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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
SECRETARÍA DE POSGRADO

MAESTRÍA EN PSICOANÁLISIS- CURSO TEORíA PSICOANALíTICA I

DOCENTE: Osvaldo Delgado


Alumno: Eduardo Hossein
Trabajo monográfico individual.
Título: Del síntoma al sinthome. Del significante a la letra. Del padre al nombre

Para el presente trabajo, me interesó abordar el tema del punto 6: Síntoma y


satisfacción. El síntoma como funcionamiento. En mi lectura del presente curso, no
obstante, creo que para hablar de este tema, es ineludible atravesar otros, como por
ejemplo el inconsciente (inconsciente lenguaje, inconsciente letra, parletre) desde el punto
1 y también del punto 2 (inconsciente transferencial e inconsciente real), entre otros. Es
que además los temas del curso tienen la impronta de la última enseñanza de Lacan, la
cual va dando un giro que atraviesa todos estos temas, relacionados entre sí, a mi
modesto ver, como piezas de ajedrez que entre todas se van moviendo, como haciendo
un frente que va poniendo en jaque a las “piezas” de las primeras enseñanzas, más cerca
de Freud inclusive, si bien, Freud mismo dejó indicios que se homologan a algunas de
estas nuevas teorizaciones. También necesité ampliar la bibliografía, utilizando otros
Seminarios de Lacan, en especial R.S.I: donde ya abre cuestiones que proseguirá en el
23, como así también me resultaron aclaratorios un libro de Collete Soler (La querella de
los diagnósticos) y otro de Fabián Shejtman (La trama del síntoma y el inconsciente).
Siguiendo un poco más con la metáfora del ajedrez, creo que estamos jugando
con las negras, en tanto la novedad implica atravesar algo de oscuridad cuando aparecen
nuevos abordajes, y porque las blancas mueven primero.
Para instalar entonces los primeros "movimientos": en Inhibición, síntoma y
angustia, Freud llega a sintetizar el concepto de síntoma como “indicio y sustituto de una
satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo”. Este estado de
cosas, es tomado por Lacan, quien operando desde conceptos lingüísticos, categoriza al
síntoma como metáfora, que coincide con la idea de “sustitución” propuesta por Freud,
quien sin embargo, en ese mismo texto y ya en el siguiente párrafo, hace surgir esta
pregunta: “¿Cuál es el destino de la moción pulsional activada en el ello, cuya meta es la
satisfacción?”i. El carácter perentorio de la pulsión, que podemos con Lacan leer como

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insistencia de goce, ya era una preocupación, teórica y clínica, que no se agota con el
“síntoma metáfora”, por lo que habrá lugar para otra conceptualización del síntoma.
Dejo por un momento abierta la pregunta orientada hacia el goce, lo que también,
orienta hacia lo real, lo cual ya marca un viraje respecto de la "orientación a lo simbólico"
del síntoma, a la cadena significante, el inconsciente estructurado como un lenguaje, etc.,
para seguir "otra jugada".

Cuestionamiento del Nombre-del-Padre (¿o.…jaque al rey –Edipo-?)


En su libro La querella de los diagnósticos, Colette Soler abre el juego con estas
afirmaciones: "el síntoma es una respuesta a una prueba por la que pasamos todos y que
Freud llamó "la castración"ii. Hay otra forma de decirlo, obviamente y es que el síntoma
suple la ausencia de la relación sexual, es lo que viene a su lugar".
Entonces, para ubicarnos en las "búsquedas" del Lacan del seminario 23, nos
recuerda que hablar del Edipo/castración en Freud, es homologable para la teoría
lacaniana al nombre-del-padre. Pero esta teoría dispone también de tres consistencias,
que conocemos como registros simbólico, imaginario y real, que ya en un seminario
anterior comienza Lacan a preguntarse por el anudamiento de estos registros. "Vuelve a
decir que Freud sólo llega a comprender el anudamiento imaginario, simbólico y real a
través de lo que llama la realidad psíquica, que no es otra cosa que la realidad religiosa,
es decir esa función de sueño que es el Nombre-del-Padre"iii.
Quedan así en serie, homologables: realidad psíquica-complejo de Edipo-Nombre
del padre, anudando, re-ligando (por eso "religiosa") los tres registros. Y habla de "función
de sueño" con respecto a que esta "solución" de anudamiento, esta "re-ligadura"
adormece respecto de lo real. Este cuarto elemento que anuda, empieza a ser leído como
una solución, de aquí en más diremos sinthòmica o sinthomàtica.
Es decir, luego de establecer, como hice yo mismo al principio, cómo quedaba la
idea "clásica" de lo que es un síntoma para el psicoanálisis, Collete Soler problematiza,
leyendo a Lacan, el nombre-del-padre que de a poco va pasando a ser "el padre que
nombra", o simplemente, el nombramiento. En el Seminario 23 aparece el sinthome
diferenciado de "síntoma", y aparece de la mano de Joyce, en tanto pudo construir su
propio anudamiento (su propio sinthome), sin contar con el Nombre-del-Padre. Suceden
varias cosas en esta época, para comprender la producción de este nuevo neologismo.
Una de ellas es la conceptualización cada vez más presente de lalengua, y Lacan al
comienzo del seminario, se refiere a este término para introducir el sinthome: "Esta forma
indica una fecha, la de la inyección de griego en lo que llamo lalengua mía". Con lalengua,
a partir del seminario 20 "Encore" que justamente nos invita a entenderlo como "en-corps"
(en cuerpo), ya se va dando este viraje hacia lo real, lo real del cuerpo, que goza.
Lalengua ya no es el lenguaje, está más cerca de lo real que de lo simbólico, no
comunica. Más cerca del objeto voz, entonces, que, de la comunicación, de los "asuntos
de cada quien", Lacan revela que "symptome" (síntoma en francés), le sonaba a "ptoma"
que quiere decir "caída". De alguna manera, produce este neologìsmo "sinthome" para
dar cuenta de una salida o solución a la caída, como dándole a "sinthome" un sentido
opuesto al síntoma.

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En una época de Lacan donde lo real que no cesa de no escribirse, el goce que
insiste, imposible de negativizarse, comienza a tomar preponderancia, como dije antes,
teórica y clínica, surge un tema que va cobrando importancia: cuál va a ser el tratamiento
de lo real. Soler invita a leer el seminario donde él "insiste sobre el hecho de que dar un
nombre, la función de decir el nombre, tiene un efecto real, un efecto sobre lo real. (…) La
tesis que Lacan plantea aquí es que para anudar todo lo que es del orden de lo simbólico
y del significante a lo real, hay que pasar por el 'dar nombre' ".

Síntoma y sinthome
En el Seminario 23, hay una preponderancia a hablar del sinthome, como una
novedad teórica, sin dejar de lado el symtpome pero que ya a esta altura, no es el
síntoma "metáfora" sino que ya pensado como "síntoma-letra", que ya venía siendo
elaborado en trabajos anteriores de este último Lacan, pero con antecedentes tanto en las
primeras enseñanzas, como en Freud.
Al respecto de la distinción entre "síntoma y sinthome", no quiero dejar de lado la
advertencia que hace Fabián Shejtman en un artículo homónimo publicado en la revista
Ancla 2, donde aclara que muchas veces, para leer el Seminario 23, hay que referirse al
contexto para distinguirlos: "Como se sabe, se trata de una enseñanza oral –es decir, es
un seminario, no un escrito-, y entonces, en no pocas ocasiones, se vuelve dificultoso
saber si Lacan se refiere al síntoma (…) o a la nueva grafía que él introduce aquí -
sinthome-, ya que suenan muy parecido en esa lengua."ivEn el ya mencionado trabajo, "La
trama del síntoma y el inconsciente", el autor distingue explícitamente, primero el "síntoma
-metáfora" (como producto de la concatenación significante y haciendo serie con las otras
formaciones del inconsciente: acto fallido, chiste, sueño, lapsus) del "síntoma-letra"
devenido función [Σ (x)], la función del síntoma, como goce que resiste, como letra de
goce; para luego diferenciar este último de "sinthome", más del lado de la reparación, o
reanudamiento antes mencionado.
Sin embargo, J.A. Miller, me parece que mantiene dentro de un mismo término -
sinthome-, tanto a la letra de goce, la cara real del síntoma, como al cuarto anillo que
anuda a los tres registros. En El ultimísimo Lacan, nos invita a encontrar en una lectura
entre líneas del Seminario 23, al inconsciente como real y no como transferencial. "Es de
alguna manera el inconsciente como exterior al sujeto supuesto saber, exterior a la
máquina significante que produce sentido de sobra...."vNo está hablando del síntoma, sino
del inconsciente, no transferencial, que se plantea como un límite. "Está así delimitado el
espacio dentro del cual podemos jugar: por una parte, el inconsciente como real, como
agujero y, por otra parte, la operación que lo anuda, pero diluyéndolo al mismo tiempo, la
del sujeto supuesto saber."vi Es decir, si bien no está hablando directamente del síntoma,
nos prepara el terreno en dos espacios, uno no transferencial, real, separado de la
máquina significante, del sentido. Según lo que venía diciendo anteriormente, sería
homologable a distinguir el síntoma como metáfora del síntoma como letra de goce.
Donde más claramente MIller habla del síntoma es en Sutilezas analíticas, y dice
que "lo que Lacan llamó sinthome, con la ortografía antigua que restituyó, es propiamente
el nombre de lo incurable". Es aquí donde yo leo que utiliza el mismo término sinthome
para referirse al "síntoma-letra", ya que lo incurable es lo real, aquella dimensión del

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síntoma caracterizada como "el modo en que cada uno goza del inconsciente en tanto
que el inconsciente lo determina"vii. "Cuando hablamos de síntoma en psicoanálisis, nos
referimos a un elemento que puede disolverse o, según parece, desaparecer, levantarse,
mientras que con sinthome designamos lo que no puede desaparecer y es constante"viii.
Aquí el autor, claramente sólo distingue síntoma de sinthome, y este último admite su
parte constante o insistente: la cara real e incurable.

Hay del uno


“El pivote es que se considera acá el uno solo”ix. Con esta frase, Miller sintetiza la
mirada puesta, en la última enseñanza de Lacan, la orientación a un inconsciente ya no
tanto estructurado como un lenguaje, sino como constelación o enjambre de significantes
sueltos. Separado de una relación al Otro, sino pensado como S1, que no remite a un S2,
sin efecto de sentido. Por lo tanto, la clínica está orientada por el síntoma como goce que
resiste, como letra de goce. Para Miller, es una “clínica del sinthome”, y escribe: “El
verdadero psicoanálisis, en el sentido de Lacan, es el que se pone en la senda del deseo
y apunta a aislar para cada uno su diferencia absoluta, la causa de su deseo en su
singularidad, eventualmente la más contingente”x(el subrayado es mío). En esta frase,
todavía no hay nada nuevo, creo que es congruente con los Escritos técnicos de Freud,
entre otros. Y con la lógica del Más allá del principio del placer .Pero va a ir un poco más
lejos:
“Y llega el momento en que renuncia a esta lógica del más allá, cuando la trascendencia
que anima la lógica del deseo es reemplazada por un plan de inmanencia; es decir, una
prespectiva donde el concepto del placer es reabsorbido en el goce, donde se opone a nivel del
significante, el de la sustancia gozante, y donde Lacan puede decir que la significancia, el orden
significante, encuentra su razón de ser en el goce del cuerpo, que el sinthome está condicionado
no por el lenguaje sino por lalengua, más acá de toda articulación. Esta puerta que Lacan
entreabre en su seminario Aun culmina en su concepto de sinthome, que designa en su
singularidad la sustancia gozante. El modo de gozar absolutamente singular es como tal
irreductible –es decir que es un resto absoluto, que no puede ser reducido más allá-.”xi (El
subrayado es mío).

Se trata entonces de que para “adoptar el punto de vista del sinthome es saber
que hay, que habrá lo que no cambiará” y con eso, (real, ineliminable) la clínica apuntará
a un “saber hacer ahí” con el goce, que “pueda hacer con él una nueva alianza”xii

BIBLIOGRAFÍA
- Freud, S. “Inhibición, síntoma y angustia”. En Obras Completas, Tomo XX. Buenos Aires:
Amorrortu.

-Lacan, J. Seminario 22 "R.S.I.", inédito.


- Lacan, J. Seminario 23. “El sinhtome”. Ed. Paidós.

- Miller, J.-A. Los signos del goce. Capítulo VII. Ed. Paidós.
- Miller, J.-A. Sutilezas analíticas. Capítulo XIV. Ed. Paidós.

- Miller J.A. El ultimísimo Lacan, Paidós, 2013

4
-Shejtman, F. La trama del síntoma y el inconsciente. Del Bucle

-Shejtman, F., Síntoma y Sinthome, en Ancla -Psicoanálisis y Psicopatología-, Revista de la


Cátedra II de Psicopatología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, n° 2,
2008

-Soler, C. La querella de los diagnósticos. ED. Letra Viva.

i
FREUD,S. (1926) "Inhibición, síntoma y angustia", en Obras Completas, op. cit., XX
ii
SOLER, C. (2009) La querella de los diagnósticos, Letra Viva, 2009.
iii
SOLER, C. (2009) La querella de los diagnósticos, Letra Viva, 2009.
iv
SHEJTMAN, F. (2008),Síntoma y Sinthome, en Ancla -Psicoanálisis y Psicopatología-, Revista de la Cátedra II
de Psicopatología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, n° 2, 2008.
v
MILLER, J.-A. (2013): "El esp de un laps". En El ultimísimo Lacan, Paidos. 2014
vi
MILLER, J.-A. (2013): "El esp de un laps". En El ultimísimo Lacan, Paidos. 2014
vii
LACAN, J. (1975) El Seminario. Libro n° 22: "R.S.I.", op. cit., clase del 18-02-75
viii
Miller, J.-A. (2011): Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2014.
ix
Miller, J.-A. (2013): El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2014
x
Miller, J.-A. (2011): Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2014
xi
Miller, J.-A. (2011): Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2014
xii
Miller, J.-A. (2013): El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2014

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