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América Latina en

las últimas décadas:


procesos y retos
Edición preparada por:
Francisco Cebrián Abellán,
Francisco Javier Jover Martí,
Rubén Camilo Lois González

Con la colaboración de:


AMÉRICA LATINA
EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS:
PROCESOS Y RETOS
AMÉRICA LATINA
EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS:
PROCESOS Y RETOS

Edición preparada por:


Francisco Cebrián Abellán
Francisco Javier Jover Martí
Rubén Camilo Lois González

Ediciones de la Universidad
de Castilla-La Mancha
Cuenca, 2018
CONGRESO INTERNACIONAL DE GEOGRAFÍA DE AMÉRICA LATINA
(9.ª. 2018. Toledo)
América Latina: últimas décadas: procesos y retos, IX Congreso Internacional de
Geografía de América Latina, Toledo – Toledo, 12 al 14 de septiembre / coordinadores
Francisco Cebrián Abellán, Francisco Javier Jover Martí, Rubén Camilo Lois
González.– Cuenca : Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2018
1316 p. ; 24 cm.– (Jornadas y congresos ; 17)
ISBN 978-84-9044-333-0
1. Ordenación del territorio – América Latina I. Cebrián Abellán, Francisco,
coord. II. Jover Martí, Francisco Javier, coord. III. Lois González, Rubén Camilo,
coord. IV.Universidad de Castilla-La Mancha, ed. V. Título VI. Serie
711.4(063)
RPC
1KL

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación solo puede ser
realizada con la autorización de EDICIONES DE LA UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA
salvo excepción prevista por la ley.

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si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

© de los textos e imágenes: sus autores.


© de la edición: Universidad de Castilla-La Mancha.

Edita: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha


Colabora: Universidade de Santiago de Compostela

Colección JORNADAS Y CONGRESOS nº 17

El procedimiento de selección de originales se ajusta a los criterios específicos del campo 10


de la CNEAI para los sexenios de investigación, en el que se indica que la admisión de los
trabajos publicados en las actas de congresos deben responder a criterios de calidad equipa-
rables a los exigidos para las revistas científicas.

Con la colaboración de la Universidade de Santiago de Compostela

Foto de cubierta: IMAG1722. (2011). Bixentro. (CC BY 2.0).

Esta editorial es miembro de la UNE, lo que garantiza la difusión y


comercialización de sus publicaciones a nivel nacional e internacional.

I.S.B.N.: 978-84-9044-333-0

Composición: Compobell

Hecho en España (U.E.) – Made in Spain (U.E.)


NATURALEZA, SOCIEDAD Y TERRITORIO
EN LA ALTA GUAJIRA, COLOMBIA
JAIRO MANUEL DURANGO VERTEL
ARNULFO MANUEL GÓMEZ RAMOS
RICHARD MIGUEL HERNÁNDEZ SABIÉ
SABRINA HERNÁNDEZ LÓPEZ
DAIMYRIS MARÍA GONZÁLEZ VERBEL
Universidad de Córdoba, Colombia

Resumen: El espacio de los geógrafos no es solamente una extensión natural,


donde la naturaleza se constituye en la base fundamental del estudio geográfico;
también adquiere un enfoque funcionalista basado en tres tipos de redes: las redes
sociales, las redes de convivencia y las redes de establecimiento humano y final-
mente comprende el enfoque cultural, donde la sociedad ocupa, transforma, cons-
truye y ordena el espacio. Basados en lo anterior se decidió como objetivo principal,
entender cómo se dan las dinámicas físico-espaciales en el territorio Guajiro, sin
perder de vista dos aspectos importantes como son las relaciones sociales y el equi-
librio ambiental, fundamentales para poder entender cómo se han dado los procesos
de organización del territorio. Lo anterior se logró a través de una exhaustiva revi-
sión literaria y de un muy importante trabajo de campo que permitió evidenciar las
realidades de este territorio, entorno a procesos de globalización que cada vez están
amenazando más a las distintas poblaciones indígenas existentes en esta región al
norte de Colombia, como también el equilibrio natural de los recursos.
Palabras clave: Paisaje, Gestión Territorial, Espacio Geográfico, Geografía
Ambiental, Cambio Ambiental Global, Guajira, Caribe colombiano.

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J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

Abstract: The geographer’s space is not only a natural extension, where nature
it is a fundamental base of geography studies; also this acquire functionalistic
approach based in tree types of networks: the social networks, the coexistence
networks and the human establishment networks and finally understand the cultural
approach where the society occupy, transform, build and order space. Based on
the above it was decided to mark out as a main objective to understand how the
dynamics physical-spatial in the guajiro territory does. Without losing sight the two
important aspect how are social relationship and the environment equilibrium, they
are fundamentals to understand how was going through the organizational process
in the territory. The above was achieved through an exhaustive literary review
and an important field work that permitted show reals evidence of this territory
environment to process of globalization that they are getting more threatening to
distinct populations indigenous existent in the north of Colombia region, also the
natural equilibrium of the resources.
Keywords: Landscape, Territorial Management, Geographical Space, Environ-
mental Geography, Global environmental change, Guajira, Colombian Caribbean.

INTRODUCCIÓN
El espacio es un conjunto concreto, objetivo de localizaciones materiales de
naturaleza muy variada, que involucra actividades humanas como el uso de la tie-
rra, urbanas, topográficas, biogeográficas, de servicios, de hábitats y de relaciones
muy diversas. Estas actividades se localizan y se estructuran en organizaciones
espaciales, de extensión variada, que comprenden escalas desde el nivel local al
mundial, conectadas por flujos de energía y materiales. El espacio geográfico es
visto y estudiado a partir de dos elementos que son: los físicos del medio y la
sociedad, los cuales han sido considerados en los estudios geográficos como una
dicotomía y por el contrario deben tratarse en forma complementaria.
Las relaciones que establecen las sociedades con los espacios geográficos, las
dimensiones geográficas de los hechos sociales de los que son a la vez producto,
constituyen los contextos donde se establecen un conjunto de relaciones y funcio-
nes. Las funciones espaciales varían según los autores y el periodo histórico en que
se realizan y son llamados lugares de realización o de cumplimiento. Las funciones
espaciales se desarrollan a partir del siguiente esquema: cada función se desenvuel-
ve en espacios precisos como una ciudad o un barrio, una plantación agrícola de
monocultivo o una pequeña explotación agrícola de subsistencia, por lo que la esca-
la de análisis es variable. Hacia estos lugares convergen y divergen diversos flujos
de personas, medios de comunicación, transportes, abastecimiento, información y
capitales, creando redes y áreas de relaciones.

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Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

Las relaciones de la sociedad en el espacio son muy variadas. En primer lugar,


se llevan a cabo prácticas en el espacio que son producidas por la acción, las acti-
vidades y los desplazamientos de las personas que componen el espacio vivido en
su dimensión concreta, como puede ser un barrio, una parcela agrícola, una gran
hacienda ganadera o de plantación, o una ciudad. Al mismo tiempo, la sociedad
que se relaciona con el espacio crea relaciones sensibles al medio ambiente por
medio de la percepción, la observación, el olfato, el oído y es a partir de estas
experiencias sensoriales que se producen los espacios percibidos, aspecto exce-
lentemente analizado por Tuan (1974).

1. ALGUNAS APROXIMACIONES CONCEPTUALES Y TEÓRICAS


La geografía ha mantenido siempre una particular y estrecha relación con el
paisaje desde un entendimiento preferentemente territorial. Pero la geografía ha
trascendido de esta mirada comprensiva hacia el paisaje para incorporarse a los
programas de gestión del territorio. A las nuevas políticas de conservación, pla-
nificación y gestión del paisaje, los geógrafos han aportado, sobre todo, la con-
sideración territorial y los métodos de caracterización y cartografía de paisajes
como parte de la prospectiva. Lo primero lleva a abordar la gestión del paisaje
en el seno (en particular, aunque no únicamente) de las políticas de ordenación
del territorio; lo segundo a contribuir a la definición de unidades y a privilegiar
las escalas subregionales, comarcales y locales. Para ello, la geografía se ha vali-
do tanto de su experiencia en estudios regionales de carácter paisajístico, como
de su fácil incorporación a estudios multidisciplinares de carácter internacional
(Maderuelo, 2008).
Desde el nacimiento de la geografía física, con Alejandro Von Humboldt, el
espacio ha sido un concepto ligado a la geografía, y es durante el siglo XX que se
dan diferentes enfoques y concepciones del espacio geográfico, que se resumen
en dos. En el primero los geógrafos tuvieron una marcada inclinación por la natu-
raleza o factores físicos y tratan de explicar que el paisaje, o conjunto observado,
es producto de una interacción de los elementos físicos como el relieve, la geo-
morfología, el clima, el suelo y la vegetación. En el segundo enfoque, el geógrafo
considera como fundamental al individuo y a la sociedad que transforma, vive y
construye el espacio (Vargas, 2012).
Los tratados naturalistas de la geografía de inicios del siglo XX se fundamen-
taron en los alemanes Alejandro Von Humboldt y Vladimir Koppen, así como
el inglés Charles Darwin. Humboldt se interesó por la globalidad, los tipos de
relaciones y los fenómenos de la vida que se daban en la naturaleza, constituida
ésta por las pendientes, tipos de rocas, temperatura, masas de aire, hidrología,

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J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

suelo y vegetación, que actuaban en la superficie terrestre. Vladimir Koppen,


citado por Mc Knigth y Darrel (2008) propone una zonificación climatológica de
la superficie terrestre basada en las variables temperatura y precipitación prome-
dio anual y Charles Darwin definió la geografía como ‘ciencia de la superficie
terrestre’, es claro que el concepto de espacio se reducía a la superficie terrestre
y a la interacción de los elementos físicos (Vargas, 2012).
Los fundamentos naturalistas fueron el cimiento en la geografía humana de
Federico Ratzel quien decía que ‘la geografía del hombre no podrá tener una
sólida base científica hasta que se sitúen como piedra angular de sus fundamen-
tos, las leyes generales que regulan la difusión de toda la vida orgánica sobre la
Tierra’ y agregaba que la cientificidad de la geografía humana se logra cuando
se reconoce la ley de evolución de la especies como ley natural que regula y
determina toda la dinámica social. En la corriente determinista de Ratzel, el
ser humano y las sociedades son un objeto del medio natural, prueba de ello es
cuando menciona que ‘si la humanidad constituye un todo, por más que éste sea
múltiple en sus manifestaciones, esas múltiples manifestaciones y situaciones
evolutivas deben explicarse en función de las circunstancias geográficas exterio-
res’ (Vargas, 2012).
El enfoque separatista de lo humano y lo natural en el espacio fue roto por
Max Sorré (1943) en su enfoque de la geografía como ecología humana. Sorré
(1943) decía que la geografía, particularmente la humana, es una ecología del
hombre apoyada en bases que varían según el grado de participación más o
menos activa del hombre y de las sociedades. La base del planteamiento de Sorré
es considerar al ser humano como un organismo viviente sometido a un conjun-
to de condiciones de existencia muy variadas dentro del espacio terrestre y que
reacciona ante lo que él llamo excitaciones del medio natural, que en realidad
son los cambios que se producen en la naturaleza. Para Sorré (1943) la geogra-
fía debería estudiar las formas por las cuales los hombres organizan su espacio,
considerando el espacio como la morada del hombre y para ello desarrolló el
concepto de hábitat, el cual lo usa indistintamente con el de ecúmene.
La geografía humana se renueva a finales de la década de 1970 y el espacio
geográfico estudiado por la ‘nueva geografía’ no está formado únicamente por
elementos físicos o naturales, sino que se concibe como un espacio poblado por
personas que establecen lazos entre sí y cuando estas relaciones son duraderas
se establecen redes que son realidades sociales y materiales que organizan el
espacio (Claval, 2001).
Luego de que la geografía entrara a hacer parte de esa edad contemporánea o
post moderna, en la que ya se enfatizaba de manera individual en casa, una de las
problemáticas que se desarrollaban en un contexto hombre – medio y ya enton-

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Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

ces, teniendo en cuenta un sinfín de conceptos y demás conocimientos acerca de


las problemáticas asociadas al medio ambiente; la geografía dio un giro en donde
el territorio era el eje clave de los estudios e investigaciones que por ese entonces
se realizaban, tanto así que se convirtió en eje clave para el desarrollo de teorías
y leyes que ayudaran a conocer de manera más profunda el territorio como ente
articulador de la mayoría de las subdisciplinas derivadas de la ciencia geográfica.

2. EL PAISAJE NATURAL DE LA ALTA GUAJIRA


La Alta Guajira presenta características únicas, donde su entorno subdesértico y
las pocas precipitaciones que se presentan juegan un papel determinante a la hora
de las formaciones en sus paisajes. En esta región afloran rocas con un amplio
rango de edades que abarcan desde el Proterozoico hasta el reciente, además de
diversas litologías metamórficas, ígneas y sedimentarias. Las rocas más antiguas
y que hacen parte del basamento de la cuenca, corresponden al Neis de Jojonci-
to, con una edad de 1260 millones de años, calculada en circones (Cordani et al,

Figura 1.
Paisaje de la Alta Guajira. Autores. 2017

265
J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

2005), el Neis de Macuira constituido por neises cuarzofeldespáticos y anfibólicos


que alcanzan una edad máxima ordovícica, mientras que el enfriamiento del evento
metamórfico principal ocurrió entre 210 y 230 millones de años, edades determina-
das a partir del método Ar-Ar (Cordani et al, 2005).
En general el paisaje está dominado por formaciones rocosas, acantilados y pla-
yas, además de grandes zonas subdesérticas, con sistemas de grandes y pequeñas
dunas, donde el principal factor modelador son los abundantes vientos (Fig. 1), los
cuales actúan de manera irreversible al transportar todo el material particulado de
rocas y arenas de las costas.
Debido a los procesos geomorfológicos y principalmente a las condiciones
climáticas, que varían desde árido hasta seco (según la localidad específica y por
su posición geográfica), a su peculiar régimen de lluvias y a los incesantes vientos
alisios, hacen que esta región tenga gran deficiencia hídrica (bajas precipitaciones
anuales y alta tasa de evapotranspiración), conformada superficialmente por las
coberturas eólicas de la llanura central y del litoral guajiro, por acumulaciones alu-
viales o aluviotorrenciales, o por formaciones litorales.
Este sistema se manifiesta por una estación lluviosa de cuatro meses, de
septiembre a diciembre. Posteriormente, desde diciembre (o enero) hasta abril,
soplan los vientos alisios con fuerte intensidad, lo cual corresponde a una estación
de sequía y frío nocturno. Esta estación termina por lo general en abril o mayo a
causa de un debilitamiento del viento y por la caída de algunas lluvias y corres-
ponde a la segunda estación húmeda, las cuales estimulan un nuevo crecimiento
de vegetación. Seguido a este periodo, continúa un largo período seco, de mayo
a septiembre, caracterizado por un continuo viento que viene del nordeste, cada
vez con más fuerza y muy caliente. Éste lleva las nubes y las lluvias lejos del
territorio guajiro. Por esta razón, lo más común es que llueva muy poco o casi
nada en abril o mayo. Esta segunda estación seca se prolonga sin transición a la
primera (IDEAM, 2005).
En la zona árida y semiárida, al norte de la Falla de Oca, que corresponde a
los linderos del resguardo indígena Wayuú de la Alta y Media Guajira, el recurso
hídrico superficial es muy escaso al igual que el subterráneo (Fig. 2), por lo que se
presentan problemas de obtención del recurso en algunas zonas, limitando su uso al
consumo humano y a las labores de la vivienda. La comunidad Wayuú aprovecha
el agua superficial a través de pequeños embalses en tierra, para almacenar el agua
de escorrentía, y el agua subterránea a través de pozos que han tenido que construir
para el sustento de sus familias.
De acuerdo con Andrade (1994), la cobertura vegetal es un factor determinante
en la conformación de unidades de paisaje y no simplemente un atributo de las uni-
dades fisiográficas. A través de ella se puede buscar una caracterización integral del

266
Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

Figura 2.
Cuerpo hídrico superficial. Parque Nacional Macuira, Alta Guajira. Autores. 2017.

medio biofísico que constituya un marco adecuado de interpretación y análisis de los


sistemas productivos y extractivos, como de las condiciones socioeconómicas del
área de interés. Al interior de la Alta Guajira se encuentra el Parque Nacional Natural
Macuira, con un alto potencial de flora y fauna, presentando cinco clases de bosques,
entre los cuales se encuentran el bosque de niebla húmedo, el bosque perennifolio, el
bosque caducifolio, el bosque ripario o bulevar y el bosque seco espinoso.

3. EL ACCESO A LOS RECURSOS


El manejo adecuado de los recursos hídricos se ha convertido en una prioridad
mundial. Algunos factores como el cambio de uso del suelo, el crecimiento conti-
nuo de la población, la contaminación de las fuentes hídricas y el acelerado proceso
de calentamiento global (entre otros) ha generado una presión significativa sobre
este recurso, repercutiendo en las características propias de los diferentes sistemas
naturales.

267
J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

El agua es un factor determinante en el desarrollo económico y social, y al


mismo tiempo cumple la función básica de mantener la integridad del entorno natu-
ral. A pesar de ello, el agua es solo uno de los recursos naturales vitales y resulta
por ello imperativo que los temas hídricos no sean tratados de forma aislada.
Los gestores, tanto gubernamentales como del sector privado, han de tomar
decisiones complicadas sobre la asignación del agua. Con mayor frecuencia, éstos
se enfrentan a una oferta que disminuye, frente a una demanda creciente. Factores
como los cambios demográficos y climáticos también incrementan la presión sobre
los recursos hídricos. El tradicional enfoque fragmentado ya no resulta válido y se
hace esencial un enfoque holístico para la gestión del agua (Casallas, 2016).
Los países más desarrollados han superado en gran medida la variabilidad
natural con infraestructuras para gestionar la oferta, las cuales aseguran un sumi-
nistro fiable y reducen los riesgos, aunque ello a un alto precio y, a menudo, con
un impacto negativo sobre el medio ambiente y sobre la salud de las personas y
los medios de vida. Muchos de los países menos desarrollados, y algunos de los
desarrollados, se encuentran ahora con que considerar únicamente la gestión de la
oferta no resulta adecuada a la hora de abordar la cada vez más creciente demanda
provocada por presiones demográficas, económicas y climáticas. Frente a ello, se
han puesto en marcha medidas de tratamiento de aguas residuales, reciclaje del
agua y de gestión de la demanda.
En zonas con características climáticas áridas no solo se encuentran problemas
relacionados con la disponibilidad de agua, sino que además presentan problemas
relacionados con la calidad de la misma. La contaminación de las fuentes de agua
constituye uno de los principales problemas que afrontan los usuarios de los recursos
hídricos y supone una amenaza para el mantenimiento de los ecosistemas naturales.
La Alta Guajira no cuenta con la presencia de servicios públicos. En algunos
corregimientos hay planta de combustible para suministro de energía y el acceso
al agua se logra vía pozos subterráneos, casimbas o jagüeyes. Debido a esto, la
organización social está expresada en forma de castas o clanes matrilineales que a
su vez están determinadas por un número pequeño de viviendas (de cinco a diez
casas), un cementerio y acceso a una fuente de extracción de agua, sea pozo para
aguas subterráneas, o jagüeyes para agua lluvia.
Pese a esto, el Parque Nacional Natural Macuira se erige como la fuente de ofer-
ta hídrica más importante de esta región. Su capacidad productora de agua es evi-
dente en la perforación de pozos y construcción de casimbas en áreas de influencia
del Parque (Fig. 3), que aún no se encuentra zonificada según criterios ecológicos.
Por otra parte, uno de los objetivos de conservación del Parque es proteger zonas
de recarga de acuíferos y manantiales, arroyos y cuencas como oferta hídrica para
las poblaciones Wayuú de la Serranía de La Macuira y su zona de influencia.

268
Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

En la Alta Guajira, un integrante de la etnia Wayuú puede tardar hasta tres


horas caminando hasta un pozo para recoger agua, y luego debe regresar con el
preciado líquido hasta su ranchería (Fig. 4). Esta rutina es parte de sus costum-
bres, pero en los últimos años se ha complicado. Muchos de estos pozos de aguas
subterráneas están cada día más secos y no son potables. Además, los pocos arro-
yos que alguna vez hubo han desaparecido por la implacable sequía y los cambios
climáticos; algunos fueron desviados y el resto terminaron sucumbiendo ante el
paso de los años. Esta región del norte del país puede pasar hasta siete años sin
ver una gota de lluvia.
Las condiciones geográficas de La Guajira hacen imposible las instalaciones de
acueductos como en las principales ciudades del país. El Ministerio de Vivienda ha
logrado llevar a esta zona unas 11 fuentes de agua con filtros que convierten el agua
salobre en potable y funcionan con sistemas de energía eólica o solar, para que las
comunidades puedan mantenerlos y adaptarlos a su idiosincrasia. Ejemplo de ello

Figura 3.
Extracción artesanal de agua mediante casimbas. Autores. 2017.

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J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

Figura 4.
Pozos para extracción de agua. Autores. 2017.

es el pozo con agua potable que llegó a la comunidad Warulumain, el cual es una
adaptación de sus pozos tradicionales, que en su mayoría fueron implementados por
el Gobierno Nacional hace más de 50 años para lograr abastecer la necesidad que
esta comunidad presentaba.
Con las adaptaciones e instalaciones de pozos que se han podido llevar a cabo
en muchas zonas de la Alta Guajira, por parte de entidades públicas y privadas,
nacionales y extranjeras y aún de la misma comunidad Wayuú, se han beneficiado
muchas de las rancherías y se ha logrado minimizar un poco el impacto de la esca-
sez del recurso hídrico. Sin embargo, gran parte de la población de esta región aún
con gran dificultad accede al vital líquido.

4. TERRITORIO Y SOCIEDAD
El territorio Wayuú ha sido sabiamente conservado gracias a todas las costum-
bres y creencias de un pueblo indígena que ha vivido a lo largo de la historia, enfo-

270
Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

cado en su cosmogonía y su preocupación por la madre tierra. Esto en la actualidad


está siendo olvidado y dejado de un lado a causa de los procesos de modernización
a los cuales estos pobladores han tenido que ir acostumbrándose para poder entrar
a competir en un mercado, en donde las cosas se dificultan para ellos en lo que
respecta a la obtención de los recursos necesarios para subsistir.
Según Guerra (2016), la sociedad Wayuú se ha resistido a lo que él llama muti-
lación cultural, y no precisamente a voluntad. Este territorio les ha brindado a sus
habitantes recursos para que a través de sus tradiciones puedan mantener un estilo
de vida conforme a sus creencias, y haciéndolo frente a las adversidades del paisaje.
Sin embargo, la sociedad actual, y el rápido crecimiento del mercado, hacen que
estos habitantes tengan que adaptarse cada vez más a nuevas costumbres, perdiendo
así un poco de su identidad.
Pero no solo son las costumbres y creencias las que poco a poco se han ido dete-
riorando, sino también la vida misma de los habitantes de este lugar, haciendo un
marcado énfasis en la niñez (Fig. 5). Son los niños quienes a diario deben soportar

Figura 5.
Escuela de una comunidad Wayuú. Autores. 2017.

271
J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

la inclemencia de las necesidades que están presentes en esta región, debido a las
malas estrategias de gestión que se han llevado a cabo durante varios años por parte
de algunos de sus gobernantes.
Los Wayuú se caracterizan por tener numerosas familias. Esto acarrea sin duda
un sin número de problemáticas asociadas a las anteriormente mencionadas acerca
de la niñez y de las pérdidas humanas que casi a diario se reportan en esta región
del país. Sin lugar a duda, las dificultades para entrar a competir en un mercado tan
exigente como el de la actualidad, tener poco apoyo por parte del Estado y los mis-
mos gobernantes de este lugar, como tampoco poseer las facilidades de obtención
de los recursos necesarios para tener una buena calidad de vida, son el eje central
de las problemáticas presentes en el territorio de la Alta Guajira.
Sin embargo, uno de los factores que hace notablemente importante a este rincón
del territorio colombiano es la diversidad cultural que existe, no solo dentro de la
comunidad Wayuú, sino en toda la Alta Guajira. Como parte de los procesos de
la mundialización se encuentra una de las dinámicas más revolucionarias de siglo
XXI: el turismo, precisamente atraídas por la diversidad cultural de La Guajira
en general. Tal situación ha captado la atención de empresarios y comerciantes,
quienes progresivamente han desarrollado una rústica infraestructura para atraer
principalmente al turismo extranjero. Como se mencionó en una conferencia sobre
turismo en el marco de los 40 años de la Facultad de Economía de la Universidad
de Valencia, España: el turismo en algunas partes del mundo, desde los años 80, ha
buscado incorporarse de manera fuerte en los lugares con mayor riqueza ambiental
posible, puesto que son los lugares que brindan los espacios necesarios para las
estrategias económicas que necesitan las dinámicas turísticas.
En este sentido, la Alta Guajira cuenta con el potencial ambiental y cultural, para
el desarrollo de una importante actividad turística sostenible que dé participación
prioritaria a la comunidad indígena Wayuú, que por siglos ha habitado y ha ejercido
soberanía sobre este territorio. Siendo esto, solo una de las alternativas para que
esta región vulnerable de Colombia se pueda enfrentar a los retos que supone el
mundo altamente globalizado de la actualidad y a las no muy lejanas consecuencias
del cambio ambiental global.

5. CONCLUSIONES
El desarrollo de esta investigación, que surgió de un ejercicio académico de las
cátedras de Gestión Territorial, Geografía Regional del Caribe y Geografía Ambien-
tal, permitió desde el punto de vista descriptivo y analítico, interpretar la relación
naturaleza – sociedad – territorio, de esta importante área de estudio dentro del
Caribe colombiano.

272
Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

Las relaciones sociedad – naturaleza en la zona de estudio, han conllevado a


que se originen diferentes conflictos debido a la necesidad vial y el difícil acceso
que tiene el hombre a los diferentes espacios geográficos de esta región. En con-
secuencia, la dimensión ambiental del desarrollo debe girar en torno al desarrollo
sostenible y con el propósito de hacer compatible y coherente la conducta indi-
vidual y colectiva ante tres fenómenos que son dependientes entre sí: la disponi-
bilidad y potencialidad de los recursos bioenergéticos y constructivos que ofrece
la naturaleza, los efectos depredadores sobre la naturaleza y la necesidad vital de
conservar y desarrollar la naturaleza y su equilibrio ecológico como condición
indispensable para la supervivencia y el desarrollo del hombre y de la sociedad
(CORPOGUAJIRA, 2010).
De igual manera en este campo, la imagen deseada de la Alta Guajira debe
apuntar hacia el establecimiento de unas relaciones sociedad-naturaleza ple-
namente sinérgicas. Es decir, aquellas en las cuales la sociedad en estas zonas
pueda beneficiarse racional y eficientemente de los recursos naturales y acelerar
su desarrollo sobre bases de sostenibilidad. Este desafío entraña el ordenamiento
ambiental del territorio y de las actividades sociales y productivas, así como la
búsqueda de soluciones eficientes para cada uno de los frentes de fricción entre
dichas actividades y la capacidad de soporte de los ecosistemas.
Las estrategias de planificación y ordenamiento en estos territorios se han
visto retrasadas y con gran dificultad para el desarrollo potencial de cada una
de las actividades de este espacio. Esto se debe a la localización dispersa de la
población Wayuú en toda la península de La Guajira, lo cual genera demoras de
recursos como salud y educación. Además la falta de vías adecuadas en este terri-
torio genera limitantes en el transporte de los alimentos, los cuales son llevados
desde el Cabo de La Vela ubicado en los límites de la Alta y Media Guajira, hasta
las comunidades más distantes dentro de la Alta Guajira. Esta labor se realiza una
vez a la semana y no alcanza a abastecer a toda la población.
De igual forma, la accesibilidad al servicio de agua potable en esta zona es
muy escasa, debido a lo agreste del paisaje y la manera en que se encuentra dis-
tribuida la población, según el Plan de Desarrollo de La Guajira (2016-2019), el
cual muestra todas las instancias nacionales y locales que trabajarán en un plan
integral, que a través de la gobernanza, permita garantizar el acceso al agua a
toda la población, en especial a la población rural, campesina e indígena dispersa,
hasta garantizar el mínimo vital para la vida de la población. Así mismo, este plan
debe lograr la transformación estructural de la prestación de los servicios públicos
de agua potable y saneamiento básico en el departamento.

273
J.M. DURANGO, A.M. GÓMEZ, R.M. HERNÁNDEZ, S. HERNÁNDEZ y D.M. GONZÁLEZ

En la Guajira, se han creado unas dinámicas bastante particulares a partir del


turismo, las cuales han permitido ir estableciendo poco a poco estrategias alterna-
tivas de desarrollo, en donde se tenga en cuenta un factor primordial como lo es el
medio ambiente y la sostenibilidad de los recursos naturales para la preservación
de la cultura indígena y del territorio.
La cultura Wayuú de manera general ha logrado apropiarse de esta región, en
donde las oportunidades de desarrollo, que aunque escasas, buscan crear alternati-
vas que generen bienestar y beneficios a estas comunidades para hacerlos parte de
procesos de inclusión y mejorar su calidad de vida. Durante la fase de campo de
la investigación se logró establecer el dominio y control que ejercen estas comu-
nidades en el territorio, protegiéndolo y conservándolo de algunas estrategias de
desarrollo global, que a su juicio atentan contra la cultura ancestral de su población.
La observación en campo permitió evidenciar, además de las problemáticas
ya planteadas, algunos proyectos de planeación y gestión, que aunque mínimos,
contrarrestan la problemática del acceso al recurso hídrico y a los alimentos, muy
enmarcada en esta población; siendo el más representativo la construcción de una
planta desalinizadora en la población del Cabo de La Vela, con la cual se está tra-
bajando a paso lento en la potabilización de agua extraída del mar, para el abaste-
cimiento y aprovechamiento en las rancherías.
La visión integral desde la geografía permite una mejor interpretación y reinter-
pretación del territorio y sus relaciones con el medio físico – natural y las socieda-
des. Es claro que el papel de la geografía debe propender por alcanzar un escaño
en los procesos administrativos y de planificación de los territorios, donde se pueda
aportar todo el conocimiento teórico y metodológico que brinda la disciplina en pro
de la sostenibilidad de estas regiones, en contraposición a la muy sesgada visión
de los gobernantes, que por años no le ha permitido a esta zona del país visualizar
una vía hacia el desarrollo.
Esta investigación reafirma la preocupación por un territorio que, si bien con
amplias potencialidades como las ya descritas, se enfrenta cada vez más a la desi-
dia y abandono del Estado colombiano. En los últimos años la tasa de mortalidad
infantil ha aumentado de manera escandalosa, principalmente por problemas de
desnutrición. Durante el último año se ha materializado un creciente problema
migratorio, representado por los miles de hombres y mujeres que ingresan al
territorio, procedentes de la vecina república de Venezuela, huyendo de la crisis
económica en la que se encuentra actualmente esa nación. Por ello, sin una inter-
vención concreta y con gran aporte desde la academia, la Alta Guajira será inca-
paz de hacer frente a los retos ambientales, económicos y sociales que vendrán
en las próximas décadas.

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Naturaleza, sociedad y territorio en la Alta Guajira, Colombia

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