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¿CÓMO DISMINUIR LA CONDUCTA AGRESIVA?

Agresividad en la infancia
Publicado el 25 de noviembre de 2013 de roaeducacion

1. ¿Cuándo podemos hablar de agresividad en el mundo infantil?, ¿por qué


aparece la conducta agresiva? Componentes de la agresividad.

Hablamos de agresividad cuando el niño muestra tendencia a causar daño físico o


psicológico (burla, abuso verbal) a otros.

La agresividad propiamente dicha no es igual que la violencia; cuando hablamos de


agresividad nos referimos a una forma de ser que puede derivar en reacciones violentas,
mientras que la violencia implica causar directamente daño al otro.

La etapa de la agresividad es difícil pero pasajera, hay que sobrellevarla con cariño y
mucha paciencia puesto que es importante para el desarrollo de la personalidad del niño.
Cuidado con las excesivas prohibiciones, es importante buscar un equilibrio y que el niño
se sienta cada vez más autónomo.

Cuando hablamos de agresividad en la infancia, nos referimos en multitud de ocasiones a


conductas agresivas debidas a frustraciones. Los componentes agresivos suelen
caracterizarse por la combatividad, destructividad, irritabilidad, desafío a la autoridad y
necesidad de llamar la atención. El daño se causa a una persona u objeto de manera física o
verbal y este comportamiento aparece alrededor de los 4 años.

2. Causas de la agresividad, aspectos a tener en cuenta.

La agresividad puede aparecer por causas muy variadas:


-Poca tolerancia a la frustración si los deseos no están cubiertos, derivada en muchos casos
de sobreprotección

-Temperamento innato e hereditario

-Disciplina exagerada y severa con castigos no justificados coherentemente

-Existencia insegura: Separación de los padres, cambios de domicilio, cambios de


colegio…

-Afectividad poco desarrollada: Celos, separaciones familiares, poca dedicación a los


niños…

-Falta de límites: Rabietas, aprendizajes inadecuados…

Es importante tener en cuenta que la agresividad puede aprenderse en el ámbito familiar. Si


reñimos al niño porque pega y lo hacemos dándole un azote se quedará confuso y hará lo
mismo. Los niños interiorizan este tipo de comportamientos y los reproducen; si los padres
son menos cariñosos y tolerantes pero se comportan con más agresividad, ellos tenderán a
hacer lo mismo. Socialmente tampoco existen muchas referencias positivas, dado que las
prisas, la tensión, el estrés, la ansiedad, la educación basada en la competitividad…,
favorecen las conductas agresivas. La televisión, los videojuegos… desempeñan un papel
importantísimo en la sociedad actual, por lo que es necesaria una educación correcta para
utilizar los medios audiovisuales de manera adecuada y que no se conviertan en “los
canguros” de los niños ni obtengan con comportamientos violentos atenciones que, de otra
forma, no reciben.

3. ¿Cuándo podemos hablar de “agresividad patológica”?

Si las manifestaciones agresivas requieren la intervención de un especialista estamos


entrando en “agresividad patológica”. Las formas más frecuentes de este trastorno son las
siguientes:

-La agresividad contra sí mismo

-La obsesión porque cualquier acto o mensaje de los otros es una provocación hacia la
propia persona

-La manifestación de la agresividad de forma explosiva y sin control

Ante estas tendencias actuaremos retirando al niño a un lugar aislado permitiéndole que se
desahogue, reforzando todas sus conductas positivas, haciéndole ver que con una rabieta no
va a conseguir nada o canalizando su agresividad con algún juego o deporte. No debemos
permitir que se salga con la suya concediéndole caprichos, es importante crear un ambiente
en el que se sienta querido, aceptado, sin excesiva protección y con autoridad adecuada,
exaltando sus logros y sus actuaciones positivas.
Es importante mencionar una serie de trastornos que pueden favorecer la agresividad o
predisponer al niño para la aparición de conductas agresivas:

-Trastorno de déficit de atención con hiperactividad

-Trastorno de oposición o desafiante

-Trastorno de conducta

4. El control de la agresividad: La técnica de “la Tortuga” y la técnica del “Oso


Arturo”.

La técnica de “la Tortuga” (El manual de


la tortuga, M.R. Schneider y A. Robin)

La técnica de la “tortuga” fue diseñada por


M. Schneider (1974) como un método muy eficaz para el autocontrol de la conducta
impulsiva en el aula, revelándose muy útil en situaciones de descontrol por carga
emocional. Resulta de mucha utilidad en niños preescolares y hasta los 7 años de edad. A
partir de esta edad, la escenificación de la tortuga se utiliza como planteamiento lúdico de
una técnica de relajación y autocontrol.

El procedimiento será el siguiente:

 Leer al niño la historia de la tortuga.


 Con la imagen mental que provoca el cuento, se invitará al niño a dramatizar la
sensación de frustración de la tortuga, su rabia contenida e intento de introducirse en
el caparazón. Cuando la tortuga se introduce en el caparazón para vencer los
sentimientos de rabia y furia, el niño escenificará esta actitud pegando la barbilla al
pecho, colocando los brazos a lo largo del cuerpo y presionando fuertemente
barbilla, brazos y puños cerrados, mientras cuenta hasta diez. La distensión
posterior provocará una relajación inmediata.
 Esta sesión concluye invitando al niño a realizar “la tortuga” en aquellos momentos
en los que el enfado o la agresividad le desborde.
 Para motivar la aplicación de esta técnica, se propone al niño un refuerzo: una
tortuguita de verdad. Si aplica la técnica de la tortuga obtendrá puntos para la
tortuga de verdad.
 Se dibujará una tortuga grande en cartulina. El caparazón de la tortuga estará
cubierto de “escamas”-casillas, que serán los puntos a conseguir (se empezará
poniendo un número reducido de casillas para completar los puntos necesarios
para una primera tortuga; posteriormente puede continuarse la técnica, si procede,
dibujando una segunda tortuga con más casillas).
 El niño podrá tachar o colorear una de las “escamas” en dos ocasiones: 1) si ha
conseguido hacer la tortuga en un momento difícil o 2) si ha recordado a otro niño
que lo hiciera cuando ha visto que se iba a descontrolar.
 Se reforzarán los avances en el cartel de la tortuga con algún elogio o premio.

La técnica del “Oso Arturo” (Habilidades Cognitivas y Sociales en la infancia: Piensa


en voz Alta. Un programa de resolución de problemas para niños de Camps y Bash)

El niño conocerá al Oso Arturo y con él aprenderá que en cualquier situación y para
cualquier actividad, tarea, juego o problema tendrá que hacerse 4 preguntas en voz alta y
contestarlas, aprendiendo a controlar su conducta mediante autoinstrucciones
(Meichenbaum, 1977):

-¿Cuál es mi problema?

-¿Cuál va a ser mi plan para solucionarlo?

-¿Estoy aplicando mi plan?

-¿Cómo lo he hecho?

El Oso Arturo presenta en los 4 pasos, que pueden estar representados con dibujos, la
manera de solucionar los problemas.
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Esta técnica (Schneider y Robin, 1992) pretende, a través de la analogía con la tortuga (que
se esconde en su caparazón cuando se siente amenazada) enseñar al niño a replearse en un
caparazón imaginario cuando no sea capaz de controlar sus impulsos y emociones ante
estimulos ambientales.
Esta es una tecnica muy utilizada dentro del marco cognitivo conductual, pero me gustaria
nombrar otras:

1.LA ECONOMIA DE FICHAS


Esta técnica resulta adecuada debido a que resuelve el problema que estos niños tienen para
demorar las gratificaciones. En ella, el niño sabe que sus acciones se traducen en la adición
o sustracción de una seri de "fichas" que al final de un periodo preestablecido pueden
intercambiarse por refuerzos reales. Es decir si realiza una conducta deseada,
automáticamente recibe el número de fichas previamente fijado, y si realiza una donducta
no deseable se verá penalizado con la supresión de las mismas. De esta forma obtiene
contingentemente los refuerzos, aprendiendo, a la vez, a demorar las gratificaciones.

2. EL CONTRATO DE CONTINGENCIAS
Este procedimiento consiste en discutir, redactar y acatar (en los términos que se
establezca) un contrato que, en su forma, sigue las directrices de los contratos al uso. En él
deben quedar plasmados aquellos aspectos que el se compromete a cambiar y aquellos otros
que el segundo firmante (padres, profesores,...) se compromete, por su parte, a mejorar.
Ambas partes firman, ante un testigo (generlmante el/la psicólogo/a que trata al niño que
acatarán los pactos que se han negociado exitiendo, normalemtne, una serie de
penalizaciones para ambas partes en caso de incumplimiento del contrato. Esta técnica se
utiliza fundamentalmente con niños mayores y constituye un medio importante de
motivacion

3.EL ENTRENAMIENTO AUOINSTRUCCIONAL


Las autoinstrucciones tienen como objetivo enseñar al niño a ejercer control sobre su propia
conducta mendiante el lenguaje interno. El entrenamiento autoinstruccional (Meichembaum
y Goodman, 1971) atraviesa por una serie de fases.

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