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SELECCIÓN DE POEMAS DE CATULO P á g i n a |1

III
Llorad, Venus y Cupidos, Lugete, o Veneres Cupidinesque,
y cuantos hombres sensibles hay: et quantumst hominum venustiorum!
ha muerto el pajarillo de mi amada, passer mortuus est meae puellae,
el pajarillo, cosita de mi amada, passer, deliciae meae puellae,
a quien ella quería más que a sus ojos; quem plus illa oculis suis amabat:
era dulce como la miel y la conocía nam mellitus erat suamque norat
tan bien como una niña a su propia madre. ipsam tam bene quam puella matrem,
No se movía de su regazo, nec sese a gremio illius movebat,
pero saltando a su alrededor, aquí y allá, sed circumsiliens modo huc modo illuc
a su dueña continuamente piaba. ad solam dominam usque pipiabat.
Este, ahora, va, por un camino tenebroso, qui nunc it per iter tenebricosum
a ese lugar de donde dicen que nadie ha vuelto. illuc, unde negant redire quemquam.
¡Mal rayo os parta, funestas at vobis male sit, malae tenebrae
tinieblas del Orco, que devoráis todo lo bello!: Orci, quae omnia bella devoratis:
me habéis quitado tan bello pajarillo. tam bellum mihi passerem abstulistis.
¡Oh mala ventura! Pues, ahora, por tu culpa, o factum male, quod, miselle passer,
desdichado pajarillo, hinchados por el llanto, tua nunc opera meae puellae
enrojecen los ojillos de mi amada. flendo turgiduli rubent ocelli!

V
Vivamus, mea Lesbia, atque amemus,
Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
rumoresque senum severiorum
y a las maledicencias de los viejos severos
omnes unius aestimemus assis.
démosles menos valor que a un as.
soles occidere et redire possunt:
Los astros pueden morir y volver;
nobis, cum semel occidit brevis lux,
pero nosotros, una vez que muera nuestra breve luz,
nox est perpetua una dormienda.
deberemos dormir una última noche perpetua.
da mi basia mille, deinde centum,
Dame mil besos, luego cien mil;
dein mille altera, dein secunda centum,
luego otros mil, luego otros cien mil;
deinde usque altera mille, deinde centum.
luego hasta otros mil, luego cien mil.
dein, cum milia multa fecerimus,
Después, hechos ya muchísimos miles,
conturbabimus illa, ne sciamus,
revolvámoslos, para que no lo sepamos nosotros,
aut nequis malus invidere possit,
ni ningún malvado pueda mirarnos con malos ojos,
cum tantum sciat esse basiorum.
cuando sepa cuántos besos nos dimos.

VII
Me preguntas, cuántos besos tuyos,
Lesbia, me serían más que suficientes,
Como grande es el número de arena de Libia que
yace en Cirene, de laserpicio plena,
entre el oráculo del ardiente Júpiter
y el túmulo del anciano Bato;
o cuantos astros, al callar la noche,
ven los amores ocultos de los hombres;
sólo esos besos satisfarán
a Catulo el loco más que suficientemente,
que ni contarlos podrán los curiosos
ni con sus malas lenguas hechizarlos.
SELECCIÓN DE POEMAS DE CATULO P á g i n a |2

VIII
¡Ay, Catulo, deja de hacer simplezas, Miser Catulle, desinas ineptire,
y ten lo que está muerto por perdido! et quod vides perisse perditum ducas.
Radiantes soles te brillaban cuando, fulsere quondam candidi tibi soles,
en esos días, ibas allí donde quería la joven, cum ventitabas quo puella ducebat,
amada por nosotros como nadie será amada jamás. amata nobis quantum amabitur nulla.
Muchas fiestas celebraste allí entonces, ibi illa multa tum iocosa fiebant,
que tú deseabas y ella no odiaba. quae tu volebas nec puella nolebat.
En verdad, lucían soles radiantes. fulsere vere candidi tibi soles.
Ella ya no lo quiere, no lo quieras tú, débil, nunc iam illa non vult: tu quoque, impotens, noli,
ni persigas a la que huye, ni vivas nec quae fugit sectare, nec miser vive,
miserable: resiste con tu mente obstinada. sed obstinata mente perfer, obdura.
Adiós, muchacha. Catulo aguanta ya, Vale, puella, iam Catullus obdurat,
no te rogará ni pedirá nada. nec te requiret nec rogabit invitam.
Mas sufrirás, cuando por nadie seas pedida at tu dolebis, cum rogaberis nulla.
¡Ay, infame! ¿Qué vida te queda? scelesta, vae te! quae tibi manet vita?
¿Quién irá a ti hoy? ¿Quién verá tu belleza? quis nunc te adibit? cui videberis bella?
¿A quién amarás ahora? ¿De quién quem nunc amabis? cuius esse diceris?
se dirá que eres? ¿A quién besarás? quem basiabis? cui labella mordebis?
¿A quién morderás los delgados labios? at tu, Catulle, destinatus obdura!
Pero, ¡tú, Catulo, aguanta firme!

LXX
Nulli se dicit mulier mea nubere malle
Mi amada asegura que con nadie quiere casarse
quam mihi, non si se Iuppiter ipse petat.
excepto conmigo, a no ser que el mismo Júpiter se lo pida.
dicit: sed mulier cupido quod dicit amanti,
Eso dice, pero lo que una mujer dice a su deseoso amante
in vento et rapida scribere oportet aqua.
en el viento y en el agua rápida conviene escribir.

LXXV
A tal extremo ha llegado mi corazón, Lesbia mía, por tu culpa,
y tanto se ha perdido por su misma fidelidad,
que ahora ya no puedo tenerte aprecio,
aunque te vuelvas la mejor de todas,
ni dejar de quererte por mucho que hagas.
LXXXV
Odi et amo. quare id faciam, fortasse requiris.
Odio y amo. Tal vez me preguntes cómo puedo hacerlo.
nescio, sed fieri sentio et excrucior.
No lo sé, pero lo siento así y me torturo.

CIX
Me prometes, vida mía, que este amor será feliz
XCII
y perpetuo entre nosotros.
Lesbia dice pestes de mí todo el tiempo y no para.
Grandes dioses, haced que pueda prometer con
¡Que me muera si Lesbia no me quiere!
verdad
¿Cómo lo sé? Porque me pasa lo mismo:
y que lo diga sinceramente y de corazón,
la maldigo a todas horas,
para que toda nuestra vida podamos mantener
pero ¡que me muera si no la quiero!
ese sagrado lazo de cariño eterno.

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