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EXPERIENCIA FUNDANTE DE DON BOSCO EN VALDOCO: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

I.- INTRODUCCIÓN
No podemos reducir la Espiritualidad Salesiana a una materia académica, sino que
debemos verla, y debe ser un punto de partida, una toma de conciencia del estilo de vida
se debe vivir en la Universidad Salesiana. Por eso no puede quedarse en el aula, ni a nivel
de conocimientos, sino que debe llegar a la vida, y marcar las relaciones interpersonales de
todos los integrantes que forman la familia universitaria.
La Espiritualidad Salesiana es un estilo de vida. Una forma de ver la vida que permita
a los jóvenes descubrir la alegría de vivir. Que les ayude a descubrir los talentos recibidos,
a valorarse como persona y asumir el reto de ser el protagonista de su propia historia
personal, profesional y social.
La Espiritualidad Salesiana debe crear un ambiente educativo académico, que
estimule a los jóvenes a vivir esta etapa juvenil como estudiantes que quieren crecer como
personas mientras se preparan en un ambiente de excelencia académica, para ser
profesionales de vanguardia y ciudadanos comprometidos con el cambio social y de esa
manera poder llegar a ser buenos cristianos.

II.- LA EXPERIENCIA FUNDANTE DEL ORATORIO DE VALDOCCO: PASADO

1.-El Oratorio de Valdocco: Casa, parroquia, escuela, patio.

Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral en su primer Oratorio, creando un
ambiente y un estilo de familia que tenía en Don Bosco un padre y en mamá Margarita una
madre y donde los primeros colaboradores se sentían como hermanos. Valdocco fue una
familia: una casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida,
y patio donde encontrarse como amigos y pasarlo bien.

 CASA.
La casa es una palabra usual e irremplazable en el léxico pedagógico de Don Bosco.
No es una estructura física, sino una auténtica convivencia familiar, casi de intimidad,
como nos pasa a nosotros cuando hablamos de “nuestra casa”.
La CASA, de la familia Oratoriana donde los jóvenes encontraron un corazón de Padre
en don Bosco y donde era visible la fraternidad evangélica entre los jóvenes acogidos.
Esta praxis paradigmática de los orígenes la codificaría Don Bosco en su primer
reglamento oratoriano.
La CASA que tenía un PATIO. Don Bosco parece insinuar la prioridad del patio respecto
a la “casa”, cuando habla de “la casa aneja” al Oratorio y a la Capilla. Patio y Capilla,
plaza y parroquia, eso era el oratorio para él.

 ESCUELA
La escuela era aquel ámbito educativo familiar de vida creado por Don Bosco para
sus chicos, era, así mismo, centro de cultura religiosa y profana; de actividades lúdicas,
de recreación informal, de asociacionismo y de compromisos apostólicos; de profunda
experiencia espiritual, de inmediata y práctica capacitación laboral y, más tarde de
verdadera formación profesional al entrar Italia en el proceso industrial europeo.
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Todo el Oratorio, era una inmensa parábola educativa. Todo en él era escuela y
taller, todo estaba orientado a formar a la persona y hacerla capaz, a través de los
oportunos aprendizajes, de superarse a sí misma, para afrontar las exigencias de la vida
real, para mirar el futuro con esperanza, poniendo la confianza en Dios y usando los
propios recursos humanos, con la capacitación profesional que estaban recibiendo.

 El PATIO.
El patio era la más espontánea expresión juvenil de su Sistema, era un lugar para
encontrarse y conocerse en la fiesta y en la alegría. Era el centro de una expansión física
y espiritual en la que los educandos se abrían a la confianza en el ambiente informal y
“festivo”, en el trato familiar y en el juego; y conociéndose recíprocamente como
personas y expresándose el mutuo aprecio, realizaban, como en ningún otro lugar, “el
proverbial aforismo salesiano según el cual “La educación es cosa del corazón”. Esa
casa, tenía una alma Cristiana, que era la “Caridad pastoral” hecha de “amor
educativo”. Según Don Bosco, la amabilidad debería ser empatía y afecto que debe ser
percibido por el joven.
En la tradición y en la actualidad el patio era un espacio educativo. Don Bosco cubrió
con frases las paredes del pórtico y del patio de Valdoco. Las paredes debían educar, y
con las frases en las carteleras comunicaba sus finalidades educativas, creaba cultura.
El patio era animado por los salesianos y por los laicos educadores que jugaban,
paseaban, charlaban y corrían con los chicos.
Quien ha vivido en un ambiente salesiano, unirá el buen recuerdo de algún educador
con la alegre vida de grupo, con las actividades, las fiestas, las horas de juego, con el
teatro, la música, la cercanía de los educadores.

2.- La amabilidad educativa de Don Bosco


En el sistema educativo de Don Bosco, a la razón y a la religión va indisolublemente
unida la amabilidad. Él instauró con todos sus jóvenes relaciones educativas, humanas,
afectuosas y significativas. Y no tenía miedo de decirlo. En la introducción a El Joven
Cristiano, manual de oraciones para el joven, editado en 1847, escribió: “Queridos míos, os
amo a todos de corazón, y basta que seáis jóvenes para que os ame mucho. Podréis
encontrar personas más doctas que yo, pero con dificultad podréis encontrar a alguno que
os ame más que yo en Jesucristo”.
Don Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco, escribe: “Trata de hacerte amar
antes que hacer temer”. En el Sistema Preventivo publicado en 1877, subraya que los
educadores deben estar “siempre presentes” pero “padres amorosos”, dar consejos y
corregir “amablemente”, “convertir en amigo al alumno”, ganarse el afecto, “de manera
que el educador podrá hablar con el lenguaje del corazón tanto en el tiempo de la educación
como después de ella.
En la carta desde Roma de 1884, dice que “no basta amar”, sino que es necesario
que los jóvenes “conozcan que son amados”. “Quien sabe que es amado ama, y quien es
amado obtiene todo, especialmente de los jóvenes. Esta confianza crea una corriente
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eléctrica entre los jóvenes y los superiores. Los corazones se abren y dan a conocer sus
necesidades y manifiestan sus defectos”. Por eso Don Bosco pudo decir que “la educación
es cosa del corazón”.

3.- Medios educativos del oratorio de Valdocco


Aunque todavía haya, educadores que apoyan su autoridad en mantener las
distancias, evitando un trato de confianza y manteniéndose aislados, de suerte que rara vez
están con los muchachos, y cuando están, lo hacen con una actitud autoritaria, rígida y
exigente, más no de buscar una mejora y un crecimiento integral del educando.
El estilo de Don Bosco fue diferente. Él adquirió el máximo ascendiente y autoridad
acercándose al joven, con una presencia empática; demostrándoles su afecto, participando
en sus actividades y tratando de ser siempre accesible, física y afectivamente, de suerte que
con él se sientan bien. Lo hacía dentro del mismo marco escolar o fuera de él, a través de la
relación directa con el joven, sobre todo en momentos de convivencia informal: durante la
recreación, el canto, la música o el teatro.

a) La Música, El Canto y El Juego.


Para Don Bosco, un oratorio sin música era como un cuerpo sin alma, por eso educar
en la música y el canto en un ambiente oratoriano es el vínculo emotivo de comunicación y
de circulación melódica de valores, llamamiento y estímulo emocional para abrirse a la
verdad y al amor y para cimentar la confianza y la fortaleza; la música y el canto, dan ritmo,
sentido y calor a la oración a los momentos de descanso y de recreo, a las pausas escolares,
a los ejercicios físicos, a las representaciones teatrales y a los paseos. Ambas actividades
son portadoras de contenidos formativos y evangelizadores y marcaban el paso de la
dinámica grupal.
Didácticamente, facilitan la captación de los mensajes, los hace más amables e
inteligibles. Humaniza los ambientes, mueve la personalidad al compromiso; crean
solidaridad, potencian energías; pacifican el espíritu, ayudan a la interiorización de las
relaciones y a la contemplación estética y espiritual, como salida de lo rutinario y egoísta.
La música y el canto unen muchas veces lo folklórico a lo universal, la devoción al
compromiso, la protesta a la captación de la dureza y las exigencias de la vida. La música es
parte imprescindible en la efervescencia espiritual de la fiesta y la fiesta hace al joven
protagonista festivo de la fiesta. Entonces parece que la vida se desborda y que adquiere
todo su valor y su plenitud, como un desafío a la frialdad de la indiferencia. Ésta adquiere,
a su vez, toda su solemnidad y su belleza cuando se canta y se celebra estéticamente.

c) El Teatro Oratoriano.
El teatro entra en el ámbito de la educación formal e informal de Valdocco. En la
escuela, el aula de clase, la capilla, el patio, porque Don Bosco mismo entra en ellos. El
mismo vive “teatralmente” su vocación pedagógica y, en donde él está puede estar el
teatro, porque está el educador que lo vive y lo representa en forma pedagógica.
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La finalidad que tiene el teatro es la de alegrar, educar e instruir moralmente a los
jóvenes. En consecuencia, las obras que se interpretan en el Oratorio debían ser: amenas y
aptas para recrear y divertir; pero, al mismo tiempo, educativas, morales y breves, pues las
demasiadas largas no sólo cansan al auditorio, sino que quitan estima y efecto a la
representación. Pueden ser realistas y aún duras algunas escenas, pero nunca crueles; y las
expresiones, ni procaces o poco cristianas.
El teatro en Don Bosco, en el ambiente oratoriano, no es sólo un medio educativo y
un medio de comunicación, sino que crea un espacio de relación interpersonal vital y una
circulación de valores, y se vuelve un instrumento de socialización.
Don Bosco fue un poeta de Dios; y quizá pocos valores como los estéticos, pueden llevar al
educando a admirar la belleza de las realidades humanas y a presentir las cosas de Dios.
En conclusión, en el Oratorio, a través del canto, de la música y del teatro Don Bosco
quería formar el sentido estético de sus muchachos, como por medio de la gimnasia
buscaba su desarrollo físico. De suerte que sus muchachos jugaban, salían de paseo,
tocaban sus instrumentos, organizaban representaciones o competencias deportivas; y
todo esto creaban un ambiente en el que ellos dejaban de ser sólo destinatarios de su
educación sino los principales protagonistas. Protagonistas de una pedagogía sana y serena,
llena de valores, de expresiones humanas, de modalidades expresivas, de recursos de
comunicación y de diálogo. Por eso ellos se encontraban en la casa de Don Bosco como en
su propia casa.

d) La Piedad y la Devoción
El Dios del Oratorio era el Dios que mamá Margarita infundió en Juanito. No era un
Dios bravo y castigador, sino un Dios bueno. El eslogan que le enseñó su madre: “Dios te
ve”, presentaba un Dios cercano que nos acompaña, nos da confianza en nosotros mismos,
que nos estimula a luchar para superarnos, para ser buenas personas.
Los carteles que colocó Don Bosco en los corredores del Oratorio con el mensaje
“Dios te ve”, tenían ese mismo objetivo: Invitar a los jóvenes a valorar sus capacidades y la
oportunidad que tenía en el Oratorio de aprender un oficio que les permitiera mirar el
futuro con esperanza porque iban a tener de qué vivir.
La piedad y la devoción para Don Bosco están unidas inseparablemente a la música,
ya que por experiencia propia sabe que los jóvenes y la comunidad rezan mejor cuando
oran cantando y cuando salen de la capilla repitiendo mentalmente melodías de sus
oraciones y siguen orando. Así pueden hermanar el juego, la oración y la vida, pues todo
está emparentado en la experiencia de Dios, de la cercanía reveladora del corazón de Don
Bosco como padre, y de la fraternidad y la amistad que los hace a todos gozar con la alegría
de los hijos de Dios los dones de la vida y del Espíritu.

III.- EDUCAR HOY CON EL ESTILO DE DON BOSCO: EL SISTEMA PREVENTIVO: PRESENTE

1.- El Sistema Preventivo


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En el opúsculo “El Sistema Preventivo en la educación de la juventud”, escrito por
Don Bosco en 1877, subrayaba desde las primeras líneas: “Todo este sistema se basa en la
razón, la religión y la amabilidad”. La razón es asumida como modalidad esencial para el
buen funcionamiento del Sistema Preventivo.
Este sistema apuesta por lo positivo, los recursos y las potencialidades de vida y de
bien que cada uno tiene como dotación natural y como don recibido de la vida familiar y
del contexto social y eclesial de pertenencia. Don Bosco decía que “en el muchacho, incluso
en el degradado, existe un punto accesible al bien” (MBe V, 266).
El Sistema Preventivo parte de esta posibilidad. Además de un punto de partida, es
un punto de fuerza para suscitar la voluntad de bien, para estimular hacia formas de auto-
realización positivas, auténticas, humanamente dignas para sí mismos, para los otros y para
el mundo, reconociendo, apreciando, estimulando a ir más allá, a hacer y a ser más.
Las ideas fuerza del Sistema Preventivo que aparecen con bastante claridad a lo
largo de la práctica educativa, se hicieron cada vez más claras en Don Bosco y en sus
colaboradores. Podríamos sintetizarlo así:
 La acción de Don Bosco nace en una opción personal de fondo dedicada a trabajar en la
educación de los jóvenes, especialmente los de las clases populares.
 Está marcada por la “caridad pastoral”, un amor que se dona gratuitamente y que
procede de a la Caridad de Dios.
 La profunda convicción sobre la grandeza y la fragiidad del muchacho y su dignidad de
hijo de Dios, que le lleva a decir: “Sin ustedes no puedo hacer nada”, basado en un
optimismo educativo fundamental en la convicción de que en todo jóven, aún el más
depravado esixte un punto accesible al bien que lleva a la esperanza de rehabilitarlo.
 Con un estilo de trato a los jóvenes marcado por la racionalidad, por la amabilidad,
convencido de que “la educaión es cosa del corazón”, y por las motivaciones profundas
que dimanan de una visión religiosa de la vida, como él decía. “Este sistema se appoya
enteramente en la razón, la religión y la amabilidad”.
 Un sistema educativo de base, fundado en una presencia activa y amigable que debe
favorecer la iniciativa, invitar a crecer en el bien y que animaba a liberarse de toda
esclavitud, para que no prevalezca el mal y para que venzan las fuerzas mejores de los
individuos y del grupo.
 Para formar buenos cristianos y honrados ciudadanos, que se ganen el pan con su
propio trabajo.
De la experiencia vivida en Valdocco surge la praxis pastoral y el estilo pedagógico
salesiano. Vida espiritual, compromiso apostólico, método educativo son tres aspectos de
una única realidad. El amor y la caridad pastoral que unifica y mueve toda la existencia: ser
en la Iglesia signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes.
La amabilidad. Desde el punto de vista metodológico, es el “amor”, una actitud
cotidiana, que no es simple amor humano, ni sólo caridad sobrenatural: una encarnación
de esos dos amores. Es amar humanamente, al otro, con el corazón de Dios.
La amabilidad es la marca salesiana. Es su rostro, su identidad. Es una energía
espiritual conquistada diariamente que nace de la mística del amor de Dios hacia los
jóvenes. Amor que se expresa en una convivencia gozosa, en un clima corresponsable de
diálogo, amistad, comunicabilidad, alegría por el don de la vida,
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La caridad pastoral se plasma en el contacto con los jóvenes en el esfuerzo de
ayudarlos a valorizar la vida, implicándolos en su crecimiento. La amabilidad, es el afecto y
la bondad, que se convierte en lo esencial de la caridad de la acción educativa.
La amabilidad, compromete al educador a desarrollar en plenitud su capacidad de
ser humano, de ser sensible al corazón de las personas, de tejer relaciones solidarias. Lleva
a comprometerse, a ir al encuentro del otro en una disponibilidad incondicional a la escuela
y al diálogo. La mirada del otro exige de mí la renuncia a la indiferencia para mirarlo con
bondad y ver especialmente sus posibilidades.
El amor educativo abre el corazón y la inteligencia del joven al educador, lo estimula
a ser protagonista de su formación, a crecer en iniciativa y creatividad. La razón y la
experiencia demuestran que, sin verdadero cariño, es inútil el trabajo del educador. La
primera alegría de un muchacho es saber que se lo quiere.

2.- Aspectos centrales del sistema preventivo:


El Sistema Preventivo es también una pedagogía caracterizada por:
 La voluntad de estar entre los jóvenes compartiendo su vida, mirando con simpatía
su mundo, atentos a sus verdaderas exigencias y valores.
 La acogida incondicionada, que se convierte en fuerza promocional y capacidad
incansable de diálogo.
 El criterio preventivo, que cree en la fuerza del bien que hay en todo joven, aún en
el más necesitado, y trata de desarrollarla mediante experiencias positivas de bien.
 La centralidad de la razón, que hace razonable las exigencias, y las normas, que es
flexibilidad y persuasión en las propuestas.
 La religión, entendida como desarrollo del sentido del Dios bueno revelado por
Jesús, conocido en la catequesis, queda sentido a la vida y motiva para crecer como
personas en una relación frateran y solidaria con los compañeros.
 El amor que se expresa como un amor educativo que hace crecer y que crea
correspondencia.
 Un ambiente positivo tejido de relaciones personales, vivificado por la presencia
amorosa y solidaria, animadora y promotora de actividades de los educadores y del
protagonismo de los mismos jóvenes con un estilo de animación que cree en los
recursos positivos del joven.
Esta propuesta original de evangelización juvenil parte del encuentro con los jóvenes donde
estos se encuentran, valorizado el patrimonio natural y sobrenatural que todo joven lleva
consigo, en un ambiente educativo, cargado de vida y rico en propuestas; se actúa a través
de un itinerario educativo que privilegia a los últimos y a los más pobres; promueve el
desarrollo de los recursos positivos que tiene y propone una forma particular de vida
cristiana y de santidad juvenil.
Este proyecto de vida cristiana se organiza alrededor de experiencias de fe, opciones de
valores y actitudes evangélicas que constituyen la espiritualidad juvenil salesiana. Esta
experiencia dispone al educador para acoger a Dios en los jóvenes, convencido de que en
ellos Dios les ofrece la gracia del encuentro con Él y lo llama a servirle en ellos, reconociendo
su dignidad, renovando la confianza en sus recursos de bien y educándolos para la plenitud
de la vida. Esta caridad pastoral crea una relación educativa a la medida del adolescente y
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del adolescente pobre, fruto de la convicción de que toda vida, aún la más pobre, compleja
y precaria, tiene en sí misma, por la presencia misteriosa del espíritu, la fuerza de la
liberación de la semilla de la felicidad.
Dentro de la metodología didáctica “inventada” por Don Bosco (arte, teatro, la música,
la danza, el dibujo, la poesía), se acentúa el proceso educativo puesto en las motivaciones
necesarias para la educación, el Sistema Preventivo llega a ser una espiritualidad:
 Como el Sistema Preventivo se sostiene en las tres columnas: razón, religión y cariño
llega a ser un compromiso ascético, un cuadro de valores y un proceso de vida.
 Si el acento está en la relación del educador con el educando, el Sistema Preventivo
postula una fuerte mística.
 Si el acento está puesto en el proyecto de vida que el educando debe madurar en su
corazón, entonces el Sistema Preventivo es evangelización completa, porque intenta
formar personas responsables, profesionales de excelencia, ciudadanos honrrados
comprometidos con la justicia social, para que lleguen a ser buenos cristianos, capaces
de vivir el evangelio sirviendo al hombre y a la sociedad.

En definitiva, el Sistema Preventivo transforma tanto al educador como al educando en un


protagonismo consciente, responsable del deber, de defender y promover los derechos
humanos, para el desarrollo humano personal y del mundo entero. El joven, en el sistema
preventivo, es el sujeto educativo que polariza toda la acción formativa.

3.- El Sistema Preventivo como Pedagogía.


El sistema Preventivo es una metodología pedagógica marcada por:
 La voluntad de estar entre los jóvenes compartiendo su vida, mirando con simpatía
su mundo, atentos a sus verdaderas exigencias y valores.
 La acogida incondicional, que se convierte en fuerza promocional y capacidad
incansable de diálogo.
 El criterio preventivo, que cree en la fuerza del bien que hay en todo joven, aún en
el más necesitado, y trata de desarrollarla mediante experiencias positivas de bien.
 La centralidad de la razón, que hace razonables las exigencias y las normas; que es
flexibilidad y persuasión en las propuestas; de la religión, entendida como desarrollo
del sentido de Dios innato en cada persona y esfuerzo de evangelización cristiana;
del amor, que se expresa como un amor educativo que hace crecer y crea
correspondencia.
 Un ambiente positivo tejido de relaciones personales, vivificado por la presencia
amorosa y solidaria, animadora y promotora de actividades de los educadores y del
protagonismo de los mismos jóvenes.
 Con un estilo de animación, que cree en los recursos positivos del joven.

4.- El Sistema Preventivo como Pastoral.


El Sistema Preventivo es una propuesta original de evangelización juvenil. Parte del
encuentro con los jóvenes donde éstos se encuentran, valorizando el patrimonio natural y
sobrenatural que todo joven lleva consigo, en un ambiente educativo cargado de vida y rico
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en propuestas; se actúa a través de un itinerario educativo que privilegia a los últimos y a
los más pobres; promueve el desarrollo de los recursos positivos que tienen y propone una
forma particular de vida cristiana y de santidad juvenil.
Este proyecto original de vida cristiana se organiza alrededor de algunas
experiencias de fe, opciones de valores y actitudes evangélicas que constituyen la
Espiritualidad Juvenil Salesiana, como veremos después.

5.- El Sistema Preventivo como espiritualidad


El Sistema Preventivo encuentra su fuente y su centro en la experiencia de la caridad
de Dios, que previene a toda criatura con su Providencia, la acompaña con su presencia y la
salva dando la vida.
Esta experiencia dispone al educador para acoger a Dios en los jóvenes, convencido
de que en ellos Dios le ofrece la gracia del encuentro con Él y lo llama a servirle en ellos,
reconociendo su dignidad, renovando la confianza en sus recursos de bien y educándolos
para la plenitud de la vida.
Esta caridad pastoral crea una relación educativa que le ayuda al joven, aún a los
que viven situaciones difíciles y problemas personales serios, que también en ellos está
presente el Espíritu Santo, la fuerza de la liberación y la semilla de la felicidad.

6.- La Espiritualidad Salesiana hoy.


La espiritualidad salesiana es una respuesta a los problemas reales y las
circunstancias concretas de la vida moderna. Es una espiritualidad juvenil que responde a
las exigencias de los jóvenes de hoy. Una espiritualidad de la tercera edad en un mundo en
el que se alarga la vida. Es una espiritualidad del estudio y de la investigación, del
voluntariado y del tiempo libre. La espiritualidad salesiana es una espiritualidad del hombre
de hoy.

7.- La Espiritualidad Juvenil Salesiana: Una síntesis entre evangelización y educación


El secreto del éxito del Don Bosco educador es su intensa espiritualidad, es decir,
aquella energía interior que une inseparablemente el amor de Dios y el amor al prójimo, de
modo que logra hacer una síntesis entre evangelización y educación.
La Espiritualidad Salesiana, expresión concreta de esta caridad pastoral, constituye
un elemento fundamental de la acción pastoral salesiana, es su fuente de vitalidad
evangélica, su principio de inspiración y de identidad, su criterio de orientación.

Se trata de:
 Una espiritualidad a medida de los jóvenes, especialmente de los más necesitados, que
sabe descubrir la acción del Espíritu en su corazón y colaborar en su desarrollo.
 Una espiritualidad de lo cotidiano, que propone la vida ordinaria como lugar de
encuentro con Dios y de crecimiento como persona.
 Una espiritualidad pascual de la alegría en la actividad, que desarrolla una actitud
positiva de esperanza en los recursos naturales y sobrenaturales de las personas y
presenta la vida cristiana como un camino de felicidad.
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 Una espiritualidad de amistad y relación personal con el Señor Jesús, conocido y
frecuentado en la oración, en la Palabra y en la Eucaristía.
 Una espiritualidad de comunión eclesial vivida en los grupos y, sobre todo, en la
comunidad educativa, que une a jóvenes y educadores en un ambiente de familia
alrededor de un proyecto de educación integral de los jóvenes.
 Una espiritualidad del servicio responsable, que suscita en jóvenes y adultos un
renovado compromiso apostólico para la transformación cristiana del propio ambiente
hasta el compromiso social.
 Una espiritualidad mariana, que confía plenamente, con sencillez y seguridad, en la
ayuda materna de la Virgen siguiendo la mariología de San Juan Pablo II, en una de sus
oraciones que dice: “Virgen valiente, danos confianza en Dios y decisión y valentía para
que podamos superar todos los problemas que nos presente la vida”.
Esta espiritualidad ayuda a discernir y a afrontar los desafíos de la acción pastoral y crea
unidad entre todos los que comparten la misión y colaboran en ella.

8.- La dimensión educativa de los grupos.


La propuesta asociativa desarrolla la capacidad de percibir y de vivir en profundidad
el valor del otro y de la comunidad, tejido de relaciones interpersonales, que ayudan a
madurar en la disponibilidad de participar activamente en el propio ambiente, de iniciarse
en el compromiso social, educando en la responsabilidad del bien común. Y descubrir y
madurar la propia decisión vocacional en el conjunto social y eclesial.

a.- Su Finalidad:
 Ofrecer a los jóvenes un ambiente propicio para hacerles sujetos y protagonistas de su
crecimiento humano y cristiano, con impulso misionero, abierto a los alejados, con una
voluntad de incidencia en el entorno estudiantil y social. Un impulso de reinserción y
aporte a la sociedad civil.
 Construir espacios habitables para el joven, nuevos “mundos vitales” en los que pueda
madurar y ofrecer en todas sus dimensiones: identidad personal y la inserción social,
como ciudadano y también como cristiano.
 Considerar al grupo donde se desenvuelve la vida del joven como el elemento más
importante de la experiencia asociativa, y la pertenencia a movimientos más amplios.
 Prestar atención especial a las nuevas formas de agrupación juvenil: el voluntariado, y
la objeción de conciencia como opción positiva por la paz y el servicio a los otros.
 Crear pluralidad de propuestas y ambientes de amplia acogida según los diversos
intereses y niveles de los jóvenes.
 Ofrecer a los más sensibles y comprometidos propuestas adecuadas de maduración en
la fe y en el compromiso apostólico y social.

b.- El asociacionismo salesiano.


El asociacionismo para los salesianos es la praxis que nos permite entender el
Proceso Educativo Pastoral. Don Bosco comenzó su trabajo en los grupos de muchachos, a
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los que denominó asociaciones, compañías o sociedades, estando entre las más conocidas
“la Sociedad de la Alegría”, la asociación de San Luis o la compañía de María Inmaculada.
Desde esta perspectiva se desarrolla el asociacionismo salesiano.
La dimensión asociativa se convierte en la expresión de la dimensión social de la
persona y es a su vez una característica fundamental de la educación y la evangelización
salesianas. En ella, el grupo no es solamente un medio para organizar la masa de los jóvenes,
sino, sobre todo, el lugar de la relación educativa y pastoral donde educadores y jóvenes
viven la familiaridad y la confianza que abre los corazones. El ambiente donde se hace
experiencia de los valores salesianos y se desarrollan los itinerarios educativos y de
evangelización. El espacio donde se promueve el protagonismo de los jóvenes en el trabajo
de su propia formación.
El joven en la actualidad se encuentra en una constante búsqueda de un grupo en el
cual pueda satisfacer sus ansias de comunicación personal, su necesidad de autonomía y de
participación. Algunos análisis sociológicos revelan la importancia del asociacionismo para
comprender más a fondo las opciones y comportamientos de los jóvenes.
Vivimos en una sociedad, compleja y pluralista en sus concepciones y opciones de
vida, fragmentaria en los mensajes y en las propuestas de valores. En ella se multiplican las
agrupaciones y los espacios vitales para el joven, casi “mundos vitales”, en los cuales pueda
recuperar el sentido del propio crecimiento, madurar la identidad personal y desarrollar
una experiencia humana, cristiana y eclesial significativa.

c.- La caridad pastoral.


El centro de la espiritualidad salesiana, es la caridad pastoral, que se expresa en dos
dimensiones esenciales: el amor a Dios, y el amor a los hermanos. El amor a Dios es siempre
la causa y la fuente de nuestro amor a los demás. Es la caridad de la que habla el apóstol
Pablo: “La caridad es paciente, es benigna… lo espera todo lo soporta todo”.
Don Bosco encarnó en su vida el amor de Dios, y para transmitir su espíritu decía a
los salesianos: “Mira como hago yo, no tienes más que imitarme”. Imitarme equivale a amar
a Dios en los jóvenes.
Para nosotros oración y acción aparecen juntas: la oración pasa de forma natural a
la acción y ésta se hace espíritu de oración, y así la acción se llena de oración. La misma
acción apostólica es la que provoca y alimenta ese diálogo con Dios, ya que lleva al educador
salesiano a dar gracias a Dios por las cosas buenas y bellas que ve y a pedir auxilio en los
momentos difíciles.

d.- Contemplativos en la acción.


El educador salesiano es un contemplativo en la acción. Vivimos la unión con Dios,
no solo porque vivimos unidos a Él en los momentos explícitos de la oración, sino porque
en la acción nos acercamos también a Dios, dando gracias por las maravillas que Él hace en
nuestros jóvenes y en nosotros. Para Don Bosco el trabajo es oración. Para comprender la
profundidad de esta peculiar unión con Dios, debemos recordar que somos templos del
Espíritu Santo. Esto nos permite vivir una espiritualidad apostólica unida a Dios, en un
impulso de amor hacia Dios en el amor y servicio al prójimo.
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La contemplación no es algo reservado para tiempos especiales. Atañe a toda
nuestra vida, porque Dios está siempre presente en nosotros y debemos descubrirlo. Se
trata no tanto de contemplar, sino de ser contemplativo de lo cotidiano, porque en la
realidad de la vida contemplada vemos a Dios.

e.- El espíritu de familia.


El oratorio era una verdadera familia. Los jóvenes se encontraban a gusto. Se vivía
sin ningún temor y con mucha paz y alegría. Se respiraba un acogedor ambiente de familia.
“Los jóvenes no encontraban diferencia entre el oratorio y su casa paterna”.
La carta de Roma describe magníficamente aquél clima: “La familiaridad engendra
afecto, y el afecto confianza. Esto es lo que abre los corazones”. La base para lograr un clima
familiar está en la confianza. La pedagogía del cariño en mi casa favoreció el espíritu de
familia. La confianza, el amor y la colaboración afectuosa son la condición necesaria para
toda relación auténtica. Es el único medio para crear espíritu de familia.
La fuente de este sistema educativo es la caridad que, en el educador se convierte
en razón y cariño, si educa en confianza, amistad y colaboración espontánea. Este cariño
transforma la relación educativa en relación filial y fraterna, y el ambiente de educación en,
familia. El cariño es el principio fundamental informador del Sistema Preventivo.

IV.- LA UNIVERSIDAD SALESIANA UNA FAMILIA: CASA, ESCUELA, PATIO, CAPILLA.

1.- Don Bosco fundó la Familia Salesiana


Don Bosco, que vivió un estilo pleno de vida de familia en Valdocco, fundó la familia
salesiana para que perpetuara su estilo educativo involucrando a muchas personas. Con los
Salesianos religiosos creó Don Bosco el núcleo central de la familia de Valdocco. Después
nacieron las Salesianas religiosas, los Salesianos cooperadores y los Exalumnos.
Actualmente los grupos que integran la familia salesiana, que viven el espíritu de Don Bosco,
son cerca de treinta grupos entre religiosos, religiosas y grupos laicales.

 CASA: En la CASA UPS vive, como núcleo animador la Familia Salesiana que en Cuenca
está integrada por tres grupos: Salesianos religiosos, Salesianos cooperadores, y
Exalumnos salesianos. Los Salesianos religiosos son pocos. El número de Salesianos
cooperadores es mayor. Los Exalumnos salesianos son muchos. ¿Somos conscientes de
esta realidad y de la responsabilidad que esto implica para hacer presente en nuestra
Universidad el espíritu y el estilo educativo de Don Bosco?
 ESCUELA: En la UPS los catedráticos no son funcionarios, ni los administrativos son
empleados. Todos son educadores miembros de la gran familia universitaria. Todo el
trabajo debe ser educativo y el trato interpersonal, a todo nivel, debe estar marcado
por la “amabilidad”, el sello de garantía del auténtico estilo salesiano.
 PATIO-CANCHA-COLISEO, TEATRO
El deporte es una actividad muy educativa: “Mente sana en cuerpo sano”.
 Exige esfuerzo físico en los entrenamientos y en las competencias.
 Obliga a integrarse en el equipo para coordinar los esfuerzos y conseguir los
objetivos comunes.
 Exige respeto a los compañeros, a los dirigentesn y a los del otro equipo.
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 Exige renunciar a otras diversiones más fáciles.
El deporte compensa el esfuerzo con la satisfacción y la alegría del triunfo y despierta el
deseo de superación. El deporte es una escuela de renuncias, de superación y de dominio
de sí mismo, para entrenarse en la lucha de superación que la vida nos exige.

2.- El asociacionismo juvenil en la Universidad Salesiana.


La Universidad Salesiana nace como una necesidad y una exigencia de continuidad
del proceso de crecimiento que vivió el joven, en el contexto educativo del colegio, el
oratorio, la parroquia o el centro juvenil.
Los jóvenes universitarios, con edades entre los 18 y 25 años, que es la etapa de la
amistad, están viviendo los años más importante de su vida. Porque a esa edad uno puede
programar y rehacer su vida independientemente de cómo haya vivido antes:
 Deben tomar decisiones personales
 Deben hacer un proyecto de vida para ver que tipo de personas quieren ser: qué
modelo de hombre o mujer van a ser.
 En el grupo desarrolla sus capacidades humanas, artísticas y deportivas.
 La integración en los grupos les ayudará a crecer como personas, a aprender a
dialogar, a asumir responsabilidades, a integrarse en la sociedad.
 GRUPOS HOJA

La UPS hace sus estudiantes la oferta de sus espacios deportivos: las cancha y el
coliseo, y toda la organización de entrenamiento, programas deportivos y campeonatos.

a.- El asociacionismo universitario tiene que privilegiar las siguientes opciones:


 Proponer a los jóvenes universitarios, grupos que respondan a sus necesidades
específicas, con programas progresivos y continuados;
 Cuidar en los grupos, de modo especial, la formación y el compromiso
 Cualificar y formar continuamente a los educadores y animadores;
 Ofrecer tiempos intensivos de convivencia como momentos de síntesis y de
relanzamiento de la carga asociativa y formativa de los grupos;
 Hacer objeto de reflexión y de revisión en la comunidad educativa el
funcionamiento, la eficacia educativa y las actuaciones de los grupos juveniles.

b.- La Animación
Dentro de esta finalidad educativa-formativa, la mejor manera de acompañar al joven
universitario es la animación. Este estilo de acompañar los procesos personales implica:
 Un modo de pensar que la persona humana por sus recursos interiores es capaz de
ser corresponsable de los propios procesos que la conciernen;
 Un método que mira lo positivo, las riquezas y las potencialidades que cada joven
lleva dentro de sí, desarrollando una acción de promoción;
 Un estilo de caminar con jóvenes, de sugerir, motivar, ayudar a crecer en la vida
cotidiana, con un tipo de relación liberadora, promocional y confirmadora; y
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 Un objetivo último y global de dar a cada persona la alegría de vivir plenamente y el
coraje de esperar.

c.- El animador.
El animador tiene una función indispensable. Podemos describirlo así:
 Estimula la formación de grupos, y su progreso en la actitud de búsqueda, y en el
logro de las metas y los ideales;
 Ayuda, mediante su competencia y su experiencia, a superar las crisis del grupo y a
tejer relaciones personales entre sus miembros.
 Busca, en compañía de los jóvenes, en los momentos oportunos, la apertura a
nuevas perspectivas de reflexión y de acción.
 Ofrece elementos de crítica y de profundización a los jóvenes, para que sean capaces
de evaluar sus deseos y propuestas.
 Favorece la comunicación entre los grupos y, por tanto, la apertura de cada uno de
ellos a los demás.
 Acompaña a cada uno de los miembros del grupo en su proceso de crecimiento
humano y cristiano.
 Abre siempre en el grupo la perspectiva cristiana a la hora de leer e interpretar las
situaciones, problemas y propuestas de los jóvenes.

d.- Opciones fundamentales de los grupos universitarios.


 La opción educativa, que pone el acento en el camino de crecimiento de las
personas, ofrece a todos los jóvenes, acompañamiento en ese proceso personal.
 La opción asociativa–eclesial, que abre la experiencia de grupo a una realidad más
amplia de comunicación, compartir y colaborar hasta transformarla en una
experiencia de Iglesia.
 La opción formativa que da siempre la prioridad al proceso de crecimiento integral
y permanente de las personas, al servicio de las cuales articula las diversas
actividades e iniciativas.
 La opción apostólica, que compromete a los jóvenes a formarse en el servicio
gratuito a los otros, compartido, profundizado y celebrado juntos.
 La opción civil, para convertirse en un instrumento de experiencia y formación social
y para estar presentes con eficacia en la sociedad, en los niveles en los cuales se
deciden las políticas juveniles.

V.- LOS DESAFÍOS PARA CONVERTIR LA UPS EN UNIVERSIDAD SALESIANA: FUTURO

1.- Razón y racionalidad en nuestra Universidad en los tiempos de internet

La razón se apoya en la racionalidad, esto es, en la búsqueda de las buenas razones,


de los motivos, de la sabiduría y de la ponderación humana, de la justa consideración que
hay que conceder a las fuerzas a las posibilidades de cada uno. Tiene siempre presente a las
personas concretas con su nombre y apellido, con su momento vital, con sus ritmos
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existenciales. Se funda también en algo que vale, comenzando por la concentración de valor
que es cada persona, sujeto del propio crecimiento y lugar concreto de dignidad y de
humanidad.
A su vez, en el Sistema Preventivo, razón y religión, valores y fines se conjugan con
la amabilidad, con el concepto de amor educativo que quiere a los jóvenes con los que trata
de entrar en relación educativa, no esquivando las dificultades y las diferencias
generacionales, temperamentales, personales, que quiere el bien de ellos y que les quiere
bien, es decir, busca armonizar impulsos, sentimientos, prudencia, caridad, pero también
valentía, eficiencia, compromiso e iniciativa. Don Bosco decía: “Basta que seáis jóvenes,
para que os quiera mucho”. “Por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros estoy
dispuesto a dar incluso la vida”.

 Razón y racionalidaD desde el educador: considserado desde el educador, los dos


términos están diciendo que el educador según este sistema debe “dar razón” de lo
que propone, y debve hacerlo de manera razonable, debe ser razonable, debe
hacerse comprender, debe llegar a la mente y al corazón del muchacho, o del grupo
de muchachos.
 Desde el muchacho, la razón y racionalidad quieren signiificar que ellos pueden
captar las razones de la propuesta educativa, ver su significado positivo para su vida
y acoger la propuesta porque comprenden que es sensata, que merece la pena
asumirla.

2.- Aprender y crecer en los tiempos de los “no lugares” y de internet.


Hoy mucha información y mucha formación de la nueva generación se realiza hoy
en los “no lugares”, es decir, en el grupo de iguales, con los amigos, en las plazas, en los
bares, en el baile, con la navegación por internet, chateando. A veces esto sucede con
detrimento de los “lugares” tradicionales de formación: la familia, la escuela, la parroquia,
la vida social civil-pública. Los medios de comunicación social han pasado de cadenas de
información a verdaderas y propias redes educativas, creadoras de nueva cultura, fragua de
modelos, difusión de valores, modo de organizar la vida y de interpretar la realidad.
Queda el hecho de que los medios de comunicación de masa y los nuevos medios
de televisión e internet en primer lugar, ejercen un elevado influjo sobre las personalidades
en formación y sobre las personas adultas. Y estimulan nuevos modos de aprender: Más
apoyados en lo informal que en lo formal. Más según lógicas informáticas que racionales,
más por imágenes que por conceptos, seleccionando lo que aparece como útil y funcional
más que lo que es verdadero, bueno justo y bello en sí y para sí.
A su vez, la multiplicación de las ocasiones de tiempo libre y de encuentros, directos
o telemático-virtuales, permite el nacimiento y la formación de relaciones fuera del control
de la familia, de los padres y de los educadores o del mismo ambiente comunitario. Estimula
el imaginario ideal y valorativo, ofrece modelos de comportamiento diversos del común y
plasma las motivaciones personales y la personalidad.
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Hoy día estos “no lugares” se convierten en lugares privilegiados de socialización de
la adolescencia y de la juventud. Y se constituyen en una verdadera y propia “escuela
paralela” y en una “universidad de la vida”, en la que se llega al conocimiento de realidades
impensadas, se elaboran modos de ver la existencia y se hacen prácticas de
comportamientos innovadores, no oficiales, más aún, no siempre socialmente aprobados o
moralmente aprobables.

3.- Ser educadores razonables hoy


Como educar hoy, o mejor, ¿qué márgenes quedan para la educación? Es urgente
buscar la alianza y no la demonización de estos modos nuevos de aprender. Convertirlos en
un recurso educativo, no ver en ellos solo un daño, una cosa mala. En este sentido vale el
principio salesiano de “amar lo que aman los jóvenes, para lograr que ellos amen lo
verdadero, lo bello, lo justo”. En este sentido más que adiestrarse en la frecuencia y el uso
pedagógico de las nuevas tecnologías informáticas y telemáticas, en que a lo mejor hay que
dejarse ayudar por los jóvenes, más que ponerse en concurrencia con ellos, tal vez haya que
aprender y actuar en sinergia o, como se dice hoy, “en red”, aliándose y no contrastándose,
entre escuela, familias y sociedad civil; entre profesores, padres, educadores y animadores
asociando y promoviendo en la práctica a los jóvenes mejores como educadores de sí
mismos y de los demás.
Don Bosco decía a los jóvenes: “Sin ustedes no puedo hacer nada, junto con ustedes
haremos milagros”. Más que destinatarios, los jóvenes debería ser coprotagonistas con los
otros y con los educadores, a actuar y comprometerse a ser responsables de su crecimiento
y del de todos. Y deben ser ayudados a serlo, permitiéndoles y creando las condiciones de
serlo, de participar de la vida familiar, escuela, parroquial y asociativa. Y habrá que ir a
buscar a los jóvenes donde estén.
La primera tarea es estar allí, donde están los jóvenes, en la cancha y no estar fuera
del campo donde se juega el partido educativo, saliendo al encuentro, buscando a los
jóvenes donde están y como son, en sus motivaciones e identidad no siempre previsibles y
claras. Esto debe hacerse antes de cualquier acogida, o de una bella propuesta educativa
de altísimo nivel dentro de los lugares educativos.
Debemos ser conscientes, que la razón, la amabilidad y la misma religión tienen hoy
un “lugar-no lugar” propio de aplicación de los derechos humanos, denominados por
algunos “la Biblia laica”, en cuanto indican el conjunto de valores que pueden compartir
todos, de cualquier continente, cultura, religión, nación. Promover educativamente los
derechos humanos, en particular los de los menores, es un modo concreto de realizar el
carisma educativo del Sistema Preventivo, que quiere promover una cultura de la vida y la
educación integral de los jóvenes.
“Según la auténtica visión del humanismo cristiano, el término razón subraya el valor
de la persona, de la conciencia, de la naturaleza humana, del mundo del trabajo, de la vida
social y de los valores que necesita la persona en su vida familiar, civil y política.
Es significativo poner de relieve que ya hace casi ciento cincuenta años Don Bosco
daba mucha importancia a los aspectos humanos y de la condición histórica de las personas:
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a su libertad, a su preparación para la vida o para una profesión, a la asunción de las
responsabilidades civiles, en un clima de alegría y de compromiso con el prójimo, expresado
con palabras objetivas y sencillas como: alegría, estudio, piedad, sabiduría, trabajo,
humanidad.
En síntesis, la razón, a la que Don Bosco califica como don de Dios y como tarea
fundamental del educador, indica a los jóvenes los valores del bien, como también los
objetivos que proseguir, los medios y modos que usar. La razón invita a los jóvenes a una
relación de participación en valores comprendidos y compartidos. El educador moderno
debe saber leer los signos de los tiempos para identificar los valores emergentes que atraen
a los jóvenes: la paz, la libertad, la justicia, la comunión, la participación, la solidaridad, el
desarrollo y las urgencias ecológicas.” (San Juan Pablo II Carta Juventus patris, 10)

4.- En la Universidad Salesiana todos somos protagonistas

1.- Todos los que forman la familia universitaria, catedráticos, administrativos y alumnos,
deben tener claro que están en una universidad salesiana y deben conocer el espíritu
salesiano, sintetizado en el Sistema Preventivo.

2.- Las personas que pertenecen a los grupos la Familia Salesiana, presente la universidad,
los Salesianos cooperadores y los Exalumnos, deben ser la levadura que desde dentro va
haciendo aflorar el Espíritu y Estilo Salesiano, que es una “cuestión del corazón”.

3.- El Curso de inducción debe presentar a los nuevos catedráticos, administrativos y


alumnos las claves del Sistema Preventivo. Y deberán después profundizar sus aspectos
fundamentales, sobre todo en lo que tiene que ver con la relación catedrático-alumno.

4.- Convertir la Universidad-escuela en casa, patio, capilla y oratorio:


 Viendo las actividades artísticas y deportivas como medios educativos
 Dando al asociacionismo la importancia que tiene dentro del espíritu salesiano
 Dando a conocer los grupos ASU a los alumnos nuevos en el curso de inducción.
5.- Convertir los grupos misioneros y de acción social del ASU en comunidades educativas y
apostólicas. Como una oportunidad para desarrollar los talentos humanos personales y
socializarlos en las actividades sociales programadas.
 Hacer un programa de formación para todos los grupos ASU
 Dar a conocer a todos los alumnos los grupos que integran el ASU y sus actividades.
6.- Asumir las preferencias que tuvo Don Bosco por:
 Los jóvenes con mayores problemas económicos.
 Los jóvenes, que teniendo capacidades intelectuales, necesitan ayuda para ponerse
al día y nivelar sus conocimientos.
7.- Hacer visible nuestro compromiso y presentarnos sin miedo como seguidores de Don
Bosco, para ser testigos creíbles del Sistema Preventivo en todo su contenido.
8.- Ser personas acogedoras, que inspiran confianza, que se ponen a la altura de jóvenes.
 Valorando lo positivo de cada joven, animando, motivando.
 Estimulando los esfuerzos y logros de cada uno.
 Proponiendo metas y señalando pista en el crecimiento personal y académico.
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9.- Sentirse corresponsable de la marcha de la universidad:
 Alegrándose de los triunfos, proponiendo mejoras, implicando su tiempo y aportes
para el bien dela universidad.
10.- Incluir las fiestas salesianas en el calendario de la UPS para celebrarlas entre todos los
integrantes de la familia universitaria

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