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EMORIAS DE LA REPRESION Monumentos, memoriales RM UE ete ee lost (a9 Elizabeth Jelin Aso couc Metter tel (comps.) Este volumen forma parte de la serie de libros Memorias de la Represién que pone a disposicidn del piblico los resultados de un programa desarrollado por el Panel Regional de América Latina (RAP) del Social Science Research Oe ek a er ka nent investigadores sobre las memorias de la represién politica en el Cono Sur. Bajo la direccién de Elizabeth Jelin y Carlos Ivan Degregori, y con fondos propor- cionados por las fundaciones Ford, Rockefeller y Hewlet, el programa apoyé ‘mediante becas a cerca de 60 investigadores jovenes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Peri, Uruguay y los Estados Unidos, El programa fue disefiado para encarar tres cuestiones diferentes, aunque relacionadas entre si, La primera es la necesidad de generar avances tedricos Re aR nena edt ce Teen de las memorias en la regidn, sobre su rol en la constitucién de identidades SOE SUM ce ea ee ea ee Pricticas sociales y politicas en sociedades en transicién, La segunda cuestion Uobjetivo es promover el desarrollo de una nueva generacién de investigadores con una formacién teorica y metodolégica s6lidas, preparados para articular ee en ond eee ees et ae cere tambien para abordar la gran variedad de temas candentes que surgirin en el Seer gen ene ty Se Ue See a eee eet tates el estudio de la memoria societal y temas relacionados con ella Esta coleccién de libros pretende contribuir al avance del conocimiento See eRe a cng amplio: entre estudiantes y docentes, entre activistas y ciudadanos, de cada uno de los paises involucrados, pero también en un debate comparativo y ransnacional Pere Penton oe) Arena i Pes Prasanna © 5 MEMORIAS DE LA REPRESION| Monumentos, ats e CNC 4 iE BRe MC seehee ee TCT Poteeire eer Langland (comps) Elizabeth Jelin Victoria Langland (comps.) Monumentos, memoriales WAUCter Lec sosts sett t ry ERR) Py eR) PSU id REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS “Anderson, Benedict (1991), hnagined Communities, Londres: Verso. “Ascareli, Attilio (1992), Le Fosse Ardeatine, Roma: Anfim. Bhaba, Homi (1990), Nation and Naraton, Londres: Routledge: De Felice, Renzo (1995), Rosso ¢ Neto, Milan: Baldini & Casto Foa. Vittorio (1996), «Introduziones a Mario Avaglano, I patigiano Teve 1 generate Sabato Marelli Castldi dalle vie delaria ale Fosse Antatine, Cava dei Tirreni: Avagliano. Foreella, Enzo (2000), La Resstenza in convento, Turin: Einaudi Toaneeschini, Luigi (1993), 30 anni dopo, Rievcazone dei combatinentin- eit dai wCaranatir Saar alle porte di Roma 8 iL 9 il 10 st Tembre 1943, Roma: Museo storico dei Granaticn Gall Della Loggia, Ernesto (1996), La morte della patria, Bari: Latersa. Giardina, A., G. Sabbatucci y V.Vidotto (1992), Manuale di storia ~ 3. Lert contemporanca, Roma Laterza. Maurizio. Picrangelo (1996), Via Rasella, Cinquant’anni di menzogne, Roma: Maurizio. Parise, Antonio (1999), Sopravivere liber, Rilssoni sulla storia della Re- sistewsa a dnguant anni dala ikeazione, roma: Gangemi. pavone, Claudio (1991), Una quer dvile. Sage sulla morlitd ella Resisien- +34, Turin; Bollati Boringhit | Pisano, Giorgio (1962-1994), Sangue crane sangue, Milan: CDL- Panteli Alesandro (1997), «The Battle of Poggio Bustone: Violence, Me~ nory and Imagination in the Partisin Ware, en The Bartle of Ville Gite Tin, Oral History and the Art of Dialogue, Madison: Wisconsin University Press Portlli, Alessandro (1999), Lontineé gid stato escuit, Roma, le Fose Ardea tine, la memoria, Roma: Danzell “Tranjello, Francesco (1996), «Sulla definizione della Resistenza come "Se ri nlp Rivongimento”*, en C. Franceschini etal, Le idee costizionalt della Resistenza, Roma: Presidenza del Consiglio dei Minis 9. EL LUGAR DE LA MEMORIA, A PROPOSITO DE MONUMENTOS (MOTIVOS Y PARENTESIS) Hugo Achugar* Este trabajo intenta reflexionar sobre un aspecto de la problemiti~ ca de la memoria tal como se formula desde Ia critica cultural, o si | se prefiere dentro de lo que la tradicién académica angloparlante llama «Estudios culturales», aunque no necesariamente ambas tra- diciones 0 ambitos intelectuales sean sindnimos. En particular, teste texto se centra en la relacién que la memoria tiene con los monumentos. No se trata de un trabajo que resume posiciones aunque recoge algunas; es decir, no se trata de un relevamiento ccitico o de aun estado de la cuestiéne sobre cl tema sino de una y, reflexién que, desde el Uruguay, y por lo tanto desde la periferia, intenta intervenir en un debate: el debate sobre la pertinencia 0 no ¢ del monumento en relacién con la historia cultural y politica mis reciente de lh regidn. ee Todo ello, en la etapa postic~ tadura o de «vuelta a la democraciay que comenz6 oficialmente el 1° de marzo de 1985, Una iiltima advertencia tiene que ver con el estilo del presente trabajo, que recurre mas a la tadicién ensayistica latinoamericana que a los requisitos genéricos consi- derados apropiados por el discurso universitario contemporaneo. ) prolume e dm ba Hrolerenat en &mm mo Wadlac d yione® , abs free ——— poco intraien decir def paredo: + Exe texto es una versidn revitda del trabajo preparado para cl Seminario «Memoria Colectiva y Represiine organizado por el Social Science Research Council en el marco del programa de formacién e investigacién sobre Memoria CColectiva y represin:perspectivas comparadas sobre el proceso de democratizacibn cenel Con Sur de América Latina, Montevideo, 16y 17 de noviembre de 1998. we Oxo wy 192 Hugo Achugar MoTIvo El fantasma de un Alzheimer colectivo recorre el presente fin de si- glo. Todos estin, estamos o parecen, parecemos estar atemorizados por una pérdida de la memoria. Todos estan, estamos, parecen, pare~ ‘cemos estar angustiados por la imposicién del olvido. O, si no es lo mismo es parecido, todos parecen estar, estamos o estin preocupa- dos por democratizar el pasado, descentralizar la historia 0 descolo- nizar la memoria. Pierre Nora dice que hablamos tanto de memoria porque queda muy poco de ella (Nora, 1989). Algo parecido sostie~ ne Andreas Huyssen,al afirmar que la obsesién actual con la memo- ria choca contra el pinico o temor a olvidar (Huyssen, 2000). El tema de la memoria es central en el debate que, en la socie~ dad uruguaya y por razones propias, se abre con la década de los ochenta, Por un lado, por el trauma de la dictadura y el proceso de elaboracién de dicho trauma durante la llamada eposdictadura», y por otro, por la integracién regional del Mercosur, que funciona a lh vez como ebendicin» y como vamenazadora catistrofen. Por si fuera poco, a lo anterior cabe agregarse que durante ese mismo periodo se intensifican tanto el proceso de globalizacién econémi- ca.como la globalizacién producida por la actual revolucién tecno- logica y la transformacién de los medios de comunicacién. Todo esto ha implicado una reevaluacién del pasado nacional asi como la discusién acerca de la propia viabilidad de Uruguay como Esta~ do-nacién. Todo esto ha implicado la biisqueda de origenes y de claves que den cuenta del momento presente '. “Por eso pienso que En el mo- o\, Rumento y en los que wienen detris de los que construyeron el So * se supone habri de avisarles a los que vienen detris qué fue lo que oo pasé antes. En el monumento como objetivacién de la memoria. " El presente trabajo fe realizado antes de que comenzara la crisis econ6- ‘ico-financiera de la regién a fines de 2001. Si bien ha sido revisido, el tra- bajo fue pensado y redactado antes de es fecha y por lo mismo no incorpora plenamente la coyuntura de esa crisis, Piatt El ugar de la memoria, a propésito de monumentos os» (Choay citado por Salda- rriaga Roa, 1988: 18) Pero todo lo que se «abarque ‘on la vista como patrimonio cultural tiene por doquier una procedencia en la que no se puede pensar sin espanto, No solo debe su existencia a los grandes genios que lo han creado, sino también al vasallaje anénimo de sus contemporineos. No existe un documento de la cultura que no sea a la vez de la barbaries (Benjamin, 1996: 52). Esto lo decia 0 lo escribja Walter Benja- min en la década de 1930. La mencién de la fecha no es trivial; Benjamin escribia o razonaba en pleno nazismo. El problema es si la afirmacién sigue teniendo sentido hoy. Pues si Benjamin sigue teniendo raz6n, no es posible el monu- mento democritico, Pero zqué seria un monumento democritico? Cuil seria la memoria no autoritaria? :Es posible esa memoria, ese monumento democritico? Democracia es sinénimo de consenso? 2Es deseable el monumento consensuado? Quizé la pregunta clave es: gnecesitan monumentos las democracias contemporaneas??. PRIMER PARENTESIS La primera versién de este trabajo comenzaba con una serie de preguntas referidas a la memoria y a las politicas del conoci- miento, Se trataba de un ensayo que se habia originado, por un lado, en la preocupacién por establecer el lugar desde donde se habla, y por otro, en la voluntad de participar en la discusién que se venia desarrollando en el émbito de la critica cultural a partir de nociones/problemas como nacién, desterritorializacién, centro Algo similar se pregunta Saldarriaga Roa al decir «Necesita monumen= tos la sociedad contemporinea? La nocidn de lo transitorio y de lo fragmen- tario que se ha impuesto en ef mundo rechaza, por principio, todo aquello ‘que signifique permanencia o eternidads (1988; 28).

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