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I.

RESUMEN DE LECTURAS SOBRE CULPABILIDAD

Lectura 15: HASSEMER. Alternativas al principio de culpabilidad.

La culpabilidad ha sido cuestionada en sus tres funciones:

i) Como justificación de la pena


ii) Como indicador de la medición de dicha pena
iii) Como criterio positivo o de imputación y negativo o de exculpación.

La crítica ha consistido en:

i) Considerarlo un criterio sospechoso de mala metafísica (puros meros


objetos sin referencia empírica)
ii) Es un signo de un Derecho Penal autoritario que no tiene en cuenta la
corresponsabilidad de la sociedad y le carga toda la responsabilidad al
individuo.
iii) Es un obstáculo para un Derecho Penal humanitario que no ate al
individuo a su culpabilidad y en vez de eso le brinda soluciones al
individuo.

Las erosiones del principio de culpabilidad son las siguientes:

i) Desde la política criminal:


(a) El legislador con el argumento de querer materializar una política
criminal más eficaz ha sido el primer encargado en abrirle poros a
dicho principio. Por ejemplo, quien es absuelto por falta de
culpabilidad no suele abandonar los estados judiciales como un
hombre libre porque en muchas ocasiones aún es posible imponerle
una medida de seguridad.
(b) Existen también otras circunstancias legales en las cuales poco
importa la culpabilidad:
 Las condiciones objetivas de culpabilidad en las que a pesar
de que la persona sea culpable debe examinarse si aún es
posible imponer o no una pena. Por ejemplo, el delito de
Acaparamiento (en Colombia) para que se configure es
condición objetiva de punibilidad que la cuantía de lo
acaparado sea superior a 50 SMMLV.
 El castigo en situaciones de culpa o imprudencia inconsciente
en donde prácticamente la culpabilidad del sujeto es
inexistente y se termina realizando la denominada
responsabilidad objetiva.
ii) Desde la dogmática jurídica:
(a) El juicio de culpabilidad se ha evaporado de la siguiente manera: si
antes se medía de buena fe todavía la culpabilidad del delincuente
por su "poder individual para actuar de otro modo", es decir, por las
posibilidades fácticas de este hombre en su situación; ahora, tras el
fuego cruzado de la crítica determinista, se ha restringido el criterio
del "poder general para actuar de otro modo". No interesa el hombre
real que se está juzgando, sino un hipotético hombre medio.
(b) El juicio sobre culpabilidad y exculpación del autor de un delito se
hace depender de si es susceptible de tratamiento o de si con su
ejemplo se puede demostrar la inquebrantabilidad del Ordenamiento
jurídico-penal, apenas queda algo del efecto saludable del principio
de culpabilidad.

El principio de culpabilidad es irrenunciable por las siguientes razones


(dimensiones de la culpabilidad):

i) Es el único que posibilita la "imputación subjetiva", es decir, la


vinculación de un acontecer injusto con una persona actuante. Parte de
la hipótesis de que el delito -aun cuando se acepten absolutamente la
cocausación y la corresponsabilidad de la sociedad- sólo es perceptible
como hecho de un autor. En conclusión: si realmente es "su" hecho, sí
puede "imputársele subjetivamente".
ii) Es el único que permite “excluir la responsabilidad por el resultado”.
La alternativa a una segunda dimensión del principio de culpabilidad
sería admitir una responsabilidad por el resultado, por el simple azar (lo
que sería contrario a la imagen del hombre y los criterios de justicia que
se tienen en la actualidad). Por lo tanto, esta segunda dimensión contiene
un criterio de la culpabilidad que completa y perfecciona la simple
posibilidad de una imputación subjetiva: la "responsabilidad".
iii) Así mismo, permite “diferenciar los grados de participación interna”.
Esto significa para los penalistas una escala que va desde la imprudencia
inconsciente hasta la comisión intencional de un delito, pasando por la
imprudencia consciente, la negligencia y el dolo. Ahora bien, las razones
para esta diferenciación son las siguientes:
(a) Fenomenológicamente (es decir, como vemos que se manifiestan las
cosas o los hechos en el mundo) y normativamente (esto es, como las
normas describen que las cosas “deberían ser”) la “culpa” – o
imprudencia – es muy diferente del dolo.
(b) Aunque el “daño” que causa la culpa puede ser el mismo que genere
el dolo o inclusive hasta peor, la víctima no lo siente igual, pues
considera, como lo hace cualquier ser humano, que una lesión
ocasionada de forma intencional es “peor” (o más mala) que una
realizada con “culpa”.
(c) En los casos de los denominados “delitos sin víctima” quien actúa
dolosamente amenaza en mayor modo la vigencia de la norma y, al
tiempo, el orden jurídico que quien actúa imprudentemente. Por eso,
si quiere volver a la comunidad jurídica, tiene que prometer más que
quien sólo actuó imprudentemente del que se espera sea en el futuro
más cauto y precavido ante el peligro; el que actúa dolosamente tiene,
en cambio, que dar cuenta de su "conversión normativa", de su
cambio de actitud frente a las normas.
iv) Finalmente, gracias a este principio es posible la proporcionalidad de
las consecuencias jurídicas, la cual se deriva de las anteriores
dimensiones del principio de culpabilidad dado que su misión es la de
fundamentar y medir una consecuencia jurídico penal que pueda
calificarse como justa. Conforme al mandato constitucional de igualdad,
esta consecuencia jurídico-penal sólo será justa cuando trate
desigualmente lo que es desigual.

En lo relativo al reproche de culpabilidad (como otra dimensión mas del principio)


y cuya base se encuentra en la libertad de la voluntad, Hassemer considera que
teóricamente es insostenible y a nivel práctico perjudicial por lo que se debe
renunciar a él. Lo anterior por cuanto:

i) En el delito no sólo interviene el delincuente, sino además una pluralidad


de circunstancias humanas y sociales que van desde la conducta de la
víctima hasta el índice de desempleo laboral existente, pasando por la
crisis familiar ("broken home"). El reproche de culpabilidad desvía la
atención de estas circunstancias y de su elaboración a la hora de tomar
una actitud respecto al delito y al delincuente, asignando los factores
criminógenos a la persona individual y poniéndola a la luz de un reflector
que aumenta la oscuridad que le rodea.
ii) El reproche de culpabilidad no limita nada -al contrario, extiende en gran
medida la carga que para el delincuente supone la consecuencia jurídico
penal

Lectura 16: Velásquez, Fernando. Culpabilidad y principio de culpabilidad.

La evolución del concepto de culpabilidad ha sido la siguiente:

i) Los orígenes: en sus inicios a las personas se les responsabilidad por el


mero daño o resultado, esto es sin importar la culpabilidad del sujeto.
De esta manera, aun cuando sus raíces pueden rastrearse en la ciencia
penal italiana de la Edad Media, lo cierto es que sólo hasta el siglo XIX
se acuñó por primera vez su utilización, encontrándonos con que sería
posteriormente utilizado con mayor claridad por Karl Binding al
considerar que la culpabilidad sería necesaria para todo crimen en donde
el dolo y la culpa serían las formas de dicha culpabilidad del sujeto.
ii) La concepción psicológica de la culpabilidad consistió en considerar esta
como la relación o el vínculo psíquico entre el autor y el hecho bajo las
modalidades de dolo y culpa.
iii) El concepto personalizado de la culpabilidad implicó considerar que la
culpabilidad hacía relación al carácter antisocial del individuo, a su mala
actitud ética, a su forma de actuar contraria al deber, etc.
iv) La concepción psicológica-normativa consistió en un reproche que se
formula a alguien por no haber actuado de otro modo, concretándose en
una responsabilidad por una falta de voluntad cuyas especies serían el
dolo y la culpa.
v) La concepción normativa afirma que la culpabilidad es "un juicio de
reproche" de carácter personal formulado al autor del hecho cuando éste,
a pesar de haberse podido motivar de conformidad con la norma, opta
por comportarse de manera distinta; nace así, el criterio del "poder en
lugar de ello" que sirve de contenido material al "juicio de reproche". De
esta manera, de la mano del concepto final de acción, dolo y culpa no
son formas de culpabilidad sino de conducta humana y la teoría del
delito adquiere una nueva estructura; al injusto personal se opone la
culpabilidad entendida en sentido puramente normativo, y al juicio de
reproche se le asignan como elementos la imputabilidad, la posibilidad
de comprensión del injusto y la exigibilidad de la conducta conforme a
derecho.
vi) La concepción actual distingue entre una concepción formal y material:
(a) El concepto formal de culpabilidad comprende todos aquellos
presupuestos que, en un ordenamiento jurídico dado, son
indispensables para formular al agente la imputación subjetiva.
(b) El concepto material busca desentrañar el contenido de esa
imputación, el por qué de la misma lo cual supera el mero reproche e
implica indagar por los presupuestos de ese “contenido” que serían
(según cada teoría) los siguientes:
 En primer lugar, entender que la culpabilidad debe entenderse
como un “poder actuar de otra manera”.
 En segundo lugar, culpabilidad es pues reprochabilidad del
acto en atención al ánimo jurídicamente desaprobado que se
realiza en él", entendiendo por "ánimo" "el valor o disvalor de
la actitud actualizada en el acto concreto
 En tercer lugar, se postula que el baremo buscado debe partir
de la responsabilidad de la persona por su propio carácter,
pues se es culpable por las cualidades que inducen a cometer
el hecho, por "ser así"; como dice uno de los más destacados
voceros de esta corriente: "en la vida se responde por lo que se
es, sin consideración de las razones por las cuales esto se ha
producido.
 Una cuarta alternativa, es el ensayo funcionalista de
reemplazar la culpabilidad por la asignación de necesidades
preventivo-generales, a partir de la idea del fin, siendo en
última instancia la "no fidelidad al derecho" el criterio buscado.
 En quinto lugar, se ha buscado reemplazar el concepto
tradicional por el de responsabilidad por parte de un punto de
vista que se autocalifíca como de la culpabilidad a pesar de la
capacidad de reaccionar normativamente, según la cual ella
existe cuando el autor "conforme a su constitución espiritual y
anímica, estaba en disposición para la llamada de la norma;
cuando, aún, le eran accesibles posibilidades de decisión para
realizar un comportamiento orientado hacia la norma

La actual polémica del concepto de culpabilidad y del principio de culpabilidad:


i) Existen dos corrientes acerca del concepto de culpabilidad:
(a) El concepto tradicional y su crítica en el cual la “culpabilidad”
(cuya síntesis se establece mediante la premisa “no habrá pena sin
culpabilidad”) se asienta en cuatro premisas básicas:
 En primer lugar, afirma la existencia de la culpabilidad
humana pues el delincuente puede autodeterminarse
libremente (libre albedrío);
 En segundo lugar, en conexión con lo anterior, postula la
legitimidad del Estado para adoptar la culpabilidad humana
como fundamento que permite censurar al trasgresor de la
norma, la comisión de comportamientos antijurídicos
(culpabilidad: reprochabilidad).
 Así mismo, en tercer lugar, asegura que esto último autoriza
al Estado a ejercer la potestad de la retribución judicial
pudiéndosele ocasionar al infractor un mal (la pena),
correspondiente al grado de su culpabilidad (derecho a la
retribución judicial); y,
 En cuarto lugar, estima que la pena retributiva es el medio
más eficaz para reprimir los comportamientos delictivos.
 En lo relativo a las críticas se tienen: En efecto, en primer
lugar, se declara la imposibilidad de constatar científicamente
la libre determinación del delincuente, al momento de cometer
el hecho; en segundo lugar, se considera el reproche de
culpabilidad como de carácter ético-moral, lo cual lo torna
inadmisible en un Estado de Derecho Social y Democrático, en
el cual el pueblo es titular de la soberanía estatal y no la
divinidad. En tercer lugar, se niega al Estado el derecho a
practicar la retribución judicial, y se cree irracional pretender
que la pena irrogada pueda compensar el daño ocasionado por
el infractor al delinquir; y, para terminar, se repudia la pena
retributiva por no ser el mejor medio para reprimir la
criminalidad pues se orienta al pasado del transgresor,
asegurando que la mejor manera de combatir el delito es
previniéndolo
(b) El abandono del principio de culpabilidad de la siguiente manera:
 En primer lugar, se pretende reemplazar el axioma nulla poena
sine culpa por el principio de proporcionalidad.
 En segundo lugar, se invita a reemplazarlo por la imputación
individual manteniendo un derecho penal dualista, de
conformidad con el cual la medida de la pena no se hace con
base en la culpabilidad, sino atendiendo a "causas específicas
de medición" de la misma, lo que no sería más que un cambio
terminológico.
 En tercer lugar, se convida a reemplazarlo por la necesidad de
la pena, criterio a partir del cual se podrían lograr mantener
todas las consecuencias emanadas del principio d
culpabilidad, partiendo de consideraciones de tipo preventivo.
 En cuarto lugar, se renuncia al concepto de culpabilidad
sustituyéndolo por una noción funcional para la cual sólo la
idea de fin puede darle contenido, entendiéndola como
prevención general cuya razón de ser es la "fidelidad para el
derecho".
 En quinto lugar, otra tendencia proclama el principio de la
dirigibilidad normativa en el marco de un derecho penal de
medidas, para el cual la función de protección del principio de
culpabilidad se complementa con los criterios de "dañosidad
social" y "motivabilidad".
 En sexto lugar, remontándose hasta la Carta Fundamental
Alemana, se plantea que el derecho penal de culpabilidad está
fundado en las instituciones constitucionales básicas donde
debe buscarse su razón de ser.
 Así mismo, en séptimo lugar y desde el ángulo criminológico,
se asevera que el principio de culpabilidad se debe sustituir
por "un sistema penal exclusivamente fundado en la
criminología", desarrollando una construcción que permita
fusionar el "principio del ser responsable objetivamente" con el
"principio de proporcionalidad"
 Finalmente, en octavo lugar, debe mencionarse una exposición
que se encuentra en el centro de la discusión alemana actual
con bastante influencia en otras latitudes la cual, partiendo de
una concepción funcionalista moderada, busca darle una
salida al problema planteado optando por una vía conciliadora.
ii) Las conclusiones al respecto del profesor Velásquez son:
(a) Sigue siendo necesaria la culpabilidad o responsabilidad plena como
categoría sistemática y la cual puede ser entendida como como el
juicio de exigibilidad en virtud del cual se le imputa al agente la
realización de un injusto penal. Esta culpabilidad además tendrá un
carácter individual y social pues se es responsable en un contexto
histórico concreto, en una organización social determinada, y como
producto de una gama de condiciones de diverso orden que inciden
en el comportamiento individual; por ello, el juicio de culpabilidad no
puede desbordar los marcos propios del Estado Social y Democrático
de Derecho y debe corresponderse con sus postulados inspiradores,
empezando por el supremo mandato constitucional de respetar la
dignidad de la persona humana.
(b) Formalmente la culpabilidad es el último elemento del delito y
materialmente es el conjunto de exigencias o principios limitadores
del poder punitivo de índole subjetivo.
Lectura 17: MIR PUIG, Sobre el principio de culpabilidad como límite de la pena.

Los significados de la palabra culpabilidad son los siguientes:

i) En sentido amplio la palabra culpabilidad se identifica con la total


gravedad del delito, razón por la cual se invocaría para medir la pena.
ii) En sentido estricto o referido a la teoría del delito se contrapone a la
antijuridicidad, en cuanto a que esta sería lo “objetivo” y la culpabilidad
lo “subjetivo”.

Del principio de culpabilidad se derivan una serie de exigencias en virtud de las


cuales puede ser considerada una persona culpable:

i) La personalidad de las penas pues sólo se puede castigar a quien realiza


el hecho.
ii) La responsabilidad por el hecho dado que a la persona sólo se juzga por
lo que hace y no por quien es.
iii) La exigencia de imputación objetiva pues para que un hecho le
pertenezca requiere crearse un riesgo jurídicamente desaprobado que se
concrete en el resultado.
iv) La exigencia de imputación subjetiva lo que implica que los delitos sólo
podrán realizarse con dolo o, al menos, con culpa.
v) La exigencia de una imputación personal o culpabilidad en sentido
estricto como último elemento del delito.

II. RESUMEN DE OTRAS LECTURAS:

Lectura 2: Christoph Burchard, el principio de proporcionalidad.

Las tesis centrales son las siguientes:

i) El dogma del bien jurídico tiene sus raíces en los siglos XVIII y XIX, razón
por la cual seria un concepto pre-constitucional.
ii) Es importante diferenciar entre:
(a) La concepción crítica del bien jurídico encargado de limitar el ius
puniendi.
(b) La concepción interpretativa del bien jurídico como medio
hermenéutico de la ley penal.
iii) La limitación del poder punitivo se puede realizar desde una órbita ajena
o distinta al bien jurídico la cual sería el principio de proporcionalidad
compuesto por cuatro niveles de análisis:
(a) Verificar si la ley persigue un fin legítimo
(b) Si la ley está en capacidad de lograr ese objetivo
(c) Si le ley es necesaria
(d) Si la ley es proporcional en sentido estricto al obtenerse con ella más
beneficios que sacrificios.

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