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JUEVES, 6 DE AGOSTO DE 2009

Teoría de Planificación Estratégica


TEORIA DE LA PLANIFICACION ESTRATEGICA

La Planificación Estratégica no pretende ser una teoría acabada ni mucho menos. Se ve a sí misma
como un nuevo paradigma que se va delineando en diversas experiencias.

Este nuevo paradigma concibe a la planificación como un proceso político-técnico con algunas
características fundamentales que lo diferencian del paradigma anterior. Estas características son:

 Lo dicho: es un proceso político-técnico. Mientras el paradigma tradicional, como ya vimos,


no consideraba a lo político como constitutivo del proceso de planificación, la planificación
estratégica resalta el componente político del mismo.
 Es un proceso de gestión social. Es decir que lo van construyendo los actores sociales
involucrados. Así se deja de lado la racionalidad técnica. El planificador pasa a ser un
facilitador de espacios de articulación de los actores.
 La viabilidad de los proyectos no está dada desde afuera, sino que se construye.
 Considera un momento normativo donde se pueden distinguir dos elementos:

1. La direccionalidad del plan: es el fin, o la utopía que se pretende conseguir a largo plazo,
que por su naturaleza es inmutable o irrenunciable, y
2. Los objetivos y actividades que son flexibles, de acuerdo a las condiciones sociales,
económicas, ambientales, y políticas (en relación al poder detentado por las fuerzas
sociales).

 Pone el énfasis en el momento de la acción y usa la exploración sobre el futuro como un


recurso para darle racionalidad a la acción, pero no se queda en la mera exploración del
futuro. La Pl no es un mero cálculo, sino el cálculo que precede y preside la acción.

Varios autores defienden o proponen este nuevo paradigma. Considero que Carlos Matus es el que
ofrece una visión teórica más acabada del mismo, y se agrega a ello el aporte que hace en cuanto a
elementos para una construcción metodológica. La aplicación de tales elementos a la intervención
sobre una problemática concreta la podemos ver en Rovere y en el documento de la Organización
Panamericana de la Salud sobre Salud para todos para el año 2000. Por ello voy a centrar mi
exposición sobre la teoría de la planificación estratégica en el análisis de la planificación situacional.

Matus plantea que en el proceso de planificación hay 4 momentos. Los llama momentos,
diferenciándolos de las “etapas” tradicionales del viejo paradigma. Estos momentos son:

1. Momento explicativo.
2. Momento normativo.
3. Momento estratégico.
4. Momento táctico-operacional.

El momento explicativo es aquel en que el actor que planifica está permanentemente indagando
sobre las oportunidades y problemas que enfrenta, e intentando explicarse las causas que lo
generan.

El momento normativo es aquel en el cual el actor que planifica diseña cómo debe ser la realidad o
la situación. Este momento es el que la planificación tradicional confundió con la totalidad de la
planificación, para terminar identificando planificación con diseño. Para Matus lo normativo es sólo
un momento del proceso de planificación, aquel momento de diseño que se mueve en el plano del
“deber ser”.

El momento estratégico es el de la construcción de la viabilidad. El actor que planifica se pregunta:


¿cómo puedo construirle viabilidad a mi diseño normativo?, ¿qué obstáculos debo vencer y cómo
los puedo vencer para que mi diseño del deber ser se encarne en la realidad como una fuerza
efectiva de cambio hacia la situación elegida como objetivo?, ¿cómo el diseño que está en el papel
o en nuestras cabezas puede convertirse en movimiento real de la situación?

Aquí aparecen “obstáculos” políticos, económicos, culturales, organizativos, cognoscitivos, legales,


etc. Quien planifica no sólo debe diseñar como deben ser las cosas, sino que también debe hacer
un cálculo de cómo sortear los obstáculos que se oponen al cumplimiento de ese diseño.

El momento táctico-operacional es el momento decisivo porque los otros momentos tienen una única
utilidad: constituirse en un cálculo para la acción, en un cálculo que precede y preside la acción. Sin
embargo, es indispensable calcular explorando más allá del presente para darle racionalidad a
nuestras decisiones de hoy; pero, al final, juzgaremos la planificación por la forma en que ese cálculo
es capaz de alterar, conducir y orientar las acciones presentes.
Este cálculo es el centro del momento táctico-operacional y tiene como objeto orientar cada paso
que demos en el día a día y evaluarlo en relación a la situación-objetivo, no sólo para constatar la
aproximación alcanzada respecto a ella, sino también para revisarla como guía que seguirá
precediendo y presidiendo nuestros pasos siguientes.
La realidad se construye en el presente. Los resultados que obtenemos en la realidad son un
producto de esos pasos que damos en el día a día, no cuentan los planes que simplemente
pensamos o diseñamos, sólo pesan aquellos que preceden y presiden nuestros pasos.

La palabra situación tiene un significado común de fácil entendimiento ese concepto común de
situación tiene una gran eficacia práctica en la delimitación y contenido de una zona importante de
problemas de la realidad.
La concepción más intuitiva y simple nos señala que una situación es donde está situado algo; ese
algo es el actor y la acción.
La situación es todo aquello que es relevante para la acción. Y, lo que es relevante para la acción
de actores con distintos objetivos es naturalmente diferente. Objetivamente la realidad es diferente
para los distintos actores.
La situación es condicionante del actor y de la acción, y la acción objetivada en la realidad en hechos
sociales o proyectos es eficaz en la construcción de la situación. La situación existe como una
realidad producida, como una resultante de los hechos y fuerzas, anteriores y presentes, de los
diversos actores en pugna allí situados.
La situación es, pues una realidad explicada por un actor en relación con las acciones que proyecta.
Pero esa explicación no admite las parcelaciones artificiales que exhibe el mundo de las ciencias; es
una realidad integral y su explicación es necesariamente integradora. El análisis crítico de la situación
no puede ser puramente económico, puramente político, o sólo sociológico, ecológico, demográfico,
jurídico, etc. Las ciencias están a disposición del actor como parcelas artificiales del conocimiento
que éste debe integrar en la definición de la situación que enfrenta. Por otra parte, el actor que intenta
explicar la realidad y definir y delimitar una situación debe entender la racionalidad de los otros
actores, porque su lucha está inserta en la lucha de los otros que persiguen distintos propósitos.
El abordaje de la explicación situacional exige de alguna teoría general que permita entender los
diversos aspectos de la realidad social objeto de análisis.
En todo sistema real, concreto o abstracto, existe una apariencia observable y un esquema de
estructuras de apoyo que explican y condicionan la naturaleza y características de lo que aparece.
La realidad es ambas cosas a la vez y en consecuencia la explicación de la realidad debe integrar
estos dos niveles. Matus distingue: el mundo de los hechos sociales (apariencia) y el mundo de las
estructuras (esencias) que condicionan y enmarcan las fronteras de esos hechos sociales. De aquí
surge ya una forma más rigurosa de abordar el concepto de situación. Es la siguiente:

S= (G, F)

donde G es el componente estructural, la estructura y F, es el contorno fenoménico, donde están los


hechos sociales y las fuerzas sociales.
Matus llama “genosituación” al sistema de estructuras básicas de una situación específica, y llama
“fenosituación” al acontecer fenoménico. El autor concibe la genosituación como el ordenador de los
caracteres básicos del sistema y dicha ordenación determina el ámbito de los hechos posibles y el
ámbito de lo prohibido en la fenosituación. Esta prohibición está expresada simultáneamente en los
tres aspectos genosituacionales: económico-social, político-jurídico, e ideológico-cultural.

Para el planificador de situaciones las genoestructuras son modificables y transformables por las
fuerzas sociales. La modificación es un cambio en las genoestructuras, que no altera lo esencial de
las mismas. La transformación es un cambio de las genoestructuras, que altera su organización y el
ejercicio de su función dominante. Matus señala que una misma realidad puede ser muchas
situaciones diferentes para los distintos actores. Esto hace que la situación sea objetivamente
diferente para cada fuerza social y también el escenario sea diferente, por cuanto en la relación
situación-escenario están presentes fuerzas distintas que en su extremo son potenciales aliadas o
antagonistas de las fuerzas insertas en la situación apreciada por cada actor.

Tal es el concepto de situación que Matus propone se convierta en el objeto de una teoría más
general de la planificación, especialmente válida para la planificación político-social.

MODELO DE ANALISIS SITUACIONAL

Aunque Matus no explicita un modelo situacional y preciso, veamos algunos elementos en la


situación que permitirían delinearlo.

En la situación hay tres aspectos o niveles de la realidad relevantes para el actor: el nivel de la
producción o flujos de producción social, el nivel de las acumulaciones, y el nivel de las
acumulaciones esenciales.

1.- El nivel de la producción o flujos de producción social. Este nivel es una parte del
fenómeno: constituye la fenoproducción o los flujos de producción.

En este nivel está toda la producción de hechos sociales, políticos, económicos, etc., así como las
relaciones entre hechos.
Este concepto de fenoproducción no distingue el “destino” o efecto último de la producción: la
fenoproducción puede agotarse en su propio nivel 1, acumularse como fenoestructura en el nivel 2,
o genoestructurarse en el nivel 3.

2.- Nivel de las acumulaciones, también en el plano del fenómeno, sean éstas acumulaciones
político-sociales, económicas, etc. En este plano están las “fenoestructuras” o estructuras
del fenómeno (fenoestructura).

Son las estructuraciones y acumulaciones no esenciales que manifiestan en el fenómeno el carácter


de la GE. Por ej., son fenoestructuras las fuerzas sociales y las agrupaciones sociales (que
manifiestan la estructura de clases en sus diversos niveles de conciencia), las acumulaciones físico-
espaciales (infraestructura física), las acumulaciones de conocimiento tecnológico y científico, los
valores no esenciales al sistema (fenovalores), etc.

3.- Nivel de las acumulaciones esenciales: genoestructuras o, en la teoría marxista, las


estructuras de base.

En este nivel están las acumulaciones que delimitan el marco más amplio de las posibilidades del
sistema, o sea, las acumulaciones que determinan a las fenoestructuras y a la fenoproducción. En
las genoestructuras radica la identidad del sistema.

En las genoestructuras están:

1. la estructura económica social, que precisa el “modo de producción material”, a través de:

i. El factor de producción dominante.


ii. Los propietarios del factor de prod. dominante.
iii. Las clases sociales originadas en i y ii.

La producción misma, como flujo y acumulaciones no esenciales, está en el plano del fenómeno
y determinada por el “modo de producción”.

2. la estructura político-jurídica, que expresa las relaciones de juridicidad, institucionales y de poder


que son inherentes y necesarias al modo de prod. material.

3. la estructura ideológico-cultural, que se expresa en las ideas, creencias, valores y actitudes, etc.,
necesarias y esenciales a la coherencia de la genoestructura como totalidad unitaria.

Entre estos tres niveles se dan procesos y relaciones. El autor precisa las siguientes relaciones
al interior de la situación:

a) relaciones fenoménicas funcionales


b) relaciones de fenoestructuración
c) relaciones de genoestructuración
d) relaciones de condicionamiento
e) relaciones de determinación

Estas relaciones permiten visualizar la situación en movimiento y precisar la distinta naturaleza de


sus procesos dinámicos y cómo estos están interrelacionados.

En el nivel 1 se da una dinámica en el sentido más corriente de la palabra funcionamiento: la dinámica


de la producción.
Pero la dinámica de la prod. circunscrita a las relaciones A-B resulta muy parcialmente comprendida
sin su relación con el nivel 2. En efecto, parte de la prod. se fenoestructura (B-C) y las acumulaciones
fenoestructuradas “condicionan la prod. siguiente” (C-A) y (C-D). Vemos que en los niveles 1 y 2 se
dan los siguientes procesos: i) el proceso de fenoproducción; ii) el proceso de fenoestructuración, y
iii) el proceso de condicionamiento de las fenoestructuras respecto de la fenoproducción.

Pero hasta aquí no hemos rebasado en el análisis situacional el simple nivel del fenómeno. ¿Cómo
se relacionan los niveles 1 y 2 con las genoestructuras? Aquí es donde aparecen los procesos
sociales de la mayor trascendencia: iv) el proceso de genoestructuración, y v) el proceso de
determinación desde la genoestructura hacia el fenómeno.

En efecto, la relación (B-G) indica que alguna producción social se genoestructura, que las
genoestructuras son un prod. social, que las genoestructuras son alterables a través de la producción
social.

A su vez, la relación (G-F) indica que la genoestructuración como un todo determina el fenómeno.
Determina significa aquí que, entre la identidad del sistema encarnada en G y el fenómeno que las
manifiesta hay una relación de posibilidad con fronteras precisas.

Esta relación de determinación es de la mayor importancia, pues precisa lo más que puede ofrecer
el sistema como producción fenoménica. Supone, en consecuencia, la necesidad de alterar las
genoestructuras para lograr algunas metas fenoménicas y la necesidad de explicar, en última
instancia, las características del fenómeno por la determinación de las genoestructuras.

a) Relaciones fenoménicas funcionales. (A - B)

El fenómeno es el plano de la prod. y de la acción de los productos sociales. Las relaciones


fenoménicas funcionales expresan relaciones entre los mismos hechos sociales, entre los hechos
sociales y los actores productores de los mismos, y entre los diversos actores productores de los
hechos sociales:

Hechos hechos
Sociales sociales

Actores actores
Sociales sociales

Estas relaciones fenoménicas funcionales expresan la formalización de alguna teoría o ley del
funcionamiento del sist. social en el plano fenoménico, a fin de precisar la “interdependencia” entre
los diversos factores o elementos fenosituacionales. La relación fenoménica funcional señala la
“dependencia” de una variable, en sus características o magnitud, de otra variable del mismo plano
fenoménico, considerada como “independiente” a esos

b) Relaciones de fenoestructuración (B - C)

Se dan entre el acontecer fenoménico y las fenoestructuras e indican algún proceso de acumulación
de hechos sociales.

Esta acumulación es una fenoestructura que permanece en el sistema y, en consecuencia, influye


posteriormente en el mismo.

Por ej.: la inversión económica (en el plano de la fenoproducción), gradualmente constituye el capital
nacional en el plano de la fenoestructura, que, a su vez, condiciona la producción en el campo de la
fenoproducción.

c) Relaciones de genoestructuración (B - G)

Expresan el proceso por el cual algunos hechos sociales se genoestructuran y alteran la


genoestructura.

d) Relaciones de condicionamiento (C - D) (C - A)

Expresan alguna relación entre una fenoestructura y la capacidad de fenoproducción pertinente.


Ej.: una fuerza social sólo puede producir determinados hechos político-sociales.

e) Relaciones de determinación (G - E) (G - F) (G - C) (G - A)

Son relaciones genoexplicativas. Sólo se dan en las genoestructuras, nunca en el plano fenoménico.

RELACIONES:
fenoménicas funcionales: A-B
de fenoestructuración: B-C
de genoestructuración: B-G
de condicionamiento: C-D, C-A
de determinación: G-E, G-F, G-C, G-A
¿QUÉ ES PLANIFICAR SITUACIONES?

La planificación de situaciones supone diseñar cambios situacionales en el contexto de fuerzas


oponentes o con distintos proyectos. El punto de partida de la realidad se precisa como “situación
inicial”. El objetivo perseguido por una fuerza social se expresa en la definición de la “situación
objetivo”. Entre una situación y otra media todo un proceso de cambio situacional que puede afectar
la fenosituación, las fenoestructuras y las genoestructuras. Un encadenamiento de cambios
situacionales donde cada situación siguiente es única se denomina trayectoria. Por lo tanto, entre la
situación inicial y la situación-objetivo de una fuerza social pueden existir una o varias trayectorias.

S1---------- S2 ------- S3 ------- S4 -------- S5

Situación Situación
inicial objetivo

Una vez establecidos estos conceptos, Matus considera necesario precisar dos cuestiones básicas
de la teoría de planificación de situaciones:

l El significado del concepto de cambio situacional


II El proceso de construcción de viabilidad para la situación-objetivo de una fuerza social.

Dentro del concepto de cambio situacional hay que distinguir tres tipos:

- Transformación
- Reforma genoestructural
- Cambio fenosituacional

Estas tres formas de cambio situacional se presentan en la realidad con periodicidad muy diferente.
El cambio fenosituacional, por ejemplo, es continuo y permanente porque se refiere a hechos
dominantes en una situación.

La reforma genoestructural, por el contrario, sólo se gesta en períodos críticos, caracterizados por
una fuerte presión fenosituacional, alto abuso de los recursos de poder, ruptura del equilibrio de las
fuerzas en pugna y formulación de proyectos de reforma de aceptación mayoritaria para las fuerzas
dominantes.

La transformación es un cambio excepcional en la historia de situaciones que ocurre aún con menos
regularidad y más distanciamiento que las revoluciones sociales, que parecen ser su única vía. Se
caracteriza por la alteración del modo de producción.

Publicado por Yulimar en 10:17

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