobrepoblación relativa contrabando de armas y otras mercancías, la
en las calles de las ciudades latinoamerica- trata de personas, el secuestro, etcétera. Las
nas es innegable y se ha convertido en uno ciudades mexicanas son hoy el paradigma
de sus rasgos específicos, característicos, de esta violencia urbana irrefrenable, aun-
que las diferencia de las ciudades en el ca- que no un caso aislado. El imaginario del
pitalismo hegemónico. miedo del que habla Carrión (2006), y la
Los reducidos ingresos tanto de la so- agorafobia que genera, explican en parte
brepoblación relativa, como en general de que los habitantes de las ciudades abando-
los trabajadores asalariados, son factores, nen las calles y plazas públicas tradicionales
entre otros, del pauperismo que afectaba y el transporte colectivo y se refugien en
en 1970 al 62 % de la población urbana de los centros y plazas comerciales privadas
territorios 34 la región y que en 2005 se mantenía en el y el automóvil individual, que les ofrecen
30 Lisett Márquez López, Emilio Pradilla Cobos
una seguridad imaginaria en los desplaza- transformaciones a partir de la aplicación
mientos, la compra-venta y la recreación del neoliberalismo, pero sus procesos histó-
mercantilizada. rico-sociales han sido diferentes, ubicándo-
Las grandes ciudades latinoamericanas se unas en el polo dominante, hegemónico,
aparecen hoy como totalidades fragmenta- imperialista, de la mundialización del capi-
das y socialmente segregadas en las que se tal y otras en el polo dominado, explotado,
combinan, conflictivamente, de un lado, las de esa unidad.
más contemporáneas obras arquitectónico- La caracterización de ambos polos co-
urbanas de los más famosos despachos de mo capitalistas y la aplicación en ellos del
arquitectura del mundo, con alta tecnolo- patrón neoliberal de acumulación hacen
gía, dotados de todos los servicios urba- válido en ambos casos el uso de las teorías
nos de calidad, para el funcionamiento del generales que explican estos niveles de abs-
capital y la vivienda de los capitalistas y sus tracción de la realidad. Pero las particulari-
administradores públicos y privados; y, de dades, las especificidades de las formaciones
otro lado, los más sórdidos conventillos sociales latinoamericanas y sus ciudades
centrales o degradados tugurios periféricos resultantes conducen a la conclusión de
carentes de todo, donde habitan los asa- que las teorías urbanas construidas en las
lariados peor pagados, la sobrepoblación sociedades capitalistas hegemónicas, euro-
relativa, el lumpen proletariado; son las peas y estadounidenses, para explicar sus
dos caras de la misma moneda producida propias realidades y procesos urbanos son,
por el capitalismo neoliberal salvaje en La- en la mayoría de los casos, inadecuadas
tinoamérica. para explicar las realidades de las ciudades
latinoamericanas, pues hasta aquello en que
Reflexión final: la realidad coinciden resulta diferente por ocurrir en
y la teoría conjuntos estructurales distintos (Pradi-
lla, 2010a); es, por ejemplo, el caso de los
Estas particularidades estructurales de nues- mega-proyectos diseñados por arquitectos
tras ciudades, producto de los procesos es- y urbanistas internacionales: su inserción
pecíficos del desarrollo histórico de las for- en nuestra realidad modifica su propia y
maciones sociales latinoamericanas, de su aparentemente atemporal y a-territorial
carácter desigual y de la heterogénea com- realidad.
binación de formas socio-territoriales resul- Esto lleva a la necesidad de construir
tante, hacen que nuestra realidad sea obje- una teorización propia para analizar los
tivamente distinta de la de las ciudades del procesos territoriales-urbanos concretos en
capitalismo hegemónico. Unas y otras so- América Latina, partiendo de un uso crea-
ciedades son capitalistas y acumulan capital tivo, desideologizado, sin dogmatismos
según el patrón neoliberal, unas y otras ciu- estériles, de las teorías generales, para in-
dades son capitalistas y han sufrido n
­ otorias vestigar nuestras propias realidades, las territorios 34
Los territorios latinoamericanos en la mundialización del capital 31
particularidades, las totalidades concretas subsistencia de la sobrepoblación relativa
conflictivas resultantes, en la relación de en América Latina. Ponencia presen-
unidad y contradicción con la situación de tada en el ii Seminario Internacional de
los polos hegemónicos, imperialistas, en el la Red Latinoamericana de Investiga-
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