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Alba

Ornamentos: Así se le llama a las vestiduras que


el sacerdote usa para las distintas celebraciones.

Estola
Amito

Cíngulo Casulla

Alba: Es la túnica blanca que lleva el sacerdote o el diácono.


Cíngulo: Es un cordón que se coloca alrededor de la cintura encima del
alba.
Amito: Es un paño cuadrado que se coloca debajo del alba sobre los hom-
bros. Significa el sudario de Cristo.
Estola: Es símbolo de los poderes sagrados que recibe el sacerdote co-
mo pastor que lleva a sus ovejas sobre sus hombros. Se coloca en el cue-
llo dejándola caer por delante.
Casulla: Simboliza la caridad que cubre todos los pecados y por apoyarse sobre
los hombros, el suave yugo del Señor. Este ornamento se coloca sobre la estola. El
color de la casulla o la estola varia según el tiempo litúrgico.

Los colores litúrgicos principales son:


Blanco: Para los días de las fiestas importantes.
Rojo: Significa martirio. (Se emplea para el Domingo de Pasión (domingo de
Ramos), Viernes Santo, Pentecostés, fiestas de la Santa Cruz, apóstoles, evangelis-
tas y mártires.
Verde: Tiempo ordinario
Violeta: Tiempo de Penitencia y Recogimiento (Adviento y Cuaresma y di-
funtos)
Negro: se puede usar en sustitución del morado para funerales.
Rosa: significa un descanso en la penitencia se usa el 3er domingo de Pastoral de Catequesis
Adviento y para el 4to domingo de Cuaresma. Arquidiócesis de Camagüey, Cuba
La Santa Misa es una celebración hermosa, celebración
que participamos y vivimos. Es la oración más
completa de la Iglesia.
Leccionario
El domingo es un día muy especial de la semana, es el “día del Señor”. Incienso
Todos los cristianos en el mundo entero, nos reunimos este día como Sagrario
familia de Dios y nos unimos para celebrar la Santa Misa o la Eucaristía.
Misal
Incensario

Ambón
Pila Bautismal
Mesa del altar

Sagrario: Es como una casita cerrada con llave, en ella se guarda la Sagrada
Comunión. A su lado observaras una luz roja que indica que en ese lugar está
presente realmente nuestro Señor Jesucristo.
Presbiterio: Es el lugar especial del templo donde se encuentra el altar para
En la Misa alabamos a Dios, escuchamos su palabra, participamos en el la celebración de la Misa.
sacrificio de Cristo en la cruz y nos encontramos con Él en la comunión. Mesa del altar: Es la Mesa donde el sacerdote realiza el sacrificio de la
Allí en el pan y en el vino consagrados está realmente presente Nuestro Eucaristía. La Mesa representa a Cristo, por eso es que ante ella hacemos
Señor Jesucristo, Él se ofrece a Dios Padre en sacrificio por nosotros y una reverencia de respeto. La mesa lleva una losa de mármol con una reliquia,
así nos permite unirnos a Él. a esto se le llama “Ara”.
Cada vez que en la Santa Misa se ofrece el sacrificio Eucarístico, se re- Ambón: Es el lugar especial donde se proclama la Palabra de Dios. Es
nueva la pasión, muerte y resurrección de Cristo por nosotros. la mesa donde recibimos el pan de la Palabra.
Leccionario: Es el libro que contiene las lecturas de la Biblia que leen en
la Misa.
Misal: Es el libro que contiene todas las oraciones de la Misa.
Las velas: Las velas encendidas nos recuerdan que las palabras y acciones
de Jesús son como una luz y nos muestran el camino.
Incensario: Es un objeto con cadenas para incorporar brazas de carbón
encendido para que haga arder el incienso.
Siempre debemos tener presente que, al
entrar al templo hacemos la señal de la Incienso: Es una mezcla de perfumes y especias que al encenderlo,
Santa Cruz y el primer lugar que visitamos despide humo con olor agradable. Cuando se usa en la Misa nos recuerda
es el Sagrario, donde está Jesús en el Pan que nuestras oraciones y canciones suben a Dios al igual que el humo sube
consagrado (el Santísimo) . Conversamos al cielo. Incensar es un gesto además para adorar y agradar a Dios.
contándole nuestras cosas, le damos gra-
cias, lo alabamos porque es nuestro Rey. Pila bautismal: Es la fuente donde se recibe el sacramento del Bautismo.
Contiene agua bendita la que podemos tocar con los dedos
y persignarnos, es decir hacer la señal de la cruz
Después de la comunión, con mucho recogimiento, La Santa Misa comienza con un canto de entrada para alabar a Dios y dis-
es decir sin pensar en nada más y en silencio inter- poner nuestro corazón para la celebración.
ior, damos gracias a Dios. Porque nos ha invitado a El sacerdote invoca la Santísima Trinidad diciendo:
este banquete espiritual, damos gracias a Dios por En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
la fe y por toda las maravillas de la creación. Todos hacemos la señal de la Santa Cruz sobre nuestro cuerpo y nosotros
respondemos: Amén.
Que quiere decir: Sí, estoy de acuerdo o así sea
Después de esto el sacerdote nos saluda
con estas sencillas pero profundas palabras:
El Señor esté con ustedes
Y contestamos alegremente:
¡Y con tu espíritu!
Una vez de haber dado gracias, el sacerdote nos invita a unirnos en una
Antes de continuar, para celebrar dignamente,
oración que completa la celebración Eucarística.
es necesario pedir perdón por los pecados,
es decir, las cosas malas que hemos hecho.
Al terminar esa oración nos disponemos a recibir la bendición final. Para esto
inclinamos la cabeza mientras el sacerdote nos imparte la bendición.

El sacerdote dice:
El Señor esté con ustedes:
Respondemos: Y con tu espíritu.
Continúa diciendo el sacerdote: Dios nos ama mucho y quiere que seamos buenos y bondadosos. Pero a
Y la bendición de Dios todopoderoso, veces en la casa, en la escuela, cuando jugamos o en cualquier lugar, no
Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nos portamos bien, hacemos o decimos cosas que a Dios no le agradan.
ustedes y permanezca siempre Por eso en la Misa al comenzar nos arrepentimos y pedimos perdón di-
Respondemos: Amén ciendo o cantando:
Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad.
Y así terminamos de la misma manera que iniciamos la
Santa Misa, con la bendición, invocando la Santísima Trinidad. En esta parte Dios nos da la oportunidad para
pedirle “Perdón”
Después de esta bendición el sacerdote o el diácono nos despide diciendo: Dios se alegra cuando le pedimos perdón y
Pueden ir en paz nos perdona, a través de las palabras del sa-
Todos respondemos: Demos gracias al Señor. cerdote.
Y con el canto final, nos unimos llenos de gozo por haber participado en la Misa. La palabra Señor es un título de respeto.
Cuando llamamos a Jesús Señor, le estamos
llamando Dios.
Una vez que hemos pedido perdón, el sacer-
dote hace una oración que llamamos oración
Ahora que ya sabes, participa cada vez en ella con devoción
colecta, porque recoge las intensiones de cada
y amor a Jesucristo que se hace presente en cada Misa.
uno y todos nos unimos a ella con el amén
final.
Al terminar de desear la paz a todos, honramos a
Después comienza Jesús como el Cordero de Dios que se sacrifica para
una parte importante de la Misa salvarnos y todos decimos:
“La liturgia de la Palabra”.
Nos sentamos para escuchar muy atentos Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
tres breves lecturas de la Biblia. Dos lecturas Ten piedad de nosotros
y un salmo que son leídas por los fieles. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Estas lecturas nos narran momentos impor- Ten piedad de nosotros.
tantes de la Historia de la Salvación. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo
Al terminar cada lectura se dice: Danos la Paz.
Palabra de Dios
Y todos contestamos: ¡Te alabamos Señor! El sacerdote parte la hostia consagrada, la eleva mostrándola a todos y dice:
En el salmo participamos todos repitiendo la Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,
antífona. dichosos los invitados a la cena del Señor.
La cuarta lectura es tomada del Evangelio que se proclama por el sacer- Poniendo la mano en el corazón e inclinando la cabeza respondemos:
dote o el diácono.
Para escuchar el Evangelio todos nos ponemos de pie. Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
La palabra Evangelio significa “Buena Noticia”
El sacerdote y el diácono comulgan y se disponen a
Antes de leer el Evangelio el sacerdote repartir la Comunión como lo hizo Jesús en la última
o el diácono dice: cena, cuando le dio a los discípulos el pan y el vino.
- El Señor esté con ustedes Todos los fieles hacen silencio como signo de respeto
Todos respondemos alegremente a este saludo: y recogimiento para recibir a Jesús en el pan y el vino
- y con tu espíritu. consagrados.
Seguidamente el sacerdote o el diácono dice:
lectura del Santo Evangelio según (San Mateo,
San Marcos, San Lucas o San Juan)
Todos respondemos
¡Gloria a ti Señor! En este momento, todas las personas que han recibi-
En esta lectura se narran las actitudes y acciones y palabras de Jesús. do una formación y han hecho la Primera Comunión,
Al terminar el que la proclama dice: “Palabra del Señor” se acercan al altar para recibir la Santa Comunión.
Contestamos diciendo: ¡Gloria a ti Señor Jesús!
Al comulgar el ministro toma la hostia consagrada en
la mano y se la muestra a la persona que va a comul-
gar diciendo: El Cuerpo de Cristo
Y el comulgante responde: ¡Amén!
La persona que acaba de comulgar en ese instante es como el sagrario,
Al terminar la lectura del Evangelio nos sentamos para atender la explica- porque lleva en sí a Jesús. Hace oración dando gracias, alabando a Jesús.
ción que el sacerdote hará sobre las lecturas. A esto se le llama Su postura es de recogimiento, no piensa en nada más que en lo que acaba
“Homilía”. de recibir.
La Biblia es un libro muy antiguo, sin embargo sigue siendo actual, porque Ha recibido la Comunión, el Cuerpo de Cristo, ¡Ha recibido lo máximo!
es la Palabra viva de Dios. El sacerdote nos explica qué nos dice a noso- Se ha participado del Pan de la Vida, así como lo hicieron los apóstoles en la
tros hoy en día las lecturas que acabamos de escuchar y cómo este men- última cena de Jesús.
saje nos puede ayudar en nuestra vida diaria como cristianos. Este momento después de la Comunión se le llama Acción de Gracias
Una vez presentadas en el altar las ofrendas, el sacerdote prepara todo
para iniciar la plegaría eucarística .
Primeramente abre un paño llamado “Corporal” y encima coloca el
copón con las hostias y el cáliz con vino y agua listos para ser consagra-
dos. En la consagración se dicen las mismas pala-
Comienza la plegaría eucarística con una oración sobre las ofrendas del bras que el Señor Jesús dijo en la última cena.
pan y del vino pidiéndole al Padre que las acepte. Comienza el sacerdote diciendo:
Continuando con la plegaria el sacerdote dice: Porque Él mismo, la noche que iba ser entrega-
- El Señor esté con ustedes do, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo par-
Nosotros respondemos: - “y con tu espíritu” tió y lo dio a sus discípulos diciendo:
Sacerdote: - “Levantemos el corazón” - Tomen y coman todos de él, porque esto es
Nosotros respondemos: mi Cuerpo que será entregado por ustedes
- Lo tenemos levantado hacia el Señor
El sacerdote eleva la hostia consagrada y todos
la adoramos y decimos en nuestro interior:
Señor mío y Dios mío
Continúa diciendo:
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo,
y lo pasó a sus discípulos diciendo:
Tomen y beban, todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes
y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Hagan esto en conmemoración mía.

El sacerdote eleva el cáliz y todos nuevamente


lo adoramos y decimos en nuestro interior:
De esta manera continúa el rito. Señor mío y Dios mío
Luego antes de la consagración se canta el himno del “Santo” con el que En ese momento se hace realmente presente
alabamos el poder y la grandeza de Dios. el Señor Jesús. Luego el sacerdote dice una
de las tres afirmaciones:
Este himno dice así:
1. Aclamen el misterio de nuestra Redención
2. Este es el Sacramento de nuestra fe.
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo. 3. Cristo se entregó por nosotros
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. Respondemos con la aclamación según corresponda.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo. 1. Cada vez que comemos de este Pan y bebemos de este Cáliz,
anunciamos tu muerte Señor, hasta que vuelvas
Al terminar este himno comienza el momento más importante de la Misa,
y con respeto nos ponemos de rodillas porque el Señor Jesús se va a 2. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección,
hacer presente en el pan y el vino. ¡Ven Señor Jesús!
3. Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor”

Luego continúa con lo que se le llama el rito de Comunión.


Jesús oraba mucho, a veces solo y a veces con amigos. Un día uno de los
Después de la homilía, rezamos para suplicar a Dios que nos conceda lo
apóstoles al ver a Jesús orando, le dijo. “Señor enséñanos a orar” Fue enton-
que deseamos.
ces que les enseñó que cuando se dirigieran a Dios rezaran el “Padre Nuestro”
Se hacen las súplicas y al terminar cada una de las peticiones se dice:
Por esta razón en la Santa Misa rezamos así. Roguemos al Señor…
Después del rito de consagración, el sacerdote nos invita a rezar juntos esa
oración que Jesús nos enseñó. Y todos respondemos: Te lo pedimos Señor.

Padre nuestro, que estás en el cielo,


Santificado sea tu nombre.
(Dios es muy especial. Por eso lo
alabamos y glorificamos su santo nombre)
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
(Debemos obedecer a Dios y cumplir sus mandamientos)
Danos hoy, nuestro pan de cada día.
(Le pedimos a Dios que nos de lo que necesitamos)
Perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
(Si pedimos que nos perdone, debemos saber perdonar a los demás)
No nos dejes caer en la tentación,
Y líbranos del mal
(Le pedimos a Dios que nos aparte del peligro
y que nos proteja siempre)
Amén
(Afirmamos con esta palabra que estamos de acuerdo)

Después de las peticiones, continúa


la Santa Misa con el ofertorio.
Presentamos en el altar nuestras ofrendas.
Primero ofrendamos una ayuda monetaria
para las necesidades de
Nosotros somos la familia de Dios, por tanto tenemos la iglesia y ayuda a los
que amarnos como Jesús nos enseñó. necesitados.
Por esta razón después de haber rezado el Damos de lo que tenemos
Padre Nuestro el sacerdote o el diácono nos para colaborar y lo hacemos
invitan a mostrar una señal de paz y amistad a con desprendimiento y amor.
los hermanos que nos rodean.
Después llevamos al altar las ofrendas:
Con una sonrisa damos un abrazo o saludo deseando el pan y el vino.
la paz y diciendo al que está a nuestro lado: Este momento se llama: Ofertorio.
Que la Paz esté contigo Ofrendas que son fruto del trabajo del hombre y las
Y la persona a quien le damos la paz nos responde: presentamos al Señor en nombre de todos.
Y con tu espíritu. Ofrendas de pan y vino que serán transformadas en
el cuerpo y sangre del Señor Jesús.

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