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En principio, el título del libro nos direcciona inmediatamente al contexto en el cual las
movilizaciones sociales fueron más crecientes comparadas con otros periodos de la historia,
pues la situación política y económica era tan hostil y poco aceptada. Para explicar de mejor
manera todo lo anterior el autor propone abordar el conflicto social mediante categorías de
análisis propias para entender de manera amplia la el campo de los movimientos sociales; es
preciso mencionar tal y como lo dice Fernando González en la presentación de libro, Archila
brinda un panorama sobre el tema sin tener un porcentaje de sesgo tan dilatado, pues de ser
así el uso de disciplinas auxiliares, teorías y metodologías seria nulo, ya que las anteriores
permiten parcializar los temas en general. Mauricio Archila realiza un balance apoyado con
información empírica que retomo del Cinep relacionada a las luchas y movimientos sociales.
Es importante resaltar la capacidad de Mauricio para dar una mirada tradicional de las luchas
sociales colombianas, resaltando el anclaje a la estructura económica con el que se articula,
pues es innegable la trascendencia que dejaron todos esto movimientos sociales no son para
su época sino también para la historia de Colombia, pues es una base sentada para entender
e incluso retomar este medio para luchar por lo que sentimos son nuestros derechos y se están
vulnerando.
El libro tomado como referencia para el desarrollo de esta reseña fue escrito por Mauricio
Archila Neira, profesor e investigador universitario, realizó un doctorado en historia en la
universidad estatal de Nueva York, stony brook; su pregrado en filosofía y letras con
especialización en historia lo hizo en la pontificada universidad javeriana. Dentro de sus
experiencia profesional esta el centro de estudios sociales (CES) primero como coordinador
de un seminario (movimientos sociales) y luego en actividades de investigación en el
desarrollo del simposio sobre movimientos sociales; también trabajo en el centro de
investigación y educación popular como orientador del equipo de movimientos sociales;
finalmente ejerció tareas en la universidad nacional de Colombia sede Bogotá, en primera
medida como miembro de consejo de centro (participante en la línea de investigación de
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historia) y después como profesor titulado, en segundo lugar, con actividades de docencia en
el postgrado historia de Colombia siglo XX y finalizó con actividades de investigación y
desarrollo de historiografía de movimientos sociales. Dentro de sus reconocimientos están
profesor emérito en dos ocasiones, docencia excepcional, investigación emérita; todos estos
otorgados por la universidad nacional de Colombia, premio nacional en ciencias sociales por
la fundación Alejandro Ángel Escobar.
Durante la presentación del libro el profesor Fernán González brinda una visión sobre el
libro de manera critica en dieciocho páginas, allí expone algunos conceptos sobre el tema
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(movilizaciones sociales) complementando lo que más adelante el mismo Archila postulará;
e incluso habla sobre la ruptura doble que representó el contenido, inicialmente con el
concepto en la esfera política de la emergencia de los movimientos sociales en la vida social
y en segunda medida con el tipo de connotación que se le ha hecho a la emergencia de estos.
Este libro pretende abordar la explicación histórica de las protestas sociales en Colombia en
la segunda mitad del siglo XX (p.37) confrontando distintas opiniones sobre estas, siendo
extremos disímiles, lo que permite al autor hacer una comparación como ya lo había
mencionado. La razón de ser del periodo elegido por el autor se consigna primeramente en
el plebiscito de diciembre de 1957, acontecimiento que da aprobación a la existencia legal
del frente nacional y termina con las elecciones para la asamblea nacional constituyente de
diciembre de 1990. Acoplado a esto en los capítulos Mauricio da una perfilación de la gran
variedad de actores y las motivaciones de cada uno de ellos; relaciona la izquierda política
con los movimientos sociales; las interacciones entre el Estado y la sociedad civil no solo
dividida en clases sociales sino unida como conglomerado que lucha en pro de sus derechos
y de lo que para ellos son medidas injustas tomadas por el gobierno; sumado a esto la
configuración y transformación de la identidad de gremios, etnias, temas y género.
Resumiendo y generalizando de la manera mas breve y concisa el contenido del libro, sin
embargo quiero rescatar primero la el concepto preferido de Archila sobre movimientos
sociales es “El giro hecho en torno al análisis de clase nos confirma que en términos
conceptuales es más apropiado hablar de movimientos sociales, pues al abarcar múltiples
conflictos de la sociedad, sin olvidar el socio-económico, constituyen una categoría más
incluyente y, según nuestro criterio, desprovista del deber ser como sujeto histórico
revolucionario” (p.79). El espacio del contenido de da en los momentos en el que el
bipartidismo había tocado fondo, por lo que fue necesario un acercamiento entre
conservadores y liberales. Por lo anterior se da el desarrollo del pacto que conocemos como
frente nacional, el contenido de este acompañado del desarrollo, tomando como referente
para esta reseña algunos presidentes como lo fueron Alberto Lleras Camargo con su deseo
de movimientos sociales funcionales en beneficio del pacto bipartidista, no obstante, si esto
no ocurría, el uso de la fuerza era una herramienta sobre la mesa. En la misma medida, se
exponen en el segundo capitulo las protestas sociales las muestran de manera mas precisa,
mencionado algunas de ellas en su fecha, la causa y modalidad de desarrollo. Referente a los
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actores, la distinción entre los visibles, los menos visibles y los invisibles da cabida a concebir
los roles de cada uno de ellos, su trascendencia y finalmente el proceso que los llevaba a estar
en cada una de estas categorías. Para el caso estadístico, nos muestra que los principales
motivos para la protesta sin de manera preponderante la tierra y/o vivienda, seguido laborales,
violación de pactos, servicios públicos y sociales, derechos, autoridades, políticas y
solidaridad. Sobre las regiones, donde se concentro en mayor grado las acciones fue la región
Atlántica, seguida de la Cafetera, Centro Oriente, Pacífica, Sur Oriente, Santanderes,
Amazonia y Orinoquia, organizadas de mayor a menos respectivamente.
Sumado a esto Mauricio examina las protestas desde la acción colectiva como lucha de
clases y presenta a la sociedad civil en un constante fortalecimiento con el Estado. Para este
capitulo es preciso enmarcar la participación de distintos conglomerados como docentes,
miembros del clero, estudiantes, trabajadores, entre otros, igualmente, entre las
movilizaciones mas importantes se recuerda el paro cívico nacional de 1967, el cual recogía
los descontentos salariales, del control de los precios, tierra para los campesinos, derechos
sindicales y políticos, además de la reapertura de las universidades; este también trajo al
panorama la creciente fuerza de movilización cívica. A pesar de esto, la cúspide de la
situación se dio en 1987, desembocando de esta manera la violencia contra dirigentes no solo
políticos sino sociales y consolidándose en la “guerra sucia”, en respuesta a esto las
movilizaciones aumentaron como mecanismo de denuncia. Varios asesinatos de lideres de
movimientos sociales desencadenaron mayor resentimiento y deslegitimación frente a los
gobiernos. El libro concluye justificando la indignación y las acciones recopiladas en el libro,
sustentándola en la racionalidad, la noción de lo justo e injusto; e incluso, en apartados del
capitulo mostraba la efectivad de las protestas, concluyendo algunas en masacres,
desapariciones y otras en presión asertiva, logrando parcial o totalmente sus peticiones.
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sociales por parte de la izquierda, de la derecha e incluso en la actualidad del centro.
Adicional a esto, para obtener mayor sustento debió entrevistar no solo a personas que hayan
desempeñado roles activos en las protestas sociales, sino también, de persona que no hayan
participado, sino por el contrario se hayan visto afectadas por estas o incluso que para ese
momento no estuvieran de acuerdo con dichas, pues lo anterior brindaría un panorama más
amplio al lector, así como capacidad de decisión sobre qué postura tomar frente al tema. A
pesar del sesgo ideológico que menciono, en el ámbito teórico nos da una amplia gama de
teorías que definen los movimientos sociales de distintas maneras y enfocado hacia algunas
circunscripciones; para lo cual, como lectora, además de las gráficas, que para mí son
totalmente creíbles por la calidad de la fuente, la variedad teórica, fueron las únicas dos
herramientas que ampliaron la capacidad de opinión del lector.