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CAPITULO I
la Nueva Vizcaya".
VIAJES A LA PATAGONIA
(En la síntesis)
Tres fueron las corrientes que poblaron la República Argentina. Una provenía
del norte, del Perú, y fundó una cadena de ciudades que terminaron en Córdoba.
Después descendió hacia el sur al mismo tiempo que la de Asunción (centro de las
fundaciones de las ciudades en el este, buscaba su natural salida al mar. Ambas
se encontraron en Santa Fe, en 1573, y ambas convergieron en un anhelo común de
desahogo, hacia el puerto de Buenos Aires, bajando en 1580. Contemporáneamente
otra corriente exploradora y colonizadora desde el Perú se había internado en
Chile. Siguiendo sus impulsos de expansión desde el oeste, traspasó la
cordillera, poblo la region de Cuyo y se encontró con la corriente norteña
directa del Perú, en la ciudad del Barco (1550).
Juan Pérez Zurita. - Entonces don García envió al Tucumán como gobernador
a Juan Pérez de Zurita. Este digno jefe fundó tres poblaciones estratégicas:
Londres, Córdoba de Calchaquí y Cañete en la región de los diaguitas.
Pocos meses después, organizó una nueva expedición buscando una salida a
la ciudad mediterránea. Llegó así al río Paraná donde ha de tener puerto esta
ciudad, para contratarse por el mar del norte con las regiones de Castilla" . El
17 de setiembre tomó posesión del antiguo fuerte de Caboto y el 18 se encontró
con Garay a orillas del Paraná, salvándolo de un ataque de los indios. La
alegría primera se trocó en agresividad, estando ambos "con sus arcabuces en
punto de hacer fuego", hasta que Garay, con menos fuerzas, se sometió.
Lerma fue aun mas cruel y violento que Abreu. Este pagó con creces su
delito con el inocente Cabrera, al ser atormentado en la prisión por casi un año
y terminar en el cadalso.
En 1582, fundó la ciudad de San Felipe de Lerma en el valle de Salta y
entre indios pacificados. Desde 1588 por voluntad del Cabildo se llamó San
Felipe de Salta. Borraron hasta el recuerdo del odiado fundador.
Don Juan Ramirez de Velazco. - Fue enviado por el virrey Toledo como
gobernador y como juez para residenciar a Lerma en 1586. Después de condenarle
le mandó preso a Lima donde murió. Como gobernador "remató la obra constructiva
de los soldados e ideólogos del siglo XVI".
LA ENTRADA DE CUYO
Mendoza, como a dos tiros de arcabuz, por no hallarla bien situada. Pocos meses
después, el 13 de junio, entre los indios huarpes y en el valle de Catalve,
fundó la ciudad de San Juan de la Frontera.
CAPITULO II
SINTESIS
EL REGIMEN POLITICO
los buenos usos y costumbres y ordenanlas que tienen así confirmadas e juradas,
den e manden dar a cada, una ciudad, e villa, e lugar, su carta e cartas de
previlegios de confirmación".. Esto es lo que le hacía afirmar al inglés
Robertson: "parece que los castellanos de aquella época, entendían los
principios de libertad mejor que cualquier otro pueblo de Europa. Sin duda
habían adquirido ideas más liberales con respecto a sus derechos y
prerrogativas; tenian sentimientos más generosos y elevados acerca del gobierno;
y afirmaban un conjunto de principios políticos a que no llegaron los ingleses,
sino más de un siglo después".
Antes de ceñir la corona de reyes de España, los pretendientes debían
hacer una gira por todos los reinos y señorios de la Península y oírse decir por
todas las, cortes el famoso: "nos que valemos tanto como Vos y que todos juntos
valemos mucho mas que Vos, os reconocemos como rey si juráis respetar nuestros
fueros, si non, non". Y añade V. Sierra: "todo esto que acabamos de ver fue
trasladado a América. Tras los conquistadores la tierra americana no quedó
sojuzgada como región vasalla, sino unida a la corona de Castilla como parte
integrante de ella. Y no podia ser de otra manera, porque América se pobló con
hombres de España, y los hombres de España, no iban a aceptar vivir en una
tierra que no les asegurara la libertad a que estaban acostumbrados, "según
nuestras costumbres y las de nuestros mayores".
El sentido católico de la personalidad humana, haría el resto en favor de
los indios. No fueron nunca las tierras de América, colonias en el sentido
económico-político que tal denominación tuvo siempre para Inglaterra, sino
nuevas ampliaciones del reino, como lo expresa Felipe al al decir: "siendo de
una corona los reinos de Castilla y los de Indias, las leyes y órdenes de
gobierno de unas y de las otras, deben ser lo mas semejantes y conformes que se
puedan".
REGIMEN LOCAL
AMAGOS EXTRANJEROS
LAS MALVINAS
CAPITULO III
SINTESIS
DESARROLLO
Así describe Mitre esa espléndida creación colonial: "Lo que al finalizar
el siglo se llamaba el virreinato del Rio de la Plata, dentro del cual se ha
constituido como nación independiente la República Argentina, era un vastisimo
territorio que ocupaba la cuarta parte de América del Sur. Situado en una
extremidad del nuevo continente, se extendia sin solución de continuidad, desde
los 55" de latitud sur, hasta cerca de los 100, dentro del trópico de
Capricornio. Casi todos los climas del globo se encerraban en él y todas las
producciones de la tierra crecían en su suelo. Abierto por el oriente y su
extremidad austral, a las comunicaciones con el resto del mundo por un extenso
litoral marítimo que media más de la mitad de su extensión longitudinal, estaba
limitado al poniente por la gran cordillera de los Andes, accidentes que
modificaban favorablemente sus condiciones climatológicas. Los terrenos
ascendían gradualmente desde las pampas horizontales de la cuenca del Plata,
hasta la cumbre de las altas montañas del Alto Perú que dividen los dos grandes
sistemas hidrográficos de la América meridional. Sus grandes ríos en la parte
austral, corriendo de norte a sur por sus planos inclinados, articulaban
admirablemente el territorio, formando un magnifico sistema fluvial que ponía en
comunicación a los paises mediterráneos con el litoral marítimo, derramándose
todos ellos en el gran estuario del Plata, al cual podían traer por tributo,
juntamente con el caudal de sus aguas, todos los productos de las zonas
alternadas que atravesaban".
Esta admirable unidad geográfica fue rota, más tarde, por la división
política de las naciones independientes que de ella se desprendieron, pero la
verdad económica al unir la suerte de las naciones hermanas a la abundancia de
los productos argentinos, sigue afirmando la grandeza genial del virreinato del
Rio de la Plata.
los estilos que en otras regiones de América se sucedieron desde la época de las
conquistas".
Los estilos que mayormente imperaron fueron el barroco con sus
características españolas y el neoclásico (en el siglo XVIII) sobre todo en
Buenos Aires. Tres son los centros donde los géneros arquitectónicos prosperaron
principalmente: Córdoba, Buenos Aires y Salta.
El norte argentino fue influenciado por el arte del Perú, más adornado y
opulento. De ese estilo es la puerta del monasterio de San Bernardo en Salta y
el púlpito de la iglesia catedral de Jujuy.
Poca vida tuvo también la pintura. En 1774 el pintor Tomás Cabrera ejecutó
el famoso cuadro histórico de las paces del gobernador don Jerónimo Matorras con
el cacique Pailun.
Don Miguel Ausel, fue el mejor pintor y retratista de Buenos Aires El
inició la galería de los virreyes.
En la expedición del capitán Alejandro Malaspina (1789 1794) vinieron
sabios y artistas, estos dibujaron numerosos cuadros típicos de la región
De verdadero valor fueron dos artistas del principio del siglo XIX el
orfebre José Borqui, que dejó obras admirables, como la custodia conservada en
el tesoro de Santo Domingo de 1,45 de alto, Y el retratista Angel de
Camponesqui.
(Vameau), que habia sido músico adscripto al teatro de Alberto de Austria. Pero
fue en las Beducciones Jesuíticas donde este arte alcanzó verdadero esplendor.
Las bandas, orquestas y coros y cuerpos danzantes guaraníes descendían por el
Paraná y alegraban y daban solemnidad a las grandes festividades. Maestros de
fama europea fueron el compositor y organista romano Zipoli y, el P. Sepp,
germano. La vida colonial fue bellamente alegrada por las más variadas canciones
e instrumentos. Lo admira al comprobarlo el escritor ya citado:
"En los archivos de Tribunales, así de la ciudad de Buenos Aires,
como en Santa Fe, Córdoba y Tucumán, Salta y Mendoza, hemos podido revisar como
un millar de testamentarias e inventarios de bienes y es sorprendente comprobar
cómo aquellos hombres, a lo menos una gran mayoría de ellos, enjoyaban sus
moradas con abundante vajilla del blanco metal, las enriquecían con copiosas
llbrerias y las alegraban con instrumentos selectos del arte musical... ningun
instrumento les era desconocido".
Pero, en el sitial de honor de todos ellos, debemos colocar a la
guitarra. Los españoles y criollos de nuestro pasado colonial nos la han legado
ennoblecida como un escudo.
de los derechos del rey de Portugal. Garro pidió refuerzos a las ciudades de su
gobernación y al Tucumán y comunicó el hecho al virrey del Perú. Una expedición
portuguesa de refuerzo, que venia por tierra (por haber naufragado sus navíos),
fue hecha prisionera y llevada a Buenos Aires. El maestre de campo, Antonio de
Vera Muxica, tomó la ciudad por asalto, el 7 de agosto.
CAPITULO IV
SINTESIS
PRIMERA INVASION
LA RECONQUISTA
SEGUNDA INVASION
CONSECUENCIAS
DESARROLLO
PRIMERA INVASION
El virrey Sobremonte bajaba hacia Buenos Aires con las millcias que habla
logrado reunir en Córdoba. Fue alcanzado en Fontezuelas, donde ante la presión
de los enviados del Cabildo, delegó el mando y dirigiéndose a San Fernando, se
embarcó hacia Montevideo. Este glorioso Cabildo marca el principio del
SEGUNDA INVASION
Inglaterra el general en jefe, Juan Whitelocke con 1.630 soldados. Los ingleses
concentraron en el río de la Plata un ejército que consideraron abrumador:
12.000 veteranos, sostenidos por una poderosa escuadra. Tan seguros estaban de
la victoria que, como dijimos, con las tropas vinieron numerosos menestrales y
comerciantes.
Cuando el 10 de mayo llegó Whitelocke, los ingleses habían ocupado a
Maldonado, a Colonia y a Montevideo. A mediados de junio arribó Craufurd y el
almirante Murray e inmediatamente se dirigieron a Buenos Aires.
El 28 desembarcaron en la Ensenada de Barragán y avanzaron sobre la
Capital. Comandaba la vanguardia el general Gower. Atravesaron con grandes
penurias los terrenos pantanosos, molestados por núcleo de caballeria; hasta
llegar al Riachuelo el dia 1 de julio.
Liniers salió en busca del enemigo y atravesó el río, pero Gower le
engañó. Después de dirigirse al puente Gálvez, se corrió hacia la izquierda con
el grueso de sus tropas y atravesó el rio por el paso Burgos, marchando sobre la
ciudad.
Al advertir esta maniobra, Liniers dejó algunas tropas para custodiar el
puente y retrocedió intentando cortar paso a los invasores. Se afianz en unos
setos y cerca de los Corrales, pero fue fácilmente vencido. Sus tropas se
dispersaron hacia Chacarita y hacia la ciudad.
Don Martin de Alzaga. - Entre tanto Gower avanzó con la vanguardia hasta
la plaza de Miserere y se detuvo allí en espera del grueso del ejército y de
nuevas órdenes.
El día 3 envió a la ciudad la intimación de rendición. Exigia: la libertad
de todos los súbditos ingleses detenidos en la América del Sur. Los oficiales,
La victoria habla sido ganada por el pueblo de Buenos Aires. Así lo,
escribía Whitelocke al ministro británico: "Metralla en las esquinas de todas
las calles, fuego de fusil, granadas de mano, ladrillos y piedras desde todos
los techos de todas las casas, los dueños defendiendo con sus esclavos sus
moradas, siendo cada una de ellas una fortaleza lo que tal vez no seria mucho
decir que toda la poblacion masculina de Buenos Aires estaba empleada en
defensa".
Aún más, las mujeres acarreaban piedras, y granadas y proyectiles. El
mismo general llegó a afirmar "que cada casa era un castillo y cada soldado un
heroe". El teniente coronel Lancellot Holland escribiendo a un militar y
diplomático amigo, decía: "las azoteas de las casas tienen , un parapeto de dos
pies de alto, agujereado con troneras. Hay una comunicación entre ellas. Fue
desde las casas que sufrimos principalmente, fuego de mosquetería y granadas de
mano que caían de ellas sobre las columnas matando a grandes numeros. Era
difícil forzar una casa y cuando se hacia, el enemigo la dejaba y volvía si no
se la ocupaba, de ahí que el total de le columna fuese igualmente asaltado".
CONSECUENCIAS
Con pleno derecho celebró el júbilo del pueblo de Buenos Aires, la gloria
de haber vencido a uno de los ejércitos más aguerridos de Europa.
Las invasiones inglesas tienen una importancia trascendental en la
historia de nuestra nacionalidad. Tal vez no se aprecia en todo su valor, el
alcance de la victoria lograda contra la Gran Bretaña, en el auge de su poder.
El virreinato del Río de la Plata que había llegado a la madurez de su
evolución política, económica y administrativa en las nuevas formas y
CAPITULO V
SINTESIS
aprovecharon una violación de las Leyes de Indias cometida por el virrey, para
acusarlo ante la Audiencia. Como este alto cuerpo desechó su querella, el 1 de
enero de 1809 decidieron recurrir a las armas. Amotinaron a algunos. batallones
españoles y a algunos revoltosos en la plaza y convocaron apresuradamente un
Cabildo abierto. Con gritos y demostraciones alcanzaron a arrebatarle al virrey
la renuncia. Pretendían establecer una junta en su lugar. Pero este había ya
acuartelado las tropas que se mantenían fieles y ellas acudieron a su llamado.
Saavedra en nombre de todos los jefes, principalmente criollos, le
invitó a Liniers a consultar la voluntad del pueblo saliendo a la plaza ocupada
por sus fuerzas y sus partidarios, antes de tomar una resolución. Liniers fue
aclamado y retiró su renuncia. A los cabildantes se les desterró a Patagones.
Los cuerpos sublevados fueron desarmados y los criollos quedaron dueños de la
situación.
Estas revoluciones manifiestan ya la última etapa en la
descomposición del régimen colonial y preparan al pueblo a decidir su suerte,
también por la tradicional institucion del Cabildo abierto, con el
establecimiento de juntas autónomas.
Primeros movimientos en el Río de la Plata. Las noticias de la
gravísima situación de la Metrópoli iban llegando paulatinamente al Río de la
Plata. A pesar de los prudentes esfuerzos de las autoridades, el pueblo las iba
conociendo con temor y alarma. Los núcleos patriotas que acechaban una ocasión
favorable para actuar, se reunían y conjuraban activamente. Eran grupos
reducidos, de pocos y seleccionados individuos. La masa del pueblo, tal cual. se
entiende hoy en el concepto moderno, no participó en la revolución sino más
tarde, cuando fue animada por ellos. Estos pequeños grupos no tenían un plan
común y hasta estaban divididos y en pugna. Como jefe de la revolución fue
reconocido y acatado, finalmente, don Cornelio Saavedra, que a su prestigio
personal unía el mando de las tropas de la ciudad.
En la mañana del día 24, el Cabildo nombró una junta compuesta por:
el doctor Juan J. Castelli, don Cornelio Saavedra, presbítero Juan N. Solá y don
José S. Incháurreguy. El ex virrey don Baltasar H. de Cisneros, era su
presidente.
Con el fin de someter a su autoridad la nueva junta, el Cabildo
publicó un reglamento. En el se consagran los tres principios tradicionales de
la organilación política argentina: la soberanía popular, la separación de los
poderes y el régimen federal. El Cabildo convocó a los comandantes de armas, y
estos acataron a la nueva junta. A las tres de la tarde, el virrey y los 4
vocales, juraron solemnemente en la sala capitular: desempeñar legalmente sus
cargos.
Los patriotas defienden la decisión del Cabildo abierto. - Los
patriotas al ver burlada la decisión del Cabildo abierto, volvieron a amotinar a
la multitud en la plaza. El regimiento de Patricios se unio con ellos, Castelli
En la misma noche a las 12, los patriotas fueron a casa del sindico
Leiva y le obligaron a prometer la reunión del Cabildo ordinario, al día
siguiente. Durante la noche circuló un manifiesto con los nombres de la Primera
Junta. Lo suscribieron infinidad de firmas.
En la mañana del 25 los patriotas invadieron la plaza, repartiéndose
cintas celestes y blancas para reconocerse. El tiempo lluvioso les obligó a
refugiarse en la Recova y en las casas vecinas. El Cabildo comenzó a sesionar a
las 9 y pretendió mantener la junta del 24. Pero una multitud invadió los
corredores y una comisión entró en la sala exigiendo su retiro. Después de
reunir a los comandantes de armas, y comprobar que no podía contar con su apoyo,
el Cabildo accedió.
Una nueva delegación volvió a presentarse encabezada por French y Beruti y
entregó e impuso la lista que había circulado en la noche anterior. Los
regidores exigieron que el pueblo suscribiera esa presentación, e inmediatamente
fueron presentadas 409 firmas. Como les parecieran demasiado pocas, volvieron a
exigir la confirmación de la multitud, por aclamación. Salió, entonces, al
balcón el síndico. El tiempo estaba lluvioso, poca gente permanecía en la plaza.
-¿Dónde está el pueblo? - preguntó el síndico. Los patriotas le
respondieron con la amenaza de tocar a generala y de llamar pueblo y a los
cuarteles. Atemorilado, Leiva leyó al punto el acta en voz alta, y el pueblo
presente la ratificó por aclamación.
Estos son los ilustres nombres del primer gobierno patrio: presidente; don
Cornelio Saavedra; secretarios, doctor Juan J. Paso y doctor Mariano Moreno;
vocales, doctor Juan J. Castelli, doctor Manuel Belgrano, presbítero Manuel
Alberti, don Miguel Azcuénaga, don Juan Larrea y don Domingo Matheu.
La toma del mando se llevó a cabo con impresionante solemnidad en el
Cabildo. El juramento sobre los Santos Evangelios, consagró el nacimiento de la
patria.
DESARROLLO
Por esto, como concluye Mitre, "La Revolución fue simplemente una
transición pacífica de un estado en cierto modo artificial a un estado normal,
operándose el cambio de situación sin convulsiones, como una ley natural que se
cumplía, y esto sin violar ni aun las leyes españolas que regían, los
municipios, teatro de acción de la política de los nativos".
(En la síntésis)
Primeras peticiones del Cabildo abierto. - En la misma noche del 18, los
patriotas acudieron apresuradamente a la casa de Martín Rodríguez, y al día
siguiente a la de Peña.
Decidieron, de común acuerdo, que Saavedra y Belgrano se presentaran al
Concepto general. - Este Cabildo abierto, fue el más glorioso entre los
que se celebraron en el Rio de la Plata. En muchos otros el espíritu
democrático, y hasta rebelde del pueblo, se habla impuesto, pero ninguno tuvo su
trascendencia. Hemos visto que los patriotas quisieron realizar la revolución,
legalmente. La participación popular en el Cabildo abierto les permitió lograr
este anhelo, casi en paz. Hubieran podido prescindir de las instituciones
coloniales buscando alcanzar sus fines revolucionarios con otras "instituciones
nuevas". No lo hicieron porque el Cabildo daba a su pueblo una verdadera y real
libertad en la decisión de sus destinos.
Don Manuel Belgrano, parte activisima en él así lo afirma.
Escribe en sus Memorias: "El Congreso oelebrado en nuestro Estado, para
discernir nuestra situación y tonar un partido en aquellas circunstancias,
debe servir eternamente de modelo a cuantos se eelebren en el mundo. Alli
presidió el orden: una porción de hombres estaban preparados para, a la señal de
un panuelo blanco, atacar a los que quisieran violentarnos... pero nada fue
preciso porque todo caminó con la mayor ctrcunspección y decoro.
señor don
Comenzó aquella histórica asamblea con un breve discurso del escribano "Ya
estais congregados, dijo, hablad con toda libertad, pero con la dignidad que os
es propia haciendo ver que sois un pueblo sabio, noble, dócil y guerrero.
Vuestro principal objeto debe ser precaver toda división, radicar la confianza
entre el subdito y el magistrado, afianzar vuestra unión reciproca y la de todas
las demas provincias y dejar expeditas vuestras relaciones con 1os virreinatos
del continente".
que seria lo mismo que romper unidad de la Nación y establecer en ella tantas
soberanias como pueblos". El padre Juan N. Solá, propuso una fórmula
conciliadora. El virrey cesaría y delegaría su autoridad en la representación
del pueblo: el Cabildo, pero esto se debia entender provisionalmente, hasta la
erección de una Junta Gubernativa, cual corresponde, con llamamiento de todos
los diputados del virreinato".
Muchos fueron los oradores que hablaron e interrumpieron los
discursos de esta apasionada asamblea. Un patriota, finalmente, presentó la
moción mas aceptada: "El peligro y el apremio de las circunstancias era grande.
Buenos Aires, decía, necesita con mucha urgencia poner a cubierto de los
peligros que la amenazaban por el poder de la Francia y el triste estado de la
Peninsula". Por esto urgía convocar una Junta provisoria. Esta procederia luego
sin demora a invitar a los demás pueblos del virreinato a que concurran por sus
representantes a la formación del gobierno permanente"
Muy grande era el concepto que los hombres de 1810 tenían de sus
instituciones populares. El aparece en el empeño, con que ambos bandos tratan de
torcer legalmente las decisiones a su favor, consideran su fallo como la voz
definitiva del pueblo. Los patriotas buscaron la victoria en las esquelas, y los
realistas en el escrutinio.
Escrutinio del día 23 - Anticipándose, en la mañana de ese dia,
reunió el Cabildo ordinario y revocó la citación anterior para las tres de la
tarde, comenzando a realilar en seguida y solo el escrutinio 4 con el más
prolijo examen".
Ante esta amenaza el Cabildo cedió. El síndico leyó a voces el acta y las
gentes presentes la ratificaron con aclamaciones. El Cabildo ordinario se vio,
entonces, obligado a aceptar esas imposiciones y sobre todo la lista de la Junta
presentada por los patriotas. Sin embargo, derrotado no se doblegó, y añadió a
esa acta el reglamento constitucional del día 24 por el que sujetaba la Junta
impuesta a su poder.
cambio que acababa de tener lugar. Los miembros de la Junta entraron por el
centro seguidos de los vivas y las felicitaciones de la multitud. Todo quedo en
silencio así que pasaron al dintel del salón. El alcalde de primer voto se puso
de pie. Con él se incorporaron los demas vocales. El sindico procurador abrió
los Evangelios, los puso al alcance de la mano de Saavedra. A una señal del
alcalde, Saavedra y los demás se pusieron de rodillas delante de la mesa
municipal tendida de damasco punzó y sobre ella un lujoso Crucifijo de plata y
marfil. Saavedra puso la palma de mano sobre los Evangelios; Castelli puso la
suya sobre el hombro derecho de Saavedra, Belgrano la puso sobre el izquierdo, y
los demás sucesivamente los unos sobre el hombro de los otros segun la posición
que ocupaban. Prestado el juramento, el Cabildo cedió los asientos del centro a
los miembros de la Junta. Saavedra, algo trémulo y bastante conmovido dirigió al
pueblo una alocución grave... Después de la alocución de Saavedra, la Junta tomó
el camino del Fuerte seguida del Cabildo y de un inmenso séquito, hasta que
quedó instalada en el despacho de los virreyes".
SINTESIS 2
LA REVOLUCION EN EL INTERIOR
BATALLA DE SUIPACHA
EXPEDICION AL PARAGUAY
Artigas el centro, y Benavides marchó sobre Colonia para unirse con este sobre
Montevideo.
Cuando todo anunciaba un éxito feliz para la revolución, se
produjo en Bueoos Aires el motín del 5 y 6 de abril, y Belgrano debió retirarse
para rendir cuentas de la expedición al Paraguay. El general Rondeau sustituyó
en el mando a Belgrano, pero aunque también él era un excelente patriota, no
poseía el temple y la energía que exigía el difícil mando de la Banda Oriental.
Fruto inmediato de la disciplina con que Belgrano había dejado
organilado el ejército, fue la victoria de Las Piedras. Los realistas iban
sintiendo el rigor del cerco que se estrechaba día a día alrededor de
Montevideo. Cuando Artigas marchó sobre la ciudad, Elio envió a su encuentro a
don José Posadas con una división de 1.000 hombres. Posadas fue derrotado en,
Las Piedras y casi todas sus fuerzas cayeron prisioneras. Los patriotas pudieron
llegar hasta las mismas murallas de Montevideo, y el 1 de enero, Rondeau declaró
sitiada la plaza.
INVASION PORTUGUESA
DESARROLLO
LA REVOLUCION EN EL INTERIOR
BATALLa DE SUIPACHA
El general Mitre afirma que esa ejecución "fue la señal de que la guerra
entre realistas y patriotas era a muerte. La revolución habla laureado su
bandera teñiendola en sangre". Y Vicente López agrega: "Cuánta mayor honra no
habría sido para nuestra Revolución de Mayo que los hombres que la gobernaban
hubieran sido clementes Pero no lo fueron".
Fue este, sin embargo, el último acto de terror cumplido por las fuerzas
patriotas. Con la caída de Moreno (18 de diciembre), cambió magnánímamente la
orientación de la Junta. En efecto, ella despachó un correo expreso con todo
apremio, comunicándole al representante que "se perdonaba a esos reos y se
mandaba a Castelli que no ejecutase a nadie más". Mas los reos ya habían sido
ejecutados el día 15.
EXPEDICION AL PARAGUAY
COMBATE NAVAL DE SAN NICOLAS
CAPITULO VI
SINTESIS
OBRA DE LA JUNTA
LA JUNTA GRANDE
REGLAMENTO ORGANICO
ESTATUTO PROVISIONAL
DESARROLLO
"El doctor Moreno paseaba por la calle del cuartel entre la multitud de
espectadores, cuando supo, no sólo que la entrada no era libre; sino que pecaba
en cuanto a reprobos y elegidos; queriendo confirmar por si mismo lo que se
refería, con cierto grado de exaltación tomó su colega del brazo, se dirigió a
la portada del cuartel y trató de penetrar sin pedir permiso del centinela. Se
supuso después que el centinela no había conocido a los miembros del gobierno y
parece un hecho cierto que tampoco ellos se dieron a conocer. Las impresiones
que él experimentó por el momento pudieron traer un grave compromiso si las
reflexiones de los amigos y de sus colegas que le rodearon en el acto, no le
hubiesen ayudado a formar la resolución de retirarse en silencio a su casa.
Cuando apenas hablan pasado dos horas desde este suceso, se encontró acometido
con una noticia que acabó de exasperarlo, sumergiéndolo en las más agitadas
EL TRIUNVIRATO
EL REGLAMENTO ORGANICO
EL ESTATUTO PROVISIONAL
BIOGRAFTA
apoyo que mi propio deseo de serle útil, sufrí este contraste con constancia
hasta que las circunstancias me pusieron en situación de disipar toda prevención
pública. En el período de 10 años de mi carrera pública, en diferentes mandos y
estados, la política que me propuse seguir fue invariable en solo dos puntos. El
primero, a saber: de no mezclarme en los partidos que alternativamente dominaron
en aquella época en Buenos Aires. El segundo punto fue el mirar a todos los
estados americanos en que las fuerzas a mi mando penetraron, como estados
hermanos, interesados todos en un mismo y santo fin".
"La verdad, la triste verdad, dice Palcos, es que la Patria hacia 1812
siente como nunca penuria de soldados. Los documentos de los archivos patentizan
cuanto deja que desear la disciplina en los primeros ejércitos. Las deserciones
en masa son frecuentes, por ello el gobierno declara extinguidos antiguos
regimientos. Hay soldados que cambian el traje militar y las armas por raciones
de yerba y alcohol, y se entregan luego a la vagancia y a la mendicidad. Las
autoridades ensayan varios procedimientos de combate contra este mal, desde la
amnistía generosa hasta la pena de muerte para los reincidentes incorregibles.
Crea después un pequeño cuerpo celador, destinado a limpiar los caminos de
vagabundos y soldados prófugos, por último, como si estas medidas no bastaran,
resuelve pagar el precio de 30 $ por desertor aprehendido y devuelto a las
autoridades. Conviene conocer estos detalles que evidencian las prodigiosas
transmutaciones operadas por el jefe egregio que supo amasar con barro humano de
toda las cualidades un ejército glorioso".
Paz lo afirma con toda claridad. Dice en sus Memorias: "Me permitiré una
observación que hirió mi imaginación desde los primeros pasos en la carrera de
la milicia". Y se refiere a los dos hermanos Balcarce que habían combatido
contra Napoleón a las órdenes de Wellington: "¿Se creerá, prosigue, que estos
oficiales que siempre pertenecieron al arma de caballería no diesen de regreso a
su país nociones útiles sobre ella? Hasta que vino el general San Martin,
nuestra caballería no merecía ni el nombre, y dotados nuestros hombres de las
mejores disposiciones no prestaban buenos servicios en dicha arma, porque no
hubo un jefe capaz de aprovecharlas".
LA LOGIA LAUTARO
San Martín deja entrever esta finalidad política en una carta al general
Miller. Le escribe desde Bruselas el 19 de abril de 1827: "No creo conveniente
hable usted lo más mínimo de la Logia de Buenos Aires: estos son asuntos
enteramente privados y aunque han tenido y tienen una gran influencia en los
acaecimientos de la revolución de aquella parte de América, no podrán
manifestarse sin faltar por mi parte a los más sagrados compromisos. A mi
propósito de Logias, se, a no dudar, que estas sociedades se han multiplicado en
el Perú de un modo extraordinario. Esta es una guerra de zapa, que difícilmente
se podrá contener y que hará cambiar los planes mas bien combinados".
CAPITULO VII
SINTESIS
LA ACCION MILITAR
BELGRANO Y LA CREACION DE LA BANDERA
CONSECUENCIAS DE HUAQUI
VICTORIA DE TUCUMAN
como prenda de víctoria, pero Belgrano dudando aun se retiro con unos 200
hombres al Rincón, 3 leguas al sur de la ciudad.
Tristan pudo reunir sus tropas derrotadas y dispersadas a una legua al sur
del campo de batalla. Habían sido detenidas por la división encargada de cortar
el camino de la retirada patriota. Reorganizadas sus fuerzas, volvió a tener de
su parte la superioridad. numérica. Intimó entonces la rendición de la plaza.
Díaz Vélez le contestó altivamente. Belgrano entró al día siguiente en la
ciudad, y a su vez, le exigió a Tristán la rendición. Respondió este con
dignidad, pero en la noche del 25 al 26, levantó cautelosamente su campamento y
"tomó fugitivo el camino de Salta que poco antes había recorrido con el orgullo
del vencedor".
El parte de la victoria de Tucumán; comienza así: "La Patria puede
gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas el 24 del
corriente, día de Nuestra Señora de la Merced bajo cuya protección nos pusimos".
Un hecho extraordinario justificó la fe de Belgrano en esta protección. Fue la
captura inesperada de todo el convoy con el equipaje, caudales y armamentos del
ejército realista que por error entró en la ciudad qué creía suya. Por este
motivo Belgrano, consagró a la Virgen de la Merced como generala del ejército
del norte.
VICTORIA DE SALTA
Febrero 20 de 1813. Tristán dispuso sus tropas sobre el tagarete del Tineo
apoyándose en el cerro de San Bernardo. El día 20 de febrero se dio la batalla.
Las tropas patriotas después de ser primeramente rechazadas dispersaron la
caballeria del ala izquierda realista. Belgrano ordenó entonces un ataque de
frente y de flanco y deshizo las lineas del enemigo que huyó a la ciudad a la
desbandada.
Lo mismo debieron hacer las tropas realistas que resistían aún en el cerro
de San Bernardo. En la ciudad, Tristán había hecho preparar empalizadas para
presentar la última resistencia, pero los soldados despavoridos no le siguieron.
Viéndose perdido parlamentó con el jefe patriota que generosamente le concedió
los honores de guerra y la libertad, después de entregar las armas y jurar no
volver a tomarlas contra las Provincias Unidas.
Las fuerzas realistas vencidas, eran tan sólo la vanguardia del ejército
escalonado en el Alto Perú. Goyeneche se retiró desalentado por las derrotas
sufridas y le sustituyó el brigadier Joaquín de la Pezuela. Inteligente y
activo, rehizo un ejército de 4.600 hombres y en el mes de septiembre, se situó
en Condo-Condo.
Belgrano llegó el 19 de mayo a Potosí y estableció allí su cuartel
general. Organizó las intendencias, militar y económicamente. Al comandante
Zelaya lo envió a Cochabamba a reclutar tropas y al caudillo Cárdenas le
encomendó la misión de alzar las tribus indígenas, para acosar a los realistas.
Cuando el sitio por tierra empezó a hacer sentir su rigor, los españoles
intensificaron las incursiones de escuadrillas por el río Paraná a fin de
aprovisionar a la plaza. En enero de 1813, el gobierno tuvo noticias de que
Montevideo preparaba una expedición para destruir las baterías de Punta Gorda y
efectuar luego desembarcos. Encomendó entonces al coronel San Martín la defensa
de las órillas desde Zárate hasta Santa Fe. La escuadrilla realista partió a
mediados de enero. Días después San Martin salió también de Buenos Aires con 250
hombres. No habiendo encontrado caballos de relevo, debió dejar la mitad de sus
hombres en Santos Lugares.
El 30, las naves realistas anclaron frente a San Lorenzo. Desembarcaron
unos 100 hombres buscando ganado pero sin poderlo encontrar. Una pequeña
guarnición del lugar los atacó mientras se reembarcaban, mas fue fácilmente
alejada por los cañones de la flotilla. Un paraguayo que se escapó a nado de a
bordo, comunicó las intenciones de los realistas: desembarcarán nuevamente para
registrar el convento.
San Martin llegó a media noche del 2 de febrero al convento, despúés de
una agotadora marcha. Inmediatamente reconoció el amplio campo que se extiende a
su frente y ordenó a sus Granaderos detrás del edificio. Al comandante Escalada
lo sítuó en el interior con los suyos. A las 5 y media de la mañana los
realistas subieron por las dos estrechas trochas de las barrancas y comenzaron a
marchar en dos columnas de combate por la explanada. San Martín ordenó
repentinamente el ataque. El capitán Bermúdez flanqueó las fuerzas enemigas por
la derecha del convento cortándoles la retirada y San Martín avanzó por la
izquierda. Las columnas realistas sorprendidas se replegaron sobre su
retaguardía e hicieron una nutrida descarga, disparando también los dos pequeños
cañones que llevaban. San Martín recibió una descarga a quemarropa y cayó
apretado por su caballo muerto. Lo salvaron dos valientes soldados: el granadero
Baigorria y el sargento Cabral, que murió por su jefe.
Rechazados con grandes pérdidas y perseguidos, los realista intentaron
rehacerse en la barranca protegidos por las baterias de las naves, pero no
pudieron mantenerse y debieron huir a la playa dejando sus cañones, parte de sus
armas, y prisioneros.
Este encuentro, aunque no es de una gran importancia militar, ha sido
consagrado en la historia de la patria como un hecho glorioso, porque én él
probaron por primera vez sus armas el gran capitán y sus Granaderos a caballo.
LA ESCUADRA PATRIOTA
DESARROLLO
CREACION DE LA BANDERA
4) La Orden de Carlos III usaba como insignia una banda ancha de seda
dividida en tres fajas iguales, la del centro blanca y las dos laterales de
color azul celeste".
BELGEANO Y LA BANDERA
La escuadrilla relista era dueña absoluta de los ríos. Con toda libertad
incursionaba en sus orillas proveyéndose de ganados y de viveres con que
mantenía la plaza de Montevideo. Para cerrarle el paso, el Triunvirato envió al
coronel de ingenieros Angel Monasterio, para que levantase dos pequeñas
fortificaciones en el pueblo de Rosario. En menos de 15 días se construyó la
primera batería sobre la barranca, la otra que desde una isla debía dominar el
canal del río, no pudo ser terminada.
Entretanto Belgrano recibió aviso de la partida de una escuadrilla
realista compuesta por cuatro lanchas artilladas que convoyaban desde Montevideo
varios transportes con 500 hombres de desembarco. "A la aproximación del peligro
el espíritu de Belgrano se exaltó y buscando en su alma nuevas inspiraciones
para trasmitir su entusiasmo a las tropas que mandaba, concibió la idea de dar a
la Revolución un simbolo visíble. Resuelto a acelerar la época de la
independencia y a comprometer al pueblo y al gobierno en esta politica atrevida,
empezó por proponer la adopción de una escarapela nacional".
con 2.000. El mando del ejército de invasión lo confió al general Pío Tristán,
"su primo, natural de Arequipa y a quien Belgrano había conocido en España.
Tristán no era un hombre vulgar, pero tan joven como presuntuoso y mas
valiente que capaz de dirigir una campaña, confiaba mucho en el poder de
sus armas, no vencidas hasta entonces, a la par que miraba con harto desdén a
los enemigos que iba a combatir. Poseido de esta ciega confianza, se movió de
Suipacha el 1 de agosto habiendo hecho adelantar la vanguardia fuerte de 800
hombres al mando del coronel Huici", para proveer al ejército de mulas, caballos
y ganado.
Las instrucciones que Belgrano tenía le ordenaban: "Procurará V.E. verificar con
todo su ejército una retirada, que ofendiendo vigorosamente al enemigo y
conservando el honor de nuestras armas, le haga sentir los esfuerzos que le
oponen los hombres decididos a sostener la libertad de la patria".
El día 29 de julio lanzó una proclama ordenando la evacuación total de la
población y haciendas hacia Tucumán. Esta enérgica medida se llamó "Exodo
Jujeño". Así obligó a decidirse a los que se acomodaban con los vencedores en el
vaivén de las campañas.
cuya fisonomia había cambiado con el triunfo; las esperanzas habian vuelto a
renacer y todos tenian confianza en su general".
Este triunfo tuvo una gran trascendencia. Los realistas prosiguieron con
cautela la persecución y Belgrano empezó a pensar en detenerse en Tucumán, a
pesar de las órdenes de retírarse hasta Santiago o Córdoba.
VICTORIA DE TUCUMAN
"Al llegar a la ciudad supo que todos los tucumanos, en masa, habían
tomado las armas". Eran 400 hombres que Balcarce habla movilizado y aún se
esperaba más. Pero "la introducción de este elemento popular le obligaba a
relajar algíln tanto la disciplina militar". En sus Memorias escribia: "Es
preciso no echar jamás mano de paisanos para la guerra, a menos de no verse en
un caso tan apurado como el que me he visto". Era "la terrible caballería gaucha
que hacia su aparición en la escena revolucionaría".
Belgrano "desplegó una actividad y una energía ertraordinarias que le
ganaron la confianza general. A caballo de día y de noche, su estado mayor no
desensillaba ni un solo instante, obteniendo por el entusiasmo un resultado que
no habría podido producir la misma rígida disciplina".
responsabilidad".
Añade con plena razón el gran biógrafo de Belgrano: "Mientras los hombres
de gobierno gastaban estérilmente su energia pretendiendo dirigir desde el
gabinete 1os sucesos de la guerra, la suerte de la Revolución se decidia en el
campo de batalla".
dos horas de término, con la amenaza de entregar la ciudad a las llamas. Días
Vélez contestó con arrogancia provocándole al ataque amenazándole de palabra que
pasaría a cuchillo a los prisioneros si se quemaba un solo rancho de la ciudad.
invocar a en los momentos de peligro. "Una procesión solemne cruzó las calles de
la ciudad llevando en triunfo la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes".
Luego la nombró Generala del Ejército: "A caballo y llena del polvo del
camino, se incorporó la división de vanguardia, la que siguiendo su marcha
desembocó en el campo de batalla, humedo aún con la sangre de las victimas. El
general se coloca entances, al pie de las andas, que descienden hasta su nivel,
y desprendiéndose de su bastón de mando, lo coloca en las manos de la imagen; y
las andas vuelven a levantarse y la procesión continúa majestuosamente su
camino. Este acto tan sencillo como inesperado, produjo una impresión profunda
en aquel concurso poseido de sentimientos piadosos".
LA VICTORIA DE SALTA
Rodríguez. Ambos ejércitos desde sus posiciones rebasaban mutuamente sus alas
opuestas.
La batalla comenzó hacia el medio día. Belgrano ordenó el ataque
contra la izquierda realista, a Dorrego con sus Cazadores y a Zelaya con sus
Dragones de la Patria, pero ambos fueron rechazados. Sin embargo una nueva carga
puso en fuga a la caballería realista. El general patriota dispuso entonces un
ataque de frente y de flanco. Las fuerzas realistas ante esta amenaza huyeron a
refugiarse en la ciudad. La caballería, el centro y el ala patriota los
persiguieron y entraron hasta una cuadra y media de la población. Se apoderaron
del convento de la Merced y para orientar al general "enarbolaron en la torre
una bandera medio celeste y medio de otro color mas oscuro, porque no hallando a
mano otra cosa se sirvieron del poncho del comandante Superí".
Atacadas después las tropas que aún se sostenían en el cerro de San
Bernardo, huyeron también hacia la ciudad y se concentraron en la plaza
protegidas por una empalizada preparada para la última resistencia. Tristán
según le había escrito a su jefe Goyeneche, se preparaba a "sepultarse en Salta
con honor", pero, como dice el general Paz, sus soldados no le siguieron. "Las
siete octavas partes de los defensores tan lejos de ocurrir a las trincheras
buscaron las iglesias y las casas de los que creian patriotas para salvarse de
los horrores de un asalto que creían inminente".
Los realistas desembarcaron con 100 hombres al mando del capitán Juan
Antonio Zabala, "vizcaíno testarudo, de rubia cabellera, que a una estatura
colosal reunía un valor probado". Como el ganado había sida retirado de las
costas, sólo pudieron conseguir de los frailes algun gallinas. Cuando las
campanas tocaban las 7 y media, apareció el comandante militar Celedonio
Escalada con unos 50 hombres y un cañoncito, e intentó atacarlos. La artillería
de los buques, de mayor alcance, le obligó a retirarse. Tal fue el preludio del
combate de San Lorenzo.
pues en él se probó por primera vez el temple del gran capitán y de sus
Granaderos a caballo.
LA ESCUADRA PATRIOTA
BLOQUEO DE MONTEVIDEO
esta decisión, porque aunque materialmente las dos escuadras poseían iguales
fuerzas, los patriotas eran superiores en la calidad de sus tripulaciones y
principalmente en el entusiasmo y capacidad de combate. Las aguas del Plata
estaban en poder de los patriotas. Veintidós transportes, (con el próximo y
fácil triunfador, general Alvear), surcaron tranquilamente las aguas y llegaron
a Colonia para reforzar el sitio.
Corrientes.
La guerra se había encendido otra vez y fueron inútiles todos los intentos
de conciliación. Soler fue nombrado gobernador intendente y Alvear desembarcó
con un ejército en Colonia para iniciar una nueva campaña. Los jefes de Artigas
empezaron una intensa acción de guerrillas. Alvear dividió su ejército en tres
cuerpos. El 14 de octubre Dorrego derrotó a Otorgués en Marmarajá obligándole a
refugiarse en la fronte ra portuguesa. Entonces tanto Otorgués como Artigas
buscaron la alianza portuguesa.
Por desgracia el carácter tornadizo y ambicioso de Alvear le llevó a
abandonar pronto la campaña para dedicarse al ejército del Alto Perú con que se
prometía inmarcesibles laureles. No obstante se siguió su plan con ofensiva
enérgica.
CAPITULO VIII
SINTESIS
pudiera actuar con más rapidez y firmeza. Yendo aún más allá en estos fines, el
22 de enero de 1814, se creó el poder unipersonal nombrándose un director. Fue
este, don Gervasio Posadas, hombre reposado, de pacificas tendencias y dócil.
Cooperaba con él un consejo de estado compuesto por 9 miembros.
Sin embargo esta centralización era obra de la Logia Lautaro, que
según Mitre se había apartado de sus altos ideales para convertirse en "una
camarilla". Con ella preparaba el encumbramiento de su jefe Alvear.
MISIONES DIPLOMATICAS
La rivalidad entre San Martin y Alvear era evidente. Los dos próceres
miraban la revolución americana con la misma amplitud. Pero no con el mismo
desinterés. Alvear después de los fáciles laureles de Montevideo, soñaba con
nuevos triunfos personales. El Ejército, del Alto Perú se los podía procurar si
la victoria (en la que confiaba), lo conducía hasta Lima. Estos eran
lógicamente sueños. No son los impulsos impreparados los que hacen posibles las,
grandes empresas, sino el tesón calculador, práctico y sufrido.
San Martin también empezó a mirar hacia Lima, pero estratega minucioso,
tenaz y desinteresado, se concentró calladamente en su rincón cuyano para forjar
sin apresuramientos el arma que debía poner en su mano la ambicionada ciudad y
con ella la libertad sudamericana.
Después de la derrota de Ayohuma, San Martín fue mandado al norte como
segundo jefe conduciendo las tropas de refuerzo. El general Belgrano,
reconociendo su valor se puso a sus órdenes y le cedió el mando en jefe. El
gobierno ratificó esta cesión el 18 de diciembre de 1813. Con todo su empeño se
dedicó San Martín a dar formas según la táctica moderna a esos restos de
ejército.
Mientras tanto surgía en Buenos Aires y se encumbraba, Alvear, vencedor de
Montevideo, sobrino del director, presidente de la Logia Lautaro y jefe de un
numeroso partido. San Martín vio que le esperaba la suerte de Rondeau. Cuando el
ejército estuviese preparado para iniciar la campaña, sería sustituido por
Alvear. San Martin tomó entonces la resolución que la firmeza de su carácter le
dictaba; renunció. Adujo motivos de salud y se retiró. Estos motivos, sin
embargo, no fueron sólo pretextos, porque sufría de verdad una de esas graves
crisis que repetidamente hicieron peligrar su vida. Interinamente tomó el mando
del ejército el general Cruz, hasta que en julio llegó el nuevo jefe, general
Rondeau.
SUBLEVACION DE FONTEZUELAS
lo mandó como jefe del ejército de la Banda Oriental. Belgrano se hizo cargo de
esas desorganizadas tropas y advirtiendo que nada se podía hacer con ellas,
decidió llegar a un acuerdo pacífico con Artigas. Envió con este fin al jefe de
su vanguardia general Eustaquio Díaz Vélez. Esté firmó con el enemigo un pacto
por el que se sustituía en el mando a Belgrano y se imponía la renuncia de
Alvarez Thomas como condiciones preliminares de "paz y unión verdadera".
Alvarez Thomas renunció y en su lugar fue nombrado el brigadier general
Antonio González Balcarce.
pertrechos quemados.
Con esta constancia y heroísmo defendieron Guemes y los suyos las
fronteras de la patria. Belgrano pidió para el extraordinario caudillo el grado
de coronel mayor y una condecoración, que el director supremo extendió: "A los
valientes defensores de la libertad de la provincia de Salta".
En la noche del 7 de junio de 1821, Guemes fue herido en la ciudad de
Salta en uno de esos imprevistos entreveros de sus guerrillas. Diez dias después
murió en su campamento de Higuerillas entregando su heroica herencia al valor de
sus gauchos.
DESARROLLO
reconquistados, tenían los mismos derechos. Este debía además mandar una
representación Indígena. Los díputados no debían tener "Otro límite en sus
poderes que la voluntad de los poderdantes".
Por ley del 13, de abril estableció: "que el supremo poder ejecutivo
comunique lo que corresponda al superintendente de la casa de la moneda de
Potosí, a fin de que inmediatamente y bajo la misma ley y peso que ha tenido
la moneda de oro y plata en los últimos reinados de Carlos IV y Fernando VII se
abran y esculpan nuevos sellos".
La de plata, "tendrá por una parte, el sello de la Asamblea General,
quitando el sol que lo encabeza, y un letrero que diga alrededor: Provincias
Unidas del Río de la Plata; por el reverso un sol que ocupe todo el centro y
alrededor la inscripción siguiente: "en unión y libertad". Las de oro tenian el
mismo cuño con algunos trofeos militares.
El poder ejecutivo yendo aun más allá, ordenó que ese sello "sustituyese a
las armas del rey que se hallan fijas en los lugares públicos y a las que
traigan un escudo o de otro modo, algunas corporaciones, las armas de la
Asamblea".
MISIONES DIPLOMATICAS
(En la síntesis)
DIRECTORIO DE ALVEAR
Alvear y San Martin. - San Martín había sido designado gobernador de Cuyo
el 10 de agosto de 1814. Su laboriosidad, sacrificio e idealismo le habían
ganado al pueblo cuyano Este hondo arraigo y prestigio de San Martín en la
tierra cuyana, no fue comprendido ni pesado debidamente por sus enemigos en
Buenos Aires.
Alvear se habla entendido con los Carrera de Chile y sus Impetus de
gloria fácil e impremeditada, anulaban los planes sanmartinianos de amplitud
americana. El gran capitán veía a la camarilla alvearista llevar la patria a la
ruina. Dentro del callado y recto carácter de San Martin se escondia una
"sagacidad avizora, que sabia esperar. No es exacto el juicio de Mitre en este
aspecto de la personalidad de San Martin, cuando escribe que en estas
circunstancias adversas "apelaba al estoicismo que había adoptodo como regla,
confiaba en el tiempo y la paciencia". Por el contrario muy lejos de esta pasiva
"apelación", preparó siempre astutamente su plan y siempre consiguió sus fines
limpiamente. El historiador que más agudamente penetró en la acción política de
San Martin (Juan Canter), escribe: "Conviene señalar que todos los movimientos
en los cuales San Martin fue dirigente, resultaron a la perfección y supo hasta
quedar en segundo término, aparentemente como colaborador". Y en otro lugar
añade: San Martin desde este momento empieza a desarrollar un hábil juego
político que contribuirá a derrocar a la facción alvearista. Había apreciado los
perjuicios que había causado el que corrompiera a la logia y lo desplazara de la
Capital se encontraba temeroso de los manejos diplomaticos y dispuesto a todo
para ejecutar su plan de campaña".
Pero el pueblo de Cuyo movido por los amigos de San Martin (y con su
secreto acuerdo), se conmovió, y pidió un cabildo abierto para impedir su
retiro. San Martin debió comparecer ante ese cabildo y prometer que no haría uso
de su licencia. Salvando con sagacidad y altura las formas legales, el
gobernador de Cuyo presentó reiteradamente su renuncia y protestó obediencia a
las órdenes del gobierno. Pero el cabildo elevó una representación al director
pidiendo su continuación en el mando. Habiendo llegado Pedriel a Mendoza quiso
imponerse y tomar posesión de su cargo. Estalló entonces un movimiento apoyado
por las milicias que fue secundado tambien por San Juan. Un nuevo cabildo
abierto (estando San Martin presente), resolvió "que su persona era necesaria
para el orden y defensa del país", y declarándose en sesión permanente envió un
representante al director.
Alvear alarmadó retiró a Perdriel y le escribió a San Martín
dejándole en libertad "de continuar o dejar su gobernación, según se lo
aconsejase su estado de salud". Mitre penetrando en los entretelones de esta
escena tan fina escribe: "Si todo esto fuera una mera comedia, es necesario
reconocer que San Martín era un gran actor pues en esta escena, tan limitada y
con tal simplicidad de elementos, no es posible combinar un drama más hábil sin
comprometer ni el orden público ni el decoro, haciendo intervenir puramente la
fuerza moral de la opinión por el intermedio de sus órganos naturales dentro de
la órbita legal".
El prestigio ya poco firme de Alvear decayó aún más ante el pueblo cuyano
y repercutió en la Capital. El biógrafo del libertador le atribuye un gran
alcance. El levantamiento legal del cabildo de Cuyo, dice "fue un golpe mortal
para el director Alvear, que desconocido luego por todo el pais, cayó depuesto
antes de cumplirse los tres meses de su exaltación, por una sublevación militar
del mismo ejército en que había pretendido cimentar su efimero poder".
SUBLEVACION DE FONTEZUELAS
ESTATUTO DE 1815
(En la síntesis)
hermosa del valor individual argentino. Fue este: Guemes y sus gauchos salteños.
Personalidad, - El general Paz, militar de estricta disciplina, no pudo
dejar de admirarle cuando nos legó este retrato: "Poseia, dice, esa elocuencia
peculiar que arrastra a las masas de nuestro pais, y que puede llamarse la
elocuencia de los fogones o de los vivaques, porque allí estaba su tribuna.
Principió por identificarse con los gauchos, adoptando su traje en la forma pero
no en la materia, porque era lujoso en su vestido, usando guardamontes y
afectando las maneras de aquellas gentes poco civilizadas. Cuando proclamaba
solía hacer retirar a toda persona de educación y aun a sus ayudantes Este
caudillo, este demagogo, este tribuno, este orador carecia hasta cierto punto
del órgano material de la voz pues era tan gangoso, por faltarle la campanilla,
que quien no estaba acostumbrado a su trato sufría una sensación penosa al verlo
esforzarse para hacerse entender; sin embargo este orador, vuelvo a decir, tenía
para los gauchos tal unción en su palabra, una elocuencia tan persuasiva, que
hubieran ido en derechura a hacerse matar para probarle su convencimiento y su
adhesión. Era además Guemes relajado en sus costumbres, poco sobrio y hasta
carecía de valor personal, pues nunca se presentaba en el peligro. No obstante
era adorado de los gauchos que veian en su ídolo al patriota sincero y decidido
por la independencia: porque Guemes lo era en alto grado".
Sus gauchos. Con admiración los retrata el biógrafo de San Martin, como
"hombres extraordinarios, diestros, altivos, incansables, según los
calificativos dados por los mismos enemigos. Laborioso fuertes, ágiles, y
avezados a las fatigas de la intemperie; con instinto bélico que les sugería
combinaciones nuevas en el arte de la guerra elemental. Aptos para el manejo de
las armas blancas y de fuego a las cuales agregaban las indígenas del garrote,
el lazo y las boleadoras. Jinetes que así atravesaban al galope un bosque
espinoso protegidos por guardamontes de cuero, como trepaban y descendian a toda
carrera una cuesta empinada".
No era, por otra parte, una guerra sin planes y sin orden. La iniciativa
personal tenía gran parte en el ataque aislado, pero Guemes lo prevenía todo.
Bien lo demostraba cuando le escribía al mismo ilustre jefe: "Ya están dadas las
órdenes relativas a la defensa que se ha de hacer. Están cubiertos los
principales puntos y en movimiento todas las divisiones de mi mando. Descanse
vuestra señoria en mis cuidados".
y no es una de las menores razones que nos inducen a hacer la guerra de recursos
al enemigo".
CAPITULO IX
SINTESIS
Obedeciendo al bando del día 18, se convocó el nuevo Congreso que el estatuto
provisional estableció se realizara en Tucumán. Los diputados fueron elegidos
"en el modo más conveniente", por ser imposible establecer la población de la
campaña.
La situación del país era casi desesperada. Este Congreso general fue en
estos momentos "la última áncora echada en la tempestad". La guerra civil
agitaba y dividía todo el territorio: Guemes en el norte, Artigas en el litoral,
Rondeau vencido desastrosamente en Sipe-Sipe. Estas disensiones y la guerra por
la independencia, habían desolado al país y arruinado su comercio.
Fernando VII, había sido restaurado en su trono desapareciendo así toda razón y
derecho a continuar la revolución. Las cortes europeas vencedoras de Napoleón,
se dedicaban a restituir en sus tronos a los reyes desposeídos. Las revoluciones
hispanoamericanas habían sido vencidas en Colombia, Venezuela y Chile.
Todos estos peligros y angustias engrandecen al Congreso patrio que
atrevidamente declaró la independencia argentina.
DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA
Todo el pueblo, las clases más cultas, los jefes de los ejércitos, el clero y
los magistrados anhelaban que se declarase solemnemente la realidad por la que
se venía luchando desde hacía 6 esforzados años. Amaneció por fin ese dichoso,
día del nacimiento de la patria. El 9 de julio de 1816 "en la benemérita y muy
digna ciudad de San Miguel de Tucumán, los representantes de todos los pueblos
de la patria aclamaron primero llenos de santo ardor de la noticia, y uno a uno
sucesivamente reiteraron su unánime, decidido y espontáneo voto por la
independencia del país".
Formas de gobierno. - Había corrido por entre los diputados la peregrina idea de
coronar a un príncipe inca. Esperaban atraerse con este medio a los pueblos
altoperuanos. No pocos diputados eran también partidarios de otras formas
monárquicas más nobles. El mismo Belgrano defendió estas ideas. Existían razones
de oportunidad que las hacían recomendables. Pero no es desacertado el opinar
que quizá una monarquía hubiera podido evitar en el Río de la Plata las guerras
civiles, y contribuido a una evolución más natural en las instituciones del
país. Nos lo insinúa el ejemplo del imperio del Brasil. Además, tal vez una
corona real que hubiera heredado todo el territorio del virreinato del Río de la
Plata, lo habría podido transmitir en su momento histórico a la república, sin
desmembramientos ni mutilaciones. Estas consideraciones no sólo justifican el
modo de pensar de aquellos patriotas, sino que hasta lo recomiendan y encarecen.
Expuestas en la Asamblea estas tendencias, fray Justo Santa María de Oro,
declaró no tener instrucciones de su provincia para tratar la forma de gobierno,
y que esta no se debía establecer sin consultar la voluntad de los pueblos. Al
mismo tiempo don Tomás Anchorena propuso una federación de provincias como la
única solución política para el país, y el asunto de la forma de gobierno fue
así postergado. Finalizado ya el año 1816, el congreso tomó dos importantes
decisiones: Se estableció trasladar la Asamblea a la Capital y dictar un
reglamento.
Considerando que las provincias del litoral estaban ausentes del Congreso se
decidió sancionar tan sólo un reglamento provisorio dejando para más adelante la
promulgación de una constitución definitiva. Este reglamento está calcado sobre
el de 1815 tiene como él carácter unitario. Un año más tarde se dictó una
constitución. Su efímera vigencia le resta así "mucho de su interés histórico".
CONSTITUCION DE 1819
Breve reseña. - Varios enviados patriotas buscaban por las cortes europeas
un rey para nuestro agitado país. Esta circunstancia explica las formas de la
constitución de 1819. No se adoptó ningún sistema de gobierno y se dejó este
vacío para poderlo llenar con el final de las tramitaciones diplomáticas.
La constitución establece la religión católica como la religión del
estado. El poder ejecutivo era desempeñado por un director supremo. Con respecto
al poder legislativo, es la primera constitución que implanta el sistema
bicamarista: cámara de diputados y senadores. Esta cámara tenía carácter
aristocrático. El poder judicial lo organizó dando origen, con su alta corte de
justicia a la corte suprema de justicia establecida en 1853. La declaración de
derechos ha sido literalmente transcripta en la actual constitución.
DIRECTORIO DE PUEYRREDON
Antes de partir San Martín declaró a la Virgen del Carmen patrona del
ejército y dirigió una despedida agradecida y afectuosa al pueblo de Cuyo,
patriota y generoso.
A fines de enero de 1817, San Martín se dispuso ya para atravesar la
cordillera andina. Seis fueron los pasos por los que decidió franquearla. El
grueso del ejército se dirigió por la ruta de Los Patos bajo su mando y el de
O'Higgins y Soler; y por la ruta de Uspallata a las órdenes del coronel Las
Heras.
"Sin que fallara una sola de las previsiones de San Martin, tanto en lo que
respecta a la simultaneidad de la invasión en un frente de 800 kilómetros, como
en la precisión de todos los movimientos y en la reunión final de las fuerzas
principales, fue franqueada en 20 días la gigantesca mole de los Andes".
Sitio de Talcahuano. - O'Higgins fue conquistando poco a poco los fuertes que
defendían la zona de Talcahuano. En el mes de julio intentó un asalto a la plaza
pero se retiró sin empeñarse. El tiempo pasaba frente a la plaza fuerte.
O'Higgins impaciente se determinó a tomarla por asalto el 6 de diciembre.
Siguieron el plan del oficial francés Brayer, que se había agregado al estado
mayor. Este impuso un ataque frontal en el punto más fuerte de la defensa.
Ordoñez tenía unos 1.700 hombres y 130 cañones, y algunas naves en la
bahía. El asalto comenzó cerca de las 3 de la mañana. Las Heras alcanzó a
apoderarse del Morro de la izquierda. Pero los patriotas que se habían embarcado
para apoderarse de unas naves en la bahía de San Vicente y envolver al enemigo,
debieron volver diezmados. No le cupo mejor suerte a las fuerzas que atacaron en
el flanco derecho. O'Higgins viendo la inutilidad del sacrificio de Las Heras
que continuaba en su posición, dio la orden de retirada. La acción les había
costado a los patriotas cerca de 500 hombres, entre muertos y heridos.
Cancha Rayada. - San Martín había ido a Buenos Aires para tratar con el
director Pueyrredón la continuación de la campaña hasta Lima. Volvió en el mes
de mayo y con todo su empeño se dio a la preparación del ejército libertador,
estableciendo en las Tablas un campamento semejante al del Plumerillo. A fines
de 1817 contaba con 9.000 hombres perfectamente disciplinados y armados.
El virrey Pezuela decidido a no perder la capitanía de Chile y a anular
así la expedición de San Martín, que ya preveía, mandó a este territorio un
fuerte ejército de 3.300 hombres al mando del general Osorio. Estas fuerzas
desembarcaron en Talcahuano a mediados de enero de 1818 y unidas a las de
Ordóñez formaron un ejército de 5.000 hombres. San Martín dio orden a O'Higgins
de replegarse y al ejército del norte de descender.
Osorio emprendió muy tarde la persecución de O'Higgins y en vez de hacerlo
con rapidez por mar, utilizando la escuadra, eligió el largo y penoso camino
terrestre.
Los dos cuerpos del ejército patriota se encontraron el 12 de marzo en
Chimborango. Desde ese momento la superioridad volvía a estar de su parte. San
Martín fue en busca del enemigo, pero este retrocedió evitando el encuentro.
Perseguido de cerca, Osorio se vio obligado a aceptar el combate. Formado en
batalla acampó en las proximidades de Talca. Su situación era desesperada pues
tenía a sus espaldas el río Maule. El coronel Ordoñez impuso su decisión de
atacar a los patriotas esa misma noche por sorpresa (19 de marzo).
El ejército de San Martín había acampado al pie de los cerros de Baeza. A
las 21 las tropas de Ordóñez avanzaron sigilosamente en tres columnas. San
Martín había sido avisado por un espía del próximo ataque y estaba efectuando un
cambio de frente. El ejército patriota fue sorprendido en plena maniobra y
dispersado sangrientamente. Sin embargo Las Heras tomó el mando del ala derecha
patriota que como ya había efectuado el cambio previsto quedó intacta, y pasando
por entre los mismos realistas, que en la confusión no lo advirtieron, se
dirigió hacia el norte. Al llegar al río Lircay, pudo comunicar a San Martín que
se retiraba con 3.500 hombres. Osorio no persiguió a los patriotas y les
permitió alejarse y rehacerse. Este error le costó la derrota de Maypú.
BATALLA DE MAYPU
EXPEDICION AL PERU
DESARROLLO