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¡Aprenda a ser
ecuatoriano!
Curso intensivo
TEXTO
Pablo Tatés Anangonó
08/04/2018
Breve manual para convertirse en un hombre a carta cabal, ¡como lo dicta Dios!
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Quienes son hijas e hijos deseados cierran los ojos y ven flores, la casa limpiecita y
desodorante ambiental. Por otro lado…
Me gustaría contar que me crearon con música de Aretha Franklin, Otis Redding, James
Brown, Michael Jackson, Tina Torner, The Manhatans. Pero, no. Lo que sonaba de fondo
era Leo Dan. Y era lo más romántico.
-¡A ver! Espérate vieja ¿Me estás culpando a mí? Entiendo que en los 70 no había el
movimiento pro aborto, así que el culpable es papá. ¡Te das cuenta viejo ¿Qué te costaba
un mugre condón?!
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Imaginen Quito en 1975, una ciudad tremendamente racista a la que mis padres migran.
Allí, el aborto de una joven negra no se hubiese tomado como una decisión sobre su
cuerpo, sino como un acto cobarde. Era una sociedad lista para condenar a una negra que
no quería ser madre y, sobre todo, no ama de casa.
Era una sociedad que obligaba a los no abortados y a los concebidos con deseo a
adaptarse mediante la educación, ir a la escuela, y aprender Historia. Ahí están los
personajes modelo.
subió por las faldas del Pichincha. Un cañonazo le despedazó la pierna, otro el brazo. Dos
más las extremidades que le quedaban;
sin embargo, levantó la bandera con sus dientes y grito: ¡Mis brazos! ¡Mis piernas!
¡Auxilio!”. Niños: cuando tengan un cólico renal, griten con todas sus fuerzas: ¡Viva el
Ecuador! Cuando den a luz o su marido les muela a golpes, griten a viva voz: ¡viva el
Ecuador!
Alfaro:
lo lanzan de un tercer piso, lo arrastran cinco kilómetros y sigue vivo. Para rematar, le
echan gasolina y lo queman. Alfaro nació en la época equivocada. Debió nacer ahora, en
el siglo XXI. Hoy no le quemaban, ¿Quién va a querer ir al trabajo en bus por gastar la
gasolina del carro? A lo mucho, llegaba a ser tendencia en Twitter: #arrastremosaalfaro.
Ecuador es una sociedad gore. Santa Marianita de Jesús protestó por esto. Se daba látigo y
fundó el movimiento emo. Fue una gran política, dijo: “¡No sean estúpidos. No voten a
esos mamertos que acabarán con esta ciudad. Se va a ir todo al diablo!”. Cuando falleció
las, monjitas tradujeron lo que dijo: “¡Quito no se acabará por terremotos ni erupciones
volcánicas sino por un mal gobierno!”.
Vi Mazinger ‘Z’, en esa serie, Sayaca conducía a Afrodita ‘A’, una robot frágil, delicada,
esbelta, que tenía como arma dos misiles en los senos, de los cuales Mazinger se agarró
para volar. En más de un capítulo, Sayaca pidió que a Afrodita ‘A’ le instalen un arma letal,
la ‘vagina dentada’, con la que plín a sus enemigos. Pero, los científicos nunca ayudaron.
Mi vieja veía telenovelas; en realidad, clases a distancia de cómo ser una pobre y buena
mujer. ¿Cuándo han visto la historia de una joven humilde que busca la felicidad con un
doctorado en la Flacso o en la universidad Andina? ¡Nunca! En las novelas, la mujer lucha
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A la venezolana, el señorito le dice: “te amo, Mirabella” Por esto, este país tiene una razón
para odiar la cultura venezolana, ¡nos engañaron con sus novelas! Eso se paga quemando
sus cosas, persiguiéndolos como a ratas. ¡Hemos despertado!, ha nacido un nuevo
Ecuador, ¡Hi, Hitler! ¡Ups! ¡Perdón! Mil disculpas querido público, eso estuvo mal. Esto no
es Alemania, lo que debí decir es: ¡Hi, Guamán!, ¡Hi, Quisphe!, ¡Hi, Mina!, Hi,
Sonoshonleserre, sonossolere, son… ¡ah carajo!, cómo se llame ese man.
La novela sirvió para hacernos creer que el modelo de hombre a carta cabal estaba en:
ARGENTINA
ESPAÑA
FRANCIA
ESTADOS UNIDOS
VENEZUELA
Y hablando de eso, ¿qué piensan las personas de Venezuela sobre nosotros? ¿Cómo ven
a esos de izquierda que cantan Comandante Ché Guevara y odian a los cubanos? ¿Cómo
ven a esos elevados que andan: “¡Un osito dormilón le regalé!” y odian a los colombianos?
Hace 32 años, no podía cruzarme entre mi vieja y el televisor. “¡Quita de ahí!, carajo!
Estoy viendo a los venezolanos. Así ha de ver sido Bolívar, con razón esa Manuelita Sáenz
se volvió loca”.
¡A ver, compañeras. ustedes saben: en esta lista de modelos de machos, no puede faltar…
¡Esmeraldas!
Cerca de 500 mil personas viven en Esmeraldas. En el siglo XXI, esta provincia no tiene
agua potable, pero sí una refinería que es la mierda: azufre y plomo, las 24 horas del día,
los 365 días del año con enfermedades respiratorias garantizadas. Pero no importa. Los
negros son alegres y bailan salsa.
La mayor parte de la población esmeraldeña está conformada por niñas y niños de menos
de 10 años, hijos de madres y padres adolescentes. Esto se debe a que el uso de
anticonceptivos y el aborto legal provocarían la pérdida de mano de obra barata para los
dueños de las palmicultoras. Pero, no importa: los negros son alegres y les gusta bailar
Salsa.
Hablando de negros, ser negro en el Ecuador trae mala suerte. Aquí tengo una prueba
irrefutable: el parte policial de lo que pasó Mascarilla. Pongan atención: “Aquí, mi sub.
Reportando su cabo, desde Mascarrilla. A las 12 horas de ayer, tomé contacto con un
grupo de manifestantes que se encontraba en la carretera. Ante esta situación, en una
muestra de profesionalismo policial decidí realizar una maniobra disuasiva. Se me ocurrió
detonar mi arma de dotación, para que se asusten. Como ya está trillado eso de disparar
al aire, decidí innovar. Detone el arma contra el pavimento. Ahí se suscita el problema: Yo
disparo. La bala rebota en el pavimento. Toma impulso de 45 grados, sentido sur-norte,
rebota otra vez en el canasto de ovos de una vendedora. Toma una trayectoria de 60
grados, sentido este. El viento de verano le da un efecto chanfle, sentido norte sur, y se
incrusta en la cabeza del ahora occiso: los negros son salados.
¡Aaah!, pero cuando un hombre está a punto de matar a una mujer en plena calle de
Ibarra: “Tranquilo mi sub, no es nada, solo le está apuñalando. Ya se han de arreglar. Eso
mismo le digo, que se hagan de a buenas. Sí, mi sub, por los hijos, ¡El hogar es todo! No sé
mi sub. Capaz le encontró hablando con otro por feisbuc. Por eso anda enojado el pobre”.
Volviendo a eso del modelo de hombre en Argentina, España, Francia… Creo que la
ecuatoriana está convencida de que toca hacerle caso a un ecuatoriano porque son lo
mejor entre un peruano y un boliviano. ¿Por qué creen que algunos se ponen la camiseta
del River Plate, del Boca, van a estadio y cantan como argentinos? “Olé, olé, olé, ‘sho’
cada día te quiero más, ¡’sho’, nena, viste!, ‘sho’”. O dicen: “yo soy hincha del Barca”. ¿Se
dan cuenta? ¡Algunos dejan de comer cuy con tal de parecer más atractivos!
Pero a los 20, parecía temprano para hablar de los micropenes, la impotencia, la
incompatibilidad sexual con la pareja, la eyaculación precoz, de las veces quequieres llorar
y no puedes porque “los hombres no lloran”, ¡carajo! De la vez que mi novia me dijo:
“contigo, no siento nada”.
Al salir del colegio, iba a ver a las chicas del Manuela Cañizares. Acosaba a las que iban
solas y en otro idioma, con la frase poética: “¡pss, pss, pss!”. ¿Profundo, no? Yo pensé que
era Neruda traducido. Si empiezas así, lo lógico es que las cosas sigan así:
¿Qué relación tiene el acoso callejero con las matemáticas? Una muy íntima. Cuando tenía
15, aprendí a decir Reinita. En los 30 minutos que me tomaba ir de mi casa al colegio, se lo
decía a tres mujeres desconocidas y dos conocidas. Si multiplicamos las tres desconocidas
por cinco, y esto por 36, que es el número de semanas de clases y esto por cuatro, que
son los años entre tercero y sexto curso, nos da un total de 2016. ¿Cuántas de ellas me
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dijeron: ¡gracias!, ¡qué lindo!, ¡qué galán!, ¡qué hombre!? Ni una sola. Sin embargo, yo
como burro en aguacero: “¡reinita!”, “¡reinita!”, “¡pare bola vea reinita!”. Si aplicamos la
teoría del quinto grado de separación eso significa que una o más de las acosadas está en
esta sala. Recibo los chirlazos a la salida.
Me tocó vivir en una sociedad que puso extrañas pruebas a sus estudiantes secundarios,
como la de Los Pitufos. Cuando menos lo esperabas, alguien te apretaba los testículos y no
te los soltaba hasta que mencionaras a diez de los pitufos existentes:
Es paradójico esto del pene: entre más chico y liviano, más presión y peso social. Cuando
ves que no das con las medidas impuestas por el sistema: frito. Entrael
autocercenamiento, quedas impotente mental y emocionalmente. ¡Ja, ja, ja!
El arte puede ser machista. ¿Recuerdan a Romeo y Julieta? Es el mejor ejemplo de amor
romántico. Apenas se ven y se aman. Ni ella ni él saben en qué colegio estudian, si se
quedaron suspensos en alguna materia, si son vegetarianos, si escuchan the Doors: nada.
Nos hacen creer que el amor llega así no más. Me encantaría que así me llegara el sueldo,
pero no. El que llega así, es el amor. Segundo, William Shakespeare escribe que las
familias de los chicos son enemigas. Los amantes tienen que luchar por el amor. Esto nos
hace creer que sin drama no hay amor. Tercero, Shakespeare termina la obra con la
muerte de Romeo y Julieta. Vamos a guardar un minuto de silencio por ellos, mientras
escuchamos…
El Réquiem de Mozart, una obra emblemática para alos que se aman hasta la muerte, una
obra que... ¡Pare! Romeo y Julieta mueren por pendejos. Esos chistes no se hacen. “Que
me finjo muerta”. “¡Ay!, que entonces me mato porque no puedo vivir sin ti”. No es cierto.
Uno vive medio pendejo un rato, pero vive. Esta escena de la muerte nos hace creer que
hay que morir y matar por amor. He ahí los más de 130 casos de femicidio en el Ecuador.
Y no se diga mucho de la música que escuchamos. Música maestro
Desde chico sabía que no quería ser padre. Si cometía alguna travesura mi mamá me
decía: “cuando seas taita vas a ver lo que es bueno”. Mi papá me enseñó a ser pobre y esa
es la peor herencia. Cuando quería ir al cine, me prendía la tele. Cuando quise aprender a
nadar, me prendió la tele. Cuando quería un juguete, me prendía la tele. La tele te enseña
que la pobreza es un negocio lucrativo. En las series y novelas el pobre es cool. Los ricos
no pueden esperar más a ser pobres. Los pobres chambean, son honrados, son felices.
Todas quieren ser María la del Barrio o Verónica Castro, en Los ricos también lloran.
Nunca verás una serie de pobres protestando y reclamando sus derechos.
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Pensé en eso y decidí: no quiero darle otro niño pobre a los ricos desde que mi papá mi
inculcó la escasez: “No patees la pelota, se dañan los zapatos y no hay dinero para otros”.
“No arranques esa hoja del cuaderno, no habrá otro”. “No salgas a jugar, la ropa se gasta y
no hay…”. “Ya, ya, ya entendí. Pero una cosa sí le recuerdo papá: si se compraba un
condón se ahorraba en zapatos, cuadernos y ropa”. Por eso preferí hacerme la
vasectomía.
Le conté de mi decisión a papá. “¿No querrás tener un hijo para que le enseñes a patear
una pelota?”.
Pedí una cita. Me atendió una cirujana. “¿Por qué quiere hacerse la vasectomía?”.
-Estoy buscando una experiencia sado genital. No mentira, no quiero ser padre, doc.
No los tenía. Pensé que era injusto. Deben considerar el derecho a decidir sobre nuestros
cuerpos. Pero bueno, cuando yo sea dictador, ordenaré que al que no pague la primera
pensión alimenticia: vasectomía. Pagan o tijera.
¡Aló María Paula!, estos imbéciles no quieren hacerse la vasectomía, sí hermana, estos
hijos de… Llámale ahorita, llámale.
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