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Lenguaje del hogar, capital cultural y es- Explora las variables que componen este efecto e identi-

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fica las brechas de desarrollo cognitivo, del lenguaje y
cuela
socioemocionales que se producen tempranamente en
José Joaquín Brunner la vida de los individuos, antes de ingresar al sistema
educacional. Luego indaga más específicamente respec-
Pero ya que he comenzado, escucha lo demás: «Voso- to de las posibles influencias del medioambiente, en
tros, que sois todos partes del Estado, vosotros —les particular el estatus socio-económico y cultural de los
diré continuando la ficción— sois hermanos; pero el padres, sobre el desarrollo del lenguaje y la inteligencia
dios que os ha formado ha hecho entrar el oro en la de las y los infantes, y comenta la evidencia sobre bre-
composición de aquellos que están destinados a gober- chas de rezago en niños de sectores socialmente vulne-
nar a los demás, y así son los más preciosos. Mezcló rables.
plata en la formación de los auxiliares, y hierro y bronce
en la de los labradores y demás artesanos. Como poséis Considerando los antecedentes presentados hasta aquí,
todos un origen común, aunque tendréis, por lo ordina- se examina a continuación, brevemente, la contribución
rio, hijos que se os parezcan, podrá suceder, sin embar- de Basil Bernstein a la comprensión del vínculo que
go, que una persona de la raza de oro tenga un hijo de existe entre clase social de origen, socialización lingüís-
la raza de plata, que otra de la raza de plata dé a luz un tica y trayectoria escolar y se vuelve a enfocar el estudio
hijo de raza de oro, y que lo mismo suceda con las de- del efecto cuna desde la perspectiva de la interacción
más razas. Ahora bien, este dios previene, principal- entre códigos de lenguaje y escolares.
mente, a los magistrados, que, de todas las cosas de las
En esta perspectiva surge la pregunta de cómo la inves-
que deben ser buenos guardianes, se fijen sobre todo
tigación especializada plantea la cuestión más general
en el metal de que se compone el alma de cada niño. Y
del papel de la educación en la sociedad: si acaso pura-
si sus propios hijos tienen alguna mezcla de hierro o de
mente conservador y reproductivo de las estructuras de
bronce, no quiere que se les dispense ninguna gracia,
desigualdad o bien, por el contrario, potencialmente
sino que les relegue al estado que les conviene, sea al
transformador de estas estructuras en un sentido de
de artesano, sea al de labrador. Quiere igualmente que,
igualdad de oportunidades ya no solo de acceso sino
si estos últimos tienen hijos en quienes se muestren el
también de resultados del aprendizaje. Se exploran las
oro o la plata, se los eduque a los de plata en la condi-
dos respuestas polarmente contrapuestas que se entre-
ción de auxiliares, y a los de oro, en la dignidad de guar-
gan frente a esta cuestión; la delestucturalismo repro-
dianes, porque hay un oráculo que dice que perecerá la
ductivista por un lado y, por el otro, la de escuelas efec-
república cuando sea gobernada por el hierro o por el
tivas con el potencial de compensar y superar las bre-
bronce».
chas socio-familiares de capital cultural. Luego de una
Platón, La República, Libro Tercero, XXI1 rápida evaluación crítica de ambas posiciones, se exa-
mina la posibilidad de una via intermedia que, junto con
Introducción aceptar las restricciones estructurales de origen socio-
familiar bajo las cuales operan las escuelas, se abre a la
El presente trabajo gira en torno al vínculo entre sociali-
posibilidad de que, en caso de reunir las exigentes con-
zación lingüística en el hogar, capital cultural heredado
diciones para ser altamente efectivas y de contar con un
y rendimiento escolar o logros de aprendizaje. Se orga-
entorno de circunstancias claramente favorables, ellas
niza en torno a una sucesión de preguntas. Parte inte-
puedan remediar y corregir parcialmente las desigual-
rrogándose sobre cuáles son los factores determinantes
dades de la cuna y producir efectos de movilidad edu-
del aprendizaje y cuál su peso (estadístico) relativo en la
cacional entre generaciones con resultados individuales
generación de resultados. Se pregunta enseguida por
de movilidad social.
qué el efecto cuna tiene consecuencias tan decisivas
para el rendimiento escolar de niños y jóvenes e, inclu-
so más allá, a lo largo de la vida adulta de las personas.
Se muestra que durante las dos últimas décadas se han cho que la mayor influencia sobre los resultados escola-
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producido significativos fenómenos de esta naturaleza res de los alumnos medidos por pruebas estandarizadas
en Chile y se mencionan algunas condiciones de en- corresponde a las condiciones del hogar (es decir, los
torno o contexto que permiten activar el potencial antecedentes familiares; el efecto cuna). Vale la pena
compensatorio (hasta cierto punto) o nivelador de la recordar los términos con las cuales el pro-
educación escolar. Por último, y de la mano de J. J. pio Informe presenta este hallazgo. Entre sus conclusio-
Rousseau, se concluye que a pesar de la valiosa contri- nes destaca:
bución que la educación eventualmente pueda hacer,
sin embargo no puede esperarse —en el actual estadio 1. «la gran importancia» del trasfondo fami-
de la civilización— que ella pueda modificar en profun- liar (family background) para el logro escolar;
didad el origen y los fundamentos de la desigualdad 2. el hecho de que la intensidad de este vínculo
entre los hombres. (entre familia y logro) no disminuye a lo largo
Determinantes del aprendizaje de los años de escolarización; y

Sabemos, con el grado de seguridad que proporcionan 3. el porcentaje relativamente menor de variación
la evidencia empírica y sus expresiones estadísticas, que de resultados entre escuelas no explicado por
las variaciones en los resultados del aprendizaje —los diferencias de trasfondo familiar, lo cual indica-
variables logros o rendimientos de las y los estudian- ría el escaso efecto independiente —sobre el
tes— se hallan determinados, en primerísimo lugar, por logro de los estudiantes— de la escuela, el cu-
la familia (el efecto cuna). Y sólo secundaria o subordi- rrículo y el profesor y de su mejoramiento.3
nadamente por la escuela (esto es, los proceso formales Pues bien, si el efecto cuna da cuenta de una proporción
de enseñanza/ aprendizaje) y su entorno institucional significativa —digamos, un 50% o más de la diferencia
(es decir, las condiciones políticas, normativas, financie- total explicada del rendimiento de los alumnos, según
ras y de procedimientos administrativos y prácticas establecen los estudios pertinentes— ¿qué contribución
regulatorias en que aquellas se desenvuelven). hace el denominado efecto escuela?4 Coleman en su
En cualquier caso, de la interacción entre estos factores estudio reportó que entre 5% y 9% de la varianza total
—familia, escuela e institucionalidad escolar— depen- del logro individual de aprendizaje de los alumnos se
de, en medida decisiva, si los jóvenes de ambos sexos debía a variables de escuela únicamente.5 Magnitudes
completan la educación obligatorio y, más allá, sus po- de este mismo orden, en torno a un 10%, han sido con-
sibilidades de progreso a lo largo de la vida. En efecto, firmadas por múltiples estudios a lo largo de las siguien-
según señala en un estudio reciente el Premio Nobel de tes décadas.6
Economía, James Heckman, profesor de la Universidad El tercer factor que incide sobre el logro de los estu-
de Chicago, «es importante reconocer que alrededor diantes, dijimos, reside en el entorno institucio-
del 50% de la varianza en la desigualdad de los ingresos nal dentro del cual se desenvuelven los colegios. Si bien
a lo largo de la vida se halla ya determinado alrededor el impacto de este factor es difícil de medir separada-
de los 18 años»2; es decir, al momento en el cual se mente a nivel de cada uno de los sistemas nacionales de
supone las personas concluyen sus estudios secunda- educación —debido a la relativa homogeneidad de los
rios. contextos institucionales dentro del cual operan las
¿Cuál es, entonces, el peso relativo que posee cada uno escuelas de un país, con excepción de unos pocos como
de estos factores a la hora de explicar las diferencias en Chile donde hay contextos relativamente diferentes
para escuelas municipales, privadas subvencionadas y
los logros de aprendizaje de niñas y jóvenes?
privadas pagadas— un estudio del año 20007, basado en
Desde la publicación del famoso Informe Coleman el los resultados de la prueba internacional PISA, pone en
año 1966, existe un amplio consenso respecto del he- evidencia que las variables institucionales (medidas en
esta prueba) pueden llegar a explicar alrededor de un padres sobre asuntos sociales y tópicos culturales; cali-
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25% de la varianza en el logro de los estudiantes de dad de las interacciones con pares y capital social de la
diferentes países en los exámenes de comprensión lec- familia; posibilidad de recurrir a, y costear, un jardín
tora, matemática y ciencia.8 infantil o centro de atención temprana de calidad; elec-
ción de la escuela y preocupación, acompañamiento y
Efecto cuna asistencia de los padres con relación a las actividades
¿Por qué resulta tan decisivo para el rendimiento esco- escolares de los niños. Incluso a nivel internacional se
lar de niños y jóvenes el efecto cuna? cuenta hoy con definiciones relativamente estandariza-
das de estas variables y con indicadores que permiten
La explicación de los economistas suele ser: porque los su medición.10
padres de estrato socio-económico alto y medio (por
ende, con mayores niveles de escolarización, ocupacio- Queremos plantear la tesis (nada original, por lo demás)
nes bien remuneradas y por tanto un ingreso compara- que entre estas variables, la más determinante desde el
tivamente alto, familias relativamente estables y hoga- punto de vista que aquí interesa es la específica modali-
res con disponibilidad de recursos culturales y didácti- dad de adquisición y desarrollo del lenguaje que viene
cos) tienden a desarrollar creencias, expectativas y condicionada por las características del hogar, y, en
comportamientos que —unidos a las mejores posibili- general, por las brechas cognitivas y socioemocionales
dades de invertir en la educación de sus hijos— los lle- que se crean a temprana edad. Como dice Heckman
van a preocuparse, desde el primer día y a lo largo de su (2008:38) en su idioma estrictamente económico: «el
vida, de una manera más adecuada (y exitosa) por el capital humano adulto (y el consecuente éxito en la
capital humano de aquellos. Sin duda, allí reside una vida) se define durante los primeros años de un indivi-
parte de la explicación. Pero el efecto cuna es más en- duo».
volvente aún y su impacto más sutil y variado. Partamos por lo más básico; cual es, el desarrollo de
En realidad, para entender cuán decisivo es es- nuestra arquitectura cerebral humana. Superada por
te efecto, se precisa primero que todo definir y evaluar obsoleta la tradicional —aunque todavía ampliamente
las distintas variables que lo componen. Una rápida utilizada— distinción entre naturaleza y crian-
revisión de la literatura muestra que deben considerar- za (nature/nurture), la evidencia11 apunta al hecho de
se, a lo menos9: el estatus socio-económico y nivel edu- una continua interacción entre la base genética y el
cacional de los padres; la estructura familiar (monopa- medio ambiente en que las personas nacen (es decir,
rental o no, nuclear, extendida), edades de los adultos nuestro efecto cuna). Son «las experiencias tempranas
presentes en el hogar, presencia de hermanos y locali- las que determinan si acaso la arquitectura cerebral en
zación (urbana, rural, características del vecindario, desarrollo de un niño provee una fundación fuerte o
etc.); condiciones de salud del hogar y, especialmente, débil para todo el futuro aprendizaje, comportamiento
de la madre (en particular durante el período de gesta- y salud. El cerebro se compone de miles de millones de
ción); circunstancias materiales del hogar, infraestructu- circuitos neuronales altamente integrados [...] que es-
ra, calidad de la vivienda, nivel de hacinamiento y la tán “cableados” (wired) bajo las influencias interactivas
existencia (o no) de facilidades para el estudio (como un de la genética, el medio ambiente y la experiencia. Los
escritorio independiente donde el niño pueda realizar genes determinan qué circuitos se forman pero la expe-
las tareas); existencia de equipamiento y materiales riencia del niño moldea esa formación. Los niños se
didácticos, libros, mapas, imágenes, computadora, co- desarrollan en un medio ambiente de relaciones que
nexión a Internet; clima socio-afectivo del hogar y fre- comienzan dentro de su familia, se extienden hacia su
cuencia e intensidad de interacciones positivas a que se comunidad y es afectada, más ampliamente, por recur-
encuentra expuesto el infante durante su desarrollo; sos sociales y económicos».12
prácticas de socialización temprana y régimen de con-
versación del hogar, incluyendo comunicación con los
Quiere decir que el período entre el nacimiento y los mayor envergadura realizado a fines de los años 90
4
tres años es un tiempo particularmente intenso de rápi- reporta que «entre el 36% y el 49% de los casos [inclui-
do crecimiento cognitivo, lingüístico, social, emocional y dos en el universo muestral] presenta un desarrollo
motor. Por ejemplo, se inicia un explosivo crecimiento cognitivo deficitario (1 o más desviación estándar (DS)
del vocabulario alrededor de los 15-18 meses que con- bajo el promedio esperado para la edad). [...] Esta situa-
tinua hasta los años del preescolar. A los tres años, se- ción es aún peor en la población rural: entre los niños
ñala un texto, a condición de que el niño se desarrollo rurales de 4 años que no participan en un programa
en un medio ambiente donde se utiliza el lenguaje, él [parvulario], casi un 60% presenta un desarrollo cogniti-
mismo podrá ser ya un usuario competente.13 De modo vo deficitario, versus un 45% aproximadamente de sus
que, por primera vez, las conjeturas y demostraciones pares urbanos de la misma edad».18 A su turno, sobre la
de la sociología de la educación y aquellas provenientes base de una evaluación fonoaudiológica, otro estudio
de la experiencia directa de los padres (las madres en más reciente constata que un 41.5% del total de las
especial), el personal que atiende jardines infantiles y niñas y 52% del total de los niños de origen socio-
los profesores de colegios respecto de esta estrecha económico bajo participantes (de entre 3 y 5 años),
relación entre características socio-económicas y cultu- presentan algún grado de dificultad de lenguaje.19 Por
rales del hogar y desempeño de los niños, reciben una último, un estudio de seguimiento de alumnos de es-
suerte de confirmación y certificación de parte de las cuelas municipales durante los tres primeros años de la
ciencias duras. educación primaria, constata que «los niños del subgru-
po que no lograron identificar el primer fonema de las
Adquisición y desarrollo del lenguaje palabras, segmentar pseudopalabras, encontrar analo-
Pero, ¿qué significa esto? ¿Acaso el media ambiente, es gías verbales, reconocer nombres escritos o identificar
decir, las características de la familia y el hogar y, en el nombre de las letras, cuando entraron al primer año,
particular, el estatus socio-económico de los padres fueron los lectores más deficientes durante todo el pe-
(usado aquí como una representación sintética de todas ríodo».20 Es decir, hasta tercer año escolar el rendimien-
las variables del hogar mencionadas hace un momento) to lector aparece parcialmente predeterminado por los
pueden influir sobre algo tan básico como el desarrollo procesos de socialización familiar. Y esas diferencias se
del instinto del lenguaje, como lo llama Steven Pinker14? mantienen y tienden a ensancharse después, pues se-
gún previene gráficamente J. J. Rousseau: «no sólo la
Por cierto que es así.15 Niños pertenecientes a familias educación pone diferencias entre los espíritus cultiva-
de menores ingresos y con menor escolaridad de los dos y los que no lo están, sino que aumenta la que se
padres comienzan a mostrar puntajes más bajos encuentra entre los primeros en proporción a la cultura;
en test de crecimiento de vocabulario alrededor de los porque si un gigante y un enano caminan por la misma
18 meses. A los tres años, en EE.UU. los niños que se ruta, cada paso que uno y otro den dará nueva ventaja
han criado en hogares de alto estatus socio-económico al gigante».21
poseen el doble o más del vocabulario expresivo com-
parado con niños criados en hogares de bajo estatus Por último, como una síntesis dramática de la influencia
socio-económico.16 En general, se observa que una de los primeros años sobre el desarrollo de los niños,
«mayor estimulación cognitiva y menor adversidad so- particularmente en relación a la creación de brechas
cio-económica» se hallan asociadas con mejores resul- tempranas —cognitivas, de lenguaje y socioemociona-
tados en una variedad de medidas cognitivas de amplio les— puede hablarse aquí del efecto ru-
espectro como CI y logro escolar».17 mano,recordando los calamitosos resultados de la in-
vestigación The English and Romanian Adoptee Study:
En Chile, diversos estudios realizados entre niños en Effects of early deprivation on longterm adjustment22,
edad preescolar de nivel socio-económico bajo mues- resumido así por Heckman:
tran significativos rezagos cognitivos y la prevalencia de
dificultades de lenguaje. Por ejemplo, el estudio de
«Estudios de infantes rumanos muestran la importancia riormente, para la comunicación y las prácticas pedagó-
5
de los primeros años. Un experimento natural perverso gicas, es decir, para la operación del efecto escuela.
descrito en detalle en Cunha, Heckman, Lochner et al.
(2006), puso a un grupo de niños rumanos, al nacer, en Sin entrar aquí en los intrincados laberintos de la teoría
orfanatos estatales. Las condiciones de éstos eran atro- bernsteiniana de los códigos lingüísticos y su relación
ces. Los niños recibían un mínimo de estimulación social con los códigos escolares, puede decirse que, en su ba-
e intelectual y luego fueron adoptados a distintas eda- se, está la idea de que la posición de clase de la familia
des. Los niños criados en estas instituciones demostra- determina el código lingüístico que adquiere el niño
ron rezagos cognitivos, serios problemas de comporta- (restringido o elaborado, según se trate de familias de
miento social y una sensibilidad anormal al estrés. Niños clase trabajadora o de clase media, respectivamente; es
que son adoptados desde estas instituciones frecuen- decir, particularista y dependiente del contexto uno y,
temente presentan problemas cognitivos, socioemocio- el otro, universalista y libre del contexto). Y, enseguida,
nales y de salud. [...] Mientras más tarde eran adopta- la idea de que también la escuela posee unos códigos o
dos los niños rumanos, más débil en promedio su recu- principios regulativos de los sistemas de comunicación
peración, aún cuando hay importantes variaciones en- que la conforman; estos es, su organización curricular
tre niños relacionadas con la calidad de los orfanatos y (de contenidos), sus prácticas pedagógicas (modalida-
des de transmisión) y sus procedimientos evaluación.
del medio ambiente de los hogares de adopción».23
Ahora bien: la tesis de Bernstein, si la entiendo bien, es
Códigos lingüísticos y escolares
que contemporáneamente la escuela evoluciona —de
Más allá de un conjunto de observaciones descriptivas acuerdo con las exigencias de una economía predomi-
sobre la estrecha vinculación entre elefecto cuna y el nantemente de servicios y una sociedad de la informa-
temprano desarrollo de brechas cognitivas, socioemo- ción— en el sentido de demandar de sus estudiantes
cionales y del lenguaje que más adelante se expresan aptitudes y actitudes (competencias) propias del código
como brechas de resultados entre alumnos de diferen- elaborado, causando con ello un doble efecto.
tes grupos socioeconómicos, las investigaciones de Basil
Bernstein ofrecen seguramente la interpretación más Por un lado, los hijos de clase media (y alta), quienes
como consecuencia del efecto cuna han desarrollado las
sugerente de estos fenómenos.
habilidades y comportamientos lingüísticos propios de
Realizadas a lo largo de 40 años, ellas muestran inicial- un código elaborado, se hallan puestos, por lo mismo,
mente —en su núcleo— que «las relaciones de clase en situación de ventaja para alcanzar (y de hecho obtie-
generan, distribuyen, reproducen y legitiman formas nen en promedio) mejores logros de aprendizaje cogni-
características de comunicación, que transmiten códi- tivo, sea como fuere que se les mide: mediante el
gos dominantes y dominados, y que esos códigos posi- Simce, el Timss, el PISA o la PSU.
cionan de manera diferenciada a los sujetos en el pro-
Por otro lado, los alumnos de clase trabajadora, secto-
ceso de adquisición de los mismos».24 O bien, como él
mismo describe en otra parte25, tomando distancia de res populares y estratos pobres se ven puestos a con-
las teorías genéticas de la inteligencia26: es probable tracorriente de las exigencias cognitivas y de lenguaje (y
que «los genes de clase social [...] sean trasladados me- a veces incluso «de habla») de la cultura escolar y ob-
nos a través de un código genético sino, más bien, a tienen en promedio, sistemáticamente, peores resulta-
través de un código de comunicación que la clase social dos que sus pares mesocráticos o de clase alta. Dice
Bernstein: «el relativo rezago de muchos niños de clase
ella misma promueve».
obrera [...] bien puede que sea un rezago culturalmente
En una segunda fase, Bernstein se interroga sobre el inducido y transmitido por el proceso lingüístico».27
significado que podrían tener aquellas diferencias de
clase para la socialización lingüística de los niños y, ulte- Para simplificar hasta un punto que a Bernstein proba-
blemente le parecería intolerable, podría plantearse
que su interpretación plantea algo así como Durante las últimas décadas, estas conclusiones de an-
6
una afinidad electiva28 entre la cultura y el código lin- cho consenso han dado lugar, sin embargo, a un intenso
güístico elaborado característicos de familias de clase debate más general —político, teórico y técnico a la
media y la comunicación y prácticas pedagógicas de la vez— relativo al papel de la educación en la sociedad: si
organización escolar: sus requerimientos acaso puramente conservador y reproductivo de las
de clasificación de contenidos curriculares, estructuras de desigualdad o bien, por el contrario,
de enmarcamiento del proceso de transmisión y potencialmente transformador de estas estructuras en
de evaluación del éxito de la adquisición de contenidos. un sentido de igualdad de oportunidades ya no solo de
En breve, según comenta un entendido en las cosas de acceso sino también de resultados del aprendizaje.31
Bernstein: «La escuela es una institución de los estratos
medios, o dicho más precisamente, la escuela es una Por cierto, frente a tan vasto y apasionante debate, me
institución que funciona con las mismas reglas, o dicho veo obligado a simplificar y abreviar al máximo los ar-
todavía con mayor precisión, con reglas construidas gumentos, forzado por el tiempo y la paciencia de los
equivalentemente, a las empleadas por la socialización lectores. ¡Así sea!
familiar de las capas medias de la sociedad».29 Por un lado aparecen quienes sostienen que el sistema
De esta forma, las brechas abiertas a temprana edad se educacional en su conjunto no hace más que reforzar
prolongan y suelen ensancharse durante la educación el efecto cuna, sobreponiéndole o, mejor dicho como se
primaria. Según observa Heckman desde el punto de decía cuando Althusser estaba aún en boga, sobrede-
terminándolo con el efecto Mateo; aquel según el cual
vista de una teoría y trayectoria de investigación muy
distintas a la de Bernstein: «las brechas de logro a los 12 quienes ya tienen (por ser herederos del capital cultu-
años se hallan presentes en su mayoría a la edad de 6, ral, social y económico de origen familiar) recibirán más
cuando los niños entran al colegio. Después del segundo (en la escuela), mientras quienes poco tienen en térmi-
grado, la educación escolar juega solo un rol menor en nos de herencia socio-familiar, incluso esto les será
mitigar las brechas de puntaje en pruebas estandariza- expropiado o será desvalorizado (por la escuela).32
das».30 Efectivamente, los diversos lenguajes cultura- La educación, entonces, nada más que prolongaría y
les de familias y escuelas operan desde el primer día reproduciría linealmente las bases de distribución de los
generando brechas que separan invisiblemente a los capitales relevantes. A ratos podría uno pensar que los
niños de acuerdo a líneas divisorias de clase social y, trabajos de Bernstein, y también los de P. Bourdieu,
luego, los ponen ante la escuela en condiciones de ven- apuntan en dicha dirección. Los códigos lingüísticos y
taja o desventaja, condicionando fuertemente sus tra- escolares bernsteinianos y el habitus de Bourdieu servi-
yectorias escolares y logros de aprendizaje. rían, en esta visión, como dispositivos a través de los
Puede concluirse pues constatando que a fines del siglo cuales la macroestructura del capitalismo —esto es, la
XX emerge un consenso bastante transversal en torno a organización y división del trabajo a través de las cuales
la idea de que existen diferencias estructurales (de cla- se expresa el modo de producción capitalista— se trans-
se, estatus o estrato; es decir, de riqueza, prestigio y forma en principio constitutivo de las clases sociales y
poder), que —por efecto cuna— se manifiestan en mo- luego en principio de estructuración interna de los
dalidades divergentes de socialización temprana y desa- agentes a nivel microsocial.33 Estos últimos no serían
rrollo socialmente condicionado del lenguaje, diferen- entonces más que productos de una suerte
cias que continúan luego y se reproducen en la escuela, de gramática cultural profunda que los llevaría a pen-
proyectándose desde allí hacia la vida adulta de las per- sar, hablar y a actuar según las reglas heredadas en el
sonas y hacia sus posiciones en el orden de la estratifi- medioambiente familiar. El sujeto como expresión últi-
cación y del desempeños en la sociedad. ma de un efecto ideológico, según lo llama Stuart Hall.34

Debo aclarar que si bien —a ratos al menos— ambos


Dos perspectivas contrapuestas
autores se prestan efectivamente a esta interpretación
exasperante, yo por mi lado no comparto tal lectura cación llegaría a tener un papel revolucionario y eman-
7
para ninguno de los dos; ambos por lo demás bien dis- cipador; en el límite, a borrar cualquiera huella
tintos entre sí en sus posiciones teóricas, al punto que del efecto cuna y la herencia socio-familiar.
sobre algunos de los asuntos que tratamos aquí discre-
Son bien conocidas las condiciones bajo las cuales se
paron públicamente en sus escritos.35
predica la posibilidad de que la escuela pudiera inte-
Pero que ha existido y existe un discurso estructuralis- rrumpir el ciclo de reproducción socio-escolar y produ-
ta rudo de la reproducción, estilo Bowles y Gintis en los cir este efecto últimos serán primeros, al combinar si-
años 70 y Mc Laren y otros en la actualidad,36 de ello no multáneamente máxima excelencia y equidad de resul-
cabe duda. Allí todo parece ocurrir como si los factores tados del aprendizaje para todos.
socioeconómicos y familiares externos a la escuela se
impusieran directamente a ella y se transmitieran ense- Supone que a nivel de la organización, la escuela cuenta
guida a niñas y jóvenes sin mayor mediación y con un con liderazgo profesional, comparte una visión común y
invariable efecto Mateo. La principal consecuencia de metas, se focaliza en las actividades de enseñanza y
esta equivocada aproximación no es otra que una com- aprendizaje, cultiva un clima conducente al aprendizaje,
los agentes escolares tienen altas expectativas, hay
pleta esterilidad en el plano de las políticas educaciona-
les.37 Por ejemplo, Bowles escribió en alguna ocasión reforzamiento positivo y constante retroalimentación,
que las reformas educacionales que buscan impulsar se monitorea ceñidamente el progreso de los alumnos,
una (imposible) mayor equidad pueden tener la virtud, éstos tienen claros sus derechos y responsabilidades,
hay una cooperación entre la escuela y las familias y, en
en su fracaso, de ayudar a desnudar la naturaleza de-
sigual del sistema escolar y destruir así la ilusión de una su totalidad, la propia escuela funciona como una orga-
movilidad sin obstáculos a través de la educación.38 En nización que aprende. A nivel de las y los docentes,
la práctica, la única forma de producir una auténtica amén de contar con una buena formación y ser selec-
reforma educacional sería alterar radicalmente la divi- cionados para sus estudios universitarios de entre el
sión del trabajo, la jerarquía en las relaciones laborales quintil de los más talentosos egresados de la enseñanza
secundaria, los profesores manejan eficazmente un
capitalistas y las diferencias de cultura de clase asocia-
das a aquellas. amplio espectro de estrategias instruccionales, gestio-
nan de manera óptima la sala de clases (sus tiempos,
Entre tanto, en la vereda del frente de aquella ocupada ritmos, disciplina, tono emocional, etc.) y sus clases se
por los reproductivistas, aparecen quienes sostienen hallan bien diseñadas, planificadas, estructuradas y
que el sistema educacional en su conjunto tiene el po- ejecutadas de acuerdo a los objetivos curriculares y a
tencial —dadas ciertas condiciones de efectividad— de las características de los estudiantes. En cuanto a éstos
compensar las desigualdades de origen socio-familiar últimos, la escuela efectiva cuenta con alumnos moti-
(es decir, el efecto cuna) y ya bien revertirlo completa- vados, cuya familia mantiene para cada uno expectati-
mente o, al menos, mitigarlo individual y socialmente. vas de alto rendimiento y le ofrece un constante apoyo:
comunicación en torno a las actividades en el colegio,
El primero de estos subgrupos —digamos así: el de los apoyo en las tareas escolares y monitoreo y preocupa-
optimistas máximos— supone queescuelas efectivas, es ción por su progreso académico.40
decir aquellas capaces de asegurar a todos sus alumnos
unos mismos estándares altos de aprendizaje, indepen- A un lector asiduo de Bernstein (o Bourdieu), incluso de
dientemente de su cuna, por definición compensan las Heckman y la reciente literatura sobre brechas tempra-
desventajas de origen socio-familiar, desencadenando nas, esta vertiente maximalista del movimiento
con ello un emergente efecto muchos de los últimos de escuelas efectivas no puede sino parecerle ingenua.
serán primeros39 y, más sorprendente aún, la conse- ¿Por qué? Porque así como un reproductivismo rudo y
cuencia secundaria de dicho efecto, tal que «muchos rígido hace desaparecer la escuela prácticamente tras el
primeros serán últimos». En estas circunstancias la edu- efecto arrollador de la familia y el contexto social así
también, al paso del maximalismo revolucionario de las aquella que desestima la posibilidad de revertir (es de-
8
escuelas efectivas, desparecen la cuna, el hogar, el ve- cir, suprimir e invertir) el efecto cuna, convirtiendo así
cindario, la comunidad y las estructuras económico- —mediante una educación de excelencia— a últimos en
sociales y, junto con ellas, las brechas tempranas y los primeros. Postula, en cambio, que la escuela sí puede
dispositivos que de una u otra forma las transmiten a lo contrarrestar o mitigar individual y socialmente el efec-
largo de la trayectoria escolar y luego las mantienen to del origen socio-familiar (desaventajado) y las bre-
durante la vida adulta. chas tempranas que él acarrea, contraponiéndole
el efecto candelabro —que así le llamaremos para man-
En efecto, hay algo candoroso y poco realista en esta tener la continuidad de estas metáforas, efecto propio
visión; un optimismo que embriaga no sólo el corazón de los certificados educacionales, los cuales, parafra-
sino también la cabeza, haciéndole perder de vista las seando el dicho evangélico, no se encienden para guar-
restricciones bajo las cuales operan los sistemas escola- darlos debajo del celemín, sino que como una lámpara
res y se desenvuelven las escuelas. De alguna forma, se ponen sobre el candelabro, para que alumbre a to-
este enfoque pareciera combinar elementos de la ideo- dos los que están en la casa.44 La educación, en breve,
logía burguesa de la «carrera abierta a los talen- tiene el potencial de incidir sobre la estratificación de la
tos»41 con la aspiración moral de dar a cada cual la sociedad y de dar movilidad a las personas; de dotarlas
oportunidad de desarrollar sus propios talentos, dentro de un específico capital humano cuyo retorno beneficia
de una perspectiva que olvida o suprime las relaciones
a las personas y la sociedad.
sociales y de poder. Refleja una concepción voluntarista
(o mejor, quizá, una ilusión) propia del siglo XIX; la Esto quiere decir, como alguna vez dijo una de las cabe-
creencia de que la educación y los saberes (científicos) zas de la investigación británica sobre escuelas efecti-
conducen por sí solos al pleno desarrollo del ser hu- vas, Peter Mortimore, al ser interrogado sobre si acaso
mano y pueden transformar radicalmente la sociedad, el colegio puede compensar —es decir, neutralizar o
eliminando sus restricciones materiales, desigualdades corregir— las deficiencias de la sociedad (el efecto cu-
sociales y alienaciones espirituales. na):«... yes —to a certain extent».45 Es decir: sí, hasta
cierto punto...
Bien sabemos que tal creencia carece de fundamento y
que no hay forma de escapar por completo, nunca, a los Respuesta cautelosa, sin duda, que su emisor enseguida
determinismos sociales; que, en cierta medida, en el amplía con la siguiente declaración: «la escuela ofrece
origen está el destino y que el efecto cuna es un princi- una oportunidad para que el individuo desarrolle los
pio determinante no solo del desempeño escolar sino talentos que él o ella posee».
de cualquier otro resultado de una actividad so-
cial.42 Por eso mismo, alumnos provenientes de un tras- Este enunciado, de apariencia simple, encubre sin em-
fondo familiar desaventajado, por bien que rindan en bargo dos supuestos de peso. El primero es que la es-
pruebas estandarizadas, primero en la escuela y luego al cuela, por efectiva que sea en sus resultados agregados,
momento de acceder a la educación superior y en el solo ofrece a los alum-
curso de ésta, igual progresan menos durante su vida nos individualmente considerados oportunidades cuyo
adulta, en promedio, que aquellos que heredan en el aprovechamiento dependerá de las características de
hogar los capitales claves y la distinción que les permite cada uno. Lo cual lleva de inmediato al segundo supues-
to (incómodo de acomodar con el consenso socialde-
navegar mejor y llegar más lejos.43
mocrático que hoy impera en las democracias de Occi-
La vía intermedia: educación y movilidad social dente): el supuesto del aprovechamiento proporciona-
do a los talentos individuales de las oportunidades dis-
Más moderada, menos quimérica si se quiere, aun si ponibles en la escuela.
mantiene el optimismo del corazón pero combinado
con el escepticismo de la inteligencia, se desenvuelve la Como hemos visto a lo largo de esta exposición, los
otra variante del pensamiento sobre escuelas efectivas; talentos —si bien tienen una base genética común— se
desarrollan sin embargo en la interacción entre esa cuna —incluso en el sentido más realista de contrarres-
9
base genética y el medio ambiente (el grupo, estrato o tar y aliviar— aquellos colegios auténticamente clasifi-
clase social) en que se cría un niño. De allí, y no de otra cables comoefectivos en una sociedad dada. En la ma-
parte, nacen las principales diferencias entre talentos; yoría de nuestros países (en desarrollo), sin embargo,
del entorno socio-familiar y de las tempranas brechas sólo una minoría de establecimientos escolares se apro-
cognitivas, socioemocionales y de códigos lingüísticos xima al modelo de una escuela efectiva. Enseguida,
que emergen en su seno. La escuela importa, entonces; aquellos que parecen alcanzar este desiderátum (y por
pero solo hasta cierto punto puede ella materializar el eso ocupan los primeras 100 o 500 lugares en las fatídi-
sueño de una educación compensatoria de la cuna. cas tablas de posición que publica la prensa bajo el títu-
lo «los mejores colegios») son en verdad, habitualmen-
De allí que reflexionando a comienzos del siglo XXI so- te, colegios de estudiantes socio-familiarmente aventa-
bre los resultados acumulados a lo largo de más de tres jados y/o escuelas de alta selectividad académica que
décadas de investigación sobre escuelas efectivas, Mor- captan a los alumnos más talentosos de grupos socio-
timore46 concluye con realismo: «debe reconocerse que económicamente ascendentes o sectores medios con-
los colegios no pueden, por sí mismos, superar el bien solidados. Tercero, las mediciones de resultados utiliza-
establecido vínculo entre el origen social del estudiante das para identificar escuelas efectivas habitualmente se
y su subsecuente rendimiento o logro».47 Bernstein refieren al rendimiento bruto de los estudiantes, esto
había escrito algo semejante —solo que de manera más es, a sus logros sin controlar por su origen socio-
contundente— en un artículo publicado en 1970 que económico, lo cual impide conocer el valor agrega-
luego expandió como capítulo de uno de sus libros, bajo do por cada establecimiento. Cuarto, esas mediciones,
el título: «Education cannot compensate for so- siendo esenciales, son incompletas sin embargo, pues
ciety!»;48 la educación no puede compensar a la socie- se refieren nada más que a uno de los varios tipos de
dad, es decir, sus déficit, desiguales distribuciones de inteligencia que poseen los estudiantes. Quinto, la lite-
capitales claves, estructuras de clase y estratificación,
ratura muestra que no hay escuelas uniforme y conti-
relaciones de poder, ventajas y desventajas tempranas nuamente efectivas; por el contrario, sus niveles de
generadas por la cuna y transmitidas por la familia. efectividad varían en el tiempo, según sectores de
Comparto y hago mía esta visión, nacida de una terza aprendizaje, por cursos y en relación a diferentes gru-
via entre las perspectivas delreproductivismo extre- pos de alumnos. Sexto, como señala la literatura críti-
mo de la cuna y la ilusión meritocrática de las escuelas ca,49 la mayor parte de la investigación sobre efectivi-
efectivas. dad de las escuelas es a-teórica, limitándose a estable-
cer relaciones estadísticas entre variables (de efectivi-
¿Por qué inclinarse por la vía intermedia? dad escolar), en vez de generar teorías que expliquen
esas relaciones y su vínculo con el contexto (bernstei-
Para partir por lo más simple: porque si bien la primera
niano) en que operan las escuelas.
de estas perspectivas apunta gruesamente en la direc-
ción correcta, sin embargo aplicada mecánica y lineal- Más al fondo, cabe mantener reservas frente a una
mente pierde su sentido y termina teniendo efectos perspectiva maximalista de escuelas efectivas porque a
letales sobre la política pública, en tanto que la perspec- comienzos del siglo XXI, como vimos, ya no cabe duda
tiva de escuelas ilimitadamente efectivas es una ilusión alguna —a la luz de la evidencia empírica disponible, de
equivocada pero contiene un elemento valioso y esen- la voluminosa literatura sobre estos asuntos y de los
cial para la política, cual es, que el efecto escuela puede resultados de la experiencia internacional (especialmen-
potenciarse y no es justo guardarlo bajo el celemín. te reforzada por los resultados de las pruebas PISA)—
que en el orden de los factores determinantes de los
A su turno, las reservas que cabe tener frente a esta
logros de aprendizaje, el primer lugar lo ocupan invaria-
última perspectiva son varias. Primero que todo, es
blemente el hogar y la familia (efecto cuna). Y no sólo
necesario tener presente que sólo mitigan el efecto
eso: resulta evidente también, a la luz de los mismos
elementos, que la escuela por sí sola no puede alterar que la investigación sugiera la posibilidad de superar las
10
esta realidad y, por su propia actuación, revertir las poderosas desventajas de la cuna por la sola acción del
desventajas (y las ventajas) heredadas por vía familiar. colegio.55 Pero sí indica que, en su nivel más bajo de
Esto quiere decir que, a nivel social, no hay posibilidad efectividad (o sea, el de escuelas inefectivas), los estu-
alguna de un efecto últimos serán primeros y, menos diantes de origen socialmente vulnerable pueden ser
aún, de su consecuencia secundaria, primeros serán seriamente perjudicados por la segunda cláusula
últimos. del efecto Mateo (perder lo poco que tienen y así ter-
minar más rezagados que al ingresar al colegio).
En el mejor de los casos, entonces, cabe pensar que a
nivel individual es posible (¡y debe intentarse por todos Por otro lado, se constata que la educación mejor lo-
los medios!) mitigar las desventajas e iluminar, median- grada crea para ciertos individuos y grupos oportunida-
te los certificados educacionales, el camino de la movi- des meritocráticas de inserción laboral y acceso compe-
lidad social (efecto candelabro). titivo a posiciones de estatus superior al de los padres,
por vigente que se mantenga en algunos niveles (como
Como anticipó R. Boudon en 1973, incluso una generali- ocurre en Chile, por ejemplo, entre las élites económi-
zada expansión de las oportunidades educacionales «no
cas) la influencia del capital social y la reproducción del
trae consigo una reducción de esa tan distintiva y esen- estatus adscrito. Dicho en otros términos: la escuela y la
cial forma de inequidad que es la desigualdad de opor- educación importan porque si bien no pueden revertir
tunidades sociales, es decir, la dependencia del estatus el efecto cuna, tampoco son meras agencias reproduc-
social del hijo respecto del que ostenta el padre, aún si
toras de aquel; aún dentro de enfoques seriamen-
se acompaña por una reducción de la de la desigualdad te estructuralistas de la educación, como el de Berns-
de oportunidades educacionales».50 tein, hay lugar para el conflicto de pedagogías, lucha
Educación y movilidad social entre fracciones de clase y espacios para que se exprese
—como lo hemos llamado aquí— el efecto candela-
Lo anterior no invalida ni disminuye la idea central que bro de la certificación educacional, especialmente de
está al fondo de la investigación sobre escuelas efecti- nivel terciario.56
vas y funciona como supuesto de los programas de re-
forma y mejoramiento escolar; cual es, «que la escuela Lo anterior es particularmente evidente en nuestra so-
importa, que los colegios sí tienen efectos significativos ciedad chilena. Por ejemplo, Torche y Wormald mues-
sobre el desarrollo de los niños, en fin, para decirlo de tran,57 con base en datos del año 2001, que un 41.7% de
una manera sencilla, que las escuelas hacen una dife- las personas encuestadas mantenía el piso de educación
rencia».51 heredado de su padre, casi un 50% aumentaba el nivel
de educación con relación al de su padre y sólo un 9% lo
Esa diferencia que la escuela (efectiva) hace es significa- disminuía. Por su parte, personas con distinto nivel edu-
tiva para el destino individual de las personas y puede cacional de origen tienen también trayectorias de movi-
expresarse de diversas formas. Dos sobresalen en parti- lidad diferentes. En efecto, si el nivel educacional del
cular. padre determinara totalmente el nivel educacional del
hijo, se daría una completa inmovilidad educacional.
Por un lado, está bien probado que escuelas efectivas
Esto no ocurre. El mayor grado de estabilidad se en-
permiten a algunos de sus estudiantes de origen vulne-
cuentra en los extremos; de los encuestados con padres
rable (con desventajas sociales) desarrollar sus talentos
de nivel educacional primario o inferior, 45% de los
y alcanzar estándares altos de rendimiento. Múltiples
hijos permanece en este nivel educacional. Es cierto que
estudios lo evidencian, tanto en la literatura internacio-
la otra mitad logra un nivel educacional superior, pero
nal52como en la literatura nacional.53 Incluso, se ha po-
la mayor parte de esa otra mitad (27%) solo avanza a
dido concluir que «las escuelas efectivas o inefectivas
secundaria incompleta. En el otro extremo, los encue-
son especialmente efectivas o inefectivas para este
tados con padres del más alto nivel educacional tam-
grupo de estudiantes».54Naturalmente, esto no significa
bién muestran estabilidad: 65% alcanza educación post (31 casos). Nótese que los encuestados (hijos) que hoy
11
secundaria (p. 32). En un análisis más amplio de movili- se ubican en la Clase de Servicio, provienen de padres
dad intergeneracional de clase, los mismos autores con- de diferentes clases ocupacionales (en especial manua-
cluyen lo siguiente: les y agrícolas), provocando una gran heterogeneidad
en la conformación de esta clase, que se puede catalo-
«nuestros datos permiten concluir que del total de la gar como la “elite” social de las comunas en estudio.»58
movilidad experimentada por los hombres jefes de ho-
gar durante estas últimas décadas, un 46.0% es vertical, Como puede verse a partir de la expansión educacional
es decir, cruza al menos un estrato jerárquico y un chilena, y de niveles mayores de efectividad en un nú-
27.9% es horizontal. Y, de ese 46.0% vertical, un 35.5% mero de escuelas, ha existido en las últimas dos déca-
es ascendente y un 10.5% descendente. Es decir, dada das un impacto significativo sobre la movilidad de las
la significativa transformación estructural experimenta- personas y la comprobación de que la educación no es
da por la sociedad chilena —especialmente la expansión meramente una máquina de reproducción de las clases
de la elite no manual y la reducción de las clases agríco- sociales.
las— las oportunidades de movilidad para este segmen-
to social han sido afectadas favorablemente» (p.70). Conclusión

En cuanto a las formas de adquisición de estatus, y pese En un momento en que los principales agentes de la
a la mayor fluidez de la sociedad chilena, los autores sociedad —gobierno, partidos políticos, medios de co-
observan que en nuestro país existe un nivel comparati- municación, gremios empresariales, asociaciones profe-
sionales, organizaciones de trabajadores, incluso inves-
vamente alto de reproducción intergeneracional de la
desigualdad que opera a través de dos vías: «la influen- tigadores y expertos educacionales— perciben una ma-
cia de los recursos de los padres en el logro educacional yor fluidez de movilidad social y proclaman el potencial
de los hijos y la influencia directa de los recursos de los transformador de la educación y sus posibilidades apa-
padres en el acceso al primer trabajo de sus hijos» rentemente ilimitadas de influir positivamente sobre la
distribución de oportunidades de vida y la superación
(pp.71-71).
de la pobreza, la productividad de las personas y la
Por su lado, un estudio específico pero independiente competitividad de la economía, la innovación y la difu-
del anterior para la Región más pobre del país, La Arau- sión de nuevas tecnologías, la participación ciudadana y
canía, llega a las siguientes conclusiones convergentes, la deliberación pública, el control de las conductas des-
utilizando un mismo marco de análisis: viadas y la calidad de vida de la población, se vuelve
necesario moderar las expectativas e insistir en que los
«Los resultados muestran que en la Región de La Arau- sistemas educativos de los países pueden hacer todo
canía, la movilidad social total asciende a 69%. Este esto... pero sólo hasta cierto punto; limitadamente por
porcentaje corresponde al número de encuestados mó- ende y entonces solo bajo exigentes condiciones y, por
viles dividido por el total de encuestados (345 ca-
lo general, en combinación e interactivamente con los
sos/500). El 31% restante no presenta movilidad social resultados de otras políticas públicas y emprendimien-
intergeneracional (155 casos). La proporción de inmovi- tos privados.59
lidad más alta se da en la clase de trabajadores manua-
les no calificados con un 55% del total de inmóviles, De las cláusulas restrictivas, la más importante es la que
seguida por la clase de servicio y la clase de trabajado- dice: bajo exigentes condiciones. Como hemos visto a lo
res agrícolas con un 14%, respectivamente. Además, un largo de estas páginas, la condición sine qua non es que
62.8% de los individuos ha experimentado movilidad las escuelas encargadas de impartir la educación obliga-
social ascendente (314 casos/500), lo que refleja que toria sean altamente efectivas. Sólo bajo tal supuesto es
más de la mitad de los individuos posee una mejor ocu- posible que la escuela logre mitigar y en parte corregir
pación en comparación con la de sus padres, y un 6.2% la herencia de la cuna, superando la distancia que existe
se ha movido en forma descendente en la escala social entre códigos lingüísticos y escolares, contribuyendo a
suavizar las desiguales dotaciones de capital cultural, sibilidad) sin esquivarlas y en medio de una gran incer-
12
acortando las brechas cognitivas y socioemocionales tidumbre de resultados sin desesperar (con el efecto
tempranas y llevando a todos los estudiantes a estánda- candelabro y la subsecuente movilidad basada en certi-
res superiores de logro. ficados educacionales como la mejor apuesta de políti-
ca).
Lo anterior me pone en línea con aquellos que, dentro
del campo de la investigación educacional, y partiendo Y, además, porque supone que en el actual contexto de
de una perspectiva estructuralista, sin embargo sostie- civilización —de predominio global de la modernidad y
nen que es posible contrarrestar (en cierta medida y del capitalismo occidentales— el origen y los fundamen-
solo moderadamente desde el punto de vista estructu- tos de la desigualdad entre los hombres se hallan imbri-
ral), las consecuencias reproductivas del efecto cuna, a cados consustancialmente con dicho contexto, como
condición de que el ingreso a la escuela sea precedido había expuesto J.J. Rousseau ya a mediados del siglo
por una socialización inicial estimulante y por la partici- XXVII, cuando dice que podría explicar fácilmente:
pación de los infantes en centros de atención y cuidado
temprano de los niños de alta calidad y que los colegios «cómo, sin que el gobierno se mezcle a ello siquiera, la
desigualdad de crédito y de autoridad se hace inevitable
mismos, en sus ciclos preescolar, primario y secundario,
reúnan las características propias de aquellos que la entre los particulares tan pronto como reunidos en una
misma sociedad se ven obligados a compararse entre sí
literatura designa como efectivos.
y tener en cuenta las diferencias que hallan en el uso
Con todo, y aún bajo tan exigentes condiciones, continuo que unos tienen que hacer de otros. Estas
una escolarización efectiva no alcanza para compensar diferencias son de diversas clases, pero, siendo por la
la estructura de desigualdades de la sociedad y revertir general la riqueza, la nobleza o rango, el poder y el mé-
el efecto cuna (mediante un efecto últimos serán prime- rito personal, las distinciones principales por las que se
ros) ni podría ella, por si sola, provocar niveles significa- miden en sociedad, probaría que el acuerdo o el conflic-
tivos de movilidad social como los observados más arri- to de estas fuerzas diversas es la indicación más segura
ba para Chile durante las últimas dos décadas. Para eso de un Estado bien o mal constituido. Haría ver que en-
se necesita, además, la intervención coetánea de otros tre esas cuatro clases de desigualdad, la riqueza es la
procesos, como tasas relativamente altas y sostenidas última a la que se reducen a la postre, porque siendo la
de crecimiento económico, diferenciación y profundiza- más inmediatamente útil al bienestar y la más fácil de
ción tecnológica del aparato productivo, una inserción comunicar, se sirven cómodamente de ella para com-
relativamente dinámica de la economía nacional en los prar todo lo demás [...] Haría observar cuánto ejercita y
mercados internacionales, una continua ampliación de compara los talentos y las fuerzas este deseo universal
oportunidades de empleo formal, el mejoramiento en de reputación, de honores y de preferencias que nos
las condiciones de infraestructura y salud de los hoga- devora a todos, cuánto excita y multiplica las pasiones,
res, la elevación de los niveles de escolarización de los y cuántos reveses, éxitos y catástrofes de toda especie
padres, la difusión de una cultura de responsabilidades causa haciendo a todos los hombres competidores,
individuales y de mayor emprendimiento; en fin, una rivales o mejor enemigos, al atraer a la misma a lid a
transformación simultánea en muy diversos planos de la tantos pretendientes. Mostraría que es a ese afán por
sociedad. hacer hablar de uno, a ese furor por distinguirse que
nos tiene casi siempre fuera de nosotros mismos, al que
Tal vez la vía intermedia —ubicada entre los extremos debemos lo que hay de mejor y de peor entre los hom-
del reproductivismo estructural y de lailusión de una bres, nuestra virtudes y nuestros vicios, nuestras cien-
educación capaz de revertir la desigualdad— sea la res- cias y nuestros errores, nuestros conquistadores y nues-
puesta intelectual y políticamente menos cómoda, por- tros filósofos, es decir, una multitud de cosas malas
que acepta moverse en medio de altas restricciones frente a un pequeño número de buenas».60
(circunstancias estructuralmente condicionadas de po-
La educación, que sin duda puede ser contada entre 6. Por ejemplo, ver R. J. Bosker and B. Witzi-
13
estas últimas —v.gr., el pequeño número de cosas bue- ers, The magnitude of school effects, or: Does it
nas que hay entre los hombres— jamás podrá compen- really matter which school a student at-
sar por sí sola la multitud de cosas malas que la rodean, tends? (1996). Citado en C. Teddlie, D. Reynolds
distorsionan y entraban, partiendo por la desigualdad y and P. Sammons, op.cit, 2000, p. 67. Asimismo,
su transmisión en la cuna. J. Scheerens and R. Bosker, The Foundations of
Educational Effectiveness, London – Oxford:
Notas Pergamon, 1997. Para una visión de conjunto
1. Platón, La República. Edición Miguel Candel; de los estudios relevantes ver C. Teddlie, D.
traducción Patricio de Azcárate. Madrid: Austral Reynolds y P. Sammons, op.cit, 2000, pp. 75-
Ciencias y Humanidades, trigésima novena edi- 115.
ción, 2007, p. 173. 7. L. Woessmann and T. Fuchs, What Accounts for
2. J. J. Heckman, Schools, Skills, and Synapses, IZA International Differences in Student Perfor-
DP No. 3515, 2008, pp. 26-27. Disponible mance? A Re-Examination Using PISA Data. IFO;
en:http://ftp.iza.org/dp3515.pdf. Visitado 21 CESifo; IZA, 2004.
febrero 2010. Si bien la citada estimación vale 8. De acuerdo con este estudio, el efecto cuna —
en rigor sólo para los Estados Unidos, es perfec- medido por las características de los estudian-
tamente extrapolable a la realidad de socieda- tes, los antecedentes familiares y los incentivos
des en desarrollo como la chilena. e insumos del hogar— daría cuenta de entre un
3. J. Coleman et al., Equality of educational oppor- 62% y un 86% de la variación total explicada a
tunity, Washington DC: U.S. Government Print- nivel nacional (country-level variation) (fracción
ing Office, 1966. Citado a partir del texto de la que alcanza a un 85% de la variación total). A su
sección 3.22. del Report de 1966 reproducido turno, el efecto escuela (recursos y característi-
en J. S. Coleman, Equality and Achievement in cas de los profesores) oscilaría entre 9.7% y
Education, Boulder, San Francisco and London: 28.5% y el efecto institucional entre 16.5% y
Westview Press, 1990, pp. 69-120; en especial, 31.1%. Este último efecto mide aquí el impacto
p.119. de aplicar o no exámenes externos estandariza-
dos y exámenes de final de ciclo, de variables
4. Existen distintas maneras de definir y medir el o relacionadas con la autonomía de las escuelas
los efectos de escuela. Usamos aquí la más co- —tales como determinar el contenido de los
múnmente empleada en la literatura: contribu- cursos, elegir los textos escolares, formular el
ción que hacen diferentes escuelas al logro de presupuesto del colegio, contratar y despedir
aprendizaje de sus alumnos controlando por el profesores, establecer su salario inicial y los in-
origen socio-familiar de éstos. Para una detalla- crementos de remuneraciones— y de las carac-
da discusión de este tópico relativo a la defini- terísticas de gestión y financiamiento de las es-
ción y medición del efecto escuela ver C. cuelas en el eje público/privado (Woessmann y
Teddlie, D. Reynolds y P. Sammons, The Metho- Fuchs, op.cit, 2004).
dology and Scientific Properties of School Effec-
tiveness Research. En C. Teddlie and D. Reyn- 9. Ver por ejemplo: H. Gardner, M. L. Kornhaber y
olds (eds.) The International Handbook of W. K. Wake, Inteligencias Múltiples: Perspecti-
School Effectiveness Research, London and New vas, Buenos Aires: Aique Grupo Editor, 2000.
York: Falmer Press, 2000, Cap. 3. Asimismo, J. D. Bransford, A. L. Brown, and R. R.
Cocking, How People Learn. Brain, Mind, Experi-
5. Ver C. Teddlie, D. Reynolds and P. Sammons, ence, and School. Washington, DC: National
op.cit, 2000, pp. 78 y 115.
Academy Press, 2002. Ver además R. J. Marza- 12. Center on the Developing Child at Harvard Uni-
14
no, What Works in Schools. Tranlating Research versity, A science-based framework for early
into Action, Alexandria, Virginia: Association for childhood policy: Using evidence to imporve
Supervision and Curriculum Development outcomes in learning, behavior, and health for
(ASCD), 2003:Cap. 13. Y los artículos de H. vulnerable children, 2007, p.3. Disponible
Gardner, J. Bruner, P. Smith Churchland, M. en: http://www.developingchild.harvard.edu/.
Tomasello y S. Carey en la sección «On Lear- Visitado 15 febrero 2010.
ning» de la revista Daedalus, Winter 2004, pp.
5-77. 13. Bransford, Brown and Cocking, op.cit, 2002, p.
95.
10. Por ejemplo, el estudio de la OCDE sobre los re-
sultados de la prueba PISA 2000, introduce su 14. Ver S. Pinke, The Language Instinct. How the
análisis de las características familiares como Mind Creates Language, New York: Harper Per-
una fuente mayor de disparidad en el logro de ennial, 1995.
los estudiantes con los siguientes concep- 15. Para una revisión de la literatura, ver G. J.
tos: «More family financial resources, which are Whitehurst, Language processes in context:
associated with parents’ occupation and educa- language learning in children reared in pov-
tional attainment, often imply increased lear- erty. En L. B. Adamson & M.A. Romski
ning opportunities both at home and in school. (Eds.), Research on communication and lan-
Better-educated parents can contribute to their guage disorders: Contribution to theories of
children’s learning through their day-to-day in- language development, 1997, pp. 233–266, Bal-
teractions with their children and involving timore: Brookes. Como señalan K. G. Noble, M.
themselves in their children’s school work. With F. Norman and M. J. Farah en su artícu-
their social networks and knowledge of social lo Neurocognitive correlates of socioeconomic
norms, bettereducated parents —who often al- status in kindergarten children: «In fact, lan-
so have better jobs— also tend to be able to of- guage development, including complexity of
fer more educational and career options for speech, receptive and expressive vocabularies,
their children, which may have an impact on and phonological awareness, has long been
children’s motivation to learn. Parents with known to differ across SES». Publicado en Deve-
higher occupational status and educational at- lopmental Science 8:1, 2005, p. 75. Disponible
tainment may also have higher aspirations and en:http://www.psych.upenn.edu/~norman/Ner
expectations for their children’s occupation and uocognitive correlates of SES.pdf. Visitado 21
education, which in turn can influence their febrero 2010.
commitment to learning». OECD, Literacy Skills
for the World of Tomorrow. Further Results 16. Center on the Developing Child at Harvard Uni-
from PISA 2000, Paris: Organisation for Econom- versity, op.cit, 2007, p. 7. Resultados similares
ic Co-Operation and Development, Unesco Insti- muestran tests realizados en otros países del
tute for Statistics, 2003, p.164. mundo. Para un panorama general, véase P. L
Engle, M. M. Black, J. R. Behrman, M. Cabral de
11. Ver, por ejemplo, M. Rutter, Genes and Behav- Mello, P. J. Gertler, L. Kapiriri, R. Martorell, M.
ior: Nature-Nurture Interplay Explained, Oxford, Eming Young, and the International Child Devel-
UK: Blackwell Publishers, 2006.Y, para una re- opment Steering Group, Child development in
visión de la literatura, ver J. Heckman, op.cit, developing countries - Strategies to avoid the
2008. loss of developmental potential in more than
200 million children in the developing
world, Lancet Vol 369, January 20, 2007, pp.
229-242. Disponible 23. J. Heckman, op.cit, 2008, pp. 18-19.
15
en:http://www.who.int/child_adolescent_healt
h/documents/pdfs/lancet_child_dev_series_pa 24. B. Bernstein, La estructura del discurso pedagó-
per3.pdf. Visitado 2 marzo 2010. gico. Madrid: Fundación Paideia - Ediciones Mo-
rata S.L., 1993, pp.25-26.
17. Farah, M. J. et al, Environmental Stimulation,
Parental Nurturance and Cognitive Develop- 25. B. Bernstein, Class, Codes and Control, Vol. 1,
ment in Humans, Developmental Science (in London: Routledge & Kegan paul, 1973,
press), 2008, pp. 1-32. Disponible p.165.
en:http://psych.upenn.edu/~mfarah/envlstim.p 26. Respecto de las interpretaciones de base gené-
df. Visitado 15 febrero. tica de la inteligencia, ver H. Gardner, M. L.
18. Ministerio de Educación de Chile, División de Kornhaber y W. K. Wake, op.cit, 2000, pp. 95-
Educación General, Unidad de Educación Parvu- 123. Una aplicación de estas interpretaciones al
laria,Evaluación de programas de educación campo educacional se encuentra en R. J. He-
parvularia en Chile: resultados y desafíos, 1998, rrnstein, and C. Murray, The Bell Curve. Intelli-
p.28. Disponible gencie and Class Structure in American
en: http://www.mineduc.cl/biblio/documento/ Life, New York: The Free Press, 1994. La tesis de
pro_edu_parvularia.pdf. Visitado 21 febrero estos autores es que las sociedades contempo-
2010. ráneas tienden de manera cada vez más pro-
nunciada a constituirse y reproducirse en torno
19. L. Schonhaut et al., Dificultades de lenguaje en al eje de lo que llaman una estratificación cogni-
preescolares: Concordancia entre el test TEPSI y tiva, estratificación que se produce a partir de la
la evaluación fonoaudiológica. Rev. chil. pe- desigual distribución del CI el cual, a su vez, se-
diatr. [online]. 2007, vol.78, n.4, pp. 369- ría sustancialmente heredable.
375.
27. B. Bernstein, op.cit, p. 175.
20. L. Bravo Valdivieso, M. Villalón y E. Orellana, Los
28. En el sentido empleado por M. Weber. Según
procesos cognitivos y el aprendizaje de la lectu-
ra inicial: diferencias cognitivas entre buenos explica R. Swedberg, este concepto es usado
lectores y lectores deficientes, Estud. peda- por Weber para indicar el hecho de que dos
conjuntos de fenómenos sociales o mentalida-
góg.[online], n.30, pp. 7-19. Disponible
en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_a des —o entre éstas e intereses— se hallan rela-
rttext&pid=S0718- cionadas entre sí o gravitan el uno hacia el otro,
07052004000100001&lng=es&nrm=is aunque no cabe establecer entre ellos una rela-
o. ISSN 0718-0705. doi: 10.4067/S0718- ción causal simple o directa. R. Swedberg, The
07052004000100001. Visitado 21 enero Max Weber Dictionary, Stanford, California:
2010. Stanford Social Sciences, 2005, p. 83-84.

21. J. J. Rousseau, Discurso sobre el origen y los 29. M. Sertl, «Education cannot compensate for so-
fundamentos de la desigualdad entre los hom- ciety» - «Can effective schools compensate for
bres(1754). J. J. Rousseau, Obras Selectas, Ma- society», 2003, p.3. Disponible
en:http://homepage.univie.ac.at/michael.sertl/
drid: Edimat Libros, 2000, p. 303.
educationcannotcompensate.pdf . Visitado 15
22. Sobre este proyecto febrero 2010.
véase http://bjp.rcpsych.org/cgi/content/full/1
79/2/97. Visitado 20 febrero 2010. 30. J. Heckman, op.cit, 2008, p. 12. Muestra que las
brechas socioemocionales siguen un patrón si-
milar. Y, en una versión economicista de la tesis revisión de la literatura posterior que emplea
16
de Bernstein, plantea más adelante: «niños de este concepto en diversas disciplinas de las
hogares acomodados están inmersos en recur- ciencias sociales véase J. Jiménez Rodríguez,
sos financieros y cognitivos. Por el contrario, The Matthew effect: a psychological concept,
aquellos en circunstancias menos aventajadas Papeles del Psicólogo, 2009. Vol. 30(2), pp. 145-
tienen mucho menos posibilidades de recibir 154. Disponible
estimulación socioemocional y cognitiva y otros en:http://www.papelesdelpsicologo.es/english/
recursos familiares» (p.15). Sobre las relaciones 1703.pdf. Visitado 25 febrero 2010.
entre desarrollo cognitivo, del lenguaje y socio-
emocional, con especial atención a este último, 33. Por cuanto toca a Bourdieu, él mismo se encar-
véase S. I. Greenspan and S. G. Shanker, The gó de rechazar una lectura mecánica y reduc-
First Idea. How Symbols, Language and Intelli- cionista de su libro La Reproducción. «El análisis
gence Evolved From Our Primate Ancestors To de los mecanismos extremadamente complejos
Modern Humans, Cambridge, MA: Da Capo a través de los cuales la institución esco-
lar contribuye [destacado por el autor] a repro-
Press, 2004, Part III.
ducir la distribución del capital cultural y, con
31. Esta distinción fue empleada inicialmente, y di- ello, la estructura del espacio social, se ha en-
fundida, por J. S. Coleman, op. cit, 1966. Para contrado reducido a la tesis simple según la cual
una visión contemporánea, ver J. S. Coleman, el sistema escolar reproduciría la estructura so-
op.cit, 1990, Part I, pp. 5-68. cial sin deformación ni transformación. Después
de haberle hecho sufrir una tal mutilación, se
32. Véase Mateo 13:12 y 25:29. El estudio de este puede reprochar a la teoría el que sea incapaz
efecto tiene una importante tradición en la lite- de dar cuenta de los cambios o de ignorar las
ratura sociológica, desde el momento de su resistencias de los dominados...». P. Bour-
formulación inicial por Merton en su sociología dieu, Capital cultural, escuela y espacio so-
de las ciencias. Represente la obtención de am-
cial, México D. F.: Siglo XXI Editores, p. 125. En
plios incrementos de reconocimiento de parte particular, Bourdieu critica aquí la lectura de S.
de los pares científicos por las contribuciones Aranowitz y H. A. Giroux en Education under
publicadas por investigadores de alta repu- siège. The conservative, liberal and radical de-
tación, en contraste con el escaso o nulo reco- bate over schooling, Londres: Routledge and
nocimiento para científicos que aun no se han JKegan Paul, 1985. Para un análisis comparado
hecho notar. Más formalmente, representaría la de posiciones, véase R. Harker and S. A.
ventaja acumulativa que, en el dominio de las May, Code and Habitus: comparing the ac-
ciencias, se refiere a los procesos sociales a tra- counts of Bernstein and Bourdieu, British Jour-
vés de los cuales varios tipos de oportunidades
nal of Education, Vol. 14, No. 2, 1993.
para la investigación científica y las subsecuen-
tes recompensas simbólicas y materiales por los 34. Stuart Hall, La cultura, los medios de comunica-
resultados de esa investigación tienen a acumu- ción y el «efecto ideológico». En J. Curran y
larse a favor de practicantes individuales y las otros (comp.) Sociedad y comunicación de ma-
organizaciones envueltas en el trabajo científi- sas, México, DF: Fondo de Cultura Económica,
co». R. K. Merton, The Matthew Effect in Sci- 1981. Capítulo citado disponible
ence, II. Cumulative Advantage and the Symbol- en:http://www.redinterlocal.org/IMG/pdf_la_c
ism of Intellectual Property, ISIS, 1988, 79, p. ultura_y_el_efecto_ideologico.pdf. Visitado 1
602. Disponible marzo 2010.
en: http://89.249.21.76/data/251/307/1217/m
atthew2.pdf. Visitado 25 febrero 2010. Para una
35. Para las referencias pertinentes, ver A. R. Sado- en:http://arno.uvt.nl/show.cgi?fid=81784. Visi-
17
vnik, Basil Bernsetin (1924-2000), Prospects, tado 21 febrero 2010.
Vol. XXXI, No. 4, 2001, pp.687-703.
38. S. Bowles, «Unequal education and the repro-
36. Ver S. Bowles & H. Gintis, Schooling in Capitalist duction of the social división of labor». En J.
America, London: Routledge & Kegan Paul. Asi- Karabel and A. H. Halsey (eds.) Power and Ide-
mismo, S. Bolwles and H. Gintis ology in Education, New York - Oxford: Oxford
(2002) Schooling in Capitalist America Revisited, University Press, 1977, pp.137-153, en especial,
Sociology of Education, Vol. 75, No. 1, pp. 1-18. pp. 149-150.
Para una visión contemporánea, ver D. Hill,
Class, Neoliberal global capital, education and 39. Ver Mateo 19:30: «Pero muchos primeros serán
resistance, Social Change, Vol. 36, No.3., pp. 1- últimos y muchos últimos, primeros».
15. Disponible 40. Para un desarrollo de estos diversos aspectos
en:http://jceps.com/IEPS/PDFs/SocialChange.p pueden consultarse R. J. Marzano, op.cit, 2003 y
df. Visitado 25 enero 2010. Para una visión más Scheerens y Bosker, op.cit, 1997, Cap.4. Sobre
radical véase P. Mc Laren, Critical Pedagogy and algunos de los aspectos específicos menciona-
Class Struggle in the Age of Neoliberal Globali- dos ver: liderazgo escolar, K.
zation: Notes from History’s Undersidede, The Leithtwood, ¿Cómo liderar nuestras escuelas?
International Journal of Inclusive Democracy, Aportes desde la investigación, Santiago de Chi-
Vol. 2, No. 1. Disponible le: Fundación Chile, 2009. Efectividad en la sala
en:http://www.inclusivedemocracy.org/journal de clases: R. J Marzano, D. J. Pickering, J. E. Po-
/vol2/vol2_no1_mcclaren.htm. Visitado 12 fe- llock, Classroom Instruction that
brero 2010. Asimismo, dentro de una similar Works, Alexandria, Virginia: Association for Su-
perspectiva neomarxista-académica anglosajo- pervision and Curriculum Development (ASCD),
na a la de Mc Laren, véase la conversación entre 2001. Efectividad de los docentes:
M. Cole, D. Hill, P. Mc Laren and G. Rikowski OECD, Attracting, Developing and Retaining Ef-
publicada en el folleto Red Chalk: On Schooling, fective Teachers - Final Report: Teachers Mat-
Capitalism and Politics, the Institute for Educa- ter, Paris: Organisation for Economic Coopera-
tion Policy Studies and the Independent Radical tion and Development, 2005. Reformas educa-
Left Education Policy Unit, University College cionales efectivas: D. Hopkins, Hacia una buena
Northampton, 2001. Disponible escuela: Experiencia y lecciones, Santiago de
en: http://www.ieps.org.uk/PDFs/redchalk.pdf. Chile: Fundación Chile, 2004.
Visitado 26 febrero 2010.
41. Sobre este concepto y el contexto histórico de
37. Ver S. Bowles, Capitalist Development and Edu- su emergencia, véase E. J., Hobsbawm, Las re-
cational Structure, World Development Vol. 6 voluciones burguesas, Madrid: Guadarrama,
pp. 783 -796. Para una temprana crítica de las 1962.
teorías de la reproducción pero desde una vi-
sión amigable, ver H. A. Giroux, Theories of re- 42. Ver J. D. Willms, Ten Hypotheses about Socioec-
production and resistante in the New Sociology onomic Gradients and Community Differences in
of Education: A critical analysis, Harvard Educa- Children’s Developmental Outcomes. Applied
tional Review, Vol. 53, No. 3, pp. 257-293. Para Research Branch, Strategic Policy, Human Re-
críticas posteriores ver, por ejemplo, John H. sources Development Canada (SP-560-01-03E),
Goldthorpe, «Cultural Capital»: Some Critical 2003. Disponible
Observations, Sociologica, 2/2007, doi: en:http://www.unb.ca/crisp/pdf/0305.pdf. Visi-
10.2383/24755, pp. 1-27. Disponible tado 12 enero 2010. Willms introduce de la
siguiente forma su estudio: «Children whose un país en desarrollo: el caso de Chi-
18
parents have low incomes and low levels of edu- le, Documento de Trabajo n.º 210, Departamen-
cation, or are unemployed or working in low- to de Economía, Universidad de Chile, 2004.
prestige occupations, are more likely to exhibit
behaviour problems and have poor cognitive 44. Mateo 5:15. «Ni tampoco se enciende una lám-
development during the early years than chil- para y la pone debajo del celemín, sino sobre el
dren growing up in families with high socioeco- candelabro, para que alumbre a todos los que
nomic status (SES) (Hertzman, 1994; Hertzman están en la casa».
& Weins, 1996; Willms, 2002a). When these 45. P. Mortimore, Can effective schools compensate
children enter school, their problems tend to for society? En A. H. Halsey, H. Lauder, P.
worsen: they are less likely to do well in aca- Brown, A. Stuart Wells (eds.) Education: Culture,
demic pursuits, or be engaged in curricular and Economy, Society, Oxford – New York: Oxford
extracurricular school activities (Datcher, 1982; University Press, 1997, pp. 476-487.
Finn & Rock, 1997; Johnson, Crosnoe, & Elder,
2001; Voelkl, 1995). In the longer term they are 46. Es interesante ver como este autor describe los
prone to leaving school early (Cairns, Cairns, & inicios de la investigación sobre escuelas efec-
Neckerman, 1989; Crane, 1991; Ensminger & tivas: «The origins of school effectiveness stem
Slusarcick, 1992; Janosz et al., 1997; Rumberger, from reactions to the work on equality of oppor-
1995) and their relatively poor literacy skills tunity undertaken by James Coleman and his
make it difficult to successfully enter the labour collaborators (Coleman et al, 1966) and Christo-
market or pursue post-secondary training pher Jencks (Jencks et al, 1972). As people here
(Raudenbush & Kasim, 1998). Adolescents who will know only too well, that work concluded
are from low SES families are more likely to be that 'if all (American) high schools were equally
obese (Willms, Tremblay, & Katzmarzyk, 2002), effective, differences in attainment would be
and to participate in a range of activities such as reduced by less than one per cent». P. Morti-
smoking, drug use, and unsafe sexual practices more, Globalisation, Effectiveness and Im-
that can compromise their later health status provement, International Congress for School
(Duffy, 2000; Elliott, 1993; Jessor, 1992; Rapha- Effectiveness and Improvement, Global Net-
el, 1996). Adults who have relatively poor socio- working for Quality Education, Hong Kong, Jan-
economic circumstances are more likely to expe- uary 2000, p.9. Disponible
rience mental and physical health problems, and en:http://web.ed.ntnu.edu.tw/~minfei/nttc/20
ultimately die at a younger age (Hertzman, 030606engish-1.pdf. Visitado 26 febrero 2010.
1999; Kunst & Machenbach, 1992; Marmot, et Es decir, desde su nacimiento, la investigación
al., 1991; Power, Manor & Fox, 1991; Wilkinson, promovida por la idea de escuelas efectivas se
1992; 1996). There is clearly a relationship be- plantea como una reacción frente al pesimismo
tween SES and a wide range of social outcomes, que generaba la investigación referida al papel
which are evident at birth and persist through- predominante que tienen los factores de oríge-
out the life cycle». nes socio-familiar sobre el desempeño escolar y
logros de los estudiantes. Esta tensión entre dos
43. Es el tema clásico de P. Bourdieu y J. C. Passe- enfoques de la educación y sus efectos, que
ron, Los Herederos: Los estudiantes y la cultu- aquí hemos identificado con autores como
ra,Buenos Aires: Siglo XXI, 2003. En Chile hay Bernstein y Bourdieu por un lado, y los de la li-
evidencia de este fenómeno en varios trabajos teratura sobre escuelas efectivas por el otro, se
publicados por Javier Núñez y colaboradores. mantiene hasta hoy, como revela este párrafo
Véase por ejemplo J. Núñez y C. Ris- escrito desde la perspectiva y sensibilidad del
co, Movilidad intergeneracional del ingreso en
movimiento de escuelas efectivas: «It is difficult 51. D. Reynolds and B. Creemers, School Effective-
19
to pinpoint the 'start' of SER exactly since many ness and School Improvement: A Mission State-
different sub-disciplines have studied schools ment, School Effectiveness & School Im-
and classrooms from a variety of perspectives. provement, 1(1), p.1.
In the US and UK the chief catalyst seems to
have been the publication of influential studies 52. Ver por ejemplo C. Teddlie, S. Stringfield and D.
during the 1960s and early 1970s which claimed Reynolds, Context issues within school effec-
that the particular school attended by a student tiveness research. En C. Teddlie and D. Rey-
had little influence on their educational out- nolds, op.cit, 2000, cap. 5. Además, P. Sam-
comes in comparison with factors such as IQ, mons, op.cit, 2006 que contiene una exhaustiva
‘race’, and socio-economic status (SES). The fo- revisión de la literatura especializada.
cus was thus on structural inequalities rather 53. Ver por ejemplo UNICEF, Quién dijo que no se
than on the influence of schools. These studies puede. Escuelas efectivas en sectores popula-
suffered from a number of limitations and the res,Santiago de Chile: UNICEF - Gobierno de Chi-
subsequent SER studies conducted in the US, UK le, 2004. Asimismo, B. Eyzaguirre y L. Fontai-
and a growing number of countries has pointed ne, Las escuelas que tenemos, Santiago de Chi-
to the existence of significant school effects, le: Centro de Estudios Públicos, 2008.
while acknowledging the important influence of
student background». P. Sammons, School Ef- 54. J. Scheerens y R. Bosker, op.cit, 1997, p.96. Por
fectiveness and Equity: Making Connections. A ejemplo, un estudio dirigido por P. Mortimore
review of school effectiveness and improvement sobre influencias de la escuela primaria en el
research - its implications for practitioners and progreso de los alumnos estimó que: «working
policy makers. CfBT Education Trust, Reading, class students attending the most effective
Berkshire, 2006, p. 8. Dipsonible schools made greater progress and had higher
en: http://www.cfbt.com/evidenceforeducation attainment at the end of the study than middle
/pdf/Full Literature Review.pdf. Visitado 10 class students in the least effective schools. This
enero 2010. has important implications for their future edu-
cational prospects. Within the most effective
47. P. Mortimore, op.cit, 2000:14. schools, however, middle class children as a
48. Título del artículo publicado originalmente en la group continued to outperform their working
revista New Society, 387, pp. 344-347. Luego, class peers, reflecting their initial higher starting
en una versión expandida, en B. Berns- point.» P. Mortimore, P. Sammons, L. Stoll, D.
Lewis, & R. Ecob, School Matters: The Junior
tein, Class, Codes and Control, Vol. 1, op. cit.
Years, Wells: Open Books, 1988. Citado por P.
49. Ver por ejemplo B. P. M. Creemers, y L. Kyriaki- Sammons, op.cit, 2006, p. 21.
des (2006) A critical analysis of the current ap-
proaches to modelling educational effective- 55. Ver P. Sammons, op.cit, 2006, pp. 21-22.
ness: the importance of establishing a dynamic 56. Sobre la lucha de modelos pedagógicos y su ba-
model. Disponible se de clase, ver el B. Bernstein, Codes, Class and
en: http://www.rug.nl/staff/b.p.m.creemers/Pa Control, Vols. IV y V. Sobre la relación entre
per on the dynamic model at sesi.pdf. Visitado educación y movilidad social en la literatura in-
23 febrero 2010. ternacional, ver R. Breen and J. O. Jons-
50. R. Boudon, Education and social mobility: a son, Inequality of Opportunity in Comparative
structural model. En J. Karabel y A. H. Halsey Perspective: Recent Research on Educational At-
(eds.) op.cit, 1977, p. 196. tainment and Social Mobility, Annual Review of
Sociology, Vol. 31, 2005, pp. 223-243. Ver asi- cional de artículos críticos sobre la inflación de
20
mismo J. O. Jonsson, Child Well-Being and In- expectativas respecto de las contribuciones de
tergenerational Inequality, Child Ind Res (2010) la educación al desarrollo social y el crecimiento
3:1–10, DOI 10.1007/s12187-009-9062-6. Dis- económico puede revisarse la página de L. Prit-
ponible chett, bajo el título «Topic: Education and
en: http://www.springerlink.com/content/cm45 Schooling»,disponible
h3j4u5440272/fulltext.pdf. Visitado 4 marzo en http://www.hks.harvard.edu/fs/lpritch/. Vi-
2010. Para el caso de los países en desarrollo, sitado 7 enero 2010.
véase: C. Buchmann and E. Hannum,Education
and Stratification in Developing Countries: A Re- 60. J. J. Rousseau, op.cit., pp. 337-339.
view of Theories and Research, Annual Review
of Sociology, 2001, Vol. 27: 77-102. Disponible
en:http://arjournals.annualreviews.org/doi/abs
/10.1146/annurev.soc.27.1.77. Visitado 4 marzo
2010.

57. G. Wormald y F. Torche, Estratificación y movi-


lidad social en Chile: entre la adscripción y el lo-
gro, CEPAL, Serie de Políticas Sociales n.º 98,
Santiago de Chile, 2004. Disponible
en:http://www.eclac.org/publicaciones/xml/4/
20354/sps98_LCL2209.pdf. Visitado 5 enero
2010. Números de las páginas citadas se en-
cuentran en el texto. Sobre este mismo tópico
ver los artículos de F. Torche y de R. Atria
en Revista de Sociología n.º 20, Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Chile, respecti-
vamente pp. 15-43 y pp. 45-68. Disponible
en:http://www.csociales.uchile.cl/publicaciones
/sociologia/revsoc/REVISTA 20.pdf#page=11.
Visitado 5 enero 2010.

58. Cantero, V. y G. Williamson, Movilidad social in-


tergeneracional por origen étnico: evidencia
empírica región de La Araucanía, Chile, Revista
Universum n.º 24 Vol. 1, I Sem. 2009, pp. 22- 40.
Disponible
en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
23762009000100003&script=sci_arttext.
Visitado 24 febrero 2010.

59. Frente a esta visión exaltada de los efectos di-


rectos y de amplio espectro de la educación
véase L. Pritchett, Where has all the education
gone?, The World Bank Economic Review, Vol.
15, N. 3, 2001, pp. 367-391. Para una serie adi-

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