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º 16
{{otros usos|Regimiento de Infantería Mecanizada «Castilla» n.º 16|obtener más información sobre la unidad de i
Índice
Antecedentes
Documentos de su creación
Instancia del XIII duque del Infantado al rey
Aceptación de S. M. el Rey
Denominación del Regimiento
Historia
Desde la campaña del Rosellón a la guerra de la
independencia española
Batallas del Rosellón y del Coll de la Creu del
Principi
Batallas de Terradas y La Junquera
Batallas de Bañolas y Pontós
Toma del Fuerte Manuel
Paz de Basilea y Tratado de San Ildefonso
Guerra de la independencia española
Guerra de la independencia de México
Escudo de distinción
Batallas de Orizaba y Córdoba
Batalla de Tacuba
Trienio liberal
Disolución y refundación del Regimiento
Primera guerra carlista
Segunda guerra carlista
Guerra de África
Sublevación de Vicálvaro o «vicalvarada»
Marcha a las colonias y a África
Casus belli
Comienzo de las operaciones
Batalla de Wad-Ras y firma de la paz
Tercera guerra carlista
Llegada de Amadeo de Saboya
Proclamación del rey Alfonso XII y derrota
carlista
Badajoz
Campaña del 98
Tragedia en el puente sobre el río Alcudia
Fallecimiento de Alfonso XII y nacimiento de
Alfonso XIII
Visita de los Reyes de Portugal y proclamación
de la Patrona de la Infantería Española
Sucesos en Marruecos
Primer Centenario del Regimiento y Guerra de
Cuba
Acciones a principios del siglo XX
Nuevas banderas
Acontecimientos reales
Actividad hasta el inicio de la guerra de
Marruecos
Guerra de Marruecos
El Desastre de Annual
Llegada del Batallón expedicionario del
Regimiento Castilla n.º 16 a África
Regreso del Batallón expedicionario del
Regimiento Castilla n.º 16 a Badajoz
Traslado al Cuartel General Menacho
Guerra civil española
Años precedentes: de 1930 a 1936
Año 1936
Defensa y toma de Badajoz
Creación y acciones de los nuevos
batallones
Año 1937
Año 1938
Año 1939
Conflicto bélico en Ifni y Sáhara
Nuevas denominaciones de la unidad
Nuevo cuartel de Sancha Brava
Base General Menacho
Jefes del regimiento desde su fundación
Enseñas históricas
Patronos
Himno del regimiento
Notas y referencias
Bibliografía
Enlaces externos
Antecedentes
Cuando en enero de 1793 guillotinaron al rey de Francia Luis XVI —suceso culminante de la revolución iniciada en Francia cuatro
años antes— y, dado que aquel era pariente de Carlos IV, rey de España en esa época, un sentimiento de horror hizo presa en todos
los niveles de los estamentos sociales, políticos y religiosos españoles. Dentro de la clase política había, sin embargo, posiciones bien
distantes: algunos, como el conde de Aranda, antiguo ministro del rey Carlos III, no eran partidarios de la injerencia en los asuntos
internos del país vecino, mientras que otros eran totalmente partidarios de declarar la guerra a Francia. El nombramiento en mayo de
1793 del pacense Manuel Godoy, miembro de la segunda facción, como capitán general y, por tanto, responsable político y militar de
8
la guerra, fue el hecho que movió el equilibrio inestable de opiniones hacia la intervención.
La estructura del ejército en aquella época era totalmente atípica, ya que tenía un gran número de mandos y unos efectivos muy
escasos de oficiales de graduaciones inferiores y soldados, situación que se define como «macrocéfala», pues a cada teniente general
le correspondían unos 150 soldados de los 50 000 militares totales.9 Al entrar el ejército en campaña, se manifestó palpablemente la
escasez de recursos materiales y humanos, de aprovisionamiento de municiones, víveres e impedimenta para que pudieran atender a
la artillería e infantería.10 11
Documentos de su creación
Se conservan completos los textos de los tres documentos que marcaron la creación del Regimiento deoluntarios
V de Castilla.
Madrid, a 3 de abril de 1793. D. Pedro de Toledo y Salm Salm, Duque del Infantado, penetrado de los
justos rendimientos que han determinado el Augusto ánimo de V. M. a declarar la guerra a los franceses,
lleno del mayor interés por el honor de la Corona y amor de V. M., deseando en tales circunstancias
coadyuvar a vuestros soberanos designios, tiene la honra de ofrecer a V. M., tanto su persona como todos
sus bienes y facultades, suplicándole se digne admitirle en particular la oferta de un Regimiento de
Infantería, que levantará prontamente con gente voluntaria de sus propios Estados y con la denominación
de "Auxiliares del Rey", juntamente con un tren de artillería de campaña según propone en el adjunto plan
que demuestra el pie de fuerza del Regimiento con distinción de clases,
el que ha dispuesto teniendo presente lo que últimamente se ha
adelantado en la táctica militar de Europa. El principal motivo que ha
tenido para elegir esta oferta a otras, el procurarse un medio de servir
gratuita y personalmente en el Ejército en la clase de Coronel, a fin de
dar el mismo ejemplo a los que se alisten, si V. M. se digna nombrarle
Jefe del expresado Cuerpo y el de facilitar a V. M. la satisfacción de
poder emplear una porción de tantos oficiales beneméritos que se
hallan en el Ejército en calidad de reformados agregados a varios
Regimientos de Infantería, los que tendrá V. M. a bien nombrar según
fuese de su Real agrado, como desea el exponente por mayor servicio
de V. M.
Si esta oferta mereciese la aceptación de V. M. solamente suplica el
exponente se le conceda nombrar Teniente Coronel, Sargento Mayor y
los Oficiales de la primera Compañía de Fusileros y de la de Cazadores
para colocar gratuitamente en dichas plazas algunos Oficiales de
12 Pedro de Alcántara Álvarez de
distinguido nacimiento, celo y amor a vuestro Real Servicio.
Toledo, XIII duque del Infantado,
creador del regimiento
Aceptación de S. M. el Rey
Contestación del ministro de la Guerra enAranjuez a 15 de abril de 1793:
:El rey se ha enterado de la instancia de V. E. de 3 del corriente lo cual siguiendo los impulsos de su
reconocimiento y amor al servicio, ofrece a S. M. levantar un Regimiento de Infantería con la
denominación de Auxiliares del Rey en los términos que manifiesta el estado que incluye V. E. reclutando
la gente al efecto en los pueblos de sus Estados.
:Habiendo admitido el rey la oferta que ha hecho el duque del Infantado de levantar un Regimiento vestido
y armado y reclutando la gente de los pueblos de sus Estados, se ha servido S. M. mandar que dicho
Regimiento lleve el nombre de Voluntarios de Castilla y se forme bajo el pie y fuerza de 1903 plazas que
expresa el Reglamento de 2 de septiembre último.14
Historia
Anterior a la fundación del Regimiento, el uniforme de la infantería de línea se
componía de sombrero con un galón y una presilla de galón de estambre blanco. El
pelo, con un bucle a cada lado y recogido en coleta por detrás que llevaban ensebada
y empolvada. Los calzones, casacas y chupas pasaron a ser de paño blanco y las
solapas, collarines, barras y vueltas, de color carmesí. El uniforme de fusilero del
Regimiento Voluntarios de Castilla en el momento de la creación y de acuerdo con el
reglamento señalado en la Real Orden de 22 de junio de 1791 fue el siguiente: la
casaca, la chupa y el calzón debían ser de color blanco y la solapa, el collarín, las
vueltas y los vivos —filete, cordoncillo o trencilla que se pone por adorno en los
bordes o en las costuras de las prendas de vestir— de color carmesí. Los botones
debían ser blancos con la inscripción «Voluntarios de Castilla». No debían tener
galones en el sombrero tricornio pero sí una presilla blanca y botones blancos. La Soldado del Regimiento Voluntarios
de Castilla
cucarda tenía que ser de lanilla encarnada, los correajes cruzados, de cuero blanco o
ligeramente anteado, con cartuchera de vaqueta negra. Las polainas pasaron a ser de
loneta cruda, abrochadas al costado, con jarreteras de vaqueta negra. Los zapatos debían tener tres suelas, de vaqueta negra, y con una
hebilla de metal blanco.15
Al inicio de la campaña del Rosellón el uniforme cambió mucho, sería de paño pardo, casaca corta ybotín hasta medio muslo de paño
negro. El poncho para abrigo era también de color pardo, el cual, si no se llevaba puesto, se ponía enrollado y terciado de izquierda a
derecha. El sombrero era redondo con un ala levantada con presilla de estambre amarillo. Continúa a lo largo del siglo XIX y del XX
la evolución en la uniformidad, hasta que a partir de 1988 se adoptó para toda la unidad el uniforme mimetizado con el terreno,
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siguiendo la tendencia de la mayoría de los ejércitos europeos modernos.
Una vez se tomó la decisión de intervenir en la guerra contra Francia, la nobleza aportó dinero y hombres, al igual que la Iglesia y las
ciudades contribuyeron con medios económicos y materiales para la formación de cuerpos de ejército. El duque encargó en el mes de
junio de 1793 al sargento mayor Joaquín Blake la organización del regimiento, el cual formó e instruyó al primer Batallón en Leganés
y Vicálvaro, ambos en la periferia de Madrid. A continuación marchó hacia el Real Sitio de Aranjuez, donde el rey Carlos IV pasó
oluntarios de Castilla».17
revista y los ensalzó «por el buen y lucido porte de los V
En esa sangrienta acción resultó herido su sargento mayor, Blake. En la noche del 17 de agosto, unidos el primer y segundo batallón,
avanzaron hacia La Junquera. El primer batallón se apoderó de La Junquera al amanecer del día 21, pero tuvo que retroceder al no
poder resistir el ataque de los franceses. Unos meses antes, el 19 de noviembre, las fuerzas francesas atacaron la posición española de
Figueras donde, después de un duro y sangriento combate, murió el general en jefe español —el conde de la Unión— y el regimiento
«Castilla» se retiró a sus cuarteles deGerona.22
Manuel Godoy, originario de Badajoz, recién nombrado Príncipe de la Paz, firmó otro tratado con Francia, el Tratado de San
Ildefonso, por el cual España facilitaba a aquel país un gran número de militares. Este tratado no era otra cosa que una nueva versión
de lo que durante la centuria anterior se habían llamado Pactos de Familia. Mediante el Tratado de San Ildefonso España se vio
obligada a facilitar a Francia quince navíos, 18 000 soldados de infantería y 6000 de caballería con su correspondiente artillería. Ese
refuerzo permitió en octubre la guerra contra Inglaterra. Como consecuencia de ello, en el año 1796, el Regimiento Voluntarios de
Castilla quedó emplazado en Extremadura, junto a la frontera portuguesa, para oponerse a Inglaterra en caso de necesidad.
Permaneció en esa situación durante once meses y marchó posteriormente a Cataluña, donde añadió a su denominación el número
«40».27 En noviembre de 1798 los británicos ocuparon Menorca, por lo que en mayo de 1799 ciento diez soldados de la segunda
compañía del primer batallón del «Castilla» embarcaron en Barcelona con destino a las islas Baleares. Con la firma en 1802 del
tratado de Paz de Amiens, por el que se recuperaba Menorca a cambio de la cesión de la isla Trinidad, retornaron estos soldados
destacados y se reunió todo el Regimiento enValencia como guarnición, con el número «35».28
A continuación el regimiento marchó a defender Valencia, donde luchó en los arrabales hasta que se le ordenó retirarse al interior del
recinto amurallado de la ciudad. El ejército francés estaba al mando del mariscal Suchet, quien obligó a la rendición a las tropas
españolas, entre ellas el Regimiento Voluntarios de Castilla, el 16 de enero de 1812. Dio la coincidencia de que las fuerzas españolas
estaban mandadas por el general Blake, que había sido sargento mayor del Castilla en los tiempos de su fundación. El botín cogido
por los franceses fue enorme, ya que apresaron a veintitrés generales, incluyendo a Blake, cerca de mil oficiales y más de 15 000
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soldados, además de 350 piezas de artillería y veintiuna banderas.
En enero de 1815 tuvo lugar el único encuentro bélico con los independentistas en
José María Morelos.
las zonas de Huatnatlan y Sepetépec. El Regimiento tomó parte en varias acciones
durante 1816: el 10 de febrero en Ixtapa, el 24 en Riofrío, el 21 de marzo en San
Salvador el Verde (municipio del estado de Puebla), el 29 en Atlapexco, el 23 de junio en San Marcos Ixquitlán y el último día del
año en Tepexi de Rodríguez. Fue un año nutrido de acciones de combate y lo sería también el año siguiente.39 En 1817 los
insurgentes tomaron una buena cantidad de enclaves. El «Castilla» les puso sitio, recuperando lugares como Cerro Colorado, Puente
del río Atoyac, Paso de Piedra, Barranca de Jamapa y un buen número más de ellos en el estado de Puebla. Desde el 21 de febrero, en
que se rindió Tehuacán, hasta el 20 de diciembre, recuperaron unas once posiciones, algunas de ellas luchando a bayoneta calada,
como fue el caso de la Barranca de Jamapa. 1818 fue de similar actividad militar. Durante los años 1819 y 1820 el «Castilla» recorrió
diversos distritos, como Olivara,Tierra Caliente y Córdoba, sin novedades dignas de mayor mención.40 41
Escudo de distinción
La situación se complicó en México y los problemas se agudizaron. El coronel Agustín de Iturbide, de
origen aristocrático, se unió a la causa independentista y promovió el Plan de Iguala que, entre otras
medidas, prometía respetar el derecho a la propiedad privada, los derechos del clero contra cualquier
desamortización, la seguridad de empleo en la burocracia civil y la independencia de Nueva España. El
representante de la Corona, Juan O'Donojú, firmó el Plan sin el consentimiento de España. A esta caótica
situación se enfrentó el Regimiento Voluntarios de Castilla durante los meses siguientes, manteniéndose
duramente el 22 de abril en Tepeaca, donde sufrió la pérdida de dos capitanes, dos tenientes y varios
soldados. Por esta acción se concedió a todos los componentes del regimiento una distinción consistente en
un escudo colocado en el brazo izquierdo, con un lema, sobre campo celeste, que dice: «Por la integridad de Escudo de
las Españas. Año 1821».42 distinción.
Batalla de Tacuba
Con el considerable aumento del potencial militar del coronel Iturbide, debido a que
muchos españoles se adhirieron a él para defender el Plan de Iguala y sus intereses,
sus fuerzas avanzaron sobre la capital. El «Castilla» les hizo frente en Tacuba, bajo
el mando del coronel Francisco Bocelli. La batalla de Tacuba se decantó a favor del
Regimiento Voluntarios de Castilla, que consiguió frenar a las fuerzas
independentistas. Como consecuencia de ello, un coronel jefe de otras unidades
envió al mariscal de campo un mensaje que, en lo que se refiere al «Castilla», decía
así: «Me falta por significar a V. E. los cuerpos a los que pertenecían los héroes
decididos y deseosos de defender a su Rey... fueron el Castilla...».44
Trienio liberal
Cuando en 1820 el general Rafael del Riego se pronunció con las tropas a su mando
a favor de la Constitución de 1812, el Regimiento Voluntarios de Castilla estaba
acuartelado en La Coruña, primera ciudad donde repercutió el pronunciamiento.
Como consecuencia de las conspiraciones contra el nuevo gobierno se envió el
Regimiento a Aragón, Burgos, Navarra y Palencia para controlar situaciones cada
45
vez más tensas entre el sector favorable y el contrario a la Constitución.
Durante toda la contienda puede decirse que no existe una actuación conjunta del Plan de Iguala
regimiento como tal, sino que la unidad actuó de forma desmembrada, ya que cada
batallón operó en un sitio diferente. Los componentes del regimiento actuaron en
1823 en Alcañiz, en el bloqueo de Mequinenza y en el sitio de Calatayud defendiendo la causa liberal.46
Por una Real Orden del 29 de marzo de 1828 volvió a renacer el regimiento, en este caso con la denominación de «Castilla n.º 15 de
línea», formado por dos batallones. Para su reorganización se nombró al coronel Francisco Sanjuanena, que poseía el Escudo de
Distinción por haber logrado fugarse de un campo de prisioneros francés y haber combatido en Perú. A pesar de ello, y de que no se
vio envuelto en los acontecimientos políticos, fue investigado acerca de su conducta durante el trienio liberal para que quedase clara
en esos momentos su postura de adhesión a la monarquía absolutista.48 49 La refundación tuvo lugar en Burgos, con el honor de
maniobrar en presencia del rey el 6 de julio de ese mismo año. La banda de música del regimiento tocó por vez primera en Lugo, en
mayo de 1829, y en septiembre de ese mismo año el Regimiento elige como «Patrona tutelar» a la Virgen del Carmen. Con motivo de
la creación del nuevo Regimiento Princesa (n.º 4), el Voluntarios de Castilla pasó a tener el número 16, el mismo que tiene en la
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actualidad y sin cambios desde entonces. El Regimiento Princesa fue disuelto un siglo más tarde, en 1936.
Primera guerra carlista
El 29 de septiembre de 1833 falleció el rey Fernando VII, y el infante Carlos María
Isidro de Borbón —que pretendía el trono en perjuicio de Isabel, la hija de Fernando—
aglutinó en torno suyo a un buen número de partidarios. Por orden del capitán general de
Galicia se encomendó al Regimiento Castilla n.º 16, junto al «Extremadura», la
detención del infante. De haber tenido éxito en su misión, el regimiento podría haber
cambiado el desarrollo de la guerra, pero en sus incursiones por el norte de Portugal solo
consiguió sorprender en Lardosa a los acompañantes del pretendiente e incautar el
equipaje de este. Por esta acción el coronel Sanjuanena fue ascendido a mariscal de
campo y pasó a la jefatura del Regimiento el teniente coronel mayor Miguel Mir de
González.51
Obedeciendo siempre a sus mandos naturales, el Regimiento Castilla n.º 16 siguió recorriendo el territorio español hasta la firma del
Convenio de Vergara. Pero no acabó aquí el conflicto, ya que no todos los caudillos carlistas estaban de acuerdo con el convenio,
entre ellos Ramón Cabrera, conocido como el «Tigre del Maestrazgo». Ante esta situación, el «Castilla» libró batallas en las canteras
de Utrillas y logró la victoria en la batalla de Arlabán. El 22 de mayo de 1840, el regimiento marchó hacia las proximidades de la
localidad de Tremp, en Lérida, y al fuerte de Puebla de Segur, que eran atacadas por los carlistas. A finales de 1840 se reunió todo el
regimiento en Cataluña, donde le sorprendió el final definitivo de la guerra, pero las dificultades no terminaron ahí. Por unas razones
u otras, los altos cargos militares y políticos se olvidaron de abastecer al ejército, que se vio sumido en un estado de miseria. El
soldado llegó a estar a media ración, ya que la corta asignación que tenía el Ejército llegaba «por manos de ávidos contratistas que no
se avergonzaban en especular con la corta y sagrada asignación de las Tropas».54 55 Durante este periodo, la pérdida de militares del
Ejército de la Reina ascendió a más de 140 000 hombres en el transcurso de siete años, cantidad igual al número de tropas que
estaban en pie cuando falleció Fernando VII.53
En el mes de agosto del año 1844 fue nombrado jefe del cuerpo el coronel Ramón Nouvilas, antiguo ayudante del general Marcelino
Oráa. Este coronel estuvo condenado a muerte por haber tomado parte en los sucesos del 7 de octubre de 1841, cuando intentó
separar por la fuerza al general Espartero de Isabel II y de su hermana menor Luisa Fernanda, y huyó a Francia. En enero de 1844
hubo varias insurrecciones en el sudeste español y en la frontera de Galicia con Portugal. Allí acudió el regimiento previa revista del
general segundo jefe de la Capitanía General de Galicia. En esta parada militar
, dicho general señaló en su alocución lo siguiente:
Seguro vuestro Jefe de los sentimientos de lealtad y disciplina, que abrigaron los honrados y valientes del
Castilla, no dudan en afirmar que donde quiera que se encuentre el Regimiento o parte de él, quedarán
57
frustrados los intentos de rebelión, y terriblemente escarmentados sus audaces promotores.
Por dichas razones, el regimiento estuvo desasistido y, como consecuencia de sus continuos traslados a diferentes frentes, la
documentación reglamentaria estaba muy atrasada. El coronel del «Castilla» puso en conocimiento esta situación, y el regimiento fue
enviado a Carabanchel, donde pasó revista el ministro de la Guerra. El año 1845 fue tranquilo para el regimiento y el 16 de julio, que
era la festividad de la Virgen del Carmen, patrona del regimiento, se bendijeron y cambiaron las antiguas banderas blancas de la
época de la casa de Borbón por las nuevas, una para cada batallón.58
No pasó mucho tiempo para que el regimiento volviera a las armas. Fracasadas las
«bodas de Estado» entre Isabel II y su hermana la infanta Luisa Fernanda con el duque
de Aumale y el duque de Montpensier, respectivamente, los carlistas decidieron ir otra
vez a la guerra. El comienzo de las hostilidades no es muy preciso, pero está claro que
las operaciones se desarrollaron en Cataluña. Allí aparecieron «els matiners», también
llamados «trabucaires». En un principio las partidas eran pequeñas y muy fraccionadas,
hasta que llegó a España Ramón Cabrera, apodado «el tigre del Maestrazgo», con
59
aureola de gran héroe de la Primera Guerra Carlista.
Con motivo de la amnistía concedida por la boda de la reina, el general Espartero volvió
a España y fue nombrado senador, cosa que disgustó al general Narváez, hasta el punto
de que entró sable en mano en el Consejo de Ministros e implantó una dictadura que
duraría más de tres años.60 Mientras tanto, el Regimiento de Infantería Castilla n.º 16
recorrió toda Cataluña, donde se enfrentó en guerra de guerrillas a los seguidores del
«tigre del Maestrazgo». En septiembre de 1848 ascendió el coronel Nouvilas a mariscal
de campo y, posteriormente, llegó a ser ministro de la Guerra con la Primera República.
61
Nombró al coronel De La Rocha como jefe del regimiento.
Retrato de Ramón Cabrera, el
La guerra contra los emboscados fue surtiendo efecto, siendo el «Castilla» uno de los Tigre del Maestrazgo
regimientos que en más acciones tomó parte. Poco a poco se desgastaban los
guerrilleros, que perdían apoyos entre la población, sobre todo en la rural, y aumentaban
las deserciones hacia el «Castilla» y otras tropas gubernamentales en busca del indulto, que llegó el 8 de junio de 1849. El regimiento
se acantonó en Barcelona y licenció a los soldados de los reemplazos de 1843 y 1844. Con el ascenso del coronel de la Rocha a
brigadier se dio por finalizada esta etapa.62
Guerra de África
Una vez terminada la contienda carlista, el regimiento estableció su guarnición en Barcelona. En agosto de 1850 se le ordenó la
persecución del bandolero «Baliarda», que murió en combate, y se hicieron prisioneros muchos de sus seguidores, acción por la que
fue felicitado el regimiento. Continuó con su instrucción y reorganización durante la primera parte de la década de 1850. El coronel
de la Rocha elevó una instancia a la reina Isabel II a principios de marzo de 1851, en la que solicitaba que le fueran concedidas al
Regimiento de Infantería Castilla n.º 16 las Corbatas de San Fernando de cuarta clase por sus anteriores heroicas acciones. El 26 de
julio de 1852, el Marqués de Novaliches, siguiendo instrucciones de la reina Isabel II, contestó desde el Real Sitio de San Ildefonso
confirmando la concesión de este reconocimiento al valor del regimiento. La entrega se llevó a cabo el 10 de octubre de 1852, fecha
del cumpleaños de la reina.63
Casus belli
En España no hubo unanimidad sobre la guerra que se veía venir. Esas diferencias de opiniones hicieron que tanto los políticos como
el mismo pueblo olvidasen los graves problemas nacionales, que pasaron a segundo plano, aunando el pensar del pueblo contra el
enemigo común: el moro.67 El casus belli fue algo tan simple como la construcción de un edificio ordenada por el Gobernador
Militar que valiese como «Cuerpo de Guardia» a efectos de evitar las continuas deserciones de los presidiarios trabajadores hacia la
zona marroquí. Como era de prever, los marroquíes atravesaron la línea divisoria en la noche del 19 de agosto y causaron destrozos
en la fortificación. El Gobierno español exigió al marroquí la toma de medidas para el apresamiento de esos individuos y posterior
castigo. Ante la tardanza en tomar medidas por parte del ejecutivo marroquí, España declaró la guerraMarruecos.
a 68
El regimiento ocupó las casas fuertes o reductos de Francisco de Asís, Cisneros e Isabel II; y las fuerzas africanas, sabedoras de la
importancia de estos enclaves, los atacó duramente. En las primeras horas de la mañana del 9 de diciembre de 1859 se entabló batalla
entre los norteafricanos y el Batallón de Castilla n.º 16. Los marroquíes estaban comandados por Muley-el-Abbas, hermano del rey
Mohámmed IV. Se llegó a enfrentamientos a la bayoneta calada, donde los efectivos marroquíes eran superiores a los españoles en
una proporción de cuatro a uno. El coronel del regimiento Eduardo Aldanese y Urquidi resultó herido de bala en un costado, lo que le
impidió continuar al mando, pero fue ascendido durante la batalla a brigadier por el general Zavala. Elarma de artillería tuvo también
una importancia relevante, ya que estrenó los cañones con ánima rayada, siendo la primera vez que se utilizaban.71 El 14 de enero,
los regimientos de Castilla n.º 16 y el de Cazadores de Simancas tomaron los altos que dominan la ciudad de Tetuán, donde también
72
se llegó en esta batalla a la lucha a la bayoneta, en la que resultó herido el teniente coronel Crespo.
La firma de la paz se celebró con alegría y alborozo por las tropas españolas, pero pasó casi desapercibida en la Península, incluso fue
recibida con cierta frialdad por falta de información de lo que estaba pasando. Sin embargo, las fuerzas españolas, y entre ellas el
73 74
Regimiento de Infantería Castilla n.º 16, supieron cumplir con lo ordenado por sus superiores.
Como consecuencia de las diferencias entre los generales Prim, que quería una caída rápida de la monarquía, y O'Donnell y Narváez,
sus contrarios, hubo una intentona de sublevación en Aranjuez que fracasó, y el Regimiento Castilla n.º 16 fue enviado a Pamplona.
Al coronel Andrés, que era jefe del regimiento, le sucedió el coronel José Oliva y, a este, Ramón de la Torre y Bordons, veterano de
dos guerras carlistas, expedicionario a Italia para defender al papa Pío XI y destacado en la guerra de África, por lo que poseía gran
cantidad de condecoraciones.77 En marzo de 1868 lo sustituyó el coronel de la Rosa a petición propia. A continuación se nombró a
un nuevo coronel, José Cherif y Monroy, formado como militar en las guerras carlistas, y como se había adherido al Convenio de
Vergara, resultó que había combatido contra los que fueron sus antiguos compañeros en la toma de Miravete de la Sierra bajo las
órdenes del general O'Donnell.78
En 1869 se proclamó la nueva Constitución y comenzó el proceso de encontrar un nuevo rey para España. Mientras tanto fue
nombrado el general Prim como presidente. Con estos continuos cambios políticos, el Regimiento Castilla n.º 16 pasó en cuestión de
días de combatir la revolución a apoyarla. A mediados de octubre el regimiento fue enviado a Valencia con su nuevo coronel José
Faura y Serra, veterano de las guerras carlistas, en las que fue herido de bala en el hombro. A mediados de 1870 le sucedió el coronel
José Pierrat Iniesta.79
A principios de 1875 el Castilla n.º 16 tomó a la bayoneta el cerro de Miravalles. Terminó el año 1875 en La Rioja, acantonado en
Logroño, y más tarde pasó a Haro. El 26 de enero salió para Vitoria, y el 30 de ese mismo mes desalojó en combate a la bayoneta
posiciones de tan difícil acceso como las que tiene el monte Gangorri. El 5 de febrero atacó y tomó Abadiano, y el 16 de febrero el
Regimiento de Castilla n.º 16 hizo los honores de ordenanza al rey Alfonso XII en Vergara. El regimiento finalizó esta etapa con el
coronel Pascual de la Calle y Guibert como jefe. La guerra terminó definitivamente cuando Carlos María de Borbón y Austria-Este,
autotitulado Carlos VII, cruzó la frontera hacia Francia con sus jefes y oficiales que, como signo de protesta, rompieron sus espadas
contra el suelo.83 84
Badajoz
Cuando terminó la guerra dinástica, el Regimiento Castilla n.º 16 estaba acantonado en Vitoria. El 16 de julio de 1876, festividad de
la Virgen del Carmen y patrona del regimiento, se bendijeron y entregaron a los batallones las nuevas banderas adquiridas.85 Desde
esta fecha hasta el año 1883, el Castilla n.º 16 desarrolló todo tipo de operaciones de organización y abastecimiento tanto del propio
regimiento como de los demás regimientos, compañías, etc. Una parte de sus jefes y oficiales participó en distintos cursos y ejercicios
de perfeccionamiento de técnica y táctica militar, como el ejercicio llamado «Agua, arena y hacha» que tuvo lugar en los campos de
Aranguir junto a otros regimientos, también de caballería y artillería. Asimismo, efectuó otras misiones que se presentaron de forma
86
imprevista por desastres naturales que afectaron a personal civil, al que acudieron en su auxilio.
Entre otras misiones que llevó a cabo estaba la de proporcionar un porcentaje determinado de sus efectivos para la guerra de Cuba,
concretamente el 20 % de ellos. Participó igualmente en labores de apoyo y cooperación de la formación del censo de la población,
que se llevó a efecto a finales de 1877.87 Con la nueva reorganización del Ejército se crearon veinte batallones nuevos y, con la
fusión de los batallones de reserva Sevilla n.º 3 y Málaga n.º 23, se constituyó el Regimiento de Infantería Covadonga n.º 41, que
88
tuvo su primer acuartelamiento en Badajoz y cuyo primer jefe fue el coronel Pedro Ruiz Martínez.
Debido a una serie de normas que disgustaron a los militares, los republicanos —al mando de Ruiz Zorrilla— crearon una asociación
secreta llamada ARM (Asociación Militar Republicana), que captó a muchos militares descontentos. Concretamente, en Badajoz se
sumaron a este movimiento las fuerzas de caballería, artillería y el Regimiento de Infantería Covadonga n.º 41. Para que este
pronunciamiento hubiese tenido posibilidades de éxito, deberían haberse sumado diversas guarniciones de todo el país, pero en unas
horas se produjeron movimientos de distinto signo y, cuando el Regimiento de Infantería Covadonga n.º 41 se dio cuenta de que
estaba solo, ya era tarde. Más de 900 mandos y soldados huyeron a Portugal, mientras el general Blanco, nombrado capitán general
de Extremadura, se hizo con la plaza sin derramamiento de sangre. Hubo un consejo de guerra donde se condenó a los golpistas,
89
algunos de ellos a pena de muerte, si bien más tarde les fue conmutada esta pena por la de prisión en fuertes militares.
Cuando estaba el Castilla n.º 16 de guarnición en Leganés llegó la Real Orden de 10 de diciembre de 1883 por la que se destinaba al
regimiento a Badajoz. El Castilla n.º 16 partió el 16 del mismo mes y empleó seis días para la organización completa del traslado por
ferrocarril. Las primeras fuerzas llegaron a Badajoz al día siguiente y ocuparon el acuartelamiento de San Francisco el Grande,90 que
estaba vacío por haber sido disuelto el Regimiento Covadonga n.º 41 que lo ocupaba.91 A partir del 17 de diciembre de 1883, el
Regimiento de Infantería Castilla n.º 16 estaría ligado durante más de cien años a la ciudad de Badajoz. Muchas generaciones de
extremeños, y en particular de pacenses, se formaron en sus filas, ya que entonces los reclutas iban destinados a los regimientos más
cercanos. 92
Campaña del 98
Con la Constitución de 1812 la mayoría de los conventos y monasterios del país —incluidos los de Badajoz— se convirtieron en
cuarteles y sus huertas en jardines o eriales. La Revolución de 1868, apodada «La Gloriosa», expulsó a los pocos religiosos que
quedaban en Badajoz. Por esta razón el convento de San Francisco, que fue en primer lugar cementerio, luego pasó a ser cuartel,
donde empezaron a estar acuarteladas las tropas el 17 de diciembre de 1883.93 A principios de 1884 la totalidad del regimiento se
encontraba acuartelada en el ya citado antiguo convento franciscano y en su huerta adjunta, al que se llamó cuartel de San Francisco
el Grande. La huerta pasó posteriormente a ser el actual paseo de San Francisco, parque cuadrangular con un templete central para
conciertos y música popular, centro de paseo y recreo de la juventud de la posguerra durante variosdecenios.93 94
Sucesos en Marruecos
Debido al ascenso del coronel Gutiérrez el 11 de marzo de 1893, fue nombrado nuevo coronel Francisco Salinero Bellver. En ese
mismo año España quiso llevar a cabo uno de los protocolos del Tratado de Wad-Ras, o de paz con Marruecos, de 26 de abril de
1860, por el que se le cedía a España una mayor zona en las proximidades de Melilla, e inició una fortificación en las proximidades
de un cementerio bereber, cosa que no gustó a los nativos, que hostigaron a los trabajadores y la tropa que los defendía. Hubo
conversaciones diplomáticas entre los dos países para solucionar el conflicto, pero hasta que el ministro de la Guerra no envió a
22 000 soldados a Melilla bajo mando del general Arsenio Martínez Campos, los bereberes no cesaron los ataques y aceptaron los
nuevos límites.103 En los sucesos de Melilla destacó un militar que adquiriría renombre décadas después, el teniente Miguel Primo
de Rivera, que consiguió ese mismo año la Cruz Laureada de San Fernando. A finales de 1893 fueron licenciados los reservistas del
104 105
Castilla n.º 16, que siguieron de servicio en el Regimiento de Infantería Castilla n.º 16 en Badajoz.
El 9 de octubre de 1896 fue una de las fechas más recordadas por el Castilla n.º 16: estando sitiada la columna del general Adolfo
Jiménez Castellanos por 5000 mambises de los líderes insurrectos Máximo Gómez y Calixto García, el soldado Eloy Gonzalo se
lanzó contra ellos con una lata de gasolina atada a su cuerpo, acción que permitió liberar a sus compañeros sitiados y por la que se le
concedió la Cruz Laureada de San Fernando.114 También es digna de reseñar la gesta que protagonizó el capitán Neila: cuando
estaba sitiado, y ante los constantes mensajes de propuestas de rendición que les mandaban los insurrectos, este reiteró en nombre de
sus fuerzas y de él mismo que «todas mis fuerzas están dispuestas a defenderse y a morir, antes que entregar sus armas y faltar a su
honor militar».115
Nuevas banderas
El 7 de mayo de 1902 tuvo lugar la bendición de las nuevas banderas y se dieron de
baja las dos viejas enseñas utilizadas en las campañas de Cuba, que se depositaron
en el Museo del Arma de Infantería. El coronel Domingo Recio y el teniente coronel
Vicente Ambel fueron los mandos a los que se les entregaron las banderas.119 En el
Pergamino ejecutorio del Regimiento, que se guarda en la sala de enseñas y banderas
del RIMZ Castilla n.º 16 sito en Bótoa —próxima a Badajoz—, y que está fechado
en el año 1912, definía cómo debía ser el escudo del regimiento: «... el Escudo de
Armas es el compuesto por un cuartel de esta forma: en fondo de gules, un castillo
dorado con torre de homenaje y sumado de Real Corona...». El pergamino está
encabezado por «Don Luis Rubio y Canga Yarto y Brú», que es quien lo redactó y
mandó que se ejecutase.120
Acontecimientos reales
Para solemnizar la coronación del rey Alfonso XIII, el Castilla n.º 16, junto con los
regimientos Gravelinas y Caballería Villarrobledo, participó en una gran parada
militar cerca de los glacis anejos a Puerta del Pilar. El 24 de abril de 1905 se publicó
una Real Orden que encomendaba al regimiento cubrir las calles en la visita que el
rey Alfonso XIII realizó a Badajoz al día siguiente. Sus componentes cubrieron
desde la calle Menacho hasta la catedral, y después desfilaron en honor al
monarca.121 El 9 de marzo de 1906 se publicó en el Diario Oficial n.º 54 un Real Pergamino ejecutorio del regimiento
Decreto por el que se favorecía a este regimiento con el nombramiento de coronel
honorario al rey de PortugalCarlos I de Braganza, y que dice así:
:REAL DECRETO
Queriendo dar un alto testimonio de mi sincera amistad y afectuosa consideración a S. M. Fidelísima Don
Carlos I, Rey de Portugal:
Vengo a nombrarlo Coronel Honorario del Regimiento de Infantería Castilla n.º 16.
Alfonso.
El Ministro de la Guerra: Agustín Luque122
El 15 de marzo marchó una compañía del regimiento a la estación de ferrocarril de Valencia de Alcántara para tributar honores al
paso de los reyes de Portugal.123 El 11 de marzo de 1907 tomó el mando del regimiento el coronel Vicente Ambel Cárdenas por
ascenso de su antecesor. A principios del año 1909 se nombró coronel honorario del regimiento al rey de Portugal Manuel II de
Braganza en sustitución del anterior, el rey Carlos I, que había sido asesinado once meses antes. A mediados de febrero volvió a pasar
por Badajoz el rey Alfonso XIII de vuelta de una visita a Portugal en la que se entrevistó con el nuevo rey portugués en la localidad
124
de Villaviciosa, encuentro al que acudió una partedel regimiento para rendir honores a los monarcas.
A mediados de 1909 se habían agudizado los problemas existentes con las cabilas cercanas a las posesiones españolas en el norte de
África, ya que no reconocían la autoridad española y consideraban esas tierras como suyas. En estos enfrentamientos murió el cabo
Luis Noval Ferrao, al que se le concedió la Laureada de San Fernando a título póstumo. A finales de año se pacificó la zona pagando
un alto precio: 3000 soldados muertos.126
Un batallón al mando del teniente coronel Neila se desplazó a Madrid para cubrir una parte de la carrera que en 1912 hizo el rey de
Portugal Manuel II en su visita a la capital de España, así como acudir el 12 de noviembre a la Estación de Delicias para tributar
honores de despedida al monarca lusitano. El regimiento finalizó el año de guarnición en Badajoz, aunque en 1912 sus regimientos
San Fernando y Saboya marcharon como voluntarios a Melilla. El 9 de marzo de ese mismo año se hizo cargo del regimiento el
coronel José Martínez Pedreira. Al objeto de asistir al centenario de las Cortes de Cádiz, una Real Orden indicó que deberían asistir
todos los cuerpos que tuvieran en sus banderas y estandartes la Corbata de San Fernando, por lo que el Castilla n.º 16 envió una
127
representación con el teniente coronel Neila al mando.
El regimiento terminó el año acuartelado en Badajoz, y empezó el año 1914 con parte del regimiento en Cáceres, donde el 20 de
enero tomó el mando el nuevo coronel Manuel Elías Prats.128 A principios de julio visitó Badajoz el Servicio de Aeroestación
Militar para hacer prácticas, y fue recibido por una representación del regimiento. Este servicio aprovechó la estancia para tomar las
129
primeras fotos aéreas de Badajoz, de magnífica calidad, donde se veía perfectamente el cuartel del Castilla n.º 16.
Guerra de Marruecos
Desde 1915 a 1918 no hubo sucesos dignos de reseñar, excepto la visita que realizó a Badajoz la infanta de España y princesa de
Asturias Isabel de Borbón, hermana de Alfonso XIII y conocida popularmente como «La chata». El Regimiento de Infantería Castilla
n.º 16 le rindió los honores de ordenanza mediante una compañía, bandera, banda y música. El 10 de septiembre de 1918 se hizo
cargo del mando de la unidad, por ascenso de su predecesor, el coronel Francisco Sosa Arbelo. No se conservan historiales de
operaciones y vicisitudes de orden interno desde 1920 hasta 1931, pero sí se sabe que en octubre de 1920 el coronel Sosa fue
destinado a otro regimiento y le sustituyó el coronel Luis Navarro y Alonso de Celada.130 Mientras tanto, continuaron existiendo en
el norte de África zonas verdaderamente inexpugnables dentro del protectorado español de Marruecos, en una zona que comprendía
desde el río Muluya, al este de Melilla —la antigua Rusadir— pasando por la costa mediterránea y las montañas del Rif, hasta la
ciudad de Larache, en el Atlántico.131
El Desastre de Annual
Se nombró al general Dámaso Berenguer como Alto Comisionado, el cual hizo un plan para que fuese efectivo el dominio español en
la zona bajo su influencia. El general Berenguer consiguió sus objetivos, y conquistó la «ciudad santa» de Chauen en 1920. Meses
más tarde, el general Manuel Fernández Silvestre inició un avance para encontrarse con las tropas del general Berenguer, pero no
tomó las debidas precauciones de dejar bien cubierta la retaguardia, descuido que aprovecharon para atacar los rifeños. A esto se
sumó que las cabilas de Abd el Krim y algunas otras se levantaron en armas, que desertaron las tropas indígenas y que todos ellos
conocían mejor el terreno que las tropas españolas, a las que hostigaron y aislaron en Annual. Allí, a partir del 22 de julio de 1921, se
desastre de Annual.132
produjo una de las mayores derrotas militares de la historia de España, conocida como el
A pesar de las reticencias del Gobierno Central y de los políticos de turno, siguieron llegando fuerzas a Melilla, pero en número
insuficiente y sin experiencia en combate. Solo los legionarios de Millán Astray, procedentes de Ceuta, habían combatido antes. En
agosto murió el primer militar del Batallón expedicionario del Castilla n.º 16, el cabo de la 1.ª compañía Juan Montes, y el mes
siguiente cayó el soldado José Cano García. Fueron las primeras bajas que sufrió el Castilla n.º 16 en esta guerra. Para el 10 de
octubre se preparó la toma del monte Gurugú, y el batallón del Castilla n.º 16 formó, con otras unidades, una columna al mando del
coronel Riquelme. El Castilla n.º 16 sobresalió en los combates de Casabona y Nador. El ejército español tomó esta importante plaza
y las fuerzas españolas siguieron su penetración hasta los estratégicos ríos Muluya y Kert, el primero por formar frontera con el
protectorado francés y el segundo porque permitía avanzar hacia el oeste. Antes de ello, había que conquistar el monte Arruit, donde
se encontraban gran cantidad de prisioneros españoles. Abd el-Krim pedía cuatro millones de pesetas para liberarlos, pero los
militares españoles pensaban que con este dinero podría rearmar a sus fuerzas con más medios de combate, lo que dificultaría aún
más su liberación. El general Berenguer y los llamados africanistas estaban decididos a que la liberación de los soldados españoles
135
debía llevarse a cabo por la fuerza. El monte Arruit se tomó sin mayores contratiempos, lo que dio la razón a los africanistas.
En Badajoz, el 15 de noviembre de 1924 tomó posesión del mando del regimiento el coronel Pedro Calderón Delgado. A finales de
ese mismo año el músico mayor Bonifacio Gil y el capitán José Castillo compusieron la música y la letra del Himno del Castilla, que
aún se canta con frecuencia en el patio de armas de la unidad. El músico Bonifacio Gil empezó su vida militar de tambor en el
regimiento La Lealtad en Burgos, pasó al Regimiento Zamora en Ferrol como músico de primera y llegó a alcanzar el grado de
comandante director de música.137 En 1925 regresó a Badajoz el batallón expedicionario de África y quedó solamente una compañía
en la zona de operaciones norteafricana. La guerra iba dando pasos decisivos hacia su fin y, en julio de 1925, se firmó un tratado de
cooperación entre Francia y España que facilitó, mediante apoyo naval francés, el desembarco de Alhucemas, decisivo para acelerar
el fin de la guerra. En la guarnición de Badajoz el regimiento siguió con la instrucción de los soldados y asistió a cuantos actos
requerían su presencia. El 15 de septiembre de 1925 tomó el mando el coronel Federico Fernández Sánchez Caro, que ya conocía la
plaza militar de Badajoz.138
Unos días más tarde se presentó el nuevo coronel Joaquín Guerra Zagala, que sustituyó al anterior por su jubilación, Federico
Fernández Sánchez-Caro, que había estado en la guerra de Cuba, donde fue herido y se le concedió la Medalla de Sufrimientos por la
Patria.144 El nuevo coronel era un veterano de la campaña del 98 y de la guerra de Marruecos. Estuvo al mando del regimiento por
Orden del 26 de mayo de 1931, pero durante poco tiempo, debido a la reestructuración del Ejército que llevó a cabo en esas fechas el
Gobierno de la Segunda República Española. En 1931, el regimiento Castilla n.º 16 continuó con los servicios del destacamento en el
145
penal de Ocaña, en el polvorín de San Gabriel y en el Fuerte de San Cristóbal, estos dos últimos en Badajoz.
Por orden del Gobierno del 26 de mayo, publicada en el Diario Oficial n.º 115, se fusionaron los regimientos Castilla n.º 16 con el
Gravelinas n.º 41 en uno que se denominó Regimiento de Infantería de Línea n.º 16. Se organizó en dos batallones y fue designado
como primer jefe el coronel Adolfo Roca Lafuente. El nuevo ministro de la Guerra, Manuel Azaña, emprendió una serie de reformas
para modernizar la estructura del Ejército con la creación de una nueva escala de suboficiales y el intento de mejorar las condiciones
de vida en los cuarteles. Los cambios también afectaron a la cúpula militar, ya que desapareció el Consejo Supremo de Justicia
Militar, se clausuró la Academia General Militar de Zaragoza y se suprimieron los grados de capitanes generales y tenientes
generales.146
El 31 de diciembre de 1931 se declaró una huelga general, y durante una manifestación en el pueblo de
Castilblanco los manifestantes
lincharon a cuatro guardias civiles. El regimiento tuvo que intervenir para sofocar la huelga desde el 29 de diciembre hasta el 6 de
enero de 1932. Por otro lado, se celebró en su propio acuartelamiento el Consejo de Guerra contra los manifestantes que causaron los
sucesos acaecidos en ese pueblo.147 Durante los siguientes meses de 1932, el Regimiento de Infantería de Línea n.º 16 seguía
presente en el penal de Ocaña y con una compañía en la ciudad de Huelva. Al coronel Roca le sustituyó el coronel José Cantero
Ortega, que fue nombrado para este cargo en el Decreto Oficial n.º 49 con fecha de 24 de marzo de 1932, el cual había pasado casi
148
toda su vida militar en el norte de África, donde se le condecoró por sus actuaciones.
El Regimiento de Infantería de Línea n.º 16 comenzó el año 1933 de guarnición en el cuartel de Menacho en Badajoz, con la ausencia
del destacamento que apoyaba la seguridad del penal de Ocaña. Durante el año 1934 el regimiento siguió en Badajoz con efectivos
destacados en el penal toledano, en el Fuerte de San Cristóbal y en el polvorín de San Gabriel. En el año siguiente, 1935, el
regimiento volvió a tomar su sobrenombre de «Castilla» mediante un decreto de 25 de junio que fue publicado en Diario
el Oficial n.º
149
145, lo que significaba recuperar su nombre tradicional y su símbolo de identidad histórico.
Año 1936
En enero de 1936 se disolvió el Parlamento y el Gobierno convocó unas elecciones que se celebraron en febrero y que fueron ganadas
por el Frente Popular —coalición de partidos republicanos y de izquierdas—, tras lo que se encar
gó a Manuel Azaña formar gobierno.
Mientras tanto, el regimiento Castilla n.º 3 —así se denominaba según Decreto Oficial n.º 25 del 23 de abril— continuaba de
guarnición en su cuartel con aparente normalidad. El 10 de mayo fue elegido Manuel Azaña como presidente de la República, pero a
partir de entonces se produjeron una serie de sucesos que alteraron el futuro de España: el asesinato del teniente José del Castillo de
los Guardias de Asalto cometido el 12 de julio y el de José Calvo Sotelo, exministro de Hacienda del general Primo de Rivera, al día
siguiente. El general Francisco Franco, capitán general de Canarias, inició la sublevación en Marruecos, a donde llegó por vía aérea,
concretamente a Tetuán, el 19 de julio. A la sublevación se adhirieron, entre otras regiones, Galicia, Cáceres, Sevilla y Galicia, pero
no lo hicieron en Madrid ni en Barcelona. El general José Sanjurjo, que en aquellos momentos era el líder de los sublevados, murió al
150 151
día siguiente cuando su avión, al despegar desde Portugal, se estrelló.
El 21 de julio partieron para Madrid dos compañías del entonces denominado regimiento Castilla n.º 3, la 3.ª y la 4.ª, al mando del
comandante José Ruiz Farrona, para reforzar la capital de la República y combatir en la sierra de Guadarrama, concretamente en el
Alto de los Leones.152 A primeros de agosto marcharon los sublevados con dirección a Madrid y, en vez de hacerlo por Córdoba,
decidieron hacerlo por Extremadura, ya que la resistencia republicana en la ciudad andaluza era muy fuerte. Se libraron varios
combates en los que tomó parte el Regimiento de Infantería Castilla n.º 3, que defendía la zona republicana, pero cayeron localidades
como Almendralejo, Mérida y Villafranca de los Barros en poder de las fuerzas que mandaba el entonces teniente coronel Juan
Yagüe.153
Para tomar Badajoz, las tropas sublevadas instalaron tres baterías de artillería sobre Cerro Gordo —un altozano que domina en la
distancia a Badajoz— al mando del capitán Luis Alarcón de la Lastra. El jueves 13 de agosto, a las tres de la tarde, se dio la orden de
ataque. La defensa, que estaba en manos de milicianos, se centraba sobre el cuartel de Menacho y la Puerta de la Trinidad. Badajoz
estaba aislada tanto por tren como por carretera y ni siquiera podía recibir ayuda por aire, pues los aviones del teniente coronel Yagüe
despegaban de un aeródromo cercano a la ciudad portuguesa de Elvas.155 Yagüe pretendía envolver Badajoz y, con esa finalidad,
envió al comandante Castejón hacia el Cuartel de Menacho y al teniente coronel Carlos Asensio a la Puerta de la Trinidad. Castejón
logró entrar en el cuartel, que estaba defendido por el Castilla n.º 16, mientras que los legionarios de Asensio tomaron la Puerta de la
Trinidad a bayoneta calada. Mucho más duro fue el combate en la Puerta del Pilar, puesto que de la compañía que la tomó por asalto
solo sobrevivieron el capitán, un cabo y catorce soldados, pero al final las tropas de Castejón pudieron entrar por ese lugar. Empezó
entonces una cruenta represión, fusilando a todos los que empuñaron un arma contra las tropas sublevadas. El propio comandante del
regimiento, el coronel José Cantero Ortega, fue fusilado poco después de haber sido hecho prisionero.156 A partir de la toma de
Badajoz por las fuerzas franquistas, el teniente coronel Fernando Acosta Roldán reorganizó el regimiento —ya bajo las órdenes de
157
Franco— y a partir del 19 de agosto tuvo como jefe al comandante Eduardo Cañizares Navarro.
I Batallón: se creó el 17 de agosto bajo el mando del comandante Fernando Ramos y Díaz de Villa y, seis días más
tarde, ocupó los pueblos de Alconchel y Villanueva del Fresno, en la provincia de Badajoz. El 15 de diciembre se
trasladó a Peñarroya-Pueblonuevoen la provincia de Córdoba, donde terminó el año.
II Batallón: se creó el mismo 17 de agosto y su jefe fue el comandante José Álvarez Rodríguez. Intervino el 31 de
agosto en la defensa de Llerena, que era atacada por las tropas republicanas. A continuación ocupó los pueblos de
Alconera y Azuaga. En septiembre fue enviado a Villagonzalo y Oliva de Mérida y terminó el año entre los pueblos
pacenses de Valdetorres y Villagonzalo.
III Batallón: se creó el 1 de septiembre al mando del comandante Ildefonso Medina Mogollón y quedó de guarnición
en Badajoz hasta diciembre, cuando fue enviado al pueblo de Salvaleón y, posteriormente, se le encargó la toma de
la sierra de Monsalud, acción que se materializó el 27 de diciembre.
IV Batallón: se empezó a organizar el 6 de septiembre, al mando del comandante Bartolomé Guerrero, y marchó el
día siguiente a Mérida; seis días más tarde ocupó los pueblos de Alange, Zarza de Alange y Villagonzalo. A finales
de septiembre tomó Guareña, todos ellos de la provincia de Badajoz. Finalizó el año de guarnición en Mérida.
V Batallón: se empezó a organizar a primeros de octubre y marchó seguidamente a Campillo de la Serena y entabló
combate con el enemigo en las proximidades del Cortijo de Tamburrero. A finales de año fue destinado a Santa
Amalia y Oliva de Mérida, donde terminó el año.
VI Batallón: se organizó a primeros de noviembre y el día 3 del mismo mes salió de servicio a Villafranca de los
Barros y a los pueblos de Campillo de Llerena y Retamal de Llerena, donde finalizó el año.
VII Batallón: se organizó en el mes de diciembre y quedó de servicio en Badajoz hasta el 23 de diciembre, cuando
fue trasladado a los pueblos deAlburquerque y San Vicente de Alcántara hasta finalizar el año.
VIII Batallón: se creó el 31 de diciembre y quedó de guarnición en Badajoz capital.
158
El regimiento terminó el año con ocho batallones ,yel año siguiente, en 1937, se amplió su número a veinte.
Año 1937
El ejército republicano creó a partir de mayo el VII Cuerpo de Ejército al mando del teniente coronel Ruiz Farrona y estableció su
base de operaciones en Cabeza del Buey. Por parte del ejército franquista, la División de Badajoz pasó a ser la División 21,
compuesta por dos brigadas. La primera tenía en sus filas, además de otras unidades, a los batallones III, IV, V, VIII y IX del
«Castilla» y estaba mandada por el teniente coronel Luis Oliver. La segunda brigada, bajo el mando del teniente coronel Alfonso
Gómez Cobián, también tuvo en sus filas batallones del «Castilla»: concretamente los batallones II, VI, IX y X. Desde el año 1936 no
se registraban mayores concentraciones de fuerzas de ambos bandos en Extremadura.159 El fin principal del ejército franquista era
cercar la zona de Mérida, donde se habían agrupado gran cantidad de tropas republicanas, a modo de «bolsa», para que no tuvieran
posibilidades de aprovisionamiento desde el exterior. La operación comenzó el 20 de julio y el 24 del mismo mes se unieron las dos
brigadas franquistas, que la dieron por finalizada, aunque en días sucesivos procedieron a conquistar los pueblos más importantes de
la zona.160
El resto del año lo pasaron los diferentes batallones del «Castilla» en combate por la práctica totalidad de la península, pero ya como
batallones independientes, unidos a diversos cuerpos de ejército y unidades. La operación más destacable fue la llevada a cabo del 16
al 19 de marzo por el III Batallón del «Castilla» al mando del teniente coronel Álvarez Rementería en la localidad cordobesa de
Villanueva del Duque, por lo que se le concedió al batallón la Medalla Militar Colectiva y la Medalla Militar Individual para el jefe
161 Esta condecoración se cedió al Regimiento de Infantería Castilla n.º 16 y
de esas tropas, comandante Ildefonso Medina Mogollón.
se depositó en su Sala de Estandartes.162
Año 1938
Las acciones bélicas del I al XIV Batallón se desarrollaron por toda Extremadura, tanto en la provincia de Cáceres como en la de
Badajoz. Al IX Batallón se le concedió la Medalla Militar Colectiva por sus acciones en los frentes de Villagonzalo, Guareña,
Palomas y el vértice de Cabezuela del Valle, sobre este último lugar, donde el ejército republicano atacó repetidamente y repelieron
los avances a pesar de su inferioridad de tropas y medios. El 2 de octubre se trasladó al frente de Córdoba, por lo que el 221 Batallón
—que operaba en la zona de Hornachos y Azuaga— posteriormente fue enviado a Córdoba, donde terminó el año. El IV Batallón de
Trabajadores operó entre la zona de Llerena y Castuera. El 301 Batallón de Guarnición pasó el año entre San Vicente de Alcántara y
Algeciras, al igual que el 302 Batallón de Guarnición. El 401 Batallón de Orden Público pasó prácticamente todo el año en Badajoz y
fue destinado a finales del mismo a Talavera de la Reina. El 901 Batallón de Guarnición empezó el año en Mérida y lo finalizó
trasladado a Don Benito. El 222 Batallón de Guarnición empezó el año enAguilar de la Frontera, operó en la Sierra de Acebuche y lo
terminó en Cabeza del Buey. A primeros de marzo se organizó el 104 Batallón de Trabajadores y empezó con trabajos de
fortificaciones en Mérida, Oliva de Mérida y Valdetorres. Finalizó el año en Castuera con su trabajo de inicio y mejora de
fortificaciones. En el mes de abril se formó el XV Batallón en Almendralejo, pasó a operar en el frente de Retamal de Llerena y
terminó el año en el frente de Córdoba. En mayo se creó el 131 Batallón de Trabajadores en Mérida, que posteriormente se trasladaría
a Fuente Obejuna y más tarde a Monterrubio de la Serena, donde continuó con trabajos de fortificación y arreglo de pistas y carreteras
y donde finalizó el año. A principios de julio se organizó el 133 Batallón de Trabajadores en el pueblo extremeño de Los Santos de
Maimona y desarrolló sus trabajos específicos en los pueblos de Valdetorres y Santa Amalia, ambos en la provincia de Badajoz,
donde terminó el año. En el mes de agosto se formó en Don Benito el 112 Batallón de Trabajadores y estuvo en esta zona todo lo que
restaba del año 1938. El 1 de noviembre se formó en Badajoz el 376 Batallón de Guarnición, que permaneció en la ciudad con sus
trabajos de carga y descarga de material de intendencia hasta finales de año. Por último, en diciembre se creó el 158 Batallón de
163
Trabajadores en el pueblo cordobés deMontilla, donde se quedó establemente hasta finales de año.
Año 1939
El Regimiento de Infantería Castilla n.º 3, que es como se llamaba al Castilla n.º 16 en esa época, comenzó el año 1939 con diecisiete
batallones de armas, seis batallones de trabajadores, cuatro batallones de guarnición y uno de orden público. Como el frente de
Extremadura se reactivó por ataques de los republicanos para distraer a las tropas enemigas del frente de Cataluña, las fuerzas
164
franquistas enviaron grandes refuerzos y, ante esta situación, los republicanos decidieron replegarse.
Aun así se siguieron creando batallones del «Castilla» y a principios del mes de enero se creó el 203 Batallón de Trabajadores con
base en Cerro Muriano, que estuvo en la provincia de Córdoba hasta finales de la guerra. A principios de febrero se formó el 144
Batallón en Cáceres y, después de pasar por las provincias de Huelva y Córdoba, se trasladó a Jaén hasta que se disolvió, a finales de
julio, y entró a formar parte del XIV Batallón del «Castilla». El I Batallón empezó el año acuartelado en Granada, y más tarde se
trasladó a la localidad cordobesa de Peñarroya, al igual que el VII Batallón. El II Batallón continuó en las zonas de Castuera y
Campanario y, meses más tarde, lo enviaron a ocupar los pueblos de la zona de Almadén, donde estuvo acompañado algunos meses
por los batallones VI, VIII, XI, XII y XIII. El III Batallón pasó el año 1939 entre las provincias de Córdoba y Jaén junto al IX
Batallón. El IV Batallón operó en los pueblos de las provincias de Almería y Sevilla. El V Batallón continuó todo el año en el frente
de Madrid y patrulló por Pozuelo de Alarcón y San Lorenzo del Escorial. Los batallones X, XIV y XV operaron todo el año por los
pueblos de la provincia de Jaén. Los batallones 221 y 222 tomaron parte en las batallas que tuvieron lugar en Peñarroya y Cabeza del
Buey, de donde partió el 222 Batallón para Tarifa para prestar servicios de guarnición y fue disuelto en septiembre al entrar a formar
parte del Regimiento de Infantería n.º 7, que estaba de guarnición enAlgeciras.165
El 4.º Batallón de Trabajadores estuvo en Castuera hasta que en el mes de julio lo trasladaron al pueblo gaditano de La Almoraima,
donde fue disuelto. El 301 Batallón de Guarnición estuvo en Larache, Marruecos, hasta que en el mes de julio fue disuelto y
licenciaron al personal que lo componía. Lo mismo le ocurrió al 302 Batallón de Guarnición, con la diferencia de que este último
prestaba servicios de seguridad en el frente de Madrid. De igual modo que los anteriores, los batallones 376 de Guarnición, 159, 104,
166
131, 133, 112 y 203 de Trabajadores, 401 de Orden Público y 901 de Guarnición fueron disueltos y su personal licenciado.
A partir del 1 de octubre, por el Decreto de 24 de julio de 1939 publicado en el Boletín Oficial del Estado n.º 206, se reorganizó el
ejército y el «Castilla» se estableció en Badajoz con el nombre de Regimiento de Infantería Castilla n.º 3, al mando del teniente
167
coronel Bartolomé Riera Maestre, al que meses más tarde sustituyó el teniente coronel Ildefonso Medina Mogollón.
Desde principios de 1957 se venían produciendo actos de sabotaje esporádicos en Ifni, provincia española situada en el sur de
Marruecos, lo que hacía prever que se recrudecerían en el futuro. En la madrugada del 23 de noviembre de ese mismo año se
infiltraron varios elementos contrarios a la presencia española en la ciudad de
Sidi Ifni, y fueron descubiertos por un centinela que dio
la voz de «¡Alto! ¿Quién va?»; al no obtener respuesta disparó su arma y se desató un tiroteo. Al mismo tiempo, lo que confirmó que
había una acción coordinada por los indígenas, fueron atacados varios destacamentos situados en torno a Sidi y también comenzaron
los hostigamientos en el Sáhara Español, más al sur. A la vista de estos incidentes, en España se prepararon varios batallones
expedicionarios, entre ellos uno del Castilla n.º 16 que fue destinado a Villa Cisneros, al mando del comandante Carapeto. El 29 de
noviembre de 1957 embarcaron en el barco Ciudad de Oviedo, hicieron escala en Las Palmas de Gran Canaria y arribaron el 9 de
diciembre a las playas de Sarga, en la península de Río de Oro. A partir del día siguiente el Castilla n.º 16 empezó a prestar sus
servicios de guarnición en campaña.169
También estuvo presente el batallón en la ofensiva final del 20 de febrero de 1958. El 3 de junio embarcó el batallón expedicionario
en los buques cañoneros Vasco Núñez de Balboa y Magallanes y en el buque minador Eolo, rumbo a Las Palmas de Gran Canaria.
Cinco días más tarde embarcaron en la turbonave Montserrat con dirección a Algeciras y, ese mismo día, emprendieron viaje por vía
férrea hacia Badajoz. En el acto en honor del batallón y del regimiento se impusieron la Cruz del Mérito Militar de plata a setenta y
ocho cabos y soldados, la Medalla de Sufrimientos por la Patria al soldado Leandro Márquez Rosa y la Cruz del Mérito Militar con
distintivo rojo a los mandos del batallón. En esta campaña murieron en combate el sargento Juan Serrano Leite, el cabo 1º Jesús
173
González González y el soldado Fidel del Río Menayo.
El 29 de junio de 2015, en virtud de la Orden DEF/1265/2015, por la que se desarrolló una nueva organización básica del Ejército de
Tierra centrada en las brigadas orgánicas polivalentes, el regimiento cambió su denominación por Regimiento de Acorazado
Castilla n.º 16, perdiendo su condición tradicional como unidad de infantería pero manteniéndose en la Brigada «Extremadura» XI
175
aunque esta, como las restantes, se convirtió en una unidad polivalente.
El 10 de noviembre de 1968 se produjo un hecho importante en el regimiento: Extremadura y el Instituto de Cultura Hispánica
rindieron homenaje al Ejército Español, simbolizado en esta ocasión por el Regimiento de Infantería Mecanizada Castilla n.º 16, y se
aprovechó el acto para bendecir y entregar un estandarte que ofreció el Ayuntamiento de Badajoz. A las once de la mañana llegó el
capitán general de la II Región Militar, Manuel Chamorro Martínez. Una vez oída la misa, los abanderados marcharon a sus puestos
al frente de la formación. Después de una alocución del coronel, la compañía de fusileros efectuó una descarga y, mientras sonaba el
himno nacional, la bandera y estandartes se retiraron a la sala correspondiente. A continuación se procedió al desfile de las fuerzas,
cerrado por el batallón de carros de combate M47, cada uno con el nombre de un conquistador extremeño, por lo que este batallón se
llamó de «La Hispanidad». Asistieron al acto los representantes de los pueblos que entregaron las placas con los nombres de los
conquistadores nacidos en ellos.177
Nota: El último coronel jefe de este regimiento y, a su vez, el primer coronel jefe del mismo regimiento pero ya con el sobrenombre
de «Infantería Mecanizada» fue Fidel Cátedra Román en 1966.
Enseñas históricas
180
En el Museo del Ejército se guardan ocho banderas, seis con colores nacionales y dos blancas.
«Bandera Coronela», de color blanco.
«Bandera del Batallón», de color blanco.
Las que tienen los colores de la bandera nacional son las siguientes:
Patronos
El regimiento tuvo a lo largo de su historia varios patronos. Desde la creación del regimiento hasta septiembre de 1829 fue patrón san
Pedro de Alcántara. A partir de esa fecha se nombró patrona del regimiento a la Virgen del Carmen, ya que el día de su festividad, el
16 de julio, tuvo lugar en las inmediaciones de la población jienense de Santa Elena la batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212,
en la que el rey Alfonso VIII junto a las tropas navarras de Sancho VII de Navarra y las aragonesas de Pedro II de Aragón se
enfrentaron al ejército numéricamente superior del califa almohade Muhammad an-Nasir. La batalla fue el resultado de la cruzada
emprendida por el rey Alfonso VIII, el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada y el papa Inocencio III contra los almohades
que dominaban al-Ándalus. El encuentro se saldó con una importante victoria del bando cristiano y fue un punto álgido de la
Reconquista, pues supuso el principio del fin de la presencia musulmana en lapenínsula ibérica.181
Más adelante, en el año 1892, se declaró «Patrona única del Arma de Infantería» a la Inmaculada Concepción, mediante una Real
182
Orden de 12 de noviembre con Decreto Oficial 248 (D. O. 248), que sigue en la actualidad como única patrona.
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