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ESTRATEGIA EMPRESARIAL
La competencia en la empresa puede ser directa o indirecta; pero también puede ser
perfecta e imperfecta. No hay que desestimar la competencia sino saber reconocerla y
trabajar de cara a la mejora continua.
La directa son las empresas o negocios que venden un producto igual o casi al
que se mente en el mismo mercado en el que se está, lo que hace que ambas
empresas busquen a los mismos clientes para venderles lo mismo. (Ejemplo:
Dixan, Skip, Ariel; mismo producto diferente marca)
La indirecta son las empresas o negocios que intervienen en el mismo mercado
y clientes buscando satisfacer sus necesidades con productos sustitutos o de
forma diferente. (Ejemplo: Cocacola, Aquabona, Juver; en este caso el sustituto
a los refrescos pueden ser las aguas o los zumos u otras bebidas).
Es importante que las empresas sepan reconocer y valorar a su competencia, ya que si
no lo hacen pueden caer en un grave error que no les permita continuar adelante o
conseguir los máximos beneficios. Hay que conocer a la competencia y actuar en
consecuencia. De hecho, dentro del plan de negocios uno de los aspectos más
importantes también es la competencia existente en ese momento.
La competencia perfecta es aquella en que ninguna de las empresas que
compiten pueden influir en los precios, ya que los productores venden porciones
muy pequeñas en relación a la producción total o los compradores consumen
una proporción pequeña en función a la producción total. Los productos son
homogéneos entre sí, sustitutos unos de ellos, los consumidores conocen las
ofertas que existen y el precio de los rivales, deciden en base a lo que quieren.
La imperfecta es aquella en la que uno de los agentes puede influir en los
precios. ¿Y cómo es eso? Porque al menos una de las partes tiene ventaja sobre
las demás. En este último caso podemos hablar de monopolio, oligopolio,
monopsonio u oligopsonio.
Con respecto a los vendedores, hablamos de monopolio y oligopolio. El monopolio se
caracteriza por la presencia de un solo productor que puede ejercer un control de los
precios absoluto, no existen productos sustitutos. El oligopolio se caracteriza porque
existen pocos competidores pero tienen capacidad para influir en los precios,
especialmente empresas grandes sobre empresas pequeñas, generalmente a lo que
llamaríamos empresas líderes del mercado que pueden negociar entre sí para evitar la
competencia. El oligopolio con productos diferenciados se basa en que las empresas
líderes pueden ejercer una influencia sobre los precios pese a comercializar
diferenciados productos, como en el mercado automotriz.
Con respecto a los compradores, podemos hablar de monopsonio y oligopsonio. En el
primer caso de monopsonio existe un único comprador en el mercado, por lo que tiene
más capacidad para controlar cantidades y precios para conseguir menores precios que
en mercados en los que hay competencia (por ejemplo el Estado con referencia a
diversos sectores). El oligopsonio es otra posibilidad en que existen pocos compradores
pero pueden influir en cantidades y precios (por ejemplo la industria del tabaco).
Cuando empiezas un negocio te vas a encontrar con algo molesto, pero inevitable - y
sano - en una economía de mercado: la competencia. Salvo en situaciones de
monopolio, emprender significa también competir. Y uno no compite solo.
¿Quién es mi competencia?
Las empresas competidoras son aquellas que operan en el mismo mercado o sector
donde piensas implementar tu idea de negocio. Has de identificarlas por sus nombres y
apellidos.
Hay una tendencia a subestimar a la competencia indirecta. Que esa tendencia no sea la
tuya. Haz la siguiente prueba contigo mismo: ve a una cafetería donde sirvan cafés y
tés. Pongamos que eres un adicto al café espresso y que en ese café sólo sirven café
americano. Es posible que detestes el café americano y te decantes por un té, es decir,
por un producto de la competencia indirecta.
Una vez has identificado a tus competidores directos e indirectos, la siguiente fase
consiste en determinar los elementos que quieres analizar.
Pero antes selecciona a aquellos competidores que creas más relevantes. Si vas a operar
en un mercado con muchos competidores, analizar a todos puede resultar un error,
especialmente si se tratan de competidores insignificantes cuya información no te puede
aportar mucho (aunque a priori sea difícil saberlo).
Posicionamiento en el mercado.
Cuentas anuales.
¿Por qué más fácil? La razón es sencilla, y salta a tu pantalla a golpe de clic: internet.
En la misma web de la empresa puedes encontrar información tan valioso como precios,
tarifas, puntos de ventas, servicios y productos. Muchas empresas también permiten
consultar su informe anual donde encontrarás datos de ventas y facturación, así como su
expansión con respecto a años anteriores.
Investiga en otras páginas web, en foros y redes sociales. Y no olvides la prensa (tanto
online como impresa) y las publicaciones especializadas.
Muchos de los aspectos que quieres averiguar - como las estrategias de ventas y
marketing - no los podrás encontrar en abierto, a no ser que algún renegado de la
competencia te los filtre. Las campañas de promoción o publicitarias son manifiestas.
Observándolas en medios de comunciación e internet puedes colegir qué estrategia
siguen tus competidores.
Datos como las cuentas anuales los puedes solicitar en el registro mercantil. Además,
hay empresas como eInforma que te ofrecen informes de empresas, autónomos,
valoración de empresas o informes sectoriales.
Pero también por cuestiones lógicas: al ser exempleado ya no está al tanto de las
estrategias corrientes, por lo que toda información que te pueda ofrecer estará desfasada
o caer en eso que el escritor Nobel Mario Vargas Llosa llamó rumorología.
Ilustrémoslo con un ejemplo muy familiar en España, aunque esté muy trillado: quién
no ha observado en una calle una gran proliferación de bares de tapas que ofrecen
prácticamente lo mismo. La razón, muchas veces, es que el lugar donde están ubicados
es muy turístico o se trata del centro de encuentro de los locales (una plaza mayor).
Alguno objetará que no es cuestión de colocar el local en una calle donde no pasa ni
Cristo. Cierto. Pero en una calle saturada de negocios que ofrecen lo mismo, poner otro
negocio igual puede ser una invitación al fracaso. A no ser, claro, que ofrezcas un
producto o un servicio innovador, diferente, que la competencia no ofrecía.
Datos Generales
Posted on
25 marzo, 2014
by Fran
Son aquellos que ofrecen al mercado al que nos dirigimos un producto o servicio con
las mismas características que el nuestro, sea mejor o peor, seguramente para
intentar satisfacer una misma necesidad o un mismo deseo en nuestro target.
Te recomiendo leer este post anterior: Ejemplo de diferencia entre necesidad y deseo
Cómo diferenciar competidores directos e indirectos
Son todos aquellos que intervienen de forma lateral en el enfoque de mercado que
tenemos planteado con nuestro producto o servicio, buscando satisfacer
aquellas necesidades o deseos del público objetivomediante
algún producto o servicio sustitutivo perfecto. Sin duda, son los más difíciles de
detectar, determinar y analizar, incluso a veces no será posible hacerlo como
quisiéramos.
Fíjate cuan importante es esta aparente “tontería” pues puede determinar que
nuestros objetivos no se alcancen si estratégicamente no hemos tenido en cuenta estos
sucesos. La clave de todo, en resumen, está en qué productos o servicios pueden
provocar que el consumidor destine los euros que iban destinados a nuestra marca a
otra marca que “casualmente” pasaba por ahí y le ha seducido en el momento de la
verdad.