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Ley de la

refracción

Electricidad -
Magnetismo

1
Ley de la reflexión
El modelo corpuscular, impulsado por Newton, según el cual la luz se conforma
de partículas que estimulan la vista al entrar por los ojos, proporciona explicación
a numerosos fenómenos asociados a la reflexión y la refracción de la luz.
Posteriormente, en 1678, Huygens demostró que el modelo ondulatorio también
era satisfactorio para explicar la reflexión y la refracción.

Fue Young, en 1801, el que demostró la naturaleza ondulatoria de la luz, a través


del fenómeno de interferencia: las ondas luminosas emitidas por una fuente
única pueden llegar al mismo punto por caminos diferentes y combinarse o
cancelarse por interferencia. Este comportamiento no podía explicarse bajo el
supuesto de la naturaleza corpuscular de la luz.

En 1865, Maxwell predijo matemáticamente que la luz es una forma de onda


electromagnética.

Si bien la generalidad de las propiedades de la luz hallaba sustento teórico en la


teoría ondulatoria, permanecía en el campo de la naturaleza corpuscular la
explicación a algunos experimentos, tal como lo es el efecto fotoeléctrico.

En virtud de esta dualidad es que el comportamiento de la luz puede explicarse,


según el caso, asumiendo la naturaleza corpuscular y/o la ondulatoria.

Ley de la refracción

Reflexión de las ondas


En la siguiente figura se esquematiza la reflexión de un rayo de luz sobre dos
superficies de características diferentes: una superficie lisa y otra rugosa.

En el primer caso, los rayos reflejados son paralelos: la reflexión se denomina


especular. En el segundo, conocido como reflexión difusa, los rayos se reflejan
en varias direcciones.
Figura 12

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 273.

Un rayo es una línea recta dibujada en el sentido de propagación de la onda, que


muestra la trayectoria de la onda. El modelo de rayos implica representaciones
geométricas.

Los experimentos demuestran que un rayo que incide en una superficie lisa y
plana con un ángulo 𝜃1 se refleja en una dirección que forma otro ángulo
𝜃1′ respecto a la normal a la superficie de tal manera que se cumple:

𝜃1′ = 𝜃1
Figura 13

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 275.

El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.

Refracción de la onda
Si un rayo de luz que se propaga en un medio incide oblicuamente en la frontera
con otro medio transparente, parte del rayo se refleja y otra parte se transmite
por él cambiando de dirección. Se dice que hay una refracción.

El rayo incidente, el reflejado y el refractado se hallan en un mismo plano.

La ley de Snell es la representación matemática de la refracción:


𝑠𝑒𝑛𝜃2 𝑣2
= = 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒
𝑠𝑒𝑛𝜃1 𝑣1
Figura 14

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 277.

𝑣1 𝑣2 son las velocidades en los medios 1 y 2, respectivamente.

𝜃1 y 𝜃2 son los ángulos de incidencia y refracción, respectivamente.

La ley de Snell establece que si la velocidad 𝑣2 > 𝑣1 , entonces indica que 𝜃2 >
𝜃1 .

La trayectoria de la luz a través de una superficie refractora es reversible, como


en el caso de la reflexión.

Esto es: un rayo que, partiendo del medio B, incidiera en la frontera con el medio
A, recorrería la misma trayectoria.

Cuando la luz pasa de un medio a otro se refracta y la rapidez de la propagación


se manifiesta diferente. En realidad, la luz se propaga siempre con la rapidez que
alcanza en el vacío. Al atravesar un medio distinto de vacío, los efectos de
absorción y emisión de luz entre átomo y átomo de la materia se traducen en
retardos que afectan a la rapidez de la transmisión por ese medio.

Se define el índice de refracción n de un medio, como el cociente:


𝑐
𝑛=
𝑣
Donde 𝑐 es la rapidez de la luz en el vacío y v la rapidez promedio de la luz en el
medio.
La luz viaja a su máxima rapidez en el vacío. Por lo tanto, 𝑛 es un número
adimensional mayor o igual a 1.

Tabla 2

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 279.

La frecuencia de una onda luminosa que pasa de un medio a otro permanece


constante.

A partir de la expresión de la longitud de onda 𝑐 = 𝜆𝑓, aplicándola a los dos


medios supuestos:

𝑣1 = 𝜆1 𝑓
v2 = λ2 f

Como 𝑣1 ≠ 𝑣2 , entonces se debe cumplir 𝜆1 ≠ 𝜆2 . Planteando el cociente:

v1 λ1 c⁄n1
= =
v2 λ2 c⁄n2

De lo que se deduce:

𝜆1 𝑛1 = 𝜆2 𝑛2

La ley de Snell también se expresa:

𝑠𝑒𝑛𝜃1 𝑛1 = 𝑠𝑒𝑛𝜃2 𝑛2
La intensidad de los rayos reflejado y refractado depende del ángulo de
incidencia, de los dos índices de refracción y de la polarización (o sea, de la
dirección del vector campo eléctrico).

El índice de refracción no sólo depende de la sustancia, sino también de la


longitud de onda de la luz.

Superficies planas. Espejos


¿Cómo es la imagen de un objeto que se refleja en una superficie reflectante
plana y lisa?

Observa la siguiente figura que esquematiza la trayectoria de los rayos que


provienen del objeto puntual 𝑃.

Figura 15

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1158.


Figura 16

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1159.

El rayo 𝑃𝑉 incide perpendicularmente en el espejo y se refleja siguiendo la misma


trayectoria.

Otro rayo, 𝑃𝐵, incide formando un ángulo 𝜃 y se refleja en una dirección que
forma el mismo ángulo con respecto a la normal a la superficie.

La prolongación de los rayos reflejados muestra un punto de intersección 𝑃´ a


una distancia 𝑠 ´ detrás del espejo. La línea entre 𝑃 y 𝑃´ es perpendicular al plano
y los triángulos 𝑃𝑉𝐵 y 𝑃´ 𝑉𝐵 son congruentes. Por lo tanto, los puntos 𝑃 y 𝑃´
están a la misma distancia del espejo. Por lo tanto, 𝑠 = 𝑠 ´ , considerando
solamente la magnitud.

Extendiendo este razonamiento a todos los rayos que divergen desde 𝑃 la


dirección de todos los rayos reflejados sería la de los rayos supuestamente
emitidos desde 𝑃´ .

𝑃´ es la imagen de 𝑃 y es la que ve un observador cualquiera sea su posición.

Dado que la superficie es plana, la normal (perpendicular) tiene la misma


dirección en todos los puntos de la superficie y se tiene una reflexión especular.
Los rayos reflejados tienen idéntica dirección que si hubieran partido de 𝑃´ .

Si la superficie de la figura no fuera lisa, la reflexión sería difusa y los rayos


provenientes de distintos puntos de la superficie no guardarían la correlación
que establece la planitud del espejo.
Regla de los signos para la distancia del objeto:
Cuando el objeto está del mismo lado de la superficie reflectante
(o refractiva) que la luz entrante, la distancia de objeto 𝑠 es
positiva; de lo contrario, es negativa.

Regla de los signos para la distancia de la imagen:


Cuando la imagen está del mismo lado de la superficie reflectante
(o refractiva) que la luz saliente, la distancia de imagen 𝑠 ´ es
positiva; de lo contrario, es negativa. (Sears y Zemansky y otros,
2009, p. 1159).

Para un objeto extenso, la imagen que se forma es una imagen extensa.


Manteniendo el mismo razonamiento que para el objeto puntual, a cada punto
del objeto le corresponde un punto de la imagen

Figura 17

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1159.

En la figura se muestran dos rayos provenientes de 𝑄 . Todos los rayos que


emanan de 𝑄 , después de reflejarse, parecen proyectarse desde 𝑄 ´ . Otros puntos
del objeto 𝑃𝑄 tienen puntos imagen situados entre 𝑃´ 𝑄 ´.

Los triángulos 𝑃𝑄𝑉 y 𝑃´ 𝑄 ´ 𝑉 son congruentes y, en consecuencia, el objeto y la


imagen tienen el mismo tamaño y orientación: 𝑦 = 𝑦 ´

Se define aumento lateral 𝑚 como la razón entre la altura de la imagen y la altura


del objeto y se aplica a cualquier situación de formación de imágenes:


m=
y
En un espejo plano 𝑚 =1. La altura de la imagen tiene la misma altura del objeto.
Además, 𝑦 𝑒 𝑦 ´ tienen el mismo signo, lo que significa que la imagen es derecha
(no invertida).

La imagen que forma un espejo plano de un objeto tridimensional es inversa.

Figura 18

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1160.

Una imagen formada por una superficie reflectante (o refractaria) o por un


dispositivo óptico puede utilizarse como el objeto de otro dispositivo. Este
principio se emplea mediante la combinación de lentes en aplicaciones como lo
son un microscopio o un telescopio de refracción.

8.3. Prismas. Espejos esféricos


Como anticipáramos, el índice de refracción, para cualquier medio a excepción
del vacío, depende de la longitud de onda de la luz. Esta dependencia que
proviene de la relación entre la rapidez de la onda con la longitud de la onda se
denomina dispersión.

La siguiente figura muestra la relación entre el índice de refracción n y la longitud


de onda.
Figura 19

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 282.

Observa que el índice de refracción generalmente disminuye cuando la longitud


de onda aumenta. Esto significa que, por ejemplo, la luz violeta se refracta más
que la luz roja, cuando pasa del aire a algún material.

La ley de Snell indica que, dado que el índice de refracción depende de la longitud
de la onda, entonces el ángulo de refracción, cuando la luz entra en un material,
depende de la longitud de onda.

Cuando la luz monocromática incide sobre un prisma, emerge con una dirección
diferente a la de incidencia. Debido a la dispersión los diferentes colores se
refractan con una dirección particular y los rayos que emergen del otro lado del
prisma se dispersan formando un espectro visible. La luz violeta es la que más se
desvía y la roja es la que menos lo hace.
Figura 20

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 283.

Figura 21

Fuente: Serway y Jewett, 2004, p. 283.

La necesidad de lograr imágenes con características particulares, distintas a las


que proporciona un espejo plano, induce a la aplicación de espejos curvos. Por
ejemplo, un espejo que forme una imagen de diferente tamaño que el objeto tal
como cuando se lo utiliza con fines de vigilancia.

En la figura se muestra un espejo esférico de radio de curvatura 𝑅 con la


superficie cóncava del lado de la fuente de luz. El centro de la esfera de la cual
forma parte el espejo está en 𝐶 y el centro de la superficie del espejo está en 𝑉 .

𝑃 es un punto del objeto sobre el eje óptico (la recta 𝐶𝑉 define el eje óptico).
Figura 22

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1161.

El rayo 𝑃𝑉 incide normalmente en el espejo, y se refleja siguiendo la misma


trayectoria.

El rayo PB, que forma un ángulo 𝛼 con el eje, incide en el espejo con un ángulo
𝜃 . El rayo reflejado corta al eje óptico en el punto P ´ . Si el ángulo 𝛼 es pequeño,
se puede demostrar que todos los rayos intersecan al eje en el punto 𝑃´ .

𝑃´ es la imagen de 𝑃.

Observa que los rayos reflejados intersectan realmente en el punto 𝑃´ (a


diferencia de la imagen formada por el espejo plano en el que los rayos reflejados
nunca pasan realmente por 𝑃´ ), y divergen de este punto como si se hubieran
originado en 𝑃´ . En este caso, se dice que la imagen es real. En fotografía son
indispensables las imágenes reales.

Debido a que todos los rayos reflejados convergen en un solo punto imagen,
estos espejos se llaman espejos convergentes.

Si el radio de curvatura 𝑅 tiende a ∞ (infinito), el espejo se vuelve plano.

“Regla de los signos para superficies esféricas: cuando el centro de curvatura C


está del mismo lado que la luz saliente, el radio de curvatura es positivo; en caso
contrario, es negativo” (Sears y Zemansky y otros, 2009, p. 1159).
Haciendo uso de expresiones trigonométricas, se arriba a la siguiente ecuación:
1 1 1
+ =
𝑠 𝑠´ 𝑅
Que llamamos relación objeto imagen del espejo convergente.

Cuando el punto 𝑃 está muy lejos del objeto, los rayos incidentes en el espejo
son paralelos. Aplicando la ecuación anterior, se obtiene:
𝑅
𝑠=
2

Figura 23

Fuente: Sears, Zemansky y otros, 2009, p. 1163.

En la figura se observa que los rayos reflejados convergen en un punto


denominado foco. La distancia del vértice al foco se denomina distancia focal 𝑓.

La figura b) muestra que un objeto en el punto focal se refleja generando rayos


paralelos al eje óptico.

Esto es válido para rayos si se cumple que el ángulo α es pequeño. Para espejos
parabólicos, de uso extendido en telescopios astronómicos, en linternas y faros
para generar un haz de rayos paralelos.

En términos de la distancia focal, la relación objeto imagen queda:


1 1 1
+ =
𝑠 𝑠´ 𝑓
Bibliografía de referencias
Alonso, M. y Finn, E. (1970). Física. Volumen II: Campos y Ondas. México: Fondo
Educativo Interamericano.

Sears, F. W., Zemansky, M.W., Young, H.D., Freedman, R. A. (2009). Física


universitaria con física moderna. Vol. 2. México: Pearson Educación.

Serway, R. y Jewet, J. (2004). Física II. México: Thomson.

Serway, R. y Vuille, C. (2009). Fundamentos de Física Vol. 2. México: Cengage Learning,


Editores.

Tipler, P. & Mosca, G. (2010). Física para la Ciencia y la Tecnología Volumen 2. España:
Reverté.

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