Evaluación de los aprendizajes en la educación universitaria para los estudiantes de tercer año
de la Escuela De Comunicación Social De La Universidad De Los Andes Núcleo Universitario
“Dr. Pedro Rincón Gutiérrez” Táchira. UZCÁTEGUI ROSALES, Gustavo E. La evaluación pudiera estar caracterizada desde dos puntos de vista, teniendo en cuenta diferentes parámetros, entre ellos la disposición de aprender del estudiante y la de enseñar del docente, así como la posibilidad de explorar las diferentes posibilidades de evaluación disímil a la tradicional pregunta – respuesta de un examen escrito, bien sabido es muy subjetiva y dependiente de factores externos determinantes en el alumno. Explorar nuevos esquemas evaluativos que permitan al alumno plasmar su verdadera vocación en el área en que se desempeña resulta necesario en este momento donde el aprendiz está expuesto a diferentes espacios, medios y formas de conocimiento, que se verían limitados si son valorados desde una sola y tradicional estrategia; de tal manera además que ambas partes salgan beneficiadas en el proceso continuo de enseñanza – aprendizaje. Coll, Rochera, Mayordomo & Naranjo (2011) aseguran que la evaluación continuada como sistema alternativo de la evaluación de los aprendizajes en el marco del espacio europeo de la educación superior ha generado, entre otros muchos aspectos, necesidad de incorporar nuevos sistemas de evaluación configurados por diferentes estrategias y recursos que permitan valorar el logro de las competencias por parte del alumnado. El hecho educativo es un proceso que actúa sobre el humano a lo largo de toda su vida, porque su naturaleza permite que pueda continuar aprendiendo durante toda su vida sin importar su edad cronológica. Por tanto, la educación universitaria debe formar parte en ese cambio de concepción en la persona donde el estudiante deja de pensar y actuar como adolescente para formar parte de la universalidad de conocimiento, donde sólo recibe instrucciones para organizar ideas y ser responsable de sus actividades académicas y donde el andragogo no será el fiscal de sus actividades sino el orientador mediático de su formación profesional. La estructura del aprendizaje y la enseñanza debe ser indicador del proceso educativo, donde la calificación pudiera ser el incentivo para ambas partes el docente que califica al estudiante con buenas calificaciones sentirá que lo impartido da resultados, pero en cambio el aprendiz siente que su esfuerzo en cumplir académicamente es recompensado con una buena calificación. Pero hay que tomar en cuenta que el tutor pudiera sentir afinidades por aquellos estudiantes que son distinguidos y tener más dureza con los menos notables. Entonces debería existir una manera más objetiva para identificar a los educandos, donde no se incluya nombre, letra, entre otros.