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CIUDADANOS

JUECES DEL JUZGADO NACIONAL SEGUNDO DE LA JURISDICCIÓN


CONTENCIOSA ADMINISTRATIVA
Su despacho.

Nosotros, Óscar Rogelio Aguirre Márquez, venezolano, mayor de edad, abogado,


titular de la cédula de identidad N° V26.205.298 e inscrito en el Inpreabogado bajo
el N°205.298; Jessymar Lucía Barón Casique, venezolana, mayor de edad,
abogado, titular de la cédula de identidad N° V e inscrita en el Inpreabogado bajo el
N° y Deiby Virley Cárdenas Araque, venezolana, mayor de edad, abogado, titular
de la cédula de identidad N° V13.230.618 e inscrita en el Inpreabogado bajo el
N°230.618; procediendo en nuestro carácter de apoderados judiciales del
ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández, titular de la cédula de identidad N°
V8.091.081, funcionario policial, domiciliado en el Distrito Capital, Municipio
Libertador, Calle Orinoco, urbanización Valle Abajo, Edificio Jar PB, Apartamento 1-
B; carácter que se desprende del poder Apud Acta que anexamos al presente
Amparo Constitucional marcado con la letra “A”; siendo este despacho competente
en virtud del numeral 3 y primer aparte del artículo 23 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa y por la sentencia contenida en el
expediente N° AP40-O-2016-000021 de este Despacho. Acudimos ante ustedes
para interponer Amparo Constitucional contra el ciudadano Manuel Ricardo
Christopher Figueras en su carácter de Director General del Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional (Desde ahora SEBIN), de acuerdo al Decreto 2.524 publicado
en Gaceta Oficial N° 41.510 publicada el 25 de octubre del 2018 y contra Manuel
Ricardo Pernía Pérez en su carácter de Director de Gestión Humana del mismo
órgano administrativo de acuerdo a la Providencia n° 540 Publicada en Gaceta
Oficial N° 41.516 del 2018, por haber violado el derecho a la oportuna respuesta
contenido en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en los términos que exponemos a continuación:

CAPÍTULO I
DE LA CAUSA PETENDI

El ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández, ut supra identificado, ingresó a la


Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Desde ahora DISIP), el 16
de Mayo del Año 1989, desempeñando a partir de ese momento el cargo de Sub
Inspector hasta el día 14 de Junio del Año 1996, luego de haberse realizado un
procedimiento administrativo que conllevó su destitución que consta en la
Providencia N° 300 de la misma fecha dictada por la entonces DISIP, acto que se
fundamentó en la participación de nuestro mandante en los sucesos del 4 de
Febrero del año 1992.

En fecha 01 de Junio del 2010, la DISIP fue reformada por Decreto N°7.453
publicado en Gaceta Oficial N°39.436, convirtiéndose en el SEBIN, órgano sucesor
de los deberes de la antigua DISIP.

Posteriormente el accionante fue reincorporado a su antiguo cargo de Sub Inspector


en el ahora SEBIN, mediante Providencia N°0128 de fecha 3 de Marzo de 2015,
desde entonces el Ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández ha desconocido por
completo su situación funcionarial en relación con sus derechos patrimoniales, sus
salarios y beneficios socioeconómicos dejados de percibir durante el tiempo que
estuvo cesante del componente policial, por esta razón el accionante ha
comparecido ante el Director de Gestión Humana del SEBIN con el fin de solicitar
información acerca de su situación laboral, la cual ha sido negada fundamentándose
un supuesto e ilegítimo “Secreto Sumarial”.

En su desespero, el ciudadano accionante en fecha 14 y 16 de Noviembre del 2018,


mediante conversaciones le solicitó nuevamente al Director de Gestión Humana del
SEBIN que le diera oportuna respuesta acerca de cuándo se le pagarían o
cancelarían los sueldos dejados de percibir, a lo cual ha recibido la misma evasiva,
es decir, ninguna respuesta oportuna hasta los momentos.

En este orden de ideas, fundamentamos los alegatos de acuerdo a las siguientes


normas de Derecho:
El derecho de petición es un derecho contemplado en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 51, en los términos siguientes:
Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier
autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de
la competencia de éstos o éstas y de obtener oportuna y adecuada respuesta.
Quienes violen este derecho serán sancionados conforme a la Ley, pudiendo ser
destituidos y destituidas por el cargo respectivo”.

Este derecho ha sido ratificado en instrumentos legales, tales como la Ley orgánica
de la Administración Pública, en su artículo 9, el cual señala que:

“Artículo 9. Los funcionarios y funcionarias de la Administración Pública tienen la


obligación de recibir y atender, sin excepción, las representaciones, peticiones o
solicitudes que les formulen los particulares en las materias de su competencia ya
sea vía fax, telefónica, electrónica, escrita u oral; así como de responder oportuna
y adecuadamente tales solicitudes, independientemente del derecho que tienen los
particulares de ejercer los recursos administrativos o judiciales correspondientes,
de conformidad con la ley.

En caso de que un funcionario público o funcionaria pública se abstenga de recibir


las representaciones o peticiones de los particulares o no den adecuada y oportuna
respuesta a las mismas, serán sancionados de conformidad con la ley.”

Igualmente, en el artículo 2 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos,


se establece que:

“Artículo 2. Toda persona interesada podrá, por sí o por medio de su representante,


dirigir instancias o peticiones a cualquier organismo, entidad o autoridad
administrativa. Estos deberán resolver las instancias o peticiones que se les dirijan
o bien declarar, en su caso, los motivos que tuvieren para no hacerlo.”

Por otra parte, el derecho de petición comprende la garantía del deber de dar una
respuesta adecuada. Ello, acarrea para toda autoridad o funcionario público una
obligación tangible de dar una respuesta no sólo adecuada a todos los
requerimientos elevados a su conocimiento como autoridad competente, sino
también coherente con el carácter y contenido de las peticiones realizadas por los
administrados.
En este sentido, no ha sido adecuada la respuesta del Director de Gestión Humana
del SEBIN, a quién se le ha presentado la petición de aclarar la situación jurídica
funcionarial de nuestro mandante.

También ha sido violado el artículo 59 de La Ley Orgánica de Procedimientos


Administrativos, por la injustificada negación a la solicitud del agraviado, en la cual
la Dirección de Gestión Humana del SEBIN alegó el Secreto Sumarial, en este
sentido, el artículo establece:

Artículo 59°: Los interesados y sus representantes tienen el derecho de examinar


en cualquier estado o grado del procedimiento, leer y copiar cualquier documento
contenido en el expediente, así como de pedir certificación del mismo. Se exceptúan
los documentos calificados como confidenciales por el superior jerárquico, los
cuales serán archivados en cuerpos separados del expediente. La calificación de
confidencial deberá hacerse mediante acto motivado.

CAPÍTULO II
DE LAS PRUEBAS

Dando cumplimiento a lo establecido por la jurisprudencia de la Sala Constitucional,


desde la sentencia del 1 de febrero de 2000, que establece la carga para el actor
de presentar o promover las pruebas que considere necesarias para la decisión de
la controversia, promovemos en nombre de nuestro representado, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 17 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, como medios probatorios de los hechos señalados en
el presente amparo constitucional las siguientes pruebas instrumentales:

-La providencia N° 300 de fecha 14 de Junio del 1996, dictada por la DISIP a fin de
probar la destitución del ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández, la cual
anexamos con la letra “B”.
-La providencia N°0128 de fecha 03 de Marzo de 2015, emanada del SEBIN por la
cual el actor fue reincorporado a su cargo de Sub Inspector, anexada al presente
amparo con la letra “C”

-La providencia N°640 del 8 de noviembre del 2018, procedente del SEBIN a fin de
probar la negativa del Director de Gestión Humana de responderle oportuna y
adecuadamente al ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández, anexada con la letra
“D”

A su vez, para probar las conversaciones realizadas por el accionante con el


Director General del SEBIN, promovemos los siguientes testigos.

-Jesús Emilio Contreras Delgado, Venezolano, titular de la cédula de identidad N°


V10.203.402, de 40 años de Edad, Detective del SEBIN, Domiciliado en Distrito
Capital, Municipio Libertador, Caracas, Catia, entre Avenida Sucre y Calle
Colombia, Edificio María, Apartamento 2-A.

-Darwin José Carrillo Pineda, Venezolano, titular de la cédula de identidad N°


V9.823.921 de 45 años de Edad, del SEBIN, Domiciliado en Distrito Capital,
Municipio Libertador, Caracas, 23 de Enero, Calle Ayacucho, Bloque 6-B,
Apartamento 20-B.

-Isbeth Daniela Baptista Mendoza, venezolana, titular de la cédula de identidad N°


V9.358.483, de 47 años de Edad, Comisario del SEBIN, Domiciliada en Distrito
Capital, Municipio Baruta, Caracas, Calle Mucuchíes, entre Calle Madrid y Calle
Paris, Edificio Las Mercedes, Apartamento 15-A.

CAPITULO III

DEL PETITORIO

Solicitamos respetuosamente que admita y declare con lugar la presente acción de


amparo constitucional y se le ordene al Director General del SEBIN y al Director de
Gestión Humana del SEBIN que de oportuna y adecuada respuesta a las solicitudes
del ciudadano Luis Alfonso Gandía Hernández y se restituya la situación jurídica
Infringida.

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