Indicadores de productividad

Sin duda la mejor palabra para definir a los indicadores de productividad es la

eficiencia.

Los indicadores de productividad son herramientas aplicadas frecuentemente en la

gestión empresarial, con el fin de evaluar el rendimiento y la eficiencia de los
procesos en las empresas. Básicamente, sirven para medir la cantidad de recursos
que utilizan las empresas para generar un producto o servicio en particular.

A través de un control efectivo de los procesos y con datos fiables y actualizados,

los indicadores de productividad permiten identificar y corregir con antecedencia,
los potenciales problemas y anomalías en las actividades de la organización,
previniendo y evitando perjuicios a los clientes y la propia empresa.

Entienda cómo funcionan los indicadores de productividad

La importancia de los indicadores de productividad radica en la evaluación y

cuantificación precisa que proporcionan sobre la relación de “los esfuerzos
empleados X productos y servicios generados“. Lo ideal es siempre usarlos
junto a los indicadores de calidad, creando el entorno ideal para el crecimiento y
desarrollo de la organización.

Los indicadores de productividad funcionan básicamente de la siguiente forma:

primero se establece un índice estándar para el proceso a ser evaluado, entonces
el resultado obtenido en esta medición del mismo proceso se pondera, y finalmente
se hace la comparación detallada entre los dos.

La llamada “eficiencia del proceso” es precisamente el cociente de esta relación.

La importancia de conocer a fondo los procesos de la empresa para desarrollar

indicadores de productividad

A diferencia de los resultados presentados por los indicadores de calidad, que

siempre vienen en cifras porcentuales, los indicadores de productividad presentan
el cociente directamente entre dos unidades de medida diferentes: una que mide
los recursos aplicados y otra que cuantifica las salidas producidas.

Con esto en mente, es muy importante para los gerentes y otros profesionales
involucrados identificar y documentar detalladamente todos los recursos y
productos que intervienen en el proceso cuya productividad se desea medir. En
caso contrario los resultados medidos no corresponden a la realidad y toda la
planificación, el rendimiento y el crecimiento de la empresa pueden quedar
comprometidos.
El conocimiento de los procesos de la empresa también es esencial por el hecho de
que, a menudo, la salida de un proceso dado puede ser un recurso importante para
otro. Un ejemplo es la formación y conferencias (procesos) con el fin de capacitar a
los empleados (salidas), que para participar en estos eventos se convierten en
recursos para ser utilizados en otros procesos de la organización.