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Asignatura:

Constitución Política

Organización de los diferentes entes Territoriales

Presenta
Diana Carolina Coral Guerrero ID 556296

Ibón Maritza Alcalá Caicedo ID 615011

Docente
Leidy Susana Fierro Escobar

Colombia, San Juan de Pasto. Marzo, 20 del 2019


Introducción

La modificación del ordenamiento territorial colombiano constituyo un tema complejo para la


Asamblea Constituyente. La nueva división territorial tenía como objetivo encontrar el equilibrio
entre la independencia político-administrativa de los entes territoriales y un Estado unitario. La
nueva constitución territorial tuvo como resultado el capítulo XI de la Constitución de 1991, el
cual introdujo una larga lista de nuevos conceptos y problemáticas que debían ser resueltos para
el funcionamiento de un país descentralizado. Este artículo introduce al lector a la reforma
territorial por medio del análisis del texto constitucional, y los objetivos y razones dadas por la
Asamblea Constituyente. Para alcanzar su cometido el artículo presenta en su primera parte los
antecedentes y la evolución territorial colombiana, junto con los objetivos de la reforma de 1991.
Segundo, se estudian uno por uno los diferentes componentes del nuevo ordenamiento territorial
colombiano. En la tercera parte se muestra la importancia dada a las zonas de frontera y a las
zonas ribereñas del Rió Magdalena en la Constitución de 1991. Por último se discute la
planificación del desarrollo de las entidades territoriales, sus presupuestos y la repartición de
recursos.
Organización de los Entes territoriales en Colombia

La organización territorial de Colombia, de acuerdo con la Constitución política, se caracteriza


por ser un estado unitario territorialmente descentralizado, con autonomía de las entidades
territoriales, donde hay una preeminencia del municipio, proliferan las formas de administración
territorial y se garantiza la financiación de las entidades territoriales mediante transferencias de
recursos fiscales de la nación

Este modelo de organización territorial descentralizado tiene como objetivo permitir a la


comunidad dirigir su destino en el plano local y seccional, participando en las decisiones que le
afecten y en la vida económica, política, social y cultural, en asuntos que de acuerdo con la
Constitución son de su influencia.

De esta forma se aproxima el poder público al pueblo creando condiciones propicias para la
práctica de la democracia participativa, pues los ciudadanos pueden escoger a quienes van a regir
los destinos de la comunidad de acuerdo con sus intereses y expectativas; se promueve la
modernización de las prácticas políticas y la renovación de las elites políticas, y se facilita el
control social de la gestión pública. También se promueve el desarrollo social, es decir, el
mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de los colombianos, comoquiera que las
autoridades locales tienen, además de muchas otras competencias, la responsabilidad de
satisfacer las necesidades básicas, como son la salud, educación, agua potable y saneamiento
ambiental.
Para estos propósitos, la Carta política dividió el territorio colombiano en departamentos,
distritos, municipios y territorios indígenas. Estas entidades territoriales, si bien están sujetas a
las leyes del Estado, gozan de autonomía (política, administrativa y fiscal) para la gestión de sus
intereses y por tanto, se gobiernan por autoridades propias, esto es, los funcionarios más
importantes son elegidos por los miembros de la respectiva entidad territorial, y ellos a su vez
escogen a sus colaboradores.

Ejercen las competencias que de acuerdo con la ley les corresponden sin estar obligados a recibir
órdenes o instrucciones desde la administración nacional, y en consecuencia ésta no les puede
revocar sus actos, ya que sólo los tribunales de justicia competentes podrán anular sus
decisiones. Además, administran los recursos y establecen los tributos necesarios para el
ejercicio de las funciones que les corresponden, y participan en las rentas nacionales para efectos
de atender los servicios a su cargo

Al elenco de entidades territoriales arriba mencionadas, podrán sumarse las provincias y


regiones, pues la ley podrá darles esa categoría si se constituyen de conformidad con el
ordenamiento jurídico

Estas formas de organización y administración territorial no se encuentran en funcionamiento


porque están pendientes de desarrollo legal, es decir, que se expida la ley orgánica para el caso
de las regiones y una ley ordinaria para el caso de las provincias

Además de las ya señaladas, existen otras formas de organización y administración territorial


como son las asociaciones de municipios, las áreas metropolitanas, las corporaciones autónomas
regionales, las juntas administradoras loca- les. De estas, sólo podrán convertirse en entidades
territoriales las áreas metropolitanas que se transformen en distritos, situación que conlleva A la
desaparición de los municipios que contribuyan a su formación

La animación que verá a continuación le permitirá reconocer la organización territorial


colombiana. Después de ver la animación se estudiará la división territorial de Colombia.
Departamentos

Según el artículo 298 de la Carta Política, son entidades territoriales que deben ser creadas por la
ley para administrar los asuntos seccionales; planificar y promover el desarrollo eco- nómico y
social dentro de su territorio; ejercer funciones administrativas de coordinación y
complementariedad de la acción municipal; de intermediación entre la nación y los municipios; y
de prestación de los servicios que determinen la Constitución y las leyes.

La administración del departamento se encuentra a cargo de un órgano colegiado deliberante


(asamblea departamental) y de un órgano ejecutor (gobernador). Dependiendo de la estructura
del departamento se pueden encontrar secretarías, que son dependencias encargadas de auxiliar
al gobernador en tareas específicas (gobierno, hacienda, educación, etc.) y algunas entidades
descentralizadas por servicios como establecimientos públicos, sociedades de economía mixta,
empresas industriales y comercia- les, etc. Igualmente, existe un órgano de control fiscal
encargado de vigilar el manejo de los bienes y rentas departamentales (contraloría).

El territorio nacional se encuentra actualmente dividido en 32 departamentos.

Regiones

Son una forma de organización y administración territorial conformada por dos o más
departamentos que se constituyen en regiones administrativas y de planificación, con personería
jurídica, autonomía y patrimonio propio, cuyo objeto principal será el desarrollo económico y
social del respectivo territorio.

Es importante anotar, que en el artículo 325 la Constitución hace una excepción desde el punto
de vista de las entidades que pueden integrarse para conformar una región, como quiera que ad-
mite que la misma se conforme también por el distrito capital con otras entidades territoriales de
carácter departamental.

Las regiones administrativas y de planificación que se creen, pueden convertirse en entidades


territoriales siempre y cuando cumplan las condiciones que establezca la ley orgánica de
ordenamiento territorial y se otorgue el concepto previo de la comisión de ordenamiento

Territorial. Verificado lo anterior, deberá expedirse la ley que las constituye en entidades
territoriales, la cual se someterá en cada caso a referendo de los ciudadanos de los departamentos
interesados en la conversión

La importancia de la conversión es que la región, como entidad territorial, gozará de una ventaja:
la autonomía para la gestión de sus intereses, esto es, gobernarse por autoridades propias,
participar en la rentas nacionales, entre otras.

Cabe señalar, que si bien desde el punto de vista geográfico se divide el territorio nacional en
seis regiones naturales: Amazonía, Andina, Caribe, Insular, Pacífica y Orinoquía; desde el punto
de vista jurídico no existen como entidades territoriales

Municipios

Son las entidades territoriales más fundamentales dentro de la división política-administrativa,


creadas por medio de una ordenanza departamental para prestar dentro de su jurisdicción los
servicios públicos que determine la ley, construir las obras que demande el progreso local,
ordenar el desarrollo de su territorio, promover la participación comunitaria, el mejoramiento
social y cultural de sus habitantes y cumplir las demás funciones que le asignen la Constitución y
las leyes .La administración del municipio se encuentra a cargo de un órgano deliberante y
colegiado (concejo) y un órgano de ejecución (alcalde). Dependiendo de la estructura que
establezca el correspondiente concejo pueden existir otras dependencias como secretarías
(gobierno, hacienda, etc.), departamentos administrativos, empresas industriales y comerciales
del municipio, sociedades de economía mixta e inspecciones de policía, creadas por el concejo o
por la asamblea departamental. Así mismo, existe una personería municipal y en algunos casos,
dependiendo de la categoría, tienen contraloría. De acuerdo con el artículo 21 de la Ley 617 de
2000, únicamente los municipios clasificados en categoría especial y primera, y aquellos de
segunda que tengan más de cien mil habitantes podrán crear y organizar sus propias contralorías.

Cabe señalar que los concejos pueden dividir el territorio municipal en comunas, cuando se trate
de áreas urbanas, y en corregimientos cuando se trate de rurales, con el objeto de mejorar la
prestación de los servicios y asegurar la participación de la ciudadanía en el manejo de los
asuntos públicos de carácter local .Tanto en las comunas como en los corregimientos habrá una
junta administradora local y en el caso del segundo, un corregidor

Como los municipios varían en cuanto a población, recursos fiscales, importancia económica y
situación geográfica, el constituyente le permite al legislador categorizarlos y determinar distinto
régimen para su organización, gobierno y administración

Actualmente en Colombia existen 1.102 municipios.

Provincias

La Constitución las define en su artículo 321 como las entidades territoriales creadas por una
ordenanza de la asamblea departamental, con el objeto de integrar municipios o territorios
indígenas circunvecinos de un mismo departamento para cumplir las funciones que les deleguen
las entidades nacionales o departamentales, las asignadas por la ley y los municipios que las
constituyen.

De acuerdo con la doctrina, las provincias parecen estar destinadas a servir como sede territo-
rial del ejercicio delegado de funciones departa- mentales y nacionales, así como para coordinar
y orientar la acción de las entidades territoriales que la integran en torno a determinadas obras o
servicios Si bien es cierto en los diferentes departamentos del país se habla de provincias, como
por ejemplo la provincia de Sumapaz, Tequendama y, Ubaté, ubicadas en el departamento de
Cundinamarca; o la provincia de Oriente, Ricaurte, Sugamuxi, la Libertad en el departamento de
Boyacá, es claro que ese concepto tiene una con- notación más histórica que jurídica.

De hecho, hasta la fecha no se ha expedido aún una ley ordinaria que permita constituirlas como
entidad territorial. La importancia de la conversión de la provincia a entidad territorial, es que
gozará de una ventaja: la autonomía para la ges- tión de sus intereses, esto es, elegir sus propias
autoridades, establecer tributos de acuerdo con la ley dentro de su jurisdicción, participar en las
rentas nacionales, entre otras.

Cabe anotar que si un municipio o municipios de- sean integrarse a una provincia que se hubiere
constituido, primero deben realizar una consulta popular.

Distritos

Son entidades territoriales con un régimen especial, diverso a los departamentos y a los que se
les pueden aplicar también las disposiciones vigentes para los municipios. En el país existen
varias clases de distritos: capital, especial y metropolitano. Así, Bogotá se encuentra organizada
como distrito capital; Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Buenaventura y Tumaco, como
distritos especiales; mientras que aquellos que de acuerdo con la ley resulten de la conversión de
las áreas metropolitanas en distritos serán metropolitanos (todavía no ha funcionado esta figura)
Áreas metropolitanas

Son entidades administrativas conformadas por dos o más municipios integrados alrededor de un
municipio núcleo o metrópoli, los cuales por razón de sus estrechas relaciones de orden físico,
económico y social requieren una administración coordinada para la racional prestación de sus
ser- vicios públicos

Actualmente se encuentran constituidas las áreas metropolitanas de: Barranquilla, Bucaramanga,


Cúcuta, Valledupar, Centro de Occidente y del Valle de Aburrá.

Las asociaciones de municipios

Son entidades administrativas conformadas por dos o más municipios de uno o más
departamentos, los cuales se asocian para organizar conjuntamente la prestación de servicios
públicos, la ejecución de obras o el cumplimiento de funciones administrativas, procurando
eficiencia y eficacia en el adelanto de estas tareas, así como el desarrollo integral de sus
territorios y la colaboración mutua en la ejecución de obras públicas

Los territorios indígenas

Son entidades territoriales, gobernados por consejos conformados y reglamentados según los
usos y costumbres de sus comunidades, para velar por la aplicación de la normas legales sobre
usos del suelo y poblamiento de sus territorios; diseñar las políticas, los planes y programas de
desarrollo económico y social dentro de sus territorios; promover las inversiones públicas en sus
territorios y velar porque se ejecuten debidamente; percibir y distribuir sus recursos; velar por la
preservación de los recurso naturales; coordinar los programas y proyectos promovidos por las
diferentes comunidades en su territorio; colaborar con el mantenimiento del orden público dentro
de su territorio siguiendo las instrucciones
1. Contexto Constitucional Étnico Colombiano.

En la década de 1990 el Estado colombiano alcanzó desarrollos legislativos y normativos, y


suscribió la firma de tratados internacionales exigibles para garantizar y demostrar el
compromiso de promover y proteger la diversidad étnica cultural del país.

A través de la Ley 21 de 1991 se aprobó el Convenio número 169 sobre pueblos indígenas y
tribales en países independientes, adoptado por la 76a. reunión de la Conferencia General de la
Organización Internacional del Trabajo OIT., realizada en Ginebra (Suiza) en 1989, en ella el
Estado colombiano acepta:

a) Reconocer y proteger los valores y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales


propios de dichos pueblos para lo cual deberá tomarse debidamente en consideración la índole
de los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente;

b) Respetar la integridad de los valores, prácticas e instituciones de esos pueblos;

c)Adoptar, con la participación y cooperación de los pueblos interesados, medidas encaminadas a


allanar las dificultades que experimenten dichos pueblos al afrontar nuevas condiciones de vida y
de trabajo”.
Para lograrlo el Estado colombiano se compromete a:

a) Consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a


través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afectarles directamente;

b)Establecer los medios a través de los cuales los pueblos interesados puedan participar
libremente, por lo menos en la misma medida que otros sectores de la población, y a todos los
niveles en la adopción de decisiones en instituciones electivas y organismos administrativos y de
otra índole responsables de políticas y programas que les conciernan;

c) Establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e iniciativas de esos pueblos
y en los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para este fin.

d) Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y
de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el
consentimiento acerca de las medidas propuestas”.
Opinión sobre la Organización de los diferentes entes Territoriales

Parece interesante y oportuno tratar el tema de la descentralización que fue uno de los pilares de
la reorganización socio-económica de Colombia cuando nació la constitución de 1991.

Por eso más allá de intensificar la actitud paternalista del gobierno central, un vuelco en el
fortalecimiento regional a través de un nuevo ordenamiento territorial que deje atrás los
conceptos de municipio y departamento y evolucione hacia organizaciones supramunicipales que
respondan a las realidades socioeconómicas de las regiones y con órganos de gobierno más
robustos y, por ende, con menor capacidad de generar clientelas para el mercado de voto popular,
podrían constituir avances significativos en el espíritu descentralizador de nuestra carta política.
Entes territoriales con mayor densidad poblacional con capacidad de generar economías de
escala en los mercados de productos, con menores incentivos a depender de la contratación
pública, con mayor capacidad de agremiarse alrededor de actividades productivas, tienen
mejores probabilidades de desarrollo a largo plazo y, en consecuencia, de conseguir la autonomía
fiscal indispensable para un adecuado funcionamiento de la descentralización.

Vale recordar que el proceso de descentralización es uno de los propósitos de la Constitución de


1991 y supone que la elección democrática de los mandatarios locales fortalece la autonomía
territorial e impulsa el mejoramiento de la gestión pública. Sin embargo, ante las cifras
expuestas, se puede concluir que la descentralización en Colombia sigue en un proceso , sin
cambios de escenario, el gobierno nacional seguirá actuando con actitud paternalista con el
riesgo de concentrar un poder fiscal que mal manejado puede ser una pesadilla para las finanzas
públicas del país.
Conclusiones

 Esta perspectiva permite distinguir a lo largo del proceso descentralizador colombiano,


entre una descentralización participativa y una recentralización ejecutiva de mercado.
Nos permite observar que las decisiones del Estado central no significan su consecución
automática. Sino que, el ejecutivo deberá contar con las especificidades regionales
surgidas de la complejidad política colombiana, así como con la participación de los
liderazgos políticos locales para encontrar una forma un bienestar verdaderamente
nacional. Es a partir de este deber ser, que el proceso descentralizador se justifica y
consolida como política de Estado, que no de gobierno.
 En este sentido, la sociedad civil también tiene un papel y una responsabilidad en el
proceso de fortalecer la gobernabilidad política de sus territorios. La participación
ciudadana es un ingrediente necesario para revitalizar las entidades territoriales, para
ganar autonomía y para equilibrar las relaciones intergubernamentales.
Bibliografía

(Hernández, A. 2001b. p. 94)


Constitución Política de 1991
(Lleras de la Fuente, C., Arenas, C., Charry, J., Hernández, A. 1992. p. 536).
(Art. 319 de la C. P. y 28 de la ley 128 de 1994),
Lleras de la Fuente, C., Arenas, C., Charry, J., Hernández, A. 1992. p. 536).

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