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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE

JUZGADO SUPERIOR TERCERO EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO

ADMINISTRATIVO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL

DE LA REGIÓN CAPITAL

Mediante escrito presentado por ante el Juzgado Superior Tercero Civil y Contencioso Administrativo
(Distribuidor) de la Circunscripción Judicial de la Región Capital, en fecha 26 de septiembre de 2006, por el ciudadano
LUIS ALFONZO GANDIA HERNANDEZ, titular de la cedula de identidad Nº 8.091.081, debidamente asistido por el
abogado MANUEL DE JESUS DOMINGUEZ, inscrito en el Inpreabogado bajo el N°.41.605; interpuso acción de amparo
constitucional autónomo, en contra de la DIRECCIÓN DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA Y PREVENCIÓN
(DISIP).

Por efecto de la distribución de expedientes, correspondió a este Tribunal conocer de la presente causa.

En fecha 28 de septiembre de 2006, este Juzgado admitió la acción de amparo constitucional autónomo,
ordenándose notificar a la ciudadana ROSEMARY BRUZUAL APOLINA, en su condición de Directora General de
Personal de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), igualmente se ordenó notificar al Fiscal del Ministerio
Público Dirección en lo Constitucional y Contencioso Administrativo.

En fecha 19 de octubre de 2006, el Alguacil de este Juzgado dejó constancia de las notificaciones practicadas de la
admisión la parte presuntamente agraviante y el Fiscal del Ministerio Público; fijándose posteriormente como fecha para la
celebración de la audiencia constitucional el día miércoles 25 de octubre de 2006.

En fecha 25 de octubre de 2006, tuvo lugar la audiencia oral y pública, se dejó constancia de la comparecencia del
ciudadano LUIS ALFONZO GANDIA HERNANDEZ, parte agraviada, debidamente asistido por el abogado MANUEL
DE JESUS DOMINGUEZ, inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 41.605. Igualmente se dejó expresa constancia de la
comparecencia de los abogados GONZALO PEREZ SALAZAR y ROBERTO HUNG, inscritos en el Inpreabogado bajo
los Nos 61.471 y 62.741, respectivamente, en su carácter de apoderados judiciales de la Dirección de los Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP). Asimismo, se dejó constancia de la comparecencia de los abogados ABDEBYS DE
BARALT y DANIEL CABALLERO OSUNA, en su condición de Fiscal y Fiscal Auxiliar Décimo Sexto (16º) del
Ministerio Público a nivel Nacional con competencia en lo Contencioso Administrativo y Tributario. La parte accionante
ratificó los argumentos expuestos en el libelo de demanda, la parte accionada expuso su defensa y solicitó la Inadmisibilidad
de la acción y consignó escrito constante de diecinueve (19) folios útiles, cuatro (04) folios útiles de anexos y expediente
administrativo, el cual fue agregado a los autos. La representación del Ministerio Público solicitó un lapso de veinticuatro
(24) horas para consignar su opinión por escrito, la ciudadana Juez de este Juzgado lo acordó y manifestó a las partes que
el Tribunal se pronunciará dentro de las noventa y seis (96) horas siguientes.

ALEGATOS DE LA PARTE ACCIONANTE

Mediante escrito presentado en fecha 26 de septiembre de 2006, la representación judicial de la parte accionante
expuso sus alegatos e hizo sus consideraciones de la siguiente manera:

• Que ingresó al componente policial en fecha 16 de marzo de 1989, desempeñándose en el cargo de Sub Inspector,
hasta el 12 de mayo 1996, que se apertura una averiguación administrativa disciplinaria por haber participado en los sucesos
del 04 de febrero de 1992, la cual culminó con su destitución en fecha 14 de junio de 1996.

• Posteriormente en fecha 08 de junio de 1999, el hoy accionante en amparo fue reincorporado e ingresado en fecha
01 de marzo de 2003, mediante oficio Nº0128, al componente policial.

• Expresa el accionante que desde la fecha de su reincorporación se desconoce por completo la situación funcionarial
del accionante, en relación a sus Derechos Constitucionales, a sus salarios y beneficios socioeconómicos dejados de percibir
durante el tiempo que estuvo cesante del componente policial.

• Que el accionante ha comparecido ante la Directora de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (DISIP), a solicitar información acerca de su situación laboral, la cual se le ha negado, aduciendo un supuesto e
ilegitimo “Secreto Sumarial”, en materia administrativa, en franca violación a lo dispuesto en los artículos 25 y 59 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.

• Que posteriormente en fecha 04 de agosto, 11 de agosto y 07 de septiembre de 2006, mediante comunicaciones se


le solicitó a la Directora de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), diera oportuna
respuesta acerca de cuándo se le pagaría o cancelaría los salarios y sueldos dejados de percibir durante el tiempo que estuvo
cesante, de lo cual no ha recibido respuesta alguna hasta los momentos.

• Que en el presente caso se violan el derecho a la oportuna y adecuada respuesta consagrado en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por todas las consideraciones expuestas, la parte accionante solicita se declare Con Lugar la presente acción de amparo
constitucional y se le ordene a la ciudadana ROSEMARY BRUZUAL APOLINA, en su condición de Directora General de
los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), dar oportuna y adecuada respuesta a sus solicitudes de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

ALEGATOS DE LA PARTE PRESUNTAMENTE AGRAVIANTE

Comienza señalando la representación judicial de la parte presuntamente agraviante que de conformidad con lo
establecido en el numeral 2º del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, sea
declarada la Inadmisibilidad sobrevenida de la demanda, en virtud de que se señala como presunta agraviante a la Directora
General de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), cuando ella no es la Directora General de la
DISIP, sino el General Henry de Jesús Silva Rangel.

Igualmente señala la representación judicial de la parte presuntamente agraviante que el accionante pretende por
vía de amparo exista un pronunciamiento en torno a la procedencia del reconocimiento del tiempo supuestamente prestado
en la institución y el pago de los salarios caídos, lo que hace que la presente acción se encuentre inmersa en la causal de
Inadmisibilidad contenida ene. Numeral 5º del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.

Asimismo señala la representación judicial de la parte presuntamente agraviante que han cesado las violaciones
constitucionales alegadas por el accionante al consignarse las copias de insertas en el expediente administrativo del
accionante, de la Resolución por la cual fue destituido el día 14 de junio de 1996, así como copia del Dictamen Nº DG/ccj-
Nº1745-06 de fecha 20 de octubre de 2006, así como toda la información de su caso contenida en el expediente
administrativo, el cual procedieron a consignar al momento de la celebración de la audiencia constitucional, por lo que en
virtud de haber cesado las violaciones constitucionales invocadas, de conformidad con lo establecido en el numeral 1º del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

A todo evento en caso de no ser declara la Inadmisibilidad de la presente acción la representación judicial de la
parte presuntamente agraviante niega que se le haya violado al accionante el derecho de petición consagrado en el artículo
51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pues de las solicitudes hechas por el accionante se evidencia
que su solicitud es de tal manera genérica e imprecisa que imposibilita pronunciamiento alguno por parte de la DISIP, no
pudiendo evidenciarse si la supuesta omisión de pronunciamiento deriva de una obligación concreta y especifica
determinada previamente en la Ley, con lo cual correspondería ejercer el respectivo recurso de abstención o carencia.

Expresa la representación judicial de la parte presuntamente agraviante que en el presente caso se pretende
responder sobre unos salarios caídos sin especificar cuáles y desde cuando se pretende el reconocimiento de un rango, el
cual le ha sido reconocido por la institución y se pretende la entrega de copia certificada del acto de destitución cuando el
propio quejoso lo conoce, pues el mismo ejerció un recurso de reconsideración contra aquel acto de destitución, el cual fue
declarado Improcedente, y luego sujeto a revisión y objeto de una posterior medida de reingreso.

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Siendo la oportunidad procesal para dictar sentencia en el presente caso, y en virtud de haberse vencido el lapso
concedido a la representación Fiscal del Ministerio Público, sin que el mismo hubiese procedido a consignar escrito de
opinión fiscal, este Juzgado pasa a decidir, previa las siguientes consideraciones:

En primer lugar, corresponde a este Juzgado pronunciarse acerca del alegato de Inadmisibilidad expuesto por la
parte presuntamente agraviante en virtud de que se señala como presunta agraviante a la Directora General de la Dirección
de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), cuando ella no es la Directora General de la DISIP, sino el General
Henry de Jesús Silva Rangel, de conformidad con lo establecido en el numeral 2º del artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

En virtud de lo cual esta Juzgadora considera que en el presente caso el accionante en su escrito de demanda señala
correctamente contra quien ejerce su acción señalando que la ejerce en contra de la ciudadana ROSEMARY BRUZUAL
APOLINA, en su condición de Directora General de Personal de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), a fin
de obtener por parte del organismo accionado una respuesta a sus peticiones, y que si bien es cierto que en las compulsas
libradas para la notificación de las partes se señala a la mencionada ciudadana en su carácter de Directora General de los
Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), no es menos cierto que al momento de la audiencia constitucional
compareció la representación judicial de la mencionada ciudadana, los cuales en el mismo acto procedieron a consignar
Poder Especial otorgado a por la mencionada ciudadana en su carácter de Directora General de Personal de los Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP), con lo cual si bien se incurrió en un error material al librar las boletas de citación, la
finalidad que se perseguía era citar a la ciudadana ROSEMARY BRUZUAL APOLINA, funcionaria del organismo al cual
se encuentra adscrito el ciudadano LUIS ALFONZO GANDIA HERNANDEZ, lo cual se hizo efectivo.

Igualmente esta Juzgadora en referencia a lo anteriormente señalado considera oportuno expresar que en materia
amparo constitucional el Juez como protector de la Constitución y de su aplicación, y ante el interés constitucional de que
quienes pidan la intervención del poder judicial en el orden constitucional reciban efectivamente los beneficios
constitucionales, independientemente de las carencias o errores, debe otorgarse la garantía constitucional de existir la lesión,
tal y como lo afirma la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la Sentencia de fecha 02 de febrero de 2000,
(Caso: José Amado Mejías Betancourt), la cual señala expresamente lo siguiente:

“El Estado venezolano es, conforme a la vigente Constitución, un Estado de derecho y de justicia, lo que se patentiza
en que las formas quedan subordinadas a las cuestiones de fondo, y no al revés (artículo 257 de la vigente Constitución).
Esto significa que, en materia de cumplimiento de las normas constitucionales, quienes piden su aplicación no
necesitan ceñirse a formas estrictas y a un ritualismo inútil, tal como lo denota el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Por lo tanto, lo importante para quien accione un amparo es que su petición sea
inteligible y pueda precisarse qué quiere. Tan ello es así, que el amparo puede interponerse verbalmente, caso en que lo
alegado debe ser recogido en acta, lo que hace importante solo lo que se refiere a los hechos esenciales.”

En virtud de todo lo anteriormente expuesto se considera Improcedente el alegato de Inadmisibilidad expuesto por
la parte presuntamente agraviante. Así se declara.

Ahora pasa este Juzgado a pronunciarse con respecto a la solicitud de Inadmisibilidad de la presente acción realizada
por la representación judicial de la parte presuntamente agraviante, a tenor de lo dispuesto en el artículo 6 numeral 5º de la
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, es decir, por la existencia de otro medio
judicial idóneo. Y al respecto señala esta Juzgadora:

Tal y como lo consagra el artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el procedimiento


para la tramitación de la acción de amparo constitucional se caracteriza por ser oral, breve, público, y no sujeto a
formalidades, cuya finalidad es la búsqueda de una actuación de la autoridad judicial competente, capaz de restablecer
inmediatamente, a la mayor brevedad posible, la situación jurídica infringida o lograr obtener la situación que más se
asemeje a ella, por tal motivo, es que se le garantiza al accionante la oportunidad de ser oído y exponer sus alegatos, a fin
de ejercer sus defensas.

Ahora bien, de igual forma, cabe destacar, que la acción de amparo constitucional tiene naturaleza meramente
restablecedora, y en tal sentido, constituye una vía excepcional, a través de la cual sólo puede obtenerse el restablecimiento
de las situaciones jurídicas infringidas, relacionadas con la violación de derechos constitucionales.

Pero, ha sido doctrinaria y jurisprudencialmente establecido de manera constante, que por la vía del amparo no
puede constituirse situaciones jurídicas y de derechos a favor del accionante, por tanto, este medio no puede convertirse en
una cadena indeterminable de acciones, lo cual, además de contribuir a anarquizar el sistema procesal desvirtuaría su esencia
breve y expedita y crearía inseguridad jurídica para quien ejerce esta vía extraordinaria, por cuanto no garantizaría los
derechos de las partes.

Así lo ha establecido la Jurisprudencia de nuestro máximo Tribunal, que expresamente ha precisado en torno a este
asunto lo siguiente:

“…Pero, además, el propósito de la acción de amparo es el restituir la situación infringida; es decir debe poner de
nuevo al accionante en el gozo de los derechos constitucionales que le han sido lesionados, pero en ningún momento es
creador de derecho… sin el cumplimiento previo de los requisitos de ley- para con ello restablecer la situación que ha
supuestamente violado 1os derechos constitucionales que denuncia el accionante.” (Sentencia del 23 de marzo de 2000. T.
S. J. Sala Constitucional G. J. Guaita en amparo).

Ahora bien, de lo transcrito, cabe destacar a esta Juzgadora, que si bien es cierto que existe en la jurisdicción
contenciosa administrativa los procedimientos especiales contenciosos (querella), dirigidos a dirimir las controversias
ocasionadas en virtud de los nexos funcionariales existentes entre el accionante y la Dirección de los Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP), no es menos cierto que los recursos contenciosos administrativos funcionariales
contemplados en la Ley del Estatuto de la Función Pública, están destinados principalmente a declarar la nulidad de los
actos administrativos de carácter particular dictados por la Administración, así como de solicitar el pago de salarios caídos
o prestaciones sociales, entre otras solicitudes similares.

Ahora bien, esta Juzgadora de lo expuesto en el libelo de demanda y de lo expuesto por la parte accionante en la
audiencia constitucional celebrada en fecha 19 de octubre de 2006, se evidencia que el accionante en ningún momento
solicita el pago de ningún concepto, y solamente basa su pretensión en la violación expresa del artículo 51 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, razón por la cual esta Juzgadora declara Improcedente el alegato de
Inadmisibilidad expuesto por la parte presuntamente agraviante, y así se decide.
Igualmente, considera oportuno señalar esta Juzgadora con respecto al alegato de la parte presuntamente agraviante
de que no se evidencia del escrito libelar ninguna violación de derechos constitucionales, al no estar señalados en forma
expresa los derechos constitucionales reclamados, ni los conceptos contenidos en sus solicitudes, y que el accionante
procedió a interponer su acción de amparo constitucional de una manera genérica sin que se pueda evidenciar las bases de
sus solicitudes, más sin embargo considera este Juzgado que de la narración de los hechos que efectúa el accionante se
evidencia que el mismo solicita un amparo constitucional por no obtener respuesta alguna a sus diversas peticiones y
solicitudes enviadas a la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), a fin de obtener una solución a su
situación laboral, por lo cual se puede claramente evidenciar que el accionante considera afectado sus derecho constitucional
de petición, en razón de lo cual esta Juzgadora considera Improcedente el alegato de Inadmisibilidad expuesto por la parte
presuntamente agraviante. Así se declara.

Ahora bien, habiéndose pronunciado este Juzgado sobre los alegatos de Inadmisibilidad expuestos por la parte
presuntamente agraviante, pasa esta Juzgadora a pronunciarse sobre el fondo de la presente acción de amparo constitucional,
para lo cual se procede a realizar las siguientes consideraciones:

Son contestes las partes que en el presente caso existió una solicitud administrativa, que consistió en la petición que
hizo el accionante de que se le diera respuesta a una serie de solicitudes hechas ante la Dirección de los Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP), y son contestes también en que esa petición no fue respondida ni oportuna ni
adecuadamente por la mencionada Dirección.

Frente a esa situación, el derecho fundamental cuya violación se presume es el derecho de petición y a oportuna y
adecuada respuesta, el cual preceptúa el artículo 51 Constitución de 1999, en los siguientes términos:

“Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o
funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas, y de obtener oportuna y adecuada
respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados o sancionadas conforme a la ley, pudiendo ser destituidos o
destituidas del cargo respectivo”.

Con fundamento en este precepto constitucional, toda persona tiene el derecho fundamental de dirigir peticiones y
recibir oportuna y adecuada respuesta a las mismas, derecho cuya contrapartida no es otra que la obligación de todo
funcionario público o toda persona que, en razón de la Ley, actúe como autoridad, en ejercicio de potestades públicas, de
recibir las peticiones que se formulen respecto de los asuntos que sean de su competencia y, asimismo, la de dar oportuna y
adecuada respuesta a las mismas.

Sobre el alcance de este derecho de petición y oportuna respuesta la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia ha establecido en anteriores sentencias, entre otras, en sentencias de fecha 04 de abril de 2001, (Caso: Sociedad
Mercantil Estación de Servicios Los Pinos S.R.L.) y de fecha 15 de agosto de 2002, (Caso: William Vera) lo siguiente:

“Tal como lo exige el artículo 51 de la Constitución, toda persona tiene derecho a obtener una respuesta ‘oportuna’
y ‘adecuada’. Ahora bien, en cuanto a que la respuesta sea “oportuna”, esto se refiere a una condición de tiempo, es decir
que la respuesta se produzca en el momento apropiado, evitando así que se haga inútil el fin de dicha respuesta.

En cuanto a que la respuesta deba ser ‘adecuada’, esto se refiere a la correlación o adecuación de esa respuesta con
la solicitud planteada. Que la respuesta sea adecuada en modo alguno se refiere a que ésta deba ser afirmativa o exenta de
errores; lo que quiere decir la norma es que la respuesta debe tener relación directa con la solicitud planteada. En este
sentido, lo que intenta proteger la Constitución a través del artículo 51, es que la autoridad o funcionario responsable
responda oportunamente y que dicha respuesta se refiera específicamente al planteamiento realizado por el solicitante”.

Asimismo, también en decisión de fecha 30 de octubre de 2001, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, (Caso: Teresa de Jesús Valera Marín), se señaló lo siguiente:

“La disposición transcrita, por una parte, consagra el derecho de petición, cuyo objeto es permitir a los particulares
acceder a los órganos de la Administración Pública a los fines de ventilar los asuntos de su interés en sede gubernativa.
Asimismo, el artículo aludido, contempla el derecho que inviste a estos particulares de obtener la respuesta pertinente en un
término prudencial. Sin embargo, el mismo texto constitucional aclara que el derecho de petición debe guardar relación
entre la solicitud planteada y las competencias que le han sido conferidas al funcionario público ante el cual es presentada
tal petición. De esta forma, no hay lugar a dudas, en cuanto a que la exigencia de oportuna y adecuada respuesta supone que
la misma se encuentre ajustada a derecho, pero no implica necesariamente la obligación de la Administración de acordar el
pedimento del administrado, sino sólo en aquellos casos en que el marco jurídico positivo permita al órgano de la
Administración tal proceder, sobre la base de las competencias que le han sido conferidas”.

Ahora bien, para que una respuesta emitida por la Administración, en el presente caso por la Dirección de los
Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), se entienda como oportuna y adecuada debe cumplir con un mínimo de
requisitos de forma y oportunidad, con independencia de que se otorgue o se niegue el derecho lato sensu que se solicitó
mediante la petición administrativa realizada por el accionante.

De allí que el carácter adecuado de la respuesta dada dependerá, formalmente, de que ésta se dicte de manera expresa
y en cumplimiento de los requisitos de forma que establece la Ley, así como el particular tiene, como garantía del derecho
de petición, el derecho a la obtención de una respuesta adecuada, expresa, pertinente y oportuna en tiempo, con
independencia de que no se le conceda lo que pidió.

En el presente caso observa esta Juzgadora que hasta el momento de la celebración de la audiencia constitucional
el organismo accionando no había procedido a dar respuesta a las diferentes solicitudes realizadas por el accionante, y que
si bien en dicho acto de audiencia la representación judicial de la ciudadana Directora General de Personal de la Dirección
de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), es que procede a consignar el expediente administrativo del
accionante, así como consigna un dictamen emanado de la Consultoría Jurídica de dicho organismo, a dichos documentos
no había tenido acceso el accionante, hecho el cual motivó la interposición de la presente acción.

Igualmente considera esta Juzgadora que si bien la Consultoría Jurídica del organismo accionado emite un
pronunciamiento respecto a la situación laboral y a procedencia de una serie de pagos solicitados por el accionante, dicho
Dictamen no está dirigido al ciudadano LUIS ALFONZO GANDIA HERNANDEZ, sino a la Dirección de Personal de la
Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), y dicho Dictamen nunca fue debidamente notificado al
hoy accionante en amparo, con lo cual a criterio de quien aquí decide efectivamente el accionante no obtuvo respuesta a sus
peticiones, de lo cual es forzoso concluir por esta Juzgadora que resulta evidente la falta de oportuna y más aún adecuada
respuesta por parte de la Administración ante las peticiones realizadas por el accionante.

Por lo que concluye esta Juzgadora que de la conducta presentada por la parte presuntamente agraviante se puede
concluir que indudablemente le fue conculcado al accionante su derecho constitucional a la obtención de una oportuna y
adecuada respuesta por parte de la Dirección General de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (DISIP), establecido en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo cual
este Juzgado procede a declarar Con Lugar la acción de amparo interpuesta por el ciudadano LUIS ALFONZO GANDIA
HERNANDEZ. Así se decide.

En consecuencia, se ORDENA a la Dirección General de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia


y Prevención (DISIP), proceda a dar respuesta a las diferentes solicitudes hechas por el accionante, o en todo caso a notificar
al accionante del Dictamen emanado de la Consultoría Jurídica de la Dirección General de Personal de la Dirección de los
Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), a fin de que se esclarecida la situación laboral del mismo. Y así se decide.

DECISIÓN

Por las razones anteriormente expuestas, este Juzgado Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo
de la Circunscripción Judicial de la Región Capital, administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela y por autoridad de la Ley declara CON LUGAR la acción de Amparo Constitucional interpuesta por el ciudadano
LUIS ALFONZO GANDIA HERNANDEZ, titular de la cedula de identidad Nº 8.091.081, debidamente asistido por el
abogado MANUEL DE JESUS DOMINGUEZ, inscrito en el Inpreabogado bajo el N°.41.605; en contra de la DIRECCIÓN
DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA Y PREVENCIÓN (DISIP).
En consecuencia, se ORDENA a la Dirección General de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia
y Prevención (DISIP), proceda a dar respuesta a las diferentes solicitudes hechas por el accionante, o en todo caso a notificar
al accionante del Dictamen emanado de la Consultoría Jurídica de la Dirección General de Personal de la Dirección de los
Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), a fin de que se esclarecida la situación laboral del mismo.

PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y NOTIFÍQUESE

Dada, firmada y sellada en la Sala del Despacho del Juzgado Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo de
la Circunscripción Judicial de la Región Capital, en Caracas, a los seis (06) días del mes de noviembre de dos mil seis
(2006). Años 196º de la Independencia y 147º de la Federación. -

LA JUEZ,

Dra. MARÍA ELENA MARQUEZ DE LUGO.

LA SECRETARIA,

Abg. MARIANA GAVIDIA JUÁREZ

En la misma fecha, siendo las 12:00 m., se publicó y registró la anterior decisión.

LA SECRETARIA,

Abg. MARIANA GAVIDIA JUÁREZ

Exp.Nº. 5485/MM.

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