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Sociedad y Religión: Sociología,

Antropología e Historia de la Religión en


el Cono Sur
ISSN: 0326-9795
revistasociedadyreligion@gmail.com
Centro de Estudios e Investigaciones
Laborales
Argentina
Bidegain, Ana María
Otra lectura sobre las relaciones de hombres y mujeres en el catolicismo
Sociedad y Religión: Sociología, Antropología e Historia de la Religión en el Cono Sur,
vol. XVIII, núm. 26-27, 2006, pp. 39-70
Centro de Estudios e Investigaciones Laborales
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=387239033003

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S ociedad
y Religión

Otra lectura sobre las relaciones de


hombres y mujeres en el catolicismo
Ana María Bidegain
xxxx

Introducción poco sobre la antropología bíblica,


puesto que no es mi campo, sino apor-
El debate sobre las relaciones de
tar otra lectura desde la experiencia
hombres y mujeres en el catolicismo
histórica, particularmente la lati-
esta abierto. El cardenal Joseph
noamericana. Miraré esa relación en la
Ratzinger, Prefecto de la Congre-
colaboración de hombres y mujeres en la
gación para la Doctrina de la Fe,
Iglesia y en el mundo como dice el
acaba de abrirlo, en su última carta a
texto vaticano, la que considero se
los obispos, de la Iglesia Católica,
centra en la participación de ambos
sobre la colaboración del Hombre y la
en el apostolado jerárquico de la
Mujer en la Iglesia y en el Mundo.
Iglesia.
Dado que en su párrafo de introduc-
ción dice: “Las presentes reflexiones se La activa participación de la mujer
proponen, además, como punto de parti- en la vida de la Iglesia es desde siem-
da de profundización dentro de la pre, desde el inicio, desde la época de
Iglesia, y para instaurar un diálogo con los apóstoles. A parte de los testimo-
todos los hombres y mujeres de buena nios bíblicos y de las diversas inter-
voluntad, en la búsqueda sincera de la pretaciones que de ello puedan hac-
verdad y el compromiso común de desar- erse, hoy conocemos la existencia del
rollar relaciones siempre más auténticas, Evangelio de María Magdalena, no
me permito aportar estas reflexiones sólo por la versión en los apócrifos,
desde la historia de católicos y católi- sino en el llamado Código de Berlín,
cas en América Latina. No es mi lo que nos confirma documental-
intención entrar directamente sobre el mente la existencia histórica de
texto ni en lo que hace referencia a mujeres, al menos una, muy destaca-
como se define el feminismo, ni tam- da, entre el discipulado de Jesús1.
1
K.L.KING The Gospel of Mary of Magdala. Jesus and the first woman apostle.
Polebridge Press, Santa Rosa, California, 2003. A. PASQUIER L’Evangile selon

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También es por todos reconocida la mente en relación a su presencia en el


labor femenina en la expansión del Mundo. Un ejemplo histórico son los
cristianismo y en la implantación de primeros siglos del cristianismo y otro
las iglesias primitivas en todo el la necesidad de enfrentar el embate
mundo antiguo. liberal del siglo XIX y el anarquismo,
Sin embargo, las mujeres fueron el comunismo y el protestantismo en
paulatinamente siendo retiradas del el siglo XX. Periodo sobre el cual cen-
trabajo apostólico y aquellas que deci- traré gran parte de mi presentación.
dieron consagrar su vida fueron reclu- Las mujeres consagradas fueron lla-
idas en las clausuras y se les obligó a madas a participar en la vida apostóli-
hacer votos solemnes y el uso del ca con el reconocimiento de las con-
hábito. Al ser marginadas del trabajo gregaciones y órdenes religiosas de
apostólico a las mujeres se las obligó a vida activa y las laicas por medio de la
trabajar en los márgenes del poder y Acción Católica.
por ello tradicionalmente esta historia Mi perspectiva histórica reconoce
o es ocultada o considerada marginal, la existencia de corrientes en el catoli-
anecdótica ; “la petite histoire des cismo que son diversas maneras de
femmes”, casi un chisme, al lado de la interpretar y de vivir el evangelio, que
considerada verdadera historia de la determinan tanto la vida interna del
Iglesia, la eclesiástica. Por lo cual esa catolicismo, es decir, el corpus de
historia eclesiástica, sobre todo desde creencias y representaciones, sus ritos
Eusebio de Cesarea, justifica y fort- y expresiones, su ética y su organi-
alece los preconceptos machistas, zación, como así también su presencia
patriarcales y excluyentes en el catoli- en el mundo es decir, en la sociedad,
cismo. Sin embargo, si miramos con la economía, la política, la cultura. Así
atención las huellas de la historia, los discursos emanados de las diversas
podemos encontrar que también ha corrientes significan y re-significan,
habido mujeres que han sido las pre- entre otras, las relaciones entre hom-
cursoras de importantes cambios en la bres y mujeres en el catolicismo que es
vida de la Iglesia, aunque haya un per- el objeto de esta ponencia.
manente ocultamiento de esa presen- Mi presentación se inicia con el
cia y de la llamada colaboración retorno de las mujeres a participar en
femenina. el apostolado jerárquico durante un
Las mujeres, laicas y consagradas, período histórico que podríamos lla-
han sido llamadas en momentos de mar de la restauración católica, finales
fuertes crisis de la Iglesia, particular- del XIX y primeras décadas del XX,
Maire. Biblioteque Copte de NAG Hammadi, Section “Testes” 10. Québec : Les
Presses de l’Université Laval,1983

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segundo examina el papel protagónico Europa y América en la segunda


de las mujeres en el desarrollo de la mitad del siglo XIX exigió un re-aco-
Acción Católica y la reintegración de modamiento institucional tanto desde
la Iglesia al Estado, bajo los estados el punto de las relaciones con el poder
populistas y reformistas, tercero anal- político como con la sociedad donde
iza las nuevas formas de relaciones crecían las miserias del capitalismo.
hombres y mujeres en la Iglesia con el Dadas las enormes dificultades políti-
desarrollo de un nuevo discurso reli- cas que vivía la institución eclesiástica,
gioso por parte de la Acción Católica tanto en Europa como en América
especializada, en los sesenta, cuarto empezó a verse con bueno ojos la
muestra continuidades y rupturas en acción femenina, que por medio de
el rol apostólico de las mujeres luego congregaciones y diversas obras
de la recepción del concilio y bajo atendían las necesidades de los que el
estados autoritarios y quinto muestra capitalismo más marginalizaba y
tensiones en el catolicismo y las rela- excluía. La Santa Sede captó pronto la
ciones de genero al finalizar el siglo actividad que las mujeres laicas y con-
XX. sagradas podían realizar en todos los
La Base documental de esta pre- campos del apostolado.
sentación son fuentes diversas, tanto Recordemos que en América
escritas pero principalmente los testi- Latina en la primera década del siglo
monios orales de dirigentes, mili- XX las relaciones Iglesia y Estado eran
tantes, de asesores y obispos, que me tensas en muchos países, sólo dos real-
fueron concedidas en diversos mo- mente tenían concordatos y en
mentos de mis investigaciones la his- algunos existía una frontal con-
toria del catolicismo latinoamericano. frontación. Sólo había seis represen-
tantes diplomáticos en todo el conti-
nente y un poco más de una centena
I. El retorno de la mujer de jurisdicciones eclesiásticas. En
a participar en la vida 1900 para unos 56’580.000 de católi-
apostólica. cos solamente había 14.778 sacerdotes
entre clero regular y secular2 y 14.0 83
La formación del estado nacional
religiosas entre contemplativas y de
Italiano y la perdida de los Estados
vida activa3.
Pontificios y la consolidación del li-
beralismo y los estados nacionales en En este contexto la presencia
2
CÁRDENAS G., E. S.J. América Latina: La Iglesia en el siglo liberal Centro Editorial
Javeriano, Bogotá, 1996, ver. pp 23- 25 y pp 111 - 116.
3
PATTEE R. El Catolicismo en Hispanoamérica. Buenos Aires 1951 p. 7

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femenina fue muy bienvenida. Por con un discurso y una práctica reli-
una parte, se promovió la presencia de giosa que trata a la mujer como menor
religiosas europeas o se fortalecieron de edad o mentalmente minusválida y
las existentes en nuestros países algu- necesitada de protección. Hasta el
nas de origen local. Lo primero que se Concilio Vaticano II se tomaban más
consideró fue la necesidad de adaptar en cuenta las disposiciones canónicas
el antiguo derecho de las religiosas, que aspectos como la realidad social o
centrado en una estricta clausura, a las cultural donde la comunidad estaba
condiciones completamente nuevas desarrollándose y por la misma razón,
del siglo XIX, pero al mismo tiempo las formas organizativas de las comu-
impusieron una estructura común, a nidades locales hasta en los más míni-
todas esas organizaciones de mujeres, mos detalles y en los lugares mas
para canalizar un movimiento que apartados, fueron copia de la “Casa
para algunos tomaba el carácter de Madre”, que León XIII había solicita-
una “anarquía eclesiástica”, dado que do las instalaran en Roma , donde
surgieron muchas experiencias tratan- debían formarse, en el espíritu del
do de responder a las múltiples necesi- Vaticano I las personas que fueran lla-
dades sociales Paulatinamente se madas a cargos de dirección en las
fueron estableciendo normas que comunidades.
finalmente, en el espíritu de Vaticano Las religiosas, de todas maneras,
I, de la centralización y romanización siguieron recluidas en los conventos,
sustentada en el proyecto del integral- donde funcionaban dos espacios bien
ismo, terminó con unas normativas diferenciados. Uno era donde fun-
rígidas hasta en los mínimos detalles y cionaba la obra social (colegio, dispen-
consagradas en el Corpus Iuris sario, hospital, hospicio) y el otro, la
Canonici de 1917. clausura, donde nadie excepto las reli-
Como consecuencia por una parte giosas de la congregación podía entrar.
de la falta de bases doctrinales y de Aunque no estuvieron exentas de
una educación esmerada de las clausura y del control masculino,
mujeres, y el patriarcado existente en tuvieron libertad para construir sus
la Iglesia, tanta normativa y control propias obras, para atender las
degeneró muchas veces en fórmulas enormes necesidades de asistencia
que hacia se aplicaran desconociendo social, salud, educación.
las condiciones históricas de los Las “obras” atendidas por las reli-
lugares donde se establecían las comu- giosas se convirtieron paulatinamente
nidades religiosas. Estas congrega- en una estrategia fundamental en el
ciones femeninas, debían estar sujetas proceso de Restauración católica en la
a la tutela masculina, en consonancia medida, que mediante ellas el catoli-

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cismo fue logrando reafirmar su tradi- II. El papel protagónico


cional presencia social entre las diver- de las mujeres en el
sas clases sociales. El desarrollo de los desarrollo de la Acción
colegios atendidos por religiosas en la
Católica y la reinte-
primera mitad del siglo XX tuvo
muchas repercusiones. Consolidó la
gración de la Iglesia al
formación de mujeres católicas de Estado. (1930- 1945)
clases medias nacientes y por su inter- En el mismo contexto político
medio un enorme influjo social en las religioso de finales del siglo XIX, las
familias. Permitieron el acceso de la mujeres laicas, particularmente de las
mujer a la educación, particularmente clases acomodadas, empezaron a par-
en los países latinoamericanos donde ticipar en las obras sociales que se
los estados, con alguna excepción, desarrollaban desde las parroquias y
muchas veces no poseían los medios o comunidades religiosas. De hecho,
no era una prioridad para ellos la edu- desde la colonia lo habían hecho a
cación de la mujer. Además en través de las organizaciones laicales,
muchos lugares del continente, desde cofradías, obras pías y congregaciones
el siglo XIX las mujeres lucharon por establecidas por las órdenes religiosas
el derecho educación, como el único para desarrollar la piedad y al tiempo
camino para poder lograr su emanci- atender diversas necesidades sociales.
pación, y las religiosas vinieron a Pero la diferencia a fines del siglo XIX
llenar esta necesidad Los colegios de y comienzos del siglo XX es el cambio
las religiosas, con todas sus bondades y de perspectiva que adopta León XIII
carencias fueron en algunos estados, en relación a la organización de un
casi exclusivamente los centros for- laicado católico activo y su disposición
madores de la juventud femenina lati- a integrar a las mujeres, laicas y con-
noamericana desde fines del siglo XIX sagradas, en el proyecto restaurador.
y gran parte del siglo XX. Estos cole- La nueva situación lo llevó a alentar
gios en el siglo XX fueron un semillero una tendencia cada vez más acusada a
de militantes para los movimientos apoyarse en las masas para presionar a
femeninos de la Juventud de Acción los gobierno en favor de la Iglesia, par-
Católica; las mismas religiosas muchas ticularmente donde no se veían ver-
veces actuaron como asesoras de estos daderas posibilidades de éxito al mov-
movimientos. A su vez, los movimien- ilizar a los católico en el terreno parla-
tos fueron semilleros de vocaciones. mentario. Llegó a inaugurar una senda
más moderna, aunque quizás sin prev-
er todas las consecuencias. Introdujo
la concepción de una actuación de los
fieles en el contexto en que viven, para

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defender la institución, es claro, pero teamientos de Pío X en “Il fermo


también conllevó a dar testimonio y propósito” de 1905.6
evangelizar en su medio. Ello facilitó En ese contexto, se desarrollaron
el desarrollo de asociaciones de las confederaciones de asociaciones
seglares orientada a la protección de católicas como la de Brasil en 1922 o
los católicos en un medio que consid- la Acción Social Católica en Colombia
eraban hostil y por eso en un primer en 1910. Se organizaba por medio de
momento se organizaron sobre todo dos ramas una masculina y otra
para la defensa de la Iglesia y la expan- femenina. Sin embargo, por la docu-
sión de su influencia. Siguieron la ori- mentacion, vemos que las asociaciones
entaciones de León XIII en Graves de femeninas eran mucho más
Communi (1902) donde insistía en la numerosas e inclusive una de las tareas
necesidad de una confederación de las propuestas era la de atraer los hombres
diversas obras católicas conservando a la vida religiosa.7 Se pretendía reunir
cada grupo su autonomía propia4, al apostolado al elenco más variado de
pero se hacía una fuerte insistencia en instituciones y asociaciones católicas
la necesidad de que todas se orientaran para desarrollar una actividad cordina-
hacia el apostolado, propios de cada da desde el episcopado8. Por medio de
una de las asociaciones5 y hacia la comisiones desarrollaban sus activi-
acción social siguiendo los plan- dades y se convertía en el centro irra-
4
Informe de Junta Nacional de Acción Católica Brasileña a Monseñor Pizzardo. 20 de
diciembre de 1935. Sobre las organizacao Católica antes da Instalacao da Acao
Católica Brasileira, p. 10., en A. De C.P. de L. Fondo Papeles Mons. Pizzardo
Archivo Concilium de Laicis, Ciudad del Vaticano ver- A.M. BIDEGAIN La organi-
zación de Movimientos de Juventus de Acción Católica en América Latina. Los casos de
obreros y universitarios en Brasil y Colombia (1930-1955) Parte III Brasil Tesis pre-
sentada para obtener el grado de Doctora en Ciencias Históricas, Dep. de Historia,
Facultad de Filosofía y Letras Universidad Católica de Lovaina. 1979
5
Junta Nacional de Acción Católica Brasileña. Informe a Monseñor Pizzardo, 20 de
diciembre de 1935. doc. cit., p.11
6
Ver A.M.BIDEGAIN BIDEGAIN La organización de Movimientos de Juventus de
Acción Católica en América Latina. Los casos de obreros y universitarios en Brasil y
Colombia (1930-1955) Parte III Brasil Tesis presentada para obtener el grado de
Doctora en Ciencias Históricas, Dep. de Historia, Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Católica de Lovaina. 1979,p 36.
7
Junta Nacional de Acción Católica Brasileña. Informe a Monseñor Pizzardo, 20 de
diciembre de 1935. doc. cit., p.15.
8
Ibid., p.13.

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diador de doctrinas, normas y princi- preocupaciones, las angustias y tam-


pios de los que se consideraba “el ver- bién las alegrías. Estas reuniones con-
dadero sentido cristiano”9. Las comi- stituían lo que llamaron el “aparato
siones desempeñaban el doble papel circulatorio” de la organización, lle-
de distribuidoras y recogedoras de vando directrices y trayendo informa-
información10, se reunían mensual- ciones, haciendo referencia a la ima-
mente o quincenalmente, estudiaban gen del cuerpo en una época domina-
los trabajos a realizarse en cada sector, da por la teología del Cuerpo
se ubicaban las dificultades y se mar- Místico11.
caba para cada miembro la tarea a ser Desde el comienzo, las actividades
ejecutada. Los trabajos ya realizados o se centraron sobre dos puntos: aposto-
irrealizados eran cuidadosamente lado entre las clases trabajadoras y pre-
examinados para poder descubrir y ocupación por las vocaciones sacerdo-
conocer las causas de éxito o fracaso. tales. Se trazaron directrices para la
De esta manera, eran presentadas y realización del apostolado laico en el
comentadas las sugestiones, analizadas sentido de proporcionar a las clases
las ideas predominantes en la sociedad trabajadoras asistencia espiritual y
en un determinado momento, los material. Se insistía en la necesidad de
hechos políticos, sociales, económi- una educación popular en los princi-
cos, religiosos, etc., las aprehensiones, pios de la moral cristiana y del estudio
9
Junta Nacional de Acción Católica Brasileña. Informe a Monseñor Pizzardo, 20 de
diciembre de 1935. doc. cit., p.11.
10
Las comisiones eran: 1)Fe y Moral. Encargada de la propaganda, defensa y preser-
vación de la doctrina; Sugestiones y rondas.2)Enseñanza del catecismo. Para “pene-
trar o sector da Educación Popular”.3)Obras de piedad y culto, para irradiar el gusto
por la vida espiritual. 4) Escuelas. Para la formación de la juventud.5) Santificación de
las familias. Para defensa y conservación de lo que se consideraba la primera célula
social.6) Prensa. Defensa de la religión y propaganda “dos saos principios”.7)
Vocaciones sacerdotales. “Dar obreiros a vinha do Senhor”. Cruzadas de oración y
organización del movimiento para estimular las vocaciones de los jóvenes. 8) Descanso
dominical. En función de la observación del tercer mandamiento y para “Defensa do
operariado”. 9) Obras de caridad y asistencia popular, “para multiplicar os organismos
de assistencia e auxilio aos desvalidos da sorte”.10) Obras sociales y obreras. Para la
restauración cristiana en la sociedad brasileña.11) Construcción de iglesias y capillas
en los barrios populares, para “a expansao do Reino de Cristo”Junta Nacional de
Acción Católica Brasileña. Informe de la aCCion Catolica Brasileña a Monseñor
Pizzardo, 20 de diciembre de 1935. doc. cit. Archivo del Consejo para los Laicos,
Ciudad del Vaticano.
11
Idem, pp.11 y 12.

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de los problemas sociales para En 1930 una joven Brasileña por


resolverlos dentro de las exigencias de su propia cuenta participó de una
la justicia social y de la caridad de delas primeras reuniones en Roma de
Cristo y al mismo tiempo desarrollar la Federación Internacional de la
acciones en pro de las vocaciones sac- Juventud Femenina Católica donde se
erdotales12. El personal dirigente de las explicitó la propuesta de Pío XI sobre
mismas pertenecía fundamentalmente la Acción Católica13. La joven en
a las clases medias y altas y en la may- cuestión, quedó profundamente
oría de los casos se dirigían a conseguir interesada en la propuesta de la
una movilización religiosa generaliza- Acción Católica en la que vio una
da tendiente a tener una posibilidad solución para la evangelización del
de influir en la sociedad y vida políti- Brasil y decidió entrar al Carmelo y
ca nacional, es decir, esta forma de tra- dedicar su vida a orar porque la
bajo apostólico de hombres y mujeres Acción Católica se implantase en el
se constituyó también en un grupo de Brasil y en una perspectiva ecuménica
presión que buscaba reconquista del (sic). Esto motivó a Dom Leme, a
poder social para que la iglesia fuera tomar contacto con el secretariado
reconocida por el estado. internacional de la Federación de
Acorde con el proceso de roman- Damas Católicas para solicitar la pres-
ización impuesto después de Vaticano encia de propagandistas del movi-
I y sobre todo después del Primer con- miento para realizar una primera
cilio Plenario del episcopado lati- sesión de formación en Brasil La Liga
noamericano celebrado en Roma en Internacional de Mujeres Católicas
1899 las relaciones tanto de las reconoció la importancia de la inicia-
órdenes y congregaciones como entre tiva y resolvió enviar a Christine de
las organizaciones europeas y lati- Hemptinne, presidenta internacional
noamericanas se intensificaron. de la liga de jóvenes católicas y de la
Dentro del proceso de europeización Rama de la juventud femenina de la
típico del periodo, también en este Acción Católica de Bélgica, quien
campo, las organizaciones europeas se viajó a Río de Janeiro donde per-
convirtieron en modelo para las lati- maneció los meses de julio y agosto de
noamericanas y estimularon su desar- 1932. Contó con el apoyo de su
rollo bajo su orientación. Santidad Pío XI y con credenciales y
orientaciones especiales en relación a
12
Idem, pag.13
13
Fédération Mondiale Jeunesses Féminines Catholiques. Film et flashes Notes sur l’orig-
ine et l’évolution des Organisations de Jeunesses Féminine Catholiques sur le plan interna-
tional 1926-1956 en Jeunesse Nouvelle, Avril, 1964, Gante, Bélgica, pag. 11

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la situación socio- política que se vivía cruz” y “La congregación de Hijas de


en Brasil y Argentina, país que visitó María”16. El curso tuvo tanto activi-
en el mes de septiembre14. Me dades teóricas, dictadas por Mlle. de
detendré en el caso de Brasil para Hemptinne como actividades prácti-
poder analizar mejor la significación cas que debieron adelantarse en difer-
histórica de la colaboración de las entes obras sociales que ellas mismas
mujeres en la Iglesia y en el mundo. promovían.. Pocos meses después,
El 1 de julio de 1932 , Christine exactamente el 25 de noviembre de
de Hemptinne inició un curso inten- 1932 Dom Leme fundó, el primer
sivo de Acción Católica que terminó grupo de Acción Católica llamado
el 12 de agosto de 1932 al cual con- Juventud Femenina Católica17. De allí
currieron tanto damas y jóvenes de la ya surgieron no sólo importantes mil-
Confederación de Asociaciones Cató- itantes de la Acción Católica Brasileña
licas, como miembros del clero y reli- sino también varias vocaciones para la
giosas que debían apoyar el desarrollo vida religiosa tanto contemplativas
de la Acción Católica femenina en como para congregaciones dedicadas a
Brasil15. El medio donde se reclutaron las obras sociales, en particular la edu-
las jóvenes que luego del curso for- cación.
marían la dirección de la Acción En septiembre del 32 en el Estado
Católica Brasileña Femenina era evi- de Sao Paulo fue sofocado un levan-
dente el de las clases sociales más altas, tamiento contra el poder central que
como ocurría entre los muchachos y había prometido en 1930 el establec-
en particular fueron estudiantes o ex- imiento de una nueva constitución y
alumnas de los colegios de religiosas la liberalización de la vida política; sin
francesas ya que el curso lo dictaban embargo, si bien la revolución fue
en francés. Estas jóvenes participaban vencida por las armas fue una victoria
en diversas obras tales como: “La pro- moral porque aceleró la liberalización
tección de las jóvenes católicas”, “la política y el gobierno llamó a elec-
pequeña cruzada”, “La misión de la ciones en 1933 para formar una

14
C. DE HEMPTINNE Testimonio recogido por A.M. BIDEGAIN el 13 de mayo de
1976 en Gante, Bélgica.
15
A.M. BIDEGAIN op. cit tome I, p.156
16
L’Action Catholique au Brésil, en Les amitiés catholiques françaises du 15 d’avril de 1932
y Compte rendu du travail effectué au Brésil pour Mlle. De Hemptinne. Agosto de 1932
17
Según Oscar Beozzo simplemente a título de experieincia. O.BEOZZO Cristaos. Na
universidade e na política. Vozes, Petrópolis, 1984, p.28. Sin embargo, Mons. Pizardo
la considera como un primer pilar de la AC en Brasil.

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Asamblea Constituyente. En ese con- Sea entonces, que las jóvenes


texto de la revolución paulista, un católicas brasileñas también fueron
grupo de chicas católicas se acercaron precursoras de la Acción Católica
a los soldados para prestarles apoyo especializada, en ese país. De hecho es
moral y ayuda material, víveres y med- importante recordar que no sólo lo
icinas. La realidad social y la pauper- fueron para Brasil, sino que el método
ización de las clases trabajadoras (Ver, Juzgar y Actuar) y todo lo que
hicieron pensar a este grupo de luego sería la experiencia de la JOC
jóvenes en buscar formas de aliviar la Cardijn lo comenzó a desarrollar en
situación. Por esa época, una de ellas núcleos de círculos de estudios de
viajó a Bruselas a hacer estudios de jóvenes obreras, en 1912, en la parro-
Servicio Social. Allí tomo cono- quia de Laecken, en Bruxellas.
cimiento de la experiencia de la JOC y Adoptaron y adaptaron los trabajos
comenzó a escribir a sus amigas pro- hechos por Marc Seigner en el
poniéndoles que organizaran grupos movimiento Le Sillon de Francia, que
de jóvenes para ponerse al servicio de había sido condenado por su propues-
sus hermanos y estableció contactos ta en defensa de la democracia.
entre el movimiento de Bélgica y sus Fernand Tonnet le pidió que los
amigas en Sao Paulo. Este grupo extendiera también para los mucha-
paulista formó los primeros núcleos chos y después de la primera guerra se
de la Juventud Obrera Católica fundó oficialmente la JOC19.
–JOC- que aunque no logró consoli- De hecho, en el curso de Mlle de
dar la experiencia, ni tenía una Hemptinne dio algunas charlas donde
metodología definida, tuvo el valor de insistía en la situación de las mujeres y
sensibilizarse con la situación social de el carácter diferente del trabajo en los
los más explotados y marginados del diversos “medios sociales”particular-
sistema social. Luego se integraron en mente se refirió a las jóvenes estudi-
la experiencia de la Acción Católica antes universitarias20.
Femenina y rápidamente se fue
abriendo paso entre las jóvenes de En una publicación titulada
Acción Católica la necesidad de aten- Juventud Femenina Católica, Gim-
der de manera diversa los diferentes nasio das Conegas de Santo Agostinho
componentes sociales18. de San Pablo, se recogen orientaciones

18
C. DE HEMPTINNE Testimonio recogido el 13 de mayo de 1976 en Gante,
Bélgica.
19
A.M. BIDEGAIN op.cit T. I pp 109-110
20
C. DE HEMPTINNE Testimonio recogido el 13 de mayo de 1976 en Gante,
Bélgica.

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 49

“basadas en la experiencia de personas tanto no sólo su perspectiva era


competentes e “tirada de Papel e antiliberal, antimoderna, anticomu-
responsabilidades das dirigentes” de nista, anti-protestante, sino también
Mlle de Hemptine se define el anti feminista y reproducía todo el
movimiento, se explicita su organi- discurso pontificio de dominación y
zación y métodos de acción. Se hace sujeción de la mujer al varón, tan diá-
muchísimo hincapié en la unidad por fanamente expuesta por Pío XI en
un lado de la Acción Católica Casti Connubi en 1930.
Femenina en razón de su condición Recordemos también el contexto
femenina, pero al mismo tiempo en la histórico que vivía Latinoamérica
importancia de las especializaciones y donde las sufragistas comenzaban a
la formación de la JECF, JICF y la ganar espacio en algunos estados
JOCF Con relación al método se da como es el caso brasileño y la impor-
prioridad a la formación de los círcu- tancia que podía tener para la Iglesia la
los de estudio acorde con el lema: organización de las mujeres. En 1932
piedad, estudio y acción. A finalidade nos encontramos en un momento
do Circulo e encinar: Ver, Julgar, Agir. muy particular de la historia
Sin embargo, esta gran organi- Brasileña, no sólo en su contexto
zación naciente estaba mediada por la político por la llegada de Vargas al
perspectiva y el discurso del catolicis- poder y el enorme influjo político de
mo de entonces, profundamente mar- Dom Leme21, sino también por las
cado por el catolicismo integral y por reformas políticas que se adelantan
21
“La alianza de clases establecida por Vargas a través de la Alianza Liberal, encerraba
múltiples contradicciones, y los intereses divergentes no dejaron de manifestarse.
Ninguno de los grupos tiene condiciones de ofrecer las bases de la legitimidad del
nuevo estado para presentar sus propios intereses particulares como expresión de los
intereses generales de la nación: las clases medias por que eran socialmente y económi-
camente dependientes; los intereses del café porque habían sido dislocados de las fun-
ciones de dominio político por la revolución de octubre de 1930 y porque se encon-
traron profundamente afectados por las consecuencias internas de la crisis de 1929 y
los demás grupos agrarios porque eran menos desarrollados económicamente y esta-
ban menos vinculados con las actividades de exportaciones fundamentales en el con-
junto de la economía.
En estas condiciones, el nuevo gobierno tiene que moverse siempre de una complica-
da red de compromisos y conciliaciones entre intereses diferentes y a veces contradic-
torios. De esta manera, las clases populares urbanas presentes en la ciudad, serán
tenidas en cuenta por la presión que ejercían con su sola presencia, en un régimen de
gran inestabilidad debido a la incapacidad de cualquier grupo social de asumir como
clase dominante el control de las funciones políticas.

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50 Ana María Bidegain

entonces. Dentro de este proceso, desde el siglo XIX tanto el derecho a la


quiero destacar el hecho de que en educación como los derechos civiles y
1932 Getulio Vargas, promulgó un políticos para las mujeres brasileñas y
nuevo código electoral que garantizó quienes habían apoyado a Vargas22.
el derecho al sufragio a las mujeres Por la documentación que he maneja-
brasileñas. Esta no fue una graciosa do, en el catolicismo no había oposi-
dávida del gobernante sino que fue ción a que las mujeres hicieran uso del
posible por la necesidad de ampliar la derecho al voto, sino por el contrario
base electoral para disputarla a la oli- se las promovía para que actuaran en
garquía precedente en el poder y tam- la arena social y aún política pero para
bién porque desde la instalación de la defender los derechos que considera-
República se había manifestado el ban eran de la Iglesia y por eso era
movimiento feminista, que reclamaba fundamental organizarlas dentro de

El control de la masa popular urbana constituye la única fuente social posible de poder
personal y autónomo para el gobernante, y en cierto sentido se constituirá en la única
fuente de legitimidad posible para el propio estado. La Iglesia tenía fuerte dominio
sobre las masas urbanas. Vargas lo sabía y por eso permitirá y reconocerá el estatuto
jurídico y el rol en la sociedad que la Iglesia reclamaba para si”. A.M. BIDEGAIN,
tomo III Brasil, Cap.V. pp 78-79.
22
Con la proclamación de la República y la constituyente de 1891 muchas mujeres
creyeron que ellas serían incluidas en el proceso electoral al no estar excluidas del
reconocimiento de ciudadanas, pero las autoridades electorales no las consideraron
aptas para la vida política por lo cual a lo largo de la República Velha se manifiestan
contra este abuso e incluso algunas de ellas forman en 1910 el Partido Republicano
Femenino, con la intención de promover la discusión sobre el voto femenino y atraer
adeptas a la camapaña. En 1918 Bertha Lutz , una científica e importante líder femi-
nista, fundó la Liga para la Emancipación Femenina que en 1922 se convirtió en la
Federación Brasilera para el progreso femenino, teniendo representantes en casi todos
los estados. Ese mismo año con apoyo de varios políticos a favor del voto femenino
se realizó el Primer Congreso Feminista. En el Estado de Río Grande la federación
logró importantes apoyos políticos que les permitieron a las mujeres de ese estado
votar y elegir en Lages, a la primera Alcalde de América Latina, Alzira Soriano, al tiem-
po que en el Congreso Nacional se presenta una ley para extender el voto a la mujer.
Con el advenimiento de la Revolución del 30, las feministas apoyan a Vargas en la
discusión del anteproyecto de la Constitución del 32, y este a pesar de las maniobras
que intentan retirar el derecho del voto a la mujer, lo establece en el nuevo Código
Electoral y las mujeres votaron en las elecciones de 1933. Conf. Historia das mulheres
en http.www.brasil-outros500.org.br/brasmulher.htm // F.MILLER Latin American
Women and the search for Social Justice University Press of New
England/Hanover&London 1991. pp 97-98

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 51

una estructura jerárquica y clerical Para Dom Leme era inconcebible


para que las propias mujeres organizar un partido político católico,
defendieran la posición que interesaba sino que era necesario encontrar una
a la Iglesia. formula extra-partidaria, que permi-
En esta coyuntura, Dom Leme tiese a los católicos obtener el resulta-
preparaba a la Iglesia Brasilera para do deseado. Para ello organizó la Liga
que lograra una mayor presencia en la Electoral Católica. Este fue un grupo
sociedad y en la política, para desple- de presión católica con la doble finali-
gar dos estrategias en las cuales las dad de instruir, reunir y registrar a los
mujeres también participaron de electores católicos y al mismo tiempo
manera decisiva. La creación de la asegurar a los candidatos de los diver-
Liga Electoral Católica y la Acción sos partidos su aprobación por parte
Católica Brasileña. Esta fue fundada de la Iglesia y el voto de los fieles
oficialmente el 9 de junio de 1935 con católicos a quienes se comprometieran
las cuatro ramas características del a defender en la Asamblea
modelo italiano de Acción Católica. Constituyente los principios sociales
Damas, Hombres (ambos mayores de católicos, particularmente las llamadas
30 años) los jóvenes muchachos y chi- reivindicaciones católicas. No se pre-
cas (entre 14 y 30 años) La Asociación sentaban candidatos propios sino que
Universitaria Católica (AUC) fundada se sometía a los partidos y a los can-
en 1929 quedó integrada en la mas- didatos individualmente un cues-
culina. En los estatutos se reconocía tionario en el debían contestarse los
tanto a las muchachas como a los punto de mayor interés para la Iglesia.
jóvenes varones el desarrollo de espe- Según el resultado de esta encuesta,
cializaciones por medio, lo que ya recomendaba al electorado católico, a
venían haciendo las chicas como través de la prensa y boletines, el nom-
hemos dicho. bre de los partidos o de los candidatos
de cualquier partido que se hubiese
Tres temas, de los cuales dos eran comprometido a defender ciertos
especialmente sensibles para las puntos.
mujeres, hacían parte de las reivindi-
caciones católicas como las había lla- En las elecciones para la Asamblea
mado Alceu Amoroso Lima: la llama- Constituyente la Liga Electoral
da estabilidad de la familia (por el rec- Católica tuvo una gran victoria en la
hazo a la ley de divorcio), la educación medida que los candidatos apoyados
religiosa del pueblo (por medio de la por ella fueron todos electos. Al pare-
enseñanza del catecismo facultativa en cer por informe de Mons. Pizzardo
las escuelas publicas) y asistencia fac- para mostrar la eficiencia de la Acción
ultativa a las fuerzas armadas. Católica señala que las mujeres, que si

Sociedad y religión vol. xviii nº 26/27 (2006)


52 Ana María Bidegain

estaban organizadas en grupos de nacional y aún internacional fue cre-


Acción Católica, más que los hom- ando paulatinamente aún sin pro-
bres, siguieron las líneas sugeridas por ponérselo las bases para participar en
la Iglesia23. la vida democrática. De tal manera,
En 1934 la Srta Hemptinne viajó que toda la preparación de la Acción
nuevamente a Río de Janeiro, y se Católica Femenina en este período fue
fundó la Liga Femenina de Acción determinante para que la votación
Católica para las Señoras también femenina se expresara en la línea
antes de fundarse la Acción Católica deseada por la Iglesia.
Brasilera y sus ramas masculinas. La constitución de 1934 incluyó
Habida cuenta del suceso de la Srta. las peticiones de la LEC. El prefacio
De Hemptinne en el 32, la Santa sede de la Constitución comenzaba con la
decidió que extendiera su trabajo a frase “Poniendo nuestra confianza en
otras capitales Latinoamericanas: Dios”. La separación entre la iglesia y
Montevideo, Buenos Aires, Santiago, el estado continuaba, pero el gobierno
Lima, Bogotá, Caracas. En cada ciu- podía asistir financieramente a la
dad que dicta cursos de Acción Iglesia en a aquellas obras de interés
Católica24 orientados a conformar los colectivo. Se les reconoció a los miem-
núcleos de Acción Católica femenina. bros de las órdenes religiosas el dere-
El curso y su puesta en práctica, cho al voto y las asociaciones religiosas
preparaba a las mujeres a establecer fueron garantizadas legalmente.
organizaciones que a pesar del carácter La asistencia espiritual fue permi-
clerical de la Acción Católica les per- tida en los establecimientos oficiales y
mitía actuar con relativa autonomía y militares. El matrimonio religioso fue
aprender a organizarse y organizar las enteramente reconocido en los mis-
bases de un movimiento social. La mos términos que el civil y el divorcio
organización en pequeños núcleos y la fue prohibido. Y lo más importante
utilización semanal de círculos de para la iglesia fue el reconocimiento
estudios para el análisis de la realidad constitucional de la educación reli-
social, política y religiosa local, giosa en las escuelas publicas y la sub-

23
Monseñor PIZZARDO. Informe a Monseñor Chiarlo, nombrado nuncio en Brasil.
El informe solicitado por Mons. Tardini, encargado de Affari Ecclesiastici
Straordinari, tiene fecha de 25 de abril de 1946. en Archivos del Consejo Pontificio
de Laicos. Fondo Papeles Monseñor Pizzardo.
24
CHRISTIANNE DE HEMPTINNE Visites en Amérique du Sud, en Jeunesse
Nouvelle, marzo de 1964. sus cursos fueron traducidos y editados por las señoras
limeñas que constituían la Acción Católica de la mujer peruana.

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 53

vención económica de la parte del historiografía civil y eclesiástica nunca


estado para las escuelas católicas25. De reconoce, pero sobre todo no lo
esta manera, la constitución de 1934 reconoce la propia Iglesia como parte
fue la gran victoria de la Iglesia, puesto de su memoria colectiva.
que ella obtuvo el reconocimiento Al igual que en Brasil en la década
público y explícito de lo que consider- de los 30 en los demás países lati-
aba como su propio rol en la noamericanos, se desarrolló la Acción
sociedad26. Pero este reconocimiento Católica. Así miles de mujeres de
fue posible por un lado la propia todas las clases sociales, jóvenes y
debilidad del Estado que necesitaba adultas tuvieron por medio de este
no sólo el apoyo simbólico de la movimiento la primera actividad de
Iglesia sino que ella había demostrado sociabilidad con repercusión histórica,
ser capaz de atender una enorme red de análisis cultural, de conocimiento
de servicio social, particularmente los de la realidad social, y de participación
colegios que el Estado nunca hubiera política.
cubierto. Pero esta red de trabajo
social era en altísima medida sostenida Por el análisis de la publicación de
por le trabajo de las religiosas, ellas estos cursos que hemos reseñado y de
también mujeres. Es decir, que en este publicaciones de estas organizaciones
proceso de reintegración y vemos que no existían referencias
reconocimiento del Estado hacia la específicas a la situación de domi-
Iglesia, las católicas, laicas y religiosas nación y sometimiento de la mujer,
jugaron un rol determinante que la porque esta no era cuestionada, por el
contrario lo que trataba era de man-
25
El movimiento revolucionario de 1922 que finaliza en 1930, había sido acompañado
por un movimiento de modernización y democratización de la enseñanza, represen-
tando también un gran movimiento ideológico y una nueva concepción de toda la
educación conocida bajo el nombre de Escola Nova. Como los partidarios de la
“Escola Nova” tenían en sus programas, al lado de los postulados pedagógicos el pos-
tulado de laicidad en la enseñanza, fueron objeto de la crítica de los católicos que a
menudo no supieron hacer las distinciones de los diferentes aspectos y atacaban en
bloque toda la nueva corriente renovadora. Sobre la posición de los líderes de la
Escola Nova, Ver:Fernando AZEVEDO, Introducao ao estudo da Escola Nova, Sao
Paulo, 1930. //. A cultura brasileira. Obras completas, Vol. XII, Sao Paulo, 1964. Del
lado católico, ver: TRISTAO de ATAIDE, Debates pedagógicos, Río, 1931. L.
FRANCA, Eusino religiosos en eusino leigo, Río, 1931.
26
AMOROSO LIMA, Alceu. Indicacoes politicas: Da Revolucao a Constitucao. Río,
1936. p. 131. Sobre Constitución, Ver: G. FERNANDES, A religao nas
Constitucoes Republicanas do Brasil en R.E.V., No. 25, diciembre de 1948. pp. 832-
844.

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54 Ana María Bidegain

tener el orden y lo que se cuestionaba líderes eclesiásticos insistían en que el


era la transformación del mundo énfasis debía ponerse en señalar a los
donde los considerados papeles especí- enemigos políticos e ideológicos de la
ficos de la mujer eran revisados por un Iglesia por encima de cualquier cosa28.
naciente feminismo que reivindicaba La función social por excelencia,
derechos sociales y políticos. Al con- de las mujeres estaba determinada por
trario insistían en defender la femi- su naturaleza y por tanto sus obliga-
nidad y el orden tradicional, jerár- ciones y su presencia social y profe-
quico y patriarcal coherente con el sional estuvieron mediadas por esta
integralismo dominante en la época. realidad. El magisterio y el servicio
Defendían la domesticidad de la social eran especialmente recomenda-
mujer, dedicada exclusivamente a las dos para las chicas las cuales a su vez
tareas de la reproducción como su las convertía en mano de obra espe-
función primordial pero se considera- cializada , si se quiere, de las “Obras
ba, que dada la situación alarmante de de la Iglesia” que tanta importancia
cambio social y político, las mujeres tenían para que la Jeraquía mantu-
debían “luchar entre la repugnancia de viera su influjo en la sociedad y fuera
actuar en público y el llamamiento de la respetada, reconocida y financiada por
gracia y de su obispo”27. La insistencia el Estado29.”
específica para la mujer era la preser- A la propuesta de una sociedad
vación de la moral y en especial del jerárquica y mantenedora del orden
núcleo familiar, eje de la pastoral, pero que era la que difundían los católicos
sin dejar de tener una responsabilidad integrales que dirigían la Acción
en la vida política y social; pero los Católica, se correspondía muy bien un
27
CHRISTINE DE HEMPTINE. Curso de Acción Católica, Lima 1935.p. 20.
28
En una entrevista que tuvimos con la Srta. Hemptinne el 13 de mayo de 1976 ella nos
afirmaba que tanto en 1932 como en 1934 había sido enviada por la Liga
Internacional de Mujeres Católicas con credenciales y orientaciones especiales en
relación a la situación socio-política que se vivía en esos países, Su Santidad Pío XI le
había apoyado en su viaje. Ante la pregunta de si ella tenía conocimiento antes de par-
tir del desarrollo en esa época de movimientos y partidos socialistas y comunistas, en
los países en los cuales dictaría sus curso, respondió: “C’es-t pour cela que j’ai été
envoyée”.
29
“A las mujeres debe encaminárseles hacia aquellas profesiones que estén de acuerdo con su
naturaleza femenina y que no sólo interfieran su específica misión en la familia, sino que
ayuden a capacitarla para ella Pío XII mensaje a VII Conferencia Internacional de
Servicio Social. citado por Revista Testimonio Año VII Bogotá, Colombia, septiembre
y octubr de 1954 No 61, pag. 25

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 55

mantenimiento del orden social y terrestre estaba hecha para divertirse y


moral que se le asignaba a las mujeres. no como lo señala la doctrina católica
Lo que era totalmente coherente con para alcanzar la perfección humana y
la lógica institucional que defendían. sobrenatural en este mundo. Sin
La segunda mitad del siglo XIX y embargo, todas las formas de diver-
comienzos del XX se dio un cambio sión eran presentadas como peligrosas
en las formas de diversión y descanso. y por ello se señalaba como preven-
Los baños termales y las playas trans- ción profundizar en la dimensión
formaron el turismo, las fiestas domi- sobrenatural, recordando “que el cuer-
nadas por el baile dejan de ser un espa- po es tabernáculo vivos del Espíritu
cio de las clases altas y la fiesta popu- Santo y así respetar y hacer respetar
lar tomó nuevas dimensiones y expre- nuestra dignidad. La conveniencia del
siones de liberalidad, el teatro y las vestido y de las actitudes, la abstención
novelas muestran que las relaciones del alcohol, breves invocaciones hechas
interpersonales cambiaron de cariz, y interiormente, nos ayudarán a ello; más
la moda expresa un nuevo manejo de aún podremos así hacer apostolado en
la relación con el cuerpo. Por eso los aquel medio mundano con el ejemplo y
grupos locales de Acción Católica, con alguna palabra oportuna”30.
reservaban un espacio particular que le Las ligas femeninas y especial-
dedicaban a lo que se llamaba el mente la sección de señoritas, tuvieron
enfoque moral sobre el flirt, danza, una fuerte incidencia en la vida cul-
teatro, novelas, deporte veraneos. En tural latinoamericana. Campañas y
lo cual insistía Mlle de Hemptinne en formación de ligas organizadas por
sus cursos. ella “por la moralización y buenas cos-
Veían la necesidad del descanso y tumbres” incidieron fuertemente en las
la legitimidad de la distracción siem- costumbres y mentalidad colectivas,
pre que ellos no implicaran un especialmente entre los sectores
repliegue sobre sí mismo, es decir, medios31.Un énfasis exagerado en la
considerar simplemente que la vida moral sexual32 iba a par con las cam-

30
CHRISTINE DE HEMPTINE. Curso de Acción Católica, Lima 1935.pp83-87.
31
Aunque no conocemos los análisis sociológicos del hecho, la novela latinoamericana
recoge esta realidad. Ver especialmente Las buenas conciencias de Carlos FUENTES,
especialmente el personaje de Srta. Pascualina, actuando en ciudad mejicana de
Guanajuato.
32
HEMPTINNE: Curso de Acción Católica, capítulo XIII sobre “distracciones y descan-
so, especialmente sus reflexiones acerca del flirt, la danza y el veraneo. La colección de
la revista La Juventud Femenina y La Dirigente , de Colombia, da buenos testimonios

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56 Ana María Bidegain

pañas de familias cristianas y las fiestas La influencia fue lo suficiente-


de la madre del sacerdote. Entre los mente fuerte como para que en la
sectores clericales era entendida la idea sociedad se notara un comportamien-
que la falta de sacerdotes en América to sexual especial de la juventud vin-
Latina se debía entre otras causas al culada a los movimientos de Acción
relajamiento moral de las costumbres Católica. En los países donde los
familiares en estos países tropicales, movimientos habían logrado una cier-
debido a la instauración del matrimo- ta incidencia en este sentido, existían
nio civil y por eso era fundamental cuentos, bromas y chistes que daban
insistir en la constitución de la familia cuenta de una cierta “a-sexualidad” de
cristiana33. los jóvenes de Acción Católica. En el
Ante la trasformación de la moda contexto de unas sociedades suma-
femenina hasta el vestido era regular- mente sensuales el modelo de castidad
izado y el modelo de traje para una aparecía como una especie de agresión
chica de la Acción Católica para un del cual el ambiente popular se burla-
país tropical como Brasil era cuellos ba35. Por eso la organización de base
altos, mangas largas, faldas 10 cm parroquial, sus sesiones de estudio y
debajo de la rodilla, medias gruesas, análisis de la realidad la orientación de
sombrero y zapatos34. Esta actitud las costumbres y de las relaciones
obedecía a la lucha contra la sensuali- interpersonales, fue creando más que
dad y las costumbres y formas de un movimiento político o social un
vivencia de la sexualidad de los países amplio movimiento cultural, como
latinoamericanos presente desde la afirma Fortunato Mallimaci36.
colonia.
de esta situación. Esta perspectiva paso luego a los movimientos especializados hasta
el Vaticano II.
33
Ver Ricard PATTEE,El catolicismo contemporáneo latinoamericano Buenos Aires 1951,
ver también Informe del Consejo de Acción Católica colombiana a Vitorino
Veronese, doc. cit. pp. 17.
34
Jocismo: octubre de 1936, anno III, Nº 30 pp. 3.
35
Según testimonio de A. Abascal, antiguo militante de JEC cubana, entre los jóvenes
cubanos antes de la revolución decían que existían tres tipos de mujeres: las lindas, las
feas y las de A.C. En Brasil existían “piadas” populares que mostraban a los militantes
de A.C. como asexuados. Testimonio de Vilhena de Paiva (ex-militante JEC Brasil).
Testimonio recogidos en Lovaina el 20 de enero de 1977. El libro ya citado de Fuentes
corrobora estos testimonios.
36
MALIIMACI F.El Catolcismo Integral en la Argentina (1930-1946) Editorial Biblios
Buenos Aires 1988 pp 31-34

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 57

La convocatoria que la Acción femenina, igualmente propuesta por


Católica hizo a las mujeres a participar liberales y socialistas, basada en la
en la arena social y política, bajo la maternidad como aspecto esencial y
conducción masculina y clerical, y diferenciador de su naturaleza femeni-
luchando al mismo tiempo por que na. Varios trabajos han señalado la
esta participación se hiciera desde la identidad de discursos masculinos a
naturaleza femenina (es decir como pesar de sus diversas lecturas políticas
madres/reproductoras) reafirmó y (socialistas, liberales o conservadores)
coincidió con el discurso “maternal- cuando se trata de la construcción de
ista”37 de los gobiernos autoritarios de la identidad femenina basada en la
la mayoría de los estados latinoameri- “naturaleza”38.
canos de las décadas del 30 y 40. La De esta manera, los conceptos
Acción Católica, ni aún en su rama construidos desde la perspectiva de los
femenina, realizó la defensa de dere- hechos naturales (por hombres desde
chos reproductivos, sociales o políti- diferentes horizontes ideológicos) y
cos de las mujeres como sujetos expresados a su vez como verdades
históricos sino que se trató de su trascendentes (por los sistemas reli-
instrumentalización para ser usada de giosos) establecieron una autoridad
acuerdo a las exigencia planteadas por difícil de cuestionar o desmontar. Así
coyuntura política, en defensa de los el “maternalismo” difundido por la
derechos de la institución eclesiástica. Acción Católica mantuvo el proyecto
Por otro lado, y a pesar de toda la de domesticación femenina erigién-
oposición que la Iglesia le brinda a la dola en apoyo fundamental para el
sociedad moderna esta perspectiva mantenimiento del orden social y
reforzó la construcción de la identidad político dirigido por los hombres en
37
“Maternalista” hace referencia a la utilización de la maternidad para darle fines ide-
ológicos particulares.
38
Ver para el caso del Liberalismo colombiano el trabajo de SUZY BERMUDEZ El
Bello Sexo. La mujer durante elolimpo radical ECOE, Santafé de Bogotá, Colombia
1993. Hijas esposas y amantes. Uniandes Santafé de Bogotá 1992 Para el caso de
Socialistas argentinos MARIA SILVIA DI LISCIA Y ANA MARIA RODRIGUEZ
han mostrado que “el modelo de mujer-madre no deja de remarcarse, otorgándole casi
ribetes sagrados. La propuesta maternalista concebida por la Iglesia Católica en el siglo
XIX y la que expresan los socialistas de las primeras décadas del siglo XX no admiten
diferencias serias, tal vez, divergencias de matiz, estimuladas por un discurso anticler-
ical que sin embargo conserva todos los fundamentos ideológicos del sistema patriar-
cal. “El Socialismo y la Iglesia. Aportes sobre la condición femenina, 1918-1929. en La
mitad del país. Lamujer en la sociedad argentina. compilación de LIDIA KNECHER-
MARTA PANAIA. Bibliotecas universitarias.Buenos Aires 1994.

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58 Ana María Bidegain

los cuales las mujeres tienen como varones, ya que para poder desarrollar
único espacio específico el manten- la enorme red de servicios sociales,
imiento de la moral ocultando su ver- que le estado delegaba en las institu-
dadera significación histórica y al ciones religiosas, era necesaria una
mismo tiempo haciéndolas respons- gran cantidad de personal con una
ables de las dificultades morales tanto enorme vocación de servicio y para
de ellas mismas como de los propios ello las mujeres laicas, a través del vol-
varones cuya sexualidad es muy poco untariado en obras de la Acción
cuestionada. Lo que nos trae conse- Católica y las religiosas respondieron
cuencias hasta nuestros días. con enorme generosidad La enorme
Si miramos las estadísticas sobre la significación histórica le papel de las
composición eclesiástica podemos mujeres laicas y consagradas en el pro-
también demostrar la importancia de ceso de restauración y de integración
la vida religiosa femenina en la imple- de la Institución eclesiástica al estado
mentación de la amplia red de servi- fue ocultado históricamente, por la
cios sociales que permitieron la reinte- identidad impuesta a las mujeres den-
gración de la Iglesia al Estado, lo cual tro del discurso civil y religioso y el
es sistemáticamente, sino ocultado, al tenor de las relaciones de género den-
menos dejado de lado en los análisis. tro de este contexto. Su aporte a la
Como dijimos, en la primera década modernización de los estados, ya que
del siglo había 14.778 sacerdotes entre sus obras de educción, salud y servicio
clero regular y secular39 y 14.0 83 reli- social permitieron la ampliación de la
giosas entre contemplativas y de vida cobertura social y también la inte-
activa40. En 1945 el total masculino gración ciudadana de muchos sectores
entre clero diocesano y religioso era tradicionalmente excluidos, también
24.381 y el total religiosas de vida ha sido ocultado por el discurso laico
apostólica era de 58.567. Es decir, que y aún feminista, limitado por su per-
una vez que se le dio espacio a las spectiva ideológica aún en los estudios
mujeres para colaborar en la Iglesia en académicos.
el apostolado, a pesar de las condi-
ciones impuestas por el Código
Canónico de 1917, de subordinación
y control, estas no sólo lo acogieron
sino que duplicaron a los clérigos

39
CÁRDENAS G., E. S.J. América Latina: La Iglesia en el siglo Liberal Centro Editorial
Javeriano, Bogotá, 1996, ver. Pp 23- 25 y 111 a 116.
40
PATTEE R. El Catolicismo en Hispanoamérica. Buenos Aires 1951 p. 7

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 59

III. Las nuevas formas de humanos como derechos inalienables.


relaciones hombres y Seguramente obligado por las cir-
mujeres en la Iglesia con cunstancias históricas, Pío XII desde
el desarrollo de un 1945, había ido cambiando la per-
nuevo discurso religioso spectiva antropológica tradicional de
por parte de la Acción los pontificados sobre la mujer. La
doctrina oficial poco a poco deja la
Católica especializada.
perspectiva todavía defendida por Pío
(1945- 1962) XI en Casti Connubi (1930) la pri-
Paulatinamente comienza a darse macía del varón sobre la mujer y su
un cambio de perspectiva en el catoli- rendida obediencia; pero sin rechaz-
cismo que influyó en las organiza- arla abiertamente y explícitamente. En
ciones féminas que nos ocupan. El numerosos discursos a organizaciones
catolicismo integral como corriente femeninas y en sus mensajes de
dominante fue perdiendo influencia Navidad se comienza a hablar de la
entre miembros de la elite intelectual mujer como imagen de Dios y de la
del catolicismo que comenzaban a ser igualdad del hombre y la mujer como
influenciados por la perspectiva de consecuencia de ser ambos creados a
intelectuales católicos europeos, sobre esta imagen41. Pero se seguían
todo franceses, como es el caso de definiendo a la mujer por su función
Jacques Maritain, (L’Humanisme maternal, aunque se le comenzaban a
Integral, 1936) quien abrió a la Iglesia reconocer sus derechos sociales y
la perspectiva democrática después de políticos. Para Pío XII las mujeres
la Segunda Guerra Mundial (discurso debían participar del proyecto de
de Navidad de 1949) fortaleció la transformación del mundo y clara-
propuesta demócrata cristiana en mente lo había dicho en 1945 a las
Europa y América Latina y facilitó el mujeres italianas fortaleciendo el dere-
reconocimiento de la libertad religiosa cho al voto de la mujer “vuestra hora
y de conciencia en el 48 . Con los ha sonado, mujeres, jóvenes católicas. La
cambios políticos de la II post guerra vida pública os necesita”42.
también el Vaticano aceptó la carta de
Al mismo tiempo, el recono-
las Naciones Unidas y los derechos
cimiento al esfuerzo intelectual de
41
21 de octubre 1945, 14 de octubre 1956, 29 de septiembre 1957 Conf. M.RON-
DEAU .Le Discursdu Magistere Papal au sujet des Femmes au XIX Siecle a nos tours, en
Supplement Vie Spirituelle,127(1978) p.507-519 citado por M.T. PORCILE SANTI-
SO, La mujer Espacio de Salvación.Ediciones Trilce, Montevideo 1991.
42
Pío XII, octubre,. 1945 citado por SALAS M.De la promoción de la mujer a la teología
feminista. Bilbao 1993 p.20

Sociedad y religión vol. xviii nº 26/27 (2006)


60 Ana María Bidegain

retorno a las fuentes, particularmente catolicismo preparando las transfor-


las bíblicas y la renovación litúrgica maciones que más tarde aportó el
impulsada por el propio Pío II Concilio Vaticano II.
(Mediator Dei -1947 -) tuvo una inci- En muchos países, como es el caso
dencia enorme en los movimientos de Brasil, la Juventud Femenina de
juveniles de Acción Católica que a Acción Católica desde sus inicios
mediados delos 40 y en la década del actuaban en ramas especializadas par-
50 comienzan a desarrollarse en orga- ticularmente para la JECF, la JOCF y
nizaciones por medios sociales y uti- la JUCF. Ellas también jugaron un rol
lizando una metodología que decisivo en la creación de otras ramas
replanteaba tanto la práctica como el de la Acción Católica en otros medios.
discurso religioso en la medida que el Yolanda Betencour fundó la JICF
acento se fue poniendo en la realidad para los medios independientes y
social y la comunidad donde el catoli- Angela Neves, hija de agricultores,
cismo debía ser vivido, por lo cual fue pero con experiencia en la JECF
llamada Acción Católica especializada fundó la JACF que para mediados de
por que se especializaba en la organi- los 50 fue un movimiento desarrolla-
zación de los las católicos de acuerdo a do mientras que la rama masculina fue
los medios sociales donde debía actu- una realidad solamente a fines de la
ar. Esta forma organizativa centrada década, según lo expresa el propio
en las condiciones sociales eliminó las asesor de la JAC Brasileña Raimundo
separaciones de carácter sexual y fue Caramuru Barros43.
particularmente orientada hacia la
juventud, promoviendo los Aunque este pasaje a constituir un
Movimientos de Acción Católica movimiento mixto no fue fácil
conocidos por sus siglas JAC, sobretodo para los jóvenes prove-
Juventud Agraria Católica, JEC, estu- nientes de colegios católicos La docu-
diantil, JIC la independiente, JOC, la mentación nos muestra que a media-
obrera y JUC la universitaria. Sin dos de los 50 abordaron el problema
dejar de existir la Acción Católica de las relaciones entre muchachos y
General, modelo italiano, que anal- muchachas y la necesidad de fortalecer
izamos anteriormente, la Acción la amistad entre los jóvenes de ambos
Católica especializada pasó a consti- sexos, como una manera de lidiar con
tuirse en la estrategia pastoral de fines las dificultades de crear un movimien-
de los años cincuenta y de los sesenta to mixto. Aunque no lo decían abier-
que abrió nuevas perspectivas en el tamente implicaba tratar de crear una

43
SERVUS MARIAE Para entender a Igreja no Brasil. A caminada que Culminou no
Vaticano II (1930- 1968) Vozes 1994 p.83

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 61

nueva forma de relaciones. finales de los años 50 estaban vivien-


Consideraban que existían dificul- do, como en todo Occidente, el
tades que surgían del mismo precon- comienzo de las grandes transforma-
cepto existente que sostiene la imposi- ciones culturales del siglo. Estas
bilidad de una verdadera amistad fueron, por una parte, muy profun-
entre personas de diferente sexo, das, fundamentalmente en lo relativo
además que por la presión social y la a las relaciones de género, y por otra,
cultura no era fácil. Aducían que la impactaron al conjunto de la
falta de educación sexual y el hecho de sociedad, a las ricas y a las pobres, a las
que en los colegios religiosos de sacer- blancas, a las negras o a las mestizas,
dotes y hermanas, la sexualidad fuera habida cuenta del desarrollo de los
un tabú, lo veían como una de las nuevos medios de comunicación
causas del problema. La reciprocidad social, particularmente la televisión,
en las relaciones la situaban como un que difundirá nuevos modelos de
aspecto fundamental de las relaciones organización social característicos de
pero cuando hablaban del amor las sociedades modernas de Estados
conyugal y de las relaciones interfa- Unidos y Europa. Estos cambios estu-
miliares se basaban estrictamente en vieron acompañados por nuevas
Casti Connubi . Aunque tratan de reflexiones éticas y filosóficas secular-
resaltar el papel de la mujer y afirman izadas, que pusieron sobre el tapete la
que ambos merecían el mismo respeto necesidad de pensar en el rol de las
y que ambos eran responsables por el mujeres en la consecución de los dere-
hogar decían : E preciso nao esquecer: o chos individuales y de los pueblos
chefe e o marido44. Sin embargo, para sometidos, en la necesaria pacificación
algunos líderes religiosos latinoameri- del mundo, en el valor de la existen-
canos que trabajaban con los jóvenes cia. Todo esto junto con la incorpo-
de la Acción Católica las diferencias ración del marxismo como instrumen-
de género y las dificultades para gener- to de análisis social que tuvo como
ar un movimiento mixto era necesario caja de resonancia el mundo universi-
trabajarlas para dar el espacio de hijos e tario y juvenil en general46. Pero, tal
hijas de Dios a todos por igual y con la vez, uno de los cambios más significa-
misma dignidad45. tivos fue el relativo a la condición
Las latinoamericanas y caribeñas a femenina, propiciada por su incorpo-

44
JUC –Anais del V Conselho Nacional de JUC , Fortaleza, Janeiro, 1955 p. 61
45
Dom Helder Camara. Testimonio Recogido en Paris , octubre 1977
46
Recuperación de la memoria histórica de la mujer en la vida religiosa femenina en-
Perú .S/p.

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62 Ana María Bidegain

ración masiva y de todas las clases acción externa. Porque, sien otras edades
sociales al mercado laboral, su acceso a el influjo de la mujer se restringía a la
la educación en todos sus niveles, el casa y su entorno en nuestros tiempos,
reconocimiento de los derechos civiles quiérase o no, se extiende a una esfera
y políticos, el control reproductivo y cada vez mas vasta: la vida social y
del cuerpo femenino por medio de pública, los parlamentos, el periodismo,
nuevos avances científicos y tecnológi- las profesiones, el mundo del trabajo....
cos, los cuales son ampliamente difun- Con la llegada de Juan XXIII al
didos y además utilizados por cam- Pontificado se marcó un paso funda-
pañas gubernamentales y organismos mental en la consideración de la
internacionales como armas políticas temática de la mujer, cuya promoción
para el control de la población. El consideró un signo de los tiempos48.
acceso paulatino de la mujer a ocupar “En Segundo lugar, viene un hecho de
puestos decisivos en los diversos cam- todos conocido: El ingreso de la mujer en
pos hasta entonces de exclusivo con- la vida pública, más aceleradamente
trol masculino, como el político acaso en los pueblos que profesan la fe
nacional e internacional, el científico cristiana; mas lentamente, pero siempre
y laboral fue cuestionando también en gran escala, en países de tradiciones y
sobre el rol de la mujer en la Iglesia y culturas distintas. En la mujer se hace
en el Mundo47. da vez más clara y operante la concien-
Las autoridades religiosas eran cia de su propia dignidad. Sabe ella que
conscientes de estos cambios incluido no puede consentir el ser considerada y
el propio Pío XII que en abril de 1957 tratada como cosa inanimada o como
al clausurar un congreso de la Unión un instrumento; exige ser considerada
Mundial de organizaciones Femeni- como persona, en paridad de derechos y
nas Católicas dijo: Hay además una obligaciones con el hombre, así en el

47
Foi tratado do assunto da ‘presença da religiosa no mundo’, na preparação e na real-
ização do Capítulo Especial:1969-71.”Para o mundo e para a Igreja a Religiosa será
um sinal da mulher que se engaja nos organismos nacionais e internacionais, que é
solicitada a colaborar no processo de reflexão, planejamento e coodenação de suas
estruturas e na dinâmica de seu desenvolvimento.A Religiosa será um sinal no mundo
de hoje, estando encarnada nele, fazendo parte de uma comunidade cristã e adulta,
vivendo a realidade terrestre; compredendendo seus problemas; acompanhando o pro-
gresso da ciência e da técnica, procurando descobrir, as grandes tendências que deter-
mina o destino dos povos..Presença da religiosa no mundo IRMÃS MISS. DE
S.C.BORROMEO-SCALABRINIANA Secretaria Provincial 69-71R.Castro
Alves,344.P.Alegre,RS. Brasil
48
JUAN XXIII Pacem in Terris N41, 1963

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 63

ámbito de la vida doméstica como en el catolicismo desde el siglo XIX, pero


de la vida pública, como corresponde a también por las transformaciones de la
las personas humanas” vida política los movimientos gener-
En un discurso anterior le había aron una estructura internacional no
conferido un rol particular como sólo de intercambios de experiencias
instrumento de la unidad de la famil- sino organizativa y de acción social y
ia, la vida social, la sociedad, la vida política en sentido amplio, generando
nacional e internacional49. Pero tam- también una fuerte conciencia de
bién, así sea una mujer casada le internacionalidad.
reconoció el derecho al trabajo y a la El desarrollo de la especialización
iniciativa en el plano económico, lo y la pedagogía utilizaba fue revolucio-
cual implicaba necesariamente un nando la pastoral porque propició una
esmero en su preparación profesional mayor comprensión del papel del
y dejar de lado la idea de que el único laico en la Iglesia, pero sobre todo
lugar posible para la mujer era el creó conciencia de que el laicado no
hogar, como venían diciendo sus ante- era simplemente ayuda para el sacer-
cesores. dote, sino que laicos hombre y
La formación de los y las jóvenes mujeres eran portadoras de la evange-
católicos/as fue paulatinamente reori- lización y tenían un papel en el apos-
entándose hacia la consolidación de tolado a partir de la propia realidad en
un espíritu crítico, responsable de sus la que vivían. Al mismo tiempo,
actos y de la realidad social la cual muchachos y muchachas trabajaban
debía transformar para que la experi- en igualdad de condiciones porque el
encia del Amor cristiano fuera una respeto a dignidad del ser humano era
posibilidad. Esta perspectiva nacida y un elemento central en el nuevo dis-
desarrollada por sectores del catolicis- curso religioso50.
mo en países capitalistas centrales Las muchachas de JUC podemos
como Bélgica, Francia, Canadá pro- decir que vivían un cierto feminismo
fundamente influenciados por la sustentado en su dignidad de seres
modernidad, formaba sujetos con humanos y asumiendo el desafío de su
identidad individual pero con una propia realidad histórica. A fines de
fuerte conciencia colectiva . A su vez, los años 50 los movimientos se iban
acorde con la internacionalización del desarrollando y la unificación se iba

49
JUAN XXIII Mensaje a la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas.,
3 d emayo de 1961
50
Ma. de Lourdes Figuereido, hoy Señora Frachia , testimonio tomado en Roma, 18 de
octubre de 1977

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64 Ana María Bidegain

asumiendo cada vez con menos difi- movimiento como en la propia


cultad porque todos estos cambios Universidad”52.
sociales estaban quebrando el “patriar- Esta discusión se daba precisa-
cado” como ya decían las jucistas de mente en el gran “momentum” de
196051 cuando entraron a discutir el estos movimientos. El cambio de dis-
problema de la diferencia de los sexos curso religioso pasó a re-significar las
pero tratando de quebrar la idea de relaciones entre hombres y mujeres en
superioridad masculina predominante la Acción Católica particularmente
hasta entonces, mostrando, desde entre los estudiantes, mucho antes del
diversos aspectos, la diferencia. Ya Concilio y de que llegaran los ecos del
entonces plantean la necesidad de sug- desarrollo de la segunda generación
erir en las Universidades a creación de del Feminismo norteamericano. Ese
un Departamento Femenino en cada cambio de discurso religioso es pro-
Facultad para estudiar la realidad de la fundo y fuertemente vivencial en las
mujer y que estos debían ser consegui- militantes y dirigentes. Algunos con-
dos y presionados por las mismas estu- ceptos teológicos que más tarde reco-
diantes en cada centro. Algo similar a gieron el Concilio y la Teología de la
las modernas escuelas de genero o de Liberación a fines de los años 50 e ini-
estudios de la mujer? cios de los 60 fueron apropiados por
En relación al trabajo en el mismo las militantes. Estos fueron claves para
movimiento hacen hincapié en que los re-significar su papel de mujer en la
muchachos y los asesores se interesen historia, para como dicen ellas conver-
en el tema para darle una resolución tirse en sujetos de la historia.. Nosotros
en el movimiento al tema de las rela- no entendimos mucho de que se trataba
ciones entre muchachos y muchachas. pero entendimos que se trataba de vivir
Se solicita una colaboración en térmi- el Evangelio con una dimensión muy
nos de reflexión, no sobre la misión de profunda de vivir el Evangelio en toda
ellas, sino en términos y principal- su dimensión humana y social.
mente sobre la relación de ellos con las Hablábamos de un Evangelio encarna-
chicas. Pero que no fuera “una simple do y seguir el Evangelio hasta sus ulti-
reflexión sino que sobre todo se encar- mas consecuencias y en todas sus dimen-
nase en la práctica para que fuera una siones”53. “Al mismo tiempo todas estas
colaboración valiosa para el pleno desen- transformaciones se daban en un ambi-
volvimiento de la mujer, tanto en el ente de gran libertad y de trabajo con

51
Maria de Lourdes de Albourquerque A Mulher na Universidade en JUC Boletim 1960
52
IDEM
53
Testimonio de SOLANGE SILVANY , Salvadorde Bahia, 5 de Julio de 1996.

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 65

militantes no cristianos en el espacio muy significativo en la vida académica,


social, cultural y político. Trabajábamos en la lucha por la democratización ella
juntos por ejemplo en el Centro de en la Federal y yo aquí en la Católica a
Cultura Popular que dirigía Paulo nivel de dirección ambas. También par-
Freire o en el Frente Popular en el espa- ticipábamos a nivel de dirección Maria
cio político con los marxistas” Esta real- de Lourdes casada con Barelli fue del
idad social y cultural influyó en la man- equipo nacional. Además de nosotras
era como pasamos a vivir el que en ese momento estuvimos en el
Cristianismo y como se asumió el Ideal equipo regional, En el movimiento
Histórico y la inserción social del había entre un 40 y 50% de partici-
Evangelio54. En ese encuadre era muy pación activa de mujeres, coordinando
claro que en el nordeste era fundamental encuentros a nivel regional, del
la inserción en la política y luego surge el Nordeste, y Nacional viajando por todos
tema de crear un partido político Ser lados en fin una participación tanto a
humano responsable de su historia en nivel de base como de dirección y muy
donde le tocara vivir significativa que nos formó para actuar
La participación femenina en el del punto de vista de compromiso políti-
movimiento era quizás más numerosa co, de un compromiso con los grupos que
pero en la dirección siempre estuvo existían en la universidad, y en la
equilibrada lo que de todas maneras Unión Nacional de Estudiantes.55
era una novedad porque lo corriente, Esa participación ayudo a que las
aun hasta ahora. es que aunque la mujeres tuvieran un espacio social,
mayoría sea femenina en las institu- profesional, político y académico que
ciones y organizaciones la dirección es antes no tenían. Sigue Mercury Antes
masculina. de esta experiencia, de ninguna manera
Liliana Mercury nos dice: Aun las mujeres tenían especio de partici-
desde el punto de vista cuantitativo era pación. De verdad fue un proceso de
un equipo que era muy equilibrado. conquista por las mujeres que de verdad
Con mujeres que han seguido actuando no fue fácil, pero aun yo veo que aquí en
en la vida política, social y académica. mi tercera gestión como vicerrectora, es
Por ejemplo, Susana Marteleni, que hoy real que permanentemente las mujeres
hace parte de la comisión de Justicia y tenemos que estar demostrando que
Paz en la diócesis y tiene un compromiso somos competentes, que somos buenas. Es
54
Testimonio DE LOUCIANO DOURADO MATOS dado en Recife 7 de julio del
96 en conjunto con MARIA DE LOURDES ANTUNES (MAUDA) hoy señora
Berten.
55
LILIANA MERCURY MAUDA Testimonio recogido por A.M BIDEGAIN, Bahía
4 julio 1996

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66 Ana María Bidegain

real que las mujeres siempre tienen un del movimiento estudiantil, ya no era
camino mas difícil en la vida académi- igual. Aunque fuera de una manera
ca y profesional, que es donde ahora me muy camuflada, las relaciones cambia-
muevo y lo compruebo. Para lograr ban y los muchachos eran conscientes e
puesto de dirección más significativos intentaban alertarnos y protegernos, al
hay siempre una expectativa para ver tiempo que todos concentrábamos toda
allí la figura masculina. nuestra energía en nuestro trabajo mili-
Paulatinamente el movimiento fue tante codo a codo había un acuerdo para
creando un nuevo modelo de experi- que la gente estuviera siempre junta
encia religiosa y con ello un nuevo para poder estar mejor coordinados y no
modelo de mujer que asumía su dispersarse. Así se montaba toda una
autonomía iba logrando espacio y estrategia de trabajar políticamente y de
respeto entre sus colegas varones que manera coordinada de mucho com-
al ir cambiando la mujer también pañerismo y de iguales. En los encuen-
cambiaron ellos y cambiaron las rela- tros del movimiento estudiantil era
ciones de género. mucho menor la presencia de mujeres
que hombres, en el movimiento de JUC
La JUC dio espacio a la mujer. Esa es que esa participación y acceso a la
mirada sobre lo social marcó el cambio. dirección era mas pareja57.
Reflexión en la fe confrontada a la real-
idad social e histórica cambió toda la Al mismo tiempo que había una
mentalidad, la perspectiva sobre la relación muy igualitaria, se mantenía
religión y sobre nosotros mismos. Era Fe vía una especie de sublimación un
vivida en la comunidad Dios vivido con comportamiento sexual muy “acon-
otros. La mujer tomó espacio y mucha ductado” por los patrones tradi-
fuerza como los varones56. Había una cionales, al menos hasta los años 66.
diferencia sustancial en lo que se vivía En general no había muchos casos de
en el movimiento que era muy diferente relaciones prematrimoniales, aunque
al cotidiano en otros espacios. En la JUC surgieron muchos matrimonios de la
yo no sentí tanto esa diferencia en las JUC, pero aunque en la actividad
relaciones de género. Nosotros dis- política la participación de las
cutíamos de igual para igual y muchachas era muy igualitaria y com-
asumíamos papeles y compromisos partían espacios, tiempos y lugares no
iguales, no existía nada que tuviese una había ningún asomo de promiscuidad,
distinción mayor de la figura masculina que si se daba en otros grupos y mili-
a la femenina. Pero del punto de vista tantes políticos. Al mismo tiempo esa
gran libertad que las jóvenes lograron
56
MAUDA
57
MERCURY

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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 67

de sus familias y de sus madres rompió es uno de los grandes textos de Sena.
con lo que se vivía tradicionalmente. El hecho de partir muchachos a
Todos nos quedábamos juntos, eso era pasar juntos tres cuatro días en un
una revolución en las familias, que sal- momento de sociedad policiva era algo
iéramos a encuentros o a realizar traba- que también chocaba y fue mirado con
jos de agitación social y política y sospecha por la policía, que no veía eso
quedábamos juntos chicos y chicas. como una conducta normal de cris-
Estamos allí como militantes, teníamos tianos” desde su perspectiva60. Existía
un altruismo tan grande, una entrega una diferencia con la gente del Partido
tan total, que por ejemplo desde que Comunista, que vivían la sexualidad de
entré a la JUC no iba más a Carnaval, otra manera61 Pero otra cosa que fue
hubo como un desplazamiento de la importante fue el deslocamiento del
vida sexual. Existió una canalización de pecado. Del sexo a la falta de Caridad.
nuestras energías para un ideal para un El Amor era el centro y el gran pecado
proyecto de grandes ideas, existía la sex- era el social. El hecho no era mas la
ualidad, pero había poco espacio para castidad, ellos existía pero lo principal
vivir el cotidiano todo orientado por el fue la Caridad. En la Iglesia tradicional
ideal de trasformar la sociedad. Hubo los pecados eran sexuales, para los asis-
muchísimos casamientos, pero era todo tentes de la JUC el pecado era el social.
mediado por el ideal. Nos casábamos Fue tan fuerte que era como un olvido.
con la gente de JUC porque compartía Pero creo que lo esencial fue la noción de
un ideal. Si era un buen militante uno pecado.
se casaba58. Y las chicas que no tenían
novios militantes eran a su vez cues- Más tarde en el movimiento, cuan-
tionadas por los otros miembros de do empieza la crisis comenzaron a exis-
JUC Todo lo que era del cotidiano de la tir relaciones prematrimoniales y en las
vida, del amor del afecto la gente lo reuniones de los grupos que quedaban se
canalizaba59. Lo central era ser sujetos planteaba el problema. Recuerdo en el
de la historia lo que significaba trans- Consejo de 1966, en Piracicaba hubo
formar la realidad que en esa época se mucho debate por la cuestión sexual
porque había un cambio enorme en las
El gran tema era revolución El costumbres de los militantes62.
Evangelio funda revolución brasilera
58
MAUDA
59
MAUDA
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LUCIANO
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MAUDA
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68 Ana María Bidegain

Cuando el movimiento estaba en llevaron a la práctica lo que los obis-


toda su plenitud teníamos mucha liber- pos anunciaban pomposamente y
tad interior, libertad de pensar de con- junto con otros cristianos y no cris-
struir de ser libre de poder pensar, liber- tianos sufrieron la persecución, la tor-
tad de saber que era justo63. Además las tura, la cárcel, la muerte o el destierro.
relaciones de los miembros de JUC eran Al mismo tiempo que se fraguan los
mucho más igualitarias, había mucha golpes militares en los diversos países
preocupación entre los varones de no del continente, la corriente conser-
tener un comportamiento machista. vadora al interior de la Iglesia logró
Además la mujer de JUC no aceptaría recuperar espacio de dirección en la
cualquier cosa, las relaciones de hombres Iglesia Católica , tanto en el ámbito de
y mujeres muda notablemente en las naciones como en el espacio conti-
relación a la sociedad en general64. nental, en organismos como el
Esta experiencia precede al CELAM y pasó a desmantelar la red
Concilio Vaticano II que es el primer organizativa de estos movimientos.
Concilio en la historia de la Iglesia
que, de manera explícita, sitúa el tema
IV. Continuidades y
de la imagen de Dios como funda-
rupturas en el rol
mento de la antropología, si bien es
cierto que la teología de la imagen apostólico de las
había estado presente en la reflexión mujeres luego de la
teológica, no siempre esa reflexión recepción del concilio y
había tenido, como hemos visto, un bajo estados autoritarios
resultado positivo respecto de la mujer Si el Concilio Vaticano II no
como imagen de Dios. Pero sobretodo aportó nada nuevo para estos hombres
el propio Concilio y en particular el y mujeres y su experiencia y reflex-
mensaje final a las mujeres muestra un iones fue donde se nutrieron los teól-
cambio radical en la actitud de la ogos de la Liberación, fueron abriendo
Iglesia vis a vis de la situación de la puertas sobre todo para las religiosas,
mujer en general y de la presencia para quienes el Concilio si creó un
femenina en la misma Iglesia. espacio para adelantar una gran trans-
Sin embargo, esta experiencia ter- formación. Para las religiosas el
minó dramáticamente por que los Concilio si significó un cambio extra-
jóvenes hombres y mujeres se com- ordinario en la medida que propició
prometieron políticamente, porque un cambio radical de la vida religiosa
63
MAUDA
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Otra lectura sobre las relaciones entre hombres y mujeres en el catolicismo 69

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70 Ana María Bidegain

centrada en la clausura y las reglas a la áreas rurales como el movimiento de


vida religiosa centrada en la misión y los Sin Tierra y acompañando los
en comunión con la Iglesia. Siguiendo movimientos de defensa de los dere-
las propuestas del Concilio Vaticano chos humanos y en los movimientos
II y del reunido en Medellín en el 68, por la democratización y la amnistía
con una generosidad enorme, las reli- de los presos políticos .
giosas dejaron sus propias obras y con- Al mismo tiempo la saga de los
ventos bien implantados en la áreas jóvenes católicos por transformar la
urbanas de clases medias y altas para realidad, incluida las relaciones de
desplazarse a apoyar la obra misional género, no sólo fue recogida en la
de la Iglesia en las periferias urbanas y propia Iglesia. Una década después
rurales, viviendo entre y como el encontramos que muchas de las
pueblo pobre. grandes teóricas o militantes del femi-
Las religiosas bebieron en la expe- nismo latinoamericano y del
riencia de la Acción Católica y una vez movimiento social de mujeres,
producida la crisis, fueron ellas hicieron su primera formación en la
quienes llevaran adelante mucho de Acción Católica. Como Rose Mary
los ideales de la Juventud de la Acción Muraro, ex militante de JECF
Católica, como la inserción en el brasilera que abrió la reflexión femi-
medio, el compromiso hasta las últi- nista en Brasil o líderes del movimien-
mas consecuencias, la continuación en to de mujeres como la colombiana
la reflexión bíblica desde la experien- Olga Ramírez . Por lo cual no es de
cia de Dios vivida en la realidad social, extrañar, que en la producción teológ-
la renovación bíblica y litúrgica. ica latinoamericana de los 90 encon-
Hubo algunos religiosos pero la expe- tremos una perspectiva feminista pero
riencia de inserción en los medios desde la marginalización étnica y la
populares fue una experiencia mayori- exclusión social, que la demarca de la
tariamente femenina, decidida a teología feminista norteamericana o
acompañar la misión de la Iglesia en europea porque la latinoamericana
las labores pastorales de las parroquias está mediada por esa presencia
más pobres. En esa continuidad femenina en los medios populares. La
vemos su labor pastoral centrada en el lectura femenina de la Biblia apoyada
desarrollo de las CEBs que en la antropología femenina abierta
metodológicamente y organizativa- desde Pío XII pero sobre todo desar-
mente reproducen la Acción Católica rollada durante el Concilio y en los
especializada, estando también en el Pontificados de Juan XXIII y Paulo
inicio de muchos movimientos VI, acompaña este proceso de madu-
sociales en los barrios populares o en ración teológica y alcanza a conformar

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