GRUPO: BR JOSE MANUEL UNDA CORREA CODIGO: 1090520776
ETICA – UNIVERSIDAD
La formación ética y profesional representa un paso muy
significativo en la educación moral de las personas, ya que en el tiempo de antes se contemplaba la educación moral como un aprendizaje propio de niños y de estudiantes de secundaria como sucedió hasta muy poco tiempo, sino de algo que ha de procurarse también para otras etapas de la vida. Y es necesario por otra parte el derecho de todas las personas a tener una formación permanente y diversa que se ajuste a las distintas necesidades de cada persona pero que a su vez pueda comprender aspectos éticos.
Teniendo en cuenta la importancia y la necesidad, deber y
derecho de la formación moral a lo largo de la vida es necesario situar la formación ética profesional en el momento y los espacios correspondientes a la formación profesional inicial de las personas. También en las instituciones no profesionales deben procurar a sus estudiantes esta formación ya que resulta muy importante para el buen desenvolvimiento de cualquier profesión.
La relación entre universidad y el aprendizaje de la ética
profesional es algo evidente pues del profesional no se espera solo competencia sino que también use su competencia y desempeñe todos sus servicios con ética profesional.
De este modo la universidad es la encargada de facilitar la
información de esta competencia, es necesario también el acompañamiento a los estudiantes en el aprendizaje de la ética profesional.
La etica profesional ha estado de la mano desde siempre
con a la practica con la medicina y otras profesiones de fuerte arraigo histórico y social como lo es el derecho y también el comercio, en la actualidad el ejercicio de la ética profesional se ha visto visible en otro campos como los medios económicos y políticos y se ha ido generalizando en todas las profesiones. Es conveniente considerar la importancia del proceder ético para la REALIZACION HUMANA del profesional. Esta relación, etica-realizacion humana, está llena de sentido antropológico y filosófico y deberá construir el principio y fundamento de la formación en ética profesional en la universidad.
La introducción del sentido antropológico y filosófico de la
ética profesional parte del carácter teleológico de la ética, ya que relaciona la conducta humana con la búsqueda del bien (fin inmediato) y con la búsqueda de la felicidad (fin último) una profesión es una actividad que ocupa de forma estable a determinado grupo de personas en la realización o producción de unos bienes y servicios necesario que convienen para la sociedad, teniendo en cuenta esto podemos concluir la definición de profesional que se ve reflejado en una persona que ha adquirido unas determinadas competencias o capacidades para aportar algo, un bien (producto o servicio) en algún orden a los demás y a las sociedad: ayudar a conservar o a recuperar la salud, atender en una oficina, asesorar legalmente, producir o contribuir a la fabricación de un producto necesario o conveniente para otro, ayudar educativamente, procurar algún servicio de ocio, arreglar un aparato estropeado, conducir un servicio público… Dicho esto, el profesional que ejerce su proesion correctamente es una persona
Que con el ejercicio de su profesión, está haciendo el
bien. Experimenta la satisfacción del deber cumplido. Experimenta el sentimiento de sentirse útil. Que puede pasar por la experiencia de sentirse realizado ejerciendo su profesión. Y que con todo ello puede vivir con plenitud su ciudadanía.
Pero no se puede obviar el hecho de que todas las personas
estén contentas en y con su profesión o en y con su trabajo por lo que puede decirse en su caso que se cierra el ciclo ético, ya no son felices. También hay personas en las que no cabe platea esta cuestión ya que carecen de trabajo y otras que son objeto de explotación laboral, también existen otros motivos como lo son: desajuste ocupacional o circunstancias de tipo económico, laboral o social.