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DOCTORADO EN DISEÑO

UNIVERSIDAD DE PALERMO

Christian Gabriel Ruiz P.

Tarea:

Analice el texto de Nelson Goodman (Maneras de hacer mundo, pp. 17-43, pp. 170-

175, Madrid: Visor, 1990) de acuerdo con las siguientes pautas:

¿Qué aporte le puede proporcionar Goodman en las investigaciones que usted lleva a cabo

en el ámbito académico (tesis de maestría/doctorado). Fundamente su respuesta.

Palabras, Trabajos, Mundos

En el presente texto, realizaré un análisis referente al aporte que Goodman proporciona

en torno a la investigación académica; para lo cual es importante tomar la postura que el

autor asume sobre las versiones y concepciones del mundo, proponiendo más que nada

una descripción de las maneras en las que los sujetos construyen sus mundos.

Goodman propone la necesidad de despegarse de las suposiciones dejando de lado una

posición relativista, pero sin dejar de tomar en cuenta que tampoco se crean mundos

dejando de lado lo existente y que tampoco se dan de la nada, es decir que cada mundo

se construye a partir de mundos previos.

En la investigación académica, el rigor con el que se establecen distintos postulados

depende directamente de lo considerado una verdad, o más bien dicho, con la

descripción de una versión de un mundo y su marco de referencia, sin embargo; como


lo menciona Goodman “la validez se diferencia claramente de la verdad puesto que las

premisas y las conclusiones de una argumentación válida pueden, no obstante, ser

falsas.”1. Podríamos entonces decir que la investigación académica se encuentra sujeta

a las diferentes formas de descripción que utilizamos para referirnos a aquello que

describimos, haciendo que las verdades válidas sean las que constituyen no un único

mundo, sino un universo conformado por varios mundos.

En este punto, es importante analizar lo que la investigación académica requiere en

cuanto a diseño, puesto que al entender cómo un marco de referencia puede definir la

validez de un enunciado, nos permite entender cómo las diversas ciencias requieren de

una serie de versiones apegadas a la lógica, las mismas que no pueden ser modificadas

simplemente con la intención o descripción de un mundo a contracorriente, ya que estas

versiones son correctas en función de un sistema ya determinado.

En las ciencias exactas las versiones que definen la validez de sus postulados, exponen

marcos de referencia que podrían ser considerados bastante drásticos y basados en

evidencias y que a su vez dejan un margen muy corto sobre el cual se podría producir

una divergencia, por lo cual estaría bien decir que si existe una versión de un mundo

diferente al conocido, será valido únicamente si es correcto con un sistema determinado.

No obstante, esta reflexión es nuevamente lo que para Goodman es la descripción o

representación de un mundo.

El diseño mientras tanto, no puede clasificarse como una ciencia puesto que depende de

la concepción que se tenga sobre un objeto representado, más que de una descripción

1
N. Goodman, Maneras de Hacer Mundos (Madrid, Visor, 1990), 170.
comparada con un mundo descrito; de hecho en muchos casos pretende irrumpir

mediante la representación de un mundo la descripción de otro, por lo tanto requiere de

una visión más pluralista como menciona Goodman, aceptando el valor de las ciencias y

proponiendo definiciones ante el materialismo que terminará por reducir sus

representaciones a comparaciones ante la visión preminente de la física, una de las

ciencias exactas.

Ante esta reducción dada por la física, una investigación académica en diseño debe

buscar una intervención entre otras versiones de mundos, en las cuales su aceptación o

la búsqueda de la misma, debe ser el “reconocimiento” de criterios diferentes a los que

rigen la ciencia, es decir versiones perceptivas de un mundo adaptado a los procesos con

los cuales se construyo aquella versión, aceptando la idea de que existen pluralidades

de versiones correctas y dejando de lado una postura ambivalente o neutral.

Es entonces el diseño un mundo construido por otros mundos, en el cual la

investigación académica busca establecer y describir los procesos de relación entre

mundos con los cuales establece una identificación con ciertas similitudes y a la vez

marcar su posición con diferencias que también pueden pertenecer a otro. Estas

diferencias podrían considerarse como lo menciona Goodman “pertinentes” ya que

están relacionadas con géneros artificiales, apreciaciones psicológicas o con la

intervención del diseño con propósitos nuevos, construyendo una identidad que permita

conjuntar esas diversas visiones del mundo del diseño en una sola, sosteniéndose y

diferenciándose de otros mundos evitando así su disgregación.


El académico entonces a través de la investigación tiene bajo su responsabilidad, la

construcción de un mundo a partir de la relación y la intervención de otros mundos,

analizando lo que a través de su idea de mundo no se ajusta o guarda relación con

fenómenos considerados confiables desde las otras ciencias y apoyándose en leyes que

han sido planteadas como premisas desde el inicio.

Para realizar esta supresión, llamada así por Goodman, debe aprovecharse de las

técnicas e instrumentos que le permitan llevar a cabo un proceso de organización, el

cual también busca dar cuenta de algo, utilizando lo que el mismo autor llama

“deformación”, procedimiento que busca en primera instancia distorsionar un hecho

para la consecución de postulados que afirmen en cierta medida, los resultados

obtenidos mediante experimentación ante una comunidad científica académica, siendo

esta también un mundo o una versión de mundo.

No obstante, el investigador académico no debería caminar con una venda en los ojos o

de alguna manera enceguecido, sino mas bien enfocado en conseguir resultados que

demuestren validez a sus observaciones, dado el carácter de verdad relativa que puede

deformar su versión de verdad en función de sus creencias o limitantes de su entorno.

Por otro lado, la búsqueda de una verdad no debería ser un rasgo que defina su

investigación, ya que la verdad de una versión de mundo es adaptable de acuerdo al

procedimiento que ha construido el mismo.

Dado que el investigador posee una “amplia libertad de dividir y combinar, de

acentuar, de ordenar, de suprimir, de completar y de eliminar, e incluso de


distorsionar”2, es imprescindible que el investigador se pregunte sobre los criterios que

se tomarán en cuenta en la construcción de ese mundo. Dice Goodman, “Se engaña

aquel científico que se concibe a sí mismo dedicado por entero al único propósito de

buscar la verdad…”3.

Dicho esto, es el mismo autor quien menciona a manera de pregunta “¿No debiéramos

dejar de hablar de nuestras versiones correctas…?”4, a lo cual como respuesta, hace

énfasis en que la realidad es relativa, y lo es tanto para el físico, para el fenomenólogo

como para el “hombre de la calle”, sin embargo; a pesar de que existan muchas

versiones correctas, de muchas maneras diferentes y que la disposición que tenemos

para aceptar mundos alternativos puede ser “liberadora” , es esta aceptación la que nos

debe llevar a pensar que todo el mundo aun no esta construido en su totalidad y es

precisamente en este marco de abordaje en el cual el investigador tiene su razón de ser.

De esta manera es posible concluir que la construcción de mundos involucra al

investigador académico como un constructor, en los cuales el conocimiento es

entendido como un “rehacer” mas no como la definición de lo verdadero, es producto

de la comprensión de los acontecimientos del entorno y nuestra posición en el mundo.

El crecimiento del conocimiento se produce por el avance de nuestro entendimiento, y

va de la mano con la capacidad de creación de un mundo, lo que significa acción.

2
N. Goodman, Maneras de Hacer Mundos (Madrid, Visor, 1990), 37.
3
N. Goodman, Maneras de Hacer Mundos (Madrid, Visor, 1990), 38.
4
N. Goodman, Maneras de Hacer Mundos (Madrid, Visor, 1990), 40.

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