Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
691
r
··historias noveladas de la transición''. en las que Umbral acentúa la
impronta política.
En 1996, Los cuadernos de Luis Vives, reabren el mundo aparente- 1
mente cerrado en 1982. Umbral. desde la madurez, revisa sus recuerdos
1
de niñez y adolescencia en unas "memorias reflexivas" en las que
reconsiderará una época que dio origen a Memorias de un niño de derechas
(1972), Los males sagrados (1973), Retrato de un joven malvado (1973),
Las ninfas (1976), El hijo de Greta Garbo (1982) y que en cierta medida
¡
aparece también en Mortal y rosa (1975), cuando la infancia del hijo muerto
y la propia se entremezclan.
¿Los Cuadernos de Luis Vives despejarán finalmente la ambigüedad
que vela la realidad en los libros que acabamos de mencionar? Enfrentamos
nuevamente el desafío de descubrir los lazos entre la memoria y la
imaginación, en estas "memorias reflexivas'' que exigen el diálogo textual
y desestabilizan "el pacto de ficción" desde el Atrio del libro, donde el
narrador afirma haber sacado "del desván de la infancia" estos cuadernos
en los que escribía unas ''notas íntimas". Responde a la realidad de su
infancia la existencia de cuadernos escolares llamados Luis Vives, el
narrador nos brinda datos tales como la editorial, las rayas de sus hojas
y su color azul gris, para persuadir al lector que narrará hechos que
ocurrieron. Pero, a renglón seguido, comienza el juego: "Sobre aquellas
anotaciones tenues, inseguras, se me ha ocurrido desarrollar el yo que yo
era entonces. Reescribir, en fin, profundizando en lo que quería decir o
mejorándolo, quizá falseándolo". 3 Afirmación que nos instala desde un
comienzo en la duda entre realidad e imaginación propias de la autoficción.
Aunque es inevitable ·como es habitual en Umbral y el narrador lo
reconoce en el Atrio- que el libro se deslice hacia la crónica de fa vida
cotidiana de la pequeña ciudad, el eje de estos cuadernos es "hacer la
arqueología de mi adolescencia, el retrato del artista adolescente/.. ./ una
anatomía o forja de un escritor". •
Es una constante de la literatura umbraliana que el yo/narrador
condicione la percepción de la autoficción como autobiografía, como hecho
vivido:
692
profundidad de sentido y meditación. Nada que ver. pues, con
mis novelas y memorias de juventud. ~
...el fenómeno social es que no se puede ser más que una cosa,
porque ya hace bastante el país con aceptar un Umbral. No se
le puede obligar a que acepte. lea y siga a media docena de
Umbrales: el humorista, el lírico, el ensayista, el patético, el
narrador, el realista, el irracionalista. / .. ./ No es honesto ser
media docena de escritores. 7
693
La literatura va a ser el filtro a través del cual Umbral observe la
realidad. El mundo estará mediatizado por la literatura: "La literatura. / .. ./
se interponía entre la vida y yo. Se ha interpuesto siempre. lo cual equivale
a no haber vivido." 9 No es esto una novedad de los Cuadernos, es otra de
sus isotopías. que no desaparece ni en los momentos en que lo biográfico
deja la transgresión, la pose snob. para adentrarse en el yo sufriente de
Mortal y rosa.
Este vivir a través de la literatura, para la literatura y de la literatura,
el vivir inmerso en una "escritura absoluta", imposibilita separar ficción y
realidad, para Umbral y para nosotros sus lectores. Todo se convierte en
literatura. En los Cuadernos pretende confesarse como nunca y asegura,
como señaláramos, que no tienen "nada que ver con mis novelas y
memorias de juventud."
Estas "memorias reflexivas" difieren, efectivamente, de sus otras
reconstrucciones de infancia/adolescencia, en la atenuación de la ironía
mordaz y de la voluntad de transgresión; en la ausencia de sordidez en el
tratamiento de los mismos temas. Antes quiso otorgar a lo "cotidiano la
dignidad de lo desconocido" 10, o mitificar a la madre en la identificación con
Greta Garbo, en síntesis, ser diferente.
Ahora, analiza los motivos que lo llevaron a adoptar esas posturas:
de niño y adolescente se sintió "inexistente", no era. no tenía imagen. Antes
que escnbir. quería "parecer'' un escritor. Entonces se inventa una imagen
exterior de lo que él creía que debía ser un escritor. Esto lo lleva a vivir una
VIda artificial: ir a misa de doce para observar a la "gente bian", frecuentar
círculos literarios provincianos, aprender inglés, usar esos guantes
amarillos, presentes también en Las ninfas.
La veracidad de lo narrado está lograda por la inclusión del nombre
de la madre -Ana- que no se menciona nunca en El hijo de Greta Garbo,
de los nombres completos de los amigos que formaban su "clan", por las
entrevistas con escritores famosos -el caso de Jorge Guillén-; por la
transcripción de los consejos sobre los artículos que recibe de Paco de
Cossio; por su oscuro trabajo en la oficina de reaseguros ...
Pero no están ausentes las marcas que indican al lector umbraliano
habitual la oscilación hacia el polo opuesto: la memoria que reconstruye
un "pasado apócrifo" en el mejor sentido machadiano.
El epígrafe de Borges: "Oh tiempo tus pirámides", pleno de connota-
ciones, sugiere el desgaste de los años sobre las construcciones humanas
o. en una interpretación más aventurada, el fenómeno inverso: que el
694
tiempo dignifica las ruinas que resisten su erosión. Lo temporal se asocia
a la mutación, al cambio, al olvido, al recuerdo.
El epígrafe de Cesare Pavese relaciona explícitamente memoria y
conocimiento: "El ejercicio de la memoria es un placer y un bien, porque
implica conocimiento . Volver a evocar una superstición no significa
practicarla, sino conocerla." 1 1
La escritura ha sido para Umbral un permanente conocimiento de si
mismo. En Retrato de un joven malvado leemos:
695
ahora casi una invención literaria: "lo sobrecogedor de la literatura es que
hasta la propia madre. cuando la escribimos, se vuelve literatura". :•
Aunque pretenda desmitificar al personaje que creó en El hijo de Greta
Garbo, Ana. su madre, es localizada desde la mirada de un niño que idealiza
a su madre prematuramente muerta. la enfermedad y la personalidad de
la madre son decisivas en la forja de este escritor. Lo introduce en la
literatura y a la vez, con su salud quebrantada le impide el deseado, y
temido, viaje a Madrid, centro del éxito o del fracaso.
Los tres últimos fragmentos del libro están dedicados a relatar la
muerte de la madre: "He aquí los detalles exactos". El narrador inicia el
diálogo textual, modificando, en parte, los datos que incluyó en Retrato de
un joven malvado, y se deja llevar por la culpa de no haber estado con ella
mientras moría y por el dolor de la pérdida. Los detalles exactos pierden
nitidez. la subjetividad empaña la evocación:
Hans y los insectos. Mamá y los bacilos. Ante una cosa así, el
Yo queda en suspenso. Sólo mucho tiempo más tarde se
recupera el Yo, y con él el dolor. El inmenso, duradero, eterno,
oscuro, claro, alegre y loco dolor. Una conspiración planetaria
de bacterias había perseguido a mamá toda la vida, desde niña,
por los juegos, las ciudades, los salones,los amores, los años.
¿Estoy haciendo literatura sobre la muerte de mi madre a partir
de una anotación de entonces. hoy tan remota? 1.. .1 ¿Estoy
haciendo literatura?
Entonces más vale dejarlo. •)
NOTAS
1- Esta perspectiva de la literatura tnl1m1sta de Umbral. ha sido desarrollado en nuestro trabajo.
"La reconstrucción de la 1dentidad el caso Umbral", expreso en el 111 Encuentro
Internacional de Teorías y Practicas criticas. 1997. Mendoza. GEC-UN de Cuyo
(aceptado para su publicación en la Revista de Literaturas Modernas. N° 29. Mendoza.
UN de Cuyo. ·una vuelta alrededor del yo: FranciscoUmbrar. publicado en la Revista de
696
Literaturas Modernas. N° 28. Mendoza. UN de Cuyo. aborda otro angula del yo
umbralismo. Los tres traba¡os se complementan.
2- Manuel Alberca "El pacto ambiguo". Boletín de la Unidad de Estudios Btográficos . N° 1.
Enero 1996. p. 1~ 18. Barcelona. Un1versidad de Barcelona.
3-Frand scoUmbral. Los cuadernos de Luis Vives. Barcelona. Planeta. 1996 p. 10.en adelanttl
citaremos Cuadernos.
4- Cuadernos. p. 10-1 1.
5- Cuadernos. p. 12. el resaltado es nuestro.
6- Francisco Umbral. Retrato de un joven malvado. Barcelona. Ediciones Dest1no, 1976.p. 197.
El resaltado es nuestro.
7- Francisco Umbral. Diario de unescritorburgués. Barcelona. Ediciones Destino. 1979. p. 269.
el resaltado es nuestro.
8- Cuadernos. p 145.
9- Cuadernos. p. 20.
1~ Vid, epígrafe de Diario de un escritor burgués: "Otorgó a lo cotidiano la dignidad de lo
desconoodo" (Novalis).
11- Citado en Cuadernos . El resaltado no es nuestro. p. 7.
12- Francisco Umbral. Retrato de un joven malvado. p. 211-212.
13- Cuadernos. p 132
14- Cuadernos. p. 13.
15- Cuadernos. p. 182.
697