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Unidad N°3.

Fertilización ecológica
Actividad: Plan de fertilización
Después de haber terminado la asesoría para los agricultores del municipio, se le pide que se dirija a
una finca y que por medio de un video corto o a través de imágenes, identifique las necesidades
nutricionales del cultivo, así como de una especie vegetal y programe un plan de fertilización con
biofertilizantes, justificando cuál es el modo acción, aplicación y cantidad requerida, teniendo en
cuenta los parámetros de fertilización ecológica de cada cultivo.
Selecciona la especie que tiene problemas de nutrientes e identifica las necesidades nutricionales
del cultivo.
Café (Coffea arabica)
Uno de los retos de la agricultura moderna radica en satisfacer los requerimientos de un mercado
creciente, al mismo tiempo que se aumenta la necesidad de introducir alternativas tecnológicas de
producción que conduzcan a una mayor sostenibilidad ambiental y económica. Entre los aspectos más
importantes está el uso de los biofertilizantes.
Todas las plantas superiores, entre ellas el café, requieren 16 o más nutrientes que se consideran
esenciales para su crecimiento. Estos, de acuerdo a su origen, pueden clasificarse en minerales
(aquellos que se encuentran principalmente en el suelo y son absorbidos por las raíces de las plantas
en sus formas inorgánicas) y no minerales (los que proceden esencialmente de la atmósfera y del
agua). Según la cantidad que demanden, los elementos minerales se clasifican en mayores o
macronutrientes (nitrógeno-N, fósforo-P, potasio-K, calcio-Ca, magnesio-Mg y azufre-S), y menores
o micronutrientes (hierro-Fe, cobre-Cu, manganeso-Mn, boro-B, molibdeno-Mo, zinc-Zn y cloro-Cl).
Adicionalmente, es frecuente catalogar a N, P y K como primarios, y a Ca, Mg y S como secundarios
Nutrientes esenciales para las plantas Minerales No Minerales Nutrientes Primarios Nutrientes
Secundarios Micronutrientes N, P, K Ca, Mg, S B, Cl, Cu, Fe, Mn, Zn, Mo C, H, O La cantidad
requerida de nutrientes por la planta varía de acuerdo a las características del cultivo (especie,
variedad, etapa de desarrollo, nivel de producción, entre otras), factores climáticos (principalmente
humedad y temperatura), propiedades del suelo (físicas, químicas y biológicas), y el manejo de la
plantación. Una porción de estos elementos extraídos del suelo por el cultivo es removida del lote por
la cosecha (por ejemplo los granos de maíz, los tubérculos de la papa y los frutos de café), pero el
resto vuelve al suelo en forma de raíces, tallos, hojas y otros órganos a través del ciclaje de estos
La extracción total de nutrientes en café puede ser similar para la misma densidad de siembra en sitios
diferentes en su potencial productivo. Lo que cambia es la distribución de los nutrientes en los
diferentes órganos de la planta. El anterior comportamiento implica que si se llegara a fertilizar a un
lote de café que tiene un potencial de producción con la mitad de la dosis, se afectaría su biomasa de
hojas, ramas y raíces, con consecuencias negativas sobre la producción de los frutos. Extracción y
partición de nutrientes en sitios con niveles diferentes de producción. El conocimiento acerca de los
requerimientos nutricionales de los cultivos, en cuanto a la extracción o remoción, es de gran utilidad
al momento de ajustar los planes de fertilización, pero esta información por sí sola no es suficiente, y
debe completarse con los resultados de las investigaciones en torno a la respuesta al suministro de
dosis crecientes de cada uno de los elementos esenciales.
Estos experimentos permiten determinar el requerimiento del nutriente para una máxima producción
(óptimo biológico), dada cierta condición particular de fertilidad del suelo. El análisis económico
correspondiente determina la cantidad del fertilizante que se debe aplicar para obtener el máximo
beneficio económico, el cual depende de las variaciones de los precios de los fertilizantes
Requerimientos del fertilizante para alcanzar la máxima producción (nivel bajo del elemento en el
suelo) o mantener la fertilidad del suelo (nivel medio o alto del elemento en el suelo). Para nutrientes
de alta movilidad en el suelo, como el nitrógeno, la recomendación de fertilizante debe hacerse
independiente de la producción potencial, ya que su disponibilidad puede estar afectada por
condiciones del suelo, como la humedad y la temperatura; en contraposición, la recomendación para
los nutrimentos poco móviles, como el fósforo, o medianamente móviles como el potasio, puede
basarse en el reemplazo de la cantidad del elemento removido en función de la producción
La fertilidad puede ser natural y adquirida. La primera hace referencia a la fertilidad propia del suelo,
que no ha sido intervenido y en los cuales existe un equilibrio entre el suelo y la vegetación que
soporta. La segunda supone lo contrario, ya que está asociada a suelos cultivados o que han sufrido
intervención por el uso de abonos, enmiendas y realización de otras prácticas de manejo
Los requerimientos nutricionales del café varían según el estado del crecimiento. Se distinguen cuatro
etapas o fases: germinativa, almácigo, crecimiento vegetativo o levante, y crecimiento reproductivo,
desde hace varias décadas, se vienen desarrollando numerosas investigaciones en torno a la nutrición
del café en cada una de estas etapas, teniendo en cuenta la diversidad agroecológica de la zona cafetera
colombiana.
A continuación se presentan de manera resumida los resultados de los estudios en mención y las
recomendaciones para el manejo de la nutrición del café en cada etapa.
Etapa de germinación Tiene una duración aproximada de 2 meses. Las semillas se siembran en arena
y no requieren la adición de nutrientes, ya que las reservas nutritivas contenidas en las mismas suplen
las necesidades de las plántulas para alcanzar su completo desarrollo como chapolas. Sólo requieren
condiciones adecuadas de humedad, oscuridad y temperatura, además del manejo fitosanitario
Etapa de almácigo va desde el trasplante de la chapola en la bolsa, hasta el momento de la siembra
en el campo (aproximadamente 6 meses). En esta etapa la planta responde de manera positiva a la
materia orgánica y a las aplicaciones de fósforo. Cuando no se utiliza una mezcla adecuada de suelo
y abono orgánico deben aplicarse 4 gramos de Superfosfato Triple o de DAP por bolsa, a los 2 y 4
meses luego del trasplante. Adicionalmente, la aplicación de DAP contribuye a reducir los efectos
nocivos de una pulpa o lombrinaza parcialmente descompuesta.
La respuesta obtenida a la fertilización con nitrógeno en esta fase ha sido negativa y la adición de
potasio no ha interferido sobre el vigor de la planta en términos del peso seco y altura; tampoco la
aplicación de fertilizantes foliares. Una mezcla de suelo y pulpa de café bien descompuesta en
relación 1:1 es suficiente para suplir las necesidades nutricionales en el almácigo. Cuando se dispone
de otras fuentes elementos minerales son esenciales para el buen desarrollo de las plantas y su
presencia en el suelo es fundamental en los distintos estados de desarrollo del cultivo.
Programa el plan de fertilización con biofertilizantes y justifica el modo de acción y aplicación de
este.

Los biofertilizantes, o fertilizantes biológicos. Estos productos están constituidos por un alto número
de microorganismos de diferentes tipos (bacterias, microalgas, hongos formadores de micorrizas, etc.)
procedentes del cultivo de cepas seleccionadas, que al aplicarse al suelo contribuyen a mejorar la
riqueza o disponibilidad de nutrientes en el suelo, bien mediante la fijación biológica del nitrógeno u
otros procesos bioquímicos
A tenor de que la mayor parte de los productos utilizados para la fertilización en
Agricultura Ecológica liberan los nutrientes de forma lenta, es conveniente realizar las aplicaciones
de estos fertilizantes con antelación suficiente para que por medio de la acción microbiana se liberen
los nutrientes, particularmente el nitrógeno, a un ritmo adecuado para atender satisfactoriamente las
exigencias de los cultivos
Para programar una fertilización ecológica altamente eficiente y sostenible es muy conveniente
utilizar el método del balance de nutrientes en el agrosistema, incluyendo las salidas (pérdidas) y las
entradas (aportaciones)
El proceso de planificación de la fertilización podríamos dividirla en varias etapas:
Muestreo y Análisis de suelos con biofertilizantes
El análisis de suelos es una práctica básica para determinar la fertilidad actual y potencial de cada
lote. El objetivo de efectuar un análisis de suelos es determinar la oferta de nutrientes del lote, para
que, junto con la extracción de nutrientes (demanda) se puede efectuar un balance y establecer las
cantidades a agregar como fertilizantes.
De la precisión del muestreo dependerá la utilidad y valor de los resultados obtenidos en el análisis
de suelo. Por ello, es importante efectuar el muestreo considerando la variabilidad espacial y temporal
presente en el lote, procurando tomar muestras en zonas representativas homogéneas y evitando
mezclar muestras de suelo de zonas diferentes en el momento adecuado en relación al momento de
siembra. La intensidad de muestreo dependerá del nutriente a evaluar y de la variabilidad particular
del lote, por ejemplo un muestreo para evaluar el nitrógeno disponible como nitratos requiere más
densidad de observaciones que para determinar potasio o magnesio. A modo orientativo, se debería
realizar por lo menos 20-30 piques por cada muestra compuesta. Si el lote es relativamente parejo,
esa muestra podría representar 40-50 ha. La frecuencia cada vez mayor de lotes bajo siembra directa
por un periodo largo de años hace que se deban extremar precauciones para tomar una muestra
representativa, por la estratificación en el perfil y presencia de bandas de fertilización más antiguas.
La incidencia económica de su utilización es muy baja y brinda información altamente rentable, ya
que un buen diagnóstico de la fertilización puede modificar el costo del uso de fertilizantes y el
beneficio derivado de su respuesta en una magnitud varias veces el costo del análisis.
Diagnóstico de la fertilización con biofertilizantes
El proceso de diagnóstico se efectúa analizando en forma integral los resultados provenientes del
análisis de suelo en conjunto con las características de calidad de cada lote (rotación, cobertura de
rastrojos, antecesores, historia agrícola, aspectos físicos, etc.) y el clima local. Para la etapa de
diagnóstico de fertilización es importante disponer de información histórica propia de cada lote
(rindes, resultados de análisis de suelos históricos, tecnología aplicada, etc.) y de ensayos realizados
en el propio campo o eventualmente en la zona. De esta manera podemos saber si la información
obtenida es representativa de las condiciones locales y por ende valioso para considerarla dentro del
manejo nutricional.
Para el café con rendimientos corrientes, específicamente debe considerarse que el nivel crítico de
fósforo asimilable debe ser inferior a 20 ppm para recomendar el uso de fertilizantes. Valores
superiores a ese nivel ameritan el uso de fertilizantes solo si se desea cubrir los requerimientos de un
cultivo subsiguientes, o se esperan rendimientos superiores al promedio, o simplemente se desea
reponer el fósforo que se exportará con esa cosecha.
Por otro lado, es importante definir los objetivos de producción para la campaña que estamos
planificando y la estrategia definida deberá tener coherencia con esa meta de producción. Esto es
específico para el manejo del nitrógeno como veremos más adelante, ya que la dosis de este nutriente
es directamente dependiente del rinde esperado.
Diseño del plan de fertilización con biofertilizantes

Una vez realizado el diagnóstico (en el cual se debería establecer la necesidad o no de fertilizar y en
el caso de hacerlo, las cantidades de nutrientes a aplicar), es necesario armar un plan de fertilización
ajustado a cada lote. Este plan consiste en la definición de las cantidades y tipos de fertilizantes a
aplicar, así como del momento y tecnología de aplicación para satisfacer las necesidades del cultivo.
En la determinación de estos aspectos intervienen diferentes factores: operativos (disponibilidad de
máquinas, piso en los lotes, etc.); económicos (disponibilidad de fertilizantes en la zona, precio por
unidad de nutriente del fertilizante, etc.) y por supuesto ambientales (distribución e intensidad de
lluvias, temperatura, etc.).
Ejecución y monitoreo del plan de fertilización con biofertilizantes
La ejecución es la implementación efectiva en la práctica del plan definido. Sin duda, a medida que
se va ejecutando el plan pueden surgir cuestiones no previstas durante la planificación que requieren
del ajuste según el nuevo escenario, por ejemplo, lluvias menores a las previstas o cambios de precios
del grano que inciden en las dosis aplicadas.
Evaluación y análisis de los resultados del plan de fertilización con biofertilizantes
Una vez ejecutado el plan es necesario analizar y evaluar si la estrategia de fertilización utilizada
funcionó y con qué grado de eficiencia. Para poder hacerlo, es necesario contar con alguna parte del

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