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JUEGO PARA DESARROLLAR

LA INTELIGENCIA
EMOCIONAL
Materia:
Inteligencia emocional
Nombre del estudiante:
Martha Trujillo Soria
Matricula:
316006178
Maestro:
Edgar Keith Patlan Reyes
Nombre de su Campus:
Universidad Tecnológica de León
Fecha:
29 de Abril de 2019
INTRODUCCIÓN

La inteligencia emocional es un tipo de inteligencia diferente de la inteligencia


biológica (aquella que viene determinada genéticamente) y de la inteligencia
académica (aquella que puede ser medida y evaluada con test psicométricos), que
es la que se mide en el ámbito educativo.

Podemos definir la inteligencia emocional como el conjunto de destrezas,


capacidades y competencias no cognoscitivas que no posibilitan apreciar y expresar
de manera equilibrada nuestras propias emociones y entender las de los demás.

En este proyecto desarrollaremos un juego llamado memorama de expresiones, con


el cual nos daremos cuenta que las emociones nos ayudaran a guiar nuestro
pensamiento y conducta, influyendo en la habilidad de una persona para conseguir
nuestros objetivos y enfrentarnos a los problemas y presiones de la vida diaria.
DESARROLLO
¿Qué son las emociones?
Para poder comprender la complejidad del término emoción, es conveniente
empezar por ver las diferencias que tiene con otros conceptos con los que puede
haber confusión, como son los sentimientos y el estado de ánimo.

Las emociones tienen una duración breve y concreta, nunca tendrán una duración
considerablemente larga (más de un día). Sin embargo, los sentimientos surgen
cuando un individuo tiene una emoción, toma consciencia de ella y le pone nombre,
por lo tanto, los sentimientos pueden tener la duración que decida la persona de
forma voluntaria (ver Tabla 1). El último término que cabe aclarar es el estado de
ánimo. Éste, no está relacionado con una situación concreta, si no que depende de
cómo cada persona interprete la realidad. La duración no está especificada y la
intensidad es menor que la de una emoción (Bisquerra, 2000).

El término emoción proviene del latín movere que significa ‘mover’ con el prefijo
añadido -e que significa `fuera de´ sacar de nosotros mismos (ex - movere) (Real
Academia Española, 2016). Siguiendo la Real Academia Española (RAE, 2016) la
emoción se define como la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o
penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.

Clasificación de las emociones


De la misma manera que varios autores han intentado definir el concepto de
emoción, son muchos los que han querido clasificar las emociones. Por eso no hay
una única manera de clasificarlas, aunque las diferentes clasificaciones presentan
ciertos puntos en común, que permiten de modo general hablar de emociones
positivas, negativas, o neutras.

Para determinar cómo clasificar la emoción es necesario comprobar si esa emoción


nos acerca o nos aleja del objetivo personal, evidentemente, esto dependerá de
varios factores entre los que se encuentra la persona, el contexto, la situación en
concreto, y el hecho de determinar que una emoción ya es positiva o negativa por
sí misma y nos traerán efectos favorables o desfavorables (Obiols, 2006).
Salovey y Mayer (1990) exponen que existen seis emociones que son básicas o,
dicho de otro modo, primarias: el miedo, la sorpresa, la aversión, la ira, la alegría y
la tristeza. Además, en su modelo cognitivo emocional explican que cada emoción
tiene una función.
EMOCIONES FUNCIÓN
PRIMARIAS
Ira Predisposición a la lucha.
Tristeza Calmar la actividad, ralentizando el metabolismo.
Miedo Preparación para la huida, concentrando la sangre en las piernas.
Alegría Sensación de bienestar.
Sorpresa Activa la curiosidad, anima para investigar más.
Aversión Aleja del objeto.

Estas emociones tienen diferentes funciones pero todas ellas comparten su


finalidad, la adaptación en los diferentes contextos en los que se encuentra la
persona para la propia supervivencia.

A esta primera clasificación realizada por Salovey y Mayer (1990), Goleman (1996)
añadió dos emociones primarias más: el amor y la vergüenza. Asimismo, Goleman
(196), señala que de cada una de las emociones básicas se desprenden varias
emociones que él denomina secundarias

EMOCIONES PRIMARIAS EMOCIONES SECUNDARIAS


Ira Rabia, enojo, resentimiento, furia, indignación, odio…
Tristeza Pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía, soledad…
Miedo Ansiedad, aprensión, temor, preocupación, angustia....
Alegría Felicidad, gozo, diversión, euforia, éxtasis, entre otras…
Sorpresa Sobresalto, asombro, desconcierto, admiración…
Aversión Desprecio, desdén, asco, disgusto, repugnancia…
Vergüenza Culpa, perplejidad, remordimiento, humillación…
Amor Confianza, amabilidad, afinidad, devoción…
¿Para qué nos sirve este juego?
Estas cartas de emociones nos ayudarán a jugar en familia con los niños.
Abordar las emociones en esta etapa es muy valioso para ayudar a los niños(as) y
también a los adultos ha:
 Reconocer sus propias emociones.
 Ponerle un nombre a la emoción que sienten.
 Hablar sobre cómo se sienten.
 Reconocer emociones en las otras personas.
 Expresar emociones.
 Pedir ayuda cuando la necesiten.
¿Cómo se juega?
Juega con tu niño o niña como ustedes quieran, aquí te proponemos algunas ideas:
a) Hacer pares:
Pongan las cartas vueltas hacia abajo y busquen los pares idénticos por turnos,
como si fuera un juego de memoria.
b) ¿Cómo me siento hoy?:
Cada uno saca una carta con la emoción que mejor le representa y la muestra
tratando de responder: “Hoy día yo me siento….”
c) ¿Cómo se llama esta emoción?:
Saca una carta y hablen sobre el o los nombres de esta emoción.
d) ¿Qué hago yo cuando me siento así?:
Saquen una carta y cada uno dice qué hace normalmente cuando se siente así.
e) ¿En qué parte de mi cuerpo siento esta emoción?:
Alguien saca una carta con una emoción y el resto muestra con una mano en su
cuerpo dónde siente la mayoría de las veces esa emoción.
f) ¿Cuándo me siento así?:
Saquen cualquier carta de emociones y traten de imaginarse o recordar situaciones
en las que se hayan sentido de esa manera.
g) ¿Cuáles son las emociones agradables de sentir?:
Pongan de a uno la carta con la emoción que deseen identificar como agradable.
h) ¿Cuáles son las emociones desagradables de sentir?:
Pongan de a uno la carta con la emoción que deseen identificar como
desagradable.
¿Para qué sirven las emociones?
 Una emoción te ayuda a hacer algo para que intentes sentirte mejor.
 Una emoción te ayuda a conocer mejor lo que piensas.
 Una emoción te ayuda a saber que algo te gusta mucho o que no te gusta.
 Una emoción te ayuda a protegerte.
 Una emoción sirve para pedir ayuda.
 Muchos niños y niñas ya se sienten mejor cuando son capaces de hablar de
la emoción que sienten.
OBJETIVOS:
 Identificar las emociones que sienten
 Comprender qué situación les ha llevado a sentirse así
 Aprender a expresar sus emociones correctamente
 Fomentar la comunicación emocional

Para desarrollar la inteligencia emocional en niños en el hogar hay que tener en


cuenta los cinco aspectos fundamentales que la componen. Aplicar cada uno de
ellos en conjunto aporta al niño las herramientas necesarias para gestionar sus
sentimientos y desarrollar seguridad en sí mismos.

1. Conciencia de uno mismo o autoconciencia


Es importante que el niño tenga un conocimiento pleno sobre sí mismo. Debemos
ayudarle a conocer tanto sus virtudes como sus defectos para que adquiera
confianza en sí mismo y tenga una mayor capacidad autocrítica. Reforzar este
aspecto le ayudará a poder tomar mejores decisiones en el futuro y no guiarse solo
por sus emociones.
2. Autorregulación
Eliminar sentimientos como la rabia o la frustración en nuestros hijos es imposible.
Sin embargo, podemos ayudarles a regular estos estados de nerviosismo o
impulsividad creando en ellos una mayor serenidad. Esta cualidad puede ayudar a
los más pequeños a crear herramientas para su futuro que le permitan gestionar
mejor sus decisiones, por ejemplo, pensando antes de actuar.
3. Motivación
La motivación es imprescindible para que los más pequeños logren los objetivos
que tienen en sus vidas. Trabajar este aspecto les ayuda a adquirir tenacidad,
ilusión, perseverancia, e incluso, tolerancia a las frustraciones. De esta forma,
logran una mayor productividad y eficiencia para su futuro profesional.
4. Empatía
La empatía es fundamental para que nuestros hijos puedan comprender lo que
sienten las personas que se encuentran a su alrededor. En este sentido, debemos
ayudarles a adquirir la capacidad de reconocer las emociones de los demás, saber
escucharlos, ponerse en su lugar y entender cómo se sienten. Este aspecto es
básico en las relaciones sociales que les acompañarán el resto de su vida.
5. Habilidades sociales
Las habilidades sociales están estrechamente ligadas con la empatía, ya que es
imprescindible entender las emociones de las personas de nuestro alrededor para
saber cómo actuar. Trabajando este aspecto, el niño consigue interactuar de forma
adecuada y una mayor capacidad de asertividad.
CONCLUSIÓN
La inteligencia emocional es importante en la vida de las personas, ser equilibrado
en una reacción emocional, saber controlar las emociones y los sentimientos,
conocerse y auto-motivarse. Eso da a la persona la capacidad de ser mejor
persona, con mejores relaciones, lo que hará en su vida personal y profesional.
El fin el lograr una personalidad madura, que es el conjunto existencial y dinámico
de rasgos físicos, temperamentales, afectivos y volitivos propios, que nos hacen ser
únicos y originales. En la Inteligencia emocional ya no depende del corazón
depende de las capacidades intelectuales superiores del hombre, ya que un cerebro
primitivo como es el sistema límbico debe supeditarse a un cerebro más avanzado,
entre más control tengamos de nuestro cerebro, entre más rápido sean nuestras
conexiones entre el cerebro primitivo y la corteza cerebral mucho más inteligencia
emotiva tendremos.
Para lograr las conexiones tendremos que crear hábitos positivos sobre las
emociones, lo que lograra que nuestras sinapsis sean mejores y más rápidas.
Desarrollar la inteligencia emocional nos hará mejores personas, y nos ayudará a
que los demás lo sean.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Bharwaney, G. (2010). Vida emocionalmente inteligente. Estrategias para
incrementar el coeficiente emocional. Bilbao: Desclée de Bouwer.
 De Andrés, C. (2005). La educación emocional en edades tempranas y el
interés de su aplicación en la escuela. Tendencias pedagógicas, 10, 109-115.
 Boix, C. (2007). Educar para ser feliz. Una propuesta de educación
emocional. Barcelona: Ediciones ceac.
 Collell, J. y Escudé, C. (2003). L’educació emocional. Traç, Revista dels
mestres de la Garrotxa, any XIX, 37, 8-10. Recuperado el 20 de octubre de
2016, de http://www.xtec.cat/~jcollell/ZAP%20Trac.pdf
 Fernández, P. y Ruiz, D. (2008). La inteligencia emocional en la educación.
Revista Electrónica de Investigación Psicoeducativa, 6(2), 421-436.
Recuperado el 22 de octubre de 2016, de http://www.investigacion-
psicopedagogica.org/revista/articulos/15/espannol/Art_15_256.pdf
 Gallardo, P. y Gallardo, J.A. (2009). Inteligencia emocional y programas de
educación emocional.
 Sevilla: Wanceulen editorial deportiva, SL.
 Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado,
106, de 4 de mayo de 2016.
 Soldevila, A. (2009). Emociónate. Programa de educación emocional.
Madrid: Psicología Pirámide.

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