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3.

Tipos de infecciones y medidas preventivas

Introducción
En esta actividad de aprendizaje estudiará qué tipo de infecciones se presentan a
nivel intrahospitalario, así como las medidas de prevención según las áreas de
riesgo.
Tema 1. Marco legal
De acuerdo con la Constitución política (artículos del 48 al 50), la salud es un
derecho fundamental del ser humano y como tal debe ser protegido y
respetado por las autoridades y los diferentes actores del sistema general de
seguridad social en salud (SGSSS). La ley 9 de 1979 consideró la salud como
un bien de interés público y estableció normas de vigilancia y control
epidemiológico para el diagnóstico, pronóstico, prevención y control de las
enfermedades transmisibles, así como para la divulgación de la información
epidemiológica.

Posteriormente, en 1984, el decreto reglamentario 1562 estableció, en el


capítulo III: […] “Todo hospital ubicado en los diferentes niveles de atención
del sistema nacional de salud, conformará su respectivo comité de
infecciones intrahospitalarias” […] (Artículo 23); además, fijó la obligatoriedad
de la información y la notificación epidemiológica (artículos 27 y 34); luego del
decreto en mención, el país ha avanzado en la generación de normativas
relacionadas (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, D. C.).

Tabla 1. Marco legal relacionado con la vigilancia epidemiológica de las infecciones


intrahospitalarias

Norma Entidad que la expidió Asunto


Ley 9 de 1979. Decreto Ministerio de Salud (hoy de Por el cual se reglamentan
1562 de junio de 1984. Protección Social) parcialmente los títulos VII y
XI de la ley 9 de 1979 en
cuanto a la vigilancia y el
control epidemiológico.
Ley 10 de 1990. Ministerio de Salud. Por la cual se reorganiza el
sistema nacional de salud.
Ley 100 de 1993. Ministerio de Salud. Por la cual se reglamenta el
sistema general de
seguridad social.
Ley 715 de 2001. Ministerio de Salud. Artículo 42: sistema único
de habilitación, el sistema
de garantía de calidad y el
sistema único de
acreditación.
Ley 872 del 30 de diciembre Presidencia de la Por la cual se crea el
de 2003. República. sistema de gestión de
calidad en la rama ejecutiva
del poder público y en otras
entidades prestadoras de
servicios.
Decreto 1757 de agosto de Ministerio de Salud. Mediante el cual se
1994, reglamentario de la organizan y establecen las
ley 100 de 1993. modalidades y formas de
participación social en la
prestación de los servicios
de salud. Este decreto
establece los comités de
ética hospitalaria y las
asociaciones de usuarios.
Decreto 1295 de junio de Ministerio de Salud. Por el cual se determina la
1994. organización y
administración del sistema
de riesgos profesionales.
Decreto 2676 de diciembre Ministerio del Medio Por el cual se reglamenta la
de 2000. Ambiente y Ministerio de gestión integral de los
Salud. residuos hospitalarios y
similares.
Decreto 917 de 2001. Ministerio de Salud. Evaluación de los
estándares de calidad.
Resolución 1164 de Ministerio del Medio Por la cual se adopta el
septiembre de 2002. Ambiente y Ministerio de manual de procedimientos
Salud. para la gestión integral de
los residuos hospitalarios y
similares.
Decreto 1011 de abril de Ministerio de la Protección Por el cual se establece el
2006. Social. sistema obligatorio de
garantía de calidad de la
atención de salud del
sistema general de
seguridad social en salud.
Decreto 2323 de junio de Ministerio de la Protección Por el cual se reglamenta la
2006. Social. ley 9 de 1979 en relación
con la red nacional de
laboratorios.
Resolución 1043 de abril de Ministerio de la Protección Condiciones que deben
2006. Social. cumplir los prestadores de
servicios de salud para
habilitar sus servicios e
implementar el componente
de auditoría para el
mejoramiento de la calidad
de la atención, así como
otras disposiciones.
Resolución 5061 de 1997. Ministerio de Salud. Por la cual se reglamentan
los comités técnico-
científicos de farmacia y
terapéutica dentro de las
entidades promotoras de
salud, administradoras del
régimen subsidiado e
instituciones prestadoras de
servicios de salud, y se
dictan otras disposiciones.
Resolución 1474 de 2002. Ministerio de la Protección Manual de estándares de
Social. acreditación de instituciones
prestadoras de servicios de
salud.
Resolución 2183 de 2004. Ministerio de la Protección Por la cual se adopta el
Social. manual de buenas prácticas
de esterilización para los
prestadores de servicios de
salud.
Circular del 22 de Secretaria Distrital de Salud Vigilancia de infecciones
noviembre de 2003. de Bogotá. intrahospitalarias
(competencias SDS,
aseguradores y
prestadores).

Fuente: (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, D. C. 2007)


Sistema de vigilancia en salud pública (Decreto 3518 de 2006)

Las infecciones hospitalarias, intrahospitalarias o nosocomiales adquiridas en


el marco de una internación constituyen un importante problema de salud
pública en el ámbito mundial, tanto para los pacientes como para sus familias
y la comunidad, ya que resultan en un pesado gravamen en los costos de
salud.

El Decreto No. 3518, promulgado el 9 de Octubre de 2006, crea y reglamenta


el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) para proveer en forma
sistemática y oportuna información sobre la dinámica de las situaciones que
afectan o pueden afectar la salud de la población, con el fin de orientar las
políticas y la planificación en salud pública, tomando las decisiones para la
prevención y control de enfermedades y factores de riesgo en salud,
optimizando el seguimiento y la evaluación de las intervenciones,
racionalizando y optimizando los recursos disponibles, y logrando la
efectividad de las acciones en esta materia, propendiendo a la protección de
la salud individual y colectiva.

Conforme con el decreto mencionado, los departamentos, distritos y


municipios crearán comités de vigilancia en salud pública en sus respectivas
jurisdicciones, los cuales estarán integrados por representantes regionales de
los distintos sectores involucrados en el funcionamiento de la red de
vigilancia. El Comité de Vigilancia en Salud Pública definirá su propio
reglamento, se reunirá ordinariamente una vez al mes y será presidido por el
director territorial de salud.

El artículo 38 establece que los siguientes comités actuarán como comités de


vigilancia en salud pública: Comité de Vigilancia Epidemiológica (COVE),
Comité de Infecciones Intrahospitalarias, Comité de Estadísticas Vitales,
Comité de Vigilancia Epidemiológica Comunitaria (COVECOM) y otros afines
que se hubieran conformado para estos efectos (Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional y Organización Panamericana de la
Salud).

Fuente: Fotolia

Tema 2. Situación actual de las infecciones intrahospitalarias en el mundo

Las infecciones nosocomiales ocurren en todo el mundo y afectan a los


países desarrollados y a los carentes de recursos. Las infecciones contraídas
en los establecimientos de atención de salud están entre las principales
causas de defunción y de aumento de la morbilidad en pacientes
hospitalizados. Son una pesada carga para el paciente y para el sistema de
salud pública.

Las infecciones intrahospitalarias son de distribución mundial y su frecuencia


es más alta en hospitales de alto índice ocupacional, con mayor carga
docente, asistencial y laboral, deficiencias presupuestales, de recurso
humano, locativas y en servicios de alto riesgo, tales como las unidades de
cuidado intensivo (UCI), salas de maternidad, partos prematuros, neonatos y
quemados. No obstante, pueden presentarse en cualquier servicio de
hospitalización, procedimientos ambulatorios o de atención a pacientes en
ausencia de un manejo integral adecuado. La experiencia mundial ha
mostrado que entre un 5 y un 10% de los pacientes que se hospitalizan
adquieren por lo menos un episodio de infección. Wenzel (1997) informa que
5% de los pacientes internados en los hospitales estadounidenses son
afectados por algún tipo de infección.

Una encuesta de prevalencia hecha bajo los auspicios de la Organización


Mundial de la Salud (OMS) en 55 hospitales de catorce países
representativos de cuatro regiones (Europa, Mediterráneo oriental, Asia
suroriental y Pacífico occidental) mostró que un promedio de 8,7% de los
pacientes hospitalizados presentaba infecciones nosocomiales.

Tema 3. Sitios de infecciones nosocomiales o intrahospitalarias más


frecuentes

Las infecciones nosocomiales más frecuentes son las heridas quirúrgicas, las
vías urinarias y las vías respiratorias inferiores. En el estudio de la OMS y en
otros se ha demostrado también que la máxima prevalencia de infecciones
nosocomiales ocurre en unidades de cuidados intensivos y en pabellones
quirúrgicos y ortopédicos de atención de enfermedades agudas. Las tasas de
prevalencia de infección aumentan en pacientes con mayor vulnerabilidad por
causa de edad avanzada, enfermedad subyacente o quimioterapia.

En la siguiente figura se presentan los sitios de las infecciones nosocomiales


más frecuentes.
Fuente: (Prevención de las infecciones nosocomiales, guía práctica 2001)

Infecciones urinarias

Esta es la infección nosocomial más común, de hecho, el 80% son


ocasionadas por el uso de una sonda vesical permanente. Las infecciones
urinarias causan menos morbilidad que otras infecciones nosocomiales, pero
a veces, pueden ocasionar bacteriemia y la muerte.

Las infecciones suelen definirse según criterios microbiológicos, como el


cultivo cuantitativo de orina con resultados positivos (≥ 105
microorganismos/ml, con aislamiento de dos especies microbianas como
máximo). Las bacterias causantes provienen de la flora intestinal, ya sea
normal (Escherichia coli) o por medio del hospital (Klebsiella
polifarmacorresistente).
Fuente: SENA

Infecciones del sitio de una intervención quirúrgica

Las infecciones del sitio de una intervención quirúrgica también son


frecuentes: la incidencia varía de 0,5 a 15% según el tipo de operación y el
estado subyacente del paciente (18, 19,20). Representan un problema grave
que limita los beneficios potenciales de las intervenciones quirúrgicas, es
decir, tienen un enorme efecto en los costos de hospitalización y en la
duración de la estadía postoperatoria (entre 3 y 20 días más).

La definición es principalmente clínica: secreción purulenta alrededor de la


herida o del sitio de inserción del tubo de drenaje o celulitis difusa de la
herida. Las infecciones de la herida quirúrgica (por encima o por debajo de la
aponeurosis) y las infecciones profundas de los órganos o de las cavidades
orgánicas se identifican por separado. La infección suele contraerse durante
la propia operación, ya sea en forma exógena (es decir, del aire, el equipo
médico, los cirujanos y otro personal médico), endógena (de la flora de la piel
o del sitio de la operación) o, en raras ocasiones, de la sangre empleada en la
intervención quirúrgica. Los microorganismos infecciosos son variables, según
el tipo y el sitio de la intervención quirúrgica, y de los antimicrobianos que
recibe el paciente. El principal factor de riesgo es el grado de contaminación
durante el procedimiento (limpio, limpio-contaminado, contaminado, sucio)
que, en gran medida, depende de la duración de la operación y del estado
general del paciente. Otros factores comprenden la calidad de la técnica
quirúrgica, tales como la presencia de cuerpos extraños como tubos de
drenaje, la virulencia de los microorganismos, la infección concomitante en
otros sitios, la práctica de afeitar al paciente antes de la operación y la
experiencia del equipo quirúrgico.

Neumonía nosocomial

Ocurre en diferentes grupos de pacientes, los más importantes son los


pacientes conectados a respiradores en unidades de cuidados intensivos,
donde la tasa de incidencia de la neumonía es del 3% por día. Hay un gran
índice de letalidad por neumonía relacionada con el uso del respirador,
aunque es difícil determinar el riesgo atribuible, ya que la comorbilidad es muy
elevada.

Los microorganismos colonizan el estómago, las vías respiratorias superiores


y los bronquios, causando infecciones en los pulmones (neumonía); con
frecuencia son endógenos (aparato digestivo o nariz y garganta), pero pueden
ser exógenos, a menudo provenientes del equipo respiratorio contaminado.
Fuente: Fotolia

Además de la neumonía relacionada con el uso del respirador, los pacientes


con convulsiones o disminución del conocimiento, están expuestos al riesgo
de una infección nosocomial aún sin intubación. La bronquiolitis vírica,
causada por el virus sincitial respiratorio (VSR), es común en los pabellones
pediátricos, y tanto la influenza como la neumonía bacteriana secundaria
pueden llegar a presentarse en instituciones geriátricas. En pacientes con un
alto grado de inmunodeficiencia, puede ocurrir neumonía por legionella spp y
por aspergillus.

En los países con una elevada prevalencia de tuberculosis, particularmente


causada por cepas polifarmacorresistentes, la transmisión en los
establecimientos de atención de salud puede ser un problema importante.
Bacteriemia nosocomial

Estas infecciones representan una pequeña proporción de las infecciones


nosocomiales (aproximadamente 5%), pero la tasa de letalidad es alta y
asciende a más del 50% en el caso de algunos microorganismos. La
incidencia aumenta, particularmente en el caso de ciertos microorganismos
como el estafilococo coagulasa negativo y el candida spp.
(polifarmacorresistente). La infección puede ocurrir en el sitio de entrada a la
piel del dispositivo intravascular o en la vía subcutánea del catéter (infección
del túnel). Los microorganismos colonizadores del catéter dentro del vaso
pueden producir bacteriemia, sin infección externa visible. La flora cutánea
permanente o transitoria es el foco de infección. Los principales factores de
riesgo son la duración de la cateterización, el grado de asepsia en el
momento de la inserción y el cuidado continuo del catéter.

Otras infecciones nosocomiales

A continuación se enumeran las cuatro infecciones más frecuentes e


importantes, pero hay muchos otros sitios de infección potenciales. Por
ejemplo:

• Las infecciones de la piel y de los tejidos blandos: las lesiones abiertas


(úlceras comunes o por decúbito, quemaduras) fomentan la colonización
bacteriana, ocasionando infecciones sistémicas.
• La gastroenteritis es la infección nosocomial más común en niños, siendo
el rotavirus el principal agente patógeno, mientras que en adultos de
países desarrollados, la principal es la clostridium difficile.
• La sinusitis y otras infecciones entéricas, las infecciones de los ojos y de
la conjuntiva, también hacen parte de este listado.
• La endometritis y otras infecciones de los órganos genitales después del
parto.
Tema 4. Microorganismos causantes de infecciones nosocomiales o
intrahospitalarias

Bacterias

Bacterias comensales: encontradas en la flora normal de las personas


sanas. Tienen una importante función protectora al prevenir la colonización
por microorganismos patógenos. Algunas bacterias comensales pueden
causar infección si el huésped natural está comprometido, por ejemplo, los
estafilococos cutáneos coagulasa negativos pueden causar infección del
catéter intravascular y la escherichia coli intestinal es la causa más común de
infección urinaria.

Bacterias patógenas: tienen mayor virulencia y causan infecciones


(esporádicas o endémicas), independientemente del estado del huésped. Por
ejemplo, el clostridium, el cual causa gangrena y el estafilococo áureo
(bacteria cutánea que coloniza la piel y la nariz del personal de los hospitales
y de los pacientes), los cuales causan una gran variedad de infecciones
pulmonares, óseas, cardíacas y sanguíneas, y por lo general, siendo
resistentes a los antibióticos; los estreptococos beta-hemolíticos también son
importantes.

Las bacterias de la familia enterobacteriaceae (escherichia coli, proteus,


klebsiella, enterobacter y serratia marcescens) pueden colonizar varios sitios
cuando las defensas del huésped están comprometidas (inserción de un
catéter o de una cánula, sonda vesical) y causar infecciones graves (del sitio
de una intervención quirúrgica, los pulmones, el peritoneo, bacteriemia).
Pueden ser sumamente resistentes.

Los microorganismos gram negativos como los pseudomonas a menudo se


aíslan en agua y en zonas húmedas. Pueden colonizar el aparato digestivo de
los pacientes hospitalizados. Otras bacterias determinadas representan un
riesgo singular en los hospitales, por ejemplo, la especie legionella causa
neumonía (esporádica o endémica) por medio de la inhalación de aerosoles
que contienen agua contaminada (en sistemas de acondicionamiento de aire,
duchas y aerosoles terapéuticos).

Virus

Existe la posibilidad de la transmisión nosocomial de muchos virus, incluso los


virus de la hepatitis B y C (transfusiones, diálisis, inyecciones, endoscopia), el
virus sincitial respiratorio (VSR), los rotavirus y los enterovirus (transferidos
por contacto de la mano con la boca y por vía fecal-oral). También pueden
traspasarse otros virus, como el citomegalovirus, el VIH, el ébola, la influenza,
el herpes simple y la varicela zóster.

Fuente: (Los microbios en la red, 2010)

Parásitos y hongos

Algunos parásitos como el giardia lamblia se transmiten con facilidad entre


adultos o niños. Muchos hongos y otros parásitos son microorganismos
oportunistas que causan infecciones durante el tratamiento prolongado con
antibióticos o a través de una inmunodeficiencia grave (candida albicans,
aspergillus spp., cryptococcus neoformans y cryptosporidium). Estos son una
causa importante de infecciones sistémicas en pacientes con
inmunodeficiencia. La contaminación ambiental por microorganismos
transportados por el aire, como el aspergillus spp., originados en el polvo y el
suelo, también son motivo de preocupación, especialmente durante la
construcción de hospitales. Sarcoptes scabiei (arador de la sarna) es un
ectoparásito que ha causado brotes en repetidas ocasiones en los
establecimientos de atención de salud.

Fuente: (Barrymore, s.f.)


Tema 5. Medidas de prevención frente a la infección intrahospitalaria
La prevención de las infecciones nosocomiales exige un programa integrado y
vigilado, el cual incluya los siguientes elementos clave:

• Limitar la transmisión de microorganismos entre los pacientes que reciben


atención directa por medio de prácticas apropiadas de lavado de las
manos, uso de guantes y asepsia, estrategias de aislamiento,
esterilización, desinfección y lavado de la ropa.
• Controlar los riesgos ambientales de infección.
• Proteger a los pacientes con una buena nutrición, con vacunación y con el
uso apropiado de antimicrobianos profilácticos.
• Limitar el riesgo de infecciones endógenas, reduciendo al mínimo los
procedimientos invasivos y fomentando el uso de antimicrobianos.
• Vigilar las infecciones e identificar y controlar los brotes.
• Prevenir la infección de los miembros del personal.
• Mejorar las prácticas de atención de pacientes seguidas por el personal y
continuar la educación de este último.

El control de infecciones es una responsabilidad de todos los profesionales de


la salud, tales como médicos, personal de enfermería, terapeutas,
farmacéuticos, ingenieros y otros.

“Una atención limpia es una atención segura” fue lanzado en octubre de 2005
como el primer Desafío Global de la Seguridad del Paciente (1er GPSC),
dirigido a reducir las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) a
nivel mundial, las cuales ocurren en todos los países, encontrándose entre las
principales causas de muerte y de incremento de morbilidad en los pacientes
hospitalizados.
Reducción de la transmisión de una persona a otra

Descontaminación de las manos

La importancia de las manos en la transmisión de las infecciones


nosocomiales está bien demostrada y puede reducirse al mínimo con
medidas apropiadas de higiene. Sin embargo, el cumplimiento con la práctica
del lavado de las manos a menudo es subóptima.

Lo anterior se debe a varias razones, tales como la falta de equipo accesible


apropiado, alergia a los productos empleados para el lavado de las manos y
falta de conocimiento del personal sobre riesgos y procedimientos
(Organización Mundial de la Salud).

Fuente: Fotolia

Tema 6. El modelo de “Los cinco momentos para la higiene de las manos”


en la asistencia ambulatoria
Según el modelo de la OMS, las indicaciones corresponden con los cinco
momentos esenciales en los que se requiere realizar la higiene de las manos
durante la prestación de la asistencia sanitaria. El contacto directo e indirecto
(por medio de un objeto intermedio o líquido corporal) con el enfermo justifica
la necesidad de una o más indicaciones para la higiene de las manos antes y
después del contacto, esto con el fin de impedir la transmisión entre el
paciente y el personal de salud o al área sanitaria.

Momento 1: antes del contacto con el paciente

Esta indicación viene determinada al producirse el último contacto con el área


de asistencia y el próximo contacto con el paciente.

¿Por qué? Para prevenir la transmisión de microbios desde el área de


asistencia al paciente a través de las manos del personal de salud y, en
última instancia, en algunos casos para proteger al enfermo de la colonización
y de infecciones exógenas por parte de gérmenes nocivos.

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)


Momento 2: antes de realizar una tarea o técnica limpia/aséptica

¿Cuándo? Inmediatamente antes de acceder a un punto crítico con riesgo de


infección para el paciente. Esta indicación viene determinada al producirse el
último roce con cualquier superficie del área de asistencia y de la zona del
paciente y al realizarse cualquier técnica o tarea limpia / aséptica que
implique el contacto directo o indirecto con las mucosas, la piel no intacta o un
dispositivo médico invasivo.

¿Por qué? Para impedir la transmisión de microbios al paciente de un punto


del cuerpo a otro del mismo, y desde el área de asistencia al enfermo por
inoculación.

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)


Momento 3: después del riesgo de exposición a fluidos corporales

Cuanto termina la tarea o técnica que entraña un riesgo de exposición a


fluidos corporales (y después de quitarse los guantes). Esta indicación viene
determinada al producirse contacto con sangre y otros líquidos corporales
(aunque sean mínimos y no muy visibles) además del trato con cualquier
superficie, incluyendo el paciente, su entorno inmediato o el área de
asistencia.

¿Por qué? Para proteger al personal de salud de la colonización o infección


debido a los microbios del paciente y para cuidar el entorno sanitario de la
contaminación y posterior posible propagación.

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)


Momento 4: después del contacto con el paciente

Se debe realizar al alejarse del paciente después de haberlo tocado, esta


advertencia viene determinada al producirse un contacto con la piel intacta del
enfermo, su ropa, o del siguiente roce con una superficie del área de
asistencia.

¿Por qué? Para proteger al personal de salud de la colonización y la


infección potencial por los microbios del paciente y para cuidar el entorno del
área de asistencia de la contaminación y la posible propagación.

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)

Momento 5: después del contacto con el entorno inmediato del paciente

Se realiza después de tocar cualquier objeto o mueble del medio inmediato


del enfermo (sin haber tocado a éste) en el contexto de la asistencia
ambulatoria.
¿Por qué? Para proteger al personal de salud de la colonización por los
microbios del paciente que puedan estar presentes en las superficies u
objetos del entorno inmediato del enfermo, preservando el medio sanitario de
la contaminación y la potencial propagación.

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)

Clases de lavado de manos

Lavado social de las manos

Es un procedimiento para remover únicamente la suciedad y la flora


transitoria de las manos, éste se realiza con jabón corriente y el espectro
antimicrobiano depende del área donde se use.
Técnica del lavado de manos

Para el lavado rutinario se recomienda un frote vigoroso de todas las


superficies enjabonadas de las manos por un mínimo de 10 segundos,
seguido de un completo enjuague bajo un chorro de agua. Para realizarlo se
debe seguir el siguiente procedimiento:

a. Retirar todos los objetos que se tengan en las manos, como por
ejemplo anillos, relojes, pulseras, entre otros.
b. Humedecer las manos y depositar el jabón dentro de ellas, moverlo
hasta obtener la cantidad deseada si es en barra, si es líquido,
depositar de 3 a 5 cm3, frotando vigorosamente dedo por dedo,
haciendo énfasis en los espacios interdigitales.
c. Enjuagar el jabón antes de colocarlo en su sitio.
d. Frotar palmas y dorsos de las manos a 5 cm por encima de la muñeca.
e. Bañar las manos con abundante agua para que el barrido sea efectivo.
f. Tomar una toalla desechable para secarse las manos y cerrar la llave.
g. Colocar la toalla en el recipiente para residuos ordinarios.

Nota: si usa jabón de pastilla, hay que mantenerlo en una jabonera o platillo,
el cual permita que el agua salga por debajo.

Si emplea jabón líquido, el dispensador debe reemplazarse o limpiarse antes


de ser llenado nuevamente.

Lavado higiénico de las manos con jabón antiséptico y agua

Es un proceso más efectivo que el lavado social de las mismas, involucra un


desinfectante para destruir una parte sustancial de la flora transitoria en las
manos. Se utiliza el mismo procedimiento, pero debe hacerse hasta la mitad
del antebrazo, se debe tener cuidado en asear los espacios interdigitales y las
uñas.
Fuente: Fotolia

La fricción higiénica de las manos

Consiste en frotar las manos con una solución de alcohol y glicerina, se utiliza
en ausencia de una fuente de agua o por falta de proximidad a ella.

La fricción higiénica no reemplaza completamente el lavado de las manos, la


suciedad y los emolientes que se incorporan durante las múltiples
aplicaciones se deben asear cuando estén sucias de materia visible, ya sea
con sangre, tierra, entre otras.

a. Cómo preparar una solución de alcohol para limpiarse las manos:

Como el alcohol suele secar la piel si se usa solo, por consiguiente, es


mejor utilizar una solución de alcohol para limpiarse las manos. Para
prepararla hay que mezclar: 2 ml de glicerina, glicol de propileno o
sorbitol con 100 ml de alcohol de 60 a 90%.

b. Cómo usar una solución de alcohol para limpiarse las manos:


Paso 1: aplicarse en la palma de la mano de 3 a 5 ml de solución de
alcohol.

Paso 2: frotarse las manos hasta que se sequen completamente.

Nota: el lavado de manos quirúrgico es un método más complejo y no


se incluirá en este módulo, ya que es empleado en salas de cirugía.

c. Facilidades para el lavado de manos:

Debe haber un lavamanos localizado adentro o afuera de cada


habitación de los pacientes. En algunos casos, cuando hay varios
enfermos en un cuarto grande, puede ser necesario más de un lavabo
por habitación y en áreas donde se realizan procedimientos
diagnósticos o invasivos (por ejemplo, cateterización cardiaca,
broncoscopia, sigmoidoscopia, entre otras).

Fuente: Fotolia
Recomendaciones

• El lavado de manos con jabón corriente o detergente suspende microbios


y mata o inhibe su crecimiento, este proceso se conoce como remoción
química de microorganismos. El uso de guantes no reemplaza el aseo de
las manos.
• Las manos se deben lavar, aún si se usan guantes después de tocar
algún material potencialmente portador de un agente contagioso y
después de la atención de todo paciente infectado o colonizado por
bacterias multiresistentes.
• En ausencia de agua con calidad aceptable, algunos productos
comerciales basados en alcohol pueden dar una sustitución temporal,
pero la técnica más recomendada para el lavado de manos es el agua y
el jabón.
• El lavado de manos frecuente, especialmente con detergentes fuertes o
productos que contienen antimicrobianos pueden producir eczema en
algunas personas, así como otros daños clínicos en la piel. Dichos
efectos también se deben algunas veces al uso continuo y prolongado de
los guantes, lo que produce alergias por el material de éstos, o asimismo,
por los artículos para lavar las manos.
• Las lesiones de la piel pueden llevar a infecciones ocupacionales, o venir
acompañadas por un aumento secundario de la flora transitoria de la
epidermis, con potencial transmisión para los pacientes.
• El cuidado de los trabajadores de la salud con las lesiones mencionadas
anteriormente debe ser evaluado por salud ocupacional para su
prevención y tratamiento, para evitarlas, puede emplearse el uso regular
de lociones de manos, pero se debe impedir que estas sustancias se
contaminen y se conviertan en otra forma de contagio. Los trabajadores
de salud con lesiones exudativas deben tener restringido el contacto
directo con los pacientes o con el equipo de cuidado del paciente.
¿Cuándo deben lavarse las manos?

1. Al iniciar tareas.
2. Antes y después de realizar procedimientos invasivos
3. Antes de tener contacto con cualquier paciente (especialmente los más
susceptibles: inmunes comprometidos, recién nacidos, entre otros).
4. Antes de calzarse guantes e inmediatamente después de retirarlos.
5. Antes y después de tocar heridas (especialmente quirúrgicas, traumáticas
o asociadas a prótesis o instrumentos invasivos).
6. Después de situaciones durante las cuales la contaminación microbiana
de las manos pueda ocurrir, especialmente aquellas que incluyen contacto
con membranas mucosas, sangre, líquidos corporales, secreciones o
excreciones.
7. Después de tocar fuentes inanimadas que probablemente están
contaminadas con microorganismos virulentos o epidemiológicamente
importantes, éstas incluyen instrumentos para medir orina o recipientes
para recolectar secreciones.
8. Después del contacto con pacientes colonizados con microorganismos
multiresistentes.
9. Entre la atención de un paciente y otro (especialmente en las unidades de
cuidados intensivos).
10. Antes de preparar medicación y/o soluciones intravenosas o arteriales.
11. Antes y después de hacer uso personal del baño.
12. Después de estornudar, toser, tocarse la cara, el cabello, entre otras.
13. Al finalizar las tareas y retirarse del hospital.

Antisépticos para el lavado de las manos

La higiene de las manos puede realizarse usando jabón común o productos


que incluyan agentes antisépticos. Estos últimos tienen la propiedad de
inactivar microorganismos o de inhibir su crecimiento con espectros de acción
diferentes. Los ejemplos incluyen alcoholes, gluconato de clorhexidina,
derivados del cloro, yodo, cloroxilenol, compuestos de amonio cuaternario, y
triclosan (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud).

Tabla 2. Guía de la OMS sobre higiene de manos en la atención de la


salud

Fuente: (Gobierno de España y Organización Mundial de la Salud, 2013)

Tema 7. Bioseguridad
Se define como el “conjunto de medidas preventivas que tienen como objetivo
proteger la salud y la seguridad del personal, de los usuarios y de la
comunidad, frente a diferentes riesgos producidos por agentes biológicos,
físicos, químicos y mecánicos”. En el establecimiento o en actividades fuera
de él, la bioseguridad es un componente de calidad de la atención, es un
deber brindar los servicios de salud con garantía y seguridad. Es
responsabilidad de todo el personal cumplir con las normas, de hecho, cada
trabajador de una institución de salud tiene el riesgo de infectarse, por lo
tanto, la empresa y el empleado deben asumir una actitud preventiva.

Debido a que los antecedentes y la exploración física no pueden identificar en


forma inequívoca a todos los pacientes infectados por el virus del VIH, virus
de la hepatitis B (VHB) u otros organismos patógenos transmisibles por vía
hematógena, deben tomarse las precauciones necesarias para el manejo de
sangre y líquidos corporales en todos los usuarios, en especial en situaciones
de urgencia, en las que el riesgo de exposición a sangre y el estado
infeccioso del usuario por lo general se desconoce. A menudo, ni la persona
misma sabe si está infectada.

Principios básicos de bioseguridad

Universalidad

Se asume que todo individuo es portador de algún agente infeccioso hasta no


demostrar lo contrario. Las medidas de bioseguridad son universales, es
decir, deben ser observadas en todas las personas a las que se atiende.

Uso de barreras protectoras

Para evitar el contacto directo entre personas y entre sujetos y objetos


potencialmente contaminados o nocivos, se deben utilizar barreras químicas,
físicas o mecánicas.

Normas de bioseguridad en el lugar de trabajo:

1. Óptimas condiciones de higiene y aseo.


2. Evite fumar, beber y comer en el sitio de trabajo.
3. No guarde alimentos en la nevera, ni en los equipos de refrigeración de
sustancias contaminantes o químicas.
4. En caso de derrames o contaminación accidental de sangre u otros
líquidos corporales sobre superficies de trabajo, cubra con papel u otro
material absorbente, luego vierta hipoclorito a 5000 ppm (o cualquier otro
desinfectante) encima del mismo y en la superficie circundante, dejando
actuar por 30 minutos, después limpie nuevamente la superficie con
desinfectante a la misma concentración y realice limpieza con agua y
jabón. El personal encargado de realizar dicho procedimiento debe usar
guantes, mascarilla y bata.
5. En caso de ruptura de material de vidrio contaminado con sangre u otro
líquido corporal, se debe recoger con escoba y recogedor, nunca con las
manos.
6. En las áreas de alto riesgo biológico, el lavamanos debe permitir
accionamiento con el pie, la rodilla o el codo.
7. Disponga de los residuos peligrosos a través de bolsas y recipientes
adecuados, estos deben estar identificados con el símbolo
correspondiente.

• Empleados:

1. Cumpla estrictamente las normas de asepsia y bioseguridad.


2. Utilice guantes plásticos o de látex en procedimientos que conlleven
manipulación de elementos biológicos y cuando se manejen instrumentos
o equipos en la atención de pacientes.
3. Emplee equipo de protección personal de acuerdo al riesgo al que está
expuesto.
4. Evite deambular con los equipos de protección personal fuera de su área
de trabajo.
5. En caso de accidente de trabajo con material corto punzante, haga el
reporte de inmediato.
6. Los trabajadores sometidos a tratamientos inmunosupresores no deben
trabajar en áreas de riesgo biológico.
7. Use equipos de reanimación mecánica, así evita procedimientos boca a
boca.
8. Evite la atención directa de pacientes si usted presenta lesiones
exudativas o dermatitis serosas, hasta tanto ellas hayan desaparecido.
9. Restrinja el ingreso a áreas de alto riesgo biológico a personal no
autorizado, al que no utilice elementos de protección necesarios y a los
niños.

Elementos de protección personal

El personal debe trabajar protegido con los EPP (equipos de protección


personal) para así prevenir de manera crítica la exposición percutánea y
permucosa de sangre y otros materiales potencialmente peligrosos. Las
prácticas de trabajo seguras, la mecánica apropiada, y los controles de
ingeniería, también mejoran la seguridad del trabajador. Cada tipo de
actividad exige una protección para ejecutarla.

Los equipos de protección personal son un complemento indispensable de los


métodos de control de riesgo, ya que favorecen al trabajador, colocando
barreras en las puertas de entrada y evitando la transmisión de infecciones.
Sin embargo, debe recordar que muchos de los elementos en las instituciones
de salud no fueron diseñados para ese propósito, sino para impedir la
contaminación de los campos quirúrgicos, así como la transmisión de
microorganismos de paciente a paciente a través del personal de salud, por lo
que cuentan con esa doble función.

Mantenga los elementos de protección personal en óptimas condiciones de


aseo, en un lugar seguro y de fácil acceso.

Medidas de protección:

Mantenga actualizado el esquema de vacunación.


• Material corto punzante:

1. Maneje con estricta precaución los elementos cortopunzantes y


dispóngalos o deséchelos en recipientes a prueba de perforaciones
(guardianes).
2. No cambie elementos cortopunzantes de un recipiente a otro.
3. Absténgase de doblar o partir manualmente las hojas de bisturí, cuchillas,
agujas o cualquier otro material cortopunzante.
4. Absténgase de colocar el protector a la aguja y descártela en recipientes
resistentes e irrompibles.

Fuente: SENA
• Manejo de muestras:

Los recipientes para trasportar muestras deben ser de material irrompible


y cierre hermético, preferiblemente con tapón de rosca.

• Otros equipos:

1. Todo equipo que requiera reparación técnica debe ser llevado a


mantenimiento y contar con una previa desinfección y limpieza. El
personal de esta área debe cumplir las normas universales de prevención
y control de riesgo biológico.
2. Realice desinfección y limpieza a las superficies, elementos y equipos de
trabajo, al final de cada procedimiento.
3. La ropa contaminada con sangre, líquidos corporales u otro material
orgánico, debe ser enviada a la lavandería.

• Uso de mascarillas y protectores oculares: en los procedimientos que


se generen gotas de sangre o líquidos corporales, con esta medida se
previene la exposición de mucosas de boca, nariz y ojos, evitando que se
reciban inóculos infectados.
Fuente: Fotolia

• Uso de mascarilla buconasal: protege de eventuales contaminaciones de


saliva, sangre o vómito que pudieran salir del paciente y caer en la cavidad
oral y nasal del trabajador.
• Uso de braceras: evitan el contacto del brazo y el antebrazo con sangre o
líquidos corporales en procedimientos invasivos como partos normales,
cesárea, citología, odontología, entre otros.
• Uso de guantes: reducen el riesgo de contaminación por fluidos en las
manos, pero no evitan el corte o el pinchazo. Es importante anotar que el
empleo de guantes tiene por objeto suplementar y no sustituir las prácticas
apropiadas del control de infecciones, en particular en el lavado correcto de
las manos. Los guantes deben ser de látex, bien ceñidos para facilitar la
ejecución de los procedimientos. Si se rompen deben ser retirados, luego
proceder al lavado de manos y al cambio inmediato de estos. Si el método a
realizar es invasivo o de alta exposición, se debe emplear doble guante. Para
personal de oficios varios, lavandería o el encargado del manejo de
desechos, los guantes deben ser más resistentes, tipo industrial.
• Delantal de caucho: es un protector para el cuerpo, evita la posibilidad de
contaminación por la salida explosiva o a presión de sangre o líquidos
corporales, como por ejemplo el drenaje de abscesos, atención de heridas, de
partos, punción de cavidades y cirugías, entre otras.
• Polainas: se destinan para trabajadores de la salud que están expuestos a
riesgos de salpicaduras y derrames por líquidos o fluidos corporales, además
protegen al paciente de infecciones y de contaminaciones provenientes del
ambiente.
• Gorro: se usa con el fin de evitar el contacto por salpicaduras con material
contaminado, y además impide infecciones en el paciente (Medidas de
bioseguridad).

Tema 8. Vacunas recomendadas a todo el personal de salud

Debido al contacto con pacientes o material infectado, mucho personal de la


salud, como por ejemplo: médicos, enfermeras, personal de emergencia,
odontólogos, estudiantes de medicina y enfermería, técnicos de laboratorio,
voluntarios del hospital y administrativos se encuentran en riesgo de una
posible transmisión de una enfermedad prevenible por vacuna. Por lo tanto, el
mantenimiento de la inmunidad es una parte esencial de los programas de
prevención y control de las infecciones para el personal.

El óptimo uso de los agentes inmunizantes salvaguarda la salud de los


trabajadores, además de proteger a los pacientes de contraer una infección
por medio de empleados infectados.

Tema 9. Enfermedades por la cuales la inmunización es fuertemente


recomendada
Basado en documentos sobre la transmisión nosocomial, se considera que el
personal de salud está en riesgo significativo de adquirir o trasmitir hepatitis
B, influenza, sarampión, parotiditis, rubéola y varicela. Todas enfermedades
prevenibles por vacuna.

Hepatitis B

La infección por el virus de la Hepatitis B (VHB) presenta el mayor riesgo de


infección para el personal. Se estima que entre 100-200 trabajadoras(es) de
la salud han muerto anualmente durante la pasada década debido a
infecciones crónicas por VHB (Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades, datos no publicados).

El riesgo de adquirir VHB por una infección ocupacional depende de la


frecuencia de la exposición percutánea o permucosa a sangre o fluidos
corporales. Dependiendo de la tarea que realice, cualquier trabajador de
seguridad pública puede estar en alto riesgo de exposición. Empleados que
desarrollan tareas que involucran exposición a sangre o fluidos corporales
contaminados, deben ser vacunados.

Influenza

Durante brotes de influenza en la comunidad, la admisión de pacientes


infectados con esta enfermedad en los hospitales ha provocado la transmisión
nosocomial, incluyendo su traspaso por medio de los empleados a los
pacientes. El traspaso de la influenza entre el personal médico causa
ausentismos y considerables trastornos a los servicios de salud (Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades, datos no publicados).
Adicionalmente, los brotes de influenza han causado morbilidad y mortalidad
en los asilos. En un estudio realizado recientemente en establecimientos de
salud con pacientes crónicos que poseían de manera uniforme, altos niveles
de vacunación, se notó que los enfermos de aquellos establecimientos en que
más del 60% del personal había sido vacunado contra la influenza,
experimentaron menos mortalidad y enfermedades relacionadas con este
virus, comparados con los pacientes de los lugares que no habían sido
vacunados contra la influenza.
Sarampión

La trasmisión del sarampión nosocomial ha sido documentada en las oficinas


de médicos privados, en cuartos de emergencia, y en las salas hospitalarias.
Pese a que el hecho de haber nacido antes de 1957, generalmente se
considera como una evidencia aceptable de protección contra el sarampión,
estudios serológicos de trabajadores hospitalarios indican que entre el 5 y el
9% de esos nacidos antes de 1957, no son inmunes. Durante 1985 y 1992, el
27% de todos los casos de sarampión entre el personal de salud, ocurrieron
entre personas nacidas antes de 1957 (Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades, datos no publicados).

Parotiditis

En años recientes, una proporción sustancial de la parotiditis reportada ha


ocurrido entre adolescentes y jóvenes adultos no vacunados en campus
universitarios y en lugares de trabajo. Brotes de parotiditis en poblaciones con
altos niveles de vacunación han sido atribuidos al fracaso primario de la
vacuna. Durante años recientes, la incidencia global de la parotiditis ha
fluctuado mínimamente pero se ha reportado un incremento proporcional de
casos en personas de 15 años. (Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades, datos no publicados). Es prudente desarrollar programas que
garanticen la inmunidad a la parotiditis entre el personal médico y que estos
usualmente se vinculen a los programas de control del sarampión y la
rubéola.

Rubéola

Se han reportado brotes de rubéola nosocomial que involucran tanto al


personal de salud como a los pacientes y aunque no es tan infecciosa como
el sarampión, la rubéola puede ser trasmitida por ambos sexos, hombres y
mujeres. La trasmisión puede ocurrir siempre que muchas personas
susceptibles se congreguen en un mismo lugar. La vacunación agresiva
contra la rubéola en hombres y mujeres susceptibles con una vacuna
trivalente de sarampión-parotiditis-rubeola (SPR) puede eliminar la trasmisión
de la rubéola (igual que la del sarampión).

Varicela

La trasmisión nosocomial del virus de la varicela zoster (VVZ) es bien


conocida, y se ha dado entre pacientes y personal de salud, incluyendo
visitantes (ejemplo, hijos de los empleados).

En los hospitales ha ocurrido la trasmisión aérea del VVZ de personas que


tuvieron varicela a personas susceptibles, las cuales no tuvieron contacto
directo con estos. Pese a que toda persona adulta hospitalizada susceptible
se encuentra en riesgo de desarrollar una enfermedad de varicela severa y
sus complicaciones, ciertos pacientes están en mayor riesgo: mujeres
embarazadas, niños prematuros nacidos de madres susceptibles; infantes
nacidos antes de las 28 semanas de gestación o cuyo peso sea de 1000
gramos, independientemente del estatus inmunológico de la madre, así como
personas inmunocomprometidas de todas las edades (incluyendo individuos
inmunodeficientes o que estén bajo una terapia inmunosupresora con alguna
alguna enfermedad maligna).

Tuberculosis y vacunación BCG del personal de salud en lugares de alto


riesgo

La vacunación del personal de salud con BCG debe ser de manera individual
en aquellos lugares de atención médica en los que todas las siguientes
condiciones se presenten:

Un elevado porcentaje de pacientes TB están infectados con cepas de


mycobacterium tuberculosis, resistentes a la isoniazida y a la rifampicina. Se
han tomado precauciones puntuales para el control de ésta infección, pero no
han tenido éxito.

La vacunación contra el BCG no debe solicitarse para trabajar o para recibir


asignación de funciones en áreas específicas.
Tema 10. Otras enfermedades prevenibles por vacunas
El personal de salud no se encuentra en mayor riesgo que el resto de la
población en sufrir difteria, tétano y enfermedades neumocócicas. La ACIP
(Advisory Committee on Immunization Practices) recomienda que todos los
adultos se protejan contra la difteria y el tétano, además de advertir la
vacunación neumocócica en todas las personas mayores o iguales a los 65
años, además de los jóvenes que presenten alguna condición médica
(Departamento de salud y servicios humanos de los EE.UU.).
Referencias

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Organización Panamericana de la Salud. (2007). Infecciones hospitalarias,
legislación en América Latina. . Consultado el 17 de enero de 2014 en
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 Departamento de salud y servicios humanos de los EE.UU. (1997).


Inmunización del Personal de Salud Recomendaciones del Comité Asesor
sobre Prácticas de Inmunizaciones (ACIP, por sus siglas en Inglés) y del
Comité Asesor sobre Prácticas para el Control de Infecciones Hospitalarias
(HICPAC, por sus siglas en Inglés). (Vol. 46). Consultado el 17 de enero de
2014 en http://www.who.int/occupational_health/activities/oehcdrom16.pdf

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aplicación de la estrategia multimodal de la OMS para la mejora de la
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 Los microbios en la red. (2010). Virus de la varicela-zóster. Consultado el


17 de enero de 2014 en http://www.losmicrobios.com.ar/microbios/?p=541

 Medidas de bioseguridad. (s.f.). “Conjunto de medidas preventivas que


tienen como objetivo proteger la salud y la seguridad del personal, de los
usuarios y de la comunidad, frente a diferentes riesgos producidos por
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enero de 2014 en
http://www.ino.org.pe/epidemiologia/bioseguridad/Medidas/medidatodos.pdf

 Organización Mundial de la Salud. (2001). Prevención de las infecciones


nosocomiales, guía práctica. (2a ed.). Consultado el 17 de enero de 2014 en
http://www.who.int/csr/resources/publications/drugresist/en/PISpanish3.pdf

 Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, D. C. (2007). Política de


prevención, control y vigilancia epidemiológica de infecciones
intrahospitalarias (IIH) para Bogotá, D. C. (1a ed.). Bogotá Distrito Capital,
Colombia: Linotipia Bolívar y Cía. S. en C.
Control del documento

Nombre Cargo Dependencia Fecha


Centro de Talento
Humano en Salud. Diciembre
María Elena Tamayo Instructora
Regional Distrito de 2013
Bustamante
Capital
Centro de Talento
Claudia Medina Humano en Salud. Diciembre
Autor Instructora
Medina Regional Distrito de 2013
Capital
Centro de Talento
Jairo Enrique Rizo Gestor de Humano en Salud. Diciembre
Mejía Red de salud Regional Distrito de 2013
Capital
Guionista - Centro
Rachman Bustillo Enero de
Adaptación Línea de Agroindustrial.
Martínez 2014
Producción Regional Quindío

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