Вы находитесь на странице: 1из 11

Este trabajo es licenciado bajo

Licencia Creative Commos


Atribución-NoComercial-4.0

DERECHO A LA UNIÓN CIVIL EN EL PERÚ


COMO DERECHO CONSTITUCIONAL

RIGHT TO CIVIL UNIÓN IN PERÚ


AS CONSTITUTIONAL LAW

Alberto Miguel Camargo Quiroga1,2,a

1 Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Escuela profesional de Derecho, Universidad


Andina Néstor Cáceres Velásquez. Juliaca, Perú.

2 Facultad de Ciencias Administrativas, Escuela profesional de Administración y Marke-


ting, Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez. Juliaca, Perú.

a Abogado

RESUMEN

El presente trabajo tuvo como objetivo, desarrollar los argumentos y fundamentos jurídicos
a la luz del Derecho nacional e internacional sobre el derecho a la unión civil de personas
del mismo género como legítimo derecho constitucional de las minorías nacional. La presen-
te investigación se ubica en el ámbito del Derecho civil y Constitucional, se hizo uso del
método exegético y la dogmática jurídica nacional y el Derecho comparado. El ámbito de
investigación, en el aspecto teórico, abarca toda la doctrina nacional e internacional refe-
ridos al sistema de la Unión Civil. Por la complejidad del problema materia de análisis, la
investigación es exploratoria. Los derechos fundamentales de las minorías, como el derecho
a ser iguales ante la ley, no pueden ser recortada porque lo decide una mayoría a la que le
‘incomodan’ actitudes de una minoría que no perjudican a nadie. Y este derecho tampoco
puede ser sometido a un referéndum o cualquier forma de consulta popular porque devendría
en ilegítimo, pues, los derechos humanos no son materia de consulta por ser inherentes a la
persona. Podemos concluir que con la aprobación de la unión civil no matrimonial de perso-
nas del mismo género, el Perú tiene la oportunidad para dar un paso más en el camino de la
cultura de la libertad y el respeto de las minorías discriminadas.

Palabras clave: Unión civil, derecho constitucional, doctrina nacional.

SUMMARY

The main objective of this paper is to develop and legal arguments in the light of national
and international law on the right to civil unions of same gender as the legitimate consti-
tutional rights of national minorities foundations. This research is located in the area of​​

144
Derecho a la unión civil en el Perú como derecho constitucional
Alberto Camargo Quiroga
civil law and Constitutional, use was made of the exegetical method and national legal
doctrine and comparative law. The scope of research in theoretical aspect, encompasses all
national and international doctrine referred to the system of the Civil Union. Because of the
complexity of the matter problem analysis, research is exploratory. The fundamental rights
of minorities, such as the right to be equal before the law, can’t be cut because it decided by
a majority to him ‘uncomfortable’ attitudes of a minority that do not harm anyone. And this
right not be subjected to a referendum or any form of referendum that would become illegi-
timate, then, human rights are not a matter of consultation to be related to the individual. In
that sense, even against the tyranny of the majority, the draft civil union of same-sex must
be approved by the Congress. With the approval of non-marriage civil union of persons of
the same gender, Peru has the opportunity to take another step on the road to the culture of
freedom and respect for minorities discriminated against.

Keywords: Civil union, constitutional law, national doctrine.

INTRODUCCIÓN

El presente artículo trata de analizar la unión civil en el contexto de la Constitución de 1993,


pues, ningún argumento en contra de lo que va dicho podría extraerse del artículo 2.2 de la
Constitución en cuanto, en aras de la igualdad ante la ley, prohíbe las discriminaciones por
motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión o de cualquier otra índole personal o
social. En ese contexto civil y constitucional, la polémica desatada por la propuesta de Ley
de Unión Civil presentada al Congreso por el parlamentario Carlos Bruce, está creando un
cisma entre diferentes instituciones a nivel nacional. Las diferentes posiciones van desde
quienes consideran que sí tiene la propuesta sustento constitucional y legal porque no afecta
a la familia, hasta quienes consideran que dicha propuesta no tiene ningún sustento jurídico
constitucional.

Se considera que, la unión civil no matrimonial de personas del mismo género, a la luz del
derecho nacional e internacional, es un avance hacia la igualdad de derechos. Es un tema
relacionado a los derechos de minorías y que de ninguna manera, desde el punto de vista
jurídico, es inconstitucional, ni ilegal, ni antinatural y, ni siquiera, poco cristiano dar una
protección jurídica patrimonial, estrictamente por razones de justicia, a personas que han
construido un patrimonio común de idéntica naturaleza al de los gananciales. Los derechos
fundamentales de la persona no están a lo que digan las mayorías o minorías. El ámbito de
investigación, en el aspecto teórico, abarca toda la doctrina nacional e internacional referidos
al sistema de la Unión Civil de personas del mismo género. Minorías nacionales, Constitu-
ción Política de 1993, Derecho Internacional, Derecho Comparado, Posiciones en debate de
la unión civil Congreso de la República.

145
Revista Científica “Investigación Andina”
VOLUMEN 16 Nº 2 Julio – Diciembre 2016

Definición de unión civil

En el ordenamiento peruano las uniones de hecho han existido desde el incanato, en donde
se les reconocía como “servinakuy” esta situación se ha dado a lo largo de los diversos de
los ordenamientos legales desde entonces, exceptuando el Código civil de 1852 que no la
contiene porque adopta la doctrina canónica; así es recogida en el Código civil de 1936, en la
Constitución Política de 1979, en la vigente de 1993 y en el Código Civil de 1984. El reco-
nocimiento otorgado por el ordenamiento jurídico peruano a esta figura no supone que su
objetivo es promoverla para que constituya una alternativa más al establecimiento en pareja
junto al matrimonio; sino que se ha visto obligado a contemplarla en vistas a una realidad
existente, sobre todo para brindar protección al hogar que, de facto, se forma en el seno de tal
convivencia. Por lo que se entiende que el ordenamiento, al reconocer las uniones de hecho
está adoptando la tesis de la apariencia de estado matrimonial (Vilcachagua, 2001) NO. El
artículo 1 del Proyecto LEY N° 2647/2013-CR, establece que: A los efectos de esta Ley, se
entiende por Unión Civil No Matrimonial, a la unión voluntaria conformada por dos perso-
nas del mismo sexo con el fin de establecer y garantizar derechos y deberes, el uno para
con el otro, dispuestos en la presente Ley (…). Las Uniones de hecho homosexuales, que es
así como les llama, cuentan con las siguientes características: Cohabitación; singularidad;
estabilidad; publicidad; inexistencia de impedimentos de parentesco, incesto; imposibilidad
de engendrar hijos comunes; incapacidad para educar hijos con los roles diversificados de
hombre y mujer; ineptitud para la continuación de la especie; ineptitud para la transmisión
de valores culturales tradicionales (Medina 2001).

La familia y el matrimonio como Institución en el derecho peruano

La palabra familia procedería del sánscrito, idioma de la lengua indoeuropea similar al latín
y al griego en Europa. En esta corriente, algunos refieren su relación con los vocablos dhá
(asentar) y dhaman (asiento, morada) designando la cada doméstica y, en un sentido espe-
cífico, los bienes pertenecientes a esa morada, el patrimonio (Corral, 2005). Otros en la raíz
vama, hogar o habitación comprendiendo a todos los sujetos que compartían un mismo techo
(Ramos 2003). Este último es, en su sentido vulgar, el concepto que se tiene de la familia. Los
que sostienen el origen itálico alegan que en su naturaleza está la voz latina fames, hambre,
como referencia que es en la familia donde se satisface esta necesidad fundamental. Pero la
teoría que merece mayores seguidores explica que familia procede a la voz familia, derivada
de la raíz latina clásica famulus. (Corominas y Pascual 1961). Que deviene de famel (idioma
de los Oscos) referido al sirviente o esclavo, considerándose con este término a todos los
que viven con el señor de la casa. Entonces, Famulus es el esclavo doméstico y familia es el
conjunto de esclavos pertenecientes a un hombre. Con esta estructura lingüística se sustentó
que la familia se constituía por las personas que sirviendo a un hombre viven bajo su mismo
techo, ab initio el término familia no fue aplicado por las relaciones conyugales ni filiales.
Téngase en cuenta que esta fuente de terminología no muestra la característica actual de la
familia. Solo sirve para demostrar la idea de agrupamiento (Varsi, 2011).

146
Derecho a la unión civil en el Perú como derecho constitucional
Alberto Camargo Quiroga
Definición de Familia

La familia, según Varsi Rospigliosi, tiene una multiplicada de definiciones tomando en cuen-
ta las diversas disciplinas que la estudian. Tenemos definición legal, política, sociológica,
filosófica, antropológica, sicoanalítica por citar algunas. La coincidencia entre todas en el
aspecto grupal, lo organizacional y la vinculación que une a sus integrantes. Debemos tener
en cuenta que el fenómeno familiar no es un todo homogéneo. Es un mundo de relaciones
diferentes que afectan a cada una de las partes en que ellas insertas de manera diferente, que
exige de un enfoque multidisciplinario para su comprensión general. De lo contrario es posi-
ble que se vea solo o a menos la punta del iceberg (Farias y Rosenvald 2008).

La Familia como institución social y jurídica

Por ser una institución sumamente extendida en el mundo –aunque no de modo universal
–la definición del matrimonio es materia de diversas disciplinas. Existen varias nocio-
nes de matrimonio. Según Valverde, citado por Vásquez Olivera, por el matrimonio, el
hombre y la mujer, asociados en una perdurable unidad de vida sancionada por la ley, se
completan recíprocamente, y cumpliendo los fines de la especie la perpetúan al traer a la
vida la inmediata descendencia (Vásquez, 2002). Igualmente Enneccerus, manifiesta que
el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, reconocida por la ley, investida de
ciertas consecuencias jurídicas y dirigidas al establecimiento de una plena comunidad de
vida (Enneccerus, cit. Vasquez, 2002).

Tendencias actuales sobre el matrimonio

a) Algunos autores consideran que la discusión acerca de si el matrimonio es un contrato


o no lo es, resulta ociosa. La conclusión del matrimonio es un contrato, sin que obste
en contrario la imposibilidad de resolverlo por mutuo disenso en algunas legislacio-
nes o de modificar su contenido, al menos en los aspectos personales, por obra de la
voluntad de las partes, pues ello no afecta a la esencia del contrato y existen otros en
semejantes situación. Tampoco obsta la intervención de un funcionario público con
carácter de constitutivo, pues no hay inconveniente en aceptar un contrato que, además
de la intervención de las partes, requiera la de aquel funcionario, más aún cuando la
función de éste, más que constitutiva del matrimonio, es de índole notarial.

b) En cambio, otros juristas consideran, el matrimonio es al mismo tiempo un contrato


y una institución. Porque en un contrato se explica la importancia preponderante que
se da al consentimiento inicial –“No hay matrimonio cuando no hay consentimiento”,
la teoría de los vicios del consentimiento. Y porque el matrimonio es una institución
se explica que sea obra del Estado al mismo tiempo que de la voluntad de los contra-
yentes; la teoría de la invalidez del casamiento se aparte, siquiera parcialmente, de los

147
Revista Científica “Investigación Andina”
VOLUMEN 16 Nº 2 Julio – Diciembre 2016

contratos en general; que en la casi totalidad de las legislaciones no puedan las partes
modificar los efectos personales del matrimonio.

La familia y el matrimonio desde la visión constitucional

Es muy importante notar que los artículos 4º y 6º de la Constitución diferencian ostensible-


mente entre lo que debe ser la protección de la familia (artículo 4º) y la protección integral
de los hijos, iguales estos ante la ley con independencia de su filiación (artículo 6º). Hay una
filiación que para la Constitución es, por decirlo así, matrimonial, producida en el seno de
la institución uxorio, y hay o puede haber filiaciones extramatrimoniales, no integradas en
la realidad del matrimonio. Precisamente porque esto es o puede ser así de facto, es por lo
que la Constitución de acuerdo también en este aspecto con diversos textos jurídicos inter-
nacionales quiere garantizar también, es decir además, de la forma más completa posible,
a la personas humanas en su condición en el seno de una familia. Resulta evidente por el
contexto que, lo que se quiere asegurar en el artículo 6º es especialmente la protección más
integral posible a los hijos aun cuando sean extramatrimoniales, es decir, sin perjuicio y
además de la protección que dispensarse a la familia. La redacción del artículo 4º solo se
justifica sobre la base de entender que, para la Constitución, la familia guarda inmediata
relación con el matrimonio. Pero ello no significa que exista una plena identificación entre
el concepto de familia y el de familia “matrimonial”. Ciertamente no es así, desde que la
ratio de los artículo 4º que reconoce los principios de protección de la familia y de promo-
ción del matrimonio y 5º que admite el principio de amparo a las uniones de hecho propias
o sin impedimento matrimonial es sobre todo positiva: proteger a la única familia que la
Constitución considera tal, sin considerar su base de constitución legal o de hecho; prefi-
riendo el matrimonio antes que a otras unidades convivenciales more uxorio. Contraerlo un
derecho constitucional, cuyo régimen jurídico corresponde a la Ley por mandato constitu-
cional” (Poder Judicial, s.f.).

La sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que legaliza el matrimonio
igualitario

El Tribunal Supremo de los EEUU ha declarado inconstitucionales las leyes de sus 14 esta-
dos que prohibían al matrimonio homosexual; por lo tanto, las parejas del mismo sexo tienen
el derecho de contraer matrimonio en los 50 Estados de la Unión sin que ninguna ley pueda
impedirlo. La sentencia es histórica porque pone fin a un debate legal y judicial en un país
tan influyente como EEUU, en donde se refleja de modo complejo las contradicciones entre
el impulso liberal y democrático y una poderosa cultura reaccionaria que lo resiste. También
lo es porque esta decisión que hace justicia a millones de hombres y mujeres no obedece a
una ley sino a una decisión judicial. desde el 26 de junio de 2015, tras la sentencia del caso
Obergefell contra Hodges del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que declaró que
todos los Estados tienen obligación de conceder licencias de matrimonio a parejas del mismo
sexo bajo la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos (Bassets,

148
Derecho a la unión civil en el Perú como derecho constitucional
Alberto Camargo Quiroga
2015). [Pero es preciso adentrarse en la sentencia para apreciar el enfoque de los altos jueces
norteamericanos a fin de sopesar las poderosas razones que, revistiendo en su totalidad de
sentido jurídico –constitucional, se sustentan en los más antiguos principios generales del
Derecho, la equidad y la libertad, ambos elementos concurrentes y no limitativos del amor y
sus consecuencias legales.

El Tribunal, a través de esta magistral sentencia, realiza como muy pocas veces una inte-
gración del amor al derecho positivo. Señala, por ejemplo, que “el matrimonio representa
un amor que puede sobrevivir a la muerte”; “que no hay ninguna unión más profunda que
el matrimonio, que representa los más altos ideales de amor, fidelidad, devoción, sacrificio
y familia”; y que “al afrontar una unión en matrimonio, dos personas se convierten en algo
más grandioso que lo que eran antes”. Luego, desde una visión de matrimonio como poten-
cia dota de libertades que no pueden considerarse reñidas con los sentimientos, el Tribunal
concluyente que “la naturaleza del matrimonio es que, a través de su lazo eterno, dos perso-
nas pueden encontrar otras libertades, como la de expresión, intimidad o espiritualidad. Esto
es cierto para todos los ciudadanos, independientemente de su orientación sexual”.

La constitución y las distintas formas de convivencia de pareja

El actual modelo de familia constitucionalmente garantizado es producto de un proceso en el


que inicialmente se le presentaba como una realidad convivencial fundada en el matrimonio,
indisoluble y heterosexual, encerrado en la seriedad de la finalidad reproductora (Sánchez,
2000). Condenado al exilio legal a cualquier otra forma de constitución de una familia. “Los
concubinatos fueron perseguidos y deslegitimados al no reconocérseles efectos jurídicos
de ninguna clase. Los hijos de esas uniones de hecho, por lo demás, fueron estigmatizados
como bastardos” (Vega, 2003). Ahora, se aprecia que la Constitución extendió su manto
de protección a la convivencia sin matrimonio, y sea consagración se ha trasladado en la
legislación ordinaria que regula no solo lo es efectos patrimoniales sino también personales.
“Socialmente, el concubinato ha dejado de ser un matrimonio de segundo rango y su admi-
sión por diversos ordenamientos no es considerada como un atentado contra las uniones
conyugales, pues aquella no se regulada desmontando los principios del matrimonio. Son
opciones que el legislador ha tenido, finalmente, que admitir por cuanto lo que se privilegia
es la familia y no la ceremonia o la formalidad que rodea su inicio. También las uniones para
conyugales son fuentes de afecto, solidaridad, ayuda recíproca y muestran a dos personas
compartiendo valores, metas y amor entre sí y para sus hijos” (Vega, 2003).

Por lo demostrado el objetivo fue de desarrollar los argumentos y fundamentos jurídicos a


la luz del Derecho nacional e internacional sobre el derecho a la unión civil de personas del
mismo género como legítimo derecho constitucional de las minorías nacional.

149
Revista Científica “Investigación Andina”
VOLUMEN 16 Nº 2 Julio – Diciembre 2016

MATERIAL Y MÉTODOS

La investigación es de carácter teórico y cualitativo dentro el nivel de la ciencia aplicada


al Derecho civil y Constitucional. Por la complejidad del problema materia de análisis, la
investigación es exploratoria. Las fuentes empíricas están constituidas por las diversas posi-
ciones a favor y en contra sobre la Unión Civil expuestas en el debate nacional en el Congre-
so de la República y en el Derecho Comparado.

La presente investigación se ubica en el ámbito del Derecho civil y Constitucional, se hizo


uso del método exegético y la dogmática jurídica nacional y el Derecho comparado. El
ámbito de investigación, en el aspecto teórico, abarca la doctrina nacional e internacional
referidos al sistema de la Unión Civil. El universo de la investigación está compuesto por
todas las versiones acerca de la Unión Civil en el Perú.

RESULTADOS

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en reiterada recomendación y su Comisión


para los Derechos Humanos es proteger a las personas de la discriminación por razón de la
orientación sexual. Esto significa que las parejas de hecho homosexuales sean tratadas de la
misma manera y tengan derecho a las mismas prestaciones que las parejas heterosexuales.
Esta recomendación de la ONU es concordante con el espíritu de la Constitución de 1993 por
el que se rechaza toda forma de discriminación, incluyendo la orientación sexual.

Los derechos fundamentales de las minorías, como el derecho a ser iguales ante la ley, no
pueden ser recortada porque lo decide una mayoría a la que le ‘incomodan’ actitudes de
una minoría que no perjudican a nadie. Y este derecho tampoco puede ser sometido a un
referéndum o cualquier forma de consulta popular porque devendría en ilegítimo, pues, los
derechos humanos no son materia de consulta por ser inherentes a la persona. En ese sentido,
aun contra la tiranía de la mayoría, el proyecto de unión civil de personas del mismo género
debe ser aprobado por el Congreso de la República.

Al obtener el reconocimiento jurídico de la unión civil de personas del mismo género, los
compañeros (as) civiles podrían realizar contratos económicos, como cualquier pareja de
esposos; para obtener y poseer bienes comunes; derecho a la herencia de la pareja en caso
de que uno de ellos fallezca, su vez, si uno ellos se encontrase impedido de tomar decisiones
sobre su estado de salud, su compañero civil podría autorizar, por ejemplo, un tratamiento
quirúrgico de emergencia; el derecho a visitar a su pareja en el hospital, así se encuentre en la
unidad de cuidados intensivos; se les permita realizar visitas a un centro penitenciario. Dere-
chos ante la seguridad social, es decir, los compañeros civiles podrían adquirir el derecho a
ser beneficiaros directas del Seguro Social de su pareja. Esto implicaría que tendrían acceso
a la pensión de invalidez de Essalud, de sobrevivencia en AFP, de viudez, al régimen manco-
munado de jubilación, gozar del derecho al seguro ante cualquier aseguradora. Asimismo,

150
Derecho a la unión civil en el Perú como derecho constitucional
Alberto Camargo Quiroga
en caso de que alguno de los compañeros civiles sea extranjero, tendría derecho a adquirir
la nacionalidad peruana, luego de dos años de haber celebrado la unión civil no matrimonial
con un ciudadano peruano.

DISCUSIÓN

El Premio Nobel Mario Vargas Llosa, Señala: “El matrimonio entre personas del mismo
sexo, ya autorizado en varios países del mundo, tiende a combatir un prejuicio estúpido y a
reparar una injusticia por la que millones de personas han padecido (y siguen padeciendo en
la actualidad), injusticias y discriminación sistemática, desde la hoguera inquisitorial hasta
la cárcel, el acoso, marginación social y atropellos de todo orden. Inspirada en la absurda
creencia de que hay solo una identidad sexual “normal” (Vargas-Llosa, 2013).

Para el ex congresista conservador, Rafael Rey, aquello de legalizar la “unión civil homo-
sexual” no es algo normal. “La pareja tiene que ser de distinto sexo” (Chavez, 2014).

Por su parte, Federico Prieto Celi, otro laico consagrado de las filas opus deístas, opina en
las mismas páginas sobre el mismo tema, y advierte: “sufrimos el brote de un movimiento
cultural neopagano”. Y señala que estamos ante una suerte de confabulación internacional
que pretende destruir el matrimonio, tal como lo entiende el catolicismo desde su particular
cosmovisión, la cual considera de refilón que los homosexuales son como ciudadanos de
segunda categoría (Prieto, 2014).

No comparto los argumentos que fueron vertidos por Rafael rey y Federico Prieto Celi,
porque para los homosexuales, es más normal que dos personas del mismo sexo se sien-
tan atraídas, que, por ejemplo, alguien aspire a vivir el celibato. Porque desde mi punto
de vista, los decretos impracticables, como reprimir la libido, solo favorecen la genera-
ción de patologías, o producen individuos infelices, o contribuyen a la neurotización y
ahondamiento de la soledad. Lo medular de este debate de la “unión civil” es que trata de
instalar la igualdad para todos los peruanos, sin discriminaciones de ningún tipo. Y las
parejas homosexuales, independientemente, tengan los mismos derechos patrimoniales,
hereditarios, tributarios, de acceso a la salud pública, etc. Porque, a fin de cuentas, lo
que se pretende es que se legisle bajo el principio de laicidad del Estado peruano, pues,
el Perú no es un país musulmán ni se rige bajo las leyes absolutistas del Vaticano. Bajo
esa premisa, lo que se debe buscar es la construcción de una nación más inclusiva, en
la que los derechos que se les reconocen a los heterosexuales también se les reconozcan
a los homosexuales. El problema no es de difícil comprensión jurídica. Si en el Perú
existen minorías excluidas y estigmatizadas, el Estado debe actuar de forma especial
para superar este tipo de situaciones, promoviendo políticas públicas destinadas a dejar
atrás cualquier tara o anacronismo que arrastremos como sociedad.

151
Revista Científica “Investigación Andina”
VOLUMEN 16 Nº 2 Julio – Diciembre 2016

El informe elaborado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos: señala “la obligación de proteger a las personas de la discriminación por razón
de la orientación por razón de la orientación sexual comprende que las parejas de hecho
homosexuales sean tratadas de la misma manera y tengan derecho a las mismas prestaciones
que las parejas heterosexuales”. Sin duda las trabas se encuentran en dos niveles. Por un
lado, los prejuicios de muchos en la sociedad. Esto consiste, en esencia, en una irracional
resistencia a reconocer como un “dato de realidad” la diversidad en la orientación sexual
de las personas. Por otro lado, la campaña oscurantista y totalitaria de un sector de la
jerarquía eclesiástica que alimenta esos prejuicios. En sentencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, vinculante para todo el sector público nacional, se ha establecido
sin ambigüedad que “está proscrita por la Convención cualquier norma, acto o práctica
discriminatoria basada en la orientación sexual de la persona. En consecuencia, ninguna
norma, decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales o por
particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos de una persona a
partir de su orientación sexual”.

Los que manifiestan que las parejas homosexuales se diferencian de las heterosexuales se
caracterizan por ser inconstitucional. Porque el principio de la dignidad humana, señalado
en el artículo 1º de la Constitución, atribuye de no restringir derechos salvo una limitación
permita de otro derecho fundamental, por lo que se podría sostener que no existe un tertium
comparationis válido, es decir no existe algún motivo válido para diferenciar las relaciones
iniciadas entre dos seres humanos por su orientación sexual. La Corte Constitucional de
Colombia ha sostenido que “actualmente la pareja heterosexual cuenta con dos formas de
dar lugar a una familia, lo que les permite a sus miembros decidir autónomamente y ejercer
su derecho al libre desarrollo de la personalidad, en tanto que la pareja homosexual carece
de un instrumento que, cuando se trata de constituir una familia, les permita a sus integrantes
tener la misma posibilidad de optar que asiste a las parejas heterosexuales” (Corte Constitu-
cional de Colombia,2011).

El artículo 2.2º de la Constitución dispone que toda persona tiene derecho “la igualdad
ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión,
opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”. Este principio ha sido entendido
en el sentido que “el derecho a la igualdad tiene dos facetas: igualdad ante la ley e igualdad
en la ley. La primera de ellas quiere decir que la norma debe ser aplicable, por igual, a todos
los que se encuentren en la situación descrita en el supuesto de la norma; mientras que la
segunda implica que un mismo órgano no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus
decisiones en casos sustancialmente iguales” (Tribunal Constitucional, 2007). El Estado no
tiene otra opción sino la de hacer respetar el principio de no discriminación por orientación
sexual. Sería útil que nuestros congresistas tuvieran en cuenta que no tienen otra opción.

152
Derecho a la unión civil en el Perú como derecho constitucional
Alberto Camargo Quiroga
CONCLUSIONES

Con la aprobación de la unión civil no matrimonial de personas del mismo género, el Perú
tiene la oportunidad para dar un paso más en el camino de la cultura de la libertad y el respe-
to de las minorías discriminadas, dejando atrás una de las formas más extendidas y practi-
cadas por el hombre, que es la homofobia, es decir, el odio a los homosexuales. El proyecto
de ley de Unión Civil entre persona del mismo género o sexo, que cuenta con el apoyo del
Ministerio de Justicia, la Defensoría del Pueblo, de las Naciones Unidas y de Amnistía Inter-
nacional es legal y moralmente correcta. La Organización de las Naciones Unidas (ONU)
y su Comisión para los Derechos Humanos protege a las personas de la discriminación por
razón de la orientación sexual, y que sean tratadas de la misma manera y tengan derecho a
las mismas prestaciones que las parejas heterosexuales. Esta recomendación de la ONU es
concordante con el espíritu de la Constitución de 1993 por el que se rechaza toda forma de
discriminación, incluyendo la orientación sexual. Consideramos que desde una moral priva-
da y desde una óptica religiosa, las diversas confesiones religiosas se hallan completamente
equivocadas. Lo cierto es que se resisten al natural cambio y evolución de las sociedades,
el Estado peruano no es confesional ni fundamentalista, tampoco totalitario, ni se guía por
dogmas católicos retrógrados.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

Bassets, M. (27 de junio del 2015). El Tribunal Supremo de EE UU legaliza el matrimo-


nio gay. Madrid: El País. Recuperado de: http://internacional.elpais.com/internacio-
nal/2015/06/26/actualidad/1435327649_177772.html

Chavez, S. (4 de abril del 2014). ¿Se debe aprobar la unión civil? Lima: Diario el Comercio.
Recuperado de: http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/se-aprobar-union-civil-
noticia-1720399

Corominas, J. & Pascual, J. (1961) Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico.


1ª reimpresión. Madrid: Editorial Gredos.

Corral, H. (2005). Derecho y Derecho de la Familia. Lima: Editorial Grijley.

Corte Constitucional de Colombia. (2011). Sentencia C-577/11. Bogotá: Corte Constitucio-


nal de Colombia.

Farias, C. & Rosenvald, N. (2008) Directo da familias. Río de Janeiro, Brasil: Editora Lumen
Juris.

Medina, G. (2001). Uniones de hecho: Homosexuales. Buenos Aires: Rubinzal -Culzoni


editores.

153
Revista Científica “Investigación Andina”
VOLUMEN 16 Nº 2 Julio – Diciembre 2016

Poder Judicial. (s.f). Unión de hecho. Lima: Poder Judicial. Recuperado de: https://
www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/9b13298046e11f009d449d44013c2be7/
La+uni%C3%B3n+de+hecho.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=9b13298046e11f0
09d449d44013c2be7e

Prieto, F. (10 de abril del 2014). La nueva barbarie. Lima: Diario el Comercio. Recuperado
de: http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/nueva-barbarie-federico-prieto-celi-
noticia-1721723

Ramos, R. (2003). Derecho de Familia. Tomo I, 4ª edición actualizada. Santiago de Chile:


Ed. Jurídica de Chile.

Sánchez, M. (2000). Constitución y parejas de hecho. El matrimonio y la pluralidad de


estructuras familiares. En: Revista Española de Derecho Constitucional. 20(58),.

Tribunal Constitucional (2007). STC 00009-2007-PI/TC, fundamento 20. Lima: Tribunal


Constitucional

Vargas-Llosa, M. (29 de diciembre del 2013). El ejemplo uruguayo. Madrid: El Pais. Recu-
perado de:

http://elpais.com/elpais/2013/12/27/opinion/1388143836_633277.html

Varsi, E. (2011) Tratado de Derecho de Familia. Tomo 1. Lima: Gaceta Jurídica.

Vásquez, S. (2002). Derecho Civil. Definiciones. Lima: Palestra Editores.

Vega,Y. (2003) La familia por venir: entre lo público y lo privado. En: Las nuevas fronteras
del Derecho de Familia. Trujillo. Perú: Normas Legales.

Fecha de recepción: 23/09/16

Fecha de aceptación: 28/11/16


Correspondencia:
Alberto Miguel Camargo Quiroga
camargoquiroga@hotmail.com
951316860

154

Вам также может понравиться